Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
SERVIRTE
Carlos Agami
AGAMI, CARLOS.
Estoy para servirte. El camino hacia tu propósito.
1ª Edición- Ciudad de México: Ediciones Nandela, 2020.
121p. ; 23 x 16 cm.
ISBN: 978-607-29-2191-7
Diseño Editorial:
Alexa Blanco Luviano
Josabeth Ávila Reyna
Impreso en México
ISBN: 978-607-29-2191-7
DEDICATORIA
A todos ustedes les digo que ahora y siempre: estoy para servirles.
AGRADECIMIENTOS 9
PRÓLOGO 11
PREFACIO 13
CAPÍTULO I. SERVIRME DE TI VS SERVIRTE 27
Un encuentro inesperado 28
Tu legado 32
Servir puede cambiar al mundo 35
¿Qué es servir? 38
Me sirvió servirte 50
Servir es ser humano 53
Dar al otro lo que el otro necesita y no lo que
yo le quiero dar 56
CAPÍTULO II. SERVIRME 61
Una probadita de empatía 62
Siempre es acerca del orador 65
Para servir primero hay que desearlo 69
Aunque la mona se vista de seda, mona se queda 76
¿Puedo servir si aún hay drama en mi vida? 81
CAPÍTULO III. ENTENDERTE 85
Mira más allá de lo que ves 86
ADVERTENCIA: Si te comprendo, me arriesgo
a comprenderme 90
El juicio y la empatía no empatan 94
Entendiendo al prójimo 97
Atender solicitudes o identificar emociones 101
CAPÍTULO IV. SERVIRTE 117
Servicio puro 118
Todo servicio tiene una recompensa 119
La desilusión de las técnicas 123
La magia de servir 127
Te ayudo a sentir lo que necesitas 130
CAPÍTULO V. LA GUÍA DEL SERVIDOR 135
Principios filosóficos de servir 136
Manifiesto Estoy Para Servirte 145
AGRADECIMIENTOS
9
PRÓL OGO
PRÓLOGO
Por Marcos Achar Levy,
Ex CEO de Comex PPG Latinoamérica
11
PREF AC IO
PREFACIO
SERVIR ES CURAR
LA RECUPERACIÓN
25
CAPÍTULO 1
S ERV IRM E D E T I V S S E R VIR T E
ES T O Y PA R A SE R V IR TE
UN ENCUENTRO INESPERADO
cepción del mundo se han visto afectados por ese café del 27
de noviembre de 2017.
La razón por la que te comparto esta historia es porque me pa-
rece un gran ejemplo de una genuina intención de servir, que se
contrasta con el deseo tradicional de convenientemente obtener
algo de la otra persona.
TU LEGADO
¿QUÉ ES SERVIR?
38
CAPÍ TULO 1 S ER V I RME DE TI VS SERVIRTE
49
ES T O Y PA R A SE R V IR TE
ME SIRVIÓ SERVIRTE
51
ES T O Y PA R A SE R V IR TE
56
CAPÍ TULO 1 S ER V I RME DE TI VS SERVIRTE
58
CAPÍTULO 2
S ER V I R M E
ES T O Y PA R A SE R V IR TE
dos por (lo tengo que reconocer) un rencor y envidia hacia ellos
porque habían tenido el valor de dedicarse a lo que amaban,
mientras que en los casos en los que lograba reconocer y acep-
tar mis emociones sentía una admiración por ellos y un deseo
de imitar sus decisiones.
Al final de cuentas, todas esas interacciones me sirvieron como
espejo para demostrarme lo que estaba frente a mí todo el tiempo:
que mi pasión estaba en otro lugar y que, si no me atrevía a perse-
guirla, sentiría esa frustración y miedo toda mi vida.
Así que sí: servir, me sirvió. Me ayudó a conocerme y a con-
vertirme en un hombre feliz, apasionado y enamorado de lo
que hace. Y puede servirte a ti también, si sólo reconoces tus
sentimientos, te entregas a la persona a la que deseas servir y
escuchas lo que la interacción con ella te está reflejando de ti
mismo. Si quieres conocerte a través de lo que otros reflejan de
ti, entra a www.carlosagami.com/estoyparaservirte y encontrarás
un ejercicio que te ayudará.
Casi todos los días laborales salgo de mi casa portando una pla-
yera que dice: Estoy para servirte (si me sigues en alguna de las
redes sociales, seguramente ya lo habrás notado). En algunas
ocasiones he llevado la misma playera fuera de mi entorno pro-
fesional, portándola al llegar a reuniones sociales, y me he lleva-
do una gran sorpresa. Cuando algunas personas ven la palabra
servir, la relacionan con la subordinación de un esclavo que está
obligado a darle a su amo lo que pida.
He recibido comentarios como “Tráeme un refresco, ¿no dices
que estás para servirme?”. Lo que esto me demuestra es la poca
69
ES T O Y PA R A SE R V IR TE
82
CAPÍTULO 3
E N T EN D ER TE
ES T O Y PA R A SE R V IR TE
nía que usar zapatos y estar bien peinado, entre otras cosas.
Debo reconocer que, al principio, accedí subordinando mis
intereses propios a mis deseos de pertenencia, y de, finalmente,
formar parte de un grupo que me daría certidumbre de tener con
quien pasar cada recreo, compañeros para los viajes escolares y
la protección que implica no estar solo en un momento de tanta
turbulencia emocional y social como es la secundaria.
Por unos meses decidí mezclarme y seguir las instrucciones del
dicho que dice: “Ahí a donde fueres haz lo que vieres”. Fui cumpli-
do con las instrucciones del líder de nuestro grupo y disfruté de
tener compañía y atención, aunque sabiendo que no estaba com-
portándome como había aprendido en el pasado, ni de acuerdo
con mis principios y mi identidad.
Hasta que llegó el momento del quiebre. Honestamente no re-
cuerdo exactamente qué fue lo que incentivó mi decisión de
apartarme del grupo, pero se que fue cercano a un momento
en el que fui presionado a tomarme una cerveza o dejar de ser
parte de él. Mi salida no fue dulce, ni suave, por el contrario,
trajo consigo rencores y acciones de venganza, por parte de mi
antiguo clan. Durante los siguientes meses fui víctima de humi-
llaciones, amenazas y hasta de manipulación social (lograron
que otras personas del colegio también decidieran alejarse de
mí). Mi nivel de frustración y de impotencia llegó a tal grado
que llegué al punto de pedir a mis amigos de mi escuela original
(especialmente a uno de ellos que medía casi 2 metros) que me
acompañaran para enfrentar al líder del grupo, que dictaba las
acciones de los demás. Gracias a D-os, no hubo necesidad de
golpes y mis examigos decidieron dejar las cosas por la paz.
Una vez terminada la escisión y con la herida aún abierta me
acerqué a mi mamá, quien ha sido mi confidente desde que tengo
87
ES T O Y PA R A SE R V IR TE
89
ES T O Y PA R A SE R V IR TE
Siendo algo tan vital para las relaciones humanas, para el desa-
rrollo profesional y para el servicio, ¿qué es lo que hace que algu-
nos tengan la capacidad de leer a las demás personas y compren-
der sus motivaciones, sus intenciones y sus miedos y otros tantos
parezcan ignorar esta realidad?
Primero que nada, estoy convencido de que la empatía es una
habilidad con la que todos nosotros hemos nacido. Todos nos
hemos sentido conmovidos alguna vez por un niño pequeño que
se nos acercó y nos dijo: ¿por qué estás triste? Y mostró un interés
genuino por alegrarnos.
La empatía es la forma en la que nos conectamos entre seres hu-
manos, cuando logramos percibir, compartir o deducir las emo-
ciones o los pensamientos de los demás y con ello identificarnos
con sus ideas y sus experiencias.
La razón por la que esta habilidad, tan necesaria para servir, para
trascender y para tocar la vida de otros (la empatía) se pierde en
nosotros tiene que ver con que tenerla nos hace vulnerables a sen-
tir y le tenemos mucho miedo a hacerlo. Hemos aprendido que,
mientras que nuestra relación con la otra persona se mantenga sólo
en la superficie, mientras no profundicemos en sus emociones y
sentimientos, no tendremos que identificarnos con ellos, ni arries-
garnos a confrontarnos con los nuestros. Así es como protegemos
nuestro “control emocional” que no es más que temor a sentir.
Cuando tenía alrededor de 8 años me había hecho de un mejor
amigo. Pasábamos juntos todos los recreos, constantemente venía
a mi casa y yo iba a la suya, teníamos los mismos intereses, com-
partíamos valores y gozábamos de tener una conexión increíble.
90
CAP ÍTU L O 3 ENTENDERTE
ENTENDIENDO AL PRÓJIMO
Certidumbre:
• Un par de zapatos de tacón pueden representar, para una
mujer, un instrumento para sentirse segura en su próximo evento
social. A través de verse más estilizada, más alta y con zapatos de
marca, puede buscar satisfacer su necesidad de certidumbre.
• Un padre que está acompañando a su hijo en la elección
de una carrera profesional está buscando la seguridad de que su
pequeño podrá conseguir trabajo al terminarla.
• Cualquier visita a una farmacia para comprar un medica-
mento busca certidumbre en la elección, mientras que una visita
para adquirir condones puede buscar incertidumbre y adrenalina
al mismo tiempo.
• Detrás de la madre que rompe en gritos frente a su hijo que
se acaba de caer de una resbaladilla en el parque por ser poco cuida-
doso se encuentra su deseo de protegerlo y asegurar que esté sano.
• Un joven que asiste a un estudio de tatuajes para marcar
su piel con el nombre de su novia busca, además del sentimiento
de significancia (ser especial), la certidumbre de no ser contagiado
con alguna enfermedad o marcado por un tatuador principiante.
Incertidumbre
• En una salida de jueves por la noche de puras amigas a una
discoteca, muy probablemente estén buscando sentirse aventure-
ras y atrevidas, por lo que mostrarán apertura a conocer a nuevas
personas, probar tragos diferentes o bailar de forma extravagante.
• La jovencita adolescente que sale con un joven diferente
cada semana está buscando el sentimiento de adrenalina que da la
variedad y el atreverse a probar diferentes opciones.
107
ES T O Y PA R A SE R V IR TE
Conexión
• Un caballero que asiste a una joyería para comprar un re-
galo de aniversario para su pareja puede estar en la búsqueda de
una conexión emocional con ella, aunque quizás al mismo tiempo
quiera ser especial ante su círculo social, si es una persona que acos-
tumbra a difundir las compras que hace (esto es algo que detecta el
servidor en la conversación con él).
• La mujer que toma una decisión para inscribirse en el mis-
mo gimnasio que sus amigas, lo ha hecho, al menos en parte, para no
quedarse fuera del grupo y compartir experiencias con ellas.
• Muchos adolescentes se introducen a sí mismos en el mun-
do de las adicciones por su deseo de pertenencia a un grupo.
• Cuando un corredor asiste a una tienda especializada en
maratones puede estar en busca de sentirse parte de la tribu de los
108
CAP ÍTU L O 3 ENTENDERTE
Significancia
• El niño que hace bromas en clase, poniendo en evidencia
a un compañero y humillándolo, está buscando sentirse especial y
obtener la atención de sus compañeros.
• El maestro contratista de obra que asiste a una tienda
de materiales de construcción quiere ser servido de tal forma
que lo diferencien de la ama de casa que compra a su lado, por-
que quiere sentirse especial. Quizás también busque sentir una
conexión con la colectividad de los expertos en construcción.
• La mujer que compra un bolso de marca en un centro co-
mercial y sale de ahí portando orgullosamente la bolsa de cartón
que lo contiene con el nombre del diseñador impreso por ambos
lados, está buscando una emoción de ser especial y por ello valora-
rá cualquier detalle de su experiencia que le ayude a sentirse así.
• El joven que busca comprar un atuendo llamativo quizás
con mensajes irreverentes en la playera, con chistes o con alguna
imagen gráficamente sorprendente, está buscando hacerse notar,
busca sentirse la estrella del espectáculo y ser especial para los demás.
109
ES T O Y PA R A SE R V IR TE
Crecimiento
• El niño que se apasiona por jugar futbol todos los días
con la meta de convertirse en el mejor jugador del planeta, que
duerme con su balón y que se entrena en cualquier tiempo li-
bre que tiene se siente recompensado por el sentir de progreso
y desarrollo de sus habilidades deportivas.
• La joven que busca adquirir un nuevo traje sastre prepa-
rándose para una entrevista laboral busca que este sea un medio
que le ayude a acelerar su desarrollo personal. Al mismo tiempo,
puede perseguir que el traje le de certidumbre y seguridad para
enfrentar a los entrevistadores con aplomo.
• El señor de 65 años que decide comenzar con una terapia
psicológica para enfrentar sus miedos del pasado, superar sus ren-
cores y convertirse en un ejemplo para su familia (además de ser
más feliz) se alimenta del sentimiento de logro por reconocer una
parte más de sí mismo en cada sesión.
• El joven que compra un libro, un curso o paga la inscrip-
ción a la universidad está buscando satisfacer la necesidad humana
de crecimiento, de saber que está expandiendo su capacidad, sus
habilidades o su comprensión.
• La señora que sale en busca de un nuevo atuendo deporti-
vo para entrenarse está buscando satisfacer su necesidad de seguir-
se esforzando para alcanzar su meta de mejorar su salud.
Contribución
• El maestro que se apasiona por preparar clases que cauti-
ven a sus alumnos para buscar impactar sus vidas, independiente-
110
CAP ÍTU L O 3 ENTENDERTE
mente del ingreso que esto le represente a él, está buscando sentir
que ha trascendido en las vidas de otros.
• El hombre que compra un par de zapatos sabiendo que la
empresa que los vende dona parte de sus utilidades para ayudar a
comunidades de escasos recursos en África está viendo satisfecha su
necesidad de aportar a los demás y sentir que ha dejado una huella.
• La joven que compra artesanías a una mujer indígena en
sus vacaciones puede buscar satisfacer su necesidad de contribuir a
la vida de la comerciante y a la de su familia.
• La abuela que dedica horas y horas para tejerle una cham-
brita a su nieto, en vez de ir a una tienda a comprar un regalo,
persigue darle una demostración de amor y ayudarlo a sentirse ca-
lientito y cómodo durante el invierno.
• El padre que se entrega a su trabajo para buscar dejarle un
patrimonio a sus hijos, a pesar de no necesitar más ingresos para sí
mismo, está persiguiendo aportar a la tranquilidad de su familia.
Como verás, cuando pasas las acciones de otros por medio del
filtro de la comprensión de las necesidades emocionales que están
detrás de ellas logras empatizar mucho más con el prójimo y tienes
un punto de apalancamiento para tomar acciones para ayudarlo a
sentir lo que busca.
Cabe aclararse que ninguna de estas emociones es negativa, ni
debes de sentirte culpable si alguna vez las has sentido, ni tampoco
juzgar a tu servido por tenerlas. Solamente hay que saber obser-
varlas y estar conscientes de ellas en nosotros y en las personas a
quienes vamos a servir.
Los anteriores fueron ejemplos basados en suposiciones relativa-
mente obvias para transmitir el concepto de la NES, sin embargo,
los casos pueden no ser tan evidentes con cada servido y pueden
111
ES T O Y PA R A SE R V IR TE
114
CAPÍTULO 4
SE R V I R T E
ES T O Y PA R A SE R V IR TE
SERVICIO PURO
Ve a www.carlosagami.com/estoyparaservirte y encontrarás un
ejercicio de reflexión acerca del poder del servicio puro.
servir, sino que solo los ejecutaba para no ser penalizado en una
evaluación, se notaba. Su comunicación no verbal demostraba
por completo su frustración y falta de deseo. Y como al servir
transmitimos emociones a la otra persona, el servidor contagia-
ba de ese sentimiento a su servido, originando una experiencia
de servicio insatisfactoria para ambos.
Por ejemplo, en una ocasión me encontraba frente a la plantilla
completa de gerentes de tienda de una empresa discutiendo con ellos
el poder de su protocolo de servicio, el cual consideraba entre sus
pasos la consigna de hacerle un halago a cada cliente que ingresara
a su sucursal, sin importar si realmente sentían admiración por al-
gún atributo físico o de su personalidad. Como las técnicas de venta
decían que hacerle un cumplido es una forma de conectar con el
cliente, todos debían de hacerlo.
Creo que no es necesario explicar mucho acerca de cuán ri-
dícula era esta política, misma que obviamente eliminé en el
momento que me enteré de su existencia. Las técnicas de venta
se han vendido en los últimos años como la cura para la falta
de resultados comerciales en las empresas. Muchas organiza-
ciones invierten cantidades importantes de dinero en formar
a sus equipos en la ejecución de estrategias para convertir a un
prospecto en un cliente y la mayoría de ellas terminan desper-
diciando su dinero.
Lo anterior ocurre por muchas razones que van desde fallas en
la concepción de un proceso de venta que no refleja el ADN de
la organización, ni es empático con las necesidades del cliente,
hasta la falta de reforzamiento de los conocimientos impartidos
y las fallas en su ejecución. La principal debilidad de la aplica-
ción o entrenamiento de técnicas de venta consiste en pretender
que éstas sustituyan a la naturaleza humana y su deseo de servir.
125
ES T O Y PA R A SE R V IR TE
LA MAGIA DE SERVIR
Una vez que tienes la claridad que has alcanzado en este mo-
mento: te conoces a ti mismo (aunque no seas perfecto), com-
prendes lo que tu servido necesita sentir y tienes total entrega a
servirlo poniendo sus intereses por encima de los tuyos, llega el
momento de vivir la magia.
Ahora podrás sentir lo que es servir por el servicio mismo y no
por una retribución (que igualmente siempre obtendrás). No
tendrás que preocuparte por las técnicas o los pasos para servir
a la otra persona porque tu servido y tú estarán en la misma
frecuencia.
Los estudios han demostrado que cuando dos personas tienen
empatía entre si, la conexión llega al grado en el que sus cuerpos
inconscientemente sincronizan sus movimientos, tono de voz,
posturas, gestos, velocidad de dicción y duración de las pausas
entre las respuestas13. Incluso se ha demostrado que hasta el rit-
mo cardiaco de los corazones de ambos participantes en una in-
teracción donde se muestra aprecio entre ellos se sincronizan14.
Ahora imagínate: ¿si tu cuerpo puede percibir las ondas elec-
tromagnéticas del corazón de la persona que estás sirviendo y
adaptarse para estar en sintonía con ella, que tan fácil podrá ser
para tu mente darle lo que necesita?
La respuesta es que, si no bloqueas el flujo natural de la energía
entre ambos y dejas que fluya tu intención de servir a la otra per-
sona, las acciones a tomar surgirán de forma automática. Cuando
127
ES T O Y PA R A SE R V IR TE
129
ES T O Y PA R A SE R V IR TE
132
CAPÍTULO 5
LA GUÍ A D E L SE R VIDO R
ES T O Y PA R A SE R V IR TE
Combatir la indiferencia
Hace algunos años, cuando estaba estudiando mi maestría,
me preguntaron cuál era mi misión, mi propósito, mi porqué,
para qué me estaba dedicando a estudiar la experiencia de
servicio. En ese momento, cuando la profundidad de mi cau-
sa era desconocida para mí, no dije Estoy para Servirte, sino
que mi objetivo era combatir la indiferencia que existe en la
industria del retail. Me sorprendía y me sigue sorprendiendo
la poca atención que se les pone a aquellos que son respon-
sables de dar la atención. Aquellos cuyo trabajo es la culmi-
nación de la cadena de servicio que permite generar recursos
que le dan de comer a tantas familias: los servidores. A ellos
es a quienes se les pide que sean los que presten atención real
y honesta a los servidos. Es incoherente, ¿no crees?
La indiferencia desgraciadamente se observa en todos lados, en
las familias, en las parejas y sin duda alguna es algo muy común
en las organizaciones dedicadas al servicio, ya que el volumen de
personas dedicadas a servir al cliente es tal, que las personas que
los supervisan no tienen el tiempo ni la atención para servirlos a
ellos y darse cuenta de cómo hicieron su trabajo. El mensaje que
reciben es: “lo que hagas o dejes de hacer no me es importante”.
136
CAPÍ TULO 5 LA GU ÍA DEL SERVIDOR
nueva moda de las ventas) le será útil. Es por eso por lo que tan-
to dinero invertido en capacitación en este tipo de metodolo-
gías tiene un resultado decepcionante (lo he visto en múltiples
ocasiones).
La convicción de servir es el poder más grande que puede te-
ner alguien que busque inspirar a otra persona hacia un camino
en específico. Esto aplica para un vendedor, para un líder que
quiere lograr un cambio en la actitud de su equipo, para un pa-
dre que busca redirigir las decisiones de su hijo y para cualquier
persona que busque aconsejar a un amigo.
servidor debe de ser como un detective que sabe leer más allá de lo
que la otra persona expresa con sus palabras y su comunicación no
verbal e interpretarlo para concluir en lo que necesita sentir.
En los negocios existe la falsa creencia de que el cliente nos
va a decir lo que quiere. Existe una industria multimillonaria
de la investigación de mercado basada en las declaraciones de
los clientes, que se basa en preguntarles qué es lo que quieren,
por medio de encuestas o focus groups, en los cuales se obtienen
respuestas que se asemejan a la punta de un iceberg e ignoran
la profundidad de este. Por el simple hecho de saber que está
siendo parte de un estudio, el servido puede sesgar sus respues-
tas con la intención de caer mejor al entrevistador, de tener un
sentido de pertenencia a un grupo o de parecer experto ante las
demás personas involucradas.
Imagínate esto: quieres medir la temperatura de tu café por-
que sabes que lo quieres tomar exactamente a ciertos grados
para percibir el mejor sabor de la mezcla de granos que acabas
de comprar. Obviamente, para obtener esa medición usarás un
termómetro. Pero ¿qué ocurre? El termómetro, antes de que lo
introduzcas en tu taza de café tiene una temperatura distinta a
la de tu bebida y cuando entre en contacto con ella, por un prin-
cipio físico llamado equilibrio térmico, va a cambiar el nivel de
calor del líquido.
Al final de cuentas, el instrumento de medición que utilizas
para obtener la información acerca de la temperatura de tu
café está afectando la misma magnitud que buscas obtener.
OK, Carlos, gracias por la clase de física, pero, y todo esto
¿qué tiene que ver conmigo?.
Esto es exactamente lo que ocurre cuando te acercas a pre-
guntarle a un servido qué es lo que quiere, o qué opinión tiene
144
CAPÍ TULO 5 LA GU ÍA DEL SERVIDOR
2Rhon, J. (2018) afirma: You are the average of the five people you
spend the most time with. USA: Harper Collins
11Shariff AF, & Tracy JL., (2011). What are emotion expressions for?
Estados Unidos de América, Editorial: Curr Direct Psychol