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El impacto positivo

de las energías
renovables sobre el
medioambiente

Sandra Haro
La energía solar fotovoltaica y su impacto
medioambiental

La energía solar es una de las principales fuentes de


energía limpia y renovable. El impacto que la producción
de la misma tiene sobre el medioambiente es positivo,
puesto que es de las que menos contaminan y no usa
recursos naturales agotables.
En este sentido podemos hablar sobre las siguientes
ventajas:
Las emisiones: un sistema fotovoltaico no produce
CO2 a la hora de generar energía, por lo tanto no
contribuye al efecto invernadero
El ruido: son muy silenciosos, un sistema de placas
solares hace menos ruido que una nevera
Paisaje: son agradables a la vista, por lo tanto
podemos hablar incluso de una mejora en cuanto a
la estética, especialmente en el caso del
autoconsumo
El suelo: en el caso del autoconsumo, además, el
suelo tampoco se ve afectado por las instalaciones
fotovoltaicas, puesto que se suelen montar en las
cubiertas de los edificios. Las grandes huertas
solares en cambio sí que dejan huella sobre el suelo,
no obstante, a diferencia de otras maneras de
generar energía, son muy poco invasivas
El agua: cuida este recurso natural ya que no
necesita agua para producir energía
Residuos: no producen ningún tipo de residuo.
Los paneles solares y la sostenibilidad

Además de las ventajas que le aportan al


medioambiente a la hora de funcionar, los paneles
solares son sostenibles son de los menos dañinos a la
hora de fabricar también. El material principal del cual
se hacen los módulos es el silicio. El silicio se obtiene de
arena, elemento que se puede encontrar en abundancia
en la naturaleza. Es más, tienen una vida muy larga,
pues un módulo puede llegar a producir energía solar
hasta 30 años. Una vez que este tiempo haya pasado, los
módulos fotovoltaicos se deben reciclar y de tal forma
reducir todavía más el impacto de la energía solar sobre
el medioambiente. Los paneles solares son reciclables
casi al 90%. Estos están hechos principalmente de vidrio
y aluminio, materiales fácilmente reciclables, así como
silicio, plata o cobre, elementos contenidos por el papel.

Según la organización Our World Data en 2020 la energía


solar era considerada la más segura, siendo la que
menos muertes provoca a nivel internacional, bien por
contaminación u por otras razones. El estudio
contempla las fuentes de energía más utilizadas.
Con respecto a las toneladas de CO2 producido por
GWh producido, la energía eólica, la solar y la nuclear
son las que menos contaminan. No obstante, como
veremos más adelante, el uso de la energía nuclear
esconde otros riesgos importantes.
El impacto medioambiental de la energía mareomotriz

Los efectos generados por esta energía tienen tanto


un lado positivo, como un lado negativo.
El principal efecto positivo está relacionado, al igual
que en el caso de las otras energías limpias, con las
emisiones cero de dióxido de carbono. Además, las
instalaciones de aprovechamiento son construcciones
duraderas, que no ponen en peligro las vidas o la salud
de las personas como haría, por ejemplo, una central
nuclear. No obstante, este tipo de instalaciones son
muy invasivas para la flora y la fauna marina, así
como afectar la calidad del agua. Además, las
instalaciones requieren una inversión inicial elevada y
los trabajos de construcción pueden dañar la zona.
EL IMPACTO AMBIENTAL
DE LAS ENERGÍAS NO
RENOVABLES: CAMBIO
CLIMÁTICO Y MÁS

Sandra Haro
Si queremos cumplir con el Acuerdo de París y
evitar que la temperatura global supere un
aumento de 2 ºC durante este siglo, es
indispensable que el 60 % del petróleo que aún
está disponible, así como el 90 % del carbón,
permanezcan bajo tierra, sin que los utilicemos.
Así lo afirma un reciente estudio publicado en la
revista Nature, que alienta a dejar de utilizar
energías no renovables para salvarnos de una
catástrofe climática. Los peligros de estas fuentes
de energía abarcan mucho más que el
calentamiento global. Te contamos qué son y
cuáles son los impactos medioambientales de las
energías no renovables.

¿Qué voy a leer en este artículo?


El problema de las energías no renovables
Impacto ambiental de las energías no
renovables
El combustible del cambio climático
Derrames y vertidos de petróleo
Residuos radiactivos
Lluvia ácida
Efectos sobre la salud humana
Transición energética: el camino hacia las
renovables
El problema de las energías no renovables
Comencemos con un dato significativo: los
humanos consumimos en apenas un año lo que
la naturaleza ha tardado millones de años en
producir. Es lo que ocurre, por ejemplo, con los
combustibles fósiles. Tardan miles o millones
de años en formarse y en apenas unas décadas
habremos agotado todas las reservas de estas
fuentes de energía.
“Es indispensable que el 60 % del petróleo que
aún está disponible, así como el 90 % del
carbón, permanezcan bajo tierra”
Precisamente por eso al carbón, al petróleo o al
gas natural se les conoce como fuentes de
energía no renovables, porque podemos
encontrarlos en cantidades limitadas en la
naturaleza. Es decir, se generan a partir de
recursos finitos o que tardan muchísimo
tiempo en regenerarse. La energía nuclear
también es una fuente de energía no renovable
porque el combustible que utiliza -el uranio- no
se regenera por sí solo. Sin embargo, sí sirve
para combatir el cambio climático, porque no
emite CO2 ni ningún gas de efecto invernadero.

.
Impacto ambiental de las energías no
renovables
En la naturaleza podemos encontrar estos
recursos, pero van desapareciendo con su
uso. Según un reciente estudio publicado en
la revista científica Nature, las reservas de
petróleo se agotarán hacia el año 2043. Lo
mismo ocurre con el carbón y el gas natural:
la fecha en la que ya no dispondremos de
estos fósiles está muy próxima. Pero no la
razón por la que estamos obligados a buscar
con urgencia nuevas fuentes de energía no
es porque estos recursos se agoten, que
también, sino por el grave impacto
ambiental de las energías no renovables
sobre nuestro planeta
.

.
Lluvia ácida 🌧💦
La lluvia ácida es una de las consecuencias
de la contaminación atmosférica. Se produce
cuando las emisiones contaminantes de las
fábricas, automóviles o calderas de
calefacción entran en contacto con la
humedad de la atmósfera. Emisiones
provocadas por la quema de combustibles
fósiles y que provocan la acidificación de
suelos, lagos y mares con el consiguiente
perjuicio para la flora y la fauna terrestre y
marina.

Efectos sobre la salud humana 😷🤒


Lo cierto es que todas las consecuencias del
uso de energías no renovables mencionadas
anteriormente repercuten de una forma u
otra en la salud de las personas. Pero, yendo
a datos más concretos, la contaminación del
aire por la quema de combustibles fósiles
provoca cada año 4,5 millones de muertes en
todo el mundo, según un estudio elaborado
por Greenpeace y el Centro de Investigación
en Energía y Aire Limpio (CREA, por sus siglas
en inglés).
Por no mencionar, que según las estimaciones de la
OMS, alrededor de 4,2 millones de muertes
prematuras ocurren cada año por la exposición a
partículas de metales vinculados con la quema de
combustibles fósiles.

Transición energética: el camino hacia las renovables


Por suerte, todos estos impactos pueden evitarse,
disminuirse e incluso revertirse. ¿Cómo? Apostando
firmemente por las renovables y apoyando una
transición definitiva hacia fuentes limpias e
inagotables de energía. Hablamos de la energía eólica,
energía solar fotovoltaica, termosolar, hidráulica, etc.
Según el estudio de Nature que mencionábamos al
principio de este artículo, si no dejamos de utilizar
energías no renovables de inmediato, la subida de las
temperaturas que nos espera traerá cambios
irreversibles para nuestro planeta: aumento de las
olas de calor, temporadas cálidas más largas,
temporadas frías más cortas, un repunte de los
fenómenos meteorológicos más extremos, etc.
Es necesario un esfuerzo por parte de todos los países
para conseguir un sistema energético mundial que sea
estable, sostenible y asequible. Un mundo que
funcione a partir de las energías renovables es
indispensable para garantizar nuestro futuro y el del
planeta.

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