Reflexión del día del abuelo

Reflexionando sobre el tiempo compartido con mis abuelos, he llegado a comprender la

importancia crucial de los momentos gratos, especialmente en la etapa de la tercera edad. A
través de estas experiencias, he aprendido que la vida no siempre es sencilla, pero ello no
implica que debamos rendirnos. Cada individuo guarda historias y anécdotas valiosas que
contribuyen a nuestro crecimiento personal, brindándonos una comprensión más profunda
del significado de la compañía.

Los abuelos me han enseñado que cada pequeño gesto realizado con sinceridad tiene su
propia recompensa, incluso las acciones más pequeñas pueden tener un impacto
significativo. Al interactuar directamente con ellos, he notado que, en la actualidad, muchas
cosas han experimentado cambios, y como futuros ciudadanos, es nuestro deber contribuir a
la construcción de un futuro y un entorno de calidad para las personas mayores y para
aquellos que nos rodean.

Participar en las actividades del Día del Abuelo ha reafirmado mi compromiso con las
actividades CAS (Creatividad, Acción y Servicio), permitiéndome adoptar una mentalidad
más abierta hacia la realidad de los abuelos y la necesidad de contribuir al bienestar de la
sociedad en su conjunto.