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BIÓSFERA

La biosfera o biósfera es la “envoltura viva” del planeta tierra, es decir, el conjunto


total de formas de vida (animal, vegetal, microbiana, etc.) y el sistema que
conforman con sus respectivos entornos, ubicado en la porción superficial de
la corteza terrestre. En otras palabras, la biosfera es el ecosistema global, en el
que se incluyen todos los ecosistemas locales.
La biosfera surgió en nuestro planeta hace alrededor de 3.500 millones de años, y
desde entonces evoluciona en complejidad y biodiversidad, a pesar de haber
atravesado numerosas extinciones masivas. El ser humano forma parte de ella, y
por lo tanto también sus comunidades, naciones y ciudades.
La biosfera está compuesta por las formas de vida en sí mismas, es decir, por el
total de los seres humanos, animales, plantas, hongos, microorganismos y demás.
Además, también la componen los distintos ciclos biogeoquímicos que hacen
posible el sostén de la vida, que tienen lugar en la superficie terrestre.
La biosfera no posee capas, pues no se trata de algo que posea una estructura en
sí misma. Sin embargo, en ella convergen tres sistemas que podrían entenderse
como fundamentales para su mantenimiento, que son:
Geósfera. La capa física y sólida de la Tierra, en cuya superficie se produce la
vida.
Hidrósfera. El conjunto de todos los cuerpos de agua líquida y sólida que existen
en el planeta, y sin los cuales la vida no habría sido ni sería posible.
Atmósfera. La bola heterogénea de gases que recubre a la geósfera, y que brinda
los gases indispensables para la vida como la conocemos, particularmente el
dióxido de carbono (CO2) necesario para la fotosíntesis y el oxígeno (O) necesario
para la respiración.
La biosfera es única en el Sistema Solar, dado que la Tierra es el único planeta en
el que se ha conocido la vida. Esto quizá signifique que la ubicación y propiedades
de la Tierra son únicas o extremadamente raras, y que por lo tanto el surgimiento
de la biosfera es algo de una importancia suprema.
Además, los procesos bioquímicos emprendidos por las distintas formas de vida
alteran el medio ambiente, sumando o restando elementos en diversos
compuestos, lo cual incide a su vez en el estado geoquímico del mundo.
La biodiversidad es esencial para el equilibrio de los ecosistemas. Los
ecosistemas son unidades funcionales dentro de la biosfera, pueden ser desiertos,
seres tropicales, océanos, etc. y están formados por seres vivos y su entorno.
La preservación de la biosfera es esencial para la supervivencia de las especies y
la salud del planeta. Esto implica medidas de conservación de la biodiversidad y la
reducción de la huella ecológica. Los ciclos de elementos como el carbono, el
nitrógeno y el agua son fundamentales para la vida y la biosfera ya que permiten
la circulación de nutrientes.
La conservación de la biosfera implica la protección de áreas naturales, la
restauración de ecosistemas dañados la promoción de prácticas agrícolas
sostenibles y la concienciación pública sobre la importancia de la biodiversidad. la
actividad humana ha tenido un impacto significativo de la biosfera. La
deforestación, la contaminación, organización y la sobreexplotación de recursos
naturales son algunas de las amenazas que enfrenta.

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