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Patricio Bonelli C.
RESUMEN
Se hace una breve reseña histórica de lo que ha sido el análisis y diseño sísmico de edificios de
muros de hormigón armado en Chile. Se comenta que en general en este tipo de edificios, los
muros surgen de manera natural como sistema estructural a partir de los requerimientos
arquitectónicos. Se postula que este tipo de edificios diseñados según las reglas del diseño por
capacidad, necesariamente tendría una buena respuesta a un sismo fuerte, independientemente
del nivel de fuerzas de diseño consideradas, porque la rigidez de los muros mantiene los
desplazamientos controlados. La cantidad mínima de armadura longitudinal necesaria para
evitar fallas por fractura en las barras en los bordes de los muros y el espesor que resulta para
evitar la falla al corte, suelen otorgar una sobre resistencia importante, suficiente para asegurar
una buena respuesta ante un terremoto destructor.
Como estudio de un caso tipo, se elige un edificio de doce pisos estructurado exclusivamente
con muros de hormigón armado. El edificio se diseña con la actual norma chilena de Diseño
Sísmico de Edificios NCh433.Of96, y alternativamente se hace un diseño basado en
desplazamientos. Los resultados se evalúan con un análisis dinámico no lineal, utilizando el
registro de Viña del Mar, componente S20W, del terremoto del 3 de marzo de 1985,
compatible con el sismo de diseño adoptado. Se concluye que en ambos diseños, a pesar de la
diferencia importante en resistencia a acciones laterales, el daño estructural sería similar.
Ante terremotos de mayor demanda que el sismo de diseño, los resultados fueron diversos,
destacándose los elevados requerimientos de corte del registro de Llolleo y la alta demanda de
ductilidad impuesta por los sismos de Kobe y Northridge. Ante el terremoto de México, muy
dañino en estructuras de marcos, ambos diseños conducen a una respuesta sin daño estructural.
Los resultados sugieren revisar la distribución de resistencia a flexión y corte en muros usados
en el proyecto con las normas actuales. Si no se puede asegurar que el muro permanecerá
elástico en la altura, se debe detallar para una capacidad de deformación adecuada dentro del
rango no lineal también en los pisos superiores.
1. INTRODUCCIÓN
Hasta la década de los noventa fue tradicional en ingeniería sísmica utilizar métodos de diseño
basados en la resistencia, que aún prevalecen en la práctica profesional. En la mayoría de los
códigos actuales de diseño sísmico el corte basal de diseño aparece como un parámetro importante
para controlar el daño estructural, especificándose menores valores de reducción de las fuerzas
elásticas para estructuras que deban permanecer operacionales después de un terremoto. Como la
resistencia que se otorga a cada elemento de la estructura generalmente es menor que la necesaria
para resistir elásticamente el sismo de diseño se espera cierto grado de incursión no lineal en
secciones críticas durante un terremoto fuerte. Sin embargo, el grado de incursión en el rango no
lineal, es decir, la cantidad de daño estructural que puede haber en la estructura, no queda
claramente determinada al aplicar un método de diseño basado en las fuerzas.
En este trabajo se muestra que en edificios estructurados principalmente con muros de hormigón
armado, la alta rigidez que poseen produce desplazamientos laterales pequeños que se pueden
relacionar con daños leves, aún ante sismos que han sido muy destructivos en edificios más
flexibles. El gran tamaño de los muros otorga al edificio una alta rigidez, produciéndose
desplazamientos laterales relativamente pequeños, aún ante sismos severos, siendo por lo tanto el
daño estructural leve. Es recomendable diseñar de manera que los muros puedan fluir en flexión
evitando que aparezca una falla frágil que les impida desarrollar su capacidad potencial de
deformarse. Para evitar la falla por fractura de la armadura de borde se requiere de una cantidad de
armadura longitudinal que generalmente se traduce en una resistencia a acciones laterales adecuada.
El análisis de varios edificios ha detectado altas demandas de corte en los muros, mayores que las
provenientes de un análisis con espectros de diseño reducidos, por lo menos en edificios bajos,
siendo un aspecto de interés que vale la pena analizar cuidadosamente al aplicar las reglas del diseño
por capacidad para asegurar una respuesta dúctil.
En Chile se ha seguido de cerca el desarrollo mundial de lo que ha sido la ingeniería sísmica. Las
primeras ordenanzas se originaron a mediados del siglo XVIII, en el reino de Nápoles y las dos
Sicilias, después del terremoto de Mesina, donde se observó que ciertas formas estructurales, como
las bóvedas de piedra, aparecían invulnerables a los sismos. En Chile hay un informe de un
ingeniero de minas, Otto Harnecker, sobre el terremoto en Tocopilla ocurrido el 9 de mayo de 1877,
que narra los efectos del maremoto que provocó gran destrucción y el peligro de los
desprendimientos de rocas en laderas. Los edificios de madera y las chimeneas de los hornos de
fundición, de albañilerías de ladrillos reforzadas con armaduras de acero, resistieron sin daños
(Monge, 1980).
En 1915 se propone en Japón el método del coeficiente Sísmico. Se propuso verificar la estructura a
fuerzas laterales del orden del 10% de su peso. En el gran terremoto de Tokio en 1923 se comprobó
que el método daba buenos resultados (Otsuki,1956). En 1928, después del terremoto de Talca de
1928, se formó en Chile una comisión que redactó la “Ley y Ordenanza General de Construcciones
y Urbanización”, conteniendo las primeras disposiciones de diseño y construcción sismo-resistentes
en Chile. La ley se aprobó en 1930, contenía especificaciones de diseño y construcción para
edificios de diversos materiales y exigía calcular las estructuras para aceleraciones horizontales
cuyas amplitudes dependían del tipo de suelo y fundación. Es probablemente la primera norma en el
mundo que introduce conceptos de diseño basados en la dinámica de estructuras, conteniendo
espectros de aceleración.
El edificio de varios pisos apareció como una extensión de las casas de uno o dos pisos, al
reemplazar la albañilería por hormigón armado. Fue común en la década de los setenta combinar
dentro de un mismo edificio muros de hormigón armado con muros de albañilería. Muchos edificios
de diez pisos tienen sus últimos dos o tres pisos de albañilería. En la práctica profesional se suele
aplicar lo que se ha aprendido y se tiende a adoptar las soluciones que se están usando en el
momento. Los cambios son graduales. En el caso de Chile, la estructura viene sugerida por los
arquitectos en la etapa de anteproyecto, y aceptada o modificada por el ingeniero. Entonces el muro
surge naturalmente como estructura sismo resistente. En esos años no era común estructura edificios
solamente con marcos.
En la década de los setenta era común en Chile investigar el desarrollo de métodos estáticos que
dieran soluciones similares a las calculadas dinámicamente. La computación estaba recién
ingresando en la práctica profesional y se daban los primeros cursos de análisis matricial de
estructuras. Oficinas especializadas asesoraban a las oficinas de ingeniería en análisis dinámico
lineal de edificios. En la Universidad de Chile se hicieron varias memorias de título sobre el análisis
dinámico modal intentando mejorar los criterios de superposición. Paralelamente se desarrollaban
métodos de sistemas continuos que permitieran anticipar la solución con menor esfuerzo
computacional. Mediante ensayos de pequeñas estructuras de plástico se estudiaba la manera de
representar los muros mediante elementos de barras, proponiéndose los valores de corrección de la
zona infinitamente rígida de la barra que queda en el interior de los muros. Paralelamente, aparecían
las primeras versiones del programa ETABS, denominado en este tiempo como TABS
(Tridimensional Analysis of Building Systems, Powell) y del SAP IV. Utilizando estos programas y
programas nacionales similares, hasta fines de los ochenta los edificios de muros se calcularon
utilizando modelos de marcos planos, representando el muro con un elemento barra, y condensando
los grados de libertad de las subestructuras planas a los desplazamientos laterales, que se
compatibilizaban con los tres grados de libertad, obteniéndose de esta manera la respuesta espacial
del edificio. Paralelamente se podía calcular independientemente en dos direcciones perpendiculares
entre sí e introducir la torsión en planta a través de la definición del llamado centro de torsión.
El método de diseño por capacidad apareció en 1975 en el primer libro de Park y Paulay (1975).
Muestra que es más importante una buena distribución de la resistencia que alcanzar una resistencia
determinada en la sección crítica. Aparece el concepto del eslabón más débil. Se eligen las secciones
críticas que son las que deben fluir en caso de grandes deformaciones, debiendo permanecer el resto
de la estructura dentro del rango lineal. La resistencia de los elementos que deben permanecer
lineales queda determinada por algunas secciones críticas. Estos conceptos poco a poco fueron
tomando popularidad y ya están introducidos en los códigos de diseño, de una u otra manera. En las
normas chilenas no lo están de manera explícita, pero desde 1996 la nueva versión de la norma
NCh433 los introduce al adoptar especificaciones del capítulo 21 del ACI318-95.
En la década de los ochenta comenzaron los ensayos de estructuras completas a escala natural. Uno
de los pioneros es el Proyecto Conjunto EEUU-Japón, con los ensayos en Tsukuba y en Berkeley de
un edificio de siete pisos. Los resultados se presentaron en la Conferencia Mundial de Ingeniería
Sísmica en San Francisco en 1984. Las versiones extendidas de Etabs y Super Etabs permitieron que
en las oficinas de cálculo se incorporara en su quehacer cotidiano el uso de estos programas y
programas similares.
El 3 de marzo de 1985 ocurrió el terremoto en Chile Central que permitió verificar la bondad del
edificio estructurado con muros. Hasta entonces aparecía como principal parámetro de decisión el
corte basal. Se pensaba que el haber mantenido una cota inferior del seis por ciento del peso y haber
establecido un límite del dos por mil de la altura al desplazamiento lateral relativo, habría conducido
a una rigidez adecuada, asociada a una buena respuesta. En realidad, la densidad de muros utilizada
hace que en edificios entre diez y veinte pisos el desplazamiento lateral sea mucho menor que el
máximo aceptado por la norma. La alta densidad de muros otorga una gran resistencia a la flexión.
Los cálculos generan armaduras longitudinales para muros muy pequeñas, menores a la cantidad
mínima que se estima razonable para una respuesta dúctil. No se ha encontrado un criterio uniforme
para establecer una armadura mínima de borde. Consultados diferentes ingenieros autores de
edificio importantes, han dado diversos criterios. En los comentarios de la norma NCh433Of.72 se
recomendaba aumentar el espesor de muros en cinco centímetros cada cuatro pisos, con un espesor
mínimo de veinte centímetros. Algunos ingenieros recomiendan poner un pilar de borde con 4 barras
de 12 mm en los últimos pisos, aumentando el diámetro de las barras a 16, 18 y 22 en los pisos
inferiores. Pocos ingenieros proponen usar como armadura de borde un dos por mil del área del
alma del muro, considerado excesivo a pesar de ser un valor razonable que origina una cuantía total
de un 6.5 por mil, si se considera una armadura distribuida en el alma de un 2.5 por mil. Hasta hoy
no ha sido posible encontrar un criterio que lleve a un consenso. Muchos ingenieros ponen como
armadura de borde simplemente lo que da el cálculo. Es un tema pendiente, en el terremoto del 3 de
marzo de 1985 se observaron fallas por fracturas en armaduras de borde en algunos edificios. En
todo caso, edificios inspeccionados después de ese terremoto tenían en general muros de más de 40
cms. de espesor en los pisos inferiores. La Torre del Sol, que respondió prácticamente sin daños, con
los muros sin siquiera una fisura visible, tenía muros de setenta centímetros de espesor. Cálculos
posteriores han demostrado que estos edificios no habrían tenido desplazamientos relativos mayores
que un uno por ciento.
Después del terremoto de 1985 se aceleraron los estudios para actualizar la norma de diseño sísmico
de edificios. Se decidió adoptar como base el análisis dinámico modal y usar el factor de respuesta
estructural y los criterios de superposición a la manera del UBC. Se introdujo una zonificación que
dividió el país en tres zonas sísmicas, con aceleraciones efectivas para la roca de 0.2g, 0.3g y 0.4g.
Se agregaron disposiciones para elementos secundarios. Se adoptó el ACI318-95 para el diseño
sísmico de elementos de hormigón armado, prefiriéndose especificar claramente que se refería a la
edición de 1995 porque ediciones futuras podrían descalibrar los resultados esperados. En la
metodología adoptada se sigue pensando que el corte basal de diseño es un parámetro fundamental y
teniendo en cuenta que los edificios de muros habían tenido en general una excelente respuesta ante
un terremoto de magnitud Richter 7.9, se decidió calibrar los factores de reducción y acotar el corte
basal de diseño para obtener resultados similares a los utilizados en el pasado, por lo menos en una
zona sísmica y en un rango de periodos. Como se creía que el límite de un dos por mil de la altura al
desplazamiento lateral de cálculo, con un espectro reducido, estaría relacionado con el éxito
obtenido, se decidió mantener esta restricción al desplazamiento lateral con correcciones menores
para las diferentes zonas sísmicas. Sin embargo, en muchos de los edificios con muros analizados a
raíz del terremoto y en diseños posteriores de nuevos edificios, se ha verificado que el
desplazamiento relativo reducido entre pisos consecutivos suele ser inferior al uno por mil. En
edificios altos, sobre veinte pisos, este límite al desplazamiento relativo suele controlar la rigidez
requiriéndose del uso de marcos en sistemas mixtos o de mayores espesores de muros en caso de
estructuras de muros en voladizo sin acoplamiento, que se han hecho muy populares últimamente.
En definitiva, muchos de los edificios antiguos estructurados con muros, que respondieron bien en
Chile al terremoto de 1985, fueron diseñados con métodos muy antiguos, sin consideraciones
dinámicas especiales, y sin gran detallamiento en sus zonas críticas. Incluso edificios diseñados
poco antes del terremoto, analizados dinámicamente y cumpliendo en algunos casos con las
disposiciones del Código ACI318 vigente al momento de su diseño, no satisfacen obviamente las
versiones actuales, más avanzadas, que necesariamente están conduciendo a diseños más seguros.
Se pretende mostrar con un ejemplo sencillo, que los edificios de muros no son tan sensibles como
los edificios de marcos al tipo de análisis y al método de diseño empleado, porque su gran rigidez y
resistencia natural que resulta de la utilización de una cantidad de armadura mínima necesaria para
dotar al muro de un comportamiento dúctil, suele otorgar al sistema de la resistencia que necesita.
Estos conceptos no se pueden extender a edificios de marcos o a sistemas de un grado de libertad,
especialmente en caso de sismos impulsivos, donde la resistencia es un factor importante a
considerar (Miranda, 2000).
3. ESTRUCTURA ANALIZADA
MURO 14 MURO 16
MURO 14 MURO 16
MURO 10
MURO 10
MURO 5
MURO 5
MURO 13 MURO 15
MURO 13 MURO 15
4. DIMENSIONAMIENTO DE LA ESTRUCTURA
En el diseño según la práctica actual, que origina el denominado como Edificio E1, se consideró el
espectro de la Norma NCh433.Of96 para una Zona Sísmica 3, de alta sismicidad, y un Suelo Tipo
III, relativamente blando. En el diseño por desplazamientos, que origina la estructura denominada
como Edificio E2, se consideró el espectro de desplazamientos del registro del terremoto del 3 de
marzo de 1985, componente S20W de Viña del Mar, utilizado posteriormente para evaluar la
respuesta sísmica de ambos diseños.
El máximo desplazamiento lateral relativo, drm, se puede estimar a partir del máximo
desplazamiento lateral del techo, que se determina a partir del espectro elástico de desplazamientos
del sismo de diseño. La norma NCh433.Of96 especifica solamente espectros elásticos de
aceleraciones no siendo correcto derivar a partir de ellos espectros de desplazamiento de diseño
porque los criterios empleados para suavizar los espectros de aceleraciones no son los mismos que
los que deberían usarse para obtener espectros de desplazamientos para el diseño.
Clasificando los registros del terremoto del 3 de marzo de 1985 según el tipo de suelo donde estaba
la estación, se obtuvieron envolventes para los espectros de desplazamientos. En la figura 2 se
muestran las curvas para los registros obtenidos en las ciudades de Viña del Mar y Llolleo, para un
2% y un 5% del amortiguamiento crítico y las envolventes propuestas. En la figura 3 se muestran
los espectros de desplazamientos propuestos para ser considerados en futuras discusiones de la
Norma Chilena de Diseño Sísmico de Edificios.
50 35
Viña del Mar S20W
45 Llolleo N10E
NCh433.Of96 Z3S3 30
40 Propuesta para suelo II
25
35
Sd [cm]
30 20
Sd [cm]
25
15
20
10 Viña del Mar S20W
15
Llolleo N10E
10 5 Propuesta para suelo II
5 0
NCh433.Of 96
0 0 1 2 3 4 5
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4 -5
Periodo [seg]
Periodo [seg]
40 35
35 30
30 25
25
Sd [cm]
20
Sd [cm]
20
15
15
10
10 Suelo II Suelo III
Suelo II Suelo III 5
5 Suelo I
Suelo I
0
0
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4 4.5
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4 4.5 Periodo [seg]
Periodo [seg]
TABLA 1. PERIODO DE CONTROL PARA DISEÑO ESPECTRAL COMO FUNCIÓN DE LA MAGNITUD Y TIPO DE
SUELO
TA TB
Ms
Roca Rígido Blando Roca Rígido Blando
5.5 0.75 0.75 0.75 2.00 2.30 2.70
6.0 0.85 0.85 0.85 2.15 2.30 2.80
6.5 1.00 1.00 1.00 2.30 2.50 2.90
7.0 1.40 1.40 1.40 2.50 2.70 3.00
7.5 1.90 1.90 1.90 3.00 3.00 * 3.00 *
Llolleo 7.9 1.0 1.75
*Periodo actual de control es probable que sea levemente mayor que 3.0 segundos
TABLA 2. ORDENADA DE CONTROL PARA DISEÑO ESPECTRAL COMO FUNCIÓN DE LA MAGNITUD Y TIPO
DE SUELO
SDA SDB
Ms
Roca Rígido Blando Roca Rígido Blando
5.5 2.2 3.1 4.0 3.1 4.6 5.8
6.0 3.7 5.0 6.5 5.8 8.4 11.0
6.5 6.7 8.7 11.2 10.8 15.9 20.8
7.0 14.8 20.1 25.0 20.3 28.7 38.6
7.5 34.1 46.7 55.0 37.0 55.8 70.0
Llolleo 7.9 25.0 27.0
TABLA 3. FACTOR DE DISTANCIA FD PARA ORDENADA ESPECTRAL
D (km) 0 5 10 15 20 30 40 50
Fd 1.00 0.625 0.352 0.245 0.187 0.127 0.095 0.075
% 5 10 15 20 25 30
F 1.90 1.55 1.35 1.20 1.10 1.00
Para ilustrar la aplicación del método, en este
techo
Direcc.
90 Carga uniforme, E1
80 Carga triangular, E1 5. CAPACIDAD DE
Carga uniforme, E2 DEFORMACIÓN DE LOS
70 Carga triangular, E2
C ort e basal [% P eso]
Para evaluar las demandas de un terremoto de las características del sismo de diseño, se hizo un
análisis dinámico no lineal con la componente S20W del registro de Viña del Mar, del terremoto del
3 de Marzo de 1985, cuyo espectro elástico es similar al del sismo de diseño de la norma
NCh433Of.96, para suelo III y zona 3. Para evaluar el comportamiento de los edificios ante
terremotos de demandas mayores a las consideradas en el diseño, se escogió el registro de Llolleo
del terremoto de marzo de 1985, el registro de SCT en Ciudad de México (México, 19/09/1985), el
registro de Sylmar Northridge (EE. UU., 17/01/1994) y el registro de Kobe J.M.A. (Japón,
17/01/1995).
E1 E1
12 12 En la figura 6 se muestran las envolventes
11 11 de desplazamientos laterales y de
10 10
9 9
desplazamientos relativos entre pisos
8 8 consecutivos para ambos diseños. Se
7 7 observa que para Viña del Mar, la
6 6
5 5 demanda de deformación a nivel global es
4 4 similar en ambas estructuras. El valor de
3 3
2
diseño para el máximo drm fue de un 0.77
2
1 1 %. Para Viña del Mar se obtuvo 0.68%
0 0 para el edificio diseñado con la norma
-1.5 -1.2 -0.9 -0.6 -0.3 0.0 0.3 0.6 0.9 1.2 1.5
0.0 0.4 0.8 1.2 1.6 actual (E1) y 0.71% con el diseñado por
Desplazamiento [%H] drm% desplazamientos (E2), mostrando que el
E2 E2 método aproximado da valores
12 12 satisfactorios. Las mayores demandas de
11
10
11 desplazamientos laterales en ambas
10
9 9 estructuras se obtuvieron con los registros
8 8 de Kobe y Northridge, aumentando el
7 7
6 drm desde un 0.87% a un 1.48% en
6
5 5 Northridge al disminuir la resistencia
4 4 lateral, valor que se considera razonable
3 3
2 2
para un terremoto tan destructor.
1 1
0 0
-1.5 -1.2 -0.9 -0.6 -0.3 0.0 0.3 0.6 0.9 1.2 1.5 0.0 0.4 0.8 1.2 1.6
Desplazamiento [% H] drm%
Llolleo Viña
M exico Northridge
Kobe
6. DEMANDAS DE RESISTENCIA
El edificio diseñado por desplazamientos tiene una resistencia a la flexión menor que la exigida por
la norma chilena NCh433Of96. La cantidad de armadura de borde se puede disminuir en la altura,
como no se conoce la variación de la demanda de resistencia se utilizó como criterio la forma del
diagrama de momentos que da el análisis con la norma, aunque sería prudente mantener la cantidad
M uro T, E1 M uro T, E2
12 12
11 11 Ala Trac c. Ala C o mp .
10 Ala Tracc. A la Comp.
10
9 9
8 8
7 7
6 6
5 5
4 4
3 3
2 2
1 1
0 0
-25 -20 -15 -10 -5 0 5 10 15 20 25 -25 -20 -15 -10 -5 0 5 10 15 20 25
M o m e nto X 1000 [to n-m ] M o m e nto X 1000 [to n-m ]
M uro T, E1 M uro T, E2
mínima de armadura que asegure que la barra puede estirarse sin llegar a la fractura. En este caso
fluyeron en flexión las secciones de los muros en algunos pisos superiores, hasta el sexto piso en los
muros T (Figura 8), aunque los requerimientos de ductilidad más importantes se concentraron en la
base de los muros, siendo poco importante la incursión no lineal en los pisos superiores.
La demanda de corte en los muros se calculó aplicando las técnicas del diseño por capacidad. La
resistencia al corte que deben tener se calculó como: Vu , cap 0 Ve , donde Ve es el corte obtenido
con el cálculo según la norma NCh433, y 0 representa la sobre resistencia a flexión en la base, y
un factor para corregir la diferencias entre la distribución de fuerzas laterales del método estático
respecto al dinámico utilizado en la norma neocelandesa [NZS, 1982]. En este trabajo se sugiere
utilizar un factor similar para corregir los resultados del análisis dinámico lineal de la norma
respecto al resultado del análisis dinámico no lineal. Al analizar con la norma NCh433Of.96, se
requiere aplicar un valor de igual a 1.45 si se calcula con las expresiones del ACI318-95 usando
= 0.85 (diseño por capacidad). En el edificio diseñado por desplazamientos, la resistencia nominal al
corte nominal fue superada en los muros T, pudiéndose haber evitado al utilizar un factor = 1.59.
Entre los terremotos de mayor demanda, el mayor requerimiento de corte, con valores de cercanos
a dos, se obtuvo con el registro de Llolleo. El factor de minoración de la resistencia = 0.6 usado en
el código ACI-318 es insuficiente para el corte proveniente del análisis dinámico con un espectro
reducido, necesitándose incorporar un factor de magnificación del corte de diseño. El factor
depende de la intensidad y tipo de terremoto. El análisis dinámico no lineal da una respuesta con las
envolventes de corte y momento en la altura que han servido de referencia para proponerlo. En la
medida que el modelo empleado en el análisis y sus propiedades coincidan con las características del
edificio, los resultados podrían ser correctos. Los resultados de un análisis dinámico lineal con
espectros reducidos de diseño se pueden corregir para obtener envolventes de diseño que reflejen las
demandas de los terremotos. Priestley (2002) ha propuesto modificar los criterios de superposición
modal, basándose en un trabajo de Eibl and Kreintzel (1988). Comenta en su trabajo que la
respuesta no lineal del primer modo es parecida a la respuesta elástica y que los modos superiores
quedan alterados en función de la ductilidad requerida para el primer modo. La clave está en que la
demanda de momentos no puede aumentar en la base porque el muro está fluyendo.
Se supone que el corte para el primer modo se reduce igual como se reduce el momento para el
primer modo porque el muro fluye en la base. Para los modos superiores se toma la respuesta
elástica calculada con el espectro elástico de diseño, sin reducir. En otras palabras, no se aplica el
factor de reducción de respuesta estructural a los modos superiores, quedando el criterio de
superposición como:
Vi (V12i V 22Ei V 32Ei ...) 0.5
con Vi corte en el nivel i, V1i es el corte del primer modo reducido por el factor de modificación de
la respuesta estructural y VjEi , es el corte elástico, sin reducir, del modo j
De múltiples análisis dinámicos no lineales hechos en edificios de muros, se ha observado que las
demandas de resistencia a la flexión en muros no disminuyen en la altura, por lo menos hasta la
mitad del edificio. En el diseño es aconsejable entonces, mantener la armadura de borde los muros
hasta la mitad de altura. Claramente no se debe usar directamente el resultado del análisis modal con
espectros reducidos. La alteración de la forma del diagrama de momentos se produce por efecto de
los modos superiores, especialmente en el caso de sismos impulsivos. Priestley propone considerar
como criterio de superposición en el análisis modal para determinar las demandas de resistencia a la
flexión en los muros:
M i 1.1 ( M 12i M 22Ei M 32Ei ...) 0.5
donde Mi es la resistencia a la flexión necesaria en el nivel i, M1i es el momento reducido del primer
modo y MjEi el momento elástico, sin reducir, del modo j en el nivel i .
Estos valores se aplican solamente en la mitad superior del edificio. Estos criterios dan un buen
ajuste a la respuesta no lineal calculadas para muros entre cuatro y dieciséis pisos.
Tabla 7. Índices de Daño en la Base de los Muros. Registro de Viña del Mar S20W
Muros rectangulares Muros T, ala en compresión Muros T, ala en tracción
E1 E2 E1 E2 E1 E2
Registro IPA Daño IPA Daño IPA Daño IPA Daño IPA Daño IPA Daño
Viña del Mar 0.221 Suave 0.176 Suave 0.289 Suave 0.216 Suave 0.402 Moderado 0.274 Suave
Llolleo 0.175 Suave 0.192 Suave 0.233 Suave 0.279 Suave 0.320 Moderado 0.318 Moderado
México - - - - - - 0.093 Leve - - 0.124 Suave
Northridge 0.263 Suave 0.586 Moderado 0.288 Suave 0.615 Moderado 0.417 Moderado 0.793 Severo
Kobe 0.470 Moderado 0.347 Moderado 0.329 Moderado 0.256 Menor 0.481 Moderado 0.342 Moderado
CONCLUSIONES
Se comenta que la buena respuesta de edificios estructurados con muros se debe a la alta rigidez que
ellos otorgan a la estructura, controlando los desplazamientos. La existencia de muros provee al
edificio de una resistencia lateral que ha resultado ser satisfactoria en la mayoría de los casos, siendo
importante en diseño sísmico, no cuánta resistencia tienen los muros en su base sino como se reparte
en el edificio para asegurar que la respuesta será dúctil sin fallas inesperadas en secciones diferentes
a las elegidas como críticas. Se comparó un diseño tradicional hecho con los esfuerzos provenientes
de la Norma NCh433Of96 con un diseño basado en el control de desplazamientos donde la
resistencia a acciones laterales proviene de la sobre resistencia que se logra al diseñar para cargas
gravitacionales y de viento, y de las armaduras necesarias para evitar fallas frágiles obtenidas de
aplicar criterios de diseño por capacidad. Edificios diseñados según los dos criterios estudiados,
responderían con daños ligeros a un terremoto de las características del seleccionado como sismo de
diseño, siendo los índices de daños levemente menores en la estructura diseñada por
desplazamientos, de menor resistencia que el edificio proyectado según la práctica actual.
Para prevenir fallas prematuras por corte es necesario corregir las distribuciones de corte del análisis
dinámico modal incorporando un factor de magnificación o modificando el criterio de superposición
modal. Para el edificio estudiado el factor de amplificación del corte fue 1.5 para muros
rectangulares y 1.6 para muros T. Es recomendable mantener la resistencia a la flexión de los muros,
por lo menos hasta la mitad del edificio, y detallarlos adecuadamente para darles ductilidad.
RECONOCIMIENTOS
Parte de los resultados mostrados en esta publicación fueron desarrollados por Pablo Merino y
Gianella Morelli en sus memorias de título, en la Universidad Técnica Federico Santa María.
REFERENCIAS
-Arias, A., 1970. “Earthquake Intensity and Smoothed Earthquake Spectra”, Proceedings of the 5 th.
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