Está en la página 1de 3

REFLEXION

NUNCA ES TARDE
24/09/18 2:32 P.M.

Nunca imaginé aquel día que por “cuidar” a Anamar corriendo detrás de ella,
encontraría tanto sentido a seguir haciéndolo. (correr)
Se desarrolló en mi un gusto insospechado por correr en Miramar, y con ello
de la mano la adicción por contemplar las maravillas de la naturaleza. Desde
mirar extasiada un simple cielo azul hasta perder el aliento con los
majestuosos amaneceres.
La alegría de coincidir con las toninas en las escolleras.
La maravilla de ver convivir diversas especies de gaviotas.
La “buena suerte” de encontrar muchas estrellas de mar.
La fascinación por observar tantos tipos hermosos de conchitas.
El aprendizaje vivencial de las diferentes estaciones del año.
Conocer y aprender de mis amadas Tortugas Lora.
El ejercitarme en medio de todas esas maravillas, es un pequeño paraíso
personal y terrenal.
Conocer nuevas personas, hacer amistades, escuchar historias, participar
en distintas actividades…
El deseo irremediable de plasmar en fotografías semejantes prodigios,
compartirlas y tener la esperanza de mover algún corazón, y porqué no?
motivarlo a ejercitarse o al menos a recorrer este milagro llamado Miramar.
Y podría seguir, pero les diré lo que me movió a escribirles esto hoy.
Cada día que despertamos y abrimos nuestros ojos, y pensamos en nuestro
día… por mas trivial que parezca… uno nunca sabe la trascendencia de las
pequeñas cosas de la vida. Así que cada cosa por pequeña que parezca,
hagamosla con todo nuestro corazón. No hay tarea pequeña, no la hay.
24/09/18 2:32 P.M.
24/09/18 2:32 P.M.

También podría gustarte