poster
El descubrimiento de
las pinturas murales
de Bonampak
Many MER
Gos Greile Healy oon Chan Bor ars a Eta | ce Bonampak. En mayo de 1948, Healey so ai
19 a El Cero, entonoss un eampamenta chiro, y ocaliz6 @ Chan Bory su hermano Carranza, a
‘quienes raga lesyparquo, Chan Bor lev deciamente a Healey 2 Bonampak; en este ij, arm
os vrlan os muraes del custo 3 de Bonampak
lmporta quién nos despert6 el interés ac-
tual por Bonampak, Chiapas, o que el pei
rmeto en legara este sitio hubiera sido eu-
ropeo,estadounidense omesicano? Todos
concuerdan en que los acandones cono-
cian al stioy tal vex habian hablado de é1
2 otros viajeros antes de 1946. Tampoco
importa que el primeroen pisat la Estroc-
28 / ARQUEOLOGIA MEXICANA
turn 1 oen ver los murales, hoy tan famo-
sos, hay sido Carlos Frey 0 Giles Healey
En muchos casos los nombres y cir-
ccunstancias de los descubrimientos mo-
lesvanecen tipidamente en el
iguien anoté el nombre de los
campesinos que vieron por primera vezi
dicios de los guerzeros de terracota de
La historia del descubri-
miento de Bonampak no
se remite solamente a un
descubrimiento; se refiere
también a la atencién que
los medios de comunica-
cién modernos enfocaron
sobre los mayas, ya que
fue el primer gran descu-
brimiento en México y
Guatemala después de la
Segunda Guerra Mundial,
y es, ademas, una historia
cuajada de intrigas inter-
nacionales, reclamos y
adjudicaciones, y profusa
cobertura periodistica.
‘Xi'an2), En oteas ocasiones sucede lo con-
trario: el nombre de Howard Carter per-
smanteceri vinculado al del rey Tut o el de
‘Hiram Bingham Machu Pieche, Han sido
‘olvidados los nombtes de los trabajadores
{que se toparon con la Coyolsauhqui, que
[habria de cambiar por completollafisono:
nia del Centro Histérieo de México, paradar paso a nombres de arquedlogos como
Eduardo Matos Moctezuma, por ejemplo,
‘quien dio un valor intexpretativo al descw
Drimiento, No se trata de quién descubre
algo, fers, sino de quia le da su lugas al
descubrimiento,unlugarprominenteenel
complejo tejdo del conocimiento,
a historia del descubrimiento de Bo-
snampak no se remite solamente a un des-
ccabrimiento; se refiere también a a aten-
cidn que los medios de comunicacién
modernos enfocaron sobre los mayss, ya
que fue el primer gran descubrimiento en
‘México y Guatemala después de a Segun-
da Guerra Mundial, yes, ademés, una his-
roria cuajada de inttigas internacionales,
reclamos y adjudicaciones, y profusa co-
>ertura periodistica, El eampo de los est-
clos mayas siempre ejerei6 un gran aac
tivo sobre los aficionados, sobre todo si
podian afiadir agin acento incerpretativo
asus descubrimientos La anqueologia mis
antigua se fined esencialmente en el des-
cubrimiento mismo, si bien su éxito tam-
bia dependia, incluso entonces, de que
fuera acompafiada por textos escrtos in
texpretativosy documentacion convincen-
se Laimporancia de John LloydStephens
sno radica en que haya viajado a Copin,
Honduras, y Palenque, Chiapas, ya que no
exielprimero enbacerlo, sinoen quepudo
dar una version de su viaje atractiva por va-
sas razones: en primer lugar, la documen-
tacién grfica de Frederick Catherwood,
hermosa y exacta; en segundo, la desetip-
cién de los edificios y monumentos tal
como le era dado interpretatlosy, por il
timo, los “incidentes de viaje” que acerea-
GUATEMALA]
banallectora suesperiencia mediante una
prosa pulera y eficiente.
La biisqueda de ciadaderperidas se t=
rmonta ala primera generacidn de explora
dores espatiole, tras la publicacién de las
carts de Comés a pair de 1524; no bus-
aban solamente el oo desert por Cor-
1, sino el renombre abtenido por éste,
cuando muchos otros lo perdieron. Las
historias fansticasacereade ciudadesmi-
rol6gicas como Cibola y Quiviea fueron
comunes en Espaia desde tiempos de los
‘moros, peto los relatos de Cortés primero
yyluego os de Pizarro, con datos acerca de
Ja abundancia de metales preciosos ocul:
tos en ciudades cuyas riquezas rebasaban
cualquier fantasia, hicieron apremiante la
biisqueda. Cientos de espatioles perecie
ton buscandolas en vano, desde Florida
hasta Colorado; pero la idea de una sidad
_perida no desapareci6y fue acicateada por
descubrimientos notables, como los dis-
cosde oro del Cenote Sagrado deChichén
Itzi, Yucatin, o por ideas francamente
peregrinas, siempre que fuesen planteadas
por algiin autor coavincente, como la
Adlintida decimondnica.
GILES GREVILLE HEALEY
Giles Healey nunca fve ajeno las explo-
raciones. Su padte, Sumner Healey rave
‘una vida llena de aventuras;¥
su pais més de wna década,
aios ala Legién Extranjera francesa en el
Sahara yregres6 por fina Nueva York con
tuna esposa francesa. Lafachada dest tien-
da en la Tercera Avenida fue eaptada por
DosieR
la cimata de Berenice Abort, mas 0 me
nosenlaépoca desusmuerte. Sumner Fea
ley fue ademas uno de los anticuatios mis
famosos de Nueva York en las primeras
décadas del siglo xx, especializado en az-
smaduras, armas einstrumentos musicales.
Su obituario apunta que hizo mis de 168
viajes a Europa en busca de mercanciss »
que fue proveedor de museos en todo el
‘mundo, La fortuna le sonteia de acuerdo
con un escrito publicado en 1926, dese
bbrié dos tesoros de monedas ocultos en
Francia, uno de ellos en Chartres, Ea otra
cocasion, compré un euarto de madera
camente decorado 5, al desarmatlo, ua
saco de monedas guardadas en un escon-
dite durante la revolucién francesa cayé
sobre un obrero casio mata, Los colee
cionistas de monedas ain evocan a Sum
nner Healey como una referencia numis
tica prestigiosa
‘Aunque el joven Giles Greville Healey
cstudié ingenieria quimicaen Yale es pro
bable quela fama de los grandes aventuce:
ros de su universidad haya influido en 30
fnimo. La legendaria contienda entze el
profesor O.C, Marsh y E.D, Cope por la
paternidad del descubrimiento de nuevos
dinosausios, en 1870, hizo que el primero
baerotara el Museo Peabody de Yale con
tuna excepcional eoleccién de huesos fs
les, Hiram Bingham, profesor de historia
lacinoamericana,gané celebridad porel z=
escubrimiento del remoto sitio de Macks:
Picchu en 1911, celebridad que aleanzé di
:mensiones politicas ylo convirtié en sena-
dor de 1924 a 1933, Se trtaba de deseu-
brimientos glamurosos tealizados por
hombres glamurosos. Mienteas Healey es
tudiaba quimica, sobresalia también en el
campo de polo y como ejecutante de vio-
lin lege incluso a see concertista de la F-
larménicade New Haven, También dima
sginaba wna vida llena de descubrimientos
lena de glamour
Healey era un personaje inustado ea-
‘resus compaiieros de Yale: si bien sa fa
mila eta padiente, se trataba en dima ins-
tancia de una familia de comercian
stunque duefiade un estilo bastante excéa-
ttico. Podemos imaginar lo que opinasia
‘un elegante universitario de se época ante
Ja tienda abarrotada de armaduras, proas
de barcos y penachos de indios dels pea
deras que ocupaban parte de la calle ea la
esquina de la 56 y Lexington. Sin embar-
120, Giles Healey parecia haber sentado.ceposter
‘beza en el Ambiea doméstico: cuando se
‘graduden 1925,llevaba casadoyadosatios.
En enero de 1927 se lanz6 2 los bosques
tropicales venezolanos en busca de avea
tua y ciencia:rogresé varios meses des:
pués coa tres kilos de curare. Tal vez Hea:
ley planeaba estudiar las potencialidades
anestésicas del veneno —una alternativa
factible, como se comprobé en un labors
tori inglés en 1935.
+o fueron planeados para aiviar sus crisis
matrimoniales: tas su segundo divorcio,a
principios de
reste mexicano y Guatemala en compaiia,
dest madre francesa. A ines de la Segun:
da Guerra Muadial lo encontramos bien
renta, se dirigié al su
afincado en San Cristébal de las Casas,
como reconacide fordgeafo de la revista
National Geograpbie. Flealey, como era su
ccostumbre, poseia bienes muy valios0s,en:
tre ellos un auto francés de coleccién, de
1930, casi imposible de adquirir en 1943
Con cl tiempo se habia convertido en hi
bilineastayfot6grafo,y en elinvierno de
1944-1945 filmé por primera vez a los la-
candones El final dela guerra leabri6 noe
‘vas oportunidades, sobre todo en el cam.
pode hs filmacién,
Los vinculos de Healey con el mundo
del cine lo condujeron a Hollywood,
dondeseasoeié con Kenneth MacGowan,
tuno de los productores mas exitosos del
‘momento, Healey vol6 a Los Angeles en
1045 para coneretar su proyectode una pe
ticulafinanciada por la United Pruit Com.
pany, y que posteriormente seria Los maya
4 través del tiempo. A fines de 1945, John
Bourne, retirado recientemente del eiérci-
to, se teunid con MacGowan en un est
diode Hollywood y éstele present6a Hea
asé que podtia aprovechar la
hijo de uno de Tos presidentes
dela compania de miquinas de coser Sin-
ley, quien p
fortuna,
ger A pesirde st ansia de aventura, eo
‘ven de 19 afios no tenia en realidad acce~
soa la fortuna de los Bourne, aunque se
mostré dispuesto a gastar todo el din
recibido por su aja del ejército.
CARLOS FREY Y JOHN BOURNE
Como Healey vivia en San Cristdbal, ya
hnabia ofdo hablar de Caslos Frey y su co-
nnocimiento dela Selva Lacandona, La vida
dle Frey, cutiosamente, era paralela ala de
Healey, sibies
cial sino enlosbajos fondos, Ambos com-
1 transcursiaenla cima so-
pattian eldesdén porla vida convencional,
Aunque las eattas de su familia lo ungian a
‘conseguirunaplaza fjaenlasminasde car-
bon cercanas a Staunton, Illinois, tras su
viaje a México en 1939, después de traba-
jr en la Feria Internacional de San Fran:
cisco la suerte de Frey quedé echada. Tras
Ia declaracién de goerra de Estados Uni
dos a Alemania y Jap
1941, Herman Cha
de Carlos Frey, que usaria
elrestode susdias,yeon frecuencia se opa-
so.asu pals yla guerra, Traté sin fortuna
de establecerse: el trabajo de granjero y
criador de puercas no iba con su exticter
Trampovo Healey imaginaba una vida de
cen diciembre de
les Frey cambi6 su
nombre por
‘Lugo 6 ue los rurale de Bonampak ron descbierto lgrafodos pr Healy na and a Agustin Vitor pare que hice copie. Al mismo tempo,
Dats Demet de Woshngon con pavocno de Unted Frut Company. eri aKa Ruppert Anton Tejeda F pare queicieran sis popes copies.ingeniero quimico com horacios rigidos y
corbata. A ninggino delos dos os sedueian,
lasratinas A diferencia de Healey, Frey ea-
recfa de recursos ~a no set pot los veinte
dlares que su madre le enviaba de vez en
‘cuando. Vivié conlos lacandones,enlco-
nan de la selva en 1942 se junté con una
mujer joven que antes habia sido parte de
una de las familias poligimicas del parrat-
ca Chan K’in, Tras la muerte de su peque
Aohij, Frey semud6,sibien mantuvoruna
relaciGn de trabajo con el caribal nombre