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CARNERO
Josué Andrés Moz
detrás de mis manos de mi voz de mi angustia de mi sombra iluminada por las moscas.
Burbujeo incandescente.
sitio en el silencio,
Es fácil, no me quejo:
Lo que queda de mí
Semillas, semillas como arena. Todo tiembla y el mar es una navaja que encuentra el perdón
para nosotros. El mar entre las manos, el vidrio que canta, la arena recubriendo la tráquea,
endureciendo los nervios. Todo tiembla y es anfibio el laberinto y tiene labios la noche y dice
lo que yo nunca he podido. Veo el estanque donde duermen las estrellas —pensamiento
acuático este, voz de piedra. Lo que rompe la piel del agua es la ausencia, lo que llena las
estrellas con su luz, es aquello que nos quitaron de la mirada. Bosques de sangre nacen en
los ojos.
Comprendo que la culpa se vacía en los zapatos y nada más, comprendo que hemos llegado
a la edad en que masticamos el plomo y abandonamos esa necesidad de encontrar a los
culpables. En el vientre: las palabras, el filo del vaso, las burbujas que se acumulan y desgajan
su fiebre sobre nosotros.
Hay un lugar en el rostro de la página, en el hueco del insomnio, un sitio coagulado que repite
su altura y nos ve diminutos, como toda manzana mira a la serpiente al morder su propia cola.
Un enjambre de luces para iluminarnos los dientes, para rellenar nuestra caries, quinientas
luciérnagas de sangre para humedecer la juventud.
A este poema nadie puede entrar por la puerta de adelante. Este poema es una casa con las
ventanas rotas y roto el lenguaje que lo escribe desde el tejado.
En la cabeza del alfiler se han fundado los imperios. Hay un puente de aire, tenso de un lado
al otro del abismo y los poetas doctos dirán: no se puede cruzar el puente, nos están
vendiendo humo, nos están fabricando el misterio. Entonces el poema será exiliado eterno
de las antologías y no será estudiado en las aulas de los intelectuales, y mucho menos ganará
premios en el extranjero, pero el poema nunca estuvo hecho para ellos, el poema no cabe en
las manos de escarabajos que ruedan las sobras de su propio asombro. No hay hígado en el
poema, no hay bilis para bañar el signo. Los niños cruzan el puente y es invertebrado el amor
de sus ojos; la palabra que escuchan es el pájaro que tiran para atravesar las piedras.
Todo tiembla y hay una canción desconocida que se escucha a través de sus manos.
A este poema se entra con los pies descalzos y nunca se pregunta por sus peces ni por la arena
que queda extraviada entre las uñas. En este poema se escucha el rumor de los corales y se
saborea el deletreo de las algas.
Este poema es un vaso transparente y cada quién decide lo que queda en su garganta.
LSD
A mis amigos,
porque cada uno tiene un motivo legítimo para amar la noche.
Entre nosotros
la respiración de los escombros
el ojo vacío que nos recuerda el incómodo giro de la ruleta
las agujas en los relojes y los brazos
los tímidos acordes de los insectos
la nieve amarilla escurriéndose en los pulmones.
Primero dios,
segundo dios,
tercero dios…
Abro mi garganta.
II
Ocean Vuong
Estefanía Renderos
DANZA DE LOS ESPEJOS PARALELOS
Gherasim Luca
Hoy
Pálido,
desgarrado & pálido: mi corazón encanecido por el llanto,
como un pabellón que se moja por dentro & oscurece por fuera.
son tuyas.
El principio del terror es una página en blanco. La memoria arroja su sangre por la nuestra.
Ambición estéril escupen los años, ambición de encontrarse al otro lado del fracaso. Madre,
¿me escuchas? Estoy escribiendo sobre una lápida que lleva el nombre de tus hijos y de los
nietos que no llegaste a conocer. Nada. Nadie tiene sentido. Ninguna mano tapa mi
vergüenza, ningún latido esconde mi morir. Me duelo doliendo tu dolor; me lloro viéndome
llorar tu llanto. El principio del terror es una colmena que se agita, una lengua que se desliza
por la espalda, un silbido que atraviesa los huesos, el páncreas, el hígado, los pulmones. He
llegado para observar tus restos y los restos de mi niñez, para verme devorado por espejos y
escuchar tu canto silenciando mis pupilas. Otra vez nazco derrotado en esta tierra, sobre dos
guantes blancos y fríos, sobre el aroma ruidoso de la tristeza. Desde aquí te escribo, madre,
desde tu vientre y mi renuncia. Este dolor no será importante para los periódicos, la
conmiseración o para escribir un gran poema. No tendrá la estatura del vacío, ni cubrirá
siquiera la geografía de mi soledad. Estoy solo desde antes que te fueras: desde que mi padre
fue detestado por el suyo, enterrando los juegos a punta de patadas en sus costillas. El
principio del terror es una cruz dibujada frente a mi voz, un abismo colmado por los colores
del naufragio, una barca lluviosa estacionada a las orillas del invierno.
LAS VIEJAS COSTUMBRES
E̶l̶ ̶S̶al̶ ̶v̶ad̶ ̶or̶ ̶ ̶r̶ec̶ o̶ ̶no̶ ̶ce̶ ̶ ̶a̶ ̶l̶a̶ ̶p̶er̶ ̶so̶ n̶ a̶ ̶ ̶hu̶ m
̶ ̶a̶n̶a̶ ̶co̶ m
̶ ̶o̶ ̶el̶ ̶ o̶ r̶ ̶i̶g̶en̶ ̶ ̶
y̶ ̶el̶ ̶ ̶f̶i̶n̶ ̶de̶ ̶ ̶l̶a̶ ̶ac̶ ̶t̶i̶vi̶ ̶da̶ d̶ ̶ d̶ ̶el̶ ̶ E̶st̶ ̶ad̶ ̶o̶,̶ ̶
q̶u̶e̶ ̶es̶ t̶ ̶á̶ ̶or̶ ̶g̶an̶ ̶i̶za̶ d̶ ̶o̶ p̶ ̶ar̶ ̶a̶ ̶l̶a̶ ̶co̶ n̶ ̶se̶ c̶ ̶u̶ci̶ ̶ó̶n̶ ̶d̶e̶ ̶l̶a̶ ̶ju̶ ̶st̶ ̶ic̶ i̶ ̶a,̶ ̶
̶d̶e̶ ̶l̶a̶ ̶se̶ g̶ ̶ur̶ ̶i̶d̶ad̶ ̶ ̶j̶u̶r̶í̶di̶ ̶ca̶ ̶ y̶ ̶ ̶d̶el̶ ̶ b̶ ̶i̶en̶ ̶ ̶co̶ ̶mú̶ ̶n̶.
Artículo 1. Constitución de la República de El Salvador
Afirmo,
afirmo sobre la memoria del agua
cuando esta barre los cuerpos
y aquello que deja es nuestro temblor en la tierra.
La guadaña es el fruto,
cal violenta devorando los huesos
acero que traspasa el vapor de la última tarde.
[Sobras] [Caries]
Afirmo:
toda mi rabia es péndulo,
todo mi cuerpo repetición,
todo mi país, toda la historia.
En mi cabeza:
se repiten las voces, los aromas, la crujiente huella del absurdo.
El cerebro es un mapa
y todo nos dirige hacia la soledad.
[Hace tantos años que el terror también tuvo la forma del milagro]
Yo conozco la herida que ha provocado la gangrena
pero eso ya no es suficiente.
Nada lo es.
Nadie.
USHER AND THE MAD TRIST
y que de seguro
Lady, Lady, Lady, Lady Madeline repetida en la piel de esta página, en la de todas las
páginas. Inútil resistir a ella frente a sus ojos, mientras siembra árboles que nacerán torcidos,
mientras cosecha cabezas de hombres que escribirán la muerte como un espectáculo y jugarán
cada noche todas sus cartas para que les creamos: que suyo es el único dolor. Lady Madeline
decorando los pulmones que tiene a la mano, con pequeños insectos luminosos en la
radiografía. Lady Madeline a través del vaso observando cómo piensas que eres ''el único
sobreviviente'', ''el más peligroso'', ''el más terrible'', ''el siempre fértil'', ''el único cuyo valor
es importante''. Lady Madeline riéndose del cementerio que eres.
Lady Madeline junto a todos nosotros en un ataúd demasiado pequeño para tanta muerte.
III
Dígame entonces
dígame
qué hacer con esa tristeza de no poder meter sus manos bajo mi falda,
con esa rabia luminosa que lo hace querer romperle los dientes a mi hermano.
perdone mi tristeza.
y las molestias.
BREVE MENSAJE ENRROLLADO EN LA PATA DE UNA PALOMA
A R.H.
Tu vientre
Tus manos
Antes de tu lenguaje
sólo hambre, lágrimas & pellejos,
cuerpos desnudos en la noche desnuda,
insomnios temibles para evadir la orfandad,
pequeños calabozos absurdos
hechos para encerrar falsas tempestades.
[OUTSIDE]
Pasado el tiempo:
el hombre es una rama incapaz de sostener a los pájaros.
[INSIDE]
[BORDER]
Abrimos la puerta.
De cara al asfalto
la memoria del agua: esa cortina transparente
para volver a refugiarnos en el mar.
CINCO FOTOGRAMAS DE LLUVIA PARA DESPEDIR EL INVIERNO
La luna
siempre será menos hermosa
que la luciérnaga detenida sobre los dedos.
Ríos O'Hara
A Stefani Martínez.
I
Mi lengua,
carretera abierta por la cual pasea tu cuerpo,
músculo sellado bajo las huellas de tu sudor.
II
El aire es capaz de respirarnos,
de nombrar con su brújula transparente
un sismo acuático:
una blanca marea de arcilla sobre las manos.
III
Tu ombligo,
pozo desnudo para desvestir mis labios.
IV
Mis dedos atravesando tu cuerpo;
mis dedos tan cerca de tu corazón.
V
Digo tu nombre como decir el agua,
tibio rastro de espuma a las orillas de mi voz.
DELIRIUM TREMENS: ROOM 504
A Stefani Martínez.
Blancas las paredes, las sábanas, la alfombra minúscula que es ahora mi lengua sobre la
página. Un temblor recorre los huesos, un canto violeta que atraviesa los párpados. Veo mi
rostro y apenas identifico mi aliento.
Algo de paisaje me devuelven tus labios. No todo es memoria diluida entre los dedos.
Hasta aquí, es transparente mi cordura. Después está el vacío, el lamento circular del vaso,
el líquido escape del sueño olvidando mis ojos.
Recuerdo: ambos éramos pequeños, y tu desnudez una sábana suficientemente amplia para
escaparnos del frío. Aquella habitación, muy distinta a esta en que me encuentro. Allí, pensar
en tus labios tenía sentido. Tu saliva dibujaba una torre alta y muy firme por la cual podíamos
saltar los dos.
En mi garganta, otra vez la asfixia, otra vez la náusea, el garfio metafísico perforando los
pulmones, encontrando la caries en cada palabra que haya pretendido calmar la sed.
La madrugada tiene manos para mi rostro, para inventar un canto yugular que se abra contra
sí mismo. Es blanco y espeso el recuerdo. Blanca la forma del sueño en que tu pecho busca
ser refugio para mi boca.
Es mediodía en mi sangre.
Pienso en nosotros.
Pienso en nosotros
y se apaga mi rostro.
Al pronunciar la rosa
todo su aroma desaparece,
al preguntar por el color del silencio
todos los ruidos encuentran una lengua para morder.
EL lenguaje es ruptura del cuerpo y la caída balbuceo del cráneo. Pronunciar la carne es
buscar el origen del muro: amanecer entre los ojos de los caballos. Humpty Dumpty ha caído
sobre su propia lengua. De nada sirve preguntarse cuántos ladrillos escribió con su nombre,
cuántas caídas esperaron la suya. Humpty Dumpty escribe en su calendario las fechas que
nunca fueron inventadas, los cigarros que nunca fueron encendidos. Fuera de la legalidad:
Humptydumpty es la palabra del niño que ha nacido demasiado viejo. A Humpty Dumpty no
le gusta el llanto de Huidobro, y dice que el origen es una mentira, nada de «Mitradente,
Mitrapausa, Mitralonga» y menos cuando esto necesita mucha seriedad para poder existir.
Las mayúsculas son como gritos dice HUMPTY DUMPTY, y no comprende hasta ahora
las pretensiones de Vicente. Dice que los paracaídas fueron inventados para aquellos cuya
redontella significa encontrarse tallerendo a orillas del lucenario. En el ojo de Humpty
Dumpty: no encontrarán séptimos cantos. «El mayor canto es el silencio» dijo -mientras no
pronunció ninguna de sus palabras. Para Humpty Dumpty es imposible encontrar un
montresol al lado de una mandotrina, eso es obvio, si el tempovío no madruga con los ojos
abiertos. Para Humpty Dumpty la definición es el espejo de las contradicciones. Los
diccionarios existen para negar la fragilidad de nuestros cuerpos: para detener el rebote detrás
del rumor de nuestra caída. A Humpty Dumpty no le importa encontrar su desnudez en el
plato del rey, ni respirar su retrato en la saliva del pordiosero. Humpty Dumpty es la negación
de lo que alguna vez ha sido negado. Una sola de las palabras puede ser la misma soledad. Y
la afirmación de la muerte una semilla que nace en el vientre de los pájaros. No intenten
definir a Humpty Dumpty: él es un huevo que ha caído torpemente desde un muro y nada
más.
ARS POÉTICA
Al pronunciar la rosa
todo su aroma desaparece,
al preguntar por el color del silencio
todos los ruidos encuentran una lengua para morder.
si digo la manzana
espero que se vean mordiendo a la serpiente.
CONTRA LOS POETAS: ENSAYO ACERCA DE LA HUMILDAD
Lengua-bandera-quemada:
el sol es un manto frío sobre los huesos.
Yergo mi sombra
y la joroba es una lágrima
fabricada hace ya veinticinco años.
Lengua-bandera-quemada,
nada más saberse este sitio diluido,
esta brisa blanda que mece los párpados,
que irrita la sangre por unos segundos,
que flexiona el músculo por el cual nos sabemos llanto.
Salvo a la hormiga
porque pretendo que ella salve al hormiguero.
Entiendo que mi carne y la tierra
alimentan un árbol hipotético,
en él: los gusanos que nacieron de mi tórax
reptan su amor de invierno:
inauguran las flores.
[El árbol es inútil y lo sabe, pero su sombra cobija los besos de los amantes.
El árbol es inútil y lo sabe, pero los perros orinan sobre su tronco.
El árbol es inútil y lo sabe, pero se quema y apaga el frío en otros cuerpos]
Lengua-bandera-quemada
Lengua-bandera-quemada
Lengua-bandera-quemada
Lengua-bandera-quemada
Lengua-bandera-quemada
Lengua-bandera-quemada
Lengua-bandera-quemada
Lengua-bandera-quemada
Lengua-bandera-quemada
Nace la palabra,
y su lugar únicamente sostenido en la transparencia.
sólo la sangre y su paso en otros rostros, sólo el golpe y su hematoma y su corto calendario,
sólo el desvío amoratado en la quijada, sólo el amor y su palpitar enfermo entre la hiedra,
sólo eso dentro del ataúd, sólo eso..., solos.
Lengua-bandera-quemada,
Toda amargura puede ser dicha desde los labios del silencio.
Y observo,
porque otras son las guerras de este tiempo, la pólvora & los perros,
¿& quién quiere salir si allá afuera es igual el aroma del fracaso?
No se necesita luz para comprender la rosa. No se necesitan labios para saborear el beso.