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Sir,
I am verry sory too comunicat to you the novelty wich i Juste finish to receive for
fact from Don Agustín the patron off Ysasys Brigh, or Berentim, who tries 11 days of
Boighe from the Bajada, he encounter yure Bruther in the Río of St. Juan, about 3
Liges (leagues) of the port of Cavallo Quatia, who has been brote or devolved from
Goya, the saldiers went abord of his vesel with the Bote of Don Manoel Himas, and
Himas hade anof to doo to safe his Life, as it was safe, and i spare in god it will bee
so this Agustín encounter Mr. J. P. R. at that place on the 16 of June.
When 1 leagued in this place i was Tauld there was a English Cavalier a cummin
upe the river who was brining arms to paraguay and their was streched orders to take
him presoner, but i intend that they have folloed him by land from the Bajada to Goya,
and their aguarded for him, it is said he bring a good many arms, espessaly sables.
One the 25th i meen to get on May way to that plaice, and if i can bee of any serves
to him, i will doo what Layes in may power and may short recorses and from their i will
Lit you to no what gowes on, &c. &c.
I hop by this time that you will have sould may Mullata girel, and you will be sow
good as to envy me the price off hir in yerba suabe with the first opertunity. I sent from
the River side to intrigue to you by Don Inricy (Henrique) Aribalo 1 Gould chane 1 do.
cruz. 4 do. Rings of thos memoriales. Pleese let mi no if you hav got them or not, as i
went back that nite and tuck the Mrs., but he had not yet intriged them. - the chane
had 2 yards Long.
Having nothing more particlar to rite to you at the present, i desire you may pass
it well, and command as you pleese him who subscribes.
3 Señor: Tengo verdadero pesar en comunicar a usted la novedad que acabo de recibir por el
hecho que don Agustín, el patrón del bergantín de lsasa, que trae once días de viaje desde la Bajada,
encontró a su hermano de usted en el río San Juan, como tres leguas del puerto de Caballú Quatiá,
quien había sido llevado o devuelto de Goya, los soldados fueron a bordo de su barco en el bote de
don Manuel Imas; e Imas tuvo bastante que hacer para salvar su vida, como fue salvada, y espero en
Dios que así lo será. Este Agustín se encontró con Mr. J. P. R. en aquel lugar el 16 de junio. Cuando
llegué a este lugar me
En el trabajo que nos ocupa —en la Carta XXI— Juan Parish Robertson, en
pocas líneas, hace la primera mención sobre David Spalding, afirmando de éste:
"había olvidado, cuando por primera vez lo vi, su idioma nativo. Nunca pudo
aprender castellano ni guaraní, así que compuso en su pobre cabeza y articulaba
tartamudeando, una jerga de cuatro idiomas (inglés, escocés, castellano y guaraní),
y era casi inteligible después de frecuentes repeticiones, tartamudeos, circunloquios
y aclaraciones".
Nos cuesta aceptar, que los Robertson, descendientes de un famoso clan de las
Highlands, expresaran estos impropios conceptos sobre un compatriota, sabedores
del carácter nacional que el escocés ha forjado con la espada y la sangre de tantas
generaciones.
dijeron que había un caballero inglés que venía aguas arriba llevando armas para el Paraguay,
y había órdenes estrictas de prenderlo, pero entiendo que lo habían seguido por tierra desde la
Bajada hasta Goya, y allí lo aguardaron; se decía que traía bastantes armas, especialmente sables.
El 25 pienso ponerme en camino para ese lugar y si puedo prestarle cualquier servicio a él, haré todo
lo que esté al alcance de mi poder y cortos recursos, y de allí haré saber a usted como van las cosas,
etc., etc. Espero que a la fecha habrá usted vendido mi muchacha mulata y tendrá la bondad de
enviarme el precio de ella en yerba suave en la primera oportunidad. Envié de la costa del río para
entregar a usted por don Enrique Arévalo, una cadena de oro, una cruz ídem, cuatro anillos ídem de
esos memoriales. Sírvase decirme si los ha recibido o no, cuando regresaba aquella noche y tomaba
la señora, pero él no los había entregado todavía —la cadena tenía dos yardas de largo. Sin nada
más que escribirle en particular, deséole lo pase bien y ordene lo que guste al que suscribe.
S. A. S. David Spalding.
Del libro "La Argentina en la época de la Revolución", La Cultura Argentina, 1920. Traducción
de C. A. Aldao de "Letters on Paraguay".
cestros, y es elemental imaginar que su inquebrantable carácter escocés, y el
idioma gaélico 4 que heredara, lo acompañarían hasta su muerte, corno así también
el recuerdo de su esclarecido y notable pasado familiar, al cual me referiré
seguidamente.
Los Spalding son de muy antiguo origen. Antes del año 1000, aparece el
apellido, primeramente, en una comarca de Inglaterra, en el condado de Lincoln
(Lincolnshire).
A principios del siglo XIII existía una distinguida familia Spalding, en Escocia,
extensamente ramificada, y en la que se destacan varios miembros ilustres, como
Radulphus, John, Sir Osbert, Symon y el célebre Peter, los cuales son fundadores
del linaje que llega hasta nuestros días.
Peter de Spalding es el Ben Nevis de este sept del clan Murray, por su
decisiva ayuda al más grande rey que tuviera Escocia, Roberto Bruce, el patriota, en
la toma de la ciudad fronteriza de Berwick, en 1318 7.
"Notes and Traditions concerning the Family of Spalding", por F. J. S. y M. S., publicado por
7
Los Spalding forman parte del poderoso y antiguo clan Murray, cuyo origen se remonta a las
arcaicas tribus célticas de la provincia de Moray. El clan obtuvo tierras considerables en Moray, las
Highlands y en el sur de Escocia, y fueron los Murray quienes construyeron los magníficos castillos
de Blair y Bothwell. Sus bravos "ciansmen" tomaron parte en las luchas de independencia (1286-
1371) y en la célebre Rebelión de 1745. El castillo Blair, sede del Jefe del Clan, el Duque de Atholl,
está situado en un hermoso paraje de las Highlands cerca de Glen Tilt.
Múltiples ejemplos como Tomás Cochrane, Mungo Park, John Paul Jones, David
Livingstone iluminan el camino de una interminable fila de escoceses capaces de
acometer grandes proezas. Y si buscamos entre las páginas de la historia sus hazañas
en el arte de luchar, fuera de la patria, sólo basta recordar Waterloo, Balaklava,
Fontenoy, Lucknow y El Alamein para escuchar el tañido de una gaita guerrera
victoriosa. Como dice Eric Linklater: "Escocia es un país pequeño, pero pocos países
pequeños han ejercido tan grande influencia en los más remotos lugares del mundo; y
así como dentro de sus fronteras sus individuos tuvieron siempre mayor trascendencia
que sus instituciones, también en
La tradición familiar a través de sus descendientes, los Riera, los Serrano, los
Escobar, los Coll y los Sáenz Cavia, describe a David Spalding corno a un hombre
siempre fuerte y espléndidamente formado, endurecido y templado por las prácticas
montañesas de su lejana y querida Perthshire. Su mirada penetrante y vigorosa nos
hace pensar en un férreo carácter y en la rudeza y energía del highlander escocés. El
dibujo firme de su boca y la reciedumbre del mentón nos revelan la decisión
inquebrantable que lo acompañó siempre. David Spalding poseyó, durante toda su vida,
un carácter inflexible y tenaz, que no dejó de reflejarse en su intenso rostro, como aún
se puede percibir en el daguerrotipo, tomado en Buenos Aires, ya en edad madura 15.
Esa naturaleza de fuerte autoridad fue la que llevaría a David Spalding a convertirse
en sargento del ejército Británico, durante el reinado de Jorge III, en una época en que
la carrera militar brindaba fama, fortuna y grandes honores a oficiales y soldados. Los
regimientos eran de un nivel poco menos que insuperable, como los hombres que
servían en sus filas.
Cuando David Spalding nació en 1779 hacía ya 2 años que el viejo '73rd' —padre
del '71st’ — existía. y cuando el regimiento desembarcó en Buenos Aires en 1806, traía
una larga herencia de triunfos que incluye el sitio de Gibraltar, las batallas de Carnatic,
Sholingur, Mysore, Hindustan y Seringapatam (1799), en la India, la defensa de San
Juan de Acre contra el ejército de Napoleón, y la toma de la ciudad del Cabo, entre otras
acciones militares.
14 "La supervivencia de Escocia", pág. 380. Traducción de Ana M. de la Fuente del libro "The survival
of Scotland", Eric Linklater.
Sin embargo, muy posteriormente —en 1877— Michael G. Mulhall 18, sin tomar
en cuenta lo declarado por los Robertson, dice que los primeros británicos llegados
al Paraguay "parecen ser" el doctor William Parley y su esposa 19.
16Entre otros, José Luis Lanuza, que cita al escocés en su obra "Morenada", página 104, Ed.
Schapire, 1967, y Augusto Roa Bastos en las páginas 340 y 341 de su reciente novela "Yo, el
Supremo", 1974, Siglo Veintiuno editores.
19 Capítulo "English in Paraguay" del libro citado, pág. 361: "The earliest English settler in
Paraguay seems to have been Dr. William Parley, who arrived at Asunción with his wife in the
beginning of the century".
Lo cierto es que a partir del arribo de David Spalding al territorio paraguayo
comenzó un esforzado intento de comunicación y de adaptación ante el cual el
escocés no estaba dispuesto a flaquear. Su idioma (gaélico y escocés 20) no sólo era
desconocido en el Paraguay sino que era incomprensible, sobre todo en aquel país,
donde el castellano y, principalmente, el guaraní indígena, combinaban una fórmula
imposible y amarga para que David Spalding la pudiera incorporar rápidamente a su
ancestral lenguaje. La mayor dificultad que se le presentaba era la ardua
pronunciación alternada del guaraní, con sus vocales de sonidos guturales y nasales.
Sus armas eran la audacia y la voluntad, y con ellas debía conquistar el derecho y
la idoneidad para vivir en aquel ambiente bravío; el acceso a él era el idioma, sin el
cual, como en las montañas de las agrestes Highlands, el paso quedaría cerrado.
Así es, que David Spalding no podía permanecer indiferente al mundo que lo
rodeaba y que amenazaba con someterlo al perpetuo estupor y perplejidad ante lo
extraño e indescifrable.
David Spalding tuvo que enfrentar esta incertidumbre en sus primeros años de
vida en América. Sin olvidar que el escocés, ya muy decidido a radicarse en el suelo
sudamericano, se había lanzado al aprendizaje del idioma español y del difícil guaraní.
21 "La Palabra", Georges Gusdorf, pág. 55, Ediciones Galatea Nueva Visión, 1957.
Ya iniciado en el comercio, David Spalding realiza múltiples viajes por el litoral del
Río de la Plata, entre exóticos paisajes y riesgosas circunstancias; relacionándose
con patrones de barcos, viajeros y comerciantes hace transacciones con yerba mate,
frutos, maderas y tabaco.
23 Coronel a las órdenes del General José María Paz, quien lo reputaba como uno de los mejores
jefes. Actuó en las operaciones de guerra de 1846, hasta Ibahay. En Vences, ocupó un puesto de
honor a las órdenes del General Joaquín Madariaga. Citado por Valerio Bonastre.
En 1845, Ana María Spalding 24, hija del escocés, se casa, en la ciudad de
Asunción 25, con Francisco de Paula Riera, hijo legítimo del catalán Don Francisco
Riera, miembro destacado del Cabildo de Asunción, en los años decisivos de 1810 y
1811, y de doña María Josefa Demetria Legal, paraguaya 26. De la unión de Ana María
Spalding y Francisco de Paula Riera nacen Magdalena, José Francisco, Dolores,
Atanasio de la Cruz 27 y Rafael. De León Spalding: Cleofe (1846) y Rosa (1848). De
Eloísa Spalding y José Ignacio Serrano nacen Francisca, José Ignacio, Agustina,
Margarita, Pedro, Ana, Concepción y Carmen. Y de la unión de Lorenzo Escobar y
Juana María Spalding nacen Lorenzo y Rosario.
Los años habían convertido el tronco del escocés en un florido roble que extendía
sus ramas profusamente, a pesar de que sus raíces ya no eran parte de la tierra
escocesa que tanto amaba.
Entre sus nietos y bisnietos, Atanasio de la Cruz Riera y Jorge Eduardo Coll se
destacan notablemente.
Jorge Eduardo Coll 25, hijo de Rosa Spalding y Eduardo Coll, actúa como
abogado, doctor en Jurisprudencia, profesor universitario y magistrado; su carrera
pasa por distintos cargos y es nombrado ministro de Justicia e Instrucción Pública de
la Argentina en 1938, que continúa hasta 1940, durante la presidencia de Roberto M,
Ortiz.
24 Ana María Spalding fue condecorada con la Banda de la Orden Nacional del Mérito, por el
Mariscal F. Solano López, en el Cuartel General de Paso Pucú, el 14 de setiembre de 1867.
25 Acta Matrimonial, Iglesia Catedral de Asunción, Libro Segundo de Matrimonios, folio 266.
Fueron testigos Apolinar Riera y Juana María Orúe.
26 Descendiente de uno de los más distinguidos linajes del Paraguay y Corrientes. Hija legítima
del gobernador Joaquín Legal y Córdoba, y de Doña Jerónima Gregoria Cabral, nieta del Maestre de
Campo Gaspar Fernández y Arana, y de Doña Gregoria Cabral de Melo y Alpoin.
Abril, 1974
29 Amiga de Madame Lynch y madrina del tercer hijo varón de Lynch y el Mariscal López. Estas
referencias sobre Rosario Peixoto de Spaiding son mencionadas también por la escritora paraguaya
María Concepción L. de Chaves en su libro "Madame Lynch", páginas 252 y 282, Ed. Peuser, 1957.
30Libro 6 de Matrimonios, folio 13, Iglesia Catedral de Corrientes. Fueron testigos Don Josef Ma.
Balbastro y Doña María Encarnación de Orúe.
David Spalding María Encarnación de Orúe
(Fotógrafos Meeks y Kelsey, Buenos Aires) (Bernardet y Michelena - Fotógrafos centrales en Corrientes)
Retrato de David Spalding Retrato de María Encarnación de Orúe
(Óleo en poder del autor) (Óleo en poder del autor)
León Spalding Ana María Spalding
(Estudio Fotográfico Chute & Brookes, Buenos Aires)
Lorenza del Carmen Serrano Spalding
Atanasio de la Cruz Riera Spalding
esposa de Atanasio de la Cruz Riera Spalding