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No hay en el horizonte para Rusia un alto el fuego definitivo que acabe con la

guerra en Ucrania que se inició con la invasión de las tropas rusas el pasado
24 de febrero. A pesar de que Moscú y Kiev han pactado la apertura
de corredores humanitarios en ciudades como la capital, Kiev, Mariúpol,
Járkov o Sumy, el asedio de Vladimir Putin continúa para intentar ganar
territorio al país vecino y dominar un mayor número de zonas con el objetivo
de subvertir las intenciones del Ejecutivo de Volodimir Zelenski de unirse a
la Unión Europea e integrarse en la alianza militar de la OTAN.

Con más de dos millones de ucranianos que han huido como refugiados ya
de su país por culpa de la guerra y la duda incierta acerca de que Ucrania
esté dispuesta a renunciar a dichas alianzas, cediendo a las presiones de
Putin, la atención está puesta en centrales nucleares como la de Zaporiyia o
Chernóbil, ocupadas por los soldados rusos, por el hecho de que hay
procesos de personal y mantenimiento que no se están desarollando con
normalidad bajo el yugo de las tropas invasoras.

A día de hoy, la mayor urbe ucraniana resiste todavía el asedio de Rusia,


aunque ya se ha anticipado una ofensiva aun mayor, sin igual, con la que
conseguir arrebatar definitivamente del control puntos estratégidos del
mapa ucraniano. En este sentido, el presidente francés, Emmanuel Macron,
ha señalado que lo peor del conflicto armado "está por venir", ya que Putin
no cesará en su empeño de "tomar el control de toda Ucrania". De hecho, a
aquellos países, como España, que están enviando armas a la resistencia de
Ucrania, Rusia ha manifestado que "responderán por ello y asumirán las
consecuencias", en palabras de la portavoz del Ministerio de Exteriores
ruso, María Zajárova. Asimismo, el Ejecutivo ruso se ha expresado con
anterioridad en términos de "catástrofe humanitaria" en varias ciudades del
país si las fuerzas ucranianas no se rinden en su misión. La amenaza
nuclear también se ha utilizado como un as bajo la manga para el Ejecutivo
de Putin.

Desde que el mandatario ruso escalase la ofensiva militaral al darse cuenta


de la capacidad de resistencia del pueblo ucraniano, más de 2.000 civiles
han muerto, en cifras que aportaron autoridades ucranianas, en el curso de
lo que va de guerra. En relación con los refugiados que han escapado de
Ucrania, la mayoría han huido por la frontera que comparten con Polonia, la
ruta más directa desde ciudades Kiev, pero otros países que colindan con
Ucrania, como Rumanía, Hungría o Moldavia, están acogiendo también a
parte de la población que huye de la guerra.

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