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POEMA

LAS NUBES DE SEATTLE.

Aquella noche, te contare lo que siento,

eso que sentí, cuando viajaba por las nubes de Seattle.

Aquello que nunca pude confesarte a los labios.

Cuando viaje de Oregón a Washington,

en cada cielo te encontraba,

en cada pase de avión que marcaba tu nombre,

y en cada ventana de aquel avión que habitaba.

Te podre suspirar una y mil veces cuanto te ame

sin pensar el daño, que todo esto me causara.

Amare cada uno de tus brazos, cada parte de tu cuerpo,

cada cosa junto a ti, será como mi gran nuevo museo.

Y pensar que nada de esto podría haber sido posible,

pero el universo y el eclipse, serán siempre nuestro.

Como esa luna nueva que entrara en nosotros,

aquella que se juntara con el sol, para el final de los tiempos.

Fuimos como esas líneas asíntotas,

que se acercan mucho en algún punto,

pero jamás llegaran a rozarse.


Bueno, eso entendí, hasta que te conocí a ti.

En esas nubes de Seattle.

También fuimos unas líneas paralelas, ellas son idénticas.

pero a diferencia de ellas, nosotros cruzamos ciertos caminos.

Los cuales se hacen llamar, finales prohibidos.

Solo te ruego que no seamos como esas líneas tangentes,

esas que se encuentran una sola vez,

y que se separan para siempre.

Espero que puedas recordar mi historia,

que puedas recordarme con cariño y sin mal memoria.

que cuando anuncien mi nuevo vuelo por la ciudad,

te encuentres en aquel cielo que alumbra mi camino de soledad.

Que aquella nueva nube se vuelva a repetir mil veces más,

que le pidas a nuestro amor que me guie en el vuelo,

y que cuando llueva en este mundo, cada gota inicie y termine,

en las nubes de Seattle y en ese puerto.

AUTOR: ODETTE VICENCIO.

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