En relación con el concepto de propiedad GOYTI-SOLO ha dicho: “La propiedad
primordialmente es un concepto jurídico que se refiere a la potestad de gestión y disposición de los bienes y que determina la atribución de las pertinentes facultades a cada titular de ellas, reconocidas y protegidas por el ordenamiento positivo. Es una forma jurídica adecuada para el mejor aprovechamiento económico de los bienes y para la mayor paz y el mejor orden social” Respecto a la noción de propiedad necesario es ver que orientación le brinda el Código Civil y la Constitución, por lo que se hace imprescindible ver lo que ambas excertas plantean al respecto. Los artículos 47, 48 y 289 de la Constitución de 1972 y sus actos reformatorios N° 1 y 2 de 5 de octubre de 1978, por acto constitucional de 24 de abril de 1983, por los actos legislativos N° 1 de 1993 y N° 2de 1994 y acto legislativo N° 3 de 2004, se refieren a la propiedad así: Artículo 47: Se garantiza la propiedad privada adquirida con arreglo a la Ley por personas jurídicas o naturales. Artículo 48: La propiedad privada implica obligación para su dueño por razón de la función social que debe llenar. Por motivos de utilidad pública o de interés social definido en la Ley, puede haber expropiación mediante juicio especial e indemnización. Artículo 289: El Estado regulará la adecuada utilización de la tierra de conformidad con su uso potencial y los programas nacionales de desarrollo, con el fin de garantizar su aprovechamiento óptimo. El artículo 337 del Código Civil dice: “La propiedad es el derecho de gozar y disponer de una cosa sin más limitaciones que las establecidas por la Ley. El propietario tiene acción contra el poseedor de la cosa para reivindicarla”. El artículo 1231, del anteproyecto de Código Civil del Profesor Narciso Garay de 1970 sugiere lo siguiente: “El propietario tiene la facultad de usar, gozar y disponer de las cosas objeto de su derecho, de modo pleno y exclusivo, dentro de los límites y con la observancia de las obligaciones establecidas por el ordenamiento jurídico debido a la función social que la propiedad privada debe llenar”. Cabe señalar que al hablar de propiedad y dominio (términos que utiliza indistintamente nuestro Código), debe entenderse ambos como sinónimos expresivos de un mismo derecho. FUNDAMENTOS DE LA PROPIEDAD Varias teorías han surgido al respecto: La de la ocupación, la del trabajo, la del contrato social, la de la ley y, finalmente la de la utilidad social. 1. La ocupación. Esta corriente trata de justificar el fundamento de la propiedad en atención a que el hombre imprime a las cosas un sello propio, pues se entiende que una cosa es de quien primero la ocupe o encuentre. La concepción de la ocupación considera que las cosas son comunes a todos los hombres (res nullius); y que quien primero la encuentre, la hace suya por el hecho de ocuparla; y que, por el solo hecho de la ocupación, se constituye en propietario. Se ha criticado esta corriente en el sentido de que, si bien es cierto que una persona a través de la ocupación, puede hacer suya una cosa que no le pertenecía a nadie anteriormente, no menos cierto es que esta consideración solamente explicaría la adquisición a título originario de la propiedad, y no a título derivativo. Por ello, la misma es insuficiente para explicar el fundamento en sí de la propiedad, porque el título derivativo constituye el modo más frecuente y expedito de adquirir la propiedad de una cosa, vg la compraventa, la donación, la permuta y la sucesión mortis causa.
2. El trabajo. Sostiene esta corriente, que el fundamento de la propiedad descansa en
que el hombre no hace suyas las cosas por completo, sino cuando les imprime un sello puramente individual mediante la adhesión o incorporación de un esfuerzo propio y personal, por la vinculación individual a consecuencia del trabajo realizado en la cosa. Ejemplo: si se elabora una silla, una pintura en un lienzo recoge su impronta, este hecho de elaboración lleva consigo un esfuerzo propio de la persona es lo que, según esta corriente, justifica que nazca el derecho de propiedad, por razón de que la cosa lleva un sello personal de la aplicación de un esfuerzo personal y propio a la misma, también es el caso de la persona que transforma la cosa, como un trozo de madera con que se hace un mueble.
3. La teoría del contrato social o de la convención. El fundamento de la propiedad
descansa en que, para que la misma surja, es necesario la existencia de un contrato social, es decir, un acuerdo de los asociados en el que la propia comunidad renuncia, y legítima a través de esa renuncia el derecho de propiedad que le correspondía. Al renunciar a ese derecho que es común a los asociados, en favor de un particular, a través de ese pacto o de esa convención social, se legítima entonces la propiedad individual. El principal defensor de esta corriente es JEAN JACOB ROSSEAU, quien en su contrato social abunda sobre esta materia. No solamente el consentimiento individual subjetivo, sino que, además, se requiere el contrato, el acuerdo de voluntades de la comunidad que no es un acuerdo expreso, sino más bien un acuerdo tácito. 4. La Ley. Esta teoría trata de explicar el fundamento de la propiedad señalando que además del consentimiento general de la comunidad, el derecho de propiedad necesita una declaración hecha por el poder público; una norma que apruebe y promulgue y que, en definitiva, legítima, ampara y protege la propiedad. Y no va más allá de su singular reconocimiento. Entre los principales defensores de esta corriente, está JEREMÍAS BENTHAM que expresa: “Tanto la propiedad como la ley nacen y mueren; antes de las leyes no hay propiedad, quitad las leyes y toda la propiedad cesa”. A esta corriente se le critica porque solamente reconoce el derecho de propiedad surgido por mandato de ley.
5. La utilidad social. Según esta posición, el fundamento de la propiedad privada
descansa en la idea de utilidad social que la propiedad presta, la cual ha reportado, según esta concepción, grandes beneficio.