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Buena parte de los escritos propagandistas son simple falsificación.

Los
hechos materiales son suprimidos, las fechas, alteradas y las citas, sacadas
de contexto y manipuladas para cambiar su significado (George Orwell)
Noam Chomsky es, para el New York Times, «probablemente el intelectual
vivo más importante»; para el Chicago Tribune, «el autor vivo más citado del
mundo», y para la Rolling Stone «uno de los más respetados e influyentes
intelectuales del mundo». Chávez proclama su adoración por él en la ONU.
Los «afamados» guionistas Ben Affleck y Matt Damon alaban su panfleto
Fabricando consensos en la película El indomable Will Hunting. Una
búsqueda en Google de su apellido ofrece aproximadamente 13 400 000
resultados. Para poner esto en perspectiva hay que indicar que sobre Lenin y
Stalin «sólo» hay, según el mismo buscador, 14 y 15 millones de menciones
en internet, respectivamente.
Chomsky dice considerarse anarquista. Sin embargo, su supuesta ideología
no tiene realmente importancia ni para él ni para sus seguidores, de ahí que
el hecho de que haya invertido su considerable fortuna capitalista de dos
millones de dólares en fondos de inversión a nombre de sus hijos, para evitar
los impuestos a la muerte, que oficialmente deplora, no haya provocado
hecatombe alguna entre sus fanáticos. No, el lingüista debe su popularidad a
sus análisis de política internacional, que dan un barniz aparentemente
académico a la religión preferida entre la progresía: el antiamericanismo, con
su compañero inseparable, el «antisionismo». Para alcanzar su estatus de
icono izquierdista Chomsky sólo ha tenido que trasladar el prestigio ganado
en el campo de la lingüística a la política y, en esta nueva ocupación, mentir.
Eso sí, con mucha clase.
Un académico honrado, aun cuando parta de ideas preconcebidas, las
reexamina a partir de los datos que va encontrando y las modifica, o no,
dependiendo de lo que la realidad le enseñe. Chomsky emplea el método
opuesto. Parte de unas conclusiones comunes a todos sus escritos: que
Estados Unidos e Israel son los causantes de todo el mal en el mundo, a
partir de ellas busca los datos que puedan confirmarlas y desecha los
demás. Eso, en el mejor de los casos. En el peor, simplemente se los
inventa.

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Paul Bogdanor

Las 100 principales mentiras de


Chomsky
ePub r1.0
Titivillus 22.02.15

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Título original: The Top 100 Chomsky Lies
Paul Bogdanor, 2014
Traducción: Mariano Bas Uribe

Editor digital: Titivillus


ePub base r1.2

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Comienza como predicador ante el mundo y termina como un estafador intelectual.

Arthur Schlesinger
(Commentary, diciembre 1969)

En su fanatismo ideológico cambia constantemente sus argumentos y retuerce


referencias, citas y hechos, mientras declara su compromiso de encontrar la verdad.

Leopold Labedz
(Encounter, julio 1980)

Incluso en las raras ocasiones, cuando el señor Chomsky está tratando con hechos y
no con fantasías, exagera en un factor de, más o menos, cuatro o cinco.

Walter Laqueur
(The New Republic, 24 de marzo de 1982)

Después de muchos años, llegué a la conclusión de que todo lo que dice es falso.
Mentirá sólo por el placer de hacerlo. Cada uno de sus argumentos está teñido y
codificado con falsedad y pretensión. Era como jugar al ajedrez con piezas
adicionales. Todo era falso.

Paul Postal
(The New Yorker, 31 de marzo de 2003)

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Las 10 principales mentiras de Chomsky sobre
las matanzas masivas comunistas

10
La mentira: «En comparación con las condiciones impuestas por la tiranía y la
violencia de EE.UU., el Este de Europa bajo la esfera rusa era prácticamente un
Paraíso».[1]
La verdad: Los comunistas mataron entre 4 y 5 millones de personas en Ucrania;
400 000 en Polonia; 360 000 en Rumanía; 300 000 en Bielorrusia; 200 000 en
Hungría; 100 000 en Alemania del Este; 100 000 en Lituania; 70 000-100 000 en
Yugoslavia; 30 000-40 000 en Bulgaria; 20 000 en Checoslovaquia y 5000 en
Albania. Otras atrocidades incluyen la muerte de más de 500 000 prisioneros de
guerra y las violaciones masivas a más de 2 millones de mujeres por parte del
Ejército Rojo en áreas de Alemania ocupadas por los soviéticos.[2]

9
La mentira: «También es relevante la historia de la colectivización en China,
que, comparada con la Unión Soviética, muestra una mayor confianza en la
persuasión y la ayuda mutua que en la fuerza y el terror y parece haber tenido más
éxito».[3]
La verdad: Los comunistas declararon oficialmente que habían matado a
800 000 personas en los primeros años de dictadura, de forma no oficial admitieron la
muerte de 2 millones en un solo año.[4] La colectivización forzosa china culminó en
el Gran Salto Adelante, la peor catástrofe en la historia humana, en la que murieron
30 millones de personas.[5]

8
La mentira: «las fuentes básicas para las altas estimaciones de muertes en por la
reforma agraria de Vietnam del Norte fueron personas relacionadas con la CIA o el
Ministerio de Propaganda de Saigón (…) de hecho no hay evidencia de que los
líderes ordenaran u organizaran ejecuciones masivas de campesinos».[6]
La verdad: Vietnam del Norte anunció que el 30% de las víctimas fueron

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inocentes y que 15 000 fueron ejecutados por error, lo que significa una matanza de
50 000 personas. Informaciones de desertores de Vietnam del Norte indican que se
mató a 50.000. A un diplomático húngaro se le dijo a través de una fuente oficial que
se había matado a 60.000. Un izquierdista francés que trabajaba en Vietnam del Norte
escribió que se había masacrado a 100.000. El total de muertes habría sido muchas
veces mayor, ya que las familias de los ejecutados murieron de hambre bajo la
política de «aislamiento».[7]

7
La mentira: «El éxito revolucionario en Vietnam, tanto en la teoría como en la
práctica se basó principalmente en tratar de atender las necesidades de las masas (…)
Un movimiento adaptado para ganarse el apoyo de las masas rurales no ocasionaría
baños de sangre entre la población rural».[8]
La verdad: Según estimaciones conservadoras, los escuadrones de la muerte del
Vietcong asesinaron a 37 000 civiles en Vietnam del Sur; la cifra real fue mucho
mayor, ya que se registró sólo una pequeña parte de los asesinatos anteriores a 1967 y
los datos sólo llegan hasta 1972. Los terroristas del Vietcong también iniciaron una
campaña de matanzas masivas contra aldeas civiles y campos de refugiados; en la
parte álgida de la guerra, cerca de un tercio de las muertes civiles fueron resultado de
atrocidades deliberadas del Vietcong.[9]

6
La mentira: «Dado lo confuso de los acontecimientos y evidencias, sumado a la
completa falta de fiabilidad de las “pruebas” de EEUU-Saigón, como mínimo puede
decirse que el “baño de sangre” del NFL-DVR[10] en Hue fue inventado a partir de
evidencias realmente muy endebles».[11]
La verdad: Los comunistas se jactaron de asesinar a miles de personas en la
ciudad sudvietnamita de Hue. Un regimiento informó que sólo sus unidades habían
matado a 1000 víctimas. Otro informe indicaba que 2867 personas fueron asesinadas.
Otro documento interceptado habla de una «enorme victoria» en la que mataron a
más de 3000 personas. Un documento posterior contaba 2748 ejecuciones.[12]

5
La mentira: «En un fenómeno con pocos paralelos en la experiencia occidental,
parece que ha habido un número de muertes injustificadas cercano a cero en la
posguerra de Vietnam. El milagro de la reconciliación y la moderación (…) ha sido
casi totalmente ignorado».[13]

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La verdad: El desertor Nguyen Cong Hoan afirmó que entre 50 000 y 100 000
personas fueron masacradas por los comunistas. El prisionero político Doan Van Toai
y el oficial comunista Nguyen Tuong Lai informaron que 200 000 desertores del
Vietcong fueron fusilados. Un número estimado en 165 000 disidentes y prisioneros
de guerra murieron en campos de concentración. Las expulsiones masivas llevaron a
la muerte ahogados de 200 000-250 000 boat people, de acuerdo con cifras de la
ONU.[14]

4
La mentira: «parece justo describir la responsabilidad de Estados Unidos y Pol
Pot por atrocidades durante “la década del genocidio” como más o menos del mismo
calibre».[15]
La verdad: No son ni remotamente del mismo calibre. Las fuerzas
estadounidenses causaron en Camboya aproximadamente 40 000 víctimas entre
miembros de los Jemeres Rojos y civiles. Los Jemeres Rojos mataron a más de 1,8
millones de civiles entre 1975 y 1979.[16]

3
La mentira: «Una comparación que presentamos con gran detalle es
especialmente reveladora: el “baño de sangre benigno” llevado a cabo por Indonesia
tras su invasión de Timor Oriental en 1975 y el “baño de sangre vil” de los Jemeres
Rojos cuando se apoderaron de Camboya el mismo año (…) las dos matanzas son
comparables en escala y características».[17]
La verdad: No son comparables ni en escala ni en sus características. La
invasión indonesia de Timor Oriental causó 100 000-180 000 muertes.[18] El
genocidio de los Jemeres Rojos en Camboya causó más de1,8 millones de muertes.
[19] Los militares indonesios llevaron a cabo una brutal represión de la resistencia

armada en un territorio extranjero. El baño de sangre de los Jemeres Rojos fue un


ataque motivado ideológicamente contra una población indefensa en su propio país.

2
La mentira: «Si 2-2½ millones de personas, alrededor de ⅓ de la población
hubieran sido asesinados sistemáticamente por una banda de peligrosos criminales
que hubieran accedido al gobierno, [el senador] McGovern estaría dispuesto a
considerar una intervención militar. Suponemos que no habría hecho esta propuesta si
la cifra de muertos fuera, digamos una centésima parte, es decir, 25 000 personas (…)

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[o] si las muertes no fueran consecuencia de matanzas o hambrunas sistemáticas
organizadas por el estado sino más bien atribuibles en buena medida a venganzas
entre campesinos, unidades militares indisciplinadas fuera del control del gobierno,
hambrunas y enfermedades que son consecuencia directa de la guerra de EE.UU. u
otros factores».[20]
La verdad: Ningún observador serio piensa que sólo murieron 25 000 personas
bajo los Jemeres Rojos o que las muertes masivas fueran consecuencia de otra cosa
que las matanzas y hambrunas sistemáticas organizadas por el estado. Incluso el líder
de los Jemeres Rojos Khieu Zampan reconocía 2 millones de muertes, que atribuía a
la invasión vietnamita.[21]

1
La mentira: «La evacuación [de los Jemeres Rojos] de Phnom Penh,
ampliamente denunciada desde entonces hasta ahora por su indudable brutalidad,
puede en realidad haber salvado muchas vidas. Es sorprendente que los hechos
cruciales raramente aparecen entre las voces condenatorias».[2]
La verdad: Al menos 30 000 niños muy pequeños murieron como consecuencia
directa de la evacuación de Phnom Penh por los Jemeres Rojos.[23] En total, al menos
870 000 hombres, mujeres y niños de Phnom Penh murieron bajo la dictadura de los
Jemeres Rojos.[24]

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Las 10 principales mentiras de Chomsky sobre
la historia moderna

10
La mentira: «Tomemos nuestra propia historia, la historia de la conquista del
hemisferio occidental (…) Los trabajos antropológicos actuales indican que el
número de nativos en el hemisferio occidental puede haber sido de alrededor de 100
millones (…) Tomemos sólo el norte de Río Grande donde había unos 10 o 12
millones de indios americanos (…) Muchos de ellos fueron totalmente erradicados o
exterminados, otros sucumbieron a enfermedades traídas por los europeos. Eso en un
genocidio masivo (…)».[25]
La verdad: Esas cifras de población las inventó el antropólogo Henry Dobyns y
han sido desacreditadas.[26] Más del 90% de los indios americanos murieron por
enfermedades, no por guerras o masacres, de acuerdo con estudios recientes.[27]

9
La mentira: «La magnitud de los logros de EE.UU. al perseguir sus “buenas
intenciones” [en Filipinas] sólo puede adivinarse. El general James Bell, que mandó
las operaciones al sur de Luzón, estimó en mayo de 1901 que un sexto de los nativos
de Luzón había sido muerto o murió por dengue, considerado la consecuencia de la
hambruna producida por la guerra; así que [hubo] más de 600 000 muertos sólo en
esta isla».[28]
La verdad: En 1906 se demostró que esta estimación provenía de «una entrevista
no verificada, no con el bien conocido general James F. Bell, sino con el general
James M. Bell, una persona completamente distinta, cuya experiencia personal estuvo
prácticamente limitada a las tres provincias de más al sur de Luzón, donde hubo
comparativamente poca lucha. Si la entrevista fue auténtica, el soldado en cuestión no
tenía los datos sobre los que basar esa afirmación».[29] En 1984, el historiador John
M. Gates concluía que el número máximo de bajas de la guerra fue de 234 000 de los
cuales unos 200 000 lo fueron por una epidemia de cólera sin prácticamente ninguna
relación con la guerra.[30]

8
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La mentira: «Los Estados Unidos y Gran Bretaña pelearon en la guerra, por
supuesto, pero no principalmente contra la Alemania nazi. La guerra contra la
Alemania nazi la realizaron los rusos (…) tenemos que preguntarnos si la mejor
manera de librarse de Hitler era matar a decenas de millones de rusos. Quizá una
forma mejor era directamente no apoyarles, tal como hicieron Estados Unidos y Gran
Bretaña».[31]
La verdad: Estados Unidos luchó contra la Alemania nazi y el Japón imperial;
Gran Bretaña luchó principalmente contra la Alemania nazi. Los soviéticos fueron
aliados de los nazis hasta 1941; después Estados Unidos les salvó del ataque nazi
ofreciéndoles una masiva ayuda económica y militar.[32] Ni Estados Unidos ni Gran
Bretaña mataron a decenas de millones de rusos: el ataque nazi mató a decenas de
millones de ciudadanos soviéticos, muchos de los cuales no eran rusos. Al contrario
que la Unión Soviética, Estados Unidos y Gran Bretaña nunca fueron aliados de la
Alemania nazi.

7
La mentira: «En Stalingrado en 1942, los rusos rechazaron la ofensiva alemana y
quedó bastante claro que Alemania no iba a ganar la guerra. Bueno, hemos sabido por
los archivos rusos que Gran Bretaña y EE.UU. empezaron entonces a apoyar a los
ejércitos de Hitler para contener el avance ruso. Decenas de miles de tropas rusas
murieron. Supongamos que estamos en Auschwitz. ¿Querríamos que se contuviera a
las tropas rusas?».[33]
La verdad: No hay la menor evidencia de que Estados Unidos o Gran Bretaña
utilizaran los ejércitos nazis para atacar a la Unión Soviética y prolongar el
Holocausto. Más tarde Chomsky negó haber hecho esta afirmación (ver la última
sección).[34]

6
La mentira: «El principal representante asiático del Tribunal de Tokio, el juez R.
Pal de la India, afirmó en su voto particular que la decisión de usar la bomba atómica
“es lo único que se parece aproximadamente” a los crímenes nazis en la Guerra del
Pacífico. Y que “nada parecido a esto puede encontrarse en contra de los actualmente
acusados”. Por si vale de algo, creo que tiene razón y que, en particular, el
bombardeo de Nagasaki fue el experimento más abominable de la historia».[35]
La verdad: El juez Pal fue un apologista del Japón imperial que votó absolver a
todos los acusados en el tribunal de crímenes de guerra de Tokio. Los crímenes de los
acusados japoneses (incluyendo 10 millones de muertos sólo en los años posteriores a

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Pearl Harbor) excedieron con mucho el total de muertos por los bombardeos
atómicos. Nagasaki no fue bombardeada como experimento, sino porque Japón no se
rindió después de Hiroshima.[36]

5
La mentira: «Por tanto, resulta que si atravesamos el aluvión de propaganda,
Washington se ha convertido en la capital mundial de la tortura y el asesinato
político».[37]
La verdad: Chomsky escribe esto poco después de que 750 000-1,5 millones de
personas fueran masacradas en la Revolución Cultural china; 200 000 boat people
habían sido empujadas a la muerte por el Vietnam comunista; 100 000 miembros
tribales habían sido masacradas en el Laos comunista; 1,8-2 millones habían sido
asesinados en la Camboya comunista y los comunistas habían empezado a masacrar a
1,5-2 millones de personas en Afganistán y 1,5 millones en Etiopía.[38]

4
La mentira: «Irán era “moderado” hasta la caída del Shah en 1979, al tiempo que
acumulaba uno de los peores registros sobre derechos humanos del mundo, como
Amnistía Internacional y otros grupos de derechos humanos documentaban
regularmente, sin afectar a la clasificación de Shah como un “moderado” con el
aplauso de las élites de EE.UU.».[39]
La verdad: Amnistía Internacional acusó al Shah de llevar a cabo 300
ejecuciones políticas. Durante el mismo periodo, Macías Nguema asesinó a 50 000
personas en Guinea Ecuatorial, Idi Amin masacró a 300 000 en Uganda y Pol Pot
mató hasta a 2 millones en Camboya.[40]

3
La mentira: «Libia es de hecho un estado terrorista, pero en un mundo de
terrorismo internacional, es un jugador muy pequeño (…) [Sus ataques terroristas se]
han reducido de casi cero a casi cero [tras el ataque aéreo estadounidense]».[41]
La verdad: El terrorismo internacional de Libia incluía intervenciones militares
en apoyo a asesinatos masivos en Uganda y Etiopía; patrocinio de terroristas
responsables de matar a miles de personas en Filipinas; crear campos de
entrenamiento para miles de terroristas internacionales y una implicación directa en
guerras civiles y levantamientos violentos en toda África y Oriente Medio.[42]

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2
La mentira: «Hubo un tiempo en que Saddam Hussein era peligroso, había
cometido terribles crímenes y era capaz de cometer peores y aquellos que ahora dicen
que es demasiado peligroso le apoyaban y ayudaban a ser un peligro mayor».[43]
La verdad: La mayoría de las armas de Saddam Hussein venían de países que
luego se opusieron a la guerra de Irak. De acuerdo con el Instituto de Investigación
para la Paz Internacional, de Estocolmo, el 57% venían de Rusia, el 13% de Francia y
el 12% de China. Sólo el 1% venía de Estados Unidos o Gran Bretaña.[44] En otras
palabras, los principales opositores a la invasión, cuya posición Chomsky compartía,
suministraron más de 80 veces la cantidad de armas que los principales partidarios de
la misma, cuya posición condenaba.

1
La mentira: «Ya he mencionado la devastación de la sociedad civil iraquí [por
las sanciones apoyadas por EE.UU.], con alrededor de 1 millón de muertos, de los
que más de la mitad eran niños, de acuerdos con informes que sencillamente no
pueden ser ignorados».[45]
La verdad: De acuerdo con el experto en genocidios Milton Leitenberg, «Todas
las supuestas cifras posteriores a 1990 de mortalidad infantil en Irak provienen de las
agencias gubernamentales del propio Irak».[46] Irak rechazó las solicitudes de la ONU
para admitir expertos independientes para evaluar las condiciones de vida.[47]
Después de la invasión, los doctores iraquíes dijeron que toda había sido una
«campaña de propaganda» y que «las sanciones no mataron a estos niños, Saddam los
mató (…) sus madres vivían en zonas empobrecidas abandonadas por el gobierno».
[48]

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Las 10 principales mentiras de Chomsky sobre
la Guerra Fría

10
La mentira: «En su segunda fase, desde 1945, los principales acontecimientos de
la Guerra Fría en el bando ruso fueron sus repetidas intervenciones en los satélites del
Este de Europa y la invasión de Afganistán (…) Los delitos internos disminuyeron;
aunque siguieron siendo muy serios en pocos casos estuvieron al nivel de los típicos
satélites estadounidenses, algo común en el Tercer Mundo, donde no se siguen las
normas de educación occidentales».[49]
La verdad: En 1947 el régimen soviético retuvo comida para la población
durante una hambruna, causando 1-1,5 millones de muertes.[50] De 1945 a 1953 hubo
más de 300 000 muertes oficialmente registradas en el Gulag; para 1953 la población
en trabajos forzados se había incrementado a más de 5,2 millones de hombres,
mujeres y niños.[51] Ningún satélite estadounidense (ni en Europa ni en
Latinoamérica) fue responsable de nada remotamente comparable.

9
La mentira: «La versión ortodoxa se esboza en términos crudos y vivos en el que
se reconoce generalmente como el documento básico de EE.UU. sobre la Guerra Fría,
el NSC 68 de abril de 1950 (…) Cinco años después de que la URSS fuera
virtualmente aniquilada por las potencias del Eje, debían reconstruirse dentro de una
alianza dominada por EE.UU. para la eliminación final de sistema soviético que no
habían podido destruir».[52]
La verdad: El NSC 68[53] no decía nada acerca de reconstruir la Alemania nazi,
la Italia fascista y el Japón imperial bajo liderazgo estadounidense con el fin de
destruir la Unión Soviética. Proponía políticas «consecuentes con los principios de la
libertad y la democracia» y un incremento en los gastos de defensa para contrarrestar
la expansión soviética.[54]

8
La mentira: «Como todos reconocen, un importante crimen soviético ha sido la

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ayuda de Moscú a países o movimientos del Tercer Mundo que los Estados Unidos
intentan sublevar o aplastar (…) la Unión Soviética apoyó movimientos indígenas
que resistían la enérgica imposición de las intenciones de EE.UU. (un esfuerzo
criminal, como comprende cualquier intelectual consciente)».[55]
La verdad: Los principales clientes soviéticos en el Tercer Mundo fueron
asesinos masivos en China (Mao Zedong, antes de la ruptura chino/soviética), Corea
del Norte (Kim Il Sung), Vietnam del Norte (Ho Chi Minh), Uganda (Idi Amin),
Etiopía (Mengistu Haile Mariam), Siria (Hafez el-Assad) e Irak (Saddam Hussein).
Entre otras atrocidades, asesores soviéticos diseñaron el Gulag chino, en el que
murieron millones de personas.[56]

7
La mentira: «[En 1965, Estados Unidos facilitó] el flujo de armas y otros
equipos militares para implantar la anunciada política de exterminar el PKI (Partido
Comunista de Indonesia) (…) Los generales indonesios habían liquidado el partido de
los pobres, destruido la amenaza de democracia y abierto al país al saqueo
extranjero».[57]
La verdad: Lejos de plantear la amenaza de democracia, los comunistas habían
tratado de hacerse con el poder por la fuerza después de reclamar abiertamente la
exterminación masiva de capitalistas y «enemigos del pueblo».[58] Los dirigentes
estadounidenses se vieron tan sorprendidos por la crisis de 1965 que al principio no
podían identificar ni al general Suharto, que mandaba las fuerzas anticomunistas.[59]
Estados Unidos rechazó suministrar armas para llevar a cabo la masacre de
comunistas indonesios.[60]

6
La mentira: «Virtualmente todas las partes afectadas, excepto Estados Unidos,
estaban realizando serios esfuerzos a inicios de los años 60 para evitar una guerra
inminente haciendo neutrales a Vietnam del Sur, Laos y Camboya; era la posición
oficial del Frente de Liberación Nacional, el “Vietcong» de la propaganda de EE.UU,
sustancialmente la rama del sur del Viet Minh“.[61]
La verdad: Según admite ella misma, Vietnam del Norte decidió iniciar una
revuelta armada en Vietnam del Sur en 1959. Vietnam del Norte creó el Vietcong y
envió 20 000 hombres a atacar al Sur. En 1961, Vietnam del Norte empleó 30 000
hombres para construir rutas de invasión a través de Laos y Camboya.[62] En 1964,
entraban al sur 10 000 tropas norvietnamitas al año, ascendiendo a 100 000 en 1966.
Según admite ella misma, Vietnam del Norte «jugó un papel decisivo» en llevar al

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poder al Pathet Lao en Laos y los Jemeres Rojos en Camboya.[63]

5
La mentira: «Los portavoces de la administración han mantenido la opinión de
que destruyendo Vietnam de alguna forma se mantenían firmes contra la agresión
china o rusa (…) hubo determinados esfuerzos, siempre inútiles, por establecer un
enlace directo que demostrara el control del Viet Minh por Moscú o Pekín, aunque la
imposibilidad de lograrlo no alteró en modo alguno la creencia, virtualmente un
dogma, de que los revolucionarios vietnamitas deben ser agentes chinos o rusos (…)
hasta donde sabemos, un producto de la imaginación».[64]
La verdad: La participación de chinos y soviéticos fue absolutamente crucial
para el ataque de Vietnam del Norte al Sur. En julio de 1965, China estaba enviando
200 millones de dólares en ayuda militar y económica, mientras que en octubre de
1966, los soviéticos ofrecieron mil millones de dólares: la «decisión de pasar a una
guerra convencional no podía haberse tomado sin esos pactos». En 1971, el año
anterior al que escribía Chomsky, la ayuda china para el esfuerzo de guerra ascendía a
mil millones de dólares y la asistencia soviética a tres mil millones.[65]

4
La mentira: «El crimen vietnamita de acabar con las atrocidades de Pol Pot [en
Camboya] se castigó con una invasión china apoyada por EE.UU, al tiempo que
EE.UU. pasaba a apoyar diplomática y militarmente al derrocado régimen de Pol
Pot…».[66]
La verdad: Vietnam no entró en Camboya para acabar con las atrocidades de los
Jemeres Rojos sino para instaurar una dictadura comunista más sumisa, liderada por
antiguos asesinos de los Jemeres Rojos. El nuevo régimen esclavizó a 380 000
campesinos, matando a 30 000 civiles.[67] Apologistas de Vietnam como John Pilger
acusaron posteriormente a Estados Unidos y Gran Bretaña de armar a los Jemeres
Rojos. Las mentiras de Pilger acabaron en una admisión de libelo y el pago de daños
«muy elevados».[68] Las pruebas demuestran que toda la ayuda occidental se dirigió
hacia las fuerzas de resistencia no comunistas lideradas por Son Sann y el príncipe
Sihanouk, no a los Jemeres Rojos.[69]

3
La mentira: «La defensa de Angola fue una de las contribuciones más
significativas de Cuba a la liberación de África. No se sabía [hasta hace poco] la
importancia de esas contribuciones».[70]

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La verdad: La intervención militar de Cuba para asegurar el dominio exclusivo
de la dictadura comunista del MPLA en Angola llevó a tres décadas de guerra civil en
la que murieron un millón de personas. Otras «contribuciones» cubanas «a la
liberación de África» incluyen la intervención militar en apoyo de la dictadura
comunista de Etiopía, que asesinó 1, 25 millones de personas mediante masacres y
hambrunas programadas.[71]

2
La mentira: «La escala de esos crímenes [en Angola y Mozambique] se ve por
un estudio de la ONU que estima más de 60 000 millones de dólares en daños y 1,5
millones de muertos sólo durante los años de Reagan, vía Sudáfrica, con apoyo de
EE.UU. y Gran Bretaña bajo el disfraz de “compromisos constructivos”».[72]
La verdad: El estudio de la ONU estimaba las pérdidas ocasionadas por las
guerras civiles en esos países y simplemente las achacaba en su totalidad a Sudáfrica.
[73] En realidad, los combatientes eran revolucionarios del Tercer Mundo (MPLA

contra UNITA en Angola, FRELIMO contra RENAMO en Mozambique) y las


principales intervenciones foráneas las llevaron a cabo la dictaduras marxistas (Cuba
en Angola, Zimbawe en Mozambique).[74] Los gobiernos de Reagan y Thatcher se
opusieron a los rebeldes de Mozambique apoyados por Sudáfrica.

1
La mentira: «En Angola, el “luchador por la libertad” apoyado por EE.UU.,
Jonas Savimbi [de UNITA] perdió unas elecciones supervisadas por la ONU,
recurriendo de inmediato a la violencia, generando un terrible resultado. Cuando
acabó uniéndose al resto del mundo reconociendo el gobierno electo [es decir, el
MPLA], los Estados Unidos no hicieron nada [para detener a UNITA] (…) Apenas se
ha informado de las atrocidades, que aparentemente sobrepasaron a las de Bosnia».
[75]

La verdad: Ocho partidos de la oposición rechazaron por manipulación los


resultados de las elecciones de 1992. Un observador oficial de las elecciones escribió
que había poca supervisión de la ONU, que 500 000 partidarios de UNITA no estaban
en las listas electorales y que se hicieron 100 mesas electorales clandestinas. UNITA
envió negociadores pacíficos a la capital, donde el MPLA los asesinó, junto con
20 000 partidarios de UNITA. Savimbi seguía estando dispuesto a continuar las
elecciones. Entonces el MPLA masacró a decenas de miles de partidarios de UNITA
en toda la nación, con lo cual se reanudó la guerra civil. Los observadores de
derechos humanos africanos acusaron al MPLA de «atrocidades genocidas»
«exterminación sistemática», «crímenes de guerra» y «crímenes contra la

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humanidad».[76]

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Las 10 principales mentiras de Chomsky sobre
la Guerra contra el Terrorismo

10
La mentira: «Las potencias europeas conquistaron buena parte del mundo con
una brutalidad extrema. Con muy raras excepciones, no fueron atacados por sus
víctimas foráneas (…) Por tanto, no es sorprendente que Europa debería estar
completamente conmocionada por los crímenes terroristas del 11 de septiembre».[77]
La verdad: Las conquistas árabe-islámicas incluyeron los territorios de Portugal,
España, Cerdeña, Sicilia, Creta y zonas del sur de Francia e Italia. El Imperio
Otomano se extendía hasta Hungría y el sur de Polonia, así como la totalidad de
Centroeuropa, incluyendo partes de Grecia, la antigua Yugoslavia, Rumanía y
Bulgaria.[78]

9
La mentira: «El 11-S, el mundo reaccionó con conmoción y horror y
simpatizando con las víctimas. Pero es importante recordar que para buena parte del
mundo, hubo además otra reacción: “Bienvenido al club”. Por primera vez en la
historia, una potencia occidental había sufrido una atrocidad de ese tipo que era
demasiado familiar en muchos otros lugares».[79]
La verdad: Las conquistas árabe-islámicas en Europa produjeron incontables
atrocidades. La agresión y el terror nazis mataron a 200 000-250 000 civiles en
Francia, 200 000 civiles en Holanda, más de 150 000 civiles en Grecia, 60 000 civiles
en Gran Bretaña y muchos otros en Europa Occidental.[80]

8
La mentira: «Para Estados Unidos, esta es la primera vez desde la Guerra de
1812 que el territorio nacional ha sido atacado o incluso amenazado. Muchos
comentaristas lo han comparado con Pearl Harbor, pero eso es erróneo. El 7 de
diciembre de 1941 se atacaron bases militares en dos colonias de EE.UU, no en
territorio nacional, que nunca se vio amenazado».[81]
La verdad: Japón atacó Pearl Harbor en Hawai y Clark Field en Filipinas. Tanto

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Hawai como Filpinas eran parte del territorio nacional. Japón también atacó Guam,
Wake, Kiska y Attu; todas ellas eran parte del territorio nacional.[82]

8
La mentira: «La red de Bin Laden, dudo que nadie la conozca mejor que la CIA,
ya que contribuyeron materialmente a construirla».[83]
La verdad: Las acusaciones de que Estados Unidos creó la red de Bin Laden «no
tienen ninguna prueba» (Peter Bergen). Las acusaciones «no son ciertas» y los fondos
de la CIA «fueron exclusivamente a los grupos muyaidines afganos, no a los
voluntarios árabes» (Jason Burke). Bin Laden estaba «fuera de la vista de la CIA» y
«no hay registro de ningún contacto directo» (Steve Coll).[84]

6
La mentira: «Sin duda este es un momento decisivo: por primera vez en la
historia las víctimas devuelven el golpe a su tierra de origen».[85]
La verdad: Los terroristas islámicos no fueron «víctimas» de Estados Unidos
antes del 11-S: ya habían intentado matar a 250 000 estadounidenses en el World
Trade Center y masacrado a cientos en sus objetivos estadounidenses en Kenia,
Tanzania y otros lugares.[86]

5
La mentira: «[Los atacantes] están llevando a cabo enormes atrocidades en
respuesta a las atrocidades reales de las cuales somos responsables y que continúan
hoy día (…) Puede que aquí nos importen poco y prácticamente no le importan a
nadie en Occidente. Pero eso no significa que no importen a las víctimas».[87]
La verdad: Los terroristas islámicos llevaron a cabo sus ataques porque eran
islamistas fanáticos.[88] Otros actos de asesinatos masivos se han cometido por
islamistas en países musulmanes como Argelia, Egipto, Indonesia, Irán y Sudán y no
musulmanes como India, Israel, Filipinas y Rusia.

4
La mentira: «Los ataques terroristas fueron grandes atrocidades. En proporción
pueden no alcanzar el nivel de muchos otros, por ejemplo, el bombardeo de Clinton a
Sudán sin ningún pretexto creíble, destruyendo la mitad de su industria farmacéutica
y matando a un número desconocido de gente (nadie lo sabe, porque EE.UU. bloqueó

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una investigación en la ONU y a nadie le preocupa llevarla a cabo)».[89]
La verdad: Después de que al-Qaeda destruyera las embajadas estadounidenses
en Kenia y Tanzania, matando a cientos de personas, Estados Unidos bombardearon
una supuesta fábrica de armamento químico en Sudán. El bombardeo se realizó de
noche, para no herir a ningún civil.[90] Murió un guardia de seguridad. Amnistía
Internacional, Human Rights Watch, Oxfam y Médicos sin Fronteras tuvieron libertad
para investigar los resultados: ninguno dijo que los bombardeos causaran muertes
masivas.

3
La mentira: «Muchos de los que conocen bien las condiciones también dudan de
la capacidad de Bin Laden para planear la increíblemente sofisticada operación desde
una cueva en algún lugar de Afganistán (…) Es completamente posible que Bin
Laden esté diciendo la verdad cuando dice que no sabía nada de la operación».[91]
La verdad: Poco después del 11-S, Bin Laden dijo que había sabido del plan y
empleado sus conocimientos de ingeniería civil para calcular cuánto daño podían
producir los aviones en el World Trade Center.[92] Los cerebros de los ataques del 11-
S, Khalid Sheikh Mohammed y Ramzi Binalshibh, dijeron que «ejecutaron los vuelos
de la muerte con la aprobación de Bin Laden».[93]

2
La mentira: «La civilización occidental está anticipando la matanza de, haciendo
correctamente la cuenta, 3-4 millones de personas o algo así [en Afganistán] (…)
Parece que lo que está pasando es algún tipo de genocidio silencioso (…) estamos en
trance que intentar aparentemente matar a 3 o 4 millones de personas…».[94]
La verdad: UNICEF estima que se evitarán las muertes de 112 000 niños y 7500
mujeres embarazadas cada año como consecuencia de la ocupación estadounidense
de Afganistán.[95]

1
La mentira: «Es aceptable informar del “daño colateral” de errores de
bombardeo, el coste involuntario e inevitable de la guerra, pero no de la consciente y
deliberada destrucción de afganos que morirán en silencio, invisiblemente, no a
propósito, sino porque no importa, un nivel más profundo de depravación moral (…)
La gente no muere de hambre instantáneamente. Pueden sobrevivir con raíces y
hierba y si niños mal nutridos mueren de enfermedad, ¿quién se preocupará por

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determinar que factores quedan en el trasfondo?».[96]
La verdad: Estados Unidos ha sido el principal suministrador de alimentos a
Afganistán durante una década y aportó dos tercios de la ayuda en alimentación
después del 11-S, salvando al país de la hambruna.[97] El embajador general para el
hambre de la ONU anunció que no había «hambre este invierno en Afganistán»,
gracias a «un presupuesto de ayuda humanitaria sabiamente ofrecido por la
administración Bush».[98] El director del Programa de Alimentación Mundial en
Kabul dijo que «estaba claro que se había evitado una posible hambruna».[99]

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Las 10 principales mentiras de Chomsky sobre
Latinoamérica

10
La mentira: «La historia moderna de Guatemala fue moldeada decisivamente
por la invasión organizada por EE.UU. y el derrocamiento de del régimen
democráticamente elegido de Jacobo Arbenz en junio de 1954 (…) La modesta y
eficaz reforma agraria fue la gota que colmó el vaso (…) El sistema de EE.UU.
encontró intolerable el pluralismo y la democracia de los años 1945-54 y acabó
liquidando ese experimento».[100]
La verdad: Arbenz no fue democráticamente elegido y la votación no fue
secreta. Arbenz se consideraba a sí mismo un comunista y formalmente se afilió al
Partido Comunista en 1957. Su reforma agraria (la «inspiración» del Partido
Comunista) fue declarada inconstitucional por el Tribunal Supremo, que
posteriormente purgó. Apoyó una resolución parlamentaria elogiando a Stalin; se
apoyó en el Partido Comunista para todas las decisiones importantes y recibió armas
del bloque soviético.[101] Mató a cientos de oponentes políticos.[102] La CIA
«apoyaba los objetivos de la reforma guatemalteca»; actuó porque temía «una
potencial cabeza de puente soviética en el hemisferio occidental».[103]

9
La mentira: «El otro 11-S es el 11 de septiembre de 1973, cuando operaciones
apoyadas por Henry Kissinger, entre otros, llevaron al bombardeo del palacio
presidencial en Chile, el derrocamiento del gobierno parlamentario y la matanza, en
una estimación conservadora, de unas 3000 personas (…) Pero cuando se lo hacemos
nosotros, es, como usted sabe, un error…».[104]
La verdad: El líder marxista Salvador Allende, y no Henry Kissinger, fue
formalmente condenado por el parlamento chileno por destruir la democracia en
Chile.[105] Las afirmaciones de que Kissinger instigó el golpe militar de 1973 han
sido desacreditadas repetidamente: la política de la Administración Nixon fue apoyar
a la oposición democrática y la prensa independiente contra Allende.[106]

8
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La mentira: «[Estados Unidos se ha] opuesto con tremenda ferocidad a cualquier
mejora en los derechos humanos, el aumento de los niveles de vida y la
democratización en Latinoamérica. Lo más esencial de la política estadounidense ha
sido incrementar las masacres y la represión».[107]
La verdad: Estados Unidos ha apoyado o impuesto transiciones democráticas en
Ecuador (1979), Perú (1980), Bolivia (1982), Honduras (1982), Argentina (1983),
Brasil (1985), Uruguay (1985), Guatemala (1986), Surinam (1987), Panamá (1989),
Chile (1990), Nicaragua (1990), Guayana (1992) y Paraguay (1993). Colombia y
Venezuela han sido democracias durante décadas, Belice y Costa Rica lo son desde su
independencia. Aparte de la Cuba comunista, todo el hemisferio occidental es ahora
democrático.

7
La mentira: «En los años 1980, EE.UU. libró una gran guerra en América
Central, dejando unos 200 000 cadáveres torturados y mutilados, millones de
huérfanos y refugiados y cuatro países devastados. Uno de los primeros objetivos del
ataque de EE.UU. fue la Iglesia Católica, que había cometido el terrible pecado de
“preferir la opción de los pobres”».[108]
La verdad: Las únicas intervenciones militares estadounidenses fueron la
imposición de democracias en Granada y Panamá, con una mínima pérdida de vidas
humanas. Estados Unidos no peleó en ningún otro lugar de la región, y mucho menos
atacó a la Iglesia Católica. El apoyo soviético y cubano a las fuerzas comunistas
ocasionó las guerras civiles en Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala.[109]
La mayoría de las muertes ocurrieron en Guatemala, mientras el país estaba sujeto a
un embargo de armas estadounidense por motivos de derechos humanos.

6
La mentira: «Las masacres organizadas por EE.UU. [en El Salvador] se
incrementaron cuando Reagan asumió el poder [en Estados Unidos]. Un años
después, la Iglesia [salvadoreña] informaba que unos 30 000 civiles habían muerto y
había 600 000 refugiados (…) El número de muertos y refugiados muy
probablemente se ha doblado desde entonces».[110]
La verdad: Los grupos de derechos humanos han confiado para sus estadísticas
de muertos civiles en la Oficina de Asistencia Legal de la Archidiócesis de San
Salvador. La primera Oficina de Asistencia Legal, Socorro Jurídico, fue repudiada
por la Iglesia Católica Salvadoreña a causa de su partidismo a favor de las guerrillas
comunistas. Su sustituta, Tutela Legal, se ha demostrado que inventó una masacre del

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ejército de 250 personas. Un desertor comunista informó que Tutela Legal era un
frente guerrillero. Un periodista residente en El Salvador descubrió que Tutela Legal
sencillamente falsificaba las notas de prensa del ejército calificando a las muertes de
guerrilleros como asesinatos de civiles.[111]

5
La mentira: «Los escuadrones de la muerte [salvadoreños] que ayudamos a
establecer y han sobrevivido desde entonces, que inevitablemente han quedado fuera
de aparato de inteligencia y paramilitar que construimos para nuestros intereses y las
condiciones sociales que alimentan la disidencia y las revueltas que son en buena
medida nuestro legado».[112]
La verdad: Estados Unidos apoyo a los Demócrata Cristianos de centro-
izquierda, muchos de los cuales fueron asesinados por escuadrones de la muerte. Las
fuerzas de seguridad se dividieron entre reformistas pro estadounidenses y fanáticos
de extrema izquierda, que organizaron escuadrones de la muerte esperando evitar la
democracia y la reforma agraria. Los escuadrones de la muerte fueron tan hostiles a
Estados Unidos que planearon matar a su embajador.[113] Durante el periodo de ayuda
estadounidense, los asesinatos de los escuadrones de la muerte se redujeron
masivamente y acabaron por desaparecer.

4
La mentira: «incluso si se aceptan todas las acusaciones creíbles, la cifra
sandinista [en Nicaragua] se compara favorablemente con la de los países, hoy y en la
pasado, en la órbita de EE.UU. en la región y en otros lugares, por decirlo
suavemente».[114]
La verdad: Los sandinistas fueron bastante peores que la mayoría de los
dirigentes de Latinoamérica. La Comisión Permanente de Derechos Humanos de
Nicaragua informó de 2000 asesinatos políticos en los primeros seis meses del
régimen, con 3000 desaparecidos en el mismo periodo. La Comisión ha documentado
hasta ahora 14 000 casos de torturas, violaciones, secuestros, mutilaciones y
asesinatos.[115] En contraste, los asesinatos y desaparecidos en Brasil, Paraguay,
México, Uruguay, Bolivia y Honduras se cuentas por pocos centenares.[116] En
Belice, Costa Rica, Panamá, Ecuador, Venezuela, Guayana y Surinam no ha habido
asesinatos o desaparecidos.

3
La mentira: «Para asegurarse de que Nicaragua formara parte del “bloque de

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estados esclavos dominado por los comunistas”, EE.UU. ha estado librando una
guerra por poderes de cada vez mayor intensidad contra Nicaragua al tiempo que
bloqueaba cualquier fuente de armamento que no fuera la preferida: al URSS y sus
satélites (…) sólo se permite al bloque soviético proveer armas a Nicaragua para
defenderse de nuestro ataque».[117]
La verdad: Al quedar claro que los sandinistas recibían armas de los soviéticos,
Chomsky trata de echar la culpa al apoyo estadounidense a la Contra. De hecho los
sandinistas estaban recibiendo armas inmediatamente después de hacerse con el
poder en 1979. Tanques y artillería empezaron a arribar a mediados de 1980 y al final
de 1981 los sandinistas habían firmado un tratado con los soviéticos que permitía la
ampliación del ejercito nicaragüense a 120 000 tropas, el mayor de la región. El
destacado oficial Roger Miranda explica que los sandinistas se alinearon con los
soviéticos porque estaban «construyendo una sociedad comunista en Nicaragua y
porque Washington no podía ignorar los esfuerzos sandinistas por derrocar gobiernos
centroamericanos…».[118]

2
La mentira: «Incluso el hecho de que Nicaragua tuviera un gobierno elegido
popularmente no puede expresarse en el sistema de propaganda de EE.UU., con sus
estándares de disciplina que pocos intelectuales respetables se atreverían a
desobedecer».[119]
La verdad: Las elecciones de 1984 eran a la Asamblea Nacional, Presidencia y
Vicepresidencia. Todos los cargos estaban subordinados a los nueve Comandantes
Sandinistas, cuya «posición de poder nunca ha sido puesta en cuestión ni ratificada
electoralmente. Estas nueve personas no están más sujetas a ratificación por voto que
el Comité Central del Partido Comunista en cualquier país del bloque del Este…».
Los sandinistas podían manipular las elecciones (engañando a la vez a muchos
observadores) evitando el requisito de una votación secreta de forma que «las
autoridades habían tenido la oportunidad de averiguar cómo había votado cada
individuo».[120]

1
La mentira: «[En la película Power and Terror] Chomsky argumenta que
mientras lloramos a los 3000 que murieron en las torres gemelas [el 11-S], no
prestamos atención al número casi igual de civiles que perecieron cuando (dice)
EE.UU. bombardeó el barrio panameño de El Chorrillo durante la invasión
estadounidense de 1989».[121]

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La verdad: El periodista Marc Cooper comenta: “Yo estaba en ese barrio pocos
días después de que fuera arrasado y Chomsky simplemente se equivoca: no fue
bombardeado. Se incendió después de un enfrentamiento a tiros entre tropas
estadounidenses y panameñas. Y por muy reprensible que fuera la invasión de
EE.UU., la propia comisión de derechos humanos de Panamá afirma que murió un
total de quizá 400 personas (soldados y civiles) durante todo el conflicto.[122]

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Las 10 principales mentiras de Chomsky sobre
el conflicto árabe-israelí

10
La mentira: «Ha habido mucha propaganda de EE.UU. acerca de la disposición
israelí a la paz después de la guerra de 1967 (…) en agosto de 1967, Yigal Allon
había anticipado su “plan Allon”, que se hizo política oficial un año después (…) No
se conocen otras iniciativas israelíes (…) Los términos “compromiso territorial” y
“paz por territorios” se usan para referirse a una u otra versión del plan Allon,
rechazando siempre de plano el derecho palestino a la autodeterminación».[123]
La verdad: En julio de 1967, el Primer Ministro Levi Eshkol confirmó
públicamente la disposición israelí a establecer un estado palestino. Ideas parecidas
fueron expresadas por Yigal Allon, Isaac Rabin y Moshe Dayan.[124] En enero de
1976, el Primer Ministro Isaac Rabin consideró otro plan para un estado palestino.
Fue apoyado por Golda Meir, Yigal Allon y Ariel Sharon.[125]

9
La mentira: «En febrero de 1971 [Sadat] ofreció a Israel un tratado de paz sobre
las fronteras anteriores a 1967, con garantías de seguridad, fronteras reconocidas y
otras cosas (…) La oferta de Sadat estaba en la línea del consenso internacional de
aquel entonces…».[126]
La verdad: Egipto explicó su política de la siguiente manera: «Hay en este
momento sólo dos objetivos árabes específicos: la eliminación de las consecuencias
de la agresión de 1967 mediante la retirada israelí de todos los territorios que ocupó
ese año y la eliminación de las consecuencia de la agresión de 1948 a través de la
erradicación de Israel».[127]

8
La mentira: «La guerra de 1973 fue un caso claro de ataque árabe, pero en un
territorio ocupado por Israel, después de que se rechazaran los intentos diplomáticos
para llegar a un acuerdo (…) Por tanto difícilmente puede ser “un hecho histórico
indiscutible” que en este caso la guerra tuviera que ver con “la existencia del estado

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judío”».[128]
La verdad: Siria prometió: «Nuestras fuerzas continuarán golpeando a las
fuerzas enemigas hasta que recuperemos nuestras posiciones en nuestro territorio
ocupado y luego continuarán hasta que liberemos todo el territorio».[129] Egipto
anunció: «El asunto no es sólo la liberación de los territorios árabes ocupados desde
el 5 de junio de 1967 (…) si los árabes son capaces de liberar sus territorios ocupados
desde el 5 de junio de 1968 por la fuerza, ¿qué puede evitar que en el siguiente paso
liberen por la fuerza a la propia Palestina?»[130]

7
La mentira: «En enero de 1976, EE.UU. se vio forzado a vetar la Resolución del
Consejo de Seguridad de la ONU que pedía un acuerdo en los términos del consenso
internacional que ahora incluía un estado palestino junto a Israel (…) [Israel indicó]
que la OLP no sólo apoyaba este plan de paz, sino que de hecho lo “preparó”; la OLP
condenó entonces “la tiranía del veto” (en palabras del representante de la OLP) por
la que EE.UU. bloqueaba este importante esfuerzo por conseguir un acuerdo de paz
entre dos estados».[131]
La verdad: El borrador de resolución apoyaba el «derecho de retorno» de la OLP
para millones de árabes palestinos, lo que implicaría al disolución de Israel. La OLP
declaró públicamente que «este gueto sionista de Israel debe ser destruido» y hacía
hincapié en que «no reconoceremos a Israel».[132]

6
La mentira: «[Para 1982] La OLP se estaba volviendo extremadamente molesta
[para Israel] con su insistencia sobre una salida negociada al conflicto».[133]
La verdad: La OLP dijo: «Paz para nosotros significa la destrucción de Israel
(…) No descansaremos hasta el día en que volvamos a nuestro hogar y hasta que
destruyamos Israel». La OLP anunció: «Queremos liquidar como sea el estado de
Israel». La OLP también declaró: «Nuca dejaremos vivir en paz a Israel (…) Nunca
reconoceremos a Israel…».[134]

5
La mentira: [Sobre el asedio de Israel a Beirut en 1982] «manteniendo a la
ciudad como rehén en un esfuerzo por forzar a la OLP a retirarse completamente,
como hizo, para salvar a la ciudad de la destrucción total».[135]
La verdad: Lejos de intentar salvar a la población, la OLP estaba amenazando

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con su aniquilación. Yasser Arafat advertía de que «si los israelíes intentaran abrirse
paso hacia Beirut Oeste, la OLP volaría simultáneamente 300 polvorines y traería el
holocausto a la ciudad».[136]

4
La mentira: «¿Cuáles fueron los peores actos terroristas en Oriente Medio en el
peor año, 1985? (…) El segundo candidato sería el bombardeo israelí de Túnez (…)
Túnez fue atacado con bombas inteligentes. La gente sería despedazada o poco
menos, y el ataque mató cerca de setenta y cinco personas, tunecinos y palestinos.
Eran civiles (…) Esto fue, de nuevo, terrorismo internacional».[137]
La verdad: Israel bombardeó los cuarteles generales del terrorismo global de la
OLP en un suburbio de Túnez. El ataque “dañó severamente o destruyó edificios
utilizados por la Fuerza 17, la rama de seguridad de élite de la OLP (…) dejando a
otros [edificios] del complejo intactos.[138]

3
La mentira: «Se hizo desaparecer automáticamente estos hechos de la historia,
junto con otros inaceptables para el poder de EE.UU., incluyendo las repetidas
iniciativas de la OLP durante los 1980 pidiendo negociaciones con Israel para
conseguir el reconocimiento mutuo».[139]
La verdad: A finales de los 1980, el diputado jefe de la OLP Salah Khalaf (Abu
Iyad) declaró: «No hubo reconocimiento de Israel por parte de la OLP». El líder de la
OLP Yasser Arafat emitió un comunicado conjunto con el dictador libio Muammar
el-Gaddafi confesando que «el llamado “Estado de Israel” es una de las
consecuencias de la Segunda Guerra Mundial y debería desaparecer, como el Muro
de Berlín.»[140]

2
La mentira: «Clinton y Barak avanzaron unos pocos pasos hacia un acuerdo de
algo similar a un Bantustán (…) tres cantones [en la Franja Occidental], bajo control
israelí, separados virtualmente unos de otros y del cuarto enclave, una pequeña área
en Jerusalén Este (…) En el quinto cantón, Gaza, el resultado no estaba claro, excepto
que la población también allí permanecería virtualmente encarcelada. Puede así
entenderse que no puedan encontrarse mapas para conocimiento general en EE.UU. o
cualquier detalle de las propuestas».[141]
La verdad: El liderazgo de la OLP presumía de que «Barak estaba de acuerdo

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con una retirada del 95% de los territorios palestinos ocupados» y afirmaba que
«nuestros ojos continuarán aspirando a nuestro objetivo estratégico, es decir,
Palestina desde el río hasta el mar».[142]

1
La mentira: «Ahora sólo se trata de los terroristas suicidas ¿Y cuándo empezaron
los terroristas suicidas? El último año [es decir, 2001] a gran escala (…) Un año de
crímenes palestinos contra Israel después de treinta y cuatro años de silencio. Israel
ha sido casi inmune. Quiero decir, había ataques terroristas en Israel, pero no venían
de los territorios ocupados».[143]
La verdad: Las bombas suicidas en Israel empezaron en 1994, menos de un año
después de los Acuerdos de Oslo, que crearon la Autoridad Palestina. Cientos de
israelíes fueron masacrados por terroristas suicidas y otros ataques terroristas
provenientes de la Franja Occidental y Gaza antes del colapso del proceso de paz a
finales del 2000.

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Las 10 principales mentiras de Chomsky sobre
su colaboración con los neonazis negadores del Holocausto

10
La mentira: «En otoño de 1979, Serge Thion me pidió (…) firmar una petición
solicitando a las autoridades que garantizaran la seguridad de Robert Faurisson y el
libre ejercicio de sus derechos legales».[144]
La verdad: De acuerdo con el colaborador de Thion, Pierre Guillaume, Chomsky
firmó y promovió la petición meses antes de su primera reunión, sin ninguna petición
de Thion.[145] De acuerdo con Faurisson, la petición fue escrita y distribuida por el
activista nazi estadounidense, Mark Weber.[146]

9
La mentira: «Se me pidió que firmara una petición solicitando a las autoridades
que protegieran los derechos civiles de Faurisson y lo hice. Firmo numerosas
peticiones de este tipo y no recuerdo haber rechazado firmar ninguna».[147]
La verdad: Chomsky ha alardeado previamente de su rechazo a firmar una
petición en defensa de los derechos humanos en el Vietnam comunista. En esa
ocasión, explicó que «la protesta pública es una acción política, que debe juzgarse
respecto de sus posibles consecuencias humanas», incluyendo la probabilidad de que
los medios de comunicación estadounidenses «la distorsionen y exploten para sus
fines propagandísticos».[148]

8
La mentira: «Se me pidió que firmara una petición en defensa de la “libertad de
opinión y expresión” de Faurisson. La petición no decía nada acerca del carácter,
calidad o validez de su investigación, sino que se limitaba bastante explícitamente a
una defensa de los derechos elementales que se dan por supuestos en las sociedades
democráticas».[149]
La verdad: La petición, que firmó Chomsky, recomendaba implícitamente la
«investigación» de Faurisson (a) afirmando sus credenciales académicas («un
profesor respetado» de «crítica documental»); (b) dignificando su propaganda al

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calificarla como «una extensa investigación histórica»; (c) incluyendo el término
«Holocausto» entre comillas y (d) calificando sus mentiras como «hallazgos».[150]

7
La mentira: «¿Es verdad que Faurisson es un antisemita o un neonazi? Como he
señalado antes, no conozco muy bien su trabajo. Pero de lo que he leído (…) no
encuentro ninguna evidencia que apoye ninguna de ambas conclusiones. Tampoco
encuentro evidencias creíbles en el material que he leído respecto de él, ni entre lo
publicado, ni en correspondencia privada. Hasta donde puedo colegir, es un liberal de
algún tipo relativamente apolítico».[151]
La verdad: Chomsky conoce bien las opiniones antisemitas y nazis de Faurisson,
por ejemplo, que los judíos tenían que llevar una estrella amarilla porque «Hitler
estaba posiblemente menos preocupado por la cuestión judía que por asegurar la
seguridad del soldado alemán (…) los judíos nos dicen que desde su más tierna
infancia participaban en todo tipo de actividades ilícitas o de resistencia contra los
alemanes». Faurisson ha escrito en publicaciones neonazis y hablado en mítines
neonazis.[152]

6
La mentira: «Serge Thion (es) un erudito socialista libertario con una historia de
oposición a todas las formas de totalitarismo».[153]
La verdad: Serge Thion es un antiguo negador del genocidio de los Jemeres
Rojos en Camboya, así como del Holocausto nazi. Ha publicado un libro en apoyo de
la negación del Holocausto de Faurisson.[154]

5
La mentira: «Las conclusiones de Faurisson son diametralmente opuestas a las
opiniones que sostengo y he expresado frecuentemente por escrito (por ejemplo, en
mi libro Peace in the Middle East?, en el que describo el holocausto como “el más
increíble arrebato de locura colectiva de la historia humana”)».[155]
La verdad: La frase en el libro de Chomsky aparece en un pasaje en que exponía
«el argumento sionista» para tener un estado judío, al que se oponía.[156]

4
La mentira: [Negando que permitiera a los negadores del Holocausto publicar la

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traducción francesa de su Political Economy of Human Rights:] «No intento registrar
la innumerables traducciones de mis libros a lenguas foráneas (…) Contacté con el
editor, que comprobó sus ficheros y encontró el contrato para la traducción al
frances… con Albin-Michel una conocida editorial comercial, hasta donde yo sé».
[157]

La verdad: De acuerdo con el negador del Holocausto, Pierre Guillaume,


«Chomsky aceptó sin reticencias que su libro se publicara en una colección que
controlo y para que la que propuse a Serge Thion y Michele Noel para su traducción.
Es decir, aceptó que su trabajo personal sufriera duramente la reacción violenta de la
mala reputación que nos han achacado [se refiere a los negadores del Holocausto]. Su
libro apareció en mi colección, editado por Hallier-Albin Michel».[158]

3
La mentira: «Nunca escribí un “artículo conjunto” con [el negador del
Holocausto, Pierre] Guillaume (…) [no hay ninguna] prueba de colaboración
conmigo [en preparar al artículo de Guillaume]».[159]
La verdad: Hacia el final de su artículo, Guillaume escribía. «La primera versión
del texto antecedente incluía numerosos errores de detalle y un error de evaluación
que Chomsky nos indicó al tiempo que reafirmaba que su posición era inamovible y
no había cambiado. Corregimos en el texto los errores cometidos que no afectaban al
razonamiento y ofrecemos, a continuación, los comentarios de Chomsky».[160]

2
La mentira: «No veo implicaciones antisemitas en negar la existencia de
cámaras de gas o incluso en la negación del holocausto».[161]
La verdad: La idea de negar la existencia de cámaras de gas y el Holocausto fue
una invención de activistas antisemitas y neonazis. La negación de la existencia de
cámaras de gas y del Holocausto es una táctica básica de propaganda de individuos y
movimientos antisemitas y nazis en todo el mundo.[162]

1
La mentira: «Volviendo a mi implicación en el asunto Faurisson, consiste en
firmar una petición y, después, responder a mentiras y calumnias. Punto».[163]
La verdad: Chomsky mintió acerca de las opiniones de los negadores del
Holocausto (Faurisson y Thion), publicó uno de sus libros (Political Economy…) en
una colección dirigida por un negador del Holocausto (Guillaume), permitió que sus

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escritos sobre el asunto (Réponses inédites…) se publicaran como libro por un
negador del Holocausto (Guillaume), ayudó a preparar un ensayo («Une mise au
point») por un negador del Holocausto (Guillaume) e insistió en que la misma
negación del Holocausto no es antisemita. Ha alabado a negadores del Holocausto,
aprobado sus credenciales políticas y académicas, colaborado en sus campañas de
propaganda y encubierto su programa antisemita y neonazi.

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Las 10 principales
citas erróneas de Chomsky

10
La mentira: «Indonesia ha sido un alabado aliado desde que el General Suharto
llegó al poder en 1965 con un “terrible baño de sangre” que fue “la mejor noticia para
Occidente en Asia en años” (Time), una “asombrosa matanza masiva de comunistas y
procomunistas”, mayoritariamente campesinos sin tierra, que ofreció “un rayo de luz
en Asia” (New York Times)».[164]
La verdad: Time se refería al «terrible baño de sangre» al inicio de su reportaje y
concluía que las perspectivas de una paz regional y de neutralidad indonesia en la
Guerra Fría eran «la mejor noticia para Occidente en Asia en años».[165] Un artículo
en el New York Times describía los cambios estratégicos en Indonesia, India,
Pakistán, Japón, Filipinas y China bajo el titular: «Washington: Un rayo de luz en
Asia». La «asombrosa matanza masiva» se mencionaba en un editorial un mes
después.[166]

9
La mentira: «Después de la Guerra de los Seis Días, se nos informó que Israel
bloqueó una operación de rescate de la Cruz Roja durante cinco días, mientras miles
de soldados egipcios morían en el desierto del Sinaí».[167]
La verdad: La fuente de Chomsky decía exactamente lo contrario: «Cientos de
camiones israelíes, en una vasta operación de rescate, están hoy recogiendo a los
restos del Ejército Egipcio en el Sinaí y trasladando a los soldados rescatados al
Canal de Suez (…) La Fuerza Aérea Israelí va a empezar mañana una operación para
rescatar soldados aún vagando por el desierto del Sinaí. El Coronel Mosche
Perlmann, portavoz del General Dayan, Ministro de Defensa, dijo que participarían
los representantes de la Cruz Roja».[168]

8
La mentira: «Esas cuestiones sólo se les ocurren a “salvajes en los extremos”,
por emplear la útil descripción de McGeorge Bundy en 1967 de aquéllos que no

www.lectulandia.com - Página 36
llegaban a percibir la nobleza de la cruzada de EE.UU. en Vietnam».[169]
La verdad: Bundy no se estaba refiriendo a la izquierda anteguerra sino a la
derecha conservadora: «Hay salvajes en los extremos, pero en el centro del panorama
incluso la discusión sobre Vietnam se refiere a la táctica, no al fundamento. Este fue
el significado de la aplastante derrota del Senador Goldwater. Puede no haber sido tan
salvaje como parecía, pero el país no se arriesgaría».[170]

7
La mentira: «El Profesor Samuel Huntington (…) explica que el Vietcong es
“una fuerza poderosa que no puede erradicarse de su circunscripción, siempre que
ésta continúe existiendo”. La conclusión es evidente y vacila en ella. Podemos
asegurar que la circunscripción deja de existir (…) para aplastar la guerra del pueblo,
debemos eliminar al pueblo».[171]
La verdad: La frase siguiente de Huntington rechaza esta conclusión: «el
Vietcong seguirá siendo una fuerza poderosa que no puede erradicarse de su
circunscripción, siempre que ésta continúe existiendo. La paz en el futuro debe por
tanto basarse en el acomodo».[172]

6
La mentira: «Revistas como Far Eastern Economic Review, London Economist,
Melbourne Journal of Politics y otras, han ofrecido análisis de especialistas altamente
cualificados que han estudiado todas las evidencias disponibles y concluido que las
ejecuciones se cifraron como mucho en miles, que éstas se localizaron en áreas de
limitada influencia de los Jemeres Rojos y de inusual descontento campesino (…)
Esos informes también resaltaban que (…) los repetidos descubrimientos de que los
informes de masacres eran falsos».[173]
La verdad: Los «análisis de especialistas altamente cualificados» incluían un
reportaje de un periodista que se basaba en una declaración de Pol Pot (Far Eastern
Economic Review); una carta al director de un lector (Economist) y un artículo de un
estudiante de izquierdas en una revista universitaria (Melbourne Journal of Politics).
[174]

5
La mentira: «El Consejo Nacional Palestino, el gobierno de la OLP, emitió una
declaración el 20 de marzo de 1977 pidiendo el establecimiento de “un estado
nacional independiente” en Palestina (en lugar de un estado democrático secular de
Palestina) y autorizando la presencia palestina en una conferencia de paz árabe-

www.lectulandia.com - Página 37
israelí. El Primer Ministro de Israel, Rabin, respondió “que el único lugar donde los
israelíes pueden encontrarse con las guerrillas palestinas es el campo de batalla”».
[175]

La verdad: La declaración afirmaba la «determinación [de la OLP] de continuar


la lucha armada» y su compromiso de luchar «sin ninguna paz o reconocimiento de
Israel».[176] Rabin respondió que la declaración «demostraba que incluso cuando los
llamados moderados la dominan, la organización aún llamaba a la eliminación de
Israel. Decía que el único lugar donde los israelíes pueden encontrarse con las
guerrillas palestinas es el campo de batalla».[177]

4
La mentira: «El comandante del FDN [una facción de la Contra] Adolfo Calero
dijo (en Miami) que “no hay ninguna diferencia, ni siquiera una muy sutil, entre una
granja civil propiedad del Gobierno y un destacamento militar sandinista” así que el
asesinato indiscriminado de civiles es legítimo».[178]
La verdad: Las siguientes palabras de Calero negaban que matar civiles fuera
legítimo. «Lo que llaman una cooperativa es también una concentración de tropas
llena de gente armada. No estamos matando civiles. Estamos peleando contra gente
armada y contestando con disparos cuando nos disparan».[179]

3
La mentira: «[The New Republic] aconsejó a Reagan y Cía que debíamos enviar
ayuda militar a “fascistas de estilo latino (…) a pesar de cuántos puedan morir”,
porque “hay prioridades estadounidenses más importantes que los derechos humanos
de los salvadoreños” (…) [Los editores son] apasionados partidarios del terrorismo de
estado (…) esos valores, similares a los de la época nazi, no disminuyen en modo
alguno la reputación de la revista…».[180]
La verdad: El editorial resumía y criticaba la argumentación que el portavoz del
gobierno hubiera tenido que hacer si entendían los hechos. Concluía: “si se toma en
serio evitar una victoria de la guerrilla, debe tomarse en serio los derechos humanos
(…) [es decir,] la erradicación de las matanzas masivas (…) [así que] la única opción
ética puede ser la intervención militar, no aliados con los escuadrones de la muerte,
sino oponiéndose a ellos.[181]

2
La mentira: «Se ha modelado una concepción muy diferente de la naturaleza

www.lectulandia.com - Página 38
humana, una mejor adaptada para el mando de la economía y la sociedad por parte de
las instituciones absolutista, irresponsables y totalitarias del mundo empresarial. Por
ejemplo, la concepción expresada por el Premio Nobel de Economía James
Buchanan, que nos enseña que en “la situación ideal de cualquier persona”, ésta
“elige su amo dentro de un mundo de esclavos”».[182]
La verdad: En realidad, Buchanan escribió: «La sed universal de libertad del
hombre es un hecho histórico (…) En un sentido estrictamente personalizado (…)
cada persona elige a su amo dentro de un mundo de esclavos. Sin embargo, en un
orden social generalizado (…) el anárquico régimen de hombres libres, cada uno de
los cuales respeta los derechos de los otros, se convierte en el sueño utópico».[183]

1
La mentira: «Sólo ese bombardeo [de la planta al-Shifa en Sudán], de acuerdo
con las estimaciones de la embajada alemana en Sudán y Human Rights Watch,
probablemente ascienda a decenas de miles de muertos».[184]
La verdad: La «estimación» de la embajada alemana fue lo que un ex embajador
autocalificaba como «suposición» sin basarse en ninguna evidencia. Human Rights
Watch negó públicamente haber dado ninguna estimación.[185]

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Las 10 principales
distorsiones estadísticas de Chomsky

10
La mentira: «En Corea del Sur, las fuerzas de seguridad, dirigidas por Estados
Unidos, mataron a unas 100 000 personas a finales de los 1940. Esto ocurrió antes de
la Guerra de Corea».[186]
La verdad: De acuerdo con la historia de ese periodo del investigador de la
Guerra de Corea John Merrill, «la guerra vino precedida de una importante
insurgencia en el Sur y serios enfrentamiento en el paralelo treinta y ocho», y
alrededor de 100 000 personas murieron en «disturbios políticos, guerra de guerrillas
y enfrentamientos en la frontera».[187]

9
La mentira: «Recordar la estimación de Bernard Fall de que para abril de 1965,
antes de que se detectara el primer batallón norvietnamita en el Sur, más de 160 000
“vietcong” habían caído bajo el aplastante peso de las armas americanas, el
NAPALM, los bombarderos y, finalmente, gas nervioso».[188]
La verdad: Fall informaba de las estimaciones de la propaganda del Vietcong:
«la propia declaración del NFL [es] que más de 160 000 sudvietnamitas (de los
suyos, posiblemente), han muerto hasta ahora en esta guerra».[189]

8
La mentira: «[Francois] Ponchaud cita de un informe camboyano que 200 000
personas murieron en bombardeos estadounidenses del 7 de marzo al 15 de agosto de
1973. No da la fuente (…) Ponchaud cita “autoridades camboyanas” que dan las
cifras de 800 000 muertos y 240 000 heridos antes de la liberación. Estas cifras no
son creíbles».[190]
La verdad: Ponchaud estaba informando acerca de afirmaciones de la
propaganda camboyana: el bombardeo mató a 200 000 personas «de acuerdo con los
cálculos de los revolucionarios» y «las autoridades de Kampuchea declararon
800 000 muertos y 200 000 incapacitados como consecuencia de la guerra».[191]

www.lectulandia.com - Página 40
7
La mentira: «Los bombardeos [estadounidenses en Camboya], que la CIA
estimó que habían matado unas 600 000 personas, movilizaron a los Jemeres
Rojos…».[192]
La verdad: La estimación de la CIA se refería a «muertes relacionadas con la
guerra» causadas por ambos bandos, no al total de muertos por bombardeos, que no
se comentaba. La CIA advertía que las cifras eran «discutibles» y concluía: “Ninguna
de esas estimaciones tiene buena justificación.[193] La cifra de 600 000 puede haber
sido inventada por el propio Pol Pot y es más del doble del número real de muertes
relacionadas con la guerra.[194]

6
La mentira: «Supongamos que sus [de Estados Unidos] estimaciones de
posguerra [de muertes en Camboya] son correctas. Al ser Estados Unidos
directamente responsables de la situación al final de la guerra, también lo es del
millón aproximado de muertes que se predecían como consecuencia directa de esa
situación»[195]
La verdad: La predicción estadounidense no se refería a los efectos de la guerra,
sino a las matanzas masivas que se esperaban como consecuencia de la brutal toma
del poder de los Jemeres Rojos, especialmente la marcha de la muerte desde Phnom
Penh.[196]

5
La mentira: «Ponchaud (…) estimó el número de muertos [por los Jemeres
Rojos] en 100 000 o más…»[197]
La verdad: Ponchaud estimó la cifra de ejecutados por los Jemeres Rojos en
100 000 o más; estimó que la suma total de las brutalidades de los Jemeres Rojos
(ejecuciones masivas, marchas de la muerte, trabajos forzados, hambrunas) en
800 000-1,4 millones el primer año y 2 millones al terminar el régimen.[198]

4
La mentira: «El informe demográfico de la CIA [sobre Camboya] da una cifra de
50 000 a 100 000 personas que “pueden haber sido ejecutadas» y una estimación de
muertes por todas las causas que no tiene sentido…“.[199]
La verdad: El estudio demográfico de la CIA estimaba que 250 000 personas

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fueron condenadas a ejecución y que 50 000-100 000 fueron realmente ejecutadas en
sólo una purga de los Jemeres Rojos, de abril de 1975 a enero de 1977. El informe
cifra la disminución total de la población bajo los Jemeres Rojos en 1,2-1,8 millones.
[200]

3
La mentira: «Muchos ataques israelíes no son en absoluto represalias,
incluyendo la invasión de 1982, que devastó buena parte del Líbano y dejó 20 000
civiles muertos…».[201]
La verdad: En la primera semana de la guerra de 1982, la OLP estimó 10 000
muertes. A pesar de esas «extremadas exageraciones», la agencia de noticias de la
OLP se convirtió en la «fuente principal de información» de las autoridades
libanesas.[202] En consecuencia, para fines de 1982 el gobierno libanés estimó más de
19 000 muertes, en su mayoría combatientes.[203] En 1984, el gobierno libanés
abandonó está cifra, anunciando que «unos 1000 libaneses murieron como
consecuencia de la invasión israelí».[204]

2
La mentira: «La invasión [israelí del Líbano] y su secuelas inmediatas dejaron
unos 20 000 muertos; de acuerdo con fuentes libanesas, el total en los años siguientes
fue de unas 25 000 [es decir, Israel ha matado a 45 000 libaneses]».[205]
La verdad: Chomsky está contando dos veces las invenciones de la propaganda
árabe. La primera cifra fue abandonada por el gobierno libanés hace años (ver más
arriba). La segunda cifra viene en una sola frase en un reportaje que ofrece una
estimación sin justificación que claramente incluye la guerra de 1982.[206]

1
La mentira: «EE.UU. y Gran Bretaña (…) habían matado en torno a 100 000
personas [en Irak] hasta el pasado octubre [de 2004], obviamente son más ahora».[207]
La verdad: Un estudio de 2004 afirmaba que la guerra de Iraq llevó a 100 000
muertes en exceso.[208] Incluía combatientes y civiles. Incluía muertes de enemigos y
de aliados. Un análisis independiente de sus cifras sugirió que 39 000 murieron a
manos del otro bando y el resto por otras causas.[209]

www.lectulandia.com - Página 42
Las 10 principales
mentiras de Chomsky sobre sí mismo

10
La mentira: «Nunca me he considerado un “marxista” y de hecho considero
conceptos como “marxista” (o “freudiano”, etc.) como más propias de la religión
organizada que del análisis racional».[210]
La verdad: Una década antes, Chomsky afirmó: «en mi opinión, una perspectiva
marxista-anarquista [en política] se justifica de forma muy distinta de lo que pueda
ocurrir en lingüística». Después decía: «No veo razón alguna para abandonar la idea
anarquista (…) igual que no abandonaría el marxismo».[211]

9
La mentira: «Mis propios escritos incluyen considerables discusiones acerca de
la naturaleza criminal de la doctrina y práctica marxista-leninista».[212]
La verdad: Chomsky había declarado antes: «Sería un error grotesco decir que
Stalin fue simplemente la puesta en práctica de los principios leninistas», pues El
Estado y la Revolución de Lenin «es en principio excelente». Su principal crítica no
fue que Lenin fuera un asesino en masa, sino que eliminara a sus compañeros
comunistas.[213]

8
La mentira: «Si mira lo que he escrito sobre la guerra del Vietnam, no hay una
sola palabra de apoyo al Vietcong. Toda la izquierda apoyaba a Ho Chi Minh: yo
decía que Vietnam del Norte era una brutal dictadura estalinista».[214]
La verdad: Chomsky dijo a una audiencia norvietnamita: «Vuestro heroísmo
revela las capacidades del espíritu y el deseo humano. La gente decente de todo el
mundo ve en vuestra lucha un modelo para sí mismos».[215] Escribió que Vietnam del
Norte estaba «creando una sociedad industrial moderna, igualitaria y democrática»,
que «ofrece a los campesinos esperanza para el futuro». Y añadía: «Sus logros son,
sin duda, muy notables».[216] Llamó al Vietnam comunista de posguerra un «milagro
de reconciliación y mesura».[217]

www.lectulandia.com - Página 43
7
La mentira: «[Un crítico] afirma que he argumentado “que no se debe dar
credibilidad a los refugiados de Camboya”, basándose en una artículo-comentario
(…) en el que escribimos que “sus informes deben ser seriamente considerados”.
¿Cómo puede transformar nuestras conclusiones en lo contrario? Sencillo.
Suprimiendo nuestras conclusiones y sólo señalando que “son necesarias cautela y
prudencia” por las razones que hemos mencionado, que, como añadimos, son de
sentido común».[218]
La verdad: Chomsky argumentaba claramente que no debía darse credibilidad a
los refugiados. Refiriéndose a «la extrema falta de credibilidad de los informes de los
refugiados», explicaba: «Los refugiados están asustados e indefensos, a merced de las
fuerzas extranjeras. Naturalmente, tienden a decir lo que creen que sus interlocutores
quieren oír. Aunque esos informes deben ser seriamente considerados, son necesarias
cautela y prudencia. En concreto, los refugiados preguntados por occidentales y
tailandeses tienen un interés personal en informar de atrocidades por parte de los
revolucionarios camboyanos…».[219]

6
La mentira: «Como es difícil creer que los editores tomen a sus lectores por
idiotas, supongo que debe ser algún tipo de error tipográfico y que los editores
realmente quería decir que nunca he prologado ninguna “publicación de la OLP”.
Esto último tendría al menos el mérito de ser verdad…».[220]
La verdad: En 1976, Chomsky escribió el prólogo de un libro de Sabri Jiryis, del
Centro de Investigación de la OLP en Beirut.[221] Jiryis se describía a sí mismo como
«un viejo terrorista cabezota», añadiendo que después de 1967 había sido responsable
de «supervisar acciones clandestinas [es decir, ataques terroristas] de al-Fatah» en el
norte de Israel.[222]

5
La mentira: [Desmintiendo su afirmación de que Estados Unidos y Gran Bretaña
utilizaron los ejércitos nazis para atacar a la Unión Soviética y prolongar el
Holocausto:] «tan ridículo como para merecer comentario (…) Nadie puede emplear
seriamente esto como fuente (…) acusaciones infantiles en revistas intentando
desacreditar a enemigos políticos (…) un intento de desacreditar un enemigo político
odiado (…) No tengo nada que ver (…) casi todo calumnias(…) un ridículo artículo
calumnioso en el New Yorker».[223]

www.lectulandia.com - Página 44
La verdad: La afirmación de Chomsky, tal como se cita en el New Yorker, está
grabada en vídeo.[224]

4
La mentira: «Probablemente he sido durante años el mayor opositor a la
campaña de desinversiones en Israel».[225]
La verdad: Antes, ese mismo año, Chomsky había firmado una petición para que
las universidades desinvirtieran en Israel. «La desinversión será un proceso largo y
lento», se lamentó una semana antes de aparecer como conferenciante estrella en una
convención universitaria para apoyar la campaña de desinversiones.[226]

3
La mentira: «No predije nada [acerca de un “genocidio silencioso” en
Afganistán] (…) Las alarmas siguen siendo igualmente adecuadas, una realidad que
no debería ser necesario explicar».[227]
La verdad: Chomsky dijo que «un número desconocido de afganos morirán por
hambre (…) quizá haya millones de afganos muriéndose de hambre». Declaró que
«Washington actuó en seguida para asegurarse la muerte y el sufrimiento de un
enorme número de afganos, millones de los cuales ya estaban al borde de la
inanición» y observó que el «perceptible plan de la administración sería continuar el
programa de genocidio silencioso».[228] Ese genocidio no se produjo entonces ni a
partir de entonces.

2
La mentira: «El término “teoría conspiratoria” es particularmente revelador.
Siempre me he opuesto explicita y enérgicamente a las “teorías conspiratorias” e
incluso soy conocido por ello».[229]
La verdad: Chomsky considera a los deportes, los concursos y el sexo como
parte de la conspiración de los medios de comunicación: «En lo que se refiere a la
población en general, a la que se dirigen los medios de comunicación de masas
reales, lo principal es quitárselos de encima. Hacer que se interesen por otra cosa.
Deportes profesionales (…) ¿Quién quiere ser millonario?, quién va a ganar las
Series Mundiales, sexo, cualquier cosa que no importe. Y si vemos los medios de
comunicación de masas, eso es lo que hacen».[230]

www.lectulandia.com - Página 45
1
La mentira: «Hay muchas cosa que evitan que no fijemos en las estructuras que
nos rodean y cualquiera que se salga del guión corre serio peligro. No es que te vayan
a pegar un tiro en este país, como ocurriría en muchas sociedades asesinas, pero hay
sin duda sanciones, en términos de carrera profesional, estatus, ingresos».[231]
La verdad: Lejos de imponerle sanciones por sus opiniones, el gobierno
estadounidense dio a Chomsky su carrera profesional, estatus e ingresos. Como una
vez admitió, «el MIT paga sólo un treinta o un cuarenta por ciento de mi salario. El
resto viene de otras fuentes, en su mayor parte, del Departamento de Defensa».[232]

www.lectulandia.com - Página 46
Notas

www.lectulandia.com - Página 47
[1]
Carta reimpresa en Alexander Cockburn, The Golden Age Is In Us (Verso, 1995),
páginas 149-151. <<

www.lectulandia.com - Página 48
[2]Alec Nove, “Victims of Stalinism: How Many?” en J. Arch Getty y Roberta T.
Manning, eds., Stalinist Terror (Cambridge University Press, 1993), página 266
(Ucrania); Jan T. Gross, Revolution From Abroad (Princeton University Press, 2002),
páginas 228-229 (Polonia); Martyn Rady, Romania in Turmoil (I.B. Tauris, 1992),
página 31 (Rumanía); Washington Post, 16 de enero de 1994 (Bielorrusia); Karel
Bartosek, “Central and Southeastern Europe”, in Stephane Courtois, ed., The Black
Book of Communism (Harvard University Press, 1999), página 395, publicado en
España como El libro negro del comunismo (Pozuelo de Alarcón: Espasa-Calpe,
1998) (Hungría, Bulgaria); Los Angeles Times, 27 de octubre de 1991 (Alemania del
Este); US News & World Report, 20 de octubre de 1997 (Lituania); New York Times,
9 de julio de 1990 (Yugoslavia); Philadelphia Inquirer, 3 de noviembre de 1999
(Checoslovaquia); New York Times, 8 de julio de 1997 (Albania); David M. Glantz y
Jonathan House, When Titans Clashed: How the Red Army Stopped Hitler
(University Press of Kansas, 1995), página 307 (prisioneros de guerra); Anthony
Beevor, The Fall of Berlin 1945 (Penguin, 2003), página 410, publicado en España
como Berlín: la caída, 1945 (Barcelona: Crítica, 2003) (violaciones). <<

www.lectulandia.com - Página 49
[3]American Power and the New Mandarins (edición revisada, The New Press,
2002), página 137 nota 56. <<

www.lectulandia.com - Página 50
[4]New York Times, 13 de junio de 1957 (cifras oficiales); 15 de noviembre de 1970
(cifras no oficiales). <<

www.lectulandia.com - Página 51
[5]Basil Ashton, Kenneth Hill, Alan Piazza, Robin Zeitz, “Famine in China, 1958-
61”, Population and Development Review, Diciembre de 1984, página 614. <<

www.lectulandia.com - Página 52
[6]The Washington Connection and Third World Fascism (South End Press, 1979),
páginas 342 y 432 nota 168. <<

www.lectulandia.com - Página 53
[7] J. Price Gittinger, “Communist Land Policy in North Vietnam”, Far Eastern
Survey, Agosto de 1959, página 118 (porcentage, error); Robert F. Turner, Vietnamese
Communism: Its Origins and Development (Hoover Institution Press, 1975), páginas
141-143 y 155-157 (desertores, diplomático, aislamiento); Gerard Tongas, J’ai vécu
dans l’enfer communiste au Nord Viêt-Nam (París: Nouvelles Editions Debresse,
1960), página 222(izquierdista francés). Chomsky al antiguo oficial de Diem Nguyen
Van Chau, que tildó la historia de invención de Saigón, pero Chau había sido purgado
por las autoridades de Saigon y era un activista en apoyo del Vietcong: New York
Times, 23 de noviembre de 1963 (purga); Vietnam News Agency, París, 21 de
diciembre de 1972 (Vietcong). <<

www.lectulandia.com - Página 54
[8]The Washington Connection and Third World Fascism (South End Press, 1979),
páginas 340-341. <<

www.lectulandia.com - Página 55
[9]
Guenter Lewy, America in Vietnam (Oxford University Press, 1978), páginas 272-
273 y 448-449. <<

www.lectulandia.com - Página 56
[10] Frente de Liberación Nacional de la República Democrática de Vietnam (N. del
T.). <<

www.lectulandia.com - Página 57
[11]
The Washington Connection and Third World Fascism (South End Press, 1979),
página 352. <<

www.lectulandia.com - Página 58
[12]
Stephen T. Hosmer, Viet Cong Repression and its Implications for the Future
(Rand Corporation, 1970), páginas 73-74. <<

www.lectulandia.com - Página 59
[13]
The Washington Connection and Third World Fascism (South End Press, 1979),
página 28. <<

www.lectulandia.com - Página 60
[14]Human Events, 27 de agosto de 1977 (Nguyen Cong Hoan); Al Santoli, ed., To
Bear Any Burden (Indiana University Press, 1999), páginas 272 y 292-2933 (Doan
Van Toai, Nguyen Tuong Lai); Orange County Register, 29 de abril de 2001 (campos
de concentración); San Diego Union, 20 de julio de 1986 (boat people). <<

www.lectulandia.com - Página 61
[15]Manufacturing Consent: The Political Economy of the Mass Media (South End
Press, 1979), páginas 264-265. <<

www.lectulandia.com - Página 62
[16]Marek Sliwinski, Le Génocide Khmer Rouge: Une Analyse Démographique
(París: L’Harmattan, 1995), páginas 41-48 y 57. <<

www.lectulandia.com - Página 63
[17]
Deterring Democracy (Vintage, 1992), página 380, publicado en España como El
miedo a la democracia (Barcelona: Crítica, 2004). <<

www.lectulandia.com - Página 64
[18] Washington Post, 21 de enero 2006, citando la Comisión de la Verdad de la ONU.
<<

www.lectulandia.com - Página 65
[19]Marek Sliwinski, Le Génocide Khmer Rouge: Une Analyse Démographique
(París: L’Harmattan, 1995), página 57. <<

www.lectulandia.com - Página 66
[20] After the Cataclysm (South End Press, 1979), páginas 138-139. <<

www.lectulandia.com - Página 67
[21] Entrevista en Time, 10 de marzo de 1980. <<

www.lectulandia.com - Página 68
[22] After the Cataclysm (South End Press, 1979), página 160. <<

www.lectulandia.com - Página 69
[23]Ea Meng-Try, “Kampuchea: A Country Adrift”, Population and Development
Review, Junio de 1981, página 214. <<

www.lectulandia.com - Página 70
[24]Marek Sliwinski, Le Génocide Khmer Rouge: Une Analyse Démographique
(París: L’Harmattan, 1995), página 57. <<

www.lectulandia.com - Página 71
[25] Language and Politics (AK Press, 2004), página 479. <<

www.lectulandia.com - Página 72
[26]David Henige, Numbers From Nowhere: The American Indian Contact
Population Debate (University of Oklahoma Press, 1998), páginas 66-87. <<

www.lectulandia.com - Página 73
[27]
Noble David Cook, Born to Die: Disease and New World Conquest, 1492-1650
(Cambridge University Press, 1998), página206, publicado en España como La
conquista biológica: las enfermedades en el Nuevo Mundo (Madrid: Siglo XXI,
2005). <<

www.lectulandia.com - Página 74
[28] Turning the Tide (South End Press, 1985), página 88. <<

www.lectulandia.com - Página 75
[29]James A. LeRoy, “The Philippines and the Filipinos”, Political Science
Quarterly, junio de 1906, página 303. <<

www.lectulandia.com - Página 76
[30]John M. Gates, “War-Related Deaths in the Philippines, 1898-1902”, Pacific
Historical Review, agosto de 1984, página 376. <<

www.lectulandia.com - Página 77
[31]Larissa MacFarquhar, “The Devil’s Accountant”, The New Yorker, 31 de marzo
de 2003. <<

www.lectulandia.com - Página 78
[32]Albert L. Weeks, Russia’s Life-Saver: Lend-Lease Aid to the USSR in World War
II (Lexington Books, 2004). <<

www.lectulandia.com - Página 79
[33]Larissa MacFarquhar, “The Devil’s Accountant”, The New Yorker, 31 de marzo
de 2003. <<

www.lectulandia.com - Página 80
[34]Ver John Williamson, “Chomsky, Language, World War II and Me”, en Peter
Collier y David Horowitz, editores, The Anti-Chomsky Reader (Encounter Books,
2004), páginas 236-239. <<

www.lectulandia.com - Página 81
[35]
“An Exchange on ‘The Responsibility of Intellectuals”, New York Review of
Books, 20 de abril de 1967. <<

www.lectulandia.com - Página 82
[36]Robert P. Newman, Truman and the Hiroshima Cult (Michigan State University
Press, 1995), páginas 149, 139 y 105-113. <<

www.lectulandia.com - Página 83
[37]
The Washington Connection and Third World Fascism (South End Press, 1979),
página 16. Énfasis en el original. <<

www.lectulandia.com - Página 84
[38]Andrew G. Walder y Yang Su, “The Cultural Revolution in the Countryside”,
China Quarterly, marzo de 2003 (China); Washington Post, 3 de agosto de 1979
(Vietnam); Forced Back and Forgotten (Lawyers Committee for Human Rights,
1989), página 8 (Laos); Sylvain Boulouque, “Communism in Afghanistan”, en
Stephane Courtois, ed., The Black Book of Communism, (Harvard University Press,
1999), página 725 (Afganistán); New York Times, 4 de diciembre de 1994 (Etiopía).
Sobre lo absurdo del argumento de Chomsky, ver Stephen J. Morris, “Chomsky on
US Foreign Policy”, Harvard International Review, Diciembre-Enero de 1981. <<

www.lectulandia.com - Página 85
[39]Pirates and Emperors, Old and New (Pluto Press, 2002), página 112, publicado
en España como Piratas y emperadores: terrorismo internacional en el mundo de hoy
(Barcelona: Ediciones B, 2004). <<

www.lectulandia.com - Página 86
[40] Washington Post, 23 de marzo de 1980. <<

www.lectulandia.com - Página 87
[41] Pirates and Emperors, Old and New (Pluto Press, 2002), páginas 84 y 99. <<

www.lectulandia.com - Página 88
[42] Washington Post, 27 de julio de 1980 <<

www.lectulandia.com - Página 89
[43] Entrevista en International Socialist Review, Septiembre-octubre de 2002. <<

www.lectulandia.com - Página 90
[44] The Times, Reino Unido, 8 de abril de 2003. <<

www.lectulandia.com - Página 91
[45]9-11 (Seven Stories Press, 2001), página 88, publicado en España como
11/09/2001 (Barcelona: RBA, 2002) <<

www.lectulandia.com - Página 92
[46]Milton Leitenberg, “Saddam is the Cause of Iraqis Suffering”, Institute for the
Study of Genocide <<

www.lectulandia.com - Página 93
[47] New York Times, 12 de septiembre de 2000. <<

www.lectulandia.com - Página 94
[48] Sunday Telegraph, Reino Unido, 25 de mayo de 2003. <<

www.lectulandia.com - Página 95
[49]World Orders, Old and New (Columbia University Press, 1996), página 39,
publicado en España como El nuevo orden mundial (y el viejo) (Barcelona: Crítica,
2005). <<

www.lectulandia.com - Página 96
[50]
Michael Ellman, “The 1947 Soviet Famine and the Entitlement Approach to
Famines”, Cambridge Journal of Economics, Septiembre de 2000, páginas 603-630.
<<

www.lectulandia.com - Página 97
[51]
Anne Applebaum, Gulag: A History (Doubleday, 2003), páginas 583, 579 y 581,
publicado en España como Gulag: una historia (Barcelona: Nuevas Ediciones de
Bolsillo, 2005). <<

www.lectulandia.com - Página 98
[52] Deterring Democracy (Vintage, 1992), páginas 10-11. <<

www.lectulandia.com - Página 99
[53] El texto completo, en http://www.fas.org/irp/offdocs/nsc-hst/nsc-68.htm (N. del
T.). <<

www.lectulandia.com - Página 100


[54]“NSC 68: United States Objectives and Programs for National Security”, 14 de
abril de 1950, en Naval War College Review, Mayo-Junio de 1975. <<

www.lectulandia.com - Página 101


[55] Deterring Democracy (Vintage, 1992), página 99. <<

www.lectulandia.com - Página 102


[56]Jung Chang y Jon Halliday, Mao: The Unknown Story (Jonathan Cape, 2005),
página 338. <<

www.lectulandia.com - Página 103


[57] Powers and Prospects (Pluto Press, 1996), páginas 178 y 199. <<

www.lectulandia.com - Página 104


[58]Arnold C. Brackman, The Communist Collapse in Indonesia (W.W. Norton &
Co., 1969), páginas 63-65. <<

www.lectulandia.com - Página 105


[59]
H.W. Brands, “The Limits of Manipulation: How the United States Didn’t Topple
Sukarno”, Journal of American History, diciembre de 1989, página 801. <<

www.lectulandia.com - Página 106


[60] Ibíd., página 803. La periodista Kathy Kadane dijo que la Embajada
Estadounidense dio una “lista de la muerte” de 5000 comunistas, pero su reportaje
fue desacreditado: ver New York Times, 12 de 1990; AIM Report, Septiembre de
1990. <<

www.lectulandia.com - Página 107


[61]
Manufacturing Consent: The Political Economy of the Mass Media (Vintage,
1994), página 181. <<

www.lectulandia.com - Página 108


[62] The Economist, 26 de febrero de 1983. <<

www.lectulandia.com - Página 109


[63] Washington Post, 23 de abril de 1985. <<

www.lectulandia.com - Página 110


[64]“Vietnam: How Government Became Wolves”, New York Review of Books, 15 de
junio de 1972. <<

www.lectulandia.com - Página 111


[65]Spencer C. Tucker, editor, Encyclopedia of the Vietnam War (Oxford University
Press, 2001), páginas 448-449. <<

www.lectulandia.com - Página 112


[66]
Rogue States: The Rule of Force in World Affairs (Pluto Press, 2000), página 9,
publicado en España como Estados canallas: el imperio de la fuerza en los asuntos
mundiales (Barcelona: Paidós, 2004). <<

www.lectulandia.com - Página 113


[67] Craig Etcheson, After the Killing Fields (Praeger, 2005), páginas 24 y 27. <<

www.lectulandia.com - Página 114


[68] The Guardian, Reino Unido, 6 de julio de 1991. <<

www.lectulandia.com - Página 115


[69]
Stephen J. Morris, “ABC Flacks For Hanoi”, Wall Street Journal, 26 de abril de
1990 y “Skeletons in the Closet”, The New Republic, 4 de junio de 1990. <<

www.lectulandia.com - Página 116


[70]
Hegemony or Survival (Penguin Books, 2004), página 94., publicado en España
como Hegemonía o supervivencia: la estrategia imperialista de Estados Unidos
(Barcelona: Ediciones B, 2005). <<

www.lectulandia.com - Página 117


[71]Médicos sin Fronteras, “Angola: An Alarming Nutritional Situation”, Agosto de
1999 (total de muertos de Angola); Washington Post, 18 de marzo de 1978
(intervención en Etiopía); New York Times, 14 de diciembre de 1994 (total de muertos
de Etiopía). <<

www.lectulandia.com - Página 118


[72] Powers and Prospects (Pluto Press, 1996), página 199. <<

www.lectulandia.com - Página 119


[73]
South African Destabilization: The Economic Cost of Frontline Resistance to
Apartheid (Comisión Económica de la ONU para África, 1989). <<

www.lectulandia.com - Página 120


[74]La mitología izquierdista sobre esas guerras está correctamente desacreditada en
W. Martin James, A Political History of the Civil War in Angola, 1974-1990
(Transaction, 1991) y David Hoile, Mozambique, Resistance and Freedom: A Case
For Reassessment (Londres: Mozambique Institute, 1994).Hoile desmantela el
infame Informe Gersony del Departamento de Estado sobre supuestas atrocidades del
RENAMO. <<

www.lectulandia.com - Página 121


[75] World Orders, Old and New (Columbia University Press, 1996), página 62. <<

www.lectulandia.com - Página 122


[76]National Society for Human Rights, Ending the Angolan Conflict, Windhoek,
Namibia, 3 de julio de 2000 (partidos de oposición, masacres); John Matthew,
Letters, The Times, Reino Unido, 6 de noviembre de 1992 (observador electoral);
NSHR, Notas de prensa, 12 de septiembre de 2000, 16 de mayo de 2001 (atrocidades
del MPLA). <<

www.lectulandia.com - Página 123


[77] 9-11 (Seven Stories Press, 2001), página 12. <<

www.lectulandia.com - Página 124


[78]
Paul Fregosi, Jihad in the West: Muslim Conquests from the 7th to the 21st
Centuries (Prometheus Books, 1998). <<

www.lectulandia.com - Página 125


[79] “There’s Good Reason to Fear US”, Toronto Star, 7 de septiembre de 2003. <<

www.lectulandia.com - Página 126


[80]Peter Calvocoressi, John Wint y Guy Pritchard, The Penguin History of the
Second World War (Penguin, 1999), páginas 453, 577-578. <<

www.lectulandia.com - Página 127


[81] 9-11 (Seven Stories Press, 2001), páginas 11-12. <<

www.lectulandia.com - Página 128


[82]
Ronald Spector, Eagle Against the Sun: The American War With Japan (Vintage
Books, 1985), páginas 101 y 178. <<

www.lectulandia.com - Página 129


[83] Entrevista, Monthly Review, Noviembre de 2001. <<

www.lectulandia.com - Página 130


[84] Peter Bergen, Holy War, Inc. Inside the Secret World of Osama Bin Laden
(Touchstone, 2002), página 66, publicado en España como Guerra santa, S.A.: la red
terrorista de Osama Bin Laden (Barcelona: Nuevas Ediciones de Bolsillo, 2002);
Jason Burke, Al-Qaeda: The True Story of Radical Islam (Penguin, 2003), página 59
publicado en España como Al Qaeda (Barcelona: RBA, 2004); Steve Coll, Ghost
Wars: The Secret History of the CIA, Afghanistan and Bin Laden, From the Soviet
Invasion to September 10, 2001 (Penguin, 2004), página 87. <<

www.lectulandia.com - Página 131


[85] La Jornada, Mexico, 15 de septiembre de 2001. <<

www.lectulandia.com - Página 132


[86]Steve Coll, Ghost Wars: The Secret History of the CIA, Afghanistan and Bin
Laden, From the Soviet Invasion to September 10, 2001 (Penguin, 2004), páginas
249-250 y 404. <<

www.lectulandia.com - Página 133


[87] La Jornada, Mexico, 15 de septiembre de 2001. <<

www.lectulandia.com - Página 134


[88]
Ver, por ejemplo, Daniel Pipes, Militant Islam Reaches America (W.W. Norton &
Co., 2002); David Cook, Understanding Jihad (University of California Press, 2005).
<<

www.lectulandia.com - Página 135


[89] “On the Bombings”, ZNet, 11 de septiembre de 2001:
http://www.zmag.org/chomnote.htm. <<

www.lectulandia.com - Página 136


[90] Washington Post, 21 de agosto de 1998. <<

www.lectulandia.com - Página 137


[91] 9-11 (Seven Stories Press, 2001), páginas 59-60. <<

www.lectulandia.com - Página 138


[92]
Jason Burke, Al-Qaeda: The True Story of Radical Islam (Penguin, 2003), página
248. <<

www.lectulandia.com - Página 139


[93] Sunday Times, Reino Unido, 8 de septiembre de 2002. <<

www.lectulandia.com - Página 140


[94]“The New War Against Terror”, Conferencia en el Massachusetts Institute of
Technology, 18 de octubre de 2001. <<

www.lectulandia.com - Página 141


[95] New York Times, 1 de febrero de 2002. <<

www.lectulandia.com - Página 142


[96] Pirates and Emperors, Old and New (Pluto Press, 2002), página 150. <<

www.lectulandia.com - Página 143


[97] Los Angeles Times, 4 de enero de 2002. <<

www.lectulandia.com - Página 144


[98] Carta al Wall Street Journal, 5 de febrero de 2002. <<

www.lectulandia.com - Página 145


[99] The Spectator, Reino Unido, 30 de noviembre de 2002. <<

www.lectulandia.com - Página 146


[100]
Manufacturing Consent: The Political Economy of the Mass Media (Vintage,
1994), páginas 71-72. <<

www.lectulandia.com - Página 147


[101]Piero Gleijeses, Shattered Hope: The Guatemalan Revolution and the United
States, 1944-1954 (Princeton University Press, 1991), páginas 84, 147, 145, 155 y
181-182. Este libro es una auténtica hagiografía de Arbenz. <<

www.lectulandia.com - Página 148


[102] “Antecedentes Inmediatos (1944-1961): El derrocamiento de Arbenz y la
intervención militar de 1954”, en Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH),
Guatemala: Memoria Del Silencio (Guatemala, 1999), Capítulo primero. <<

www.lectulandia.com - Página 149


[103] Nicholas Cullather, Secret History: The CIA’s Classified Account of its
Operation in Guatemala, 1952-1954 (Stanford University Press, 1999) páginas 24-
27, un estudio basado en los archivos de la CIA. <<

www.lectulandia.com - Página 150


[104]Entrevista, Hot Type With Evan Solomon, CBC Newsworld, Canadá, 9 de
diciembre de 2003. <<

www.lectulandia.com - Página 151


[105]Declaración del quiebre de la democracia chilena”, Resolución de la Cámara de
Diputados, Chile, 22 de agosto de 1973:
http://www.archivochile.com/Poder_Dominante/pod_publi_parl/PDparlamento0003.pdf
<<

www.lectulandia.com - Página 152


[106]
Mark Falcoff, Modern Chile, 1970-1989 (Transaction, 1989), páginas 199-251 y
“Kissinger and Chile: The Myth That Will Not Die”, Commentary, Noviembre de
2003; Joaquin Fermandois, “The Persistence of a Myth: Chile in the Eye of the Cold
War Hurricane”, World Affairs, Invierno de 2005. <<

www.lectulandia.com - Página 153


[107] The Harvard Crimson, 20de marzo de 1985. <<

www.lectulandia.com - Página 154


[108] 9-11 (Seven Stories Press, 2001), página 79. <<

www.lectulandia.com - Página 155


[109]
Roger Miranda y William Ratliff, The Civil War in Nicaragua (Transaction,
1993), páginas 97-125 y 135-150. <<

www.lectulandia.com - Página 156


[110] Turning the Tide (South End Press, 1985), página 117. <<

www.lectulandia.com - Página 157


[111]Washington Post, 15 de mayo de 1982 (Socorro Jurídico); 19 de agosto 1984
(massacre inventada); 6 de agosto de 1986 (desertor); Human Events, 15 de
septiembre de 1990 (notas de prensa falsificadas). <<

www.lectulandia.com - Página 158


[112] Turning the Tide (South End Press, 1985), página 168. <<

www.lectulandia.com - Página 159


[113] New York Times, 24 de junio de 1984; Washington Post, 27 de junio de 1984. <<

www.lectulandia.com - Página 160


[114] Turning the Tide (South End Press, 1985), página 72. <<

www.lectulandia.com - Página 161


[115]John Norton Moore, The Secret War in Central America (University Publications
of America, 1987) página 143 nota 94 (2000 asesinatos); Roger Miranda y William
Ratliff, The Civil War in Nicaragua (Transaction, 1993), página 193 (3000
desapariciones); Insight on the News, 26 de julio de 1999 (14 000 atrocidades). <<

www.lectulandia.com - Página 162


[116]Associated Press, 9 de septiembre de 1990 (Brasil, 350 muertos); Rule by Fear:
Paraguay After Thirty Years Under Stroessner (Americas Watch, 1985), página 99
(Paraguay, 340 muertos); Los Angeles Times, 9 de diciembre de 2001 (México, 275
muertos); New York Times, 17 de abril de 1989 (Uruguay, 200 muertos); New York
Times, 14 de marzo de 1999 (Bolivia, 200 muertos); New York Times, 21 de
diciembre de 1995 (Honduras, 184 muertos). <<

www.lectulandia.com - Página 163


[117] Turning the Tide (South End Press, 1985), página 54. <<

www.lectulandia.com - Página 164


[118]
Roger Miranda y William Ratliff, The Civil War in Nicaragua (Transaction,
1993), páginas 116-118. <<

www.lectulandia.com - Página 165


[119] Deterring Democracy (Vintage, 1992), página 306. <<

www.lectulandia.com - Página 166


[120]Martin Kriele, “Power and Human Rights in Nicaragua”, German Comments,
Abril de 1986, páginas 56-57 y 64-65. <<

www.lectulandia.com - Página 167


[121] LA Weekly, 24-30 de enero de 2003. <<

www.lectulandia.com - Página 168


[122] Ibíd. <<

www.lectulandia.com - Página 169


[123]
“Middle East Diplomacy: Continuities and Changes”, Z Magazine, Diciembre de
1991. <<

www.lectulandia.com - Página 170


[124]
Reuven Pedatzur, “Coming Back Full Circle: The Palestinian Option in 1967”,
Middle East Journal, Primavera de 1995, páginas 273-276 y 278; ver también
Washington Post, 6 de julio de 1967. <<

www.lectulandia.com - Página 171


[125]Avraham Wachman, “A Peace Plan”, The New Republic, 5 de septiembre de
1988; Jerusalem Post, 27 de julio de 1990. En este momento “Sharon estaba de
acuerdo con transferir toda la franja occidental a la soberanía palestina a condición de
que todos los acuerdos de seguridad quedaran en manos de Israel”: Uzi Benziman,
Sharon: An Israeli Caesar (Robson Books, 1985), página 194. <<

www.lectulandia.com - Página 172


[126]FatefulTriangle (Pluto Press, 1999), página 64, publicado en España como El
triángulo fatal: Estados Unidos, Israel y Palestina (Madrid: Editorial Popular, 2002).
<<

www.lectulandia.com - Página 173


[127]
Al-Ahram, Egipto, 25 de febrero de 1971, citado en Theodore Draper, “The Road
to Geneva”, Commentary, Febrero de1974. <<

www.lectulandia.com - Página 174


[128] Fateful Triangle (Pluto Press, 1999), páginas 99-100. <<

www.lectulandia.com - Página 175


[129]Radio Damasco, 15 de octubre de 1973, trascrito en Walter Laqueur, editor, The
Israel-Arab Reader (Bantam Books, 1976), página 459. <<

www.lectulandia.com - Página 176


[130]
Al-Ahram, Egipto, 19 de octubre de 1973, citado en Theodore Draper, “The
Road to Geneva”, Commentary, Febrero de1974. <<

www.lectulandia.com - Página 177


[131] Fateful Triangle (Pluto Press, 1999), página 67. <<

www.lectulandia.com - Página 178


[132]
Borrador de Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, 23 de enero de
1976; Newsweek, 5 de enero de 1976; New York Times, 17 de febrero de 1976. <<

www.lectulandia.com - Página 179


[133]
Power and Terror (Seven Stories Press, 2003), página 52, publicado en España
como Poder y terror (Barcelona: RBA, 2003). <<

www.lectulandia.com - Página 180


[134]El Mundo, Venezuela, 11 de febrero de 1980; The Times, Reino Unido, 5 de
agosto de 1980; Der Stern, Alemania Occidental, 30 de julio de 1981. <<

www.lectulandia.com - Página 181


[135] Fateful Triangle (Pluto Press, 1999), página 309. <<

www.lectulandia.com - Página 182


[136]
Ze’ev Schiff y Ehud Ya’ari, Israel’s Lebanon War (Simon and Schuster, 1984),
página 220. <<

www.lectulandia.com - Página 183


[137] Power and Terror (Seven Stories Press, 2003), página 54. <<

www.lectulandia.com - Página 184


[138] Washington Post, 2 de octubre de 1985. <<

www.lectulandia.com - Página 185


[139] Deterring Democracy (Vintage, 1992), página 25. <<

www.lectulandia.com - Página 186


[140]
Khalaf, Al-Watan, Kuwait, 11 de febrero de 1989; Arafat, BBC Summary of
World Broadcasts, 8 de enero de 1990. <<

www.lectulandia.com - Página 187


[141] “Back in the USA”, Red Pepper, Reino Unido, Mayo de 2002. <<

www.lectulandia.com - Página 188


[142]Faisal Husseini, Al-Safir, Líbano, 21 de marzo de 2001. Para mapas de las
propuestas Clinton-Barak, ver Dennis Ross, The Missing Peace (Farrar, Straus and
Giroux, 2004), páginas xxiv-xxv. <<

www.lectulandia.com - Página 189


[143]
Entrevista, 21 de mayo de 2002, en Power and Terror (Seven Stories Press,
2003), página 32. <<

www.lectulandia.com - Página 190


[144] “His Right to Say It”, The Nation, 28 de febrero de 1981. <<

www.lectulandia.com - Página 191


[145]
Pierre Guillaume, “Une mise au point”, en Droit et Histoire (París: La Vieille
Taupe, 1986), página 152. <<

www.lectulandia.com - Página 192


[146]
Werner Cohn, Partners in Hate: Noam Chomsky and the Holocaust Deniers
(Avukah Press, 1995), páginas 55-56. <<

www.lectulandia.com - Página 193


[147]
Réponses inédites à mes détracteurs parisiens (París: Cahiers Spartacus, 1984);
Language and Politics (AK Press, 2004), página 290. <<

www.lectulandia.com - Página 194


[148]Entrevista no publicada, 28 de marzo de 1977; Language and Politics (AK
Press, 2004), página 176. <<

www.lectulandia.com - Página 195


[149]“Some Elementary Comments on the Rights of Freedom of Expression”, 11 de
octubre de 1980, publicado como prefacio a Robert Faurisson, Mémoire en défense
contre ceux qui m’accusent de falsifier l’histoire (París: La Vieille Taupe, 1980). <<

www.lectulandia.com - Página 196


[150]
El texto de la petición se reproduce en Werner Cohn, Partners in Hate: Noam
Chomsky and the Holocaust Deniers (Avukah Press, 1995), páginas 33-34. <<

www.lectulandia.com - Página 197


[151]“Some Elementary Comments on the Rights of Freedom of Expression”, 11 de
octubre de 1980, publicado como prefacio a Robert Faurisson, Mémoire en défense
contre ceux qui m’accusent de falsifier l’histoire (París: La Vieille Taupe, 1980). <<

www.lectulandia.com - Página 198


[152]
Ver Nadine Fresco, “The Denial of the Dead: On the Faurisson Affair”, Dissent,
Otoño de 1981. <<

www.lectulandia.com - Página 199


[153] “His Right to Say It”, The Nation, 28 de febrero de 1981. <<

www.lectulandia.com - Página 200


[154]Serge Thion, Vérité historique ou Vérité politique? Le dossier de l’affaire
Faurisson. La question des chambres à gaz (París: La Vieille Taupe, 1980). <<

www.lectulandia.com - Página 201


[155] “His Right to Say It”, The Nation, 28 de febrero de 1981. <<

www.lectulandia.com - Página 202


[156] Peace in the Middle East? (Fontana, 1975), página 53. <<

www.lectulandia.com - Página 203


[157] Carta a Outlook (una revista comunista canadiense), 1 de junio de 1989. <<

www.lectulandia.com - Página 204


[158]
Pierre Guillaume, “Une mise au point”, en Droit et Histoire (París: La Vieille
Taupe, 1986), página 154. Traducido de la traducción inglesa del francés. <<

www.lectulandia.com - Página 205


[159] Carta a Outlook (una revista comunista canadiense), 1 de junio de 1989. <<

www.lectulandia.com - Página 206


[160]
Pierre Guillaume, “Une mise au point”, en Droit et Histoire (París: La Vieille
Taupe, 1986), página 170. Traducido de la traducción inglesa del francés. <<

www.lectulandia.com - Página 207


[161]Citada en W.D. Rubinstein, “Chomsky and the Neo-Nazis”, Quadrant, Octubre
de 1981. <<

www.lectulandia.com - Página 208


[162]Como han advertido algunos comentaristas: ver Lucy Dawidowicz, “Lies About
the Holocaust”, Commentary, Diciembre de 1980. <<

www.lectulandia.com - Página 209


[163]
Réponses inédites à mes détracteurs parisiens (París: Cahiers Spartacus, 1984);
Language and Politics (AK Press, 2004), página 291. <<

www.lectulandia.com - Página 210


[164] “An Island Lies Bleeding”, The Guardian, Reino Unido, 5 de julio de 1994. <<

www.lectulandia.com - Página 211


[165] Time, 15 de julio de 1966. <<

www.lectulandia.com - Página 212


[166]James Reston, “Washington: A Gleam of Light in Asia”, New York Times, 19 de
junio de 1966; Editorial, New York Times, 25 de agosto de 1966. <<

www.lectulandia.com - Página 213


[167] Peace in the Middle East? (Fontana, 1975), página 182 nota 20. <<

www.lectulandia.com - Página 214


[168] The Times, Reino Unido, 15 de junio de 1967. <<

www.lectulandia.com - Página 215


[169] “Memories”, Z Magazine, Julio-Agosto de 1995. <<

www.lectulandia.com - Página 216


[170]McGeorge Bundy, “The End of Either/Or”, Foreign Affairs, Enero de 1967,
página 191. <<

www.lectulandia.com - Página 217


[171]“After Pinkville”, New York Review of Books, 1 de enero de 1970; At War With
Asia (Vintage Books, 1970), páginas 87-88. <<

www.lectulandia.com - Página 218


[172]Samuel P. Huntington, “The Bases of Accommodation”, Foreign Affairs, Julio
de 1968, página 653. <<

www.lectulandia.com - Página 219


[173] “Distortions at Fourth Hand”, The Nation, 25 de junio de 1977. <<

www.lectulandia.com - Página 220


[174] Nayan Chanda, Far Eastern Economic Review, 29 de octubre de 1976; W.J.
Sampson, Cartas, The Economist, 26 de marzo de 1977; B. Kiernan, “Cambodia in
the News; 1975/76”, Melbourne Journal of Politics, Diciembre de 1975-Enero de
1976. Posteriormente, Ciernan reconoció el genocidio y se convirtió en apologista de
la dictadura impuesta por el Vietnam comunista. <<

www.lectulandia.com - Página 221


[175] Fateful Triangle (Pluto Press, 1999), página 68. <<

www.lectulandia.com - Página 222


[176]
Resolución Política del 13º Consejo Nacional Palestino, arts. 1, 2 y 9, en
Yehoshafat Harkabi, The Palestinian Covenant and its Meaning (Vallentine Mitchell,
1979), páginas 149-159. <<

www.lectulandia.com - Página 223


[177] New York Times, 21 de marzo de 1977. <<

www.lectulandia.com - Página 224


[178]“Law and Imperialism in the Central American Conflict”, Journal of
Contemporary Studies, Primavera-Verano de 1985, página 40. <<

www.lectulandia.com - Página 225


[179] New York Times, 23 de noviembre de 1984. <<

www.lectulandia.com - Página 226


[180] Deterring Democracy (Vintage, 1992), página 308. <<

www.lectulandia.com - Página 227


[181] Editorial, The New Republic, 2 de abril de 1984. <<

www.lectulandia.com - Página 228


[182] “Industry vs. Labor”, Lies of Our Times, 14 de junio de 1994. <<

www.lectulandia.com - Página 229


[183]James Buchanan, The Limits of Liberty (University of Chicago Press, 1975),
página 92. <<

www.lectulandia.com - Página 230


[184] Entrevista, Salon.com, 16 de enero de 2002. <<

www.lectulandia.com - Página 231


[185]Werner Daum, “Universalism and the West”, Harvard International Review,
Verano de 2001; Carroll Bogert, Director de Comunicación de Human Rights Watch,
“Noam Needs a Fact-Checker”, Salon.com, 22 de enero de 2002. <<

www.lectulandia.com - Página 232


[186] Deterring Democracy (Vintage, 1992), página 335. <<

www.lectulandia.com - Página 233


[187]
John Merrill, Korea: The Peninsular Origins of the War (University of Delaware
Press, 1989), página 181. <<

www.lectulandia.com - Página 234


[188] Towards a New Cold War (Pantheon Books, 1982), página 145. <<

www.lectulandia.com - Página 235


[189]
Bernard B. Fall, “Viet-Cong - The Unseen Enemy in Viet-Nam”, New Society,
Reino Unido, 22 de abril de 1965; reimpreso en Marcus G. Raskin y Bernard B. Fall,
The Vietnam Reader (Random House, 1965), página 261. <<

www.lectulandia.com - Página 236


[190] “Distortions at Fourth Hand”, The Nation, 25 de junio de 1977. <<

www.lectulandia.com - Página 237


[191]François Ponchaud, Cambodia Year Zero (Holt, Rinehart and Winston, 1978),
páginas 170 y 71. <<

www.lectulandia.com - Página 238


[192]
“A Rational Reaction”, The Liberal, Reino Unido, Dicembre de 2004-Enero de
2005. <<

www.lectulandia.com - Página 239


[193] Kampuchea: A Demographic Catastrophe (Central Intelligence Agency, 1980).
<<

www.lectulandia.com - Página 240


[194]Marek Sliwinski, Le Génocide Khmer Rouge: Une Analyse Démographique
(París: L’Harmattan, 1995), página 48. <<

www.lectulandia.com - Página 241


[195] After the Cataclysm (South End Press, 1979), página 162. <<

www.lectulandia.com - Página 242


[196] Washington Post, 4 y 23 de junio de 1975. <<

www.lectulandia.com - Página 243


[197] Carta, Encounter, Julio de 1980. <<

www.lectulandia.com - Página 244


[198]François Ponchaud, Cambodia Year Zero (Holt, Rinehart and Winston, 1978),
página 71 (800 000-1,4 millones de muertos); William Shawcross, “The Third
Indochina War”, New York Review of Books, 6 de abril de 1978 (2 millones de
muertos). <<

www.lectulandia.com - Página 245


[199]
Manufacturing Consent: The Political Economy of the Mass Media (Vintage,
1994), páginas 383-384, nota 2. <<

www.lectulandia.com - Página 246


[200] Kampuchea: A Demographic Catastrophe (Central Intelligence Agency, 1980).
<<

www.lectulandia.com - Página 247


[201] Rogue States: The Rule of Force in World Affairs (Pluto Press, 2000), página 36.
<<

www.lectulandia.com - Página 248


[202] New York Times, 14 y 26 de julio de 1982. <<

www.lectulandia.com - Página 249


[203]Associated Press, 1 de diciembre de 1982; Christian Science Monitor, 21 de
diciembre de 1982. <<

www.lectulandia.com - Página 250


[204] Washington Post, 16 de noviembre de 1984. <<

www.lectulandia.com - Página 251


[205] Rogue States: The Rule of Force in World Affairs (Pluto Press, 2000), página 36.
<<

www.lectulandia.com - Página 252


[206]
Fateful Triangle (Pluto Press, 1999), páginas xx y xxii nota 20, citando a Aliza
Marcus, Boston Globe, 1 de marzo de 1999. <<

www.lectulandia.com - Página 253


[207] Entrevista, Socialist Review, Julio de 2005. <<

www.lectulandia.com - Página 254


[208]Les Roberts y otros, “Mortality Before and After the 2003 Invasion of Iraq:
Cluster Sample Survey”, The Lancet, 20-26 de noviembre de 2004. <<

www.lectulandia.com - Página 255


[209] Reuters, 11 de julio de 2005. <<

www.lectulandia.com - Página 256


[210]
Entrevista, Revolution, Francia, 13 de marzo de 1980; Language and Politics
(AK Press, 2004), página 259. <<

www.lectulandia.com - Página 257


[211]Entrevista, New Left Review, Septiembre-Octubre de 1969; Entrevista, Black
Rose, Nº 1, 1974; ambas reimpresas en Language and Politics (AK Press, 2004),
páginas 113 y 153. <<

www.lectulandia.com - Página 258


[212]
Réponses inédites à mes détracteurs parisiens (París: Cahiers Spartacus, 1984);
Language and Politics (AK Press, 2004), página 293. <<

www.lectulandia.com - Página 259


[213] Entrevista, New Left Review, Septiembre-Octubre de 1969; Language and
Politics (AK Press, 2004), página 110. <<

www.lectulandia.com - Página 260


[214] New Statesman & Society, Reino Unido, 3 de junio de 1994. <<

www.lectulandia.com - Página 261


[215]Radio Hanoi, 14 de abril de 1970; Foreign Broadcast Information Service, 16 de
abril de 1970. Chomsky admitió haber hecho el discurso en su discusión con Sidney
Hook, The Humanist, Marzo-Abril de 1971. <<

www.lectulandia.com - Página 262


[216] At War With Asia (Vintage Books, 1970), páginas 279 y 281-282. <<

www.lectulandia.com - Página 263


[217]
The Washington Connection and Third World Fascism (South End Press, 1979),
página 28. <<

www.lectulandia.com - Página 264


[218] Cartas al director, Encounter, Julio de 1980. <<

www.lectulandia.com - Página 265


[219] “Distortions at Fourth Hand”, The Nation, 25 de junio de 1977. <<

www.lectulandia.com - Página 266


[220]Carta, Nouvelles littéraires, Francia, 2-8 de diciembre de 1982; reimpreso en
Noam Chomsky, Réponses inédites à mes détracteurs parisiens (París: Cahiers
Spartacus, 1984). Traducido de la traducción inglesa del francés. <<

www.lectulandia.com - Página 267


[221] Prólogo, Sabri Jiryis, The Arabs in Israel (Monthly Review Press, 1976). <<

www.lectulandia.com - Página 268


[222]
David K. Shipler, Arab and Jew: Wounded Spirits in a Promised Land (Penguin
Books, 2002), página 56. <<

www.lectulandia.com - Página 269


[223]
Email citado en John Williamson, “Chomsky, Language, World War II and Me”,
en Peter Collier y David Horowitz, editores, The Anti-Chomsky Reader (Encounter
Books, 2004), p. 238. <<

www.lectulandia.com - Página 270


[224] Ibid. páginas 238-239. <<

www.lectulandia.com - Página 271


[225] The Harvard Crimson, 12 de diciembre de 2002. <<

www.lectulandia.com - Página 272


[226]
The Tech, MIT, 1 de mayo de 2002; The Harvard Crimson, 8 de mayo de 2002;
también The Daily Pennsylvanian, 4 de octubre de 2002. <<

www.lectulandia.com - Página 273


[227] The Independent, Reino Unido, 4 de diciembre de 2003. <<

www.lectulandia.com - Página 274


[228] 9-11 (Seven Stories Press, 2001), páginas 55, 95 y 105. <<

www.lectulandia.com - Página 275


[229]
Citado en Jeffery Klaehn, “A Critical Review and Assessment of Herman and
Chomsky’s ‘Propaganda Model’”, European Journal of Communication, Junio de
2002, página 149. <<

www.lectulandia.com - Página 276


[230]“Interview: An Hour With Noam Chomsky”, Interventions: International
Journal of Postcolonial Studies, Abril de 2002, página 119. <<

www.lectulandia.com - Página 277


[231] Entrevista, NRC Handelsblad, Holanda, 6 de diciembre de 2003. <<

www.lectulandia.com - Página 278


[232]Citado en Konrad Koerner, “The Anatomy of a Revolution in the Social
Sciences: Chomsky in 1962”, Dhumbadji!, Invierno de 1994. <<

www.lectulandia.com - Página 279

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