Está en la página 1de 7
N*. DE REGISTRO. 34.2, UNIVERSIDAD NACIONAL DE CUYo BACION Oe FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS Oo NACION fo” Facultad de oe LE sgeaia 9 eres OY Flo fe 7 5 2801 4g Xy, BIBLIOTECA / a S270 ne 8S Exe pa Ke Hove) AvOpomou — Heréclito INSTITUTO DE FILOSOFIA ANOT MENDOZA. ANO 1944 NUM. 1 i La libertad me fisica El estudio de la li i i6 la libertad sideracién de la doctring aa ch Atistételes esti tenidos de estos loctrina metafisica de Ie potency onan Con Ha con- s stos dos conceptos son vari ja potencia y el acto. Los con. mismos se establec “ ‘aviados, y acto. | lece de tuna manera Vieida en'el Hibvo: Ste ie Motels, la Metafisica. Recorre alli todos los conteni ; acto. De un modo pee ides, posibles del concepto potencia y el de miento y produeir Se ee aoe capacidad de dar movi- Mimiento que reside en otto, » en la goca en cuanto olta: yen vitud de al Ta coba es movida por’sf misma, o bien por otra, ind eae cual Ta e058 my ana Pero an eto nose ha leh to, Como el movimiento implica el agente y el paciente, Suton dos classe de poteneias, las activas y las pasivas. Las primeras tienen el poder I capacidad de producir movimiento en otra cosa en tanto que otra. Las segundas, la capacidad de padecer el movimiento producido por un agente extrafio y exterior. Estas diferentes potencias pueden darse en una misma sustancia, en un mismo ente, en el hombre que, verbigracia, en cuanto médico, ctirase a si mismo ¥ acttia al par como agente Y paciente. EV médico ciirase en cuanto el curado es otro, sin que puedan confundirse las dos potencias, la del médico ¥ st arte, y In del paciente ¥ su PV cin, Esta delimitacién de los ‘contenidos primordiales del oneal ee tia —-Metafisica. Libro. 3, CaP. XIL, 1-11— esté por sobre Tos matics secundarios y_ traslaticios- ee ce marion Seo ae potencia comprehende come contenido primero la ea y Dw yas cosas, como potenc's acti otene’ambio en Has cosas, Come MC to ¥ uaarrolla certeraments Or vontenid reer aquella de padecet ide producit 0 ae cee pacidad de movimier dente, pues, que la poten una parte, como una sola ¥ Versas: porque provisto de P por obra de 0 cidad de padecer Padecer a otro por obra suy? fer capacidad de movimiento tambié la parte racional del almé humans aumenta su comprehens'en i, racionales y potencias ie ower’ rian en sus ¢ dos + dntenidos ten” com \'s ciencias —tanto las téecnic® LA LIRERTAD stata, te una perspectiva subjetiva, son potencids racionales re Hivadas, Cualidg. des especulativas y operativas, segtin el caso; tld -gulidos tna ejereitacion ardua y dificil, Cuanto la naturaleza especifica de | Hibites ¥ al sujeto que poseen, se advierte cémo la t aefonalidad y la razén integran a una y constituyen el otro. Por lo demas = el distingo yal, la pena— los habitos especulativos y practicos son po’ eating en relacign a aquello para lo cual estén dispuestos segiin el orden natural, la verdad, fl bien y la produccién, el conocimiento, la accién moral y la obra de arte en general. Potencias que, a diferencia de los irracionales, pueden actualizar contrarios, aunque no al mismo tiempo y Sl sucesivamente, La capacidad que posee el médico supone conocimiento de contrarios, | de la salud como forma que debe restablecer en el enfermo, y el de la en. fermedad, privacién de aquélla. La ciencia mirada en cuanto potencia racional estable, como habito realizado, posee su objeto propio, cuyo con- cepto —siempre positivo— hace ver, en primer término, el lado positive y secundariamente la privacién y también la negacién del objeto. La me dicina es ciencia de la salud, en si misma considerada, y de Ja enferme- dad en segundo término, y nunca en si misma, sino en funcién de la forma salud, objeto directo de la medicina. Esa posibilidad de las potencias racionales de actualizar contrarios aclara por qué la posesién de Ja cien- cia, cualquiera ella sea, capacita para producir ambos contrarios. En el caso del médico, tanto la salud como la enfermedad. Aristételes dice re- firiéndose a esta circunstancia: “Porque el concepto abraza a ambos (con- trarios), si bien no de la misma manera, y tiene sede en el alma, la cual poseyendo en si el principio del movimiento y uniendo con el pensamiento los contrarios en el mismo objeto, puede producir a ambos en virtud del mismo principio”. —Metafisiea. Libro @, cap. II, 1046 b, 5. _ Las potencias racionales abarean, en tanto que conocimiento espect- lativo, el ser, y secundariamente el no-ser, la negacién y la privacién del ser. Otro tanto sucede con aquellas potencias que estan naturalmente dis puestas para la accién moral, politica 0 econémica. Esas potencias lo so” también de contrar' también de contrarfos, del bien y su privicién el mal, del bien comin £ la anarausa, de lo util y lo indtil, Lo mismo acontece con las potencias operativas que estin dispuestas para ta produccién artistiea. Pueden a twalizar en la materia del arte tanto ta forma perfeeta como la privaciss le la misma. Las potencias irracionales, en cambio, sélo pueden pasar al acto un contrarie, Como earecen de eonocimiento, de racionalidad, cen igualmente de la posibilidad de eonocer la forma y st privaciomy 1 ntrarios, No s seen © : si de la deliberacién, jn eleceagy a Mieco gureunatanela. que let eo . la eleccién, la decisié i fi i las cosas exrecen de ciene'a y por ene te Hie eer: Los animales cor perforin aac euro ne Yr 30 de libertad, de apetito racine 18 algunos sores —lav criataras humanas ae goer, 1 demi cB Me sores Site exiatu manas— la ciencia, la eticidad ¥ el 8 us y mites seas y quehaceres esenciales. Y emo sin aquella ™ deza y su miseria, ; Ro se podria comprender al hombre con su £7" » SUS creaciones y sus devastacion : ys astaciones. BB ili. EA aaa ig a LA Limexrap seraPistca = 103 _,. Lit libertad puede definirse, de momento, como potencia de contra- rios. ‘Acttia en la ciencia, Ia aceién y la produeeién, porque ellas son tis tinge, si Saeecaecbiaias reali wadas por el hombre. Aristételes dis- Crete Ge las pateaettllan sus prineipios, dos momentos distintos en el ej. Heo rad potencias racionales —especulativas, prictico-morales y priie- -productivas— tanto en la direccién de la forma como en la de la pri- vacion de la forma, en la del ser y el no-ser, el bien y el mal, el arte y de miyacion: la chapueeria. Segiin este primer grado de la libertad, por lamarlo de algtin modo, el hombre es libre realizando cualquiera de los contrarios, tanto el positive cuanto el negativo. Aristételes establece distineiones —separaciones discursivas— en vir- tud de las cuales aparta el concepto de potencia como capacidad de operar © padecer simplemente del concept de potencia como posibilidad de ope- rar y padecer de modo conveniente, —Metafisiea, Libro. \ , Cap. XII. 1019 1-2 y Libro ©, Cap. II, 1046 b, 6. Si se trasladan esas separaciones al plano de las potencias racionales, encuéntrase el se- xundo grado de la libertad, conforme al cual ésta’ no consiste en sim- ple potencia de contrarios, sino en la actualizacién del contrario conve- niente, del ser, la verdad, el bien y la perfeccién de la produccién, segtin sea la ciencia, la condueta o el arte. Libre no es quien con indiferenc'a po- ne en acto lo positivo como lo negativo, aungue lo acepte deliberadamen- te, sino quien actualiza lo conveniente, aquello por lo cual la potencia ra- cional esta naturalmente dispuesta. Este segundo grado de la libertad su- pone el anterior de la misma manera que la potencia de operar o pade- cer convenientemente implica la potencia de operar o padecer simplemen te. Con agudeza Aristételes opina “que si se opera bien, necesariamente. asimismo, se opera: pero no por el hecho de operar simplemente se des- prende que se opera bien”. —Metafisiea. Libro ©, Cap. II, 1046 b. 6. Es importante sefialar que al conocimiento de ambos grados de la li- bertad arriba el gran dialéctico del pensamiento occidental, Guillermo Fe. derico Hégel, cuando precisa el concepto y la existencia de la libertad. Pa ra este filésofo la libertad entendida como arbitrio, como poder hacer lo que se quiere, no es mas que la voluntad inmediata o natural, la que se determina por los estimulos, los deseos, las inclinaciones. La voluntad li- bre en si y para si es, en cambio, la que interviene en la eticidad y en cho reali idea concreta de la bertad. —Filosofia del Dere- el Derecho realizando la idea conereta de la cho, Introduccién, 2% parte: La Moralidad. FI andilisis det concepto de libertad en Aristoteles se esclarece ¥ con irma ia mas, si on cuenta, aparte la doctrina 7 firma todavia mas, si se toma en cuenta, aparte la doetrina de la poten: tins quella sobre el acto. Actualizar convenientemente, opera ¥ padecer ; abi i jereitar notencias racionales especulativas c 's debido, significa ejercitar las 1 are een aiempretente prime i simnente Sogn los obietos positives. que encierran siempre ente & pramoru Te Nin de ente, que piensan formas de las sustancias ) no privacién 0 negactol tuanto a las potencias racionales operativas. no privacién de tas a cnaceidn perfecta de In obra. Por 10 que alee significa su ejercicio para In produectn perfects de tient const Tea pateneia.raefonal practico-maral, su evereiel La MBERTAD ey, _ arte te en dirigir la accién conforme con los principios del bien. Todas, 80) neras de actualizar, de uno u otro modo, las distintas potencias y, iow Ma. segiin el ser verdadero, bello y bueno. La ciencia, como que es ejerei* la potencia racional especulativa, supone a ésta en acto por el ty, i de mediante un proceso abstractivo, de formas existenciadas en la reaiit® E] hombre se convierte por el dificil cultivo de la inteligencia en Thier, cosmos, recipiente donde Ia multiplicidad de formas del ser se reeoye' manera especular. El arte bello, ejercicio de la potencia racional pers, tiva, concreta, existencializa, siempre defectuosamente, obras bellas, ‘q,, yas formas ha encontrado la inteligencia al residir en él ser, de tanto, tanto, contemplativa y maravillada. La accién moral, como ejercicio «. la potencia racional practica, el deseo racional y la prudencia, significan también respeto al ser, porque suponen el recto uso de la voluntad y la inteligencia, cuyos principios tienen la misma raiz que los del ser extra. mental. Toda accién privada de bien desquicia el ser, a partir de aquella misma forma del ser que la realiza y que, usando deshonestamente de |, libertad, manifiesta a la larga resentimiento contra el Ser. Este es el pro- fundo sentido de la libertad en Aristételes, que si bien abre al hombre, de momento, iluminados caminos en el conocimiento, la conducta y la pro- duccién —atin aquéllos dafinos—, sefala resueltamente otros, reales y luminosos, por donde debe correr la inteligencia para no violentar al Ser y desquiciarse a si misma mediante el uso de la libertad frustrada. Las potencias racionales hallanse en dos estados. Originariamente las potencias racionales son puras capacidades y disposiciones no desarrolla- das. Disposiciones congénitas al hombre en cuanto posee alma racional. Con el ejercitamiento de esas capacidades primeras se constituyen distit tos habitos, los de ciencia, arte y accién, los cuales no estan permanente mente en actividad y en acto. Todo habito, toda disposicién racional ejer- citada pero no en acto, esta en potencia con respecto a su acto propio, aunque no se halla, en cuanto potencia, en la situacién primera y origi nal. Esta, por decirlo asi, entre el acto y la potencia inculta. Situacién que sefiala también Santo Tomas asi: “Diremos que el habito es cierto acto, en cuanto es una cualidad, y segtin esto puede ser principio de la operaci6n; pero esta en potencia con respecto a la operacién, y de aqu! el llamarse el habito “acto primero” y la operacién “acto segundo”, como consta (De Anima. Libro II. 2,t 5)” - Suma Teoldgica, 1° Parte. Cues- tién XLIX. Art. III. Respuesta 1*, La adquisicién de los habitos racionales especulativos, operativos ¥ practicos, cientificos, artisticos y morales, se consigue con el ejercicio P& ciente y prolongado de las diversas potencias espirituales. Esa activida perfeccionadora conduce al hombre a conquistar y consolidar — firma con el conocimiento, la conducta y la produccién, la segunda y dific’l th bertad. Aquéllos que no desarrollan sus disposiciones no legan a set Lead bres libres en el sentido cabal del concepto, que comprenhende los 4s aA dos, el libre albedrfo y la responsabilidad. Por eso la educacién. aM te en otra cosa que en el cultivo del hombre, ayuda a su liber! 105 La. LipeRTAD METAPISICA Las potencias racionales son posibilidades con respecto a algo aes minado. Hay mas todavia: el ejercicio de las potencias se realiza den re de ciertas condiciones de tiempo y maneras. En el fin, como objeto de ca- da potencia, para el cual esta natu ralmente dispuesta, Se encuentran io contrarios. La eleccién de uno de ellos importa un principio interno, Ta yoluntad, como apetito dirigido por la raz6n. Por eso Aris tételes dic “Por lo cual, necesariamente, el ser que tiene potencia conforme a razon, hace, cuando lo desea, todo aquello para lo cual tiene potencia y en la forma en que la posee” - Metafisica. Libro, Cap. V7. Las potencias no son ilimitadas como posibilidades, como no lo son eapacidades en nin- gin orden de cosas. Potencia existe, en estrieta raz6n, cuando hay poder o capacidad con relacin a algo, en la ciencia, la produccién y la conducta. Cuando no, se tiene incapacidad e impotencia. La incapacidad puede estar motivada por diversas circunstancias, ausencia del paciente —la materia en el caso de la produccién— o-bien de las condiciones necesarias para que se produzca la operacién y Negue la potencia al acto. A su vez esas condiciones pueden ser de caraeter interno o de indole externa, las que hacen posible o impi- den el ejercicio de la capacidad. También acaece que la potencia no pue- de actualizar aquéllo para lo cual esta dispuesta, porque no ha aleanza- do como habito, desarrollo adecuado y perfeccién y estabilidad necesarias. Aclaremos. Posee el médico la capacidad de curar, pero para que esa po- tencia pase al acto y haya curacién efectiva, es imprescindible que no existan obstaculos exteriores que impidan la operacién. Desde el punto de vista del paciente, puede tener éste postbilidad de curar, pero para que sane es necesario que no se opongan impedimentos internos, porque en ca- so contrario carece realmente de posibilidad de curacién. Lo mismo ocu- rre con el educador. Tiene capacidad para desenvolver disposiciones inte- riores del educando, a condicién de actuar siempre de manera secundaria, atendiendo la realidad vital y espiritual, de aquel, que el puede cultivarse tan sélo en la medida que lo permiten sus propias posibilidades de edu- cando. Esto en cuanto a las artes. También debe repararse en las condicio- nes limitativas de las potencias racionales especulativas. Para que lleguen al acto preciso es que satisfagan condiciones externas. La meditacién y la reflexién, para que haya ciencia, es necesario que satisfagan condi nes, sin las cuales el hombre de ciencia no puede hacer uso de sus poten- cias. Con la diferencia, entre el arte y la ciencia, que la operacién que parte de la potencia pasa a la actualizacién de la salud en el eufermo, de la potencia de edificar a la obra misma, recibe el nombre estricto de mo- vimiento, porque no tiene por fin la operacién en si misma considerada, sino la obra a producir. Mientras que en la ciencia, en el conocimiento, la actualizacion de la potencia racional especultiva, no conduce a una obra exterior. Esta operacién de la potencia racional especulativa, porque no sale de si misma, porque es inmanente, intransitiva, se denomina con toda pureza actividad. —Metafisiea. Libro © , Cap. VI, 1048 b, 812. (Ver tam- bién © , Cap. VIIL, 1050a, 14-18; 1050 b, 19). La PSICOLOGEN DE BiENTARy 106 —-—-— — stinta naturaleza y perfeceién, es exterior. Porque carece de es a su vez medio con respec. La actividad y el movimiento poseen di E movimiento va hacia un término que i ‘in inmanente, concluye en un término q a - fn ins cosas, La actividad, en cambio, Dose su TinTen at mame: eal In de la inteligencia especulativa y asi también la de la vista, Fonstituye, por lo mismo, la perfeceién mits cabal del hombre, ya diferen et el mo- Vimiento. no supone la materia, Por ello dice Aristételes ae int no es. ti sujeto al movimiento, como que es inmévil, lo cual ine)obate al par su actividad perfectisima y su vida optima. En. Soe kao en ee tividad, pudiendo existir actividad e inmovilidad al mismo tempo. como Jo testimonia la contemplacién del sabio que, como quieta actividad de la inteligencia, no persigue otro fin que si misma, se acompaia con una ale: ria perfecia en cuanto ésta nace, erece y se mantiene con la actividad que se basta a si misma, en la medida que le esta permitido al hombre. Diego F. PRO La psicologia de Brentano Brentano distingue dos maneras de elaborar la psicologia. Caracte- riza la primera por su indole explicativa y Hama genética a la psicologia asi constituida. La otra consiste en una ciudadosa descripcién de los he- chos psiquicos y a la cieneia elaborada de este modo la denomina psicog- nosis, que con Edmundo Husserl recibe después el nombre de fenomeno- logia. Sobre este tiltimo influye decididamente la obra fundamental de aquél: Psicologia desde el punto de vista empirico. Las investigaciones psicolégieas del pensador aleman se inician com la distincién entre fenémenos psiquicos y fendmenos fisicos. Aquéllos aparecen, en primer lugar, desprovistos de extensién, son objeto de la per- cepeién interna y poseen, ademas, unidad. . Y puesto que esas son las determi psiquicos, anotemos también | ‘Los hechos psiquicos, ciones esenciales de los hechos bién Ta defini con las palabras de Brentano: st presentaciones vy fel s » desea Como quiera que es necesario conocer el uso que hace Brentano del concepto fenémeno, recordemos a este propésito que la acepeién de est Sr aparece at ane que Toteles Piensa: aquéllo que se muestra, tucién como mera aiatenion go. : i este sentido excluye toda interpre interno que lo distingue fundamentalmen nj Psauico existe un contenide Si deshuesamos una yer mentalmente de cualquier fenémeno fisice. percipiente "por otra. g PctOR encontramos, por un lado, la actividad Ia conciencia, Otro tanto aa bi bercibido como contenido intencional de ontece con la imagen, que lo es siempre a

También podría gustarte