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EFEMÉRIDES

(ENTRE EL MITO Y LA HISTORIA- ZELMANOVICH)

La autora analiza los vínculos entre las conmemoraciones patrias y los mitos de origen de la
nación. Las fechas patrias que se recuerdan tienen un hilo conductor: se refieren al problema
del pasado en común. Esta cuestión entraña una necesidad universal del hombre de saber
acerca de su origen, necesidad que forma parte de una cadena simbólica cultural que lo
precede y que hereda de sus antecesores. Ese enigma del origen, que remite a la eterna
interrogación acerca de sí mismo, no como individuo sino en tanto sujeto inscripto en una
cultura, encuentra respuesta en los mitos. Por eso, escuchar relatos sobre los hechos del
pasado despierta tanto interés y placer. Estas narraciones son un nexo entre la cultura y la
historia colectiva, por lo tanto, generan vínculos de pertenencia a una nación, comunidad,
pueblo.
Desde esta perspectiva Zelmanovich nos propone pensar la celebración de los hitos
fundamentales de nuestra historia patriótica: el 25 de Mayo o el 9 de Julio, entre otras fechas
que aún se conmemoran. Cada conmemoración define maneras de actuar y rituales que
transforman las actividades y los actos escolares en prácticas uniformes y solemnes. En este
marco adquirieron sentido ciertas acciones y procedimientos como, por ejemplo, la obligación
de enseñar y aprender a cantar el Himno Nacional, el saludo a la bandera al comenzar y
finalizar la jornada escolar, la Promesa de la bandera en 4° grado o el protocolo a seguir en la
organización de los actos: la ubicación de la bandera y de los asistentes, los distintos
momentos, etcétera.
También las formas modélicas del acto escolar pueden ser pensadas en esta clave. Tanto en el
pasado como en la actualidad, las rutinas y rituales escolares tienen tres momentos bien
diferenciados. En primer lugar, el momento ceremonial, en el que se honran los símbolos
patrios. Luego el momento discursivo, es decir cuando las autoridades, los docentes o los
alumnos dirigen unas palabras alusivas en las que narran los hechos históricos conmemorados
y establecen su vinculación con el presente. Finalmente, el momento asociado a lo expresivo,
en el cual se lleva adelante alguna representación artística relacionada con los sucesos
recordados.
Las celebraciones de las efemérides patrias tienen carácter obligatorio y están reglamentadas
oficialmente. Son fundamentales para reforzar los valores, la identidad como país y la
continuidad con el pasado común desde el cual pensar y comprender el presente. De hecho,
en la actualidad la escuela es uno de los pocos lugares donde la conmemoración formal de las
fechas patrias se mantiene inalterable. Por otra parte, la celebración de las fechas patrias en la
escuela instituye un espacio para el encuentro de toda la comunidad educativa. Son también
una posibilidad de conservar la memoria colectiva, un legado que se transmite de padres a
hijos, de educadores a estudiantes.
Tal como mencionamos, los actos escolares constituyen rituales y, como tales, implican una
serie de procedimientos y prescripciones de comportamiento fuertemente reguladas y que se
reiteran con cierto grado de invariabilidad. Los rituales son acciones socialmente reconocibles
que se repiten en el tiempo y están cargadas de sentido. Representan una experiencia
colectiva ligada a lo emocional. La escuela, en tanto organización, incluye prácticas y relaciones
interpersonales, conductas, hábitos y ritos, modos de pensar, así como significados e ideas
compartidas, usos del espacio, el tiempo y el lenguaje. Está plagada de rituales que, a partir del
origen mismo de la escuela pública argentina, forman parte del paradigma patriótico.
¿Conmemorar efemérides o enseñar ciencias sociales?

El objetivo de generar sentimientos patrióticos, que tomó mayor impulso a partir de los
festejos del Centenario de la Revolución de mayo de 1810, refleja un modelo positivista de
entender la historia. Los docentes, de manera más o menos consciente, muestran en los actos
una versión simplificada de la historia que valida un proyecto nacional. Conceptos como nación
o pueblo son en realidad ficciones orientadoras que responden a interpretaciones lineales y
estáticas que se presentan como algo objetivo y neutral ajeno a los propios sujetos. La
información aparece recortada y se prioriza un contexto en desmedro de otro.
Muchos de los actos y rituales que la institución educativa puso en práctica a lo largo de su
historia tenían el propósito de contribuir al proyecto nacional y de modelar a los sujetos para
transmitir la promesa de una patria grande basada en el orden y el progreso. Tal como
mencionamos anteriormente, se hacía necesario crear una versión oficial de la historia y la
nacionalidad que representara la configuración de intereses dominantes en la sociedad y la
exaltación de aquello que era considerado socialmente legítimo. Los representantes de las
elites dominantes advirtieron, además, que el proceso social y cultural no podía abandonarse a
su movimiento espontáneo y que el Estado nacional debía prestar atención a las celebraciones
de las llamadas fiestas patrias, a la colocación de banderas, escudos y estatuas en los espacios
públicos y a la enseñanza del pasado en la escuela. Los rituales toman importancia como
productores y transportadores de códigos culturales, representan modelos culturales de
conducta que se fueron encarnando en las maneras de actuar, posturas, gestos corporales y
rutinas que atraviesan la dinámica escolar.

Ahora bien, las efemérides involucran, más allá de su contenido emocional y ritual, una serie
de saberes vinculados especialmente con las Ciencias Sociales. Esta particularidad hace que en
muchas ocasiones resulte complejo, tanto para docentes como para directivos, diferenciar
entre la conmemoración de la efeméride y el trabajo áulico de contenidos. Esto genera
situaciones en las que los docentes se ven obligados a interrumpir el abordaje de los
contenidos de Ciencias Sociales planificados para dedicar una clase (o más) a llevar adelante
actividades vinculadas a la efeméride más relevante del mes, independientemente de que los
contenidos que involucra no formen parte del curriculum de ese año. Esta confusión se
resuelve diferenciando claramente lo que supone la participación en un acto (ya sea de un
grupo completo o de alumnos aislados) del trabajo en Ciencias Sociales. Es importante que
todos los chicos entren en contacto con la efeméride del mes, pero en una breve alusión que
puede ser efectuada en cualquier área por el docente a cargo, y no trabajando esos contenidos
en forma descontextualizada.

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