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∞
1 X 1 1
π cot πx = + + (x ∈ R\Z)
x n=1 x+n x−n
pero hay
P que 1tener en cuenta que la evaluación de la
suma n∈Z x+n es un poco peligroso, ya que la suma
sólo es condicionalmente convergente, por lo que su
valor depende del orden "correcto" de la suma.
Deduciremos de (1) mediante un argumento de asom-
brosa simplicidad que es atribuido a Gustav Herglotz Figura 1: Gustav Herglotz
el "truco de Herglotz". Para comenzar, configure
N
X 1
f (x) := π cot πx, g(x) := lı́m ,
N →∞ x+n
n=−N
e intentemos derivar suficientes propiedades comunes de estas funciones para ver al final deben coincidir. . .
Para la función
cotangente f (x) = π cot πx = π cos πx
sin πx , esto está claro
(ver la figura). Para g(x), primero usamos la identidad
1 1 2x
x+n + x−n = − n2 −x2 reescribir la fórmula de Euler como
∞
1 X 2x
π cot πx = − (2)
x n=1 n2 − x2
1
Para esto no tenemos ningún problema con el primer término, por n =
1, o con los términos con 2n − 1 ≤ x2 , ya que sólo hay un número
finito de ellos. Por otra parte, para n ≥ 2 and 2n − 1 > x2 , eso es
n2 − x2 > (n − 1)2 > 0, los sumandos están limitados por
1 1
0< < ,
n2 − x2 (n − 1)2
entonces
N N +1
X 1 X 1
gN (x + 1) = =
x+1+n x+n
n=−N n=−N +1
1 1
= gN −1 (x) + + .
x+N x+N +1
Por tanto g(x + 1) = lı́mN →∞ gN (x + 1) = lı́mN →∞ gN −1 (x) = g(x).
(C) Tanto f como g son funciones impares, es decir, tenemos f (−x) =
−f (x) y g(−x) = −g(x) para todo x ∈ R\Z.
La función f obviamente tiene esta propiedad, y para g sólo tenemos
que observar que gN (−x) = −gN (x).
Los dos últimos hechos constituyen el truco de Herglotz: Primero de-
mostramos que f y g satisfacen la misma ecuación funcional, y segundo
que h := f − g puede extenderse continuamente a todo R.
(D) Las dos funciones f y g satisfacen la misma ecuación funcional:
f x2 + f x+1 x x+1
2 = 2f (x) y g 2 + g 2 = 2g(x).
Teoremas de adición: Para f (x) esto resulta de los teoremas de adición para las funciones seno
y coseno:
sin(x + y) = sin x cos y + cos x sin y
cos πx sin πx
x
cos(x + y) = cos x cos y − sin x sin y x+1 2 2
f +f =π −
2 2 sin πx
2 cos πx
2
sin x + π2 =cos x
πx πx
cos 2 + 2
cos x + π2 =− sin x = 2π πx = 2f (x).
sin πx
2 + 2
sin x=2 sin x2 cos x2
cos x=cos2 x2 − sin2 x2 .
2
La ecuación funcional para g se deduce de
x
x+1 2
gN + gN = 2g2N (x) +
2 2 x + 2N + 1
Ahora veamos
∞
!
1 X 2x
h(x) = f (x) − g(x) = π cot πx − − . (3)
x n=1 n2 − x2
A estas alturas ya sabemos que h es una función continua en R\Z que satisfaga las propiedades (B), (C), (D).
¿Qué sucede en los valores integrales? A partir de las expansiones de las series seno y coseno, o aplicando dos
veces la regla de De l’Hospital, encontramos
x2 x4 x6
cos x = 1 − + − ± ···
1 x cos x − sin x 2! 4! 6!
lı́m cot x − = lı́m =0 x3 x5 x7
x→0 x x→0 x sin x sin x = x − 3! + 5! − 7! ± ···
y por lo tanto, también
1
π cot πx −
lı́m =0
x→0 x
P∞ 2x
Pero como la última suma n=1 n2 −x2 en (3) converge a 0 con x → 0, de hecho, tenemos lı́m h(x) = 0, y por lo
x→0
tanto por periodicidad
lı́m h(x) = 0 para todo n ∈ Z
x→n
(E) Al establecer h(x) := 0 para x ∈ Z, h se convierte en una función continua en todo R que comparte las
propiedades indicadas en (B), (C) y (D).
Estamos listos para el "golpe de gracia". Como h es una función continua periódica, posee un máximo m. Sea x0
un punto en [0, 1] con h (x0 ) = m. De (D) se deduce que
x
0 x0 + 1
h +h = 2m
2 2
y por tanto h x20 = m. La iteración da h 2xn0 = m para todo n y por lo tanto, h(0) = m por continuidad.
Pero h(0) = 0, y así m = 0, es decir, h(x) ≤ 0 para todo x ∈ R. Como h(x) es una función impar, h(x) < 0 es
imposible, por lo tanto h(x) = 0 para todo x ∈ R y se demuestra el teorema de Euler.
3
De (1) pueden derivarse muchos corolarios, el más famoso de los cuales se refiere a los valores de la función zeta
de Riemann en enteros incluso positivos (véase el apéndice del capítulo 9),
∞
X 1
ζ(2k) = 2k
(k ∈ N). (4)
n=1
n
Así que, para terminar nuestra historia, veamos cómo Euler –unos años más tarde, en 1755– trató una serie (4).
Comenzamos con la fórmula (2). Multiplicando (2) por x, y definiendo y = πx encontramos que |y| < π:
∞ ∞
X y2 X y2 1
y cot y = 1 − 2 2 2 2
= 1 − 2 2 2 y 2
n=1
π n −y n=1
π n 1 − ( πn )
Hay otra forma, quizás mucho más “canónica”, de obtener una expansión en serie de y cot y. Sabemos por el
análisis que eiy = cosy + i sin y, y por lo tanto
eiy + e−iy eiy − e−iy
cos y = , sin y = ,
2 2i
que produce
eiy + e−iy e2iy + 1
y cot y = iy = iy .
eiy − e−iy e2iy − 1
Ahora sustituimos z = 2iy y obtenemos
z ez + 1 z z
y cot y = z
= + z . (6)
2e −1 2 e −1
Por lo tanto, todo lo que necesitamos es una expansión en serie de potencias de la función ezz−1 ; tenga en cuenta
que esta función está definida y es continua en R (para z = 0 use la serie de potencias de la función exponencial
o, alternativamente, la regla de l’Hospital que produce el valor 1). Escribimos
z X zn
=: Bn . (7)
ez −1 n!
n≥0
Los coeficientes Bn se conocen como números de Bernoulli. El lado izquierdo de (6) es una función par (es decir,
f (z) = f (−z)), por lo que vemos que Bn = 0 para n impares ≥ 3 , mientras que B1 = − 21 corresponde al término
z
2 en (6).
4
De
n n n
X z z X z X z
Bn (e − 1) = Bn =z
n! n! n!
n≥0 n≥0 n≥1
∞ ∞ ∞
X 1 π4 X 1 π6 X 1 π8
= , = , = ,
n=1
n4 90 n=1
n6 945 n=1
n8 9450
∞ ∞
X 1 π 10 X 1 691π 12
= , = , ...
n=1
n10 93555 n=1
n12 638512875
5
El número de Bernoulli B10 = 66 que nos da ζ(10) parece bastante
691
sencillo, pero el siguiente valor B12 = − 2730 , necesario para ζ(12),
contiene el gran factor primo 691 en el numerador. Euler había
calculado primero algunos valores ζ(2k) sin darse cuenta de la conexión
con los números de Bernoulli. Sólo la aparición del extraño primo 691
le puso sobre la pista correcta.
En contraste con todo esto, se sabe muy poco sobre los valores de la Página 131 de la “Introductio in
función zeta de Riemann en los enteros impares k ≥ 3; véase la página Analysin Infinitorum” de Euler de
60. 1748.