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El Preambulo
El Preambulo
EL PREÁMBULO
La razón por la cual se elabora un preámbulo surge de la necesidad de que las normas expuestas
después de él no parezcan haber sido creadas de manera arbitraria, ya que permite esgrimir los
motivos que llevaron a su sanción, ahondar en su finalidad y en los motivos por los cuales fueron
concebidas.
Los constituyentes, siguiendo la costumbre del derecho comparado de preceder los textos
constitucionales con un preámbulo, redactaron el nuestro siguiendo la orientación de los grandes
fines que establecía el de los EEUU, modificando lo necesario que hacía a las diferencias de nuestro
proceso constituyente.
Alberdi lo definió como “palabras que alumbraban el sendero de la legislación y señalaban el rumbo
de la política de gobierno”.
A través del Preámbulo, se anticipan las bases ideológicas o las creencias políticas que sirven de
pilares a su articulado, para una actualizada y dinámica interpretación constitucional de sus
postulados, otorgándoles vigencia contemporánea, absorbiendo los cambios que la sociedad y la
historia promueven pero perdurando como ordenación jurídica y moral de la República.
“Nos, los Representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General
Constituyente por voluntad y elección de las Provincias que la componen, en cumplimiento de
pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la
paz interior, proveer la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de
la libertad para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran
habitar el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia:
ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la Nación Argentina.”
CONTENIDO:
Se pretendía la unión de todos los pueblos de las provincias en el respeto de sus idiosincrasias y de
todas las provincias como entidades autónomas a través de una república federativa. Es el deseo de
formar un Estado Nacional sólido y con la suficiente autoridad como para hacerse cargo de las
atribuciones delegadas por las provincias.
d) “…afianzar la justicia…”
No se habla sólo del servicio de justicia como función estatal sino que el valor justicia presida todos
los comportamientos individuales y sociales. La justicia a la que alude el preámbulo habla de
igualdad de oportunidades. El Congreso tiene la capacidad de introducir las formas de legislación
necesarias para que el reconocimiento de los derechos y el ejercicio de los poderes, reconocidos por
la Constitución Nacional y las leyes, se haga con equidad y sin discriminación.
Después de décadas de luchas, se tornaba como objetivo inexorable consolidar la paz interior. Se
trata de la paz como estado de armonía social y política. Es el fortalecimiento de la soberanía
popular y sus instituciones, y evitar el enfrentamiento entre los argentinos.
f) “…proveer a la defensa común…”
En el proceso constituyente, este objetivo deja entrever un tono guerrero. Aquí no se alude
prioritariamente a la defensa bélica, aunque la comprende como situación de defensa extendida
como garantía para la paz, pues el adjetivo «común» indica que debe defenderse todo lo que hace
al conjunto social, lo que es común a todos. Esto comprende, en primer lugar, a la defensa de la
Constitución Nacional, las provincias, la población, los valores, el estado de derecho, el federalismo,
etc. Lo que quiere decir es que el Estado sea garante de la vigencia de derechos, deberes y
garantías constitucionales.
Lo que posibilite a todo grupo social la más plena realización de sus finalidades. Es la preocupación
por constituir un país que garantice un nivel de vida decente para de la población. La Corte
Suprema de Justicia de la Nación Argentina ha dicho que el bienestar general del preámbulo, es
sinónimo del bien común.
Es la libertad ejercida dentro de un ordenamiento jurídico justo que debe facilitar su ejercicio e
imponerle limitaciones razonables que demanda el bienestar general. Esta libertad extensible
a «todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino» encierra el concepto de
dignidad humana obligando a la sociedad y al Estado a crear la posibilidad cierta y real de que el
individuo desarrolle en plenitud su personalidad y derechos.
i) “…para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran
habitar el suelo argentino…”
Nuestra Constitución nacional es una de las únicas que ha otorgado con tanta generosidad el goce
de los beneficios de la libertad a todas las personas que quieran habitar el suelo argentino.
Se ponen de manifiesto los amplios poderes de los constituyentes para sancionar la Constitución
Nacional sin requerir para su vigencia la posterior ratificación de ningún órgano.