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ALTAMIRANO - Embargo Vs Propiedad
ALTAMIRANO - Embargo Vs Propiedad
Resumen:
En el presente artículo el autor brinda una solución distinta a la que fue establecida por
la Corte Suprema en el VII Pleno Casatorio Civil (Casación N° 3671-2014-Lima),
respecto al conflicto de derechos subjetivos: propiedad no inscrita versus embargo
inscrito, en el cual se le otorga prevalencia al primero sobre el segundo. El objetivo
versa en revertir la actual situación desfavorable en la que se encuentra el embargo con
base en fundamentos que apartarán a los potenciales acreedores embargantes del
inmerecido desamparo en un proceso de tercería de propiedad.
Para ello, se seleccionarán los argumentos más importantes señalados en el VII Pleno
Casatorio Civil que fundamentaron la decisión de los vocales supremos, para después
confrontarlos con factores jurídicos y extrajurídicos que privilegian al embargo y que
necesariamente debieron haberse tenido en cuenta.
Como resultado del análisis efectuado, el autor propone una reforma legislativa que
refuta a la solución establecida por la Corte Suprema, es decir, sugiere la prevalencia
del embargo inscrito sobre la propiedad no inscrita. Además dicho planteamiento toma
en cuenta a la realidad socioeconómica del país y a las ventajas de la inscripción en los
Registros Públicos.
Abstract
In this article the author provides a different solution which was established by the
Supreme Court in the Seventh Civil Matter-Of-First-Impression regard to the conflict of
individual rights: property not registered versus registered attachment of property, in
which it is given prevalence to first one on the second one. The objective relates to
reverse the current unfavorable situation in which the attachment of property is based on
foundations that will rescue potential plaintiff of attachment of property of undeserved
neglect in a process of third party property.
To do this, It will be selected the most important arguments mentioned in the Seventh
Civil Matter-Of-First-Impression, then confront them with legal and extralegal factors
that favor the attachment of property and that necessarily should have been taken into
account.
As a result of the analysis performed, the author proposes legislative reforms solution
way contradict the solution established by the Supreme Court, that is, suggests the
prevalence of registered attachment of property over property not registered. In addition
this approach takes into account the socio-economic reality of the country and the
advantages of registration in the Public Registry.
Es común que los derechos subjetivos entren en conflicto, cualquiera que sea
su naturaleza, no es extraño que en algún caso concreto confluyan dos
derechos fundamentales contando cada cual con razones suficientes para que
uno deba prevalecer sobre el otro. Un ejemplo claro de ello es el de la
propiedad no inscrita versus embargo inscrito dentro de un proceso de
tercería de propiedad excluyente, conflicto que aparentemente ha sido
“solucionado” por el VII Pleno Casatorio Civil, al otorgar la prevalencia del
derecho propiedad no inscrito, sin embargo existen razones para contradecir
lo decidido en dicha resolución judicial y dar paso a que el derecho de
crédito pueda ser tutelado indefectiblemente.
Por otra parte, el embargo también está previsto en el Código Procesal Civil
en el artículo 642° cuyo texto señala:
Tal como se aprecia, se hace alusión a la frase "derecho común", sobre cuyo
significado se han suscitado distintas opiniones en la doctrina y
jurisprudencia puesto que si en un principio era ampliamente aceptada la
idea de que esta norma privilegiaba a la propiedad no inscrita en vez del
embargo, en la actualidad se ha aseverado lo contrario generando el debate.
Es por ello que, aunado al problema central que motivó el pleno casatorio,
también se estableció que es menester de los magistrados supremos darle el
sentido más apropiado al segundo párrafo del artículo 2022° del Código
Civil, habida cuenta que es el que se ha de aplicar para solucionar el
enfrentamiento de derechos subjetivos explicado.
A todo esto, es preciso poner en conocimiento del lector que para constatar
las discrepancias doctrinarias en torno al tema puede revisarse los trabajos
de Eugenia Ariano Deho (2009); Fort Ninamancco Córdova (2013, 2015);
Julio Pozo Sánchez (2015); Jimmy Ronquillo Pascual (2015); Alan Pasco
Arauco (2015, 2016); Gunther Gonzales Barrón (2008, 2009, 2013, 2015),
Nelson Ramírez Jiménez (2009), Juan Luis Avendaño (2015); Juan
Guillermo Lohmann Luca de Tenna (2015), Martín Mejorada Chauca
(2013, 2015), entre otros. Además de tales autores también pueden revisarse
las ponencias planteadas en el Pleno Jurisdiccional Nacional Civil de 2012 y
las ponencias expuestas de los amicus curiae del VII Pleno Casatorio Civil.
Del mismo modo, en lo relativo a la falta de uniformidad en la
jurisprudencia, las casaciones que privilegian la propiedad no inscrita son
las siguientes: N° 3262-2001-Lima, N° 2472-2001-Lima, N° 1253-2002-Ica,
N°3194-2002-Arequipa, N° 2103-2006-Lima, N° 909-2008-Arequipa, N°
3687-2009-Cusco, N° 5532-2009-Lambayeque, N° 720-2011-Lima.
Mientras que las casaciones en donde se falla a favor del embargo inscrito
son: N° 2897-99-Callao, N° 1417-2000-Lambayeque, N° 2429-2000-Lima,
N° 403-2001-Piura, 2683-2001-Lima, N° 333-2003-Lambayeque, N° 4448-
2010-Arequipa.
“Este Tribunal Supremo considera que dicha tesis es incorrecta porque parte
de un criterio clasificatorio que no encuentra respaldo en el ordenamiento
jurídico. Así no hay ni legislativa ni conceptualmente razón alguna que
permita sostener que uno de los derechos mencionados es superior al otro
por su mayor grado de cuidado, no pudiéndose confundir el derecho
subjetivo (real o de crédito) con la imposición de deberes a cargo de otros”.
En otro aspecto, el Colegiado Supremo señala que no es posible sostener
que la frase "derecho común" contemplada en el segundo párrafo del
artículo 2022 del Código Civil suponga una laguna normativa (inexistencia
de una solución legal para un caso concreto) puesto que sí hay un texto
normativo, el cual si bien dista de tener una redacción adecuada es
precisamente el intérprete quien debe darle un sentido a través de las
herramientas de la teoría de la interpretación jurídica y no simplemente
afirmar que dicha frase no significa nada y que inevitablemente se debe
recurrir a la analogía.
Esta conclusión se refuerza con la redacción del primer párrafo del artículo
2022° donde manifiestamente se designa una solución registral, la misma
que es omitida en el segundo párrafo reenviándose al "derecho común". Es
decir, si la voluntad del legislador hubiese sido dejar en claro que se aplican
las normas registrales, se hubiese dado una remisión directa a ellas tal como
ocurre en los otros artículos del Código Civil mencionados supra.
“no vemos cuál sería la justificación para pensar que al redactar el 2022.2
el legislador haya querido que el criterio solucionador sea otro, por el
contrario, con lo que acabamos de ver nos debe quedar claro que la
voluntad de esta norma es una, y es la misma que se expresa con mayor
claridad en sus similares precedentemente citadas” (Op. Cit.: 83)
Pasando a otro punto, Alan Pasco Arauco (cf. 2015: web) advierte un
elemento que el Tribunal Supremo no se percató al analizar la norma en
cuestión, el cual está presente no solamente en los artículos 194°
(inoponibilidad de la simulación), 195° (acción pauliana), 948° (adquisición
a non dominus de bien mueble), 2022° primer párrafo sino también en el
segundo párrafo del artículo 2022° del Código Civil. Dicho elemento es el
sentido común entendido de la siguiente manera: “Nadie puede verse
perjudicado por aquello que no estuvo en posibilidad de conocer”.
Ahora bien, en vista que el referido artículo 949° no resulta aplicable al caso
concreto por los motivos expuestos, no cabe duda que es necesario
encontrar a la norma que permite resolver el conflicto de derechos
subjetivos tratado . A lo largo de la búsqueda de información para la
elaboración del contenido del presente trabajo, el autor ha encontrado dos
propuestas de solución que calzan en los fines de este artículo científico, las
cuales pasarán a ser explicadas y comentadas en seguida.
La primera propuesta es del amicus curiae del VII Pleno Casatorio Civil que
se ha venido citando: Fort Ninamancco (2013:147), quien asegura que:
“el conflicto entre un embargo inscrito y una propiedad no inscrita
constituye un caso de laguna normativa (…) se impone la necesidad de la
analogía para cubrir el vacío: Podrían aplicarse analógicamente los
artículos 1708 o 2023 del Código Civil para cubrir el vacío: ambas
normas regulan un conflicto de derecho “no real” con un derecho no
inscrito como puede ser la propiedad. De hecho, el artículo 1708 se
refiere a un crédito inscrito contra una propiedad no inscrita, por lo que
tiene semejanza sustancial con el conflicto que carece de regulación”.
Para un sencillo entendimiento del primer escenario, este será explicado así:
Juan es propietario de un inmueble y también deudor de Francisco, como
Juan no cumple con pagar la deuda Francisco decide inscribir su embargo
en la partida del predio, tras esto Juan transfiere la propiedad del bien a
María por lo que cuando Francisco efectúe el embargo perjudicará a María
en vista que es el nuevo propietario del inmueble, dando paso al conflicto
entre la propiedad de María y el crédito de Francisco.
En este caso el embargo inscrito tiene prevalencia y podrá ser efectuado
pese a que el bien ya no es de Juan porque dicho embargo ya se encontraba
inscrito en el Registro Público antes de la transferencia de propiedad a favor
de María, por lo que ella adquirió el bien a sabiendas que era probable la
pérdida de su derecho a raíz de la ejecución del embargo. En ese sentido, la
norma de “derecho común” que resuelve la controversia es el artículo 2012°
del Código Civil (Principio de Publicidad) el cual preceptúa que: “Se
presume, sin admitirse prueba en contrario, que toda persona tiene
conocimiento del contenido de las inscripciones”.
Tal es así que los artículos 1708° y 2023° que Ninamancco pretende que
sean aplicados no pueden dirimir la controversia prevista en el segundo
supuesto de la norma en cuestión, ya que como dice Pasco (Op. Cit.: web):
Dicho sea de paso, el artículo 2012° del Código Civil que regula el principio
de publicidad es una norma registral, además su aplicación al primer
supuesto que se encuentra previsto en el segundo párrafo del artículo 2022°
de dicho cuerpo legal es otro argumento más para desvirtuar la aserción de
la Corte que el “derecho común” excluye a las normas registrales.
Por último, la segunda propuesta que podría resolver el caso concreto es la
del citado Alan Pasco (Op. Cit.: web) quien alega que la norma aplicable es
el artículo 1129° del Código Civil. El supuesto de hecho de esta norma
revista de cierta complejidad para ser entendido desde una primera lectura,
por eso es que con base en la explicación que da Pasco sobre ella, el autor al
igual que en anteriores oportunidades ilustrará dicho supuesto mediante un
ejemplo.
Nótese que Pasco advierte algo importante que será analizado más adelante:
“el segundo párrafo del 2022 CC no solamente regula el potencial conflicto
entre la propiedad y un crédito, sino entre cualquier derecho real (propiedad
o no) y uno personal (crédito, opción, etc.)” (Op. Cit.: web). Así pues, el
artículo 1129° del Código Civil establece que el embargo puede ser inscrito
y ejecutado, por lo tanto, prácticamente se privilegia al derecho de crédito
en vez del derecho de retención pese a que este último se constituyó con
anterioridad.
No obstante, el autor si bien considera que la propuesta de Pasco Arauco es
ingeniosa y que pudo resolver el supuesto conflictivo en cuestión (situación
que no ocurrió ya que el artículo 1129° pasó desapercibido por los
magistrados supremos inclusive por los defensores del embargo inscrito), no
la comparte en parte en el sentido que su propulsor sugiere la aplicación de
dicha norma por analogía, la cual como ya se dijo no requiere de ser
aplicada. La norma aludida pudo aplicarse con base en la interpretación
sistemática. Aún así el autor propugna una reforma legislativa que por los
motivos que se explicarán con más detalle en otro capítulo, zanjará el
conflicto que se ha venido tratando a diferencia de la propuesta desestimada.
Tal es así, que el primer supuesto del segundo párrafo del artículo 2022° del
Código Civil visto desde otra óptica permite advertir lo siguiente: que el
acreedor cobra su deuda con un bien que ya no es de su deudor sino de otro
sujeto. Entonces lo sostenido por la Corte no tiene cabida ya que como se
acaba de acotar no hay impedimento alguno para que el acreedor pueda
embargar (y posteriormente rematar) un inmueble que ya no pertenece a su
deudor habida cuenta que el embargo preexiste a la transferencia de la
propiedad y en virtud del artículo 2012° del Código Civil que regula el
Principio de Publicidad, el nuevo propietario del inmueble no puede alegar
desconocimiento de dicho embargo.
Finalmente el pleno casatorio estableció tres reglas que deben cumplirse
para que la propiedad no inscrita pueda vencer al embargo, dichas reglas
constituyen precedente vinculante y son las siguientes: 1. Debe existir un
documento de fecha cierta más antigua que la anotación del embargo que
acredite la propiedad del tercerista; 2. Los jueces de primera instancia que
conozcan demandas de tercería excluyente de propiedad deben acreditar la
autenticidad y legalidad del documento de fecha cierta; y 3. La demanda de
tercería será rechazada si el notario no reconoce la autenticidad del
documento de fecha cierta.
Por otra parte, el segundo argumento es sostenido por Fort Ninamancco (Op.
Cit.: 97) quien asegura que el embargo inscrito debe primar ya que es
evidente el rol principal que desempeña en la economía contemporánea de
carácter dinámico:
Asimismo, destaca Ninamancco (Op. Cit.: 100) que nuestro país no es ajeno
a la evolución socioeconómica que da preferencia al derecho de crédito:
Pues bien, la Corte Suprema advirtió que si bien es evidente que los diversos
conflictos de derechos se resuelven con base en las reglas registrales y ello
incentiva la inscripción de los derechos en el Registro ya que un título
inscrito es muy difícil de ser perdido, se protege a quien inscribe y se genera
confianza en el tráfico de bienes, pero dichas reglas no resuelven el conflicto
entre propiedad no inscrita y embargo inscrito; por eso precisó que habría
sido óptimo que ocurra lo contrario pero no ha sido así por lo que es
necesario que futuros trabajos de reforma legislativa tengan en cuenta dicha
circunstancia para que la solución del conflicto en cuestión sea coherente
con el resto de normas del Código Civil que privilegian a la inscripción.
“A decir verdad, solo una reforma legislativa podría poner al debate (…) si
una norma consagrara la primacía del embargo o de la propiedad inscrita, el
debate definitivamente habría llegado a su fin”. Y es que a lo largo de lo
analizado en la presente investigación se puede afirmar que para que la
doctrina y la jurisprudencia se pongan de acuerdo en qué derecho debe
prevalecer pasará mucho tiempo.
Puede decirse que el asunto ya está zanjado por el VII Pleno Casatorio, sin
embargo, tal como lo hace notar Ronquillo (Op. Cit.: 227) es posible un cambio
de criterio de los jueces con base en el artículo 22° de la Ley Orgánica del Poder
Judicial y una interpretación contrario sensu del artículo 386 del Código
Procesal Civil. El primero preceptúa que los jueces supremos de forma
excepcional pueden apartarse de su propia doctrina jurisprudencial siempre que
motiven debidamente su resolución y la publiquen en el diario oficial El
Peruano. De una interpretación contrario sensu del segundo se concluye que si
el apartamiento de un precedente judicial está debidamente motivado, ha de ser
desestimado el recurso de casación.
Otro factor a tener en cuenta es que criterio que el VII Pleno Casatorio
estableció para resolver la controversia entre propiedad no inscrita y
embargo inscrito, como bien advierte Pasco (cf. 2016: web) también
resuelve los eventuales conflictos de derechos de distinta naturaleza que
puedan suscitarse como: arrendamiento versus propiedad; superficie versus
arrendamiento; usufructo versus arrendamiento; entre otros. Explica el
citado autor que la Corte Suprema no solo resuelve el conflicto tratado sino
también da las pautas de cómo han de ser resueltos los futuros conflictos de
derechos de distinta naturaleza, que como ya se explicó es la aplicación del
criterio cronológico: el derecho que nació primero en el tiempo.
Del mismo modo, Álvaro Tord Vleasco (Op. Cit.: 25) manifiesta que:
Además, si bien es cierto que en virtud del artículo 949° del Código Civil no
es necesaria la inscripción para adquirir la propiedad de un inmueble y que
en muchas zonas del país no tienen conocimiento de los Registros Públicos
o tiene un difícil acceso a los mismos y que por eso mismo no inscriben sus
derechos, también es cierto dicha situación está siendo revertida por el
accionar de la SUNARP tal como a continuación se describirá.
Pues bien, gracias a la iniciativa de sus funcionarios ahora no es necesario
que los ciudadanos acudan en persona a SUNARP dado que dicha
institución cuenta con una aplicación informática que puede ser descargada
fácilmente en las plataformas de distribución digital de aplicaciones para
celulares. Además a través de su página web ofrece servicios en línea donde
se encuentran Alerta Registral, SID (Sistema de Intermediación Digital) y
SPRL (Sistema de Publicidad Registral en Línea).
Además, desde setiembre del presente año los ciudadanos al adquirir un bien
mueble o inmueble quedarán suscritos al servicio Alerta Registral, ya que la
SUNARP lo efectuará de oficio siempre que se realice una transferencia de
propiedad en el Registro de Predios y/o Propiedad Vehicular.
Es más, Mario Castillo Freyre (2012: 105) menciona tres razones esenciales
para acudir a los Registros Públicos:
Algo que guarda relación con lo explicado es lo sostenido por Roger Merino
citado por Ninamancco (Op. Cit.: 59) quien tras destacar el rol clave que
desempeña la seguridad que otorga el registro dentro de las operaciones
económicas indica que la propiedad no inscrita tiene una “oponibilidad”
debilitada que no garantiza su prevalencia en situaciones de conflictos.
“(...) no siempre nos otorga certeza sobre quien es titular del bien,
requiriendo para estos casos información adicional. Es por ello que (…)
se creó al registro que (…) es el mecanismo de seguridad más seguro y
eficiente (…)”
Por último, pese a que la Corte Suprema estableció tres reglas que deben
cumplirse para dar preferencia a la propiedad no inscrita, Gunther Gonzales
Barrón (2008:308) sostiene que: “La práctica enseña que los deudores
utilizan infinidad de artificios para frustrar la medida (…)”.
Por ello Ronquillo (Op. Cit.: 232) de forma acertada indica que para que el
derecho de propiedad no inscrito por el tercerista (nuevo propietario)
prevalezca sobre el embargo inscrito:
Por lo tanto, es evidente la necesidad de una lege ferenda que zanje tanto el
conflicto estudiado como a los futuros conflictos de derechos de distinta
naturaleza, que erradique la posibilidad de los magistrados de apartarse del
criterio dirimente y que promueva la inscripción dadas las ventajas que
ofrece. Por ello el autor propone la siguiente reforma legislativa en el
segundo párrafo del artículo 2022° del Código Civil: “Si se trata de
derechos de diferente naturaleza prevalece el que se inscriba primero, la
inscripción debe ser de buena fe”
VI. CONCLUSIONES
4. La frase “derecho común” del segundo párrafo del artículo 2022° del
Código Civil debe ser interpretada a la luz de la interpretación
sistemática, la misma que permite colegir que la política legislativa civil
es privilegiar a la inscripción registral. No es aplicable la analogía ya que
no hay un vacío normativo.
10. La reforma legislativa que el autor propone para el segundo párrafo del
artículo 2022° del Código Civil se refiere a que en el caso de conflictos
de derechos de distinta naturaleza deba prevalecer el derecho que se haya
inscrito primero y de buena fe.
VII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
2. Pasco Arauco, Alan (2015) “La Corte Suprema contra el Código Civil y el
sentido común. A propósito del VII Pleno Casatorio”. Recuperado de:
http://enfoquederecho.com/civil/la-corte-suprema-contra-el-codigo-civil-
y-el-sentido-comun-a-proposito-del-vii-pleno-casatorio/
3. Pasco Arauco, Alan (2015) “VII Pleno Casatorio: La norma que los
defensores del crédito han ignorado”. Recuperado de:
http://www.ius360.com/privado/civil/vii-pleno-casatorio-la-norma-que-
los-defensores-del-credito-han-ignorado/
4. Pasco Arauco, Alan (2016) “¿La ley del embudo en el VII pleno
casatorio? ancho para el propietario y angosto para el acreedor”.
Recuperado de: http://enfoquederecho.com/civil/la-ley-del-embudo-en-el-
vii-pleno-casatorio-ancho-para-el-propietario-y-angosto-para-el-acreedor/
5. Pasco Arauco, Alan (2016) “Sentencia del VII Pleno Casatorio Civil: Y
ahora, ¿quién podrá defendernos?” Recuperado de:
http://laley.pe/not/3033/sentencia-del-vii-pleno-casatorio-civil-y-ahora-
quien-podra-defendernos-