Profetas Pre-Exilicos L.

Profetas per-exilicos 1
IBJM
IBJM
JORGE MÜLLER
B-7
Profetas
Pre-Exílicos
Objetivo de la Materia
Estudiar, en medio de tiempos de decadencia moral y espiritual de Israel y Judá, el
ministerio de los profetas Isaías-Jeremías-Oseas-Joel-Amós-Jonás-Miqueas-Nahum-
Habacuc-Sofonías y probablemente Abdías. Se verá un breve concepto de los mensajes
que transmiten, con especial énfasis en la denuncia del pecado, las razones de la
disciplina divina, el plan de restauración y la propuesta de retorno, su proyección mesiánica
y su aplicación espiritual a la vida cristiana.
Esteban Beitze
BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA
IBJM
• Introducción a los Libros Proféticos – E. Trenchard – Literatura Bíblica

• Los Profetas del Antiguo Testamento – Kyle M. Yates – CBP
• Los Doce Profetas Menores – Jorge L. Robinson – CBP
• Los Profetas Menores – G. Campbell Morgan – Clie
• Mensajeros de Juicio y Gloria–Los Prof. Menores–AE.Horton–Publ.Cotidianas
• Los Mensajes Mayores de los Profetas Menores – Carlos A. Morris – Clie
• Estudios sobre el Libro de Isaías – H.A. Ironside – Clie
• Comentario Bíblico Portavoz – Isaías – Alfred Martín – Ed. Portavoz
• Comentario Bíblico Portavoz – Jeremías y Lament.– I.L. Jensen– Ed. Portavoz
• Com.Bíbl.Portavoz – Nahum- Sofonías–Habacuc – H.E. Freeman – Ed.Portavoz
• El Corazón de Dios – G. Campbell Morgan (Estudio sobre Oseas) – Hebrón
• El Profeta Oseas – H. Dossier – Edic. Perroy
• El día del León – El Mensaje de Amós - J.A. Motyer – Ed. Certeza
• Estudios sobre el Libro de Amós . K. M. Yates (h) – CBP
• Del temor a la fe – (Habacuc) - D. Martín Lloyd Jones - Hebrón
• Compendio Manual de la Biblia – Henry H. Halley – Ed. Portavoz
• Comentarios Generales:
. William Mac Donald – Clie
. Matthew Henry – Clie
. Comentario Bíblico Moody – Ed. Portavoz
TEMARIO
I. INTRODUCCIÓN
1. LOS PROFETAS
A. Definición
B. La función de los profetas
C. Señales distintivas de los profetas
D. Vista general de los libros proféticos
2. MARCO HISTÓRICO Y ESPIRITUAL

A. La advertencia (Dt.28)
B. Historia de un pueblo rebelde (desde Jueces hasta el Cautiverio)
C. El tiempo de los gentiles
3. CAUTIVERIO DE ISRAEL (las tribus del Norte)
4. CAUTIVERIO DE JUDÁ (las tribus del Sur)
A. Las deportaciones
B. Las consecuencias
5. OBJETIVO DE LA DISCIPLINA
II. LOS PROFETAS DEL REINO DEL NORTE
1. JONÁS (760 a.C.)

A. Su interpretación
B. El trasfondo
C. El profeta
D. Bosquejo del libro
E. Tema y propósito del libro
F. Aplicación espiritual
2. AMÓS (755 a.C.)

A. El trasfondo
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B. El profeta
C. Bosquejo del libro
D. Tema y propósito del libro
E. Aplicación espiritual
3. OSEAS (710 a.C.)

A. El trasfondo
B. El profeta
III. LOS PROFETAS DEL REINO DEL SUR (I)
1. ABDÍAS (840 a.C.)

A. El trasfondo
B. El profeta
2. JOEL (835 a.C.)

A. El trasfondo
B. El profeta
3. MIQUEAS (700 a.C.)

A. El trasfondo
B. El profeta
IV. LOS PROFETAS DEL REINO DEL SUR (II)

ISAÍAS (740-680 a.C.)
1. INTRODUCCIÓN
A. El trasfondo
B. El profeta
C. La autoría del libro
D. Los hallazgos de Qumram
E. Bosquejo del libro
F. Tema y propósito del libro
G. El carácter mesiánico del libro
2. CAPÍTULOS 1-39 – JUICIOS Y CASTIGOS

A. Temas de esta sección del libro
B. Propósito de esta sección del libro
C. Bosquejo de esta sección del libro
D. Aplicación espiritual
3. CAPÍTULOS 40-66 – CONSOLACIÓN Y RESTAURACIÓN (I)

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4. CAPÍTULOS 40-66 – CONSOLACIÓN Y RESTAURACIÓN (II).

A. Profecías mesiánicas
B. El Siervo de Jehová
C. Aplicación espiritual
V. LOS PROFETAS DEL REINO DEL SUR (III)

1. NAHUM (663-612 a.C.)
A. El trasfondo
B. El profeta
2. SOFONÍAS (625 a.C.)

A. El trasfondo
B. El profeta
3. HABACUC (607 a.C.)

A. El trasfondo
B. El profeta
VI. LOS PROFETAS DEL REINO DEL SUR (IV)

1. JEREMÍAS (627-585 a.C.)
A. El trasfondo
B. El profeta
2. SUS LAMENTACIONES (586 a.C.)

A. El trasfondo
B. El autor
C. Título, forma, bosquejo y uso del libro
PROFETAS PRE-EXÍLICOS
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I. INTRODUCCIÓN
1. LOS PROFETAS
Los profetas en el AT fueron personajes dinámicos que hablaban a la humanidad con tremendos
desafíos. Sus escritos nos revelan los tremendos problemas que existían en la antigüedad y, sobre
todo, en el pueblo de Dios en medio de tiempos de decadencia moral y espiritual de Israel y Judá.
Su voz de alerta no se ha acallado, porque muchas de las situaciones, actitudes o pecados se
siguen repitiendo hoy en día, por lo cual estos mensajes siguen siendo de gran actualidad. Además,
muchas de sus profecías se están cumpliendo en nuestro tiempo o se cumplirán en lo futuro.
A. Definición
Observaremos los diferentes términos que utiliza la Biblia para la tarea de profetizar:
• “Ro’eh” y “hozeh”: el término “ro’eh” aparece sólo doce veces en el AT; “hozeh” dieciocho
veces. Ambos derivan de verbos que son prácticamente sinónimos y que significan “ver”. De ahí
que surge la palabra “vidente” (Ej.:1S.9:11).
• “ish elohim”: que es traducido: “varón de Dios” (1R.13; Dt.33:1; 1S.9:6; 2R.4:9).
• “Nabhi’”: es el término preferencial para profeta en el AT. Como sustantivo aparece más de 300
veces. Como su etimología es incierta, el significado es deducido del uso que le da el AT. El
pasaje que mejor refleja el significado de esta palabra es el de Éxodo 7:1, visto a la luz de del
llamamiento de Moisés para sacar al pueblo de Egipto (Éx.4:10-16). La objeción a este llamado
por parte de Moisés se basó, entre otras, en no saber hablar. Ahí Dios le da a su hermano
Aarón para que fuera su “profeta”: “Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de
boca, y tú serás para él en lugar de Dios” (4:16); y luego Dios le dijo: “Y tu hermano Aarón será
tu profeta (nabih’)” (7:1). Este es el principal significado del término “profeta”. De esta forma, la
médula, lo central de la profecía hebrea no es la predicción o una reforma social, sino la
declaración de la voluntad de Dios (comp. Dt.18:18; Amós 7:14,15).
Entonces, el hecho de profetizar constaba básicamente de dos partes: recibir de Dios una
revelación y luego, comunicar el mensaje dado por Dios. Por lo tanto, el profeta era alguien que
recibía un mensaje de Dios y lo comunicaba. En otras palabras, se convertía en el vocero de Dios.
B. La función de los profetas

Por medio de la predicación, poniéndose a sí mismos como ejemplos o tomando objetos para
demostrar el mensaje, los profetas tenían la misión de:
1) Reformar, no instituir una nueva enseñanza. La enseñanza ya estaba dada de forma clara
por Dios, pero al profeta le cabía la misión de recordarla al pueblo de tal forma que se
arrepintieran y la volvieran a cumplir.
2) Demostrar la urgencia de ajustarse a las normas de la Ley. No se dedicaron a enseñar la ley,
sino a urgir a que el pueblo se ajustara a estas normas.
3) Ser ejemplo de la actitud correcta (Jer.6:27).
4) Servir de centinelas, es señalar con el dedo la conducta indebida en cualquier área y advertir
a los infractores de los castigos y juicios que podría ocasionarles tal actitud (Ez.3:17).
5) Aunque no era su tarea principal, oficiaban de intercesores, 1R.13:6; 17:17-24; Am.7:2
C. Vista general de los libros proféticos

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LIBRO FECHA TRASFONDO REYES TEMA

BÍBLICO (N= norte; S= sur)
Abdías 840 2 Reyes 8:12 Jorám, Ocozías, Atalía, Joás (S) Juicio sobre Edom.
Joel 835 2 Reyes 12 Joás (S) Plaga de langostas.
Jonás 760 2 Reyes 14 Jeroboam II (N) Nínive, ¡arrepiéntete!
Amós 755 2 Reyes 14 Jeroboam II (N) Maldades sociales.
Oseas 710 2 Reyes 14 – Jeroboam II, Zacarías, Salum, El amor inquebrantable de
17 Manahem, Pekaía, Peka, Oseas (N) Dios.
Isaías 740- 2 Reyes 15 – Jotán, Acaz, Ezequías, Manasés (S) La salvación del Mesías.
680 21
Miqueas 700 2 Reyes 15 – Jotán, Acaz, Ezequías (S) Juicio y liberación.
20
Nahum 663- 2 Reyes 21 – Manasés, Amón, Josías (S) Destrucción de Nínive.
612 23
Sofonías 625 2 Reyes 22 – Josías (S) Juicio sobre Judá.
23
Habacuc 607 2 Reyes 22 – Josías, Joacaz, Joacim (S) Cautividad babilónica.
24
Antes del exilio
Jeremías 627- Josías, Joacaz, Joacim, Joaquín, Juicio sobre el pecado.

585 Sedequías (S), Nabucodonosor de
Babilonia
Lamentaciones 586- 2 Reyes 25 Nabucodonosor Lamento por la
585 destrucción de Jerusalén y
del templo.
Ezequiel 592- 2 Reyes 24 – Sedequías (S) Dios guarda Su pacto.
Durante el
570 25
Daniel 537 2 Reyes 23 – Joacím (S), Nabucodonosor, Belsasar, El plan de Dios para el
exilio
25 Darío, Ciro futuro.
Hageo 520 Esdras 5 – 6 Zorobabel, Darío I Reedificación del templo.

del
Zacarías 520- Esdras 5 – 6 Zorobabel, Darío I, Jerjes Esperanza en el retorno de

Después
518 Cristo.
exilio
Malaquías 450- Nehemías 13 Artajerjes, Darío II Queja de Dios contra

400 Israel.
D. Señales distintivas de los profetas

Como es evidente en una nación apóstata, también en los oficios religiosos se daba la apostasía.
Como tal, también tenían falsos profetas. Había por lo tanto señales distintivas que diferenciaban
entre los verdaderos y los falsos. Los verdaderos profetas:
1) Recibían sus mensajes de Dios mientras que los falsos eran los que decían: “Así ha dicho el
Señor Jehová, cuando Jehová no había hablado” (Ez.22:28).
2) Tenían un llamado especial para este ministerio, mientras que los falsos no lo tenían
(Jer.1:5). Los verdaderos profetas tenían una profunda convicción del llamado de Dios. De
los falsos Dios dice: “No los envié, ni les mandé, ni les hablé” (Jer.14:14).
Evidentemente cualquiera podía afirmar tener estas características, por lo cual Dios había dado
otras señales que diferenciaban claramente al verdadero profeta del falso:
3) Los verdaderos no empleaban la adivinación (Dt.18:9-14).
4) El carácter del mensaje: los falsos daban mensajes que promovían los gustos del pueblo,
paz y tranquilidad y nunca hablaban de juicio (Jer.8:11; 28:8).
5) El carácter del profeta: los falsos profetas declaraban cosas buenas a los que les pagaban y
cosas malas a los que no les daban de comer (Miq.3:5,11). El verdadero carácter de los
falsos profetas tarde o temprano salía a la luz. En cambio, los verdaderos se caracterizaban
por la honestidad e integridad.
6) Se caracterizaban por la comunión vital y constante con Dios (1R.17:1). Se destacaban por
ser personas de constante, poderosa y ferviente oración (Stg.5:17,18).
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7) La disposición de afrontar dificultades: los verdaderos profetas estaban dispuestos a sufrir y

negarse a sí mismos hasta el punto de perder la vida, con tal de llevar el mensaje de forma
sincera y sin recortes al pueblo (1R.22:27; Jer.38:4-13).
8) Tenían conciencia bien establecida de la presencia de la autoridad divina detrás de sus
personas, ministerios y mensajes (1R.17:1)
9) Armonía en el mensaje: el mensaje del verdadero profeta siempre estaría de acuerdo con lo
que se conocía de la Ley (Jer.26:17-19).
10) Cumplimiento de la profecía: los verdaderos profetas serían reconocidos por el cumplimiento
de una profecía sobre eventos futuros cercanos (Dt.18:21,22).
11) Autenticación por medio de milagros: aunque limitada en su aplicación, muchas veces los
milagros confirmaban el ministerio de los verdaderos profetas (1S.12:16ss).
12) Discernimiento espiritual: las personas que tenían discernimiento espiritual podían
diferenciar fácilmente entre el verdadero y el falso profeta.
2. MARCO HISTÓRICO Y ESPIRITUAL
A. La advertencia (Dt.28)
En el libro de Deuteronomio, cuando el pueblo de Israel estaba cerca del comienzo de la conquista
de la tierra prometida, Moisés establece un acto que tenía que cumplir Israel al entrar en la tierra.
Seis tribus de Israel estarían sobre el Monte Ebal y las otras seis sobre el Gerizim. De allí se
proclamarían las bendiciones y maldiciones que vendrían de guardar o desobedecer la Ley de Dios
(Dt.27:11-13). Desde Ebal se pronunciarían las maldiciones si eran desobedientes, y desde Gerizim
bendiciones que iban a seguir a la obediencia. Las palabras relatadas allí en Deuteronomio 28
resultaron ser asombrosamente proféticas. No se trata de un perfil general, como podría haber
predicho cualquier estudioso de la historia humana según las leyes de la probabilidad, sino que es
específico y abunda en detalles que fueron cumplidos al pie de la letra por las continuas rebeliones
del pueblo.
Las maldiciones se cumplieron tristemente. La dispersión se cumplió varias veces: con la toma de
Samaria por los asirios y la dispersión de las diez tribus; luego con los babilonios para el reino del
sur, y en el 70 d.C. por los romanos. Con estas conquistas también vino la devastación de la tierra.
Hasta el canibalismo se dio en el pueblo de Israel, tal como fue predicho (28:53-57 comp. 2 R.6:28;
Lam.2:20).
Halley hace la siguiente observación: este capítulo 28 “bosqueja toda la historia futura de la nación
hebrea y pinta en colores vívidos la cautividad babilónica y la destrucción en manos de los romanos.
Forma una de las evidencias más sorprendentes e indiscutibles de la inspiración divina de la Biblia”.
B. Historia de un pueblo rebelde (desde Jueces hasta el Cautiverio)

A pesar de las serias advertencias a obedecer la Ley de Dios, después de que Israel conquistara la
tierra prometida, y después de la muerte de Josué, cada tribu debería terminar de conquistar su
territorio. Pero en muchos casos esto se fue dejando, se empezaron hacer alianzas y el efecto
inmediato fue la contaminación con la idolatría y las consecuencias relacionadas con esto. El pueblo
decayó en lo político, moral, y sobre todo en lo espiritual. A pesar de que Dios levantara Jueces que
los libraban por poco tiempo de los enemigos y volvían el pueblo a Dios, poco tiempo después la
situación volvía ser la misma. El resumen de este libro es: “cada uno hacía lo que bien le parecía”
(Jue.21:25).
De ahí se pasa al tiempo del último juez Samuel, con un relativo avivamiento, para llegar al deseo
de Israel de parecerse a las demás naciones en tener un rey. Esto no fue la voluntad de Dios, pero
igual les da lo que desean con Saúl. Su comienzo fue muy bueno, pero luego su ambición, orgullo y
envidia llevaron su vida a un infierno personal, persecución constante a David, consulta a una
adivina, derrota y suicidio.
IBJM
Al tiempo de Saúl le siguió el tiempo de oro de Israel con David y Salomón en cuanto a la
extensión, riqueza y estabilidad del reino. Pero la costumbre de unirse con reinas paganas alejó el
corazón de Salomón de Dios, lo que se fue acrecentando en sus sucesores. Primero vino la división
de la nación de Israel en tiempos del reinado de Roboam, su hijo. De esta manera empezó la
diferenciación entre Reino del Norte (las 10 tribus) llamado Israel, y el Reino del Sur (Judá y
Benjamín) llamado Judá.
En ambos reinos se fueron turnando los reyes. En el Reino del Norte (Israel) el denominador común
fueron reyes donde cada uno “hizo lo malo ante Jehová”. Esto significa una completa corrupción en
lo espiritual y en lo moral.
En el Reino del Sur (Judá) esto también sucedió muy a menudo, pero cada tanto gobernaba un rey
que buscaba a Dios, volviendo el pueblo, hasta cierto punto, a Dios.
Una y otra vez las advertencias de Dios llegaron a ambos reinos por medio de la actividad de Sus
profetas, pero en la mayoría de los casos, cayeron en oídos sordos. La desobediencia a Dios seguía,
por lo cual Él los entregaba a juicios diversos y en manos de diferentes enemigos, hasta llegar a las
grandes deportaciones.
Las naciones gentiles se convirtieron en las herramientas al servicio de Dios para castigar a Su
pueblo: “Jehová te entregará derrotado delante de tus enemigos; por un camino saldrás contra
ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos; y serás vejado por todos los reinos de la tierra”
(Dt.28:25; comp. Is.10:5,6).
De esta manera Israel sale de la escena mundial. En vez de ser líder se convirtió en siervo y en
oprimido, cumpliéndose lo que Dios había predicho: “El extranjero… se elevará sobre ti muy alto, y
tú descenderás muy abajo. …él será por cabeza, y tú serás por cola. …servirás, por tanto a tus
enemigos que enviare Jehová contra ti…” (Dt.28:43,44,48).
C. El tiempo de los gentiles

El pueblo de Israel, al dejar a Dios de lado, quedó también afuera de la esfera de trascendencia
internacional. De esta manera, los grandes imperios mundiales empezaron a tener la autoridad
sobre el pueblo de Dios.
Estos grandes reinos fueron:
• Asiria
• Babilonia
• Medo-persa
• Griego
• Romano
Los reinos que estuvieron más relacionados con el tiempo y el mensaje de los profetas pre- exílicos
fueron el Asirio y el Babilónico.
1) El reino de Asiria estaba situado cerca del río Tigris, limitado al norte por Armenia, por el monte
Zagros y Media al este, Babilonia al sur, Siria y el desierto de Siria al oeste. Pero es indudable que
sus fronteras no fueron siempre las mismas. Nínive vino a ser su capital. Sus ruinas se encuentran
en la actual Iraq. El nombre de Asiria parece derivar de su primera capital llamada Assur, sobre el
Tigris. Se considera que fue Tiglat-pileser I el fundador del primer Reino Aisirio (aprox. 1130 a.C.).
Embelleció a Nínive y acaudilló sus ejércitos en varias direcciones. Después de él, el reino entró en
decadencia bajo Rimón-nirari II (911 a.C.), pero su hijo Assurnatsir-pal (883 a.C.) volvió a
reforzarlo. Le sucedió Salmanasar III (858 a.C.) que expandió más sus fronteras. Él derrotó a Acab,
el rey de Israel (853 a.C.).
El siguiente rey que invadió Siria fue Rimon-nirari III (810 a.C.) que entre otros, puso tributo a los
israelitas. El siguiente rey notable fue Tiglat-pileser II (745 a.C.), que es considerado el segundo
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fundador del imperio. Consolidó las varias colonias, deportó a las poblaciones turbulentas y dividió
al país en provincias, las cuales le eran tributarias. Atacó a las tribus al otro lado del Jordán, y llevó
al exilio a los rubenitas, gaditas, y a la media tribu de Manasés (1 Cr.5:26). Acaz se alió con él en
contra del rey de Damasco, la cual fue tomada (2 R.16:1-10; 2 Cr.28:16-21). Se adueñó de
Babilonia, que posteriormente recuperó su independencia.
Salmanasar IV accedió al trono el 727 a.C. Oseas, rey de Israel fue hecho tributario suyo. Sitió a
Samaria por varios años.
Sargón le sucedió el 722 a.C., y es a él a quien se le atribuye la conquista de Samaria de la cual,
según su propio relato, deportó 27.800 personas. Luego llevó colonos nuevos a Samaria. Fue
asesinado en 705 a.C.
Le siguió Senaquerib (705 a.C.), el cual hizo tributario a Ezequías. Al rebelarse éste, Senaquerib
tomó las ciudades amuralladas de Judá. Ahí Ezequías le entregó los tesoros de su casa y del
templo. A pesar de esto Jerusalén fue atacada, y se dieron discursos blasfemos contra Dios.
Ezequías se humilló ante Dios, y el ángel del Señor dio muerte a 185.000 asirios. Senaquerib volvió
a su tierra, en donde fue asesinado por sus hijos (2 R.18:13 – 19:37).
Luego le siguió Esar-hadón que llevó cautivo a Manasés a Babilonia, que entonces estaba bajo su
poder (2 Cr.33:11; Esd.4:2). Luego de reinar 10 años, se asoció con el poderoso Assurbanipal. Este
último murió alrededor del 626 a.C. La gloria del Reino Asirio iba declinando, y alrededor del 612
a.C. Nínive fue tomada y destruida por el naciente Reino Babilónico (Nah.1,2).
2) El Reino Babilónico - denominado también como caldeo - delimitaba al norte por la Mesopotamia,
al este por los montes de Elam, al sur terminaba en el Golfo Pérsico y al oeste era delimitado por el
desierto de Arabia. En la antigüedad, Babilonia abarcaba una superficie de alrededor 65.000 km2.
Este territorio se irrigaba por medio de canales, y su suelo era de una incomparable fertilidad.
Desde el 729 hasta el 625 a.C. fue dominada por los Asirios. Pero los caldeos que moraban en el
fondo del Golfo Pérsico, fueron avanzando hacia Babilonia. Merodac-baladán, uno de sus reyes, se
alió con las tribus arameas y con Elam. En el 721 se proclamó rey de Babilonia. En el 712 envió una
embajada a Ezequías, rey de Judá, pero fue derrotado por Senaquerib en el 703. Assurbanipal, rey
de Asiria, murió en 626. Al año siguiente Nebopolasar vino a ser rey de Babilonia, fundando el
nuevo Imperio Babilónico, llamado también imperio Caldeo. Aliado con Cyaxares, rey de Media,
destruyó Nínive el 612 a.C. Su hijo Nabucodonosor venció al faraón Necao en Carquemis el 605, y
lo persiguió hasta la frontera de Egipto, pero tuvo que volverse a causa de la muerte de su padre.
Los caldeos dominaban ahora sobre toda la parte fértil de los territorios al occidente de Babilonia.
Nabucodonosor gozó de uno de los reinados más dilatados y brillantes de la historia. Tanto
embelleció Babilonia, que se le dio el nombre de rey constructor. Se apoderó dos veces de
Jerusalén (597 y 586), arrasándola. Su hijo Amel-Marduk (Evil-Merodac), que reinó del 562 al 560,
hizo salir de la cárcel a Joaquín, rey de Judá (2 R.25:27). Le sucedieron Neriglisar (560-556) y
Labaschi Marduk. Nabónico, un babilonio, llegó al trono en 556. Nombró regente a Belsasar. En
539, Gobryas (Darío), general de Ciro, rey de Persia, tomó Babilonia. Los persas reinaron sobre
Babilonia del 539 al 332 a.C., cuando fue conquistada por Alejandro Magno que la dominó hasta
323.
3. CAUTIVERIO DE ISRAEL (las tribus del Norte)

Por el aumento de la maldad en las tribus del Norte y su falta de arrepentimiento a pesar de
reiterados avisos de Dios, tuvo que venir el juicio. El final del reino del Norte empezó con la venida
de Tiglat-pileser en 733 y 732 a.C. La Biblia lo describe: “En los días de Peka rey de Israel, vino
Tiglat-pileser rey de los asirios, y tomó a Ijón, Abel-bet-maaca, Janoa, Cedes, Azor, Galaad, Galilea,
y toda la tierra de Neftalí; y los llevó cautivos a Asiria” (2 R.15:29). Las tribus al este del Jordán,
con elementos de Neftalí y Zabulón, fueron los primeros en sufrir (1 Cr.5:26; Is.9:1).
Más tarde, Salmanaser sitió por varios años a Samaria, pero se le atribuye a Sargón la conquista de
la misma en el 722 a.C. de la cual deportó, según sus propios relatos, a 27.290 habitantes. Más
tarde fue llevando lo que quedaba de Israel (1 R.17:6:24), colocándolo en varias ciudades asirias,
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probablemente cerca del Mar Caspio, siendo su propia tierra poblada con colonos persas y
babilónicos (2 R.17:6-24).
No hay evidencia de que haya vuelto alguna de las diez tribus, alguna vez, a su tierra Israel.
4. CAUTIVERIO DE JUDÁ (las tribus del Sur)

A. Las deportaciones
A Judá se le conocen tres cautividades:
1) Bajo Joacim, en 605 a.C., cuando Daniel y sus compañeros fueron deportados a Babilonia (2 R.
24:1,2; Dn.1:1) por Nabucodonosor después de la batalla de Carquemis, donde venció al ejército
egipcio.
2) En 597 a.C., cuando Nabucodonosor deportó más de 3.000 judíos, entre los cuales se
encontraban el rey Joaquín, su madre, sus príncipes y oficiales (2 R.24:12; Jer.52:28).
3) Bajo Sedequías, el último rey de Judá, el emperador babilónico destruyó Jerusalén y se llevó
todos los tesoros. Esto sucedió unos 132 años después de la deportación de las diez tribus (586
a.C), (2 R.25:11,12; 2 Cr.36:20; Jer.39:9,10; 52:15).
B. Las consecuencias
Los 70 años de la cautividad babilónica, probablemente, deben contarse desde el principio de la
primera cautividad en 605 a .C. (2 R.2:5; 2 Cr.36). Durante estos 70 años los judíos fueron tratados
con benevolencia, más bien como colonos, en vez de como cautivos. Se les permitía decidir casos
judiciales según sus propias leyes. Varios de ellos, como Daniel, Ester y Nehemías, ocuparon altos
puestos en el gobierno. A la vez, el idioma y las costumbres de los judíos sufrieron cambios
notables durante su larga permanencia en el extranjero. Durante este período quedaron
completamente curados de la idolatría, desarrollaron un celo excesivo de la guarda del sábado y
empezaron a dar una gran importancia a las tradiciones de los rabinos, entre los cuales se
destacaban los fariseos.
5. OBJETIVO DE LA DISCIPLINA
El objetivo de la disciplina de Dios siempre fue y seguirá teniendo como meta, el arrepentimiento de
Su pueblo. El profundo anhelo de Dios es tener comunión con Su pueblo, donde ésta se haya
perdido, que sea restablecida. Dios decía por boca del profeta Jeremías: “Así ha dicho Jehová:
Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y
andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma” (6:16). El profeta Amós invitó: “…prepárate
para venir al encuentro de tu Dios” (4:12), y más tarde dijo: “He aquí vienen días, dice Jehová el
Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la
palabra de Jehová” (8:11).
II. LOS PROFETAS DEL REINO DEL NORTE

Para nuestro estudio dividiremos los profetas en cuanto al lugar dónde se llevó a cabo su ministerio
en:
1) Profetas del reino del norte
2) Profetas del reino del sur
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Aunque hubieron profetas que empezaron antes en el reino del sur, comenzaremos con los que
fueron originarios del reino del norte, para luego ver a los del sur en su conjunto.
1. JONÁS (760 a.C.)
A. Su interpretación
Desde el último siglo, han surgido muchas voces que han puesto en duda lo relatado en el libro de
Jonás. Hay tres puntos de vista:
1) La interpretación mística: Jonás es un personaje místico producto de la imaginación.
2) La interpretación alegórica: el libro contiene una parábola donde Jonás es el tipo humano
del pueblo de Israel, y el gran pez representa el cautiverio de Israel.
3) La interpretación histórica: los hechos relatados en el libro se toman de forma literal e
histórica. Evidentemente nos unimos a esta última por diferentes razones:
• Desde siempre y hasta un siglo atrás, tanto judíos como cristianos tomaron el relato
de Jonás como histórico.
• Según 2 Reyes 14:25, Jonás no sólo es un personaje real sino también reconocido y
fiel profeta de Israel procedente de Gat-hefer, cerca de Nazaret.
• Los escritores de los libros Tobías y Macabeos, como también Josefo, lo consideraron
como historia verídica.
• El argumento principal es la forma en que Jesús trató el hecho de la historia de
Jonás en el vientre del pez: lo comparó con Su propia muerte y resurrección
(Mt.12:39-41).
B. El trasfondo
Jonás vivió bajo el reinado de Jeroboam II de Israel (2 R.14:27), quien había restablecido con éxito
el dominio de Israel haciendo crecer a la nación. Israel se había convertido en un reino próspero,
pero también lleno de pecado. El rey asirio Adad-nirari III (810-783), a pesar de haber hecho tres
incursiones a la región, jamás molestó a Jeroboam.
Ninguna inscripción asiria relata el avivamiento de Nínive como lo describe este libro. Pero hay dos
posibilidades en las cuales se pudo haber dado:
1) Durante el reino de Adad-nirari III, en el cual hubo un intento de llegar al monoteísmo por
parte del rey.
2) Durante el reinado de Asur-dan III (771-754), en el que la nación había perdido mucho de
su brillo. Además fue afectado por dos grandes plagas y un eclipse solar (763), los que en la
antigüedad siempre fueron eventos relacionados con juicio divino, y pudieron haber
preparado al pueblo para recibir el mensaje de Jonás.
C. El profeta
Jonás (= paloma) hijo de Amitai, nació en Gat-hefer (7 kms al N de Nazaret). Había profetizado el
bienestar de Israel (2 R.14:25).
Era un gran nacionalista y, como tal, enemigo de Asiria, por lo cual desobedeció al mandato divino
de ir a predicar a Nínive y luego se enojó con Dios, por no juzgarlos después de su arrepentimiento.
Pero a pesar de esto, era muy temeroso de Dios y reconoció enseguida Su mano en la tormenta
que azotó el barco en el que iba. Reconoció su pecado y, al segundo llamado de Dios, obedeció y
predicó el mensaje. Sin lugar a duda, fue un poderoso predicador.
D. Bosquejo del libro

1) Jonás huye (1:1-17)
2) Jonás ora (2:1-10)
3) Jonás predica (3:1-10)
4) Jonás aprende (4:1-11)
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E. Tema y propósito del libro

El libro es un llamado al arrepentimiento de Nínive. Ilustra la justicia de Dios, pero también la
oportunidad que le da al pecador para que se arrepienta, sea éste de la nación, credo o raza que
sea. La misericordia de Dios hacia el inconverso, e inclusive con su siervo rebelde, es el diamante
de este libro.
F. Aplicación espiritual
• Los caminos de la propia voluntad siempre tendrán tormentas como consecuencia.
• No se deben anteponer intereses personales al llamado de Dios.
• La desobediencia de los hijos de Dios siempre tendrá influencias negativas en su entorno,
como también su obediencia es la bendición para las naciones.
• Los humanos generalmente corren a su propia destrucción en vez de a Dios.
• Dios tiene amplias formas de hacer recapacitar al pecador.
• El que clama a Dios es atendido.
• Es completamente necio e inútil resistir a la voluntad de Dios.
• Dios quiere que todos los hombres sean salvos y les provee el medio para lograrlo.
• El arrepentimiento es la única posibilidad de detener el juicio.
• El libro de Jonás es uno de los más serios llamados al evangelismo y a las misiones que
existe. Pero lamentablemente hay demasiados cristianos dormidos, indiferentes o
intransigentes a los que no les importa la salvación de los demás y son desobedientes al
llamado del Señor.
2. AMÓS (755 a.C.)
A. El trasfondo
En el reino del Sur reinaba Uzías (791-740) y en Israel reinaba Jeroboam II (793-753), cuyo reino
exteriormente estaba en el cenit de su poderío. Por la conquista de Damasco por parte de Asiria, el
constante enemigo del norte estaba debilitado por lo cual, el Reino del Norte, fue conquistando
territorios llegando a extenderse casi a los límites de la época de oro bajo el rey David. Fue un
tiempo de expansión, de libertad y de prosperidad. El debilitamiento temporal de Asiria les daba
mayor seguridad aún, y no se les pasaba por la cabeza que pudieran ser conquistados y llevados
cautivos por esta nación.
Aunque exteriormente se practicaba el culto a Dios, interiormente estaban muy lejos de Él, además
de las tremendas injusticias sociales que sucedían (2 R.14:24,25). La división entre ricos y pobres
se acentuó cada vez más y las injusticias se acrecentaban. La corrupción e inmoralidad fueron en
aumento. El juicio de Dios tenía que venir. Por lo tanto se hizo necesario una advertencia del
mismo.
B. El profeta
Amós nos da más información de sí mismo que la mayoría de los profetas. Su ciudad natal fue
Tecoa (1:1), situada a unos 8 Km al sudeste de Belén y 16 Km al sur de Jerusalén. Su profesión era
“boyero” (un pastor de ganado, quizás jefe de una cuadrilla de ellos) y cultivador de sicómoros o
higueras silvestres que producían un fruto pequeño pero dulce, muy apreciado especialmente por
las clases más pobres del pueblo. A diferencia de los otros profetas, Amós no era profeta a tiempo
completo, sino que simplemente en determinado momento recibió un mensaje que tuvo que
entregar, como él mismo lo dice (7:14-15). Parece que al recibir el llamado de Dios fue al Reino del
Norte, entregó su mensaje y luego a su regreso, lo escribió.
Es llamativo que Dios haya elegido a Amós, que no era profeta, habiendo otros en su tiempo que sí
lo eran. Esto habla mucho a favor de la persona elegida que, sin lugar a duda, era una persona
muy espiritual. Su espiritualidad también es demostrada por el conocimiento que tenía de los libros
conocidos del AT, de donde toma muchas citas, sobre todo del Pentateuco.
IBJM
Por lo visto también era muy trabajador y valiente. Sólo el hecho de levantarse a predicar un
mensaje que obviamente sería impopular y hacerlo, para colmo, en la fuerte nación vecina no era
para cobardes. Tampoco se escuchan objeciones al llamado difícil del Señor. Él obedece enseguida.
Era un hombre dedicado a Dios y dispuesto a servirle en lo que fuera y cuando Dios quería.
Además era un hombre culto, lo que se demuestra en el conocimiento sobre naciones vecinas como
Damasco (1:3-5), Filistea (1:6-8), Tiro (1:9-10), Edom (1:11-12), Amón (1:13-15) y Moab (2:1-3).

1) El autor y el tema del libro (1:1,2)
2) Las profecías de Amós (1:3 2:16)
• Sobre Damasco (1:3-5)
• Sobre Filistea (1:6-8)
• Sobre Tiro (1:9-10)
• Sobre Edom (1:11-12)
• Sobre Amón (1:13-15)
• Sobre Moab (2:1-3)
• Sobre Judá (2:4-5)
• Sobre Israel (2:6-16)
3) Los sermones de Amós (3:1 – 6:14)
• La ruina de Israel (3:1-15)
• La depravación de Israel (4:1-13)
• Una lamentación sobre Israel (5:1 – 6:14)
- La ruina de Israel en el juicio cercano (5:1-17)
- La censura al pueblo religioso (5:18-27)
- La amonestación a toda la nación (6:1-14)
4) Las visiones de Amós (7:1 – 9:15)
• La visión de la langosta destructora (7:1-3)
• La visión del fuego (7:4-6)
• La visión de la plomada (7:7-9)
• Un interludio histórico: la oposición del sacerdote de Bet-el (7:10-17)
• La visión del canastillo de fruta de verano (8:1-14)
• La visión del juicio de Jehová (9:1-10)
• La visión de la bendición futura (9:11-15)

El libro de Amós es de mucho valor, en el sentido que conocemos más a fondo las condiciones
imperantes en el Reino del Norte durante el reinado de Jeroboam II. Amós atacó tanto las
injusticias sociales como también su idolatría. Lo hizo por medio de un llamado urgente al
arrepentimiento y regreso a los preceptos divinos. Esta sería la única forma de escapar al juicio
inminente. Amós declaró que la posición privilegiada de Israel, su bienestar y su fuerza tendrían
que haber constituido un incentivo suficiente para una vida justa, en vez de ser excusa para pecar.
Constantemente el profeta vuelve a la advertencia del inminente juicio de Dios, llenando sus
mensajes de ilustraciones vívidas al respecto. El libro empieza con el rugido de Dios, sinónimo de
advertencia del juicio cercano: “Y Jehová rugirá desde Sion…” (1:2).
• El libro nos da una excelente muestra del actuar de Dios:
- Su actuar soberano,
- Su poder sobrenatural,
- Su omnisciencia, nada se podía escapar a los ojos de Dios,
- Su amor y tierno cuidado por todas las naciones,
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- pero sobre todo el gran privilegio de Israel de haber sido elegido por Dios.
• Dios se desagrada inmensamente de las injusticias sociales, del descuido de los desvalidos y
de la indiferencia.
• Dios aborrecía el culto exterior que no iba acompañado de una forma de vida acorde.
• Las naciones habían recibido favores especiales de Dios, y como tal también le debían
responsabilidades.
• El pecado no es tolerado por Dios, y tarde o temprano tendrá su castigo.
• El ocio, el lujo y la frivolidad conducen irremediablemente al pecado.
• El orgullo conduce a una autosuficiencia que aleja de la voluntad de Dios.
• Dios puede levantar en cualquier momento a hombres de espíritu recto para hacer Su
voluntad.
• Dios amonesta con toda claridad antes de enviar un castigo, pero en algún momento
terminará Su paciencia.
• La voz de Dios continuará hablando a través de las palabras de Amós mientras abunden el
pecado y la injusticia.
3. OSEAS (710 a.C.)
A. El trasfondo
Oseas comenzó su ministerio en el mismo tiempo que el de Amós. Al vivir en el mismo tiempo, las
características de la sociedad son las que ya vimos.
Podríamos añadirle lo que el profeta mismo escribe sobre la situación en Israel, como lo enuncia
George L.Robinson viéndolo como pasos sucesivos a la caída:
1) La carencia de conocimiento: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento”
(4:6).
2) El orgullo: “La soberbia de Israel…” (5:5).
3) La inestabilidad: “La piedad vuestra es como nube de la mañana, y como el rocío de la
madrugada, que se desvanece” (6:4).
4) La mundanalidad: “Efraín se ha mezclado con los demás pueblos” (7:8).
5) La corrupción: “Llegaron hasta lo más bajo en su corrupción…” (9:9).
6) Rebelión: “…mi pueblo está adherido a la rebelión contra mí” (11:7).
7) La idolatría: “Y ahora añadieron a su pecado, y de su plata se han hecho según su
entendimiento imágenes de fundición, ídolos…” (13:2).
B. El profeta
Su nombre significa “salvación”. Su ministerio se llevó a cabo durante el reinado de Uzías (791-
740), Jotam (750-732), Acaz (746-716), Ezequías (716-687) y Jeroboam II (793-753). Se calcula
que duró unos 70 años. Oseas fue coetáneo de Amós y a su vez, como éste, profetizó para el Reino
del Norte (Israel, aunque varias veces llamado Efraín en este libro que era la tribu más numerosa).
Al mismo tiempo Isaías y Miqueas tenían su ministerio en el Reino del Sur (Judá).
Oseas recibió de Dios una dotación especial en su alma, capaz de sentir y captar aun las cosas más
sutiles de la revelación divina. Oseas fue profundamente influenciado por Amós, que en su tiempo
tuvo dificultad para hallar hombres capaces de conocer a Dios. El amor inmenso de Oseas por sus
vecinos lo impelió a predicarles, conociendo en detalle sus pecados. Su corazón sensibilizado por la
tragedia familiar le llevó a predicar el mensaje con más ahínco.

1) La esposa pródiga (1:1 – 3:5)
• Su infidelidad (1:1-11)
• Su castigo (2:1-13)
• Su restauración y la de Israel (2:14-23)
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• Su redención (3:1-5)
2) El pueblo pródigo (4:1 – 14:9)
• El mensaje de juicio (4:1 – 10:15)
- La acusación (4:1-19)
- El veredicto (5:1-15)
- El ruego de Israel (6:1-3)
- La respuesta de Jehová (6:4-11)
- Los pecados de Israel (7:1-16)
- La profecía del juicio (8:1 – 10:15)
• El mensaje de restauración (11:1 14:9)
- El amor de Dios por Su pueblo pródigo (11:1-11)
- El castigo de Dios a Su pueblo pródigo (11:12 – 13:16)
- La restauración de Dios para Su pueblo pródigo (14:1-9)

El libro de Oseas tiene una característica especial. Su profecía, su mensaje, está íntimamente ligado
a su propia persona. Tenía que demostrar con su propia vida lo que estaba pasando en la relación
entre Dios y Su pueblo Israel. Tenía que tomar una mujer que era o habría de convertirse en
ramera (1:2). De cualquier forma, este matrimonio de carácter histórico y literal había sido
providencialmente ordenado por Dios para ilustrar, de manera impresionante, la infidelidad del
pueblo de Israel. La historia nos relata una tragedia en la vida conyugal del profeta que llegó a
influenciar todos sus mensajes.
¿Cuál es esta historia? Oseas contrajo matrimonio con Gomer. Como resultado de su casamiento les
nacieron tres hijos: Jezreel (= Dios siembra, y se refiere a un valle en el norte de Israel donde
Jehú, siguiendo un mal consejo y por motivos equivocados, asesinó a los hijos de Acab para
apoderarse del trono), Lo-ruhama (= no compadecida. Simbolizaba la situación de Israel), y Lo-
ammi (= no pueblo mío. Significaba el rechazo del pueblo de Israel, quien en el Sinaí había pactado
ser el pueblo de Dios).
Luego Gomer le fue infiel y él la rechazó judicialmente por infidelidad. Después de un tiempo,
cuando ella había descendido a la más profunda degradación llegando a ser una mera esclava,
propiedad de otro, Oseas la buscó en su vergüenza, la compró por el precio de una esclava, y la
restauró llevándola consigo otra vez como su esposa.
En toda esta historia vemos el trato de Dios con Su pueblo Israel, que escogió a una doncella
esclava y vestida de harapos en Egipto y la hizo su mujer. Pero luego ésta le da la espalda, hasta
caer en la peor degradación, en la esclavitud. Hasta aquí, sería una historia bastante común en la
actualidad. Lo impactante es lo que sigue. Cuando ya nadie daba algo por este pueblo, Dios en Su
inmenso amor vino y pagó el precio del rescate para su restauración. La vuelve a aceptar como
esposa. Este libro nos muestra, como pocos otros, el corazón de Dios. El profeta estaba plenamente
convencido de que el amor de Dios, inagotable en recursos y longanimidad, estaba poniendo los
cimientos estables para la salvación del pueblo elegido. Ningún otro profeta sobresalió, como
Oseas, en la comprensión más amplia de la misericordia eterna de Dios.
El resumen de las enseñanzas de este libro podría ser los versículos 4 y 9 del capítulo 14: “Yo
sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia… ¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente
para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los
rebeldes caerán en ellos”.
• Al igual que Israel en el pasado, la Iglesia en la actualidad es portadora de la voluntad de
Dios. ¿Seremos tan necios y no obedecerlos como lo hizo Israel? Las consecuencias serían
trágicas.
• Los caminos de Dios son rectos y verdaderos y caminamos en ellos o caemos, según nuestra
relación con estos caminos.
IBJM
• El pecado ciega, de tal forma, que perdemos la visión de Dios.

• Dios sufre intensamente cuando el hombre deserta de Él.
• La misericordia de Dios es insondable y nosotros la hemos experimentado.
• Al igual que Dios con Israel, Jesucristo no escatimó esfuerzo y pagó el precio más elevado
para rescatarnos.
• El divorcio no es la mejor manera de solucionar los problemas, es sólo una puerta más de
entrada a ellos.
• Sólo una adoración en espíritu y en verdad es agradable a Dios.
• Una nación declina rápidamente cuando sus líderes se corrompen.
• El verdadero arrepentimiento traerá el perdón al alma y una completa restauración del favor
divino.
• Hay un peligro real en las malas asociaciones humanas.
• El pecado es el origen de toda infidelidad para con Dios.
• Nada es capaz de apagar el amor divino.
III. LOS PROFETAS DEL REINO DEL SUR (I)
1. ABDÍAS (840 a.C.)
A. El trasfondo
La profecía de este libro va dirigida contra Edom. Los edomitas eran los descendientes de Esaú, el
hermano de Jacob. Los edomitas, también llamados idumeos, se establecieron en la zona
montañosa al sur del Mar Muerto. Es una zona de difícil acceso y de fácil defensa. Su capital Sela
(Petra) era una de las maravillas arquitectónicas de su tiempo, de los cuales aún quedan preciosos
restos. Las moradas eran hechas en hendiduras de las rocas o excavadas en las mismas. Altísimos
acantilados de hasta 200 metros y estrechos desfiladeros hacían de la región una fortaleza
prácticamente inexpugnable.
Los edomitas siempre estuvieron en conflicto con el pueblo de Israel. Cuando Israel salió de Egipto
no le permitieron el paso por sus tierras (Nm.20:14-20); se opusieron al rey Saúl (1 S.14:47);
hicieron guerra contra David y se opusieron a Salomón su hijo (1 R.11:14-25); se opusieron a
Josafat (2 Cr.20:22) y se rebelaron contra Joram (2 Cr.21:8).
No se sabe a ciencia cierta cuándo sucedió la conquista de Jerusalén de la cual habla el libro. Pero
la más probable es la invasión de los filisteos y árabes durante el reinado de Jeroam, del 848 al 841
a.C. (2 Cr.21:16,17). De ser esta fecha cierta, Abdías se colocaría en el primer lugar en la
cronología de los escritos de los profetas. Como confirmación de esta fecha se puede nombrar la
cita de Jeremías de la predicción de Abdías (Abd.1-9 comp. Jer.49:7-22). Otra razón que apoya esta
fecha es la ubicación del libro de Abdías entre los profetas menores - pues se encuentra entre los
seis primeros - donde todos ellos datan de los siglos noveno u octavo, por lo tanto mucho antes del
exilio babilónico.
Eran tiempos muy turbulentos en los que vivió Abdías, por la apostasía del pueblo y los desastres
en el linaje real y la nefasta influencia de Atalía.
Durante el siglo V a.C., los naboteos los desalojaron de su territorio obligándolos a establecerse en
el sur de Israel. La dinastía de los “Herodes” eran idomeos.
B. El profeta
De la persona de Abdías (= siervo de Jehová) no se conoce detalle cercano. Aunque aparezcan
otros hombres con este nombre, es difícil encontrar a alguno que equivalga a nuestro personaje.
Del libro se infiere que Abdías era un hombre temeroso de Dios. También parece ser un gran
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conocedor de su entorno geográfico y político. Conocía bien la región de Edom, por la perfecta
descripción que hace de sus características geográficas. Además tenía conocimiento de lo que los
edomitas habían hecho.

1) La determinación de la ruina de Edom (vs.1-9)
2) La denuncia sobre Edom (vs.10-14)
3) La destrucción de Edom (vs.15-21)

Edom iba ser juzgada por Dios por su beneplácito y participación en la destrucción del pueblo de
Dios. A pesar de su aparente seguridad, nada impediría el justo castigo de Dios por su maldad.
• Encontramos una denuncia enérgica contra la maldad humana que se goza e inclusive
participa en el mal ajeno.
• Hay también una seria advertencia en contra de la pasividad frente al mal que le sucede a
otros, en contra del odio, la venganza y la envidia.
• A pesar de todo lo malo e injusto que pueda suceder en este mundo, la justicia divina
siempre llega.
• No existe protección fiable cuando Dios se dispone a juzgar.
• El orgullo del hombre siempre lo llevará a la caída.
• Como dice Cadman: “Esto nos enseña que el odio calla a la voz de la compasión, ciega la
visión del alma, corrompe la sociedad y aflige y desmaya a las multitudes inocentes y
establece los sistemas políticos violentos, que llevan en sí mismos el germen de su propia
ruina. Ningún nacionalismo que limita el amor de Dios a fronteras... o restringe nuestras
obligaciones morales a nosotros, es digno de ser aceptado ni defendido”.
2. JOEL (835 a.C.)
A. El trasfondo
El pueblo estaba afrontando la plaga más devastadora de langostas que la tierra de Israel había
conocido jamás. Una ola tras otra, las langostas devoraron todos los cultivos de los israelitas. Para
colmo de males, a esto todavía se le sumó una sequía. La situación era de lo más desoladora pero,
por otro lado, hacía al pueblo receptivo al mensaje del profeta. Éste, con toda vehemencia
transmite la invitación divina al arrepentimiento.
Lo más probable es que el ministerio de Joel se desarrollara en el tiempo de Joás (835-796), el niño
rey. Es el tiempo inmediatamente posterior a Abdías. Joel era el más joven de los dos. La ciudad
estaba siendo gobernada por los sacerdotes mientras el rey llegaba a tener la edad adecuada para
el gobierno. Atalía, como su madre Jezabel, habían destruido la fe del pueblo de Dios. Pero ahora el
sacerdote Joiada estaba poniendo las bases del reino sobre los principios bíblicos. Se quitaron los
elementos de idolatría que Atalía había traído y se restableció el culto a Jehová de acuerdo a los
preceptos de la Ley. Más tarde Joás hizo restaurar el templo. Eliseo y su escuela de profetas
ayudaban a acercar el pueblo a Dios.
Pero por otro lado Hasael - el cruel rey de Siria - aterrorizaba desde el norte, y Salamanasar III de
Asiria fue avanzando en dirección al oeste, en incontenible conquista. Era un período de prueba y
miedos para el pueblo.
B. El profeta
IBJM
Su nombre significa: “Jehová es Dios”. Su padre se llamaba Petuel y por el nombre que le puso a su
hijo se supone que era piadoso. No se sabe mucho más de él. Lo que está claro es que tuvo una
excelente enseñanza, dado que su escrito tiene un estilo claro, brillante y vigoroso, lleno de figuras
del lenguaje y de expresiones dramáticas. También era un hombre valiente, que con toda claridad
afrontaba los problemas que existían y sugería el remedio divino para resolverlos. Como predicador
de arrepentimiento ocupa un lugar primordial entre los profetas. Tenía un alto nivel espiritual, que
se ve en su modo de escribir. El honor de Dios demandaba una reparación por el pecado cometido
por el pueblo. Y la única solución sería el arrepentimiento, ayuno y la oración, a fin de escapar de la
ira divina.

1) El autor de la profecía (1:1)
2) Desolación (1:2 – 2:17)

• El carácter de la desolación (1:2-12)
• Las reacciones a la desolación (1:13-14)
• El cuadro de la desolación (1:15-20)
• La profecía de la futura desolación (2:1-11)
3) Liberación (2:18 – 3:21)

• La promesa de la liberación inmediata (2:18-27)
• La promesa de la liberación futura (2:28-32)
- Su iniciación (2:28-32)
- Sus juicios (3:1-17)
- Su consumación (3:18-21)

El tema central es el “Día de Jehová”. Este día vendría por los pecados de Judá, pero también
traería la liberación de tal castigo. El lenguaje de Joel es similar al de otros que escriben sobre el
futuro tiempo de la Gran Tribulación. En 2:1-10 se describe la reunión de un enorme ejército de
naciones gentiles, que tendrá su cumplimiento final en las naciones reunidas por el Anticristo en los
últimos días de la Gran Tribulación, para la batalla de Armagedón. Después, 2:11 nos habla de la
destrucción de este ejército, lo cual corresponde a la destrucción que Cristo producirá en Su
segunda venida (comp. Zac.14:3,4; Ap.19:17-21).
Es cierto que esta profecía tuvo un primer cumplimiento parcial en el ataque de los asirios bajo
Senaquerib, que sucedió un siglo después de esta profecía, pero en general está enfocado a un
hecho todavía futuro.
El resto del libro (2:18 – 3:21) trata primordialmente de la intervención de Dios a favor de Su
pueblo. Dado que Pedro cita 2:28,29 en Pentecostés (Hch.2:16-20), podemos creer que algunos
aspectos ya se cumplieron parcialmente en la primera venida de Cristo. Pero los aspectos en su
conjunto tendrán su perfecto cumplimiento en el Milenio, cuando los judíos serán llenos del Espíritu
Santo como no lo fueron nunca antes.
• La religión externa no será tomada en ninguna consideración por Dios.
• Los desastres sirven para que el hombre se vuelva a Dios y escuche Su voz.
• Toda obra humana, tarde o temprano, será juzgada.
• El caracter del juicio divino depende de la actitud del corazón. Puede ser bendición como
también un día de terror.
• La única voz que es escuchada por Dios es la del corazón contrito y humillado.
IBJM
• Cuando el ser humano se arrepiente, Dios puede “restaurar los años que se ha comido la
langosta”.
• Dios hace posible que Su Espiritu llegue a personas de todo lugar.
3. MIQUEAS (700 a.C.)
A. El trasfondo
El tiempo de su ministerio fue el mismo que el de Isaías en Judá (aunque unos años posterior) y
Oseas en Israel. Empezó su ministerio con el rey Jotán, el cuarto rey consecutivo en Judá que hizo
lo bueno ante los ojos de Dios (Joás, Amasías, Uzías y Jotán), y por ello pudo contar con Sus
bendiciones.
Pero luego le siguió Acaz (743-715) que ya no siguió en los caminos de Dios y además eligió una
política pro-asiria. Esto trajo como consecuencia que fueran atacados por los reyes de Israel y Siria,
que lo quisieron convencer por la fuerza en hacer alianza contra Asiria (2 R.16:5-9; 2 Cr.28:5-21).
Acaz entonces solicitó la colaboración de Tiglat-pileser III, el gran rey de Asiria, enviándole
considerables riquezas en oro y plata. Éste vino y conquistó el Reino del Norte.
En el aspecto religioso, Acaz volvió a instituir la idolatría en sus formas más crudas, llegando a los
sacrificios de niños en el valle de Hinon. Hasta llegó a cerrar las puertas del templo.
Su sucesor Ezequías (728-686) fue hecho corregente con su padre por unos pocos años. Él era
decididamente antiasirio y uno de los mejores reyes de Judá, pues hacía lo que le agradaba a Dios.
Con él las puertas del templo se volvieron a abrir y el culto fue restablecido. Además se retiró todo
lo relacionado con la idolatría. Fue un momento de grandes y profundas reformas.
Ahora, después de la caída del Reino del Norte, Judá se convirtió en el objetivo en los planes de
conquista de Asiria. Ezequías, al unirse en una alianza con Egipto y Tiro para combatir a Asiria, fue
atacado. Vino Senaquerib. Ezequías lo quiso disuadir con un fuerte tributo, pero no pudo aplacar el
deseo de conquista de Senaquerib. Comenzó con guerra psicológica contra el rey y el pueblo de
Judá. Ezequías se humilló en la presencia de Dios y Éste destruyó a 185.000 soldados asirios en una
noche, lo que motivó la retirada del ejército enemigo.
B. El profeta
Su nombre significa “¿Quién es como Jehová?”. Fue originario de Moreset, a 32 km al sudoeste de
Jerusalén. Como era una pequeña ciudad rural, desde un principio estableció contacto con la gente
de la campiña. Su libro refleja su preocupación por la gente pobre del campo. Su ciudad natal se
encontraba cerca de la ruta internacional por la cual viajaban las caravanas, con lo que se explica el
amplio conocimiento del contexto internacional. La mención que hace Jeremías de Miqueas
(Jer.26:18) muestra que el profeta era bien conocido y que causó una impresión muy fuerte,
inclusive en el rey Ezequías. En conjunto con Isaías llevaron a cabo un bendecido ministerio, Isaías
en la corte y Miqueas mayormente entre la gente del campo. Ambos se dieron cuenta
perfectamente de la tremenda destrucción ocasionada en el Reino del Norte por la conquista asiria.
1) La sobre escritura (1:1)

2) Un mensaje de destrucción para Samaria y Judá (1:2 – 2:13)
• La revelación del juicio venidero (1:2-6)
• Las razones del juicio venidero (2:1-13)
3) Un mensaje de ruina y liberación (3:1 – 5:15)
IBJM
• Ruina: el juicio venidero (3:1-12)

- Juicio sobre los reyes (3:1-4)
- Juicio sobre los falsos profetas (3:5-8)
- Juicio sobre Jerusalén (3:9-12)
• Liberación: El reino venidero (4:1 – 5:1)
- Las glorias del reino (4:1-1)
- Los sufrimientos que preceden al reino (4:9 – 5:1)
• Liberación: La venida del rey (5:2-15)
- Su primera venida (5:2-3)
- Su segunda venida (5:4-15)
4) Un mensaje de denuncia (6:1 – 7:10)
• La primera acusación de Dios (6:1-5)
• La primera respuesta de Israel (6:6-8)
• La segunda acusación de Dios (6:9-16)
• La segunda respuesta de Israel (7:1-10)
5) Epílogo: Las bendiciones para Israel (7:11-20)

Los temas de Miqueas son variados como ser: la corrupción, el castigo, la salvación de un
remanente de Israel y una serie de preciosas promesas de bendición para Jerusalén. Samaria y
Jerusalén son denunciadas como culpables frente a Dios. El cautiverio y destierro son inevitables.
La infidelidad, la deshonestidad, el paganismo y las injusticias sociales son duramente atacados por
el profeta.
Contiene algunas predicciones fenomenales:
1) La capital de Israel, Samaria caería (1:6,7).
2) Jerusalén y el templo serían destruidos (3:12; 7:13).
3) El pueblo de Judá sería llevado a la cautividad babilónica (4:10).
4) Pero también volvería a ser restaurado y regresaría a su tierra (4:1-8; 7:11,14,17).
5) Se anticipa el nacimiento del Mesías en Belén de Judá (4:8; 5:2-4).
6) Se profetiza el momento en que todo el mundo estará en paz en el Milenio (4:1-5).
• La religiosidad externa no necesariamente es sinónimo de rectitud del corazón.
• Toda injusticia social ofende a Dios.
• No se pueden esperar bendiciones de parte de Dios si no se está actuando de acuerdo a Su
voluntad.
• Habrá un momento de paz para toda la humanidad cuando Cristo reine en este mundo.
• El hacer justicia, amar misericordia y la humillación ante Dios es lo que busca Él en cada
persona.
• Las demandas de Dios son justas y razonables.
• El invariable amor de Dios.
IV. LOS PROFETAS DEL REINO DEL SUR (II)
ISAÍAS (740-680 a.C.)
1. INTRODUCCIÓN
A. El trasfondo
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El trasfondo del ministerio de Isaías es el mismo que vimos con Miqueas, con la diferencia que
empezó un poco antes bajo el reinado de Uzías (1:1) (ver trasfondo de Miqueas).
B. El profeta
Los últimos cuarenta años del siglo VIII a.C. produjeron a grandes hombres, pero el más destacado
de todos fue el profeta Isaías. Amós y Oseas fueron predicadores del reino del Norte; Miqueas fue
muy activo en el reino del Sur con Isaías. Isaías era hijo de Amóz (que no tiene nada que ver con el
profeta Amós; son dos nombres completamente diferentes en hebreo). Su nombre significa:
“Yahveh (Jehová) es salvación” o “la salvación es de Dios”. Isaías era casado, llamándose su esposa
“la profetisa” (8:3), término que podría significar su vocación profética o simplemente el hecho de
ser la esposa de un profeta. Sus dos hijos llevaban nombres que resumían bastante el mensaje de
Isaías: Sear-Jasub (= un remanente volverá) y Maher-Salalhasbaz (= el despojo se apresura, la
presa se precipita).
1) El príncipe de los profetas: a Isaías a menudo se le llama el príncipe de los profetas. Esto tiene al
menos dos razones: a) Era un hombre de una capacidad fuera de lo normal, demostrando ser una
persona extraordinariamente hábil, excelentemente preparado, con un amplio conocimiento del
mundo y una laboriosidad a toda prueba. b) El entrañable y profundo contenido mesiánico en su
libro, del cual hablaremos más tarde.
2) Su nivel espiritual: está fuera de toda duda que Isaías era un hombre profundamente espiritual
por su caminar con Dios. Esto es evidenciado por: a) Su llamado. Al ver a Dios en Su alto y sublime
trono, pensó enseguida en su propia pecaminosidad. b) Otra señal de su espiritualidad es su
disposición inmediata a obedecer el llamado de Dios (Is.6:8), aunque supiera que su ministerio iba
tener poco efecto. c) Su contacto con los reyes: con un gran sentido de dedicación, obediencia y
compromiso se presenta frente a Acaz para entregar un mensaje de represión por su alianza con
Tiglat-pileser. Luego con la invasión de Senaquerib, fue a Isaías a quien recurrió Ezequías, a pesar
de haber otros profetas. Es evidente que el rey lo consideró el principal profeta de su tiempo. d)
Otra indicación de su espiritualidad la tenemos por la profunda conciencia de la santidad de Dios,
primero por la visión de la gloria celestial y lo serafines que clamaban “Santo, santo, santo...”, que
luego se reflejó en su vida y mensaje. Una y otra vez recurre a la frase: “el Santo de Israel”,
refiriéndose a Dios. Esta expresión aparece 25 veces en el libro de Isaías y sólo 6 veces más en
todo el resto del A.T., una de las cuales es 2 Reyes 19 que es idéntico a Isaías 37.
3) La naturalidad de su porte en la corte: probablemente ningún otro profeta demostrara tal
naturalidad en sus visitas a las cortes de los reyes como fue el caso de Isaías. Frente a Acaz, no
sólo lo quiso animar a confiar en Dios, sino que también lo reprendió, le ofreció señal de parte de
Dios que fue rechazada hipócritamente, pero igual le dio una señal. Durante el reinado de Ezequías,
fue buscado por el rey para saber la voluntad de Dios. Y Dios también lo envió al encuentro del rey.
Esta familiaridad en la corte del rey bien podría deberse al hecho de su parentesco con la dinastía
reinante. La tradición judía afirma que el padre de Isaías, Amóz, era hermano de del rey Amasías,
padre de Uzías, con lo que Isaías vendría a ser primo del rey.
Pero esta naturalidad, sin lugar a dudas, también se debía a su capacidad de profeta. ¡Qué
bendición para los reyes poder contar con un tan grande siervo de Dios en momentos de apuro!
4) Su capacidad intelectual: es evidente que Isaías era uno de los intelectuales de su tiempo, un
hombre con amplio conocimiento sobre el contexto geográfico e histórico del país. No menos de 11
capítulos (13-23) están dedicados a profecías de castigo sobre naciones circundantes y alejadas
como ser Babilonia, Asiria, Egipto y Etiopía. La amplitud de detalles nos confirma su profundo
conocimiento acerca de dichos países. De seguro, que estuvo en contacto con gente de otros
países.
Su calidad literaria también es única en todo el A.T. Gran parte de su material está en forma de
verso, y su poesía alcanza niveles realmente soberbios. Fue un maestro de las figuras de dicción,
personificó ciudades (47:1ss.; 51:17), la naturaleza (44:23; 49:13), los puntos cardinales (43:6), el
brazo de Dios (40:10; 51:9), la Palabra de Dios (55:11), representó a Sion como una novia (49:18;
54:5) que era estéril (54:1), y como a una madre (49:17; 51:18-20) que estaba privada de sus
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hijos (49:21; 51:20). El uso que hace Isaías de tales figuras da vida y gran animación al libro, con
una imaginería literaria llena de colores, que llega con fuerza al lector.
5) Su valentía: es también evidente su valentía, sobre todo al enfrentar a Acaz con duras palabras
de denuncia y reprensión. El rey le podría haber infringido un duro castigo, pero esto no le
importaba al siervo de Dios. También necesitó valentía en los tiempos de Ezequías, al ir en contra
de su política de buscar ayuda en naciones en vez de en Dios. Este tenía que ser un mensaje
impopular, porque la gente seguía y consentía con cualquier política que fuese antiasiria.
6) Su muerte: después de haber vivido la mayor parte de su vida en Jerusalén, la tradición dice que
este fiel siervo de Dios sufrió el martirio durante el reinado de Manasés (696-642), siendo aserrado
en dos dentro de un tronco hueco (comp.He.11:37).
C. La autoría del libro

Ha habido mucha controversia en si todo el libro le corresponde a Isaías o no. Desde 1750 se
empezó a cuestionar la unidad del libro de Isaías por parte de los críticos destructivos de la Biblia.
Se propuso que la última sección (caps.40-66) ha sido escrita por un supuesto “Deutoro-Isaías” que
vivió por el año 540 a.C., o sea después del cautiverio babilónico. Otros afirman que fue una
sección diferente (56-66) escrita por un “Trito-Isaías”. Inclusive otros llegan a suponer
interpolaciones adicionadas en el siglo I a.C. Esto último es completamente imposible debido a los
manuscritos encontrados en Qumram que datan del siglo II a.C. y que contienen lo que nosotros
conocemos del libro.
Toda esta crítica a la completa autoría del libro por parte de Isaías surge de la no aceptación de
predicciones específicas sobre el cautiverio babilónico y el nombramiento específico de Ciro 150
años antes de que apareciera (44:28; 45:1). Pero si vamos a las predicciones que se cumplieron
700 años más tarde, como el nacimiento de Jesús de una virgen (7:14) y muchas otras más, no
habría ningún problema en aceptar el conocimiento previo del nombre de un rey (además de haber
otro caso en que el nombre del rey Josías fue predicho tres siglos antes que apareciera en 1 Reyes
13:2). También se pueden encontrar 40 a 50 frases que aparecen en ambas secciones del libro que
demuestran la autoría común.
Pero el mayor argumento a favor de la paternidad de Isaías de todo el libro, son las citas en el N.T.
que se definen como profecías de Isaías (Mt.3:3; 12:17-21; Lc.3:4-6; Hch.8:28; Ro.10:16,20). Para
colmo, en Juan 12:38-41, se citan Isaías 6:9,10 y 53:1 uno seguido del otro y ambos se atribuyen a
Isaías que vio al Señor en el templo en la visión del capítulo 6. Por lo tanto, la conclusión es que
todo el libro fue escrito por Isaías hijo de Amóz antes del cautiverio babilónico.
D. Los hallazgos de Qumram

En los formidables hallazgos de 1947 hechos en las cuevas de Qumram, a las orillas del Mar
Muerto, se destacan dos rollos del libro de Isaías. Uno de ellos contiene el texto completo del libro
de Isaías en hebreo y el otro rollo contiene aproximadamente un tercio de dicho libro. El primer
rollo data del siglo II a.C. Está constituido por 17 franjas de cuero cosidas. Tiene un largo de 7,32
metros por 29,9 centímetros de ancho. Este rollo constituye uno de los descubrimientos de
manuscritos más relevantes de todos los tiempos. Además, y esto es lo importante, comprueba la
exactitud de la transmisión escrita de los textos hebreos y, con esto, de la Palabra de Dios.
E. Bosquejo del libro

1) Juicios y castigos (1:1 – 39:8)
a) Denuncia contra Judá (1:1 – 5:30)
b) Las denuncias contra otras naciones (13:1 – 23:18)
c) La tribulación futura y el reino (el Apocalipsis de Isaías) (24:1 – 27:13)
d) La denuncia contra Israel y Judá (ayes y bendiciones) (28:1 – 35:10)
e) Denuncia contra Senaquerib (36:1 – 39:8)
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2) Consuelo y restauración (40:1 – 66:24)

a) La grandeza de Dios (40:1 – 48:22)
b) La salvación del Mesías-Siervo (49:1 – 57:21)
c) El programa de Dios por la paz (58:1 – 66:24)
F. Tema y propósito del libro

El libro es considerado uno de los más importantes del A.T. Esto es indicado también por la
frecuencia con que es citado en el N.T.: por nombre 21 veces, además de numerosas alusiones o
referencias. Isaías es nombrado como “el profeta evangélico”, por lo mucho que dice tocante a la
obra redentora del Mesías. Podemos encontrar citas desde Su concepción, pasando por Su vida,
obra y forma de ser, hasta Su muerte, resurrección, exaltación y reinado futuro, inclusive hasta los
nuevos Cielos y la nueva Tierra (66:22). El tema general es similar al significado mismo del nombre
del autor: “Yahveh (Jehová) es salvación”. Su objetivo es enseñar que la salvación de Dios para Su
pueblo es por pura gracia. Muestra la seriedad del pecado, el juicio sobre el mismo, pero al mismo
tiempo la salvación por medio de Emanuel, hasta el final de los tiempos. Este tema es presentado
en dos grandes secciones.
a) En los capítulos 1-39, el profeta describe el pecado de Judá y amonesta al pueblo sobre el severo
castigo que le amenaza si persiste en él. Además se entremezclan, como ya vimos, advertencias a
otras naciones. El tiempo que tiene en vista, en su mayor parte, es el suyo propio.
b) En los capítulos 40-66, Isaías pronuncia un mensaje de consuelo y de predicción mesiánica.
Isaías se proyecta hacia adelante en el tiempo, y ve el castigo de Judá como si ya hubiese ocurrido.
Por esta razón los consuela, les hace saber que retornarán y que al final vendrá el Mesías - que
también los librará de las causas que los llevaron al cautiverio físico. Inclusive se extiende aún más
al futuro, hasta el glorioso milenio en que Israel - como nación - gobernará sobre el mundo entero.
G. El carácter mesiánico del libro

De todos los libros proféticos del A.T., es el libro de Isaías el que mejor señala hacia la venida del
Salvador del mundo, inclusive más que el libro de Zacarías. Sólo los Salmos contienen más
referencias mesiánicas de todos los libros del A.T. La descripción del Mesías es claramente
presentada con una profunda y rara belleza. Toda la gloria de nuestro Señor y diferentes aspectos
de su vida terrenal se encuentran en esta predicación majestuosa del Evangelio en el A.T.
2. CAPÍTULOS 1-39 – JUICIOS Y CASTIGOS

En esta sección se destacan diferentes temas que podremos analizar en forma escueta.
1) Capítulos 1 – 5: Dios acusa a Judá. Muestra la tremenda crisis moral y espiritual de esta nación.
Muestra una gran gama de pecados que se daban en medio del pueblo, aún cuando el pueblo
practicaba un culto exterior por medio de la parábola de la viña, que es un símil del pueblo de Dios
- este pueblo que fue tratado con tanto cuidado por parte de Dios. Pero esta viña no da la fruta
deseada. Por lo tanto, el profeta, por mandato de Dios, advierte acerca del juicio si ellos no se
arrepienten. El arrepentimiento y un regreso a la obediencia eran los únicos remedios para evitarlo.
Pero también está la promesa de restauración después del castigo y un anticipo del futuro reino.
2) Capítulo 6: es uno de los más bellos e impactantes relatos bíblicos del llamamiento de una
persona para el servicio de Dios. Isaías primero tiene una visión de la gloria de Dios, y es impactado
sobre todo por la santidad de Dios. Enseguida reconoce su error, se arrepiente y es perdonado. Ahí
Dios lanza el llamado para ser Su mensajero, y él acepta sin demora, aunque sería una tarea sin
gran éxito.
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3) Capítulos 7 – 12: tienen un gran contenido mesiánico, desde la concepción virginal (714; comp.
Mt.1:22,23), advenimiento del Señor Jesús con diferentes características conocidas: “niño..., hijo...,
principado..., Admirable Consejero, Dios fuerte, Padre eterno (en perpetuidad), Príncipe de paz”, su
“trono y reino” eterno (9:6,7); el Rey y las características del futuro Reino (cap.11); y la alabanza
en este futuro Reino (cap.12).
Evidentemente la profecía más destacada es la descripción del Mesías (9:6,7):
a) “un niño nos es nacido, hijo nos es dado”: en Israel, el nacimiento de un hijo varón era uno de
los motivos de mayor felicidad. Desde Eva, en el nacimiento de cada hijo se esperaba la venida del
Mesías - el Salvador del mundo. Isaías ve este momento y lo describe como pasado, aunque
todavía faltaban más de 700 años para que sucediera.
Este término otra vez nos habla de la encarnación del Hijo de Dios. Dios, en Su inmensa
misericordia, eligió el momento en el cual Su hijo amado viniera a esta tierra para hacerse hombre
y ocupar el lugar de la humanidad caída bajo el juicio de Dios. Tenía que ser hombre para poder
morir. Vemos Su tremenda humillación, siendo Dios se hizo hombre – siervo – yendo hacia la
muerte – y la muerte más denigrante, la de la cruz.
Para ocupar tu lugar y mi lugar, vino a este mundo como un niño. Esto es amor en su máxima
expresión.
b) “El principado sobre su hombro”: no sólo vemos a este Salvador en Su humillación, sino también
en Su exaltación. Por descender hasta lo más bajo, por humillarse, “Dios también le exaltó hasta lo
sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble
toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua
confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”. Él es “Rey de reyes y Señor de
señores” por lo cual se merece toda nuestra reverencia, adoración y obediencia.
Luego siguen una serie de nombres compuestos que nos señalan otras profundas y maravillosas
bendiciones que disfrutan aquellos cuyas vidas han sido alumbradas por Cristo:
c) “Admirable consejero”: nuestro mundo necesita, busca, y no encuentra consejo. La gente corre
del médico al psicólogo, del psicólogo a la bruja, etc, etc, pero no encuentra la solución a sus
problemas.
¿Por qué no acudirán al “Admirable consejero”? Él conoce desde la eternidad los designios de Dios.
Él es la sabiduría del Padre y nos ha sido hecho por Dios sabiduría. Realmente es “Admirable” que
nos quiera guiar con toda seguridad a la eternidad.
d) “Dios fuerte”: así como tiene sabiduría infinita, también tiene poder infinito que se puede
manifestar en todas nuestras necesidades, pero sobre todo en lo que es imposible para el hombre:
lograr su propia salvación. Este “Dios fuerte” puede salvar completa y perpetuamente (He.7:25).
Confía tu vida, tu situación, tus problemas y dificultades a los brazos del “Dios fuerte” y verás Su
brazo potente actuando.
e) “Padre eterno”: es el Padre en perpetuidad; siempre actúa como un buen Padre. Con Él podrás
contar para siempre y en cada momento.
f) “Príncipe de Paz”: ¿qué es lo que nuestro mundo más anhela y menos tiene? ¡La paz! Pero Cristo
es la paz, predicó la paz, nos quiere dejar la paz en un mundo completamente convulsionado. Pero
el término “paz” en el original, no sólo significa ausencia de conflicto, sino el cúmulo de bendiciones
que nos vienen de parte de Dios (Stg.1:17). Todos estos bienes nos llegan por medio de Jesucristo.
g) Este príncipe quiere tener el dominio sobre nuestro ser. Esto, como hemos visto, redundará en
profundas bendiciones. Pero también tendrá Su propio reino que se extenderá y será de glorioso.
4) Capítulos 13 – 23: estos capítulos encierran los mensajes contra las diferentes naciones que
tuvieron alguna relación con la historia del pueblo de Dios, y sobre todo, por su enemistad con
ellos. Desde luego, estos mensajes no fueron pronunciados todos juntos y seguidos tal cual se
encuentran en esta sección, sino que se juntaron por la similitud del tema. Pero a pesar que estos
mensajes estén dirigidos a las naciones, estos capítulos contienen maravillosas promesas de
restauración y bendición del pueblo de Dios.
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5) Capítulos 24 – 27: esta sección se ha llamado el “Apocalipsis de Isaías” por tratarse tan
evidentemente de los grandes acontecimientos relacionados con el fin de los siglos en su gran
variedad de temas. Algunos versículos nos hacen recordar invariablemente a algunas citas del
Apocalipsis. El profeta describe los juicios de la Tribulación (cap.24), para luego pasar al
levantamiento triunfal del Reino del Señor (cap.25). A continuación se describe la alabanza en este
futuro Reino (cap.26) y la situación del remanente de Israel en el Milenio (cap.27).
6) Capítulos 28 – 35: en estos pasajes se denuncia la actitud pecaminosa de Israel y de Judá, con
su respectivo castigo. Pero aún allí hay destellos de esperanza, porque hacen recordar la futura
restauración (28:5). Se hace un énfasis fuerte en la hipocresía de los de Judá, su falta de confianza
en Dios al querer hacer alianza con Egipto para enfrentar a su enemigo. Pero Dios es fiel. A pesar
de la incredulidad de Su pueblo, Dios todavía habría de liberarlo y bendecirlo (30:18-33). El capítulo
31 señala la caída del imperio de Asiria y la inutilidad de la confianza en Egipto. Los capítulos 32 y
35 otra vez nos muestran aspectos del futuro Reino del Señor y el 33 la destrucción de Asiria. El 34
es otro pasaje apocalíptico describiendo Armagedón y sus juicios, cuando el Señor juzgará a las
naciones reunidas contra Su pueblo.
7) Capítulos 36 – 39: esta sección es completamente diferente al resto del libro porque es la
intercalación de un paréntesis histórico. Los capítulos 36 y 37 relatan la invasión de Senaquerib. El
embajador-general es enviado a Ezequías por Senaquerib para lograr la rendición por una hábil
mezcla de amenazas y promesas (36:2-10). Su forma de amedrentar consistía en proclamar sus
amenazas al pueblo entero en hebreo, en vez del arameo comúnmente usado como lengua en la
diplomacia (36:11-22). El mensaje consistía en un relato del fracaso de los dioses de las demás
naciones frente al avance del ejército asirio, y con esto la afirmación que a Judá le pasaría lo
mismo. Por lo tanto, no valía la pena confiar en Dios, e inclusive llegó a la desfachatez de afirmar
que habían recibido la autoridad de Dios mismo para efectuar la conquista de Jerusalén (36:7-10).
Lo más llamativo de este relato es la reacción de Ezequías, que lleva todo el asunto a la presencia
de Dios (37:1-7,14-20). La victoria que Dios dio fue sorprendente. En una noche el Señor mató a
185.000 soldados asirios, de manera que tuvieron que volver derrotados a su tierra.
En el capítulo 38 se relata la enfermedad de Ezequías. Éste oró a Dios, y el Señor le concedió 15
años más de vida. Pero luego (cap.39), Ezequías se equivoca al mostrar todos sus tesoros a los
emisarios del rey de Babilonia que habían venido a felicitarlo por su convalecencia. Isaías viene en
este momento recriminando su actuar y profetizando el cautiverio babilónico y el hurto de todos los
tesoros que les había mostrado. Esto se cumplió trágicamente en los días de Nabucodonosor.

Como ya vimos, el propósito central de esta sección es mostrar la seriedad del pecado, pero
también la solución para el mismo (1:16-20). La solución radica en el “Emanuel”, en el hecho que
Dios se encarnó en la persona de Jesucristo (7:14) - el tan esperado Mesías que es completamente
hombre y a su vez, completamente Dios - con todo lo que esto incluye en bendiciones para la
humanidad (9:6).
Todo aquel individuo o pueblo que deja de escuchar la voz de Dios, que no le obedece ni se
arrepiente, tarde o temprano será juzgado por Dios. Pero para aquellos que ponen su confianza en
el Señor, la seguridad, la paz y las bendiciones de Dios están garantidas hasta la eternidad.
Trasciende también de una forma magistral la elección del pueblo de Israel, y como tal su
permanencia a perpetuidad en los planes de Dios.

Juicios y castigos (1:1 – 39:8)
1) Denuncia contra Judá (1:1 – 5:30)
a) La condenación de Judá (1:1 – 5:30)
b) La comisión de Isaías (6:1-13)
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c) La venida del Mesías (7:1 – 12:6)
2) Las denuncias contra otras naciones (13:1 – 23:18)

a) Contra Babilonia (13:1 – 14:23)
b) Contra Asiria (14:24-27)
c) Contra Filistea (14:28-32)
d) Contra Moab (15:1-16:14)
e) Contra Damasco (Siria) y su aliado Israel (17:1-14)
f) Contra Etiopía (18:1-7)
g) Contra Egipto (19:1 – 20:6)
h) Contra Babilonia (21:1-10)
i) Contra Edom (21:11-12)
j) Contra Arabia (21:13-17)
k) Contra Jerusalén (22:1-25)
l) Contra Tiro (23:1-18)
3) La tribulación futura y el reino (el Apocalipsis de Isaías) (24:1 – 27:13)

a) Los juicios de la Tribulación (24:1-23)
b) Los triunfos de la era del Reino (25:1-12)
c) La alabanza en el Reino (26:1-21)
d) Israel en el Reino (27:1-13)
4) La denuncia contra Israel y Judá (ayes y bendiciones) (28:1 – 35:10)

a) Ay contra Samaria (28:1-29)
b) Ay contra Judá (29:1 – 31:9)
• Por su hipocresía (29:1-24)
• Por su alianza con Egipto (30:1 – 31:9)
c) El Mesías y Su Reino (32:1-20)
d) Asiria y su destrucción (33:1-24)
e) Armagedón y sus juicios (34:1-17)
f) El Reino y sus bendiciones (35:1-10)
5) Denuncia contra Senaquerib (36:1 – 39:8)

a) La burla de Asiria (36:1-22)
b) La verdad de Dios (37:1-7)
c) La amenaza de Asiria (37:8-35)
d) El triunfo sobre Asiria (37:36-38)
e) La enfermedad de Ezequías (38:1-22)
f) La insensatez de Ezequías (39:1-8)
• Dios odia la religión externa (1:10-20).
• Dios está dispuesto a perdonar a todo aquél que se acerque arrepentido a Él (1:16-19).
• Dios ve y juzga la hipocresía (cap.5).
• Dios quiere impactar en nuestra vida con Su santidad (6:1-5). Cuando la presencia de Dios
impacta en nuestro ser, de alguna forma, siempre nos dejará la impresión de indignidad
personal.
• El arrepentimiento y una vida limpia es la base para la consagración y el servicio (6:5).
• Dios sigue buscando a aquellos que voluntariamente deciden obedecer a Su llamado para
anunciar el mensaje (6:8). Y el primer impulso de una vida purificada es anunciar este
mensaje también a otros.
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• Cuando Dios llama a alguien para una tarea también lo capacita para llevarla a cabo, a pesar
de todo tipo de oposición.
• Todas las profecías se cumplieron o se cumplirán indefectiblemente (7:14).
• La mayor revelación de Dios, el mayor acto de amor de Dios, se hizo visible en la
encarnación del Emanuel = Dios con nosotros (7:14).
• No existe mayor seguridad y consuelo que saber que vino el Mesías y consiguió nuestra
eterna salvación, y que podemos contar con Él en cada momento y para todas nuestras
necesidades (9:6).
• Pronto vendrá el momento en que el Señor levantará su Reino milenial de paz aquí en la
tierra, donde todo será diferente (cap.11), y llevará a Su pueblo a la alabanza (cap.12).
• Dios ve, advierte, y si no hay arrepentimiento, juzga la maldad de todos los pueblos
(caps.13 – 23).
• Dios tiene el control sobre el presente como sobre el futuro.
• En todos los eventos futuros vemos la justicia, pero también la provisión de Dios.
• Como en pocos otros libros de la Biblia, en Isaías se hace notar el prodigioso futuro que
todavía tiene el pueblo de Israel, a pesar de que innumerables enemigos lo hayan querido o
quieran borrarlo del mapa (caps.28, 32, 34, 35).
• La enemistad contra el pueblo de Israel siempre ha sido y siempre será juzgada.
• La mejor reacción frente a la oposición injustificada y la calumnia es presentarlas a Dios
(37:1-7,14-20). Es mucho mejor que nuestro Padre celestial se encargue de estos temas a
que nosotros lo arreglemos con enojos, rencores y reacciones carnales.
3. CAPÍTULOS 40-66 – CONSOLACIÓN Y RESTAURACIÓN (I)

1) Capítulos 40 – 44: en estos capítulos se nos es resaltada la sublimidad y la gracia de Jehová.
Dios actúa a favor de Su pueblo liberándolo de la cautividad. Es un Dios sublime el que está
actuando. Es el Dios creador que tiene control sobre todo lo que sucede en el mundo, y está
dispuesto a desplegar toda Su omnipotencia a favor de los Suyos. En comparación con este hecho,
realmente es una locura confiar en la “carne” o en los ídolos. Ciro, el Rey de Persa - el que iba a
otorgarle a Judá la libertad - es tomado como un tipo de la liberación perfecta del Mesías (41:2). El
“Siervo de Jehová” es contrastado con Israel (cap.42). A pesar de no merecerlo Israel será liberado
(caps.43,44).
2) Capítulos 45 – 48: Ciro llega a ser la herramienta en las manos de Dios para darle la libertad a
Su pueblo (cap.45). Babilonia y sus ídolos tienen que caer (caps.46,47); e Israel será libertado a
pesar de su infidelidad (cap.48).
3) Capítulos 49 – 54: se nos describe la salvación en el “Siervo de Jehová”, el Cristo. En el capítulo

49 se lo señala como el Libertador. Luego se presenta un contraste entre Cristo e Israel (cap.50);
se promete la redención de Israel (51:1 – 52:12); y a continuación, Isaías describe la humillación y
exaltación del Mesías (52:13 – 53:12). Termina esta sección con gratitud y gozo por la restauración
(cap.54).
4) Capítulos 55 – 59: hay una profunda y amorosa invitación de Dios para que todos se acerquen y
confíen en Cristo (55:1-13); se incluyen a gentiles en el plan de salvación (56:1-12); pero también
hay una seria advertencia contra el pecado y sus consecuencias (caps.57 – 59)
5) Capítulos 60 – 66: el libro termina relatando la futura gloria de Israel. Se describe la gloria de
Jerusalén (cap.60); la venida del Mesías en gloria (cap.61); las bendiciones y restauración del
pueblo de Israel (cap.62); el juicio sobre los enemigos de Dios, y confesión y gratitud de parte del
IBJM
pueblo de Dios (caps.63,64). En los capítulos 65 y 66 se contrapone el pecado y, con esto, el juicio
de Dios sobre Israel, y las características del Reino milenial. El libro termina hablando de la eterna
condenación de los malvados.

El propósito central de la segunda parte del libro de Isaías es el cumplimiento de las promesas de
Dios, referentes a Israel en su restauración a su tierra. Esto va a la par de la contemplación del
gran enemigo: Babilonia. Como hemos visto en el transcurso de nuestro estudio de la primera
parte, el profeta señala el pecado, llama al arrepentimiento, muestra también el castigo a la
desobediencia y señala de forma superficial, la restauración del pueblo de Dios. Ahora en los
capítulos 40 al 66, aunque se reiteren advertencias acerca del pecado y juicio divino, el énfasis está
puesto en la restauración. Hay clarísimas referencias a la restauración de Israel a su tierra, y no
sólo la restauración parcial - llevada a cabo con el retorno a la tierra después del cautiverio
babilónico - sino que también se habla de una gloriosa intervención de Dios a favor de Su pueblo,
con el establecimiento de un reino de poder que tendrá su radio de influencia en todas las naciones
de la tierra. Esto se cumplirá en su plenitud en el Milenio.
Tiene un contenido profundamente consolador (40:11,21-31; 41:8-11,13,14,17; 43:1-13; 45:15;
46:3,4; 49:15,16; etc.). Pero el tema de mayor relevancia, sin lugar a dudas, es el “Siervo”. En
primer término, el “Siervo” es la nación de Israel (43:1-10; 44:1-8,21; 45:4; 48:20) - llamada a un
servicio especial de testimonio en el mundo (especialmente el remanente fiel) - pero las profecías
pasan del “Siervo-nación” para enfocarse en el “Siervo-Mesías” (42:1-12; cap.49; 50:4-6; 52:13-
53:12; comp. Hch.8:28-35) en cuyas manos todos los propósitos de Dios prosperarán. Este libro no
sólo nos muestra el Evangelio sino también a Dios mismo. Podríamos verlo como la Teología según
Isaías (40:18; 42:5,8; 43:1-5,11-17; 44:24; cap.45; 46:9; 49:7; 52:7; 54:5,10; 57:15; 59:1; 63:7-
9,16; 64:8; 66:13,15,16,18).

Consuelo y restauración (40:1 – 66:24)
1) La grandeza de Dios (40:1 – 48:22)
a) En Su liberación de Judá del cautiverio (40:1-11)
b) En relación con la creación (40:12-31)
c) En comparación con los ídolos (41:1-29)
d) En la provisión para Su siervo (42:1-25)
e) En la restauración de Israel (43:1 – 44:28)
f) En Su uso de Ciro (45:1-25)
g) En Su juicio sobre Babilonia (46:1 – 47:15)
h) En Su liberación de Judá del cautiverio babilónico (48:1-22)
2) La salvación del Mesías-Siervo (49:1 – 57:21)

a) El Siervo comisionado (49:1-26)
b) El Siervo contrastado con el Israel desobediente (50:1-11)
c) El remanente consolado y exhortado (51:1 – 52:12)
d) El sufrimiento y el triunfo del Siervo (52:13 – 53:12)
e) La salvación a través del Siervo (54:1 – 57:21)
3) El programa de Dios por la paz (58:1 – 66:24)

a) El contraste entre la verdadera y la falsa adoración (58:1-14)
b) El trato con el pecado (59:1-21)
c) La gloria de Israel en el Reino mesiánico (60:1-22)
d) El ministerio de paz del Mesías durante ambos advenimientos (61:1-11)
e) La restauración de Israel (62:1-12)
f) Los requisitos para las bendiciones (63:1 – 65:16)
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g) Las características del Reino (65:17-25)

h) La condenación de la hipocresía (66:1-6)
i) El renacimiento de Israel (66:7-9)
j) El regocijo de las bendiciones futuras (66:10-24)
D) Aplicación espiritual
a) No hay nadie que pueda consolar como el Dios de toda consolación.
b) El único que puede hacer nuevas todas las cosas es Cristo.
c) Una de las grandes lecciones de este libro profético es la seguridad que la Palabra de Dios
permanece para siempre (40:8).
d) Si Dios fue, es y seguirá siendo el Pastor perfecto para las ovejas de Israel, Cristo lo es
también para nosotros los creyentes (40:10,11).
e) La grandeza de Dios no se puede terminar de describir. Los detalles con los cuales Isaías
nos muestra a Dios son impresionantes. Nos tendrían que llevar a la adoración.
f) La inmutabilidad de la elección y de las promesas de Dios es nuestra mayor seguridad y más
profundo consuelo (Is.43:1-5).
g) Dios puede utilizar el instrumento que sea para llevar a cabo Sus planes (45:1-5).
h) Aunque en momentos parezca que Dios está lejos de nosotros, Su salvación se encuentra
cerca (45:15).
i) Desde la concepción hasta la muerte, Dios jamás dejará de estar pendiente de los Suyos
(46:3,4).
j) Dios desea que Su Sion sea restaurada y llegue a tener un cúmulo de bendiciones. El plan
de Dios con Israel no está concluido, en realidad lo más glorioso le espera (54:2; cap.60;
65:17 – 66:14).
k) La invitación de Dios al hombre para que se le acerque es constante, urgente y repleta de
bendiciones para los que Le aceptan (55:1-3,6-9).
l) Los caminos de Dios muchas veces son incomprensibles para los Suyos, pero siempre serán
los mejores (55:8,9).
m) Aún los gentiles están presentes en los planes del Señor. También busca su salvación (56:3-
7).
n) El Dios alto, sublime, eterno y santo quiere habitar con el ser humano, pero busca para Su
morada a aquellos que tienen el espíritu humilde y quebrantado (57:15).
o) La mano de Dios siempre está dispuesta a ayudar (59:1).
p) Toda angustia que pasó Israel, Dios la sintió de la misma forma (63:9).
q) Dios tiene cualidades paternales y maternales (63:16; 64:8; 66:13). ¡Qué privilegio tan
grande el de ser Su hijo!
r) ¡El juicio del Rey se aproxima!
4. CAPÍTULOS 40-66 – CONSOLACIÓN Y RESTAURACIÓN (II).
A. Profecías mesiánicas
Como ya vimos, el libro de Isaías es el que contiene más profecías acerca del Mesías que cualquier
otro profeta. Lo podríamos llamar el “Evangelio según Isaías”. Isaías nos pinta al Mesías desde Su
muerte hasta Su exaltación.
IBJM
Aunque esta sección de Isaías es la más rica en citas mesiánicas, nombraremos también las que
aparezcan en la primera sección. Encontramos:
• Su deidad, Su eternidad, Su preexistencia, Sus tareas de Creador, Su omnipotencia,
omnipresencia, omnisciencia, y Su ser incomparable (Is.40:12-18, 51:13).
• Su humanidad (9:5; 7:14; comp. Mt.1:23);
• Su humildad y juventud en Nazaret (7:15; 9:1,2; 11:1; 53:2);
• Su aparición como siervo de Dios, y como tal ungido por el Espíritu Santo (11:2);
• escogido y teniendo el beneplácito de Dios (42:1);
• Su mansedumbre (42:2);
• Su ser amable en el trato con aquellos que lo necesitan y Su ayuda (42.3; comp. Mt.12:18-
20);
• Su mensaje (61:1,2);
• Sus milagros (35:5,6);
• Su obediencia (50:5);
• Sus sufrimientos (50:6);
• Sus sufrimientos como puerta para Su exaltación (52:13-15);
• Su rechazo de parte del pueblo (53:1-3);
• Su vergüenza: golpeado, herido, martirizado (53;4-6);
• Su muerte vicaria (53:8);
• Su sepultura (53:9);
• Su resurrección (53:10);
• Su ascensión (52:13);
• Su descendencia espiritual (53:10);
• Su servicio sacerdotal en la actualidad en el cielo (53:12);
• Su gloria futura (53:12; 52:13; comp. Fil.29:11).
Desde el capítulo 54 ya no se habla del Mesías como “siervo”, sino que se resalta Su gloria futura
(59:20; 63:1-6; 66:15-19).
B. El Siervo de Jehová
1) La presentación del “Siervo” (42:1-4): la primera canción del “Siervo”. Es el primer poema que
ensalza las glorias del “Siervo de Jehová”. Evidentemente aquí se trata de una persona y no del
pueblo. Esta persona es Jesucristo según Mateo 12:15,17-20: “Sabiendo esto Jesús... Para que se
cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: He aquí mi Siervo, a quien he escogido; mi
amado, en quien se agrada mi alma; pondré mi Espíritu sobre él, y a los gentiles anunciará
juicio...”. Esta profecía inicia toda una secuencia de profecías acerca del “Siervo de Jehová”, ungido
para llevar a su culminación la obra de Dios en todo el mundo. Es una de las joyas descriptivas de
la persona del Mesías destacando Su clemencia y mansedumbre.
Vemos aquí Su relación con Dios (42:1). Es el escogido de Dios quien halla su deleite en Él. Parece
ser que la Voz celestial que saludó a Jesús después de salir de las aguas del Jordán cuando fue
bautizado, con el fin de comenzar su ministerio, se hizo eco de estas profecías de Isaías (Lc.3:22).
De Dios recibe Su sustento y el poder del Espíritu para el cumplimiento de Su obra (Jn.5:19).
2) Aliento para el “Siervo” (42:5-6): en este pasaje, Jehová se dirige a Su Siervo y Compañero,
animándole a seguir adelante hasta la consumación de la Obra y recordándole Su poderío como
Creador, a la par que le ofrece ayuda eficaz y continua (vs.5,6).
3) La misión del siervo (42:1,4,6,7): a) La finalidad de su obra (42:1,4): será justo y traerá justicia
a las naciones. Todo lo que Dios hace tiene como finalidad el establecimiento de las normas de
justicia. b) El método de realizar la obra (42:2,3): los judíos comprendían muy bien el hecho del
establecimiento de justicia y paz en la tierra, pero nunca habían pensado en un Salvador “manso y
humilde de corazón” que se preocupara por los pecadores, pobres y menesterosos. c) Sería puesto
por “pacto al pueblo, por luz de las naciones”. Él había de ser, no sólo el medio del cumplimiento de
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las promesas y los pactos dados a Israel, sino también “luz” para todos los pueblos, según la
promesa dada a Abraham (Gn.12:1-3). La Obra del Siervo iba a resultar en luz y libertad para el
mundo entero.
4) El “Siervo” comisionado (49:1-7): es la segunda canción del “Siervo”. Otra vez se refiere al
Mesías, aunque también se le diga “Israel” (v.3), porque sólo en Él se cumplen todas las promesas
de Dios (v.3). a) Este “Siervo” es llamado con un propósito: tiene que ser un instrumento eficaz en
toda la obra de Dios (1-3). Su misión es de restaurar a Israel a Dios y traer luz a los gentiles (v.6);
extiende Su luz hasta los confines de la tierra. b) El cansancio del “Siervo”: hubo un momento en la
misión del “Siervo” en que todo pareciera haber sido un fracaso por la incomprensión y debilidad de
los suyos y la constante oposición. Pero vuelve a tomar ánimo, y remite Su causa con fe a Su Dios
(v.4). c) La exaltación prometida por la humillación pasada: aunque en su primera venida haya sido
menospreciado, en Su segunda venida será adorado (v.7).
5) La obediencia del “Siervo” (50:4-9): se trata de la tercera canción del “Siervo”. a) La obediencia:
lo que se nos señala en este capítulo es la sujeción absoluta de Jesús a la voluntad del Padre. Esto
es resaltado en la contraposición con la desobediencia del pueblo Israel. El “Siervo” aprende y
sufre. El “Siervo” está dispuesto a escuchar la voz de Dios cada mañana cual un discípulo, con la
finalidad de entregar la Palabra en forma oportuna para el cansado. Nos recordaremos de los
momentos en que Jesús se apartaba para estar a solas con el Padre celestial. b) Las consecuencias
de la obediencia: evidentemente esta obediencia conllevó la más cruenta oposición de muchos de la
época, de manera que lo martirizaron y le afrentaron (v.6). c) La firmeza en la obediencia: el
“Siervo” es animado a seguir este duro camino porque Dios mismo estaría a Su lado. Pone su
“rostro como un pedernal” para consumar la obra.
6) El “Siervo” que sufre (52:14; 53:12): en el 52:13 empieza la cuarta canción del “Siervo”. Se nos
describe el altísimo precio pagado por nuestro perdón. a) El asombro por la desfiguración del
“Siervo” (52:14). b) El “Siervo” frágil y despreciado (53:1-3). c) El sufrimiento vicario del “Siervo”
(53:4-6): las personas pensarían que Él sufriría por sus propios pecados, pero en realidad, estaba
sufriendo en el lugar de cada ser humano. Su castigo obtuvo la paz para nosotros. Cada frase
merece reverente consideración, y en este pasaje se funda toda la doctrina de la muerte vicaria (=
en lugar de) y expiatoria del Cristo tal cual fue desarrollada luego por los apóstoles (2 Co.5:14,21; 1
P.2:22-25; He.2.9; 9:26; 1 Jn.4:10; etc.). d) La pasividad del “Siervo”: a pesar de tener el poder de
bajar de la cruz o llamar una infinidad de ángeles que gustosamente actuarían a Su favor, se
mantuvo bajo el sufrimiento sin quejarse ni rebelarse (53:7). e) La muerte del “Siervo”: aunque no
se había encontrado en Él maldad, fue muerto por las rebeliones y pecados. Fue sepultado.
7) El “Siervo” exaltado (52:13,15; 53:10-12): después, y por Su terrible sufrimiento y entrega, será
exaltado. a) Tendrá la preeminencia (52:13). Es maravilloso contemplar el cúmulo de palabras que
demuestran este estado: “será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en
alto”. b) La resurrección del “Siervo”: después de Su aflicción, padecimiento y muerte será
resucitado (53:10). c) El fruto del “Siervo”: quedará satisfecho al ver el fruto logrado a tan elevado
precio y justificará a muchos (v.11). d) La exaltación del “Siervo”: será exaltado a lo sumo por
haber descendido a lo más bajo y haber sido hecho pecado (v.12 comp. Fil.2:9-11).
8) La salvación por medio del “Siervo” (54:1 – 57:21): a) El capítulo 54 es un canto de alabanza por
la salvación que el “Siervo” ha logrado (aunque como ya vimos, ya no aparece como “Siervo”). Son
palabras de profundo consuelo y ánimo (vs.1,6-8,10). Israel es comparado como la esposa de Dios
mismo. Ella era estéril, y estaba abandonada y triste, pero en Su inmensa misericordia Dios la amó
y la atrajo hacia Sí, y la colmó de bendiciones. Este capítulo destila amor en su máxima expresión
b) En el capítulo 55 se invita a integrarse al grupo de los salvados por el “Siervo”, mostrando a su
vez que toda esta bendición es por gracia, es un regalo. La salvación no se puede comprar (vs.1,2).
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c) Luego se describen las bendiciones mesiánicas ofrecidas a los gentiles que se acerquen al Señor
(56:1-8). Para los eunucos - que en aquél entonces eran excluidos de la congregación - hay una
mención especial, porque tendrán un “...nombre mejor que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les
daré, que nunca perecerá”. d) Luego se pasa a describir el castigo para aquellos que rehúsen la
salvación del Siervo (56:9 – 57:21).
C. Aplicación espiritual
• El título de “Siervo de Jehová” ya nos resume el carácter de Su ser y obra.
• Desde siempre estuvo en los planes de Dios la salvación de Su pueblo y de toda la
humanidad.
• Isaías nos muestra la obra de nuestro Salvador de una forma profunda y maravillosa.
• Él fue el Siervo obediente a la voluntad del Padre hasta las últimas consecuencias.
• Su castigo consiguió nuestra paz.
• Cristo cargó con nuestro pecado (43:24,25; 53:5,6).
• Su herida nos trajo la cura.
• Somos fruto de Su cruento sufrimiento.
• Su muerte nos trajo la vida.
• Su humillación nos trajo la exaltación.
• El más profundo anhelo de Dios es que los que están lejos de Él se acerquen, se
arrepientan. Él tendrá misericordia, perdonará, suplirá sus necesidades y colmará de
bendiciones (55:1-3,6,7).
• Cristo Jesús tendrá Su justa recompensa de Su sufrimiento y muerte, tanto en los frutos
como también en el dominio absoluto en Su Reino.
• ¡Su venida está a las puertas, y pronto será el Rey de reyes y Señor de Señores!
V. LOS PROFETAS DEL REINO DEL SUR (III)

1. NAHUM (663-612 a.C.)
A. El trasfondo
El ministerio de Nahum se llevó a cabo en el período de la caída de Tebas de Egipto (663 a.C.
comp. 3:8-10), y la caída de Nínive (612 a.C.). Fue contemporáneo - al menos en parte - con los
profetas Sofonías, Habacuc y Jeremías.
En Jerusalén, Manasés reinó desde el 697 hasta aproximadamente 642 a.C. Su hijo Amón reinó a
continuación, pero sólo por 2 años al ser asesinado por sus propios siervos. Estos dos reinados
fueron caracterizados por una gran idolatría, llegando al punto que Manasés sacrificó uno de sus
hijos a Moloc (2 R.21:2-9). Fue el tiempo de gloria del imperio de Asiria, que inclusive se llevó
cautivo a Manasés por un tiempo, lo que lo llevó al arrepentimiento (2 Cr.33:10-13). Asiria había
conquistado y llevado a la cautividad el Reino del Norte, y aunque intentó lo mismo con Jerusalén,
no lo logró.
Al rey Amón, le siguió el aún niño Josías. Bajo su reinado y con la influencia de consejeros
temerosos de Dios, se hicieron profundas reformas religiosas que produjeron cambios benéficos en
la vida nacional. A los 22 años de Josías, se halló el libro de la Ley en las ruinas del templo. Allí es
consultada la profetiza Hulda que confirmó los juicios que estaban escritos en el libro, pero que no
iban a llegar en el tiempo de Josías. La Ley fue leída al pueblo, luego de lo cual se procedió a
limpiar la tierra de la idolatría (2 Cr.34:14). Lamentablemente este avivamiento no fue completo
pero, le dio un renovado énfasis a las justas demandas de la Ley. En este tiempo, Asiria ya estaba
en su ocaso, ya no tenía poder sobre los diferentes reinos, por lo cual Judá gozaba de una relativa
calma. Babilonia recién estaba surgiendo como poder.
IBJM
B. El profeta
El nombre de Nahum significa “consolación”. No se sabe más de él a no ser que era originario de
Elcos (1:1). Respecto a este lugar hay muchas dudas. Jerónimo sostiene que era nativo de Galilea y
que vivía cerca o en Capernaum (Capernaum significa “villa de Nahum”). Otros sostienen que esta
ciudad era cercana al Río Tigris, y otros piensan que vivió en el sur de Judá cerca del hogar de
Miqueas, en una ciudad llamada “Bir el-caus”.
En su libro, se nota que Nahum era un fuerte patriota y les tenía una profunda aversión a los
asirios. Era un excelente observador de la naturaleza, pues describe la cólera de Jehová
comparándola con elementos como mares, colinas, tormentas, ríos y nubes. Fue un hábil escritor;
como poeta, pocos lo igualan. Se percibe una profunda conciencia de la santidad de Dios. Y su alma
ardía de justa indignación contra las injusticias cometidas por los enemigos.

1) El tema y el autor (1:1)
2) La majestad de Dios (1:2-14)
• Los atributos de Dios (1:2-8)
• La ira de Dios (1:9-14)
3) El juicio de Dios (1:15 – 3:19)
• El juicio proclamado (1:15)
• El juicio profetizado (2:1,2)
• El juicio descrito (2:3-10)
• El juicio vindicado (2:11 – 3:7)
• El juicio advertido (3:8-10)
• El juicio inevitable (3:11-19)

El tema central del libro ya es citado en el primer versículo: “Profecía sobre Nínive...”. Por la
predicación de Jonás un siglo y medio atrás, Nínive había tenido un gran avivamiento, pero éste ya
hacía tiempo que se había olvidado. Otra vez abundaba el pecado, por lo cual se hacía necesario el
justo castigo de Dios. El profeta habla en nombre de pueblos oprimidos y torturados por la
brutalidad y crueldad de Asiria. Esta brutalidad realmente era atroz. Los emperadores se deleitaban
en dejar escritas sus crueldades. Por ejemplo Asurbanipal escribió acerca de sus conquistas: “...con
su sangre teñí de rojo la montaña como si fuera lana... Las cabezas de sus guerreros corté, y formé
con ellas un pilar sobre la ciudad; a sus jóvenes y doncellas quemé con el fuego... Corté en tiras
sus lenguas y les humillé. El resto de las personas, vivas... las corté... como una ofrenda”.
Acerca de un líder capturado escribe: “Atravesé su barbilla con mi daga afilada. A través de su
mandíbula pasé una soga, puse sobre él una cadena de perro y le hice ocupar una perrera en la
puerta del este de Nínive.
El libro empieza con un precioso cántico de triunfo en el que el profeta alaba a Dios. Anunciaba el
castigo de Dios sobre los impíos y el otorgamiento de bendiciones para los que confiaban en Él. De
una forma dramática es descrita la conquista y caída de esta poderosa ciudad en el capítulo 2. En el
3, con la misma viveza de lenguaje, Nahum presenta las razones de tal destrucción.
Nínive había sido fundada por Nimrod. Se sabe que tuvo una muralla de más de 30 metros de alto,
de 114 kilómetros de circunferencia y del ancho que 3 carros pudieran moverse uno al lado del
otro. Era prácticamente inexpugnable dado que tenía 1200 torres estratégicamente distribuidas a lo
largo de los muros. Afuera, a lo largo de los muros tenía un foso de 43 metros de ancho y 18
metros de profundidad.
Pero a pesar de su fortaleza, Nínive fue tomada en el año 612 a.C. para no levantarse jamás. Fue
invadida por un frente común de babilonios, medos y probablemente escitas. Una gran inundación
del río Tigris ayudó a la destrucción de esta poderosa ciudad y su palacio (probablemente el templo
de Istar) tal cual fue predicho por Nahum (2:6). Su majestad y la pompa que habían caracterizado
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la ciudad soberana del mundo conocido de la época cayó (2:9,10). La tradición dice que el rey,
profundamente abatido por no encontrar salida frente a la inundación y el cerco de los enemigos,
se quemó en una pira funeraria junto con inmensos tesoros. Se cuenta que en su pira funeraria
había puesto 150 camas de oro y 100 mesas del mismo material, además de jarrones y ornamentos
de todo tipo y oro en gran cantidad, junto a vestidos costosos. La profecía de Nahum decía que no
iba quedar memoria de su nombre y que sería puesto en sepulcro (1:14). También esto se cumplió
literalmente. Tan completamente sepultó Dios a Nínive que cada rastro de la existencia de esta
ciudad malvada desapareció durante siglos, de manera que muchos críticos dudaron de la veracidad
de los relatos sobre esta ciudad. Recién en el 1845 de nuestra era, el arqueólogo Layard identificó
el lugar llamado Kuyunjik, como la antigua ciudad de Nínive.
En la Crónica Babilónica, una tablilla de barro antigua que ahora se encuentra en el museo
Británico, lleva inscrita la caída de Nínive, mostrando una similitud extraordinaria con esta profecía.
Dice allí entre otras cosas: “Un poderoso ataque fue hecho contra la ciudad. En el mes de Abú, fue
tomada la ciudad. Se hizo una gran matanza del pueblo y los nobles... Se llevaron cantidades
incontables de los despojos de la ciudad... Dejaron la ciudad como un montón de escombros. El
ejército de Asiria desertó”.
Luego un nuevo poder se había levantado para dominar a los pueblos de la tierra.
• La naturaleza de Dios es puesta en evidencia de forma magnífica. Es un Dios justo y santo
que no puede aceptar el pecado, pero también es “tardo para la ira, ...bueno y fortaleza en
el día de la angustia” (vs.2-8).
• Dios “conoce a los que en él confían” (v.7b).
• Es consolador saber que Dios del universo ejerce dominio sobre todos los asuntos del
mundo.
• Cuando Dios se levanta contra una nación, no importa lo poderosa que sea, ésta sucumbirá.
• Hay un límite para la paciencia de Dios. El orgullo, la maldad y la violencia siempre
encontrarán su justa retribución.
2. SOFONÍAS (625 a.C.)
A. El trasfondo
Por el primer versículo podemos ubicar eficazmente el tiempo del ministerio del profeta Sofonías,
como también tenemos conocimiento de su época. Era tiempo del gobierno del rey Josías. Ya vimos
el contexto que era el mismo que Nahum, por lo cual no necesitamos repetirlo. Ellos probablemente
fueron contemporáneos durante gran parte de su ministerio.
Lo que sí tenemos que añadir es que, probablemente, su mensaje haya sido expresado antes del
gran avivamiento que sobrevino a Judá después de encontrar la Ley de Dios en el templo, porque
justamente menciona y condena las prácticas idólatras abolidas por el rey en este tiempo. Además
también ve como todavía futura la destrucción de Nínive (612 a.C.).
Era el tiempo de transición entre la gravísima perversión ejercida durante los gobiernos de Manasés
y Amón para luego pasar a la reforma religiosa con Josías.
B. El profeta
El nombre del profeta significa: “el Señor esconde (protege)”. Sofonías se sale de lo corriente al
nombrar su genealogía hasta cuatro generaciones atrás. Se supone que esto tiene una razón de
ser, y se piensa que el último nombrado sea el rey Ezequías. Por lo tanto Sofonías sería
descendiente del linaje real. Esto evidentemente le proporcionaría un buen acceso a la corte. Por
esta razón y por predicar justamente antes del avivamiento, evidentemente fue coautor de las
grandes reformas religiosas llevadas a cabo por el rey Josías. Sofonías llamó al pueblo al
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arrepentimiento. La reforma se dio pero, después de Josías, los líderes y muchos de los del pueblo
regresaron al pecado. Su prédica era vehemente y su lenguaje muy fuerte en sus expresiones.
Sofonías también era ilustrado y buen conocedor del contexto político a su alrededor. Predica en
contra de enemigos que se encuentran en los cuatro puntos cardinales.
También tenía un profundo conocimiento de Jerusalén y de lo que sucedía allí.
Hoy, por su forma de hablar, sería llamado fanático.

1) El autor y la época de la profecía (1:1)
2) Las profecías de juicio (1:2 – 3:8)
• El juicio de Judá (1:2-18)
• Una exhortación al arrepentimiento (2:1-3)
• Los juicios de las naciones gentiles (2:4-15)
- Filistea, al occidente (2:4-7)
- Moab y Amón, al oriente (2:8-11)
- Etiopía, al sur (2:12)
- Asiria, al norte (2:13-15)
• El juicio de Jerusalén (3:1-7)
• El juicio de las naciones (3:8)
3) Las profecías de las bendiciones (3:9-20).
• Bendiciones futuras para los gentiles (3:9-10)
• Bendiciones futuras para los judíos (3:11-20)

El tema central del libro es el juicio de Dios. Este tiene al menos dos cumplimientos, como muchos
casos de la profecía bíblica. La primera tuvo lugar con la conquista de Judá por Babilonia, por el
pecado y la falta de arrepentimiento del pueblo.
El cumplimiento final será con la venida del “Día de Jehová”, que será en un tiempo todavía futuro,
en la Tribulación. Este día es descrito de forma impresionante: “día del sacrificio de Jehová, ...día
grande de Jehová, ...es amarga la voz del día de Jehová, ...día de ira, ...día de angustia y aprieto,
día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día nublado y de
entenebrecimiento, día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, ...día de la ira de
Jehová, ...día del enojo de Jehová”.
Todos aquellos que se dejaron llevar por la idolatría serán castigados. En el capítulo 2 se ve un
enérgico llamado al arrepentimiento (vs.1-3). Luego siguen las profecías de juicio sobre naciones de
los cuatro puntos cardinales. Luego en el capítulo 3, se observa una seria advertencia sobre
Jerusalén y hay una visión de la destrucción de las naciones, con la culminación en el juicio de
Armagedón (3:8). Pero luego pasa a describir las bendiciones, tanto de gentiles como de judíos. Se
distingue el profundo amor de Dios demostrado en la restauración del remanente de Su pueblo.
En su mensaje, Sofonías muestra dos características de Dios: señala Su justicia y santidad, que lo
tiene que llevar a juzgar a aquellos que no se arrepienten de su mal camino: “Destruiré por
completo todas las cosas de sobre la faz de la tierra, dice Jehová“ (1:2); pero también muestra el
amor y la misericordia: “Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con
alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos” (3:17).
• La ira de Dios es una cosa indescriptible cuando cae sobre el hombre impío.
• Dios advierte una y otra vez antes de mandar el juicio. Estas advertencias pueden ser
fuertes.
• Dios asegura la salvación a todos aquellos que lo busquen en humildad.
• Si se busca y sigue a Dios, la lamentación se convertirá en cántico, el llanto en gozo.
IBJM
• El “día de Jehová” vendrá sobre aquellos que no busquen a Dios.

• Con todo juicio, Dios busca la purificación y restauración, sea de judíos como de gentiles.
3. HABACUC (607 a.C.)
A. El trasfondo
Habacuc fue contemporáneo de Sofonías y Jeremías, aunque su ministerio fue un poco más tardío
que el primero. Profetizó un poco antes de la primera invasión de Judá por parte de Nabucodonosor
- lo cual sucedió en el 605 a.C., cuando fueron deportados Daniel y sus amigos entre otros (2
Cr.36:6,7). El tiempo de Josías ya había terminado, muerto por el ejército del faraón Necao (2
R.23:28 – 24:1). Con él, la breve reforma religiosa llegó a su fin. A Josías le siguió Joacaz y luego
Joacim. El actuar de este último fue descrito por Jeremías como: “mas tus ojos y tu corazón no son
sino para tu avaricia, y para derramar sangre inocente, y para opresión y para hacer agravio”
(Jer.22:17). En una ocasión cometió la locura de cortar y quemar el libro de Jeremías, pensando, al
parecer, que de este modo podía neutralizar las duras profecías escritas en él (Jer. 36:23). Fue un
período de corrupción y apostasía.
El juicio, ya tanto tiempo prometido, estaba por llegar. Babilonia, con Nabopolasar se había
convertido en la potencia del momento que avanzaba conquistando todo a su paso. El faraón Necao
se levantó en contra de Babilonia, por lo cual el hijo de Nabopolasar - el conocido Nabucodonosor -
fue a su encuentro y le venció en la batalla de Carquemis en el año 605 a.C.
Después de Joacim siguió Joacaz y luego Sedequías. Sedequías, al que se le había prometido ayuda
de parte de los egipcios, se rebeló contra los soberanos babilonios al cabo de diez años. Como
resultado, éstos vinieron, invadieron el territorio de Judá en el año 586 a.C., y después de un largo
sitio, destruyeron Jerusalén y el templo. Deportaron también a los ciudadanos de Jerusalén a
Babilonia, tal cual Habacuc y Jeremías lo habían predicho.
B. El profeta
No sabemos nada acerca del profeta, a no ser que su nombre significa “abrazar”. Al vivir y servir a
Dios al mismo tiempo que Jeremías podemos suponer que se conocían y, posiblemente, se
buscaran para unir esfuerzos contra la gran maldad que había.
Pero en base a sus escritos, podemos saber que Habacuc era un verdadero hombre de Dios. Uno
de sus énfasis es llevar a los hombres a que reconozcan la santidad de Dios. La oración del profeta,
registrada en el capítulo 3, indica un corazón completamente entregado al interés y a la voluntad de
Dios.
Lo que se puede suponer es que Habacuc fue un levita cantor del templo. Esto se basa en el último
versículo (3:19): “Al jefe de los cantores, sobre mis instrumentos de cuerda”. Esta posibilidad tiene
apoyo en el libro apócrifo de “Bel y el Dragón”, donde leemos: “Habacuc, el hijo de Josué, de la
tribu de Leví”.

1) Introducción (1:1)
2) Los problemas de Habacuc (1:2 – 2:20)
• 1º Problema: ¿por qué permite Dios que Judá siga con sus prácticas pecaminosas? (1:2-4)
• Primer respuesta (1:5-11)
• 2º Problema: ¿por qué usa Dios un pueblo malvado para castigar a Judá? (1:12 – 2:1)
• Segunda respuesta (2:2-20)
3) La alabanza de Habacuc (3:1-19)
• Alabanza por la persona de Dios (3:1-3)
• Alabanza por el poder de Dios (3:4-7)
• Alabanza por el propósito de Dios (3:8-16)
• Alabanza debido a la fe en Dios (3:17-19)
IBJM

El estilo de Habacuc es único en su forma entre los libros proféticos. En vez de hablar directamente
al pueblo como el portavoz del Señor, Habacuc imparte su mensaje en diálogo entre él y su Dios,
basándose en ciertas preguntas que lo confunden.
En los primeros dos capítulos se ve un diálogo entre él y Dios. Comienza mostrando su
preocupación por el hecho que parecía que a Dios no le importaba la maldad en el pueblo. ¿Cómo
es posible que Dios permita que la maldad corra y no la impida? A continuación viene la respuesta
de Dios, la cual es que, sin lugar a dudas, habrá castigo por el pecado, y que este castigo sería la
invasión de los babilonios. Dios invita al profeta a mirar más allá de su horizonte, más allá de su
nación, y a ver cómo ya se está preparando la herramienta de la disciplina de Dios
Esta respuesta le lleva a Habacuc a formular, horrorizado, la segunda pregunta: ¿cómo es posible
que Dios utilice una nación pagana para castigar a Su pueblo? ¿Cómo es posible que un Dios santo
y justo utilice un instrumento tan cruel y vil para someter a Judá?
La segunda respuesta de Dios no se hace esperar. Dios admite la indignidad de los caldeos y la
maldad de este pueblo; pero también a ellos les tocará el juicio de Dios por sus pecados. La
situación presente demandaba paciencia, pero todo llegaría a su debido tiempo.
Después de una profunda oración de reconocimiento de Dios y de Su actuar y un pedido de
avivamiento por parte de Habacuc, el libro termina con un precioso himno antifonal. Habacuc se da
cuenta que los pensamientos de Dios son más elevados que los del hombre, y hay que tener
paciencia y confianza en el actuar de Dios. El profeta se forja una nueva idea acerca del carácter
infinito de Dios. Por encima de un mundo lleno de odios humanos, de voracidad y opresión,
permanece la presencia santa y omnipotente de Dios en actividad. Donde no había habido más que
un estrecho margen antes de llegar a la desesperación, ahora todas las circunstancias quedan
subordinadas a la fe. Dios se encargará de todo, cuando confiemos en Él, y todo ayudará para
nuestro bien.
• Habacuc es un ejemplo del hecho de recurrir a Dios con las inquietudes.
• Dios responde las oraciones, aunque no siempre como lo imaginamos.
• Algunas acciones de Dios aquí en la tierra no las comprenderemos jamás.
• Aunque no entendamos, “Jehová está en su santo templo, calle delante de él toda la tierra”
(2:20).
• No siempre el camino más corto es el mejor, ni la perspectiva más alentadora, verdadera.
• Debemos aprender a juzgar cada evento en nuestra vida a la luz del grande, eterno y
glorioso propósito de Dios. Cuando nos elevamos sobre las nubes de las dudas, veremos la
luz de la fe.
• Dios puede utilizar inclusive a los impíos para llevar a cabo Su plan.
• La historia está bajo el control divino.
• Frente a un problema, no debemos preguntar en tono de queja: “¿por qué Dios lo
permite?”, sino más bien mirar a Dios y procurar comprender para qué lo permite.
• La fe tiene que marcar la vida del hijo de Dios; esto siempre redundará para nuestro bien.
• Cuando tus pies empiecen a tropezar con los problemas de esta vida, usa las alas de la fe y
estarás seguro (3:17-19).
VI. LOS PROFETAS DEL REINO DEL SUR (IV)
1. JEREMÍAS (627-585 a.C.)
A. El trasfondo
IBJM
1) El trasfondo es el mismo que el de Sofonías. Lo que cambia es el tiempo que abarcó el ministerio
de Jeremías: duró mucho más tiempo y abarcó el reinado de seis reyes de Judá (Josías, Joacaz,
Joacim, Joaquín, Sedequías y Gedalías). Estuvo presente en las conquistas babilónicas de Jerusalén
y como tal, también tuvo el contacto cercano con sus líderes.
3) Podemos hacer una cronología de los sucesos de la época de Jeremías:
Año Eventos
627 Dios llama a Jeremías. Judá es tributaria del Imperio Asirio, cuyo poder se estaba
debilitando.
612 Nínive, la capital de Asiria es conquistada y saqueada.
609 El rey Josías muere en Meguido al enfrentarse al faraón Necao de Egipto, quien había ido
a enfrentar a los babilonios.
609 Joacaz gobierna en Judá por 3 meses antes de ser depuesto por Necao y llevado preso a
Egipto (2 R.23:29-30; comp. Jer.22:10).
609- Joacim reina en Judá como vasallo de Egipto (Jer.22:13-17).
598
605 Batalla de Carquemis, donde Egipto es derrotado por Nabucodonosor (Jer.46:2), con lo
cual Babilonia obtuvo la supremacía total en el oriente. Nabucodonosor invadió la tierra
de Israel tomando cautivos de los hijos de los príncipes, entre los cuales se encontraron
Daniel y sus amigos (2 R.24:1). Joacim abandonó el señorío de Egipto y fue hecho
vasallo de Babilonia.
601 Joacim se alió otra vez con Egipto en contra de Babilonia, en contra de la advertencia de
Jeremías (Jer.22:13-19).
597 Joacim murió (fines de 598 o principios de 597).
586 El rey de Judá, Sedequías se sublevó contra Babilonia confiando en la ayuda de Egipto,
por lo cual viene Nabucodonosor que se apodera otra vez de Jerusalén y la destruye
(2R.25:1-7). Gedalías es nombrado gobernador de Judá (2 R.25:22-26). Gedalías es
asesinado. Jeremías es llevado a Egipto.
B. El profeta
1) El significado: el nombre de Jeremías significa: “Jehová arroja” en el sentido de establecer un
cimiento, o “Jehová establece, coloca o envía”, o también “Jehová es alto”.
2) Su forma de ser: era sencillo y tímido (1:6). Por haber nacido y haberse criado en un pueblo de
sacerdotes, y al observar su libro, vemos a un hombre con un profundo conocimiento de Dios y
consagración a Él. Aunque muchas veces la oposición lo llevara a desesperarse y desfallecer, siguió
adelante anunciando la voluntad de Dios en un pueblo que no sólo no le haría caso a su mensaje,
sino que también le haría pasar muchos momentos muy difíciles y peligrosos. El hecho que Dios lo
tuviera tantos años sirviéndole, demuestra también la profunda consagración de Jeremías.
Era también un hombre de profundas emociones. Los demás profetas en general esconden sus
emociones, pero Jeremías las relata con todo detalle. La pena, compasión y amor por su pueblo que
no se apartaba del pecado y que tanto sufriría, lo llevaron a las lágrimas (9:1; 13:17; 14:17). Por
otro lado, también podía subir a las cumbres de la exaltación al saberse sostenido por Dios (15:16;
20:11).
También era íntegro. A pesar de tener un mensaje de derrota y cautiverio del pueblo, y que a su
vez le hacía recibir todo tipo de reprobación y ataques, siguió siendo fiel al mensaje y a Dios que se
lo había encomendado. Aún cuando tuvo que pasar un buen tiempo en un pozo cenagoso, Jeremías
se mantuvo fiel al compromiso que había contraído con Dios.
3) Su historia: Jeremías relata más de su propia vida que cualquier otro profeta, contando de su
ministerio, de las reacciones al mismo de sus auditorios, sus pruebas, y sus sentimientos
personales.
IBJM
Jeremías, que sirvió como sacerdote y profeta, fue el hijo de un sacerdote llamado Hilcías (no el
sumo-sacerdote de 2 Reyes 22:8 quien descubrió el Libro de la Ley). Era originario de la pequeña
aldea de Anatot (1:1) - llamada hoy en día Anata - a unos 4,8 km al NE de Jerusalén en la porción
de la tierra que la tribu de Benjamín obtuvo por heredad. Como una lección visual a Judá, Jeremías
permaneció soltero (16:1-4). Fue asistido en su ministerio por un escriba llamado Baruc, a quien
dictaba y el cual tenía custodia sobre los escritos copilados de los mensajes del profeta (36:4,32;
45:1). Jeremías ha sido como el “profeta que lloraba” o “el profeta llorón” (comp.9:1; 13:17;
14:17), viviendo una vida de conflicto debido a sus predicciones de juicio por parte de los babilonios
invasores. Las principales pruebas que tuvo que pasar fueron:
• Prueba por amenazas de muerte (11:18-23)
• Prueba por aislamiento (15:15-21)
• Prueba por el cepo (19:14 – 20:18)
• Prueba por arresto (26:7-24)
• Prueba por desafío (28:10-16)
• Prueba por destrucción (36:1-32)
• Prueba por violencia y encarcelamiento (37:15)
• Prueba por hambre (38:1-6)
• Prueba por cadenas (40:1)
• Prueba por rechazo (42:1 – 43:4)
Pero a pesar y en medio de estos conflictos, Jeremías sometió su causa a Dios.
4) Su ministerio: Jeremías tuvo un ministerio dirigido, en su mayoría, al pueblo de Judá. Pero en

ocasiones se expandió a otras naciones. Apeló a sus compatriotas a que se arrepintieran y evitaran
el juicio de Dios por medio de un invasor (caps.7 y 26). Una vez que la invasión se hizo realidad
después de que Judá rehusó arrepentirse, él les rogó que no resistieran al conquistador babilonio
para prevenir la destrucción total (cap.27). También llamó a los delegados de otras naciones a que
dieran oído a su consejo y se sometieran a Babilonia (cap.27), y predijo juicios de Dios sobre varias
naciones (25:12-38), caps.46 – 51).
5) El tiempo de su ministerio: la fecha de su ministerio, el cual cubrió cinco décadas, va desde el

año 13 del reinado de Josías (1:2 – 627 a.C.) Fue contemporáneo de Sofonías y como tal,
seguramente también fue fundamental en el avivamiento bajo el reinado de Josías. Su ministerio
duró hasta más allá de la caída de Jerusalén en manos de Babilonia en el 586 a.C. (Jer.39; 40; 52).
Después del 586, Jeremías fue forzado a ir con un remanente que huía de Judá a Egipto (caps.43,
44). Posiblemente estuvo ministrando en el 570. Una nota rabínica dice que cuando Babilonia
invadió Egipto en el 568/567, Jeremías fue llevado cautivo a Babilonia. Él pudo haber vivido hasta el
punto de escribir la escena de conclusión del libro alrededor del 561 a.C. en Babilonia, cuando al
rey de Judá Joaquín - cautivo de Babilonia desde el 597 - se le permitieron libertades en los últimos
días (52:31-34). Jeremías, si aún estaba vivo para ese entonces, tenía entre 85 y 90 años de edad.
6) Similitud con Jesucristo:
• Ambos vivieron en situaciones similares en cuanto al contexto político mundial. En ambos
casos había naciones extranjeras dominando a Judá. Babilonia estaba a punto de destruir a
Jerusalén, al igual que Roma lo haría unos años después de la muerte de Jesús.
• Tanto Cristo como Jeremías crecieron en lugares apartados, buenos para la reflexión.
• Ambos fueron rechazados muy pronto por sus comunidades y en el círculo de sus familias.
• Ninguno fue casado ni tuvo hijos.
• Ambos tuvieron conciencia plena de la mano de Dios sobre ellos desde el comienzo de sus
vidas.
• Los dos experimentaron el desprecio y el repudio de parte de la élite religiosa de su época.
• Hay similitud en los métodos de enseñanza. La simplicidad y el uso de ilustraciones hacían
que el mensaje fuera accesible aún para los niños.
• Ambos consideraron que la religión era una cuestión del corazón en vez de ser algo exterior.
IBJM
• Sus actitudes hacia el templo, al ritual y el sistema de sacrificios estuvieron en una armonía
tal, que en verdad nos sorprende el parecido.
• También es evidente la similitud en cuanto a la relación con el Padre celestial.
• Poseían en común: ternura, corazones blandos, compasión y ojos impregnados de lágrimas,
prontos para verterlas en simpatía o en súplica para que el pueblo buscara el perdón.
• Ambos sufrieron mucho por su tarea, y murieron en humillación y soledad, pero logrando
también el reconocimiento posterior.

1) Preparación de Jeremías (1:1-19)
a) El contexto de Jeremías (1:1-3)
b) La elección de Jeremías (1:4-10)
c) El encargo de Jeremías (1:11-19)
2) Proclamación a Judá (2:1 – 45:5)

a) Condenación de Judá (2:1 – 29:32)
• El pecado obstinado de Judá (2:1 – 3:5)
• El castigo de Judá (3:6 – 6:30)
• La religión equivocada de Judá (7:1 – 10:25)
• Judá quebranta el pacto de Dios (11:1 – 13:27)
• Judá sufre la sequía (14:1 – 15:9)
• El profeta de Judá es recomisionado (15:10 – 16:9)
• El pecado de Judá (16:10 – 17:27)
• Judá y el alfarero soberano (18:1-23)
• Judá como vasija rota (19:1 – 20:18)
• Los reyes de Judá (21:1 – 23:8)
• Los falsos profetas de Judá (23:9-40)
• El cautiverio de Judá (24:1 – 25:38)
• La reacción de Judá al ministerio de Jeremías (26:12-38)
• La advertencia de Jeremías a Judá: someteos a Nabucodonosor (27:1 – 29:32)
b) Consolación a Judá: Nuevo Pacto (30:1 – 33:26)
• La predicación de restauración: parte I (30:1 – 31:40)
• La fe en la restauración (32:1-44)
• La predicción de restauración: parte II (33:1-26)
c) Calamidad sobre Judá (34:1 – 45:5)
• Hechos anteriores a la caída de Jerusalén (34:1 – 38:28)
• Hechos durante la caída de Jerusalén (39:1-18)
• Hechos posteriores a la caída de Jerusalén (40:1 – 45:5)
3) Proclamaciones de juicio sobre las naciones (46:1 – 51:64)

a) Introducción (46:1; comp.25:15-26)
b) Contra Egipto (46:2-28)
c) Contra Filistea (47:1-7)
d) Contra Moab (48:1-47)
e) Contra Amón (49:1-6)
f) Contra Edom (49:7-22)
g) Contra Damasco (49:23-27)
h) Contra Cedar y Azor [Arabia] (49:28-33)
i) Contra Elam (49:34-39)
j) Contra Babilonia (50:1 – 51:54)
4) La caída de Jerusalén (52:1-34)

IBJM
a) La destrucción de Jerusalén (52:1-23)

b) La deportación de los judíos (52:24-30)
c) La liberación de Joaquín (52:31-34)

1) Cronología: un reto frecuente es entender los mensajes del profeta en su contexto de tiempo
correcto, ya que el libro de Jeremías no siempre es cronológico sino en orden cambiante,
moviéndose de atrás para adelante y viceversa en el tiempo, para tener un efecto temático. Esto
quizás se deba al hecho que el libro fue destruido y tuvo que ser escrito de nuevo por Baruc que
guardaba los textos. En el cuadro siguiente se busca ordenar los mensajes en un contexto histórico
cronológico de acuerdo a los reyes que gobernaban:
Reyes Capítulos
Josías 1–6
Joacaz 22:10-12
Joacim 7 – 20; 25; 26; 35; 36; 45; 46:1-12; 47 – 49
Joaquín 22; 23
Sedequías 21; 24; 27 – 34; 37 – 39
Gedalías 40 – 44
2) Temas: el libro contiene temática histórica y teológica.

a) El tema principal de Jeremías es el juicio sobre Judá (caps.1 – 29) con restauración en el reino
mesiánico futuro (23:3-8; 30 – 33). Mientras que Isaías enfocó muchos capítulos a una gloria futura
para Israel (Is.40 – 66), Jeremías dio mucho menos espacio a este tema. Debido a que el juicio de
Dios ere inminente, él se concentró en problemas de la actualidad mientras buscó volver a la nación
de regreso a su Dios antes que fuera demasiado tarde. El tema del juicio de Dios es ilustrado por el
profeta de varias formas: una vara de almendro (1:11,12); una olla que hierve (1:13-16); leones
(2:15; 4;7; 5:6; 50:17); un viento seco de tormenta (4:11,12; 18;17); un lobo (5:6); un leopardo
(5:6); quitar las ramas (5:10); fuego (5:14); destruyendo el centro de adoración como le pasó a
Silo (7:14); serpientes, áspides (8:17); destruyendo las ramas del olivo (11:16,17); sacando de raíz
(12:17); un cinto de lino hecho inservible (13:1-11); botellas llenas de vino quebradas una contra la
otra (13:12-14); una vasija de alfarero quebrada (19:10,11); un martillo (la Palabra de Dios)
quebrantando la piedra (23:29); una copa de ira (25:15); Sion arada como un campo (26:18);
llevando yugos de madera y de hierro (27:2; 28:13); un martillo (Babilonia) (50:23); y un monte
destructor (Babilonia) (51:25).
b) Un tema secundario es la disposición de Dios a liberar y bendecir a la nación sólo si el pueblo se
arrepentía. Aunque es un énfasis frecuente, es mostrado de una manera muy vívida en la casa del
alfarero (18:1-11). Otro enfoque es el plan de Dios para la vida de Jeremías, tanto en la
proclamación del mensaje de Dios como en su compromiso para cumplir toda Su voluntad (1:5-19;
15:19-21).
Otros temas incluyen:
c) el anhelo de Dios para que Israel sea tierno con Él, como en los días del primer amor (2:1-3);
d) las lágrimas de siervo de Jeremías, como el profeta que lloraba (9:1; 14:17);
e) la relación íntima que Dios tenía con Israel y que Él anhelaba mantener (13:11);
f) sufrimiento, como en las pruebas de Jeremías (11:18-23; 20:1-18) y la suficiencia de Dios en
todo problema (20:11-13);
g) el papel vital que la Palabra de Dios puede jugar en la vida (15:16);
h) el lugar de la fe al esperar restauración del Dios para quien nada es demasiado difícil (cap.32,
especialmente vs.17,27);
i) oración para que se cumpla la voluntad de Dios en cuanto a la restauración de Israel a su tierra
(33:3,6-18).
IBJM
• Cuando Dios llama a alguien, también lo capacita para esta tarea.
• Cuando alguien se pone en las manos de Dios éste se convierte en un poderoso mensajero
en contra del pecado.
• El corazón de Dios sufre profundamente cuando los suyos lo abandonan.
• La actividad religiosa externa, sin acompañamiento del corazón, es aborrecida por Dios.
• Sólo el arrepentimiento genuino traerá las bendiciones divinas a la vida humana.
• El juicio es seguro para aquellos que rechazan poner su vida en orden frente a Dios.
• Dios tiene la victoria final sobre el mal, aunque éste momentáneamente parezca triunfar.
• En los sufrimientos más profundos, los que saben buscar al Señor encontrarán consuelo y
fortaleza.
• Dios busca que sus siervos le sean fieles a pesar de la oposición que puedan recibir.
2. LAMENTACIONES DE JEREMÍAS (586 a.C.)
A. El trasfondo
Los avisos proféticos de la destrucción de Jerusalén fueron sembrados a través de los siglos por los
diferentes hombres de Dios. Por último Jeremías avisó por 40 años la pronta venida del juicio, pero
había sido objeto de burla, desprecio y persecución por parte del pueblo. Cuando este juicio vino
sobre el pueblo incrédulo por parte de Nabucodonosor y el ejército babilonio (586 a.C.), Jeremías
aún respondió con gran tristeza y compasión hacia su pueblo obstinado y en sufrimiento. El libro de
Lamentaciones está íntimamente relacionado con el de Jeremías, describiendo la angustia por la
angustia que surgió del juicio sobre Jerusalén por sus pecados y falta de arrepentimiento. En el
libro que lleva su nombre, Jeremías había anticipado esta destrucción (caps.1 – 29). En
Lamentaciones ya mira este evento desde lo sucedido. Es el duelo por este trágico evento.
B. El autor
El autor de Lamentaciones no se nombra en el libro, pero hay indicaciones de sobra tanto internas
como históricas de que fue Jeremías. La LXX como también la Vulgata tienen en la introducción del
libro la frase: “Jeremías se sentó a llorar y lamentarse con esta lamentación sobre Jerusalén”. Dios
le había dicho a Jeremías que hiciera lamentar a Judá (Jer.36:4; 45:1). Además escribió lamentos
para Josías (2 Cr.35:25).
También el lenguaje utilizado nos revela la paternidad de Jeremías. Por ejemplo el término: “hija
de...” aparece unas veinte veces tanto en el libro de Jeremías como en el de Lamentaciones.
Compare también 1:2 con Jer.30:14; 1:15 con Jer.8:21; 1:6 y 2:11 con Jer.9:1,18; 2:22 con
Jer.6:25; 4:21 con Jer.25:15.
C. Título, forma, bosquejo y uso del libro

1) Título: “Lamentaciones” se derivó de una traducción del título tal como se encontraba en la
traducción de la Vulgata latina del antiguo griego de la Septuaginta (LXX), y expresa la idea de
“clamores fuertes”. Este título describe acertadamente el contenido del libro, dado que consiste de
5 poemas de lamento sobre la completa destrucción de Jerusalén y del templo.
2) Forma o estructura: en los primeros 4 capítulos, cada versículo comienza con un patrón
acróstico, esto es, usando las veintidós letras del alfabeto hebreo en secuencia. Los capítulos 1,2 y
4 tienen 22 versículos correspondiendo a las 22 letras, mientras que el capítulo 3 emplea una letra
para 3 versículos consecutivos, de manera que hay 22 tríos o 66 versículos. El capítulo 5 no está
escrito alfabéticamente, aunque simula el patrón en que tiene 22 versículos. El orden acróstico
ayudaba a la memorización.
4) Bosquejo:
IBJM
a) Primer lamento: devastación de Jerusalén (1:1-22)

• Tristeza de Jeremías (1:1-11)
• Tristeza de Jerusalén (1:12-22)
b) Segundo lamento: el enojo del Señor explicado (2:1-22)
• La perspectiva del Señor (2:1-10)
• Una perspectiva humana (2:11-19)
• La oración de Jeremías (2:20-22)
c) Tercer lamento: la tristeza de Jeremías expresada (3:1-66)
• Su aflicción (3:1-20)
• Su esperanza (3:21-38)
• Su consejo y oración (3:39-66)
d) Cuarto lamento: la ira de Dios detallada (4:1-22)
• Para Jerusalén (4:1-20)
• Para Edom (4:21,22)
e) Quinto lamento: las oraciones del remanente (5:1-22)
• Para ser recordadas por el Señor (5:1-18)
• Para ser restaurados por el Señor (5:19-22)
5) Uso del libro: en la Biblia hebrea este libro formó parte de la última sección de un conjunto
llamado Megillot o “cinco rollos”, que también conformaban los libros de Rut, Ester, Cantar de los
Cantares y Eclesiastés. Estos libros eran leídos en la sinagoga en ocasiones especiales.
Lamentaciones es leído en el noveno día de Ab (Julio-Agosto) para recordar la fecha de la
destrucción de Jerusalén por mano de Nabucodonosor. Es interesante notar que esta misma fecha,
más tarde, marcó la destrucción del templo de Herodes por manos de los romanos en el 70 d.C.

1) El enfoque principal del libro es el juicio de Dios en respuesta del pecado de Judá. La santidad de
Dios fue tan ofendida que finalmente Él trajo la calamidad destructiva. Babilonia fue elegida como el
instrumento para la destrucción. Es interesante observar que en el libro de Jeremías, el autor
nombró Babilonia 150 veces, pero en Lamentaciones no la nombra ni siquiera una vez, ni a su rey
Nabucodonosor. Sólo el Señor es identificado como el que lidió con el pecado de Judá.
2) Aunque el tema central sea el lamento, el centro del libro es de profunda esperanza: “Por la
misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.
Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en
él esperaré” (3:22-24). La esperanza se centra en la compasión de Dios. Aunque el libro lidia con la
desgracia, se vuelve a la gran fidelidad de Dios.
3) Debido al juicio que arrasó con todo, pareciendo que ya no habría cumplimiento de las promesas
de Dios respecto a la restauración, gran parte de éste se convierte en una oración, reconociendo el
pecado, pidiendo perdón y restauración.
• Es bueno para el ser humano expresar en palabras el dolor, después de haberlo
experimentado, en vez de reprimirlo.
• Aunque Dios utiliza diferentes herramientas para llevar a cabo Su disciplina, en definitiva es
Él el que lo hace.
• Si Dios no vaciló en juzgar a su pueblo amado, ¿qué hará con las naciones o individuos que
rechacen o desobedezcan Su Palabra?
• Aún en medio del juicio, siempre se ve brillar la gracia de Dios.
IBJM
• La misericordia y la fidelidad de Dios permanecen para siempre.
BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA
• Los Profetas de Israel – Leon J.Wood (Portavoz – 1979)

• Los Profetas del Antiguo Testamento – K.M.Yates (Casa Bautista – 1954)
• Biblia de Estudio Ryrie – Charles C.Ryrie (Portavoz – 1991)
• Los Profetas Menores – Charles L. Feinberg (Vida – 1989)
• Estudios sobre el libro de Amós – K.M. Yates(h) (CBP – 1966)
• El Día del León, el Mensaje de Amós – J.A.Motyer (Ed.Certeza 1980)
• El Corazón de Dios – G.Campbell Morgan (Ed.Hebrón 1980)
• El Profeta Oseas – H.Rossier (Ed.Bíblicas 1971)
• Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado – Vila, Escuain (Clie – 1990)
• Lexicon zur Bibel (Diccionario Bíblico) – Fritz Rienecker (Brockhaus – 1988)
• Manual Bíblico de Unger – Merrill F. Unger (CLV – 1990)
• Introducción a los Libros Proféticos e Isaías – E.Trenchard (Literatura Bíblica – 1972)
• Nahum Sofonías Habacuc, Profetas Menores del siglo VII – Hobart E.Freeman (Portavoz –
1980)
• Del temor a la fe – Un estudio de Habacuc – D.Martyn Lloyd-Jones (Ed.Hebrón – 1978)
• La Biblia de Estudio MacArthur – MacArthur (Portavoz – 2004)
• Jeremías: Testigo Audaz – Roy L. Honeycutt (Casa Bautista – 1981)
• Jeremías y Lamentaciones – Irving L. Jensen (Portavoz – 1979)
Instituto Bíblico Jorge Müller

Esteban Beitze

Profetas Pre-Exilicos L.

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Profetas per-exilicos 1

• Introducción a los Libros Proféticos – E. Trenchard – Literatura Bíblica

2. MARCO HISTÓRICO Y ESPIRITUAL

II. LOS PROFETAS DEL REINO DEL NORTE

1. JONÁS (760 a.C.)

2. AMÓS (755 a.C.)

3. OSEAS (710 a.C.)

III. LOS PROFETAS DEL REINO DEL SUR (I)

1. ABDÍAS (840 a.C.)

2. JOEL (835 a.C.)

3. MIQUEAS (700 a.C.)

IV. LOS PROFETAS DEL REINO DEL SUR (II)

2. CAPÍTULOS 1-39 – JUICIOS Y CASTIGOS

3. CAPÍTULOS 40-66 – CONSOLACIÓN Y RESTAURACIÓN (I)

4. CAPÍTULOS 40-66 – CONSOLACIÓN Y RESTAURACIÓN (II).

V. LOS PROFETAS DEL REINO DEL SUR (III)

2. SOFONÍAS (625 a.C.)

3. HABACUC (607 a.C.)

VI. LOS PROFETAS DEL REINO DEL SUR (IV)

2. SUS LAMENTACIONES (586 a.C.)

B. La función de los profetas

C. Vista general de los libros proféticos

LIBRO FECHA TRASFONDO REYES TEMA

Jeremías 627- Josías, Joacaz, Joacim, Joaquín, Juicio sobre el pecado.

25 Darío, Ciro futuro.

Hageo 520 Esdras 5 – 6 Zorobabel, Darío I Reedificación del templo.

Zacarías 520- Esdras 5 – 6 Zorobabel, Darío I, Jerjes Esperanza en el retorno de

Malaquías 450- Nehemías 13 Artajerjes, Darío II Queja de Dios contra

D. Señales distintivas de los profetas

7) La disposición de afrontar dificultades: los verdaderos profetas estaban dispuestos a sufrir y

2. MARCO HISTÓRICO Y ESPIRITUAL

B. Historia de un pueblo rebelde (desde Jueces hasta el Cautiverio)

C. El tiempo de los gentiles

3. CAUTIVERIO DE ISRAEL (las tribus del Norte)

4. CAUTIVERIO DE JUDÁ (las tribus del Sur)

II. LOS PROFETAS DEL REINO DEL NORTE

1. JONÁS (760 a.C.)

D. Bosquejo del libro

E. Tema y propósito del libro

2. AMÓS (755 a.C.)

C. Bosquejo del libro

D. Tema y propósito del libro

3. OSEAS (710 a.C.)

C. Bosquejo del libro

D. Tema y propósito del libro

• El pecado ciega, de tal forma, que perdemos la visión de Dios.

III. LOS PROFETAS DEL REINO DEL SUR (I)

1. ABDÍAS (840 a.C.)

C. Bosquejo del libro

D. Tema y propósito del libro

2. JOEL (835 a.C.)

C. Bosquejo del libro

2) Desolación (1:2 – 2:17)

3) Liberación (2:18 – 3:21)

D. Tema y propósito del libro

3. MIQUEAS (700 a.C.)

C. Bosquejo del libro

1) La sobre escritura (1:1)

• Ruina: el juicio venidero (3:1-12)

D. Tema y propósito del libro

IV. LOS PROFETAS DEL REINO DEL SUR (II)

ISAÍAS (740-680 a.C.)

C. La autoría del libro