Está en la página 1de 2

PINOCHO EL ASQUEROSO

Hace ya muchos años se vió una luz y de repente apareció


Pinocho en un bosque muy espeso donde no había nadie.
Pero también apareció un niño que buscaba un juguete.
Pinocho preocupado, miró a todos los lados, notó que le estaba
siguiendo una sombra y asustado corrió y chilló: auxilio!!.
Del espeso bosque salió el niño y le dijo:
- Estás bien? Creo que te está persiguiendo un zombi.
- No, no. Yo no tengo miedo a ningún zombi- dijo Pinocho,
porque soy de madera.
- Pues vigila que no te coman las termitas, que hay muchas
por aquí- le dijo el niño.
- No, no. A mi no me comen las termitas porque yo vengo de
un planeta de madera. Antes de venir a este planeta me he
llenado hasta el sombrero de barro.- contestó Pinocho.
Entonces el zombi atacó al niño y como Pinocho era de madera
y no le podía morder, le dio una patada en la cara. La cara del
zombi se cayó al suelo y el cuerpo salió corriendo del olor que
hacia Pinocho.
Entonces, el niño le dijo a Pinocho:
- Tienes que lavarte porque hasta asustas a los zombis.
- No, ya estoy bien con mi aroma masculino- le contestó.
- Tienes que volver a tu planeta, hay un cohete a la vuelta de
la esquina, dijo el niño, pero le falta un tornillo. Cuando
llegues allí, límpiate porque sino te vas a quedar más sólo
que la una.
De camino al cohete vio un tornillo y se lo puso a la nave.
Cuando llegó a su planeta se duchó y les explicó a sus amigos
que había hecho papilla a un zombi.
Y fueron felices y comieron perdices, y a ti no te dieron porque
no quisieron.

Cuento colectivo inventado por los alumnos/as de tercero

También podría gustarte