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El documento invita a los jóvenes a continuar su labor misionera a pesar de la situación actual, sirviendo de inspiración para otros. Sugiere usar este tiempo para reflexionar sobre su misión y encontrar a Dios en el silencio, para luego compartirlo con confianza a través de iniciativas en línea y oración desde casa.
El documento invita a los jóvenes a continuar su labor misionera a pesar de la situación actual, sirviendo de inspiración para otros. Sugiere usar este tiempo para reflexionar sobre su misión y encontrar a Dios en el silencio, para luego compartirlo con confianza a través de iniciativas en línea y oración desde casa.
El documento invita a los jóvenes a continuar su labor misionera a pesar de la situación actual, sirviendo de inspiración para otros. Sugiere usar este tiempo para reflexionar sobre su misión y encontrar a Dios en el silencio, para luego compartirlo con confianza a través de iniciativas en línea y oración desde casa.
Un saludo en Cristo Jesús deseando paz y serenidad en sus hogares.
Estamos viviendo en el mundo entero una situación que se nos escapa de las manos, pero no por ello dejaremos de misionar, de ser una propuesta distinta y significativa en nuestra casa, en nuestras redes sociales, en nuestros grupos… Este tiempo es una especial llamada a que aprendamos a discernir nuestros silencios, nuestras acciones, nuestra vida, nuestro ser misiones para la vida de los otros como reza el lema de este año. Desde hace varios días los imagino andando como los funambulistas sobre la cuerda, un mal paso nos puede hacer caer, pero no caminar también puede ponernos en peligro. Muchos nos sentimos así, buscando el paso seguro que nos ayude a seguir el camino correcto sobre este cable casi invisible que es la misión de la Iglesia en esta compleja situación. En los primeros días de cuarentena en casa todos nos lanzamos al cable, con la certeza de que teníamos algo que ofrecer y dispuestos a recorrer ese vacío, pero tal vez olvidamos mirar antes los detalles: qué longitud tiene el cable, a qué altura está, qué necesito llevar para este camino. Olvidamos discernir cómo debíamos emprender el camino, porque el camino hay que hacerlo, nuestra misión particular no puede enterrarse como el talento de la parábola. Empezamos a caminar sobre la cuerda y ahora todo empieza a temblar, demasiados vientos nos azotan, el vértigo se nos agarra al estómago y nos abordan todas las preguntas ¿Y ahora cómo seguimos? ¿Tenía que haberme puesto a andar? ¿Tiene sentido este camino? Como el funambulista sobre la cuerda ahora no es tiempo de miedo sino de certezas interiores, de buscar la fuerza auténtica que nos ayude a dar pasos seguros y ciertos. Cada asesor, animador, participante, acompañante tiene una cuerda a los pies, algunos muy altos otros en cambio tenemos cables más sencillos, pero debemos recorrerlo. No podemos escondernos, porque puede ser tiempo de silencio, pero no de inactividad. El silencio ayuda a encontrarnos con Dios y quien se encuentra con el Dios que se da no puede resguardarse en el puesto seguro, sino que se siente llamado a emprender caminos para que otros también se encuentren con Él. Atrevámonos a seguir haciendo equilibrio, atrevámonos a ser una misión para la vida de los otros. Los funambulistas clásicos usaban una vara para ayudarse a mantener equilibrio, nosotros tenemos algo más que una vara. Nosotros tenemos un guía que no se guardó nada para sí, que no temió ponerse en riesgo. Es tiempo de hacer equilibrio, sin temeridad ni miedos, para hacer el camino correcto, y haciendo nuestra la oración de san John Henry Newman fiémonos de quien nos guía a caminar hacia adelante. En concreto te invitamos a seguir los siguientes pasos: 1. Ubicar un espacio de tu hogar para el oratorio. El Oratorio se define por ser una experiencia de encuentro con Dios a través de la Palabra. Es un lugar donde podrás colocar un altar para que puedas orar con los tuyos, con los otros, por los demás y por ti. 2. Seguir las indicaciones del dossier para cada día de la “semana santa”. 3. Subir en las redes sociales aquello que se te ha encomendado con los siguientes hashtag: #soyunamisión #paralavidadelosotros #sdb.venezuela #pjsvenezuela #mjsvenezuela 4. Involucrar a los jóvenes del Mjs, Oratorio, Catequesis, animadores y participantes en esta experiencia. 5. Motivar a tu propia familia a seguir esta aventura. 6. Subir y compartir este video y dejar tus comentarios en las redes sociales. https://www.youtube.com/watch?v=XXr7zuMCptU Y antes de finalizar esta carta quisiera agradecer a cada una de estas valiosas personas que se han tomado un poco de su tiempo para compartirlas con nosotros. A ellos, eternamente GRACIAS, y a USTEDES jóvenes sean los PROTAGONISTA de esta maravillosa historia. No olviden aquellas frases del Papa Francisco: “Queremos vivir sanos en un mundo enfermo”. Sanemos un poco al mundo con nuestras iniciativas pastorales. Y no podríamos terminar sin aquella frase de Don Bosco: “Cerca o lejos siempre pienso en ustedes. Uno solo es mi deseo: el de verlos felices en el tiempo y en la eternidad” Se despiden deseando una hermosa semana santa, P. Jorge Bastidas, sdb, Mateo Colmenares, Karina Barrios, sscc Grecia Sánchez y Diego Bello Granchesca Vides, sscc P. Jaime Padrón, sdb Yasury Romero, P. Wilfredo García, sdb Ludwing Marques, Gabriel Escalona, sdb