Está en la página 1de 24
| : f um i i a Ck yS =e , ie CAPITULO VII SY LAS MASAS POPULARES: EN LA REVOLUCION El artiguismo: continuacién del morenismo Con la muerte de Mariano Moreno y el golpe del 5 y 6 de abril de 1811 el respian- dor de la gesta de Mayo se apaga en Buenos Aires. Al mismo tiempo, se enciende en la Banda Oriental. Es su prosecucién, tanto en la ideologia como en la lucha que desa- rrolla, pero con un rasgo distintivo: las ma- sas ingresan al escenario politico. En 1810, los sucesos de Buenos Aires -no obstante la importante presencia, en mayo, de los seiscientos chisperos de French y Beruti- no presentan una participacién popular masiva, de modo permanente. Inicialmente, la pequefia burguesia revolu- cionaria (expresada en Mariano Moreno y sus amigos Juan José Castelli y Manuel Bel- grano) no logra entroncar con las masas del Interior. En cambio, José Gervasio Artigas es un verdadero caudillo popular. Por este motivo, sila Historia Oficial lo vacfa a Mo- reno desconociendo el Plan de Operaciones, tn el caso de Artigas actia de modo mas }0-1901). contundente y lo convierte en uno de los hombres mas execrados, sobre el cual la gu odio, Los padres de dicha corriente historiogrética Bartolomé Mitre y Vicente Fidel Lépez, @ quienes generalmente se les ae ia sig rT jiona ento, ste CaSO, - equilibrados y valoraciones cientfficas ajenas a mado apt aes, Mitre nae f tal. Asf, en ca se reg fi fia contra el caudillo orient fise sa eo festaron toda su safia aoe ctitud: “Los dos, usted y yo hemos enidote mame Teceidn : Sa Pe eegiral y las mismas repulsiones cones Jos barbaros des -ccion por las gran . mt i icamente dores, como Artigas, a quienes hemos enterrado histori Artigas en la Ciudadela. Oleo sobre tela del pintor uruguayo Juan Manuel Blanes (183} clase dominante descarga todo rta de Mi F. M de historia argentina, Buenos Aires, V.E Lopez, en: Lopex, Vicente Fidel; Manual de historia angen * Carta tre a V. F, Lopez, en: Lopets 1889, Talleres L. J. Rosso, p. 243. — 162 Nonmuuro GALASSO HISTORIA DELA Anoeying Manuel Florencio Mantilla, en a Ifne de los anteriores, les dedica estos juicios amables a los artiguistas: “Aquel era un conjunto aterrador y repugnante, una in diada poco menos que desnuda, sucia, fea y de aspecto feroz. Unos Hevaban harapos, otros rafdos chiripas tan solo y otros se cu. brian con ped: o vos de cuero”®, Ala execraci6n le sigue luego, con el co- rrer de los afios, la deformacién histérica, Obligados a reconocerlo, los historiadores oficiales ya no lo muestran como facinero- s0, barbaro 0 déspota sanguinario, sino que lo presentan como caudillo “uruguayo”, es decir, un jefe de masas que lucha por la independencia del Uruguay. En tal condicién, ingresa a la historia oficial y pasa a los monumentos oficiales. Pero la verdad es que durante toda su vida Artigas rechazé la pro- puesta de independizar a la Banda Oriental, pues la consideraba una provincia federal integrante de la Confederacién con el resto de las Provincias Unidas del Rfo de la Plata. Esta deformacién oculta su verdadera identidad de caudillo de masas hispanoamericano, Protector de los Pueblos Libres, defensor del indio, del gaucho y de todo desamparado que hubiese en estas tierras; enemigo a muerte del centralismo portefio, del absolutismo espaiiol y de la avidex briténica, El revisionismo federal provinciano, algunos representantes del revisionismo rosista- peronista, como José Marfa Rosa’ y varios historiadores orientales han reivindicado a Artigas en las tiltimas décadas, recuperando su auténtica identidad. En el Plan de Operaciones, Moreno ya habfa previsto que el hombre para ampliar la re- volucién en la Banda Oriental podfa ser Artigas y asf lo sefialé junto a sus primos y otros hombres audaces y con predicamento ante los gauchos. Artigas cruzé el rfo, en enero de 1811, hablé con los integrantes de la Junta y se asegur6 un modesto apoyo en hombres y equipos para insurreccionar la campafia oriental. Moreno ya se halla embarcado en su funesto viaje, cuando el 28 de febrero de 1811 es- talla la revolucién oriental con el Grito de Asencio. Un frente social de peones, gauchos, indios, negros ¢ incluso hacendados (en su primera época) encuentra en Artigas a su re- presentante, al hombre capaz de conducirlos en ese torrente de revolucién democritica que se ha desatado por toda la América Hispana, a partir de los levantamientos de 1809 en Chuquisaca y La Paz. Nacido en 1764, José Gervasio Artigas se hace gaucho en los campos de su familia. All aprende las faenas rurales, conoce al hombre de la campaiia, negocia en cueros y deambula durante un tiempo “como hombre suelto”, tal vez contrabandista, dadas las restricciones al comercio impuestas por el absolutismo, Como tantos otros, crece desarrollando experiencia entre la legalidad y la ilegalidad. Finalmente, en 1797 s€ incorpora al regimiento de Blandengues Veteranos de la Frontera de Montevideo (asf llamado por un péjaro litoralefio caracterizado por una especie de capucha). EI Grito de Asencio dio inicio a la lucha del pueblo oriental contra las fuerzas mondrquicas en febrero de 1811, La maiana de Asencio, dleo sobre tela de Carlos Marfa Herrera (1875-1914). Mantilla, Manuel Florencio: Crénica histdrica de la provincia de Corrientes, Buenos Aires, Espiass¢ ¥ Cia, 1928, tomo |, pp.2 y 3. " Rosa, José Marfa: Artigas. La Revolucién de Mayo y la unidad hispanoamericana, Buenos Aires, Fu" dacién Ratl Scalabrini Ortiz, 1960. eee ARTIGAS V LAS MASAS POP EN LA WEVOLUCION: 6s cuerpo al que generalmente ae anne Ph fie i destina a quienes tienen cuentas pendi te ore de MEU da Pasar Al servicio de las armas, Hacla 1800, xe deserrpena coma fara en tareas de colonizacion agricola y astae eng ee ast se acerca al co nocimiento de la cucsti : Hestion agraria, Poco mas tarde, e: f de instalar colonos. le, es Juez de Tierras, con la funcién Su bautismo militar parece producirse ingleses (la primera, en Bue : ISI, siendo ya captain de Blandengac, seen e8 Montevideo) A principon de enel Plan de Operaciones: “un Barde negro ua hea ea, 8 e808 amigos mencionados se aig an veer, tk Bere nent un Bats arya los hermano y prima Balta Vargas es un paraguayo aindiade que pore ap, hae sana Ojeda Baltasar 0 con un tiento y que costeando el Arroyo Grande neq He ied pea ae args” Boe bis ended Atroy Grande acaudla pasos pra las aera moreno de cutis... gaucho guapo, jugador y Pobre in teas aay peveder Pancho- son *indlios fuertes, de bigotes ralos y caras anchas, poraguayor rannecdanes i lng uennods GaneCedores de i tierra aurienc coteae ar iapine Bene oe distinguir los campos por el olor de aus hierbas™, quienes tecletan hombres sere Ax. tigas formando una compaiifa de solar is Taeenie De Bas José ep en volear fuerzas en el artiguismo, “Juan Francisco Vazquez, més conocid Jor Cece, influyente personaje dela zona", ¥ por supuesto, se agregan los hermanos Peal de Artigas, principales lugartenientes en la lucha por la liberaciOn, especialmente Ma, nel, e primo de José, quien aprendi6 a batallar en Buenos Aires junto a French, en el regimiento Estrella, bastién del morenismo, Estos hombres (“por los talentos y opiniones populares que han adquirido por sus hechos temerarios”, habia previsto Moreno en su Plan) con José Rondeau y José Artigas, (por sus conocimientos [..] como por sus talentos, opinién y concepto”) inician la su blevacidn, Salvo las vacilaciones y defecciones de Rondeau, son ellos quienes, al frente de sus gauchos, retoman la verdadera bandera de Mayo. Tracasada la campaia de Belgrano en el Paraguay y con enormes dificultades en el Alto Perd. la Revolucién, con el alzamiento artiguista, se expande y encierra entre dos fucgos al absolutismo en Montevideo. En mayo de 1811, los revolucionarios derrotan a las fuerzas realistas en Las Piedras. Luego, avanzan sobre Montevideo, iniciando asi el sitio, baj la jefatura de Rondeau. De este modo, ingresan las masas bajo la bandera srigle en la Revolucion hispanoamericana, colocando al absolutism al borde de su total aniquilamiento en el Rio de la Plata. al enfrentar, en dos oportunidades, a los vimicos de Mariano More » (compilador): Escritos politicos y nas, 1997, p. 316 iucidn, Buenos Aires, Lasacla, 1961, p. 202, * Mariano Moreno, en Piero, Norbe no, Buenos Aires, Edicion Letras Argent! » Jesualdo: Artigas. Del vasallaje a la revel * Ibid. p. 217, Ibid., p. 201 " Ibid., p. 204 » Mariano Moreno, ob: cit. p- 316 " Ibid., p. 313, nnerTo GALASSO : HISTORIA DE LA Axg GNTINg Rendicién de Posadas en Las Piedras, éleo de Juan Manuel Blanes, La base social del artiguismo Juan Canter, lanza rayos y centellas conera éh aa ca ‘ do (ver / ntoso come mucabro; altane fon J. Monteagude, ¢t p2°"* 19 con jos humildes, ul con los grandes. eruad, 194 © Granda, 1965, tome 2p 3 Kons, Jose Marta: Historia argensina, enon Air lid. p. 386. asso + Hh 172 Nonenro G DE LA ARGENTINA Deja por doquier una persistente, aspera y tragica esencia. Pareciera que una maldicign implacable guiara la trayectoria de sus pasos [...] pregonero de la violencia y de la fuerza [..J jacobino frenético, demagogo versdtil [.. Es Bernardo de Monteagudo, amante y amado de las mujeres, sayén y esclavo de la Logia™®. . El enfrentamiento se agudiza con motivo de las elecciones para designar nuevos triunviros, Las maniobras fraudulentas que se atribuyen principalmente a Pueyrredén impiden la eleccién de Monteagudo y son nombrados dos hombres adictos al gobierno: Obligado y Medrano. La protesta se generaliza en las calles. Los manifestantes atacan las casas de Pueyrredén y de su hermano, al tiempo que exigen las renuncias de Riglos, Garcfa, Lezica y Pinedo, todos ellos de neta filiaci6n antimorenista, que ocupan diversos cargos en el gobierno. i a E17 de octubre de 1812, por la noche, las fuerzas militares dirigidas por San Martin y Alvear toman posicién frente al Cabildo, con el apoyo de un regimiento al mando de Ortiz de Ocampo y de la artillerfa, comandada por Pinto. En la mafiana del 8, la Sociedad Patriética moviliza a las fuerzas populares, acompafiando a los soldados, para provocar la caida del Triunvirato. El historiador Mitre no esconde sus simpatfas por el gobierno pues sostiene que estaba “compuesto de nobles caracteres y de inteligencias de primer orden”, aunque se ve obligado a admitir que existieron maniobras fraudulentas en la eleccién de los nuevos representantes. Desplazado el Primer Triunvirato, se suceden tratativas para establecer de qué modo se reencauzaré el proceso revolucionario, Finalmente, se vota un Segundo Triunvira Nicolas Rodriguez Pefia, morenista, obtiene 172 votos a favor y 12 en contra, Antonio Alvarez Jonte, espafiol liberal, integrante de la Logia y amigo de San Martin, obtiene 147 votos a favor y 35 en contra, Como tercer triunviro es designado Juan José Paso, cuyo escaso caudal electoral (96 a favor, 87 en contra) evidencia la desconfianza originada por sus tdcticas oportunistas. El nuevo Triunvirato convoca a una Asamblea General Consti- tuyente que habré de reunirse en enero de 1813. Los integrantes del gobierno depuesto sufren diversas sanciones. Pueyrredén es des- terrado a su estancia de Arrecifes y luego, a San Luis, donde permanece hasta 1816. Rivadavia sufte arresto durante cierto tiempo y luego es sometido a juicio. “Dominaban ahora los morenistas en el gobierno erigido el 8 de octubre”, sefiala Vicente Fidel Lopez”. Efectivamente, ahf estén Larrea, Rodriguez Pefia, Azcuénaga, Vieytes, Planes, French, Donado, Dupuy, Guido, Beruti... Son los mismos del 25 de Mayo, salvo los que han cafdo en el camino (Moreno, Alberti, Castelli). Vuelven con Ia intencién de retomar las viejas banderas, pero ni las arengas de Monteagudo, ni las reivindicaciones fogosas de Alvear alcanzan a reemplazar la clarividencia de Moreno. A menos de tres afios del inicio de la revolucién, se hallan més ideologizados, un tanto descrefdos, algunos de ellos ganados por cierto iluminismo, un revolucionarismo abs- tracto que se desata en fuegos de artificio y formalidades novedosas, pero se percibe claramente la ausencia de aquel “Sabiecito del Sur” cuyo cuerpo fue alimento de las bestias marinas en marzo de 1811. __ Este desplazamiento de los compafieros de Moreno a posiciones propias de un despo- tismo ilustrado se advierte cuando, por un lado, convocan al artiguismo a participar & Ja Asamblea, lo cual permite que tropas portefias y artiguistas confluyan en el segund? sitio de Montevideo, al tiempo que enarbolan el programa democratico de la revolucién- 2% Academia Nacional de la Historia: Historia de la Nacién Argentina, Buenos Aires, El Atenco, 1961, volumen 5, 1* secci6n, p. 240. ® Lopez, Vicente Fidel: Historia de la Republica Argentina, Buenos Aires, Kraft, 1913, tomo LY, p. 248: Ant 173 Pero luego, concluyen rechazando a los representantes de Artigas, cuyos planteos Coneretos desbordan sus’ formulaciones abstractas, tornéndolos peligrosos Las principales instrucciones dadas Por Artigas a los diputados de la Provin. cia Oriental, para su desempeno ante la Asamblea Constituyente de Buenos A res, son las siguientes: declaracién de la independencia, pacto de confederacién entre las provincias, amplia libertad civil Y religiosa, organizacién federal, division de poderes, que el tertitorio que ocupan estos pueblos de Ia costa oriental del Uru. guay hasta lr forteleza de Santa Teresa, forma una sola provincia, denominada la Provincia Oriental, que incluya a los siete pucilos de Misiones, los de Batovt, Santa Tecla, San Rafael y Tacuarembé, en esa época ocupados por los portugueses, habilitacién de los puertos de Maldonado Artigas en el Paraguay por Eduardo Carbajal. y la Colonia y que ningiin puerto tenga preferencias ni beneficios especiales, que 1a sede de las Provincias Unidas no se establezca en Buenos Aires, unién de todas las pro. vincias para la defensa comtin, seguridad, libertad y felicidad, normas constitucionsles ue preserven de todo despotismo military organizacion republicana que resguarde “las ventajas de la libertad, y mantener un gobierno libre, de piedad, justicia, moderacién ¢ industria” ; En junio de 1813, la Asamblea rechaza a los diputados orientales. Las instrucciones formuladas por Artigas son muy concretas y exceden Jas audacias de los morenistas en declinacién, 1o cual explicaria la negativa de estos a incorporar a los artiguistas. Otro factor consistirfa en que ya se han producido disidencias dentro de la Logia entre los hombres de San Martin os de Alen eximando exe kimos qué lo representantes de Artigas probablement e lian cn os de San Mart, hacindoles perder su con. trol de la Asamblea. La crisis entre el Segundo Triunvirato y Artigas se agrava cuando, i 3, Rondeau organiza un Congreso en la Capilla de Francisco Antonio a 1 caudillo oriental responde el 20 de enero de 1814 Perea ee aera son Menteaades Gis mastaul fuaiee NaudesatRiea Mee fat eee ae ed iota ce marae amare el pkiarns Sorin z La Asamblea del Afio XIII y la cuestion de la independen 3 ignada por el espiritu es el 31 de enero de 1813 y esta signa ae are aes figures més importantes, entre otros Bernardo de Montes fade Canta Marta de: Alvear, Juan Larrea, Gervasio A. Posadas, Hipdlito Vieytes, Vicente Ce pun Donado, Francisco Argerich y Pedro José Agrelo “Artigas y el federalismo en el Rio de la Plata, Buenos Aires, Hyspamérica Washington: Artigas y e ™ Reyes Abadie, Ediciones Argentina S. A., 1986, p. 320, nro GALASSO : Histon 174 Now 1 Ancearing medio de la instalacién de ta Junta Han transcurrido mas de dos aflos y ¢ nombre de Fernando VII y puede observarse que Ia idea independentista va ganando terreny Si bien “no pocas de las férmulas de la Asamblea fueron modeladas a semejanza de, decreto de instalacién de las Cortes de Cdiz, del 24 de septiembre de 1810", ta dep, lidad y vacilaciones de la revolucién espafiola tornan cada vez mAs utdpico el mante nimiento de una politica comin. Es cierto que el sector democratico espafiol observ, fidelidad a su reconocimiento de los tcrritorios americanos como provincias y que no ha enviado fuerzas de represién para sofocar a las Juntas americanas, reduciéndose Ja lucha bélica a las fuerzas que en América se definen por ef absolutismo contra las que se declaran por la soberania popular, Pero también es cierto que a los efectos de Ia constituyente de CAdiv, los espafioles han otorgado una representacién menguada a log americanos -no proporcional a la poblacién-, lo que ha provocado disgusto y alimenta Ja intencidn separatista, Tanto es asf, que en la Asamblea son varios los representantes que proponen declarar la independencia, Sin embargo, esta no se declara, ni tampoco ‘se sanciona una Constitucién. En cambio, puede observarse que se adoptan medidas que van apuntando hacia ia independencia. Entre ellas, la Asamblea se instala declarando que “reside en ella la re presentacién y ejercicio de la Soberanfa de las Provincias Unidas del Rio de la Plata’, con lo cual abandona la férmula de juramento en nombre de Fernando VIL. Asimismo, decide que “se abran sellos nuevos que digan Provincias del Rfo de la Plata, por el reverso tun sol que ocupe todo el centro y alrededor la inscripcién siguiente: En unién y libertad”, desplazando asf la imagen real. Una carta de fray Cayetano Rodriguez a Agust{n Molina, del 10 de enero de 1813, evidencia las vacilaciones en esa materia: “La Asamblea se acerca, veremos cual es su fin y qué gobierno sanciona. Gritan muchos porque la independencia se sancione; otros, temiendo salir del cascardn en que estuvieron siempre metidos, dicen que atin no es tiempo. Este ha de ser un punto de discusién bastante agrio. Atin les parece corto el tiem- po de nuestra esclavitud y mucho rango para un pueblo americano el ser libre. Vamos, pucs, fernandeando por activa y pasiva, casados con nuestras malditas actitudes més arraigadas que el sebo de las tripas”™. Juan Canter sefala, como prueba de las opiniones divergentes, que “muchos se mos traron reacios a prestar juramento” en el cual no se mencionase al rey cautivo y que “mostraban una sorprendente tenacidad en el incumplimiento”, mencionando, entt® otros, 4 Gregorio Funes, Hilario Ramos, José Juan Larramendi, Miguel O'Gorman, Co¥ me Argerich y Alejo Castex y que “incluso hubo quienes manifestaron su desagrado’s como Joaquin Bedoya y Agustin Pio de El(o". Asimismo, los diputados por Tucuma® han ido a la Asamblea con precisas instrucciones: “de ninguna manera consientan e 8 determinacion de independencia, que a mas de ser prematura, nos traerd un torrente de males y contradicciones™, Esta conducta -incomprensible si fuese cierta la tesis un Mayo separatista en 1810- evidencia de qué manera la independencia constituy® & Salto importante que, a juicio de muchos, resulta arriesgado Trompe, ademds, con 'e motivos centrales de la revolucién. Con relacion a ssunto, la Asamblea decreta que fucran “removidos de los ® Academia de Historia: ob. cit, volumen 6, 1" Seceion, p44. Silva, Carlos Albervo: EI Poder Leyisluivo de | : " Lagislaivo de la Nacion Argentina, Bue " tome Ip. 68 reproduc en La Asam del uns 149 ae Bens Ales, Ci mara de Dipuades lel ano e Narciso Lugonest CEAL. 1972, 296 ‘lo 1813, Documentos de Polémica, de N * Academia de la Historia: ob. cit., volumen 6, ¥ seccion, * Ibid, p. 155. on, p. az ewer cross ARTIGAS¥ LAS MASAS POPULARES EN La nevoLUcion Sy anit, 175 pleos eclesidsticos, civiles y militares Buenos Aires que no hubieran obtenid Pero, cde qué ciudadania se habla cy vese, por ejemplo, lo ocurride con le Larrea presentan al gobierno uy todos los europeos (espafoles) residentes en 0 ciudadanta en el término de quince dias" | pats no se ha declarado independiente? Obsér s hermanos del vocal Larrea. Ramén y Bernabé cides por opinion rar card Solicitud, el 21 de julio de 1812, donde afirman: "De ) cheno 2 sostener los Derechos del Hombre, en cualquier ais donde la tiranfa haya hecho se Peel rydete al prince dee sorta cetro de bronce, hemos considerado [un de alos del pueblo americano para derribar oe, oe habian elevado sobre las ruinas del mundo y restsblecgy oe gus desPotas espanoes [J La casualidad nos do a Pee ee ¥testableer su rignariaindependencia pt que mel onde ena ta ean hal origen y ciudadanos de todo el mundo por ie nuestro nombre del infame padrdn de los eros conguistulores de sae ee erat cribirlo en la nueva lista de la América del Sud [..] Con este designio [..| sirvece com. cedernos el titulo de ciudadanos de estos paises y en su virtud, quedar excluidos del nuimero de los europeos y disfrutar de todos los derechos y preeminencias que por tal nos corresponde™. Se estima que Juan Larrea también se hizo ciudadano, al igual que sus hermanos. Otro espafiol, compaiiero de French en los sucesos de Mayo, Francisco Mariano de Orma, solicita también convertirse en “ciudadano de estos paises”. Tam- bién solicita “ciudadania” Salvador Cornet, catalén, morenista, director de la fabrica de fusiles, en 1813, més tarde alvearista y luego, dorreguista. Se produce asi una curiosa situacién, pues estos espafioles que adquieren ciuda- dania se dicen “del pais”, pero este atin no existe como entidad auténoma. Pero, por otra parte, corroboran el cardcter inicialmente democritico -y no separatista~ de la revolucién. Se explica, asimismo, que Vigoder, jefe de la plaza de Montevideo, afirme en una carta, de fines de 1813: “Los rebeldes han declarado a la faz de todas las naciones que ya no son espafioles [...] Su pabell6n, su moneda y sus leyes habian sido, hasta ahora, los de la monarquia, sus decretos los encabezaban en nombre de nuestro Augusto Monarca [..] mas su orgullo mismo ha antcipado la declaracisn de independencia, sefialéndola con un nuevo pabellén y acunando moneda del fla- mante estado de las Provincias del Rio de la Plata". Se equivocaba, sin embargo, Gaspar de Vigodet al referitse a la bandera, pues esta recién seria reconacida en 1816, después de la declaracién de la independencia, Porienwerst ' saan bandera tepaftola flameaba todavia en el Fuerte, en los barcos ¥ en los eiéretos sta susclon que seguramente resulta sorprendente para muchos- Vicente Fide} 1 Mituria de la Republica Argentina, la ratitica sin ning = Pee Se re P oper, refiriéndose a un hecho ocurrido en 1814 no ejército de la Capital -sostiene Lopez, Tas espadolas [..] Los cuerpos recien in usado ni a e ‘abt B ces mas banderas qu s teme : MN ados de la Capital trafan las banderas que siempre habian usado; las ente Hega Montevideo ba las bande- ntevideo bajo el mando de Rondeau; ee ue Brow pebte say Ueatruido a la escuadra espaitola, con que Alvear ras con que Brown habfa tomado Montevideo""* ‘Tulleres Olivieri y Dorwinguez, La Plata, 19289, pp. 25 y 26 6, I? secci6n, p. 154 " Bhfd., p. 143. : ™ Caraffa, Pedro Isidro: Dr Juan Lares Academia de Ia Historia: ob. cits WON 4 Taner Vicente Fidel: ob. it, tome VP 176 El programa Mientras la Asamblea posterga la di constituyen la concre sus decision Mayo, es decir, las ideas cet Una de las principa derados y tenidos por libres, todos lo el 31 de enero de 1813, incl esclavos de paises extranjeros, que d en adelante queden libres por solo ¢ Unidas™. Estas dos disposiciones son reglai clavos de otros paises, se deberd enter Moye : é as Bye ma ne Oe nine rt oe Kb ee, em coat 2 fon? TF lgpume Pree hecstre sete Pah Texto a través del cual la Asamblea del arto XIII de- clara abolidos los tormentos y en el que se ven las fr- ‘mas del dipurado portento Valentin Gémez y de Juan Larrea, que presidfa la sesion, Gauasso- HIstOntA DE LA ARGuNn Non de la revolucién democratica lecisién respecto a Ia independencia, en cambio, nn del programa revolucionario democratico de es del morenismo. : ara de ee la lamada “libertad de vientres: “sean cons. os que en dicho territorio hubiesen nacido desde ‘ive en adelante””, Asimismo, se declara “que todos los fe cualquier modo se introduzcan desde este dia hecho de pisar el territorio de las Provincias mentadas luego aclarando que respecto a los es. snder aquellos que sean introducidos por via de comercio o venta, contra las disposiciones anteriores prohibitivas de dicho. wétfico y de ningiin modo los que se hubieren transfugado de aquellos paises”. Con respecto a los nacidos a partir del 31 de enero, se establece que ‘permanecerian en los domicilios de sus patronos hasta la edad de 20 afios [...] Las libertas que- daban emancipadas a los 16 afios.o antes, si se hubieran casado™, Agrega que “los libertos servian gratis a sus patronos has- ta la edad de 15 afios, durante los cinco restantes se les abonaba, um peso, men- sual [...] [las libertas] desde la edad de 14 afios recibfan un peso, mensual [,,.]| Cum- plidos los veinte afios.los libertos elegian su profesién™'. A modo. de conclusién, se sostiene en la sesién dell dia,2 de febrero: “Este barbaro derecho deli mas fuerte [..] desapareceré en, lo sucesivo [..]) se extin- guird sucesivamente hasta, que sea rege- nerada esa miserable raza,igual.atodas las clases del estado y haga ver que lanatura- Jeza nunca ha formado esclavos sino hom- bres, pero que la educacién hadividido la tierra en opresores y oprimidos™ Otras medidas importantes son’ a) Abolicién de la Inquisicién y “prohi- 1 Sesion de la Asamblea del 2 de febrero de 1813 citado en Academia Nacional de la Historia, ob. cits volumen 6, 1*seccién, p. 100. % Sesién de la Asamblea del 4 de febrero de 1 © Ibid, p. 101, © Ibid Thidi, p. 100. itado en ob. cit, p, 101, » Academia Nacional de la Historia; ob, cit, p, 104, © Lugones, Narciso Juan: ob. cit. y Academia Nacional de la Historia; ob. cit,, tomo 6, 1* seccién. ARTIGAS LAS MASAS POPULARES EN LA neVoLuci SUS EN LA REVOLUCION jlaza mayor [...] mt i P)) anulacién de los emblemas cen casas y demés parajes puiblicos, relacién a sefialadas familias y “extincién de todos los titulo: Provincias Unidas; ©) extincién del tributo y derogacién de “la mi Gaede pemoialda Ls Indios tac niee, la mita, las encomiendas, el yanaconazgo y i especto y sin exceptuar a lslglsis sus Pérrocos [.]y tenga alos Indios [-] por horton peng yen igualdad de derechos a todos ” idiomas guarani, quechua y a el 7

También podría gustarte