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JESÚS, EL GRAN MAESTRO

Aun Jesús no fue a ningún colegio, pero era un buen maestro. Cuando Él enseñaba la gente se quedaba
impresionada con sus enseñanzas y se preguntaba: ¿Dónde aprendió éste tantas cosas? ¿De dónde ha
sacado tantos conocimientos? ¿De dónde saca el poder para hacer los milagros que hace? ¿acaso no es
este el hijo del carpintero?
Multitudes de personas iban a escuchar a Jesús, a veces miles. ¡Es increíble que tantas personas se
reunían en una época donde no había micrófonos!
Jesús enseñaba de manera diferente de los demás maestros judíos. Él enseñaba con autoridad porque
Él era el Hijo de Dios. Además, sus palabras mostraban el cariño y afecto que Él tenía hacia su pueblo.
Su mensaje era un mensaje positivo, la Buena Nueva y al escucharlo la gente se llenaba de consuelo y
esperanza. A veces la multitud hasta se olvidaba de comer, como observamos en el relato de la
multiplicación de los panes.
Jesús no enseñaba solo a los sabios o a los filósofos, más bien Él prefería estar con la gente sencilla, con
la gente humilde, con los niños y los marginados.
Jesús no se limitaba a enseñar en un lugar determinado, más bien Él enseñaba donde se encontraba.

JESÚS, EL GRAN MAESTRO


Aun Jesús no fue a ningún colegio, pero era un buen maestro. Cuando Él enseñaba la gente se quedaba
impresionada con sus enseñanzas y se preguntaba: ¿Dónde aprendió éste tantas cosas? ¿De dónde ha
sacado tantos conocimientos? ¿De dónde saca el poder para hacer los milagros que hace? ¿acaso no es
este el hijo del carpintero?
Multitudes de personas iban a escuchar a Jesús, a veces miles. ¡Es increíble que tantas personas se
reunían en una época donde no había micrófonos!
Jesús enseñaba de manera diferente de los demás maestros judíos. Él enseñaba con autoridad porque
Él era el Hijo de Dios. Además, sus palabras mostraban el cariño y afecto que Él tenía hacia su pueblo.
Su mensaje era un mensaje positivo, la Buena Nueva y al escucharlo la gente se llenaba de consuelo y
esperanza. A veces la multitud hasta se olvidaba de comer, como observamos en el relato de la
multiplicación de los panes.
Jesús no enseñaba solo a los sabios o a los filósofos, más bien Él prefería estar con la gente sencilla, con
la gente humilde, con los niños y los marginados.
Jesús no se limitaba a enseñar en un lugar determinado, más bien Él enseñaba donde se encontraba.
Lee las siguientes situaciones y escribe el nombre de dónde Jesús enseñaba

Cuando Jesús vio tanta gente, subió a una montaña y se sentó. Los discípulos
se acercaron y Él comenzó a enseñarles.

Apenas supieron que Jesús estaba en casa, mucha gente fue a verlo…Jesús
comenzó a anunciarles las buenas noticias.

Todos los días estuve enseñando en el templo, y allí nunca se apresaron.

Jesús recorrió toda la ciudad de Galilea anunciando las buenas noticias en las
sinagogas de cada pueblo.

Como mucha gente llegó a escucharlo, tuvo que subir a una barca y sentarse
para enseñar ahí.

Colorea

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