DISCURSO DE GRADO, DULCE PINILLOS VANEGAS

Las autoridades presentes cuerpo de instructores compañeros y destacadas

familias y amigos a quienes hoy nos acompañan y se sientan orgullosos de
nosotros, bienvenidos y gracias por acompañarnos. Nos hemos reunido hoy para
compartir la culminación de una etapa muy importante de nuestra vida la cual
estamos compartiendo con todos ustedes hoy se cierra una etapa, pero es cierto
que también se inicia otra en la cual debemos tomar nuestros propios caminos,
debemos retomar lo que hemos empezado y lo que nos hemos propuesto en
nuestras metas debemos seguir sembrando porque no se puede
cosechar sin sembrar.
Hoy nos despedimos del colegio Liceo Miguel de Cervantes Saavedra de Soledad,
para iniciar una nueva etapa a la experiencia vivida en estos años, nos llena de
entusiasmo para seguir fuera del mismo, ya que aquí comprendimos el verdadero
significado de la amistad, la unión, la solidaridad y la confianza, gracias a los
maestros y directivos por brindarnos sus conocimientos de prepararnos
académicamente, por compartir sus experiencias, por su tiempo aún fuera del
horario de trabajo, por sus exigencias y sus consejos, para poder enfrentarnos al
mundo que nos espera. Agradeciéndole primeramente a Dios y a mi familia por todo
su apoyo hacia mí, agradeciéndole principalmente a mi abuela Lucila Vargas, a mi
madre Vanessa Vanegas y a mi tío Onel Darío Vargas, quienes estuvo siempre
apoyándome y serán siempre el pilar de mi fortaleza y amor en mi vida. A los
profesores que hicieron su mayor esfuerzo para guiarnos y apoyarnos en todo
momento para que nosotros pudiéramos llegar con éxito y gran alegría hasta donde
hoy nos encontramos, a todos los compañeros y amigos que estuvieron siempre
como apoyo incondicional hoy es un día de recuerdo de agradecimiento y de mirar
al futuro con emoción.
Gracias.