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Tabla 1. Ocupación del suelo en Ga/icia. Fuente: Mapa Forestal de Ga/icia de 1986 - Plan Forestal de Galicia
(XUNTA DE GALICIA, 1992)
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A. ROJO & al. «Ordenación de montes en Galicia»
Tabla 2. Superficie ocupada por las principales especies forestales en Galicia y porcentaje sobre el
terreno forestal de la región. Fuente: Mapa Forestal de Galicia de 1986 (XUNTA DE GALlC/A, 1992).
ESPECIE SUPERFICIE (ha) %
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Cuadernos de la S.E.C.F., N.o 6, febrero 1998 «II Reunión sobre Ordenación de Montes»
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Tabla 3. Propiedad del monte en Galicia según formaciones vegetales. Fuente: Mapa Forestal de Galicia de /986
- Plan Forestal de Galicia (XUNTA DE GALlC/A , /992)
FORMACIÓN
PROPIEDAD MONTE MATORRAL MONTE HUECO lOfAL
ARBOLADO y RIBERAS
Particular 780.284 402.113 15.301 1.197.698
Vecinal 144.579 470.720 3.744 619.043
c.A. y Estado 19.198 11.636 - 30.834
Municipal 12.970 19.347 - 32.317
Total 957.031 903.816 19.045 1.879.892
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Tabla 5. Distribución provincial del monte vecinal en mano común en Galicia, según formaciones vegetales
(superficie en ha). Fuente: Plan Forestal de Galicia (XUNTA DE GALlClA. 1992).
FORMACIÓN
PROVINCIA MONTE MONTE HUECO
ARBOLADO Y RIBERAS MATORRAL TOTAL
La Coruña 15.579 82 16.588 32.249
Lugo 53 .327 2.280 140.760 196.367
Orense 58.193 1.162 205.962 265.317
Pontevedra 17.480 220 107.410 125.110
Galicia 144.579 3.744 ' 470.720 619.043
que depende de la superficie del monte que vecinos integrantes en cada momento del
se vaya a ordenar, conforme a la siguiente grupo comunitario que se trate, y sin asigna-
escala, y con un máximo de 2,5 millones de ción de cuotas, lo que los diferencia de los
pesetas: montes comunales castellanos, de propiedad
municipal.
Montes de <200 ha .... . 3.130 ptas/ha
Montes de 200-400 ha ...... 2.610 ptas/ha En los montes vecinales en mano común
Montes de 401-1.000 ha ...... 2.100 ptas/ha los aprovechamientos se regulan de acuerdo
con determinadas normas, aprobadas en
Montes de >1.000 ha ...... 1. 600 ptas/ha
asamblea general por la mayoría de los veci-
nos comuneros.
Estas ayudas son aplicables tanto a los
montes particulares como a los vecinales en Estos montes ocupaban en 1992 una terce-
mano común. ra parte de la superficie forestal gallega
(tabla 3), cifra que actualmente es algo
mayor, ya que Los Jurados Provinciales
2.2. Los montes vecinales en mano común siguen clasificando montes vecinales. Su
Los montes vecinales en mano común son distribución por provincias se muestra en la
una figura específica de Galicia y provincias tabla 5, donde se señalan las superficies
limítrofes (ABREU, 1995), y representan la correspondientes a las distintas formaciones
pervivencia del sistema tradicional de apro- vegetales.
vechamiento del monte gallego.
El número de comunidades con monte
Recientemente, ha sido regulada su decla- vecinal en 1992 era de 2.430, y la superficie
ración, organización y aprovechamiento por media por monte era de 255 hectáreas
la Ley 13/1989 de la Comunidad de Galicia, (XUNTA DE GALICIA, 1992), suficiente para
y su Reglamento (Decreto 260/92). Según se ser gestionados mediante proyecto de orde-
recoge en el arto 1 de dicha Ley, son montes nación. No en vano, se ha dicho que estos
que pertenecen a agrupaciones vecinales en montes son los únicos latifundios existentes
su calidad de grupos sociales y no como enti- en Galicia, denominándolos también latifun-
dades administrativas, y que se aprovechan dios populares (OLIVA, 1995). Parece
consuetudinariamente en régimen de comuni- evidente que el esfuerzo ordenador se debe
dad, sin asignación de cuotas, por los miem-
centrar, en un futuro inmediato, en este tipo
bros de aquellas en su condición de vecinos.
de predios, según se prevé, por otra parte, en
En definitiva, son montes de propiedad el arto 49 del Reglamento de la Ley de
particular colectiva, correspondiente a los Montes Vecinales en Mano Común.
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Por otro lado, los montes vecinales ocupan tado y con medios para atender a estos
las tierras de peor calidad, por 10 que su requerimientos en los Servicios Forestales
productividad potencial es menor y, al Provinciales (un sólo ingeniero suele tener
contrario de 10 que sucede con los montes fácilmente a su cargo superficies superio-
privados, sólo una pequeña parte de ellos (un res a las 30.000 hectáreas); y, por otro
24%) se encuentra arbolado (tabla 5). El lado, a que la tarea ordenadora no se
resto, 470.000 hectáreas en cifras redondas, considera como una prioridad al no haber-
está dominado por matorrales, y potencial- se contemplado, sorprendentemente, en las
mente podría, mediante una adecuada políti- actuaciones previstas en el Plan Forestal
ca de repoblaciones y asistencia selvÍcola de Galicia.
posterior, transfoffilarse en montes arbolados
- Problemas de límites entre montes. El
en unos pocos decenios.
saneamiento de la propiedad es una condi-
Incluso, puesto que el mayor tamaño de ción previa e imprescindible para poder
estos montes 10 permite, sería la oportunidad comenzar los trabajos de ordenación de
de reintroducir en ellos frondosas (o mezclas cualquier monte. En ese sentido, la Ley
con coníferas) de menor rentabilidad inicial, prevé que la Administración debe realizar
pero que a largo plazo diversificaría la oferta como tarea prioritaria, y de forma gratuita,
de madera y aumentaría su calidad; además, los deslindes de los montes vecinales en
se conseguiría recuperar parte del terreno mano común. Desgraciadamente, se ha
perdido en la región por este tipo de especies hecho muy poco en este sentido hasta el
y potenciar el uso múltiple del monte galle- momento.
go. Para ello, sería necesario una política de - El cambio de los antiguos consorcios en
ayudas a repoblaciones que favoreciera a las los nuevos convenios ha dado lugar, en
especies autóctonas mucho más de 10 que algunos casos, a una disminución de las
ocurre actualmente. superficies primitivas y a una multiplici-
En cuanto a su ordenación, el arto 49 del dad de usos, 10 que dificulta la realización
Reglamento de la Ley de Montes Vecinales de proyectos de ordenación global izado-
en Mano Común establece que para el apro- res. Este problema se presenta cuando la
vechamiento de los mismos, cuando éstos superficie a dividir pertenece a distintas
posean superficies entre 25 y 250 hectáreas, comunidades, cada una con intención de
será necesario la realización de un plan destinar su porción de monte a un uso dife-
técnico; y por encima de esas 250 hectáreas rente (forestal, agrícola, etc.).
se exige un proyecto de ordenación. Tales Resulta paradójico que, en la actualidad,
planes o proyectos deben ser aprobados por prácticamente ningún monte vecinal en
la Administración, que además subvenciona mano común mayor de 250 hectáreas y
hasta un 50% de su costo, tal como se ha gestionado por la Administración se encuen-
comentado anteriormente. tre ordenado, por 10 que ella misma está
infringiendo la Ley. La Administración
Sin embargo, hasta el presente estas medi-
debería exigir la realización de proyectos de
das legales no han surtido efecto en la prácti-
ordenación en estos montes, estableciendo
ca, principalmente por las siguientes causas:
un período de tiempo suficientemente largo
- El corto lapso de tiempo transcurrido (por ejemplo, 3 ó 5 años) para permitir a las
desde que se promulgó la Ley (de 1989) y comunidades de propietarios adaptarse a esta
el menor desde la aprobación de su obligación. Lógicamente, también se debería
Reglamento (de 1992). exigir el cumplimiento y seguimiento de
tales proyectos (planes anuales y revisiones),
- La nula exigencia por parte de la 10 que obligaría a un refuerzo de personal en
Administración para que se realicen tales los servicios provinciales. Además, debería
ordenaciones, debido, por una parte a la fomentarse, aquí también, la realización de
endémica falta de personal técnico capaci- ordenaciones a escala mayor a la de monte.
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No sería descabellado pensar en establecer como los gallegos sí son rentables), o se apli-
algún tipo de convenio entre la Consellería can fuera de tiempo en muchos casos.
de Agricultura, Gandería e Montes y las
Tratar de convencer a los vecinos de la
Universidades de Santiago de Compostela y
necesidad de cambiar el sistema tradicional
Vigo, que permitiera la realización de
de explotación (por ejemplo, de la necesidad
proyectos de ordenación en este tipo de
de cortar los peores y más delgados pies en
montes por parte de los alumnos de las titu-
laciones de Ingeniería Técnica Forestal e varias claras, en vez de los de mayor diáme-
tro; o retrasar la corta a hecho a la edad
Ingeniería de Montes. Estos trabajos, que
adecuada) puede dar lugar a situaciones
servirían como Proyectos Fin de Carrera a
conflictivas, parecidas a las ocurridas el
los alumnos, estarían tutorados por un profe-
pasado siglo al iniciarse la ordenación de
sor universitario y por un ingeniero del
montes en otros puntos de la Península
Servicio Provincial correspondiente. De esta
(RoJO & MANUEL, 1992), e incluso en la
manera, se lograría la doble misión de mejo-
propia Galicia (BALBOA, 1990; RIco, 1995),
rar la formación de los futuros técnicos
al creer los vecinos que se está tratando de
forestales con un trabajo eminentemente
limitar sus derechos sobre algo que, real-
práctico, y de aumentar el número de montes
mente, es suyo.
vecinales en mano común ordenados.
Con tales medidas, la mejora del sector Por otra parte, muchos propietarios consi-
forestal sería notable, aunque sólo afectara a deran que no hay necesidad de realizar
la superficie actualmente arbolada en este complicados planes para el aprovechamiento
tipo de montes (144.579 hectáreas), o a una de sus montes, cuando ellos ya están hacien-
parte importante de la misma. do algo parecido, porque tienen dividido el
monte en zonas, cada una de las cuales se
Resulta necesario comentar que la aplica- corta en un determinado año.
ción de la ordenación a este tipo de montes se
va a encontrar con dificultades a la hora de Sería necesaria, por tanto, una importante
tratar de introducir criterios selvícolas racio- labor de extensión forestal, que ayude a
nales, muy diferentes a los que tradicional- cambiar la mentalidad distorsionada por la
mente se vienen utilizando en la realidad práctica de muchos años y cree una cultura
desde hace muchos años. Por ejemplo, es una forestal hoy en día inexistente. La
práctica común en pinares la corta a hecho Administración debería poner especial
prematura. En otros sitios, aunque más anec- empeño en esta primordial tarea, teniendo
dóticamente, se realizan cortas por selección como referencia los positivos resultados de
de diámetros, mal denominadas entresacas, y la extensión agraria.
que no son otra cosa que cortas de huroneo En este tipo de montes, por su mayor
de carácter antiselvícola, ya que, al contrario tamaño, podría ya pensarse en la aplicación
de 10 que debería hacerse, mantienen en pie de otros métodos de ordenación distintos al
los peores ejemplares; esto impide que se de División por Cabida, aunque éste será,
concentre la producción en los mejores árbo- con toda seguridad, el más adecuado en la
les, por 10 que, además, se disminuye la cali- mayoría de los casos. Ciertos montes, los
dad y el rendimiento que sería posible obte- mayores, y según las especies que los
ner. Otro caso diferente es el de las masas de pueblen, podrán ordenarse mediante los
Pinus sylvestris de las sierras lucenses y métodos de Tramo Único o Tramo Móvil.
orensanas, que sus propietarios pretenden
aprovechar a hecho, ya que este es el sistema
que se emplea con el pino del país y con el 2.3. Los incendios forestales
radiata, y que aplican por extensión al pino
El problema de los incendios es uno de los
silvestre de modo equivocado.
más importantes del sector forestal gallego.
Además, no se suelen realizar claras ni Las causas del elevado número de incendios
podas (que en montes altamente productivos que se producen anualmente son variadas,
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caba la creación del P.F.E. (GUITIÁN, 1989; mental la aplicación generalizada de una
RICO, 1995). Lógicamente, los intereses de selvicultura planificada, es decir, la ordena-
los regidores municipales no coincidían con ción, y no limitarse exclusivamente a la
los de los vecinos, por lo que se restringieron consecución de unas masas forestales que,
antiguos usos (por ejemplo, repoblación de sin un seguimiento y, por tanto, sin un rendi-
pastizales), desligando del monte a la pobla- miento sostenido, pueden ser un nuevo foco
ción rural, que perdió todo interés por su de tensión en el medio rural, provocando y
cuidado y mejora al cambiar el uso tradicio- reactivando conflictos y problemas como el
nal que venían haciendo de esos terrenos de los incendios.
(leñas, aprovechamiento del tojo para cama
En este sentido, llama poderosamente la
del ganado, etc.). Todo esto conllevó nume-
rosos conflictos, entre ellos la quema de atención el hecho de que el Plan Forestal de
Galicia no contemple de forma alguna la
muchas repoblaciones (consecuencia de los
ordenación de montes. La única referencia al
perímetros de repoblación obligatorios).
respecto que contiene es la necesidad de
Como es de suponer, esta situación no armonizar los diferentes usos del medio
favoreció la realización de proyectos de rural, pero en ningún momento se habla de
ordenación. Afortunadamente, las leyes ordenación, ni se incluye dentro de las accio-
sobre montes vecinales en mano común nes previstas para la consecución del plan.
promulgadas desde finales de los años sesen-
ta han intentado solventar estos conflictos
(GUITIÁN, 1989; BALBOA, 1990; PÉREzANTE-
LO, 1995), por 10 que actualmente los montes 4. CONCLUSIÓN
vecinales en mano común pueden volver a La ordenación de montes no ha tenido
ser un foco importante para introducir y implantación en Galicia, a pesar de ser ésta
extender los criterios dasocráticos en una región en la que potencialmente podrían
Galicia, como ya se ha comentado. conseguirse muy buenos resultados dasocrá-
Más recientemente, la entrada de España ticos.
en la Unión Europea ha repercutido de forma Casi la mitad de la superficie forestal
importante en el sector forestal de Galicia. El gallega se encuentra poblada por matorral,
déficit maderero de la U.E., que se verá mientras que en las zonas puestas en produc-
incrementado en los próximos años a pesar ción no se están consiguiendo rendimientos
de la reciente entrada de Suecia y Finlandia óptimos, entre otras causas, por una falta de
en la Unión, no puede solucionarse exclusi- infraestructuras y de tradición y cultura
vamente a costa de los países del tercer forestales.
mundo, ya que esta forma de actuar choca
con la creciente sensibilización medioam- La estructura de la propiedad ha condicio-
bientalista en Europa. Por esa razón, resulta nado también el escaso desarrollo del sector
necesaria una política de elevada tasa de forestal. Casi dos terceras partes del territo-
autoabastecimiento. La alta productividad de rio forestal es de propiedad privada particu-
parte del territorio gallego, con rendimientos lar, con parcelas de tamaño medio inferior a
de los más altos de Europa, sobre todo en lo media hectárea, 10 que impide su ordenación
que respecta a especies de crecimiento rápi- si no se realiza anteriormente un concentra-
do poco exigentes, ha colocado a Galicia en ción de terrenos forestales y una reunión de
el punto de mira. propietarios en una asociación forestal, que
debe ser el elemento canalizador de la
Nos encontramos, por tanto, en un
gestión. Hasta el momento es casi nulo 10
momento especialmente importante de cara a
realizado en este sentido.
aumentar, y sobre todo mejorar, la superficie
arbolada de Galicia, y a incrementar la Prácticamente, el otro tercio de la superfi-
producción (en cantidad y calidad) de los cie forestal gallega 10 ocupan los montes
montes ya poblados. Para ello, sería funda- vecinales en mano común, con un tamaño
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