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MA CI Inventario Clinico para Adolescentes de Millon p Theodore Millon Agradecimientos & § Ree G4 BARGES EE he a Version y adaptacion espafioladel MAC]... 2... 2. ete Introduccién . . . UG MOH RL ES Ficha técnica 1. Vision general 1.1. Caracteristicas distintivas del MACL 1.2. Aplicaciones del MAC]... es nee 1.3. Limitaciones del MACL .. 2... « cece 1.4, Cualificacién requerida 2. La orlentacién del sistema tedrico os. 2.1, Prototipos de personalidad . Beh 2 2.2. Preocupaciones expresadas .. 2.2... ee eee 2.3. Sindromes clinicos 3. Desarrollo original del test 3.1, Muestras normativas . Valoracion clinica... . Desarrollo de las escalas . Desarrollo de las Tasas Base... . x 3 3.5. Diferencias técnicas entre el MACIy el MAP... 2... 4. Caracterfsticas psicométricas one 4.1, Relacién entre las Tasas Base del MACI y las ‘Tasas Base del MAP] 4.2. Blectos de las tcansformaciones en Tasas Base 4.3. Correlaciones internas de las escalas . sane 4.4. Fiabilidad J2EMES Be Beek we WSOVANBER roa eee ene a a 5. Procedimiento de aplicacién del test . . . gaseuees $.1. Eleccion de los sujetos 2... eee 5.2. Preparacion yencuadre 66... 40. 8 ee 5.3. Instrucciones y explicaciones .... . 2 «tome » 5.4. Registro y codificacién dela informacion»... 2. 5.5. Opciones de correccion. oe ee 6. Coneccion del MACI 2... ee cee 6.1, Célculo de las puntuaciones directas 2... 2.2.0.0. 6.2. Transtormacionesen TB 2... 2. .0 05 eee ee 6.3. Ajuste de las TB 6.4. Cédigos personales. ee 6.5. Reglas de invalidacién ........ Ge mana: 7. Interpretacién del MACE ow eee 7.1. Evaluacién de los protocolos dudosos | ||... 7.2. Description de lasescalas oe eee 7.3. InterpretaciGn clinica del perfil 2.2.0... ee eer 8, Caracteristicas de la adaptacion espafiola del MACI. . . 8.1. Decisiones previas a la fase de adaptacion ........-.-- 8.2. Valoracion clinica peat 22 Ree Fe ee 8.3. Desarrollo de las Tasas Base | 8.4, Caracteristicas psicométricas . ... « anne 8.5. Validez empirica eee 9. Casos clinicos seen een bee Ea Dil CARGSENNMIERS « aon ng wp ees « Seb 9.2. Puntos fuertes y débiles del MACI 2... 0 eee es Bibliografia Apéndices Apéndice A. Muestra de adaptacion espafiola Apéndice B. Ajuste de las puntuaciones 2... ee eee ee Apendice C. Correlaciones de las escalas del MACI (Datos americanos) Apéndice D. Tablas de justificacién estadistica de la adaptacion espaniola Apendice E. Tablas de transformacién para la muestra de desarrollo original 69 70 70 74 84 85, 90 91 95 on 100 100 112 119 128 132 137 135 Agradecimientos — Las instituciones, las clinicas y los profesionales privados que citamos a continuacién, tuvie- ron la amabilidad de facilitanes sus servicios y su personal para diversos aspectos de nuestra investigacién sobre el MACI. Reconocemos y agradecemos su colaboracién Fox Valley Hospital, Green B. Appalachian Psychiatric Servi Idaho Youth Ranch, Rupert, ID Charter Hospital of Northwest Indiana, Hobart, [N New Horizons Youth Ministries, Marion, IN Mill Creek Hospital, Visalia, CA Prairie View Mental Health Clinic, Newton, KS Philadelphia Psychiatric Center, Philadelphia, PA Park Center, Inc., Fort Wayne, IN Brown County Mental Health Center, Green Bay, WI Northwood Health Systems, Inc., Wheeling, WV South Central Counseling, Kearney, NE Child and Youth Services, Regina, Saskatchewan (Canada) ‘Loma Linda Psychiatric Medical Group, Loma Linda, CA Wellborn Clinic, Evansville, IN Lakeland Regional High School, Wanaque, NJ Dr. Michael Rupley, Mishawaka, IN Medical and Counseling Associates, Richmond, VA Southern Oregon Adolescent Study and Treatment Center, Grants Pass, OR Behavior Management Systems, Rapid City, SD Hampstead Hospital, Hampstead, NH Northwest lowa Mental Health Center, Spencer, [A Children’s Medical Center, Tulsa, OK Baptist Medical Center, Behavioral Medicine, Columbia, SC Family Learning Center, South Bend, IN Dr. George Middleton, Lake Charles, LA Mid-Michigan Regional Medical Center, Midland, MI Wichita Guidance Center, Wichita, KS Center for Child and family Services, Marshalltown, [A Zumbro Valley Mental Health Center, Rochester, MN Forest Hospital, Des Plaines, IL Willis Knighton Medical Center, Shreveport, LA Dr. William R. Metrz, Sr, and Associates, Sacramento, CA wi ss, Beckley, WV Dr. John R. Haney, Decatur, AL LaSalle Clinic, Appleton,, WI Ohlson Psychological Services, Anchorage, AK Edmond Youth Council, Inc., Fémond, OK Green Hill School, Chehalis, WA Dr. Allan G. Hedberg, Fresno, CA Dr. Michael Dimitroff, Hammond, IN East Lansing Center for the Fami Dr. Donald W. Bonner, Duncan, OK Greenleaf Hospital, Jonesboro, AR Pine View Center, Mercy Memorial Hospital, Monroe, MI Brighton Hospital, Brighton, MI Crossroads, Chattanooga, TN VisionQuest, Tucson, AZ Tidewater Psychiatric Institute, Virginia Beach, VA Dr. Tony R. Young. West Monroe, LA Clinical Associates of Tidewater, Virginia Beach, VA Alternative Rehabilitation Communities, Harrisburg, PA Erie County Medical Center, Department of Psychiatry, Buffalo, NY North Shore Child and family Guidance Center, Rosalyn Heights, NY John Metcalf Junior High School, Burnsville, MN Burnsville High School, Burnsville, MN Hosterman Junior High School, New Hope, MN University Junior High School, Honolulu, HI Dr. William J. Kleinpeter and Associates, Amarillo, TX East Lansing, MI NCS Assessments desea asi mismo agradecer a las siguientes personas su colaboracién para el desarrollo y publicacién del MACI Scott Allison, Kevin Anderson, Patricia Anderson, Suzane Andi y Bakken, John Fic- ken, Terry Foley, Kathi Gialluca, Kelly Mayer, Ward Moberg, Kelly Morris Metzler, Steve Pres- twood, Merry A. Rendahl, Dave Roble, Ron Rowan, Sue Steinkamp, Jeff Sugerman y Sandy Whelan. Versién y adaptacién espafiola del MACI Adaptadora Gloria Aguirre Llagostera (Universidad de Barcelona) Colaboraciones especiales Alejandro Avila Espada (Universidad de Salamanca) Marta Pérez Campdepadrés (grupo de tracuccién) Nicolés Seisdedos Cubero (TEA Ediciones, I+D) Gloria Garcia Aguirre (mantenimiento y actualizacién de la base de datos de adolescentes) Antonio Andrés Pueyo (Universidad de Barcelona) Departamento I+D de TEA Ediciones Coordinacidn de grupos clinicos de aplicacién del MAC! y colabora revisién de items in en la traduccion y M* Dolors Petitbd Rafart, H. San Juan de Dios-Esplugues (Barcelona) M? Teresa Pi Ordonez, Centro de Salud Mental Infanto-juvenil (CSMIJ) de Girona Carme Tello Casany, Centro de Salud Mental Infanto-juvenil (CSMI)) de Lleida Unidades asistenciales, clinicos colaboradores CSMIJ de Girona y consultas periféricas: ‘ME? Jesis Alvarez Mendez, psiquiatra (CSMI)) y Garrotxas: ‘Marc Boix Pla, psicdlogo (CSMI) y La Selva Elisenda Castanys Jarque, psic6loga (CSMI) Guadalupe Guzman Alvarez, psiquiatra (CSMIJ) M? Teresa Pi Ordoriez, psicdloga (CSMI) Janina Roca Reixach, psicologa (CSMI) y Figueras Gloria Trafach Ricart, psicologa, URPI, Hospital de Sta Caterina CSMI) de Lleida y consultas periféricas: Josefina Artola, psicdloga Itziar Fernandez, psicdloga Anabel Miranda Palau, psicGloga Carme Tello Casany, psicéloga Consulta de La Seu d’Urgell: Susana Nevado, psicéloga Consulta de La Seu d’Urgell: , Teresa Fontanet, psicéloga Alex Palau, psicdlogo Consulta de Tremp y Pont de Suer Imma Vilaspasa, psicdloga H. San Juan de Dios-Esplugues (Barcelona) y CSMI) vinculados M® Eugenia Fusté, psicologa. Unidad de atencidn a los trastornos del comportamiento alt- mentario Mercé Maiié, psicloga. Unidad de hospitalizacién Empar Murgui, psiquiatra. Unidad de atencién a las tentativas de suicidio M® Dolors Petitbd, psicdéloga. Unidad de atencion a los abusos sexuales Gloria Cerdan, psicéloga. CSMIJ de Mollet Fernando Lacasa, psicélogo. CSMI} de Comella M® Rosa Marqués, psicologa. CSMIJ de Vilafranca Wr El Inventario Clinico para Adolescentes de Millon (MACI) constituye un importante instru- mento de evaluacion que puede ser titil para el estudio sistematico de la personalidad adoles- cente y sus trastornos. Basado en el modelo de personalidad de Millon (1969/1983) permite integrar la observaci6n sistemdtica de las caracteristicas de la personalidad y de sus trastornos, asi como detectar la presencia de sindromes clinicos relevantes en el contexto de la evaluacion clinica de los adolescentes La confianza en el Inventario se fundamenta en el conocimiento y utilizacién de otros instru- mentos de evaluacién psicoldgica del propio Millon como el Millon Behavioral Health Inventory (MBHI; Millon, Green y Meagher, 1982), el Millon Clinical Multiaxial Inventory-Il (MCMI-II; Millon, 1987) y el Millon Adolescent Personality Inventory (Millon, Green y Meagher, 1982). En esta introduccién vamos a presentar algunas consideraciones relativas a la evolucién del modelo tebrico y al proceso de adaptacién del Inventario. ‘Sobre los fundamentos tedricos ‘Todos los inventarios de Millon estan basados en su modelo tedrico y cada uno de ellos posee la caracteristica diferencial de haber sido desarrollado teniendo como objetivo una poblacion especifica. Desde que en 1969 publicara su Psicopatologia moderna, Millon ha ido reflejando en numero- sas publicaciones su esfuerzo por hacer de la personologia y la psicopatologia una ciencta cli- nica integrada y madura. Davis (1999) recuerda que, segitn Millon, esa ciencia debe abarcar los siguientes elementos: 1. Teorias 0 conjuntos de esquemas conceptuales, semejantes a los que se hallan en Ia biologia evolu- tiva 2. Estas teorias posibilitan el desarrollo de una nosologéa formal de los «trastornos mentales» que se deriva de forma légica de la teoria, tal como todos los trastornos de personalidad del DSM-IV (APA, 1994). 3. Esta nosologia permite et desarrollo de instrumentos coordinados o herramientas de evaluacién, empiricamente construidos y suftcientemente sensibles desde el punto de vista cualitativo, para per- mitir que las hipotesis tedricas puedan ser investigadas de forma adecuada. 4. A partir de estos instrumentos se pueden especificar dreas diana para las intervenciones, asi como estrategias y técticas de tratamiento que comprendan lo que Millon denomina terapia sinérgica. En cuanto a la teoria, Millon ha evolucionado desde el modelo biosocial hasta su actual con- cepcion integradora de una ciencia de la personalidad basada de forma sinérgica en la teoria evolutiva, En los parrafos siguientes esbozaremos brevemente algunas caracteristicas de esta evolucién. ‘ Modelo biosocial En 1969, Millon describia su modelo basindolo en el aprendizaje biosocial y aproximada- mente en estos términos: Los individuos, en su vida cotidiana, aprenden a utilizar estilos de perso- nalidad cuyas caracteristicas basicas dependen de: a) su constitucién biofisica que facilita wr deter- minado comportamiento instrumental y b) de las experiencias vividas en las que ls otros actian como fuerte ile refuerzo. Existen estilos vitales problematicos que pueden hacerse patol6gicos y que pueden codificarse en terminos de qué tipo de refuerzos busca el individuo, hacia donde se orienta para encon- trarlos y como se las arregla para obtenerlos; todo ello constituye lo fundamental de los estilos y trastornos de personalidad que orientan las conductas de afrontamiento de cada persona, Modelo evolutive En 1990, Millon introduce una modificacion conceptual en el modelo de la personalidad y sus trastornos incorporando toda la amplitud de las teorfas evolutivas tanto en su dimension filo- genética como ontogenttica, Apela al «Teorema de la incompletud» de Gédel para poner de manifiesto la necesidad de recurtir a fuentes externas para demostrar los principios de la pro: pia ciencia, Destaca que los principios y procesos de la evoluciGn son basicamente universales y se manifiestan de forma evidente, en una variedad de esferas diferentes, tal como puede observarse en campos tan diversos como la fisica, la quimica, la biologia y la psicologia. Millon (1990, p. 20-25) recuerda que todos los organismos buscan evitar el dafio, encontrar elementos nutrientes y reproducirse para lograr la supervivencia y el mantenimiento de |: poblaciones. Cada especie muestra caracteristicas comunes en cuanto a su estilo de supervi- vencia o forma de adaptacion. Sin embargo, dentro de cada especie existen diferencias en cuanto al estilo con que los individuos se adaptan a sus diversos y cambiantes entoros y en cuanto al éxito que logran mediante sus procesos de afrontamiento. En estos términos sencillos) la personalidad puede ser considerada como la representaci6n del estilo de adaptacion, mas o menos diferenciado, con que un individuo se c¢ smporta y.relacio- na dentro de un entorno que es caracteristico para la especie concreta a la que pertenece. Por tanto, los trastornos de la personalidad podrian entenderse como representaciones concretas de funcionamiento individual inadaptado, que reproduce el rastro de las deficiencias, des- equilibrios o conflictos que la propia especie ha mostrado en cuanto a capacidad para relacio- narse con el entorno en el que se desenvuelve. Davis (1999) seflala la intima correspondencia entre la teoria del aprendizaje biosocial de 1969 y los elementos clave del modelo evolutivo de 1990. La teoria ontogenética de los estadios neuropsicologicos presentada en el libro de 1969 era también andloga a los nuevos conceptos tedricos de la filogénesis [Millon evoca la nocién de que en el individuo humano existen periodos sensibles de desarro- Tio que hacen que los estimulos produzcan efectos distintos en diferentes edades; es decir, exis- ct set ipsam MACI ten periodos timitados durante la maduraci6n del individuo, en los que un estimulo concreto tiene marcados efectos que no tendria ni antes ni después de esos periodos. De esta forma se integran las aportaciones anteriores del modelo al establecer la relaci6n existente entre polari- dades evolutivas que concretan las fases filogensticas y el desarrollo neuropsicologico, obser- vable en los estadios ontogenéticos. Para dotarse de un marco conceptual externo, en el modelo de los estilos y trastomos de la per- sonalidad, adopta cuatro principios ecolégicos y evolutivos solidamente asentados que con- cretan las fases filogenéticas y las polaridades evolutivas diferenciadas y que Millon denomi- na: existentcia, adaptacién, replicacién y abstraccién. 1) Existencia: Fase filogenética que supone la transformacion de estados fortuitos © poco orga- nizados en algo que precisa estructuras diferenciadas y duraderas dotadas de una mayor capacidad de supervivencia. Predomina la polaridad «placer-dolor» y se podria establecer el paralelismo con el estadio ontogenético del «apego sensorial». > Adaptacién: Fase cuya tarea se centra ent el proceso homeostatico empleado para mantener la supervivencia en ecosistemas abiertos. Predomina la polaridad «actividad-pasividad> y el estadio paralelo coresponde al de la «autonomia sensoriomotora». ) Replicacidn: la tarea de esta fase hace referencia a Jos estilos reproductores que maximizan la diversificacién y la seleccion de los atributos ecologicamente eficaces. Le corresponde la polaridad evolutiva «si mismo-otros» y el estadio de desarrollo de «individuaci6n-crianza». © Abstraccién: Fase que implica la emergencia de competencias que fomentan la elaboracién de proyectos anticipadores y la toma de decisiones. La polaridad evolutiva es la de «pensa- miento-sentimiento» y el estadio de desarrollo corresponde a la «iniciativa intracortical». Es evidente que las cuatro fases no tienen una secuenciacién lineal y que permanecen activas a lo largo de la existencia del individuo, a pesar de que haya momentos de desarrollo privile- giados. Utilizando las polaridades evolutivas como base, Millon articula su conocido esquema de cla- sificacion que combina en una matriz las tres primeras polaridades que se articulan formando prototipos de personalidad; cuando éstos devienen rigidos se hacen disfuncionales y dan lugar a los trastornos de personalidad. | El pensamiento sinérgico No querria acabar esta parte de la introduccién sin hacer alusi6n al término que Millon pro- pone al citar los elementos de una ciencia clinica madura en donde apela a la necesidad de un proceso de tratamiento sinérgico. Traduciendo las palabras del propio Millon, «el concepto sinergia representa la conjuncién de apor- taciones aisladas que, al coincidir, crean un proceso ite relacién entre ellas y producen efectos que con- tribuyen al éxito del ‘trabajo en comin’. La naturaleza es intrinsecamente sinérgica a pesar de que hayamos establecido separaciones por razones tradicionales y pragmaticas. He denominado psicosi- nergia a la nueva sintesis que reagrupa nuestro dmbito dividido. Este articulo pretende avanzar en la integracin sinérgica de nuestro interés compartido por los amplios y diversos temas de la teoria cien- Lifica de la personatidait» (Millon, 1999, p. 437). Se entiende por sinergia la accién de dos o mas causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales. La sinergia es una de esas nociones evidentes pero poco integradas que seria arriesgado no tener presente en el mbito de la psicologia clinica, De la misma forma que el dato de un misculo o de un drgano tiene efectos sistémicos y no se debe hacer un diag- néstico del trastorno sin tenerlos en cuenta, tampoco podemos hacer un diagnéstico psicopa- toldgico mediante la menci6n de una unica dimension o caracteristica aislada. Millon recuerda la concepci6n holistica de sus instrumentos de evaluacién que crean un puen- te entre los Sindromes clinicos del Eje 1 y los Trastornos de personalidad del Eje I del DSM-IV. Tomando sus palabras, dice: «La sinergia de estos instrumentos de evaluacién fluye de ta reciproci- dad de aportaciones clinicas. Saber que un paciente es distimica es itil. Pero sin embargo tendra mucho mas valor saber si ese paciente presenta el miicleo de caracteristicas que corresponden a una personalidad histriénica con distimia o a unc personalidad evitativa con distirmiay (Millon, 1999, p. 452). En este ambito conceptual se ha desarrollado el MACI aportando Ja posibilidad de integrar los sindromes clinicos no solo en el contexto de la personalidad del adolescente sino que ademas evalia aquellas preocupaciones evolutivamente normales que, por exceso 0 defecto, pueden agregar matices de comorbilidad. Sobre el proceso de adaptacién EI proceso de adaptacién del MACI ha seguido una elaboracién progresiva en la que han cola- borado e intervenido de manera decisiva diversas personas y entidades que lo han hecho posi- ble, Originariamente fue planteado como un proceso de estudio, revision e investigacion que valoraba un instrumento de diagnéstico para proceder 0 no a su adaptacién a la poblacién espafiola. Al igual que los otros inventarios de Millon, el acceso al MACT fue posible gracias al Profesor Alejandro Avila Espada, director de la Unidad de Investigacion en Psicologia aplicada y psico- terapia de la Universidad de Salamanca, a través de cuyo Laboratorio de Psicologia Clinica y Psicodiagnéstico habiamos adaptado el MBHI, con el que estabamos llevando a cabo diversas investigaciones en el ambito de la Psicologia de la salud (las referencias figuran en la biblio- grafia complementaria a este manual) La adaptacién del MBHI, asi como nuestra colaboracién en los procesos de adaptacién del MMPI-2 y del MCMI-II, nos fue de gran utilidad para tomar algunas decisiones que garantiza- ran la continuidad del proceso y disminuyeran el riesgo de sesgos en la obtencién de una muestra clinica representativa. Habiamos comprobado dos tipos de riesgo: 2) Con el MBHI, nuestzo grupo, gracias a una beca del Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS), trabajé en dos areas basicas de salud cuyos equipos habian aceptado participar en el proyecto, a realizar en tres afios, que llevaba por titulo Vuriables psicoldgicas intervinientes en procesos cronicos dle enfermedad. Los médicos de cabecera de ambos centros estaban de acuer- do en solicitar a sus pacientes crénicos la participacién en el estudio, como realmente bicie- ron; ahora bien, los primeros cincuenta pacientes se caracterizaban por ser mayores y jubi- lados, «tenfan més tiempo libre», por lo que fue necesario volver a concretar la demanda para no escoger a los mas accesibles. >) Con el MMPI-2 y el MCMI-II, debiamos obtener una muestra determinada en cuanto a gru- pos de edad y sexo, la peticin concreta Ilegaba a los clinicos a través de los coordinadores de centro y no se facilitaba al clinico los resultados obtenidos en el test. Obviamente no MACI habia ninguna motivacién para que el profesional dedicara parte de su escaso tiempo a recoger un material que ficilmente se convertia en una interferencia al no poder integrar Jos resultados. Fn ol caso del MACI, dada la complejidad que supone la adaptacién de un instrumento psi- cometrico, se programaron dos fases. Una primera fase de investigacién para determinar la idoneidad del Inventario para la evaluaci6n clinica de los adolescentes que consultan en los diferentes dispositivos de nuestra red publica de atencién a la salud mental. Si los resultados eran satisfactorios, abordariamos una segunda fase que contemplara la adaptaci6n de la prue- ba y que contara con poblacion lo suficientemente amplia para considerarla representativa Para el desarrollo del proyecto fue decisivo el hecho de poder contar con colaboradores, psi- cologos elinicos experimentados que coordinaran equipos motivados para la investigacion, Fase de investigacién El comienzo de esta fase supuso la toma de decisiones previas y el desarrollo de los siguientes pasos: 1, Verstén cascellanna Se comenz6 con una primera versién tlevada a cabo por la adaptadora con la colaboracién de Alejandro Avila y Marta Pérez-Campdepadros. La incorporacién de nuevos miembros, colabo- radores clinicos, supuso la primera revision de la traduccion de los items por tres componen- tes distintos de nuestro grupo. En vez de hacer una traduccion inversa, se pidid al departa- mento de ingles de la Escuela de idiomas modernos de la Universidad de Barcelona que llevara a cabo una nueva version y accediera a una discusin personal de las divergencias entre ver- ones, para mantener la fidelidad al original y la adecuaci6n a las expresiones y modismos comunes en el lenguaje de los adolescentes. 2. Contexto de desarrollo Tomarios en cuenta [a consideracién de Hambleton (1996) que en las directrices para la tra- duccién-adaptacion de tests indica que, en el proceso de adaptacién, los aspectos del entomo que influyen en la aplicacién del test deberian mantenerse lo mas parecidos posible a los de las poblaciones a las que va dirigido el test. Por tanto, si la prueba pretende «abarcar toda la exten- sa gaina de variabilidad cle los grupos clinicos» debiamos recoger la informacion acerca de su ido- neidad obteniendo las muestras de estudio en los mismos contextos en que posteriormente seria aplicada y abarcar los diferentes niveles de los dispositivos asistenciales de salud mental. 3. Objetivo de esta fase El principal objetivo fue obtener una primera muestra de aplicacién del MACT a 100 adoles- centes, consultantes en Los servicios de salud mental que estuvieran en proceso de diagndsti- co, lo que permitiria observar Ia aceptacién por parte de los pacientes, recoger la impresién de los clinicos acerca de diferentes aspectos de la aplicacién y llevar a cabo un primer anilisis del rendimiento de la prueba en cuanto a su eficacia para diferenciar entre grupos determinados por el motivo de consulta. 4. Procedimiento 4a) En esta fase contamos con la colaboracidn de los siguientes dispositivos: | 2 Centro de salud mental infanto-juvenil de Girona y dispositivos dependientes del mismo | (supervisados por M? Teresa Pi Ordoiiez, coordinadora del equipo). 2 Servicio de Psiquiatria del Hospital infantil de S, Juan de Dios (supervisado por M* Dolors Petitbd Rafart, Jefe de la Seccién de Psicologia). D Servicio de Psiquiatria infantil del Hospital de S. Pablo (bajo la supervision de Montse- rrat Daniel, psicdloga adjunta facultativa). b) El MACT fue aplicado como un elemento més del proceso diagnéstico por el clinico res- ponsable del caso. é ©) La hoja de respuestas junto con la hoja de datos del adolescente eran enviadas por fax ala adaptadora, corregida mediante un programa realizado al efecto y los resultados eran devueltos al clinico para que hiciera una valoracién de los mismos y de su coherencia con respecto a las otras informaciones (entrevistas y pruebas) obtenidas durante el proceso. J) Se abrié un banco de datos en donde se acumulaba !a informacion de todos los casos. ‘5. Resultados Desde los primeros casos, el MACI resulté facil de utilizar y rico en aportaciones. El obtener de forma sistematica informacién acerca de Prototipos de personalidad, Preocupaciones expresa- das y Sindromes clinicos permitia ampliar el campo de observacién por parte del clinico Los resultados de esta primera fase se concretaron en dos comunicaciones: a) Sistematizacion de los motivos de consulta en la adolescencia (Aguirre, Pi, Petitbo y Daniel, 1995). Segundo Congreso Europeo de Psicopatologia del nino y del adolescente, Sevilla 4) El Inventario clinico para adolescentes de Millon, utilidad clinica (Aguirre, G., 1998) Comunicacion en F. Jiménez (Presidente), Evaluacion, aportacion de las técnicas de Millon y del MMPI-2 de Hathaway. Simposium desarrollado en la VI Conferencia Internacional de Evaluacién Psicoldgica, Salamanca. A partir de la comunicacién realizada en Sevilla se unié al estudio el Centro de Salud mental infanto-juvenil de Lleida y las consultas periféricas dependientes del mismo, con lo cual que- daba cubierta una parte muy amplia de la poblacién adolescente perteneciente a zonas muy diversas y con caracteristicas sociodemograficas muy diferentes. El contar con dispositives completos permitia ademas cubrir todos os niveles de demanda asistencial, desde la atencién primaria especializada en salud mental a las unidades funcionales especializadas, 0 10s dife- rentes niveles de hospitalizacion, con lo que en la muestra estaban representados todo tipo de motivos de consulta y, en consecuencia, todo tipo de tastorno. Fase de adaptacién La excelente relacion coste-rendimiento del MACI lo convierte en un instrumento necesario y til para la evaluaci6n clinica de Jos adolescentes, para la observacion sistematica de las carac teristicas de personalidad y los trastornos o sindromes que presentan los adolescentes que acu- den en demanda de atencidn a los servicios especializados. Ademés, ofrece la posibilidad de acumular informacién relevante sobre un periodo evolutivo de cuyos trastornos existen pocas fuentes de datos de prevalencia. El mejor indicador de la utilidad de un instrumento de diagnéstico es el nivel de utilizacion del mismo por parte de los clinicos. La utilizacion del MACI no ha tenico que ser algo encarecida- mente solicitado para poder levar a cabo el estudio, sino que existian el deseo y la necesidad de utilizacién, por lo que, sin ningin encargo previo, comenzamos una segunda fase de reco gida amplia de muestra con vistas a la adaptacién de la prueba cuando ésta fuera concertada. icc eg CL Re RET a MACI Dados tos buenos resultados obtenidos en Ia fase de investigacién, la adaptacién se propuso siguiendo los pasos que Millon describe en los capitulos tres y cuatro del Manual para inten- tar reproducir un proceso semejante Se ha querido organizar este manual de la forma mas fiel al original y més cOmoda para el lec- tor, por ello los primeros capftulos corresponden a la traduccién del manual original, en el capitulo 8 se detalla el procedimiento seguido en el proceso de adaptacin espafiola y en el capitulo 9 se ofrecen ejemplos de casos de la muestra de adaptacién, junto a los comentarios sobre los puntos fuertes y las debilidades del MACI En el capitulo 7 se ofrecen los ejemplos de casos de la muestra de desarrollo original, obvia- mente con los nombres que ¢l autor les atribuyé y con la correccién correspondiente al bare- mo de su poblacion de referencia. Los casos del capitulo 9 se han seleccionado para que repre- sentaran caracteristicas psicopatologicas de la muestra espaftola y con la presentacion del caso que ha realizado el profesional que atendié al adolescente. Se han unificado las referencias bibliograficas del manual original con la bibliografia comple- mentaria utilizada en la adaptacion, puesto que parece mas cOmodo utilizar una sola lista de referencias. Tras la bibliografia los apéndices siguen un orden prictico. Al tratarse de un manual el primer apéndice A corresponde a las tablas de conversién de puntuaciones de la adaptacién espano- la (que son las que manejara el profesional que utilice el MACI). Sigue el apéndice B que corres- ponde a la especificacion de los procedimientos de ajuste de puntuaciones. En el apéndice C se hallan las tablas extensas que sintetizan datos de la muestra de desarrollo norteamericana. En el apendice D se agrupan todas las tablas extensas de la adaptacién espafiola. Por tiltimo, en el apendice E se hallan las tablas de conversion de puntuaciones que corresponden también al baremo original, como objeto de interés o curiosidad para los lectores, Gloria Aguirre Llagostera Ficha técnica > Nombre: MACI. Inventario Clinico para Adolescentes de Millon. > Nombre original: MACI. Millon Adolescent Clinical Inventory. D Auto: : Theodore Millon, con la colaboracién de Carrie Millon, Ph D. y Roger Davi > Procedencia: National Computer System (1993). > Adaptacién espaiiola: Gloria Aguirre Llagostera (2003). 2 Aplicacién: Normalmente, individual. En ciertas oscasiones puede hacerse una aplica- cién colectiva, > Ambito de aplicacién: De 13 a 19 afios. > Duracién: Variable, aproximadamente 30 minutos. 2 Finalidad: Evaluacin de las caracteristicas de personalidad y los sindromes clinicos de los adolescentes. > Baremaci6n: Baremos de poblacién clinica diferenciados por sexo y edad en puntua- ciones Tasa Base. > Material: Manual, cuadernillo, hoja de respuestas y disco perfil. Con cardcter opcional, puede disponerse también de plantillas y de hojas de célculo para corregir la prueba manualmente. Ee G TTT TTT TUTTE CTT T TTS E TL EEE 1. Visién general El MACT (Inventario Clinico para Adolescentes de Millon) ha sido elaborado para sustituir al MAPI (Inventario de Personalidad para Adolescentes de Millon). Se trata de un inventario de autoinforme compuesto por 160 items y 31 escalas, que ha sido diseado especificamente para evaluar las caracteristicas de personalidad y los sindromes clinicos de los adolescentes (a tabla 1.1 offece una lista de las escalas del MACI y del ndmero de items de que consta cada una de elas). El MACI, igual que sus precursores, fa sido desarroliado consultando con psiquiatras, psicdlogos y otros profesionales de la salud mental que trabajan con adolescentes; por consi- guiente, recoge los temas que se consideran mis pertinentes para entender el comportamien- to y las preocupaciones de los adolescentes. F1 MACI ha sido desarrollado especificamente para ser utilizado en contextos clinicos, en instituciones resicenciales o en reformatorios. Es Util para la evaluacién de adolescentes con problemas y puede ser utilizado para la elaboracion de diagndsticos y planes de tratamiento y también para la valoracién de los resultados. EI primer Inventario para Adolescentes de Millon (MAD fue elaborado en 1974 y sirvié como precursor del MAPI, el cual fue originariamente publicado y distribuido por National Compu- ter Systems en 1982. El MAI y el MAPI eran idénticos en cuanto al contenido de los items pero diferian en las normas de referencia empleadas y en cuanto a los propésitos para los que fue- ron creados. Posteriormente, el MAPI se dividid en dos formas. La primera forma, el MAPI-C (clinico) fue disefiado para ayudar a los trabajadores de la salud mental en la evaluacion de adolescentes que presentaban trastornos emocionales o de comportamiento y que en el momento de la aplicacion del test se hallaban en proceso de diagndstico o de tratamiento. La segunda forma, e] MAPI-G (gufa/orientacién), fue diseflado para contextos escolares, para ayu- dar a los orientadores a lograr una mayor comprensién de la personalidad adolescente y para identificar mejor 4 aquellos alumnos que podian beneficiarse de un apoyo psicolégico mas sos- tenido. Las normas de referencia del MAPI fueron obtenidas a partir de una poblacién mixta, nica como no clinica; este procedimiento daba lugar a una pérdida de precision cuan- do lo que se buscaba era un grupo de referencia significativo para individuos en los que se lle- vaba a cabo una evaluacién clinica, tanto La decision de desarrollar grupos de referencia totalmente clinicos con normas de compara- cin adecuadas, sirvié de incentivo para la construccién del MACI. Ademas de la necesidad de nommas adecuadas, era evidente que el MAPI-C, aunque resultaba titil para la evaluacién diag- nostica, no tenia una base lo suficientemente amplia para poder abarcar toda la extensa gama de variabilidad de los grupos clinicos. Muchos profesionales experimentados que habian utili- zado el MAPI-C durante un periodo de diez afios, habian recomendado procedimientos para mejorar el Inventario mediante la adicién de escalas para sindromes tales como la depresion, la ansiedad, e] abuso de sustancias, la delincuencia, etc. A pesar de que, durante ese periodo y Tabla 1.1. Denorinacin de las escaias de! MAGI y mer de items por scala [eet Nombre Namero de tems Proteins de personalidad 1 Intvertico “a a imiveo a 2 Pesimisa 2 3 Sumiso «8 4 fistiio a 5 Ect ® a eetse = ® aso 2 7 Conformista 2 a pesca 6 @ Axoputno 4“ 3 Tender inte a ‘Preocupacionesexeresadas A Dison ei tatkad # | 8 Oesvaonzscon se 3 mismo 58 c Desa pore pro cuer0 7 ° Inco espe al sexo 9 E Inseguriat con bs iules 9 F Insersbiliea ca 2 @ Dacocdncia falar 28 4 cass nena 2% Sindromes ani ry “astoms da aimeriain 20 | 8 Ila las de sustancas % Ps Predisgosicin ala delincuencia am | 20 Propensin arpa 2 . Sentimirtos de ansieded 2 | F ‘AMecto depresivo 3B 6 Tenderca l suisito 3 Incices mociicadores x “Transparencia! * Y Deseabilidad Ww z Arata 6 w Fiabiced 2 sta puntacin se calcula a pat dels puntuaciones de es escaas, rode ose. de forma regular, se habian introducido algunos ajustes en el MAPI, existia una necesidad evi- dente de revisarlo y finalmente de reemplazarlo por un instrumento que reforzara sus caracte- risticas psicométricas, que ampliara su Ambito clinico, que lo hiciera mas acorde con los des- arrollos de la teoria en la que se basa y que fortaleciera su coordinacién con las caracteristicas descriptivas de las revisiones més recientes de la clasificacion DSM. Dentro de las restricciones en cuanto a validez establecidas por las limitaciones del procedimiento de autoinforme, los estrechos limites de la tecnologia psicométrica y el reducido rango de conocimiento diagnos- 1, Nota de la adaptadora, Se mantiene la denominaciéin de la escala que nos parece més proxima a la denomi- nacidn original «Disclosure» que alude a la disposicién a darse a conocer. Como se veri mds adelante, esta escala evalia la franqueza y la dlsposicion a darse a conocer o la reticencla o reserva de un cliente cuando respende 2 los items del MACT». PESTS TTT TUTE TT UCT T CEU UE EE SLES ERD wena nant nme ere MACI tico consensualmente compartido, se tomaron todas las medidas posibles para mantener al maximo la concordancia del MAC! con la teoria que Io habia generado y con el sistema DSM de clasificacién oficial. No obstante, se tomaron compromisos de tipo filoséfico y pragmatic segiin los cuales no todes los objetivos corfsiderados podian ser conseguidos de forma simul- tanea (p. ¢)., brevedad del instrumento frente a independencia de items, normas nacionales representativas de pacientes frente a la especificidad de las Tasas Base locales y consideracio- nes de criterio teérico frente a datos empiricos). La validacién éruzada y los estudios de gene- ralizacion cruzada han sido ejecutados con el objetivo de evaluar y mejorar {tems, escalas, pro cedimientos de correccién, algoritmes y textes para la interpretaciOn, Este tipo de estudios debera continuar suministrando una base empirica para el posterior perfeccionamiento de cada uno de los componentes mencionados. De forma mis especifica, y teniendo presentes los anteriores objetivos, los cambios y adicio- nes que se sefialan a continuacion, caracterizan las diferencias entre el MAPI-C y el MACI. 1. En el MACI se han introducido cuatro nuevas escalas de Prototipos de personalidad ademas de las ocho que constituian la seccién de personalidad del MAPI-C. Ademis, el contenido de los items de las ocho escalas originales de personalidad ha sido cambiado de forma subs- tancial para reflejar los progresos teoricos, la investigacién empitica y las modificaciones de ctiterio del DSM. También se modificaron varios nombres de escalas para que reflejaran sus caracteristicas clinicas de manera mis precisa. Las cuatro nuevas escalas del MACI son: Pesi- mista (que refleja la nueva personalidad depresiva segun el DSM-IV), Rudo (que representa [a personalidad sddica del DSM-IIL-R), Autopunitivo (similar a Ja personalidad autodestruc- tiva del DSM-III-R) y Tendencia limite (que comparte la denominacion del DSM-IIL-R € introduce una indicacién de gravedad en la evaluacién de la personalidad). Se ha procedido a.la asignacién de nuevos nombres a las escalas de Preocupaciones expre- sadas para que reflejen con mayor claridad los problemas que evaliian (p. ej., Autoconcep- to*, es ahora Difustén de la identidad). Se ha anulado una escala, Confianza escolar, por motivos empiricos y debido a su escasa relevancia clinica. Se ha afiadido una nueva escala, Abusos en Ia infancia, en respuesta a la creciente importancia del abuso infantil en las eva- luaciones dlinicas. 3. Se han afiadide procedimientos correctores para varios fendmenos de distorsiOn (p. ej., res- puesta al azar, simular estar mejor, simular estar peor). Con este objetivo se han desarrolla- do tres escalas «modificadoras» (Transparencia, Deseabilidad y Alteracién), que son seme- jantes a las que, con idéntico objetivo, se incorporaron el MCMF-IL 4. Otta diterencia importante radica en la revision y adicién de varias escalas disefiadas para identificar y cuantificar diversos sindromes clinicos tipicos del Eje I. Se han tevisado y se les ha asignado nuevo nombre a dos escalas del MAPI (Conformidad social y Control del impul- so) que, en el MACI, han pasado a denominarse respectivamente, Predisposici6n a la delin- cuencia y Propensién a la impulsividad. Se han desarrollado, especificamente para el MACI, nuevas escalas de Sindromes clinicos que son: Trastornos de Ia alimentacién, Inclinacién al abuso de sustancias, Sentimientos de ansiedad, Afecto depresivo y Tendencia al suicidio 2. Pata la denominactén de las escatas de! MAPI, se han tomado los nombres de la version castellana del mismo, llevada a cabo por fiménez-Gomez, Avilz-spada etal. (1996). Para servir de base a estas escalas adicionales, y como resultado de la validacion cruzada y de los estudios de generalizacién cruzada, Gnicamente se han conservado 49 items del Mal (v del MAPI) y se han introducido 111 nuevos items, lo que ha dado como resultado los 160 items del MACI, Cuando fue factible y adecuado, estos nuevos items se redactaron de forma {que rellejaran las adiciones y los cambios de criterio diagnéstico del DSM-IL-R y el DSN 6. En Ja valoracién del MACI, se ha incorporado un sistema de ponderacion de items para reflejar la diferencia de los items en cuanto a su concordancia con la teoria en que se basa el instrumento y el alcance del soporte que aportan Jos datos de validacién. 1.1. Caracteristicas distintivas del MACI Los parrafos que figuran a continuacién describen brevemente las caracteristicas que distin- guen el MACI de otros instrumentos de personalidad. Los capitulos siguientes orientarin de forma més amplia estos aspectos diferenciales del Inventario. 1. El MACI fue construido pensando especificamente en la poblacion adolescente. Las frases del Inventario se presentan en el lenguaje que utilizan los adolescentes, y tratan los temas ‘que son relevantes en sus preacupaciones y experiencias. Esto lo diferencia de otros inven- tarios clinicos de uso frecuente que fueron diseados para ser utilizados principalmente con poblacién adulta. Incluso el instrumento psicométrico mas esmeradamente construico es probable que no ga una aceptacién amplia si su contenido, longitud y estilo lingitfstico se hacen pesados. Un objetivo priotitario en el desarrollo del MACT fue la construccién de un Inventario que tuviera items suficientes para evaluar de forma precisa diversos rasgos de personalidad, pre ocupaciones psicologicas y sindromes clinicos y que a la vez fuera lo suficientemente corto para fomentar su uso en diversos cantextos clinicos. Tanto el nivel de lectura como él voca- bulario se seleccionaron de forma que permitieran su ripida comprension por la inmensa mayoria de adolescentes. El Inventario final, de 160 items, se adapta al nivel de lecturs de 0 gradu’ y la mayoria de los adolescentes pueden completarlo en menos de 20 minutes. La brevedad ¥ la claridad del instrumento facilita que la aplicacion sea rapida, con un minimo de resistencia por parte del cliente. 3. La existencia de un sistema te6rico amplio que sirva de base a un instrumento diagndstico aumenta de forma significativa su utilidad clinica. Las escalas de personalidad y clinicas del ACI estan basadas en una teoria comprehensiva (Millon, 1969, 1981,1986a, 19860, 1992! 4. En todas las fases del desarrollo del MAI, el MAPI y el MACI colaboraron psicélogos clin!- cos, orientadores y psiquiatras que trabajaban con adolescentes. Durante los primeros esta- dics de su desarrollo, los orientadores, psiquiatras y psicdlogos fueron entrevistados a fin de identificar los temas que estaban relacionados con los trastornes de los adolescentes. En consecuencia, las Preocupaciones expresadas evaltian de forma precisa las actitudes que los adolescentes tienen con respecto a problemas significativos del desarrollo y los Prototipos de personalidad y los Sindromes clinicos reflejan areas significativas de sentimientos pato- logicos, pensamientos y comportamientos que requieren atencién profesional. 3. Nivel escolar que corresponde a los 12 6 13 aftos. | == OQ bn an MACI 5. La capacidad para diferenciar cada una de las diversas areas de problemas es crucial para la eficacia del Inventario. De ahi que toda la seleccidn de items del MACI se hiciera mediante compuracion de un grupo diana tomado como ctiterio (p. e}., basado en Prototipos de per- sonalidad y Sindrames clinicos) con una-poblacién general de adolescentes con problemas. La utilizacién de un grupo de referencia como éste debia incrementar de forma importante Ia eficiencia en cuanto a discriminacion, a la vez que potenciaba la precision de la evaluacién. 6. Generalmente, los instrumentos psicoldgicos tradicionales utilizan transformaciones estan- dar de las puntuaciones, Con ello se asume una distribucién similar de los individuos den- tro del continuo de cada rasgo o sindrome, Sin embargo, ni la teoria ni la Investigacion fun- damentan dicha suposicién. Consecuentemente, el MACL, al igual que el MAPI, emplean lasas Base de tipo actuarial © datos de prevalencia para establecer las lineas de corte de las escalas, Esta forma de proceder asegura que la frecuencia de los diversos «puntos altos» de las escalas del MACLy las configuraciones de los periiles se corresponderin de forma muy aproximada con la distribuci6n real y la frecuencia dal trastomo dentro de una poblacion clinica adolescente. La seleccion de items y el desarrollo de las escalas avanzaron a través de tres estadios de vali- dacién (a) de la base tedrica, (b) dé la estructura interna y (c) conforme a un criterio exter no. Este procedimiento dio lugar a tn instrumento que satisface los criterios exigibles por aquellos que se implican en la construccion y validacién de métodos (Hase y Goldberg, 1967). Ademis, en estos estadios se avanz6 de forma secuencial. En consecuencia, cada item. tuvo que pasar satisfactoriamente a través de cada uno de estos tres estadios de desarrollo para ser mantenido en el Inventario, De esta forma, el MACI cumple con todos los criterias basicos de los procedimientos de construccién, no quedando limitada su validacién a un solo procedimiento. [Aplicaciones d El MACI fue disefiado para ser utilizado por profesionales de la salud mental como ayuda para la identificacién, prediccién y comprensién de un amplio rango de dificultades psicologicas gue son tipicas de los adolescentes. Puede ser utilizado de forma sistematica como un instru- mento de evaluacién clinica del adolescente al entrar en el dispositive de la red de salud men- tal. Las escalas empiricamente validadas que configuran el MACI, han sido disefladas para identificar los problemas personales (tales como las dificultades con los iguales, la confusion acerca de si mismo y los problemas familiares) y para ayudar a los clinicos a valorar qué clien- tes tienen mayor probabilidad de mostrar comportamientos actuadores, sentimientos de ansie- dad y tendencias sulcidas. Al evaluar los posibles «puntos fuertes ast como las debilidades, el MACT puede ayudar al clinico a incrementar el potencial del adolescente, puesto que podra intervenir profesionalmente teniendo como perspectiva una vision amplia de las caracteristi- cas de la personalidad, en vez de utilizar como foco tnicamente las areas problematicas del sujeto. Por otra parte, la brevedad y [a facilidad de aplicacién, correccién e interpretacién del MACI facilizan su uso en una ampiia diversidad de contextos clinicos. BBiGiinitaciones dei maci EL MACI fue desarrollado para evaluar a los adolescentes en diversos Ambitos de salud mental Las normas de referencia fueron establecidas empleando muestras de 13 a 19 anos en contex-_ Mact TS ovu@wveeeeeesveeeeeeeeeeeeeseeueeeuTE tos clinicos, Su uso con cualquier otro grupo de edad puede ser inadecuado y llevar a infor- maciones diagnésticas erréneas. 14 tu ificacion requerida Las personas que son responsables de supervisar el uso del MACI y sus informes deben tener una formacién suficiente en meétodos psicométricas y prictica profesional pertinente para comprender este Manual. A excepcidn de los estudiantes graduados que llevan investigaciones supervisadas, todos los individuos que utilizan el MACI deben tener al menos una cualifica- cidn de postgrado en un ambito relevante de la salud mental Los resultados del MACI pueden suministrarse en forma de perfil, que oftece una informacion limitada y asume que el usuario posee un conocimiento mas extenso de la literatura clinica relevante para realizar un informe interpretativo ms detallado y amplio. La confidencialidac debe ser garantizada en el procedimiento utilizado para guardar los protocoles, hojas de res- puesta y material de correccién, La utilizacion de ndmeros de identificacién en Iugar de nom hres es un buen método para garantizar el anonimato. Unicamente el profesional responsable de la evaluacion debe tener acceso al cédigo de identificacién. PESCCCSPCCCCSGECCC CECE SCTCEESEECECSESIETECS 2. La orientacién del sistema tedrico Resulta enormemente util contar con un sistema tedrico consistente en el que fundamentar una clasificacién coherente de la personalidad y que, a la vez, sirva como marco para desarro- llar de forma paralela el conjunto de las escalas de un cuestionario. El texto en el que se basan escalas de personalidad del MACI, Psicopatologia moderna (Millon, 1969), describe el siste- ma teérico mencionado. A pesar de su amplio rango de utilidad clinica, la teoria esta basada en supuestos que se derivan de la simple combinacién de unas pocas variables 0 constructos. 2.1, Prototipes de personalidad Las 12 escalas que configuran los Prototipos de personalidad del MACI reflejan la manera en que los rasgos y caracteristicas de personalidad se combinan para constituir un prototipo. Los fundamentos tedricos de estos prototipos de personalidad han sido publicados en diversos libros a lo largo de las tres dltimas décadas (p. ej., Millon, 1969, 1981, 1990, 1991). La teoria propone que tanto los estilos de personalidad normales como los anormales se pueden derivar mediante la combinacién de tes polaridades: dolor-placer, actividad-pasividad y si mismo- otros. Por ejemplo, el estilo de personalidad dependiente (Sumiso) puede ser observado en una persona que sea pasiva en su forma de adaptacién y que esté orientada hacia las necesidades de Jos otros. Por el contrario, una personalidad antisocial (Rebelde) se considera que es activa en cuanto a la adaptacion y orientada hacia si misma. A los lectores interesados en el modelo tedrico, se les recomienda que lean alguno de los libros anteriormente mencionados. En las secciones que presentamos a continuacion se ofrece la descripeién de las bases teoricas de cada uno de los Frototipos de personalidad. scala 1: introvertido Los adolescentes introvertidos carecen de capacidad para experimentar la vida tanto de forma dolarosa como placentera. Su personalidad es semejante a la personalidad esquizoide del DSM por su tendencia a ser apaticds, indiferentes, distantes y poco sociables. Sus emociones y nece- sidadies de afecto son escasas y el individuo funcionia como un observador pasivo, indiferente a las recompensas y afectos, asi como a las demandas que se derivan de las relaciones huma- nas. Los adolescentes introvertides caracterizados por sui escasa capacidad de experimentar tanto el dolor como el placer no parecen estar interesados en las satisfacciones personales 0 sociales, ni tampoco manifiestan excesiva incomodidad cuando se ven enfrentados con las dificultades personales o las discordias sociales. Este tipo de déficit en ambos extremos de la polaridad placer-dolor constituye la base de lo que se ha denominado estilo pasivo-indife- rente. Determinados aspectos del contexto evolutivo y de las caracteristicas clinicas de este tipo de personalidad pueden suministrar al lector el sentido de como conceptos abstractos como dolor y placer pueden ser concedidos como atributos etioldgicos importantes. Los adolescen! introvertidos no luchan por los premios ni intentan evitar los castigos. Este tipo de care nci se pueden derivar de varias fuentes. Algunos pueden carecer de los tundamentos constituci nales requeridos para buscar, percibir o discriminar los acontecimientos placenteros 0 doloro- sos. Otros pueden haberse visto privados de los estimulos necesarios para la maduracién de las capacidades de motivacion y emocién. Otros atin, pueden haber estado expuestos a formas de ‘comunicacién familiar irracionales o generadoras de confusion o a pautas de aprendizaje con- tradictorias; ambas situaciones pueden dar lugar a la perplejidad cognitiva o a la apatfa en cuanto a motivacion. Cualquiera que haya sido el conjunto de causas determinantes, los ado- lescentes introvertidos experimentan escaso 0 ningun placer 9 dolor que pueda motivar sit comportamiento. Escala 2 inhibido La segunda combinacién, clinicamente significativa, basada en problemas de la polaridad dolor-placer incluye a adolescentes con una capacidad disminuida para experimentar placer pero con unas inusuales caracteristicas de anticipacién del dolor psiquico y de sensibilidad frente a él. Esperan de la vida que resulte dolorosa, con pocas gratificaciones y mucha ansie- dad. El desequilibrio derivado de la anticipacion de dolor psiquico y la disminucion de satis- facciones psiquicas constituye el micleo de este tipo de personalidad. Los prototipos Inte tido, Inhibido y Pesimista comparten un sentimiento minimo de gozo y escasa capacidad de distrutar, pero Unicamente el tipo Inhibido esté, a la vez, inclinado a sentir angustia y apren- sién. La teorfa clasifica a los prototipos Introvertido e Inhibido como rettaidos (Introvertido = pasivo-retraido e Inhibido = activo-retraido). Incapaces de experimentar placer, ambos tipes retraidos (al igual, que el Pesimista) tienden a caer en situaciones de aislamiento y en compor- tamientos que favorecen la propia alienacién. Escala 2B: Pesimista Existen puntos comunes entre los tres primeros Prototipos de personalidad, especialmente el abatimiento, el pesimismo, la falta de alegria, la incapacidad para experimentar placer y una aparente torpeza motriz. En el prototipo Introvertido, que es similar al Trastorno de persona- lidad de tipo esquizoide del Eje I del DSM, existe una incapacidad pata la alegria (al igual que para la tristeza). En el prototipo Inhibido, hay un irtcremento de la alerta para anticipar el dolor y, en consecuencia, una falta de atencion para la alegria. Para el Pesimista, ha habido una pér- Gida significativa, una sensaci6n de abandono y la perdida de la esperanza de poder encontrar {a alegtia. Ninguno de estos prototipos de personalidad experimenta el placer, pero por 1az0- nes diferentes: una deficiencia; urta orientacion al dolor; desesperanza acerca del futuro; des- aliento; un panorama desconsolador; un irreparable e irrecuperable estado de cosas por el cual aquello que pudo haber sido ya nunca volvera a ser posible. Semejante al tipo de personalidad Depresiva del DSM IV, el Pesimista experimenta el dolor como algo permanente y no puede considerar el placer como algo ni siquiera posible. ¢Que experiencias 0 quimica es responsable de esta tipica y persistente tristeza? Evidentemente hay predisposiciones biolégicas a tener en cuenta. Hay datos importantes a favor de una predis- posicién constitucional, muchos de ellos favorecen la hipétesis genética. Los umbrales impli- cados en hacer posible el placer © que sensibilizan para la tristeza varian considerablemente. Algunos individuos estén predispuestos al pesimismo y a los panoramas desalentadores. De ca a #8838 POPP OPEC TCES ESTEE EESEEIETSS wanes nyo cinss be MACI forma semejante, la experiencia puede condicionar la orientacion a la desesperanza. Una pei dida significativa, una familia desconsolada, un ambiente restrictivo, la falta de perspectivas esperanzadoras pueden igualmente conformar un estilo de caricter Pesimista. Escala 3: Sumiso Siguiendo el modelo teorico de las polatidades, es posible preguntarse si determinadas conse- cuencias clinicas ocurren en adolescentes que estin marcadamente desequilibrados en virtud de estar orientados casi exclusivamente o bien hacia los otros o bien hacia si mismos como una forma de experimentar el placer y evitar el dolor. Estas personas difieren de Los prototipos Introvertido, Inhibido y Pesimista. Por ejemplo, estos tres tipos no experimentan placer a par~ tir de si mismos ni de los otros, Los adolescentes cuyas dificultades se hallan en el problema de elegir entre ambos | » la dimensién uno mismo-otros son_capaces de experimentar el placer y el dolor; en cambio, sus problemas provienen de! hecho de que ellos se ligan, cast exclusivamente, a los otros o a si mismos como fuente de dichas experiencias. La distincion entre estas dos estrategias opuestas subyace a las orientaciones dependiente ¢ independiente de la personalidad, En algunos parrafos mas adelante se hallaré la descripcién del tipo ambi- valente, aquel que s¢ halla en conilicto tanto al volverse sobre si mismo como al orientarse hacia los otros, Sin embargo, de momento, se describen clinicamente los tipos dependientes. Los adolescentes que muestran ¢l_prototipo Sumiso (como en su equivalente personalidad dependiente del DSM) han aprendido que el sentirse bien, seguro y confiado (sentimientos asociados con el placer o la evitacion de dolor) deriva casi exclusivamente de su relacién con los otros. En sus comportamientos, estos adolescentes muestran una gran necesidad de apoyo eXtemo y de atenciOn. Si se hallan carentes de afecto y cuidados, sienten un gran malestat, tris- teza y ansiedad. Cualesquiera que sean sus experiencias tempranas pueden preparar el marco para este desequilibrio por dependencia. Un adolescente con una personalidad sumisa puede “haber estado sobreprotegido y en consecuencia haber fracasada en la adquisicién de la capa- cidad de autonomifa ¢ iniciativa. La experiencia de una baja autoestima y el fracaso con los iguales puede Ilevar a estos individuos a evitar el desarrollo de tentativas de asercion y gratifi- caciOn de si mismos. Aprenden tempranamente que las experiencias gratificantes no se logran. facilmente por uno mismo pero se aseguran.apoyandose en otros. Aprenden a contar con los otros, no Ginicamente para su subsistencia y seguridad, sino que también aprenden a esperar pasivamente a que los otros tomen la iniciativa en cuanto a suministrarles seguridad y sostén. Clinicamente, la mayoria de ellos se caracterizan por una bisqueda de las relaciones en las que los otros Jes garanticen.afecto, proteccion y direccién, Aceptan, de forma pasiva, cualquier cosa que las citcunstancias les aporten. Escala 4: Histriénico Su principal estrategia de afrontamiento consiste también en estar orientados hacia los otros, son un grupo de personalidades que adoptan una postura de dependencia 3 Logran sus metas de alcanzar el maximo de proteccién y cuidado ocupandose enérgicamente en una serie de Taniobras caracterizadas por lalmanipulacidn, fa seduiccién, #1 comportamiento giegatioy la busqueda de . Es este desequilibrio por dependencia activa lo que caracter comportamiento de la personalidad Histridnica segdn el MACI, al igual que en su paralelo, el trastorno histriénico de la personalidad del DSM. A pesar de que se apoyan en los otros en un grado no menor que los sujetos con un prototipo Sumiso pasivo-dependiente, los adolescentes con una personalidad Histriénica, a primera vista,

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