Está en la página 1de 62
ARCANOS MAYORES VELAS E INCIENSOS Hanna M. Giménez EDICIONES OBELISCO HANNA GIMENEZ VELAS E INCIENSOS Prélogo de F. Caudet A EDICIONES OBELISCO Si este libro le ha interesado y desea que le mantengamos informa- do de nuestras publicaciones, escribanos indicandonos qué temas son de su interés (Astrologia, Ciencias Ocultas, Artes Marciales, Naturismo, Espiritualidad, Tradicién, Trabajo Social) y gustosa- mente le complaceremos. Coleccién Arcanos Mayores Velas ¢ inciensos Hanna Giménez 1. edicién: diciembre de 1991 2.4 edicién: mayo de 1993 3.4 edicién: noviembre de 1994 © by Hanna Giménez Ruiz, 1991 (Reservados todos los derechos) © Ediciones Obelisco S.A., 1991 (Reservados todos los derechos para la presente edicién). Edita: Ediciones Obelisco S.A. Consell de Cent, 591, 4.° 08013 Barcelona Depésito Legal: B. 39.588 - 1994 LS.B.N.: 84-7720-200-1 Printed in Spain Impreso en Espajia en los talleres de Romanya/Valls S.A. de Capellades (Barcelona) Ninguna parte de esta publicacién, incluido el disefio de la cubier- ta puede ser reproducida, almacenada, transmitida 0 utilizada en manera alguna ni por ningun medio, ya sea eléctrico, quimico, me- canico, dptico, de grabacién 0 electrografico, sin el previo consen- timiento por escrito del editor. En El estaba la vida, y la vida era la \uz de los hombres. La luz luce en las tinieblas, pero las tinieblas no la acogieron. Hubo un hombre enviado por Dios, de nombre Juan. Vino éste a dar testimonio de la \uz, para testificar de ella y que todos creyeran por él. No era él la luz, sino que vino a dar testimonio de la \uz. San Juan 1, 4-8 La nocke va muy avanzada y se acerca ya el dia. Despojémo- nos, pues, de las obras de las tinieblas y vistamos las armas de la luz. Romanos 13, 12. .. el tinico inmortal, que habita una luz inaccesible, a quien ningun hombre vio ni pudo ver, al cual el honor y el imperio eter- no. Amén, Timoteo 6, 16. PROLOGO Jamas mi sorpresa fue tan mayuscula como la ex- perimentada cuando mi editor me trasladd un legajo de papeles manuscritos requiriendo mi colaboracion para que dotase de orden literario y sintactico el suso- dicho legajo... cuyas anotaciones reunjan una serie de extrafias e interesantes experiencias de las que era -es— autora Hanna M. Giménez. Y el insdlito, asombroso tema del que trataba -trata- el manuscrito se referia, por decirlo de alguna manera, al mdgico lenguaje de las velas y los inciensos. Me pregunté, y supongo que se lo estardn pregun- tando muchos de ustedes... dqué relacion puede existir entre la magia los inciensos y las velas? Hube de reflexionar al respecto partiendo de la base de que si de manera instintiva o subliminal habia admitido la utilidad extrinseca de las _ velas -proporcionarnos claridad ante la carencia de energia eléctrica—, era obvio que se me escapaba el valor in- trinseco de las mismas. Valor que no tardé en descu- brir dimanaba de forma inherente a la propia vela en si: luz. Valor, o valores, que Hanna M. Giménez habia sa- bido encontrar, dotandolo de una cualidad magica y benefactora, trasladandolo al misterioso mundo del esoterismo para, desde éste, ofrecer una nueva pers- pectiva de la utilidad de las velas. Llevando mis lejos mis reflexiones acerca de luz, de cuyo raudal brillante son elemento basico —entre otros muchos- las velas, recordé que ya las Sagradas Escrituras, en varios de sus libros, se refieren a la luz desde una vertiente mistica y divina. (Cudn no impor- tante sera la Juz si en muchos pasajes biblicos se la asocia con la figura de Jesucristo? Cudl no serd la im- portancia de la /uz si en varias secuencias biblicas se la equipara al bien, mientras las tinieblas encarnan la imagen del mal? A partir de aqui, obviamente, sdlo cabia una pre- gunta:

También podría gustarte