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Año XXXVIII, Nº 1.

993 2º Domingo de Cuaresma 24 de febrero de 2013

¡Qué bien
estamos Aquí!

P romesas: las hacen los enamorados,


las hacen los políticos… y no siem-
pre son sinceras ni se llegan a cum-
y vestiduras de una blancura resplan-
deciente) nunca antes vista por sus
Apóstoles, en compañía de dos grandes
plir. Dios, en cambio, es el Dios fiel. Él profetas de la historia de Israel: Moisés
siempre cumple sus promesas. En los y Elías. A Pedro y sus compañeros, que
inicios de la historia de Israel prometió “vieron la gloria de Jesús”, les parecía es-
a Abraham la posesión de una tierra y tar ya en el Reino. Y dijo Pedro: “¡Qué
una numerosa descendencia (Primera bien estamos aquí!” Había experimen-
lectura). Selló su promesa con una so- tado un destello de la plenitud a la que
lemne alianza. Y cumplió su promesa. la humanidad redimida está destinada
Del anciano y su esposa estéril nació el por la promesa. Y quería seguir gozán-
pueblo elegido. Desde Ur peregrinaron dola.
a Israel y habitaron su nueva tierra.
Pero Pedro “no sabía lo que decía”, acota
Los cristianos también somos hijos el evangelista. Olvidaba que la promesa
de una promesa: “Somos ciudadanos involucra nuestra colaboración con el
del cielo, y esperamos ardientemente que proyecto de Dios, que confía en nuestra
venga de allí como salvador el Señor Jesu- debilidad para llevarlo a cabo. Abraham
cristo. Él transformará nuestro pobre cuer- se puso en camino para que se cumplie-
po mortal” (Segunda lectura). ra lo prometido. A nosotros nos toca
En la escena que relata hoy san Lucas cumplir la misión que Jesús nos dejó.
(evangelio), Jesús hace una promesa no Ciertos de que ese destello de plenitud
con palabras, sino por medio de una ac- se hará, algún día, realidad para toda la
ción extraordinaria: su transfiguración. humanidad.
Se presenta con una plenitud (rostro CONALI
DIOS NOS HABLA CADA DÍA

Lu 25: Dn 9, 4-10; Sal 78, 8-9. 11. 13; Lc 6, 36-38. Vi 1: Gn 37, 3-4. 12-13. 17-28; Sal 104, 16-21;
(S. Néstor) Mt 21, 33-46.(S. Rosendo)
Ma 26: Is 1, 10. 16-20; Sal 49, 8-9. 16-17. 21. 23; Sá 2: Miq 7, 14-15. 18-20; Sal 102, 1-4. 9-12;
Mt 23, 1-12. (S. Augusto) Lc 15, 1-3. 11-32. (S. Lucio)
Mi 27: Jer 18, 18-20; Sal 30, 5-6. 14-16; Mt 20, 17-28. Do 3: 3° de Cuaresma
(S. Gabriel de la Dolorosa / S. Leandro) Éx 3, 1-8. 10. 13-15; Sal 102, 1-4. 6-8. 11;
Ju 28: Jer 17, 5-10; Sal 1, 1-4. 6; Lc 16, 19-31.
1Cor 10, 1-6. 10-12; Lc 13, 1-9.
(S. Román) (Stos. Emeterio y Celedonio / Sta. Elisa)
¡Escucha, Señor, yo te invoco en alta
voz, apiádate de mí y respóndeme! Mi
corazón sabe que dijiste: «Busquen mi
rostro». R.
Yo busco tu rostro, Señor, no lo apar-
tes de mí. No alejes con ira a tu ser-
2º Domingo de Cuaresma vidor, Tú, que eres mi ayuda; no me
Ciclo C Color: Morado
dejes ni me abandones, mi Dios y mi
1. Ambientación salvador. R.
Yo creo que contemplaré la bondad del
Nos reunimos hoy para alimentar nuestra
Señor en la tierra de los vivientes. Es-
fe y nuestro deseo de conversión. La
pera en el Señor y sé fuerte; ten valor y
Transfiguración del Señor, destello de
espera en el Señor. R.
su Pascua que nos ofrece el evangelio,
nos anima en el camino cuaresmal. 4. Segunda Lectura Flp 3, 17—4, 1
Celebremos con alegría. A la promesa hecha a Abraham se
suma la de Jesucristo, recordada
2. Primera Lectura Gn 15, 5-12. 17-18
aquí por san Pablo a un pueblo que
Dios hace una alianza con Abraham a menudo se porta como enemigo de
para asegurar que sus promesas son su mensaje de salvación.
confiables y animar así el camino del
padre de la fe. Lectura de la carta del
Lectura del libro del Géne- Apóstol san Pablo a los
sis. Dios dijo a Abrám: «Mira cristianos de Filipos. Her-
hacia el cielo y, si puedes, manos: Sigan mi ejemplo y
cuenta las estrellas». Y aña- observen atentamente a los
dió: «Así será tu descen- que siguen el ejemplo que yo les he dado.
dencia». Abrám creyó en el Señor, y Porque ya les advertí frecuentemente y
el Señor se lo tuvo en cuenta para su ahora les repito llorando: hay muchos que
justificación. Entonces el Señor le dijo: se portan como enemigos de la cruz de
«Yo soy el Señor que te hice salir de Ur Cristo. Su fin es la perdición, su dios es
de los caldeos para darte en posesión el vientre, su gloria está en aquello que
esta tierra». «Señor, respondió Abrám, los cubre de vergüenza, y no aprecian
¿cómo sabré que la voy a poseer?» El sino las cosas de la tierra. En cambio,
Señor le respondió: «Tráeme una ternera, nosotros somos ciudadanos del cielo, y
una cabra y un carnero, todos ellos de esperamos ardientemente que venga de
tres años, y también una tórtola y un allí como Salvador el Señor Jesucristo.
pichón de paloma». Él trajo todos estos
Él transformará nuestro pobre cuerpo
animales, los cortó por la mitad y puso
mortal, haciéndolo semejante a su cuer-
cada mitad una frente a otra, pero no
po glorioso el poder que tiene para poner
dividió los pájaros. Las aves de rapiña se
todas las cosas bajo su dominio. Por eso,
abalanzaron sobre los animales muertos,
pero Abrám las espantó. Al ponerse el hermanos míos muy queridos, a quienes
sol, Abrám cayó en un profundo sueño, tanto deseo ver, ustedes que son mi ale-
y lo invadió un gran temor, una densa gría y mi corona, amados míos, perseve-
oscuridad. Cuando se puso el sol y ren firmemente en el Señor.
estuvo completamente oscuro, un horno Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
humeante y una antorcha encendida
pasaron en medio de los animales Aclamación al Evangelio
descuartizados. Aquel día, el Señor hizo Desde la nube resplandeciente se oyó la
una alianza con Abrám diciendo: «Yo he voz del Padre: «Éste es mi Hijo amado;
dado esta tierra a tu descendencia».
escúchenlo».
Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
5. Evangelio Lc 9, 28-36
3. Salmo Sal 26, 1. 7-9. 13-14
Dios hace promesas no sólo de palabra.
R. El Señor es mi luz y mi salvación. El evangelio de hoy relata la extraor-
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a dinaria escena que hace vislumbrar a
quién temeré? El Señor es el baluarte los Apóstoles la gloria futura.
de mi vida,¿ante quién temblaré? R.
Evangelio de nuestro Se- del Espíritu Santo, conduzcan a la Iglesia
ñor Jesucristo según san con amor y sabiduría. Oremos. R.
Lucas. Jesús tomó a Pedro,
3. Para que todos los que han podido
Juan y Santiago, y subió a
descansar en estos meses de verano se
la montaña para orar. Mien-
renueven no sólo corporalmente, sino
tras oraba, su rostro cambió de aspec-
también en su espíritu. Oremos. R.
to y sus vestiduras se volvieron de una
blancura deslumbrante. Y dos hom- 4. Para que todas las familias de Chi-
bres conversaban con Él: eran Moisés le tengan trabajo, dignidad y alegría, y
y Elías, que aparecían revestidos de puedan así construir un país en el que
gloria y hablaban de la partida de Je- resplandezca el designio de Dios. Ore-
sús, que iba a cumplirse en Jerusalén. mos. R.
Pedro y sus compañeros tenían mucho (Se pueden agregar otras peticiones de
sueño, pero permanecieron despiertos, la comunidad)
y vieron la gloria de Jesús y a los dos
hombres que estaban con Él. Mientras M. Padre misericordioso, que nos invitas
éstos se alejaban, Pedro dijo a Jesús: a este tiempo de conversión, haz que
«Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Ha- nuestra oración sea constante y confia-
gamos tres carpas, una para ti, otra da, para crecer más en nuestra adhesión
para Moisés y otra para Elías». Él no a ti, que vives y reinas por los siglos de
sabía lo que decía. Mientras hablaba, los siglos.
una nube los cubrió con su sombra y al Alabanza y Preparación a la Comunión
entrar en ella, los discípulos se llena-
Para las Asambleas Dominicales en Ausencia
ron de temor. Desde la nube se oyó en- del Presbítero (ADAP) y la comunión de enfer-
tonces una voz que decía: «Éste es mi mos.
Hijo, el Elegido, escúchenlo». Y cuando M. Te alabamos, Padre misericordioso,
se oyó la voz, Jesús estaba solo. Los porque nos regalas este tiempo de con-
discípulos callaron y durante todo ese versión y de renovación interior, dicién-
tiempo no dijeron a nadie lo que habían dote:
visto.
R. Bendito seas, Dios fiel.
Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
1. Tú que nos invitas a un tiempo de
Reflexión conversión y de penitencia, pidiendo per-
La confianza que Dios pone en nuestras dón por todo aquello en que nos hemos
limitadas fuerzas, para llevar a cabo su apartado del evangelio y de tu amor. R.
proyecto de amor para toda la humani-
2. Tú que nos regalas tu Palabra, para
dad, es la mejor motivación para renovar
nuestro espíritu de discípulos-misioneros acompañar nuestro esfuerzo de ser cada
en esta Cuaresma. ¡Dios nos ama, nos día mejores cristianos. R.
necesita y confía en nuestra colaboración!
3. Tú que te acercas a todo hombre y
6. Oración Universal mujer con palabras de perdón y de alien-
to, especialmente a los pobres, los enfer-
M. La Cuaresma es un tiempo propicio mos y los afligidos, y les ofreces vida en
para pedir al Señor por nuestra conver- abundancia. R.
sión. Elevemos nuestra oración confiada
al Dios que nos ama y escucha, diciendo: M. Gracias, Señor, por este santo tiempo
de Cuaresma. Que la Palabra que hoy
R. Señor, conviértenos a ti. hemos escuchado nos ponga, una vez
1. Para que esta Cuaresma sea, en la más, en el camino de la conversión y de
Iglesia Universal y en nuestra Iglesia la paz. Juntos te pedimos: Padre nues-
local, un tiempo de retorno a lo más tro…
entrañable de nuestra fe en Jesucristo,
Sugerencias de Cantos
muerto y resucitado por amor a nosotros.
Oremos. R. Perder la vida/ Toma, Señor, este pan
(Los Perales)/ Sólo hay una cosa impor-
2. Para que el papa Benedicto XVI y
tante/ Madre del silencio.
nuestro obispo N., guiados por la fuerza
en la Campaña de Cuaresma de Fraternidad
Jesucristo como testigo y com-
promiso terrenal, sobre todo, con
su muerte y resurrección, sien-
do un claro signo de la principal
fuerza impulsora del auténtico
desarrollo de las personas y de
toda la humanidad.
La caridad, es el amor recibi-
do y ofrecido, como principio re-
gulador de toda la acción social
de la Iglesia y que sirve también,
como orientación moral, para el
compromiso por el desarrollo de
una sociedad donde reine la jus-
ticia y el bien común.
La Campaña de Cuaresma
de Fraternidad, nos moviliza a
fortalecer la Misión de Evange-

E l Documento de Aparecida,
nos ofrece orientaciones
pastorales que encuentran la ins-
lizar, que significa en este caso,
preservar y cuidar a los niños y
niñas, desde una visión integra-
piración en la actitud de Jesús da de este grupo tan predilecto
para con los niños, demostrando del Padre.
su respeto y acogida como los
predilectos del Reino, atendiendo Damián Andrés Cantón Gardes
además, a su formación integral Secretario Ejecutivo
(DA, 441. a.)
Campaña de Cuaresma de Fraternidad
También la Encíclica Caritas Conferencia Episcopal de Chile
in Veritate, ilumina el ejemplo de

√ Una manera de acercarte a la Palabra de Dios.


√ Una motivación diaria para crecer en la fe.
√ El tema para tu retiro.

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“El Domingo, día del Señor”. Semanario Litúrgico. Con las debidas licencias. EL DOMINGO
Importante: Este subsidio no sustituye el uso de los libros litúrgicos. ENERO - FEBRERO 2013
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