Está en la página 1de 311

a

Por
Dr. Eugenio Ramirez Morales

Ediciones Vida Nueva


www.cfcvidanueva.com
2006
Dones y Ministerios

Título: Los Dones y Ministerios


La Obra del Espíritu Santo. Ayer y Hoy.
© Derechos Reservados 2005
Registro de Propiedad Intelectual
Nº 92.826

I.S.B.N. 956-7511-04-7

Primera Edición: 2007.

Ediciones Vida Nueva


E-mail: eugenioramirez@yahoo.com
http:// www.cfcvidanueva.com

Dibujos en su interior, aporte de Bruno Moser


Usados con permiso

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra sin la


autorización escrita del editor.

Portada diseñada por: Hernando Guerrero C.

Impreso en:
Santiago - Chile

Impreso en Chile

2
Dones y Ministerios

Capítulo CONTENIDO

Prólogo 5
1. La Persona del Espíritu Santo. 9
2. El Espíritu Santo en la vida humana 19
Un Análisis Gráfico
3. Introducción a Los Dones del Espíritu Santo. 39
4. Unción, manifestación de dones y la gloria de Dios. 53
5. La Naturaleza de los Dones Espirituales. 63
Una explicación sintética.
6. Estudio Sintético de 1Corintios 12 - 14. 69
Definiciones y clasificaciones de los dones.
7. Los Dones del Ministerio Quíntuple. Efesios 4:11 89
8. Los Dones de manifestación del Espíritu Santo. 139
Un Análisis más detallado.
9. Los Dones del Ministerio dentro del Cuerpo. 205
10. ¿Cómo descubrir los Dones Espirituales en nuestra
vida? 210
11. Grandes Experiencias espirituales registradas por la
historia. 223
12. Lo que se debiera esperar de un avivamiento del
Espíritu Santo. 259
13. La transmisión de la Unción del Espíritu Santo. 269
14. El Empleo de la Unción del Espíritu Santo. 289
Bibliografía 299

3
Dones y Ministerios

4
Dones y Ministerios

Prólogo
¡Bienvenido a una de las experiencias más
fascinantes con el Espíritu Santo!
Acerca de la persona del Espíritu Santo y de los
Dones Espirituales existe una abundante bibliografía
de libros escritos. ¿Por qué un nuevo libro sobre el
tema? La razón básica es porque esta es un área de
riqueza espiritual verdaderamente inagotable y llena de
gloria. Además, aquí está la vida de la iglesia de
Jesucristo.
El apóstol Juan dijo de Jesucristo que: “de su
plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia” (Juan
1:16). Si podemos beber de esta fuente inagotable de
gracia, es porque estamos bebiendo de un Dios que no
tiene límites. De un Dios que no se agota. De un Dios
que nunca terminaremos de conocer y de experimentar
nuevas vivencias junto a El. Del Espíritu Santo
recibimos la gracia, la revelación, la comunión, la
fortaleza, las estrategias de crecimiento, la adopción
en la familia de Dios, los dones espirituales, los frutos
del Espíritu, la salvación del pecado, la esperanza de la
vida eterna, las promesas. y aún podríamos seguir
declarando las inagotables riquezas espirituales de lo
que Él ha significado para nuestras vidas. Por tanto,
reitero con gran entusiasmo: ¡Bienvenidos a esta
fascinante experiencia con el Espíritu Santo!

5
Dones y Ministerios

La relación con el Espíritu Santo y los dones ha


cautivado mi corazón desde que me convertí a Cristo,
hace ya tres décadas. Esta experiencia con el Espíritu,
ha sido algo que nunca me ha dejado de fascinar. Así
que por tercera vez le digo: ¡Bienvenido a esta
fascinante dimensión del Espíritu!
El mayor énfasis de este libro está en los “Dones
Espirituales”. Los Dones son gracias divinas, son
herramientas para trabajar y son áreas de servicio en el
reino. El apóstol Pablo dijo: “No quiero hermanos que
ignoréis acerca de los dones espirituales” (1Cor.12:1).
El desconocimiento acerca del tema de los Dones
Espirituales, es similar en la actualidad. Hoy en día los
“Dones Espirituales” son casi unos “perfectos
desconocidos”. En consecuencia, la misma motivación
que tuvo el apóstol Pablo, ha sido la que me ha llevado
a escribir este libro: “Dar a conocer acerca de los dones
espirituales.”
En este libro abordaremos varios temas acerca de
los dones Espirituales. Las ideas generales acerca de la
obra del Espíritu Santo. La naturaleza de los dones, sus
clasificaciones, las definiciones de cada don, las
manifestaciones y áreas que cubre. Ejemplos bíblicos y
prácticos que aclararán lo que son y cómo
reconocerlos.
Pero, a mi juicio, lo más importante acerca de los
Dones Espirituales es despertar el hambre para
pedirlos y manifestarlos en la vida de servicio al reino.
6
Dones y Ministerios

Para eso, después de explicarlos, ofrecemos una ayuda


de cómo descubrir los dones y activarlos en nuestra
experiencia espiritual. También la historia de la iglesia
abunda en maravillosas y sobrenaturales experiencias
espirituales que vivieron los grandes hombres de Dios
que, por cierto, serán de gran inspiración.
Isaías dijo: “Acontecerá en aquel tiempo que su
carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu
cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción” (Isaías
10:27). Eso significa que la poderosa unción del
Espíritu Santo rompe y quebranta todo “yugo” de
opresión. En este libro encontramos dos capítulos
dedicados a la trasmisión y empleo de la unción del
Espíritu donde reside la autoridad espiritual, que serán
de mucha motivación.
Ruego al Señor, que este libro resulte de mucha
inspiración, y haga brotar en usted el deseo de
“anhelar los mejores dones espirituales para la
edificación de la iglesia” (1Cor. 14:12).
¡Qué Dios cumpla su propósito para el cual fue
escrito!

Dr. Eugenio Ramírez M.


Santiago, Chile. Año 2006.

7
Dones y Ministerios

8
Dones y Ministerios

Capítulo Uno

La Persona del Espíritu


Santo
¿Q uién es el Espíritu Santo? Esta es una pregunta
profunda y significativa. La pregunta de ¿Quién es el
Espíritu Santo? Equivale a preguntar, ¿Quién es Dios y cómo
es El? No basta con dar una definición acerca de El, sino que
nos conviene saber ¿cómo es El y cómo actúa en nuestros
corazones? Esto habla de tener y vivir una verdadera relación
con el Espíritu Santo para que lleguemos a conocerle.

La naturaleza del Espíritu Santo


El presente capítulo, presenta la doctrina sintetizada
acerca del Espíritu Santo. La Biblia enseña acerca de los
nombres del Espíritu y sus símbolos. Estos revelan la
naturaleza del Espíritu.
Los nombres del Espíritu son: El Espíritu de Dios, El
Espíritu de Cristo, El Consolador, El Espíritu Santo, El
Espíritu Santo de la promesa, El Espíritu de verdad, El
Espíritu de Gracia, El Espíritu de Vida, El Espíritu de
Adopción.
Los símbolos que le representan son: El fuego, el viento,
el agua, un sello, el aceite, y la paloma.

9
Dones y Ministerios

Los nombres del Espíritu


1. EL ESPÍRITU DE DIOS (Es el Poder Ejecutivo de la Deidad).
¿Es divino el Espíritu Santo? Sí, lo es. Esto queda
demostrado por los atributos divinos.
Es eterno (Heb.9:14)
Es Omnipresente (Salmo 139:7-10)
Es Omnipotente (Lucas 1:35)
Es Omnisciente (1Cor.2:10-11).

Cumple operaciones divinas.


En la creación (Gen.1:2, Job 33:4)
En la regeneración del creyente (Jn.3:5-8).
En la resurrección de Cristo y futura glorificación de
los creyentes (Rom.8:11)
Se le pone al mismo nivel de dignidad con el Padre y
el Hijo (2Cor.13:14; Mt.28:19)

¿Es una persona o solo una influencia? Es persona


porque tiene los atributos de una personalidad:
Intelecto (Rom.8:27; 1Cor.2:10)
Sensibilidad (Ef.4:30; Stg.4:5)
Voluntad (1Cor.12:11)

Sus actividades personales son:


Revela (2Ped.1:21) Enseña (Jn.14:26)
Atestigua (Gal.4:6) Intercede (Rom.8:26)
Habla (Apoc.2:7) Ordena (Hch.16:6-7)
Testifica (Jn.15:26) Se le puede contristar (Ef.4:30)
Mentir (Hch.5:3) Blasfemar (Mt.12:31-32).

10
Dones y Ministerios

2. EL ESPÍRITU DE CRISTO (Porque está en


relación a Cristo):
Se le envía en el nombre de Cristo (Jn.14:26)
Imparte la vida de Cristo (Jn.1:12-13; 4:10;: 7:38).
Revela lo de Cristo (Juan 16:14).
Produce los frutos cristianos (Filipenses 1:11; Gálatas
5:22-23)
Ocupa el lugar de Cristo (Juan 14:16)
Imparte el poder de Cristo (Hch.1:8; Jn.14:12)

3. El CONSOLADOR (Juan14:14). ¿Por qué se


denomina así?
Porque los discípulos estaban atribulados y
necesitaban del consuelo divino.
Jesús hizo frente a esta necesidad, prometiéndoles a
"otro Consolador".
El vocablo griego "Paracleto" traducido
"consolador", representa a aquel que camina junto al
creyente, lo consuela y fortalece. En los tiempos
bíblicos, dentro del mundo griego, existía la
costumbre de que cuando alguien iba a juicio, le
acompañaban unos amigos denominados
“Paracletoi” (consoladores), quienes fortalecían a su
amigo en los momentos de crisis. Este vocablo en
latín es “ad vocatus”, de donde viene nuestra palabra:
abogado.
Entonces, “el consolador” nos trae la comunión con el
Cristo resucitado y exaltado a través de su Espíritu.

11
Dones y Ministerios

4. EL ESPIRITU SANTO.
Es el nombre más frecuente en el Nuevo Testamento.
Aparece 75 veces mencionado.
Este título recalca dos cosas:
Su santidad.
Su principal obra que es la santificación.

5. EL ESPIRITU SANTO DE LA PROMESA.


Denominado así porque el recibimiento de su poder y
de su gracia constituye una de las bendiciones
sobresalientes prometidas en el Antiguo Testamento.
Ezequiel 36:27; Joel 2:28.

6. EL ESPIRITU DE VERDAD (Juan 14:17; 15:26; 16:13).


El propósito de la encarnación fue revelar al Padre.
La misión del Espíritu es la de revelar al Hijo.
El Espíritu Santo es el "intérprete" de Jesucristo.
El Espíritu no ofrece una nueva revelación, antes bien
aclara la mente del hombre, capacitándole para
descubrir un significado más profundo en lo que
respecta a la vida y palabras de Cristo.

7. EL ESPIRITU DE GRACIA (Hebreos 10:29; Zacarías 12:10).


El Espíritu Santo da al hombre gracia para
arrepentirse al contender con él.
También imparte poder para santificación, y para
sufrir con paciencia; Ejemplo: la experiencia de
Pablo: "Bástate de mi gracia" (2ª Corintios 12:1-10),
y gracia para el servicio.

12
Dones y Ministerios

8. EL ESPIRITU DE VIDA (Romanos 8:2; Apocalipsis 11:11).


"Creo en el Espíritu Santo, el Señor y dador de la
vida", reza un antiguo credo.
El Espíritu es aquella persona de la Trinidad cuya
función especial es la creación y preservación de la
vida natural y espiritual.

9. EL ESPIRITU DE ADOPCION (Romanos 8:15).


El Nuevo Nacimiento imparte la vida de Cristo a
nuestros corazones y somos participantes de la
naturaleza divina.
El Espíritu da testimonio a nuestro espíritu de esta
filiación con Dios. Pablo dice: “El Espíritu mismo da
testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de
Dios” (Romanos 8:16).

Los símbolos del Espíritu


Para ayudarnos a aclarar más ampliamente el concepto y
función del Espíritu Santo, este es representado por medio de
símbolos.
EL FUEGO. Isaías 4:4; Mateo 2:11; Lucas
3:16. El fuego ilustra la pureza, limpieza,
arrojo vehemente y celo producido por la
unción del Espíritu Santo. Es comparado al
fuego porque este calienta, ilumina, purifica
y se propaga.

EL VIENTO. Ezequiel 37:7-10; Juan 3:8; Hch.


2:2. El viento simboliza la labor
regeneradora del Espíritu e indica sus
operaciones misteriosas, independientes,
purificadoras y que imparte vida.
13
Dones y Ministerios

EL AGUA. Éxodo 17:6; Ezequiel 36:25-27;


Juan 3:5; 4:14; 7:38. El poder del Espíritu
hace en el terreno de lo espiritual, lo que el
agua hace en el orden material. El agua
purifica, refresca, apaga la sed y convierte el
campo estéril en tierra fructífera. La
expresión "Agua viva" contrasta con las
aguas estancadas de cisternas o pantanos.
UN SELLO. Efesios 1:13; 2 Timoteo 2:19.
Este símbolo indica dos ideas:
Propiedad y Pertenencia.
Los creyentes son propiedad de Dios y se
sabe por el Espíritu que mora en ellos.

EL ACEITE.
Este es quizás el más familiar y común de
los símbolos del Espíritu.
Este indica: utilidad, fructificación, belleza y
transformación.

LA PALOMA.
Como símbolo nos habla de dulzura, ternura,
amabilidad, inocencia, suavidad, paz, pureza
y paciencia.

La Revelación Bíblica es obra del Espíritu


Santo en dos sentidos:
El inspiró a los autores humanos de la Biblia para que
escribiesen correctamente el mensaje de Dios (2Samuel
23:2; Juan 14:26; Hechos 28:25; 2Pedro 1:20-21).

14
Dones y Ministerios

El ilumina a quien lee las Escrituras, completando así la


comunicación de Dios al hombre (Jn.14:26; 16:13;
1Corintios 2:10-12).

EL ESPIRITU SANTO EN EL
ANTIGUO TESTAMENTO
Síntesis de la doctrina
El Espíritu Santo es descrito en el Antiguo Testamento en
tres aspectos: (1) Como Espíritu creador; (2) Como Espíritu
capacitador y (3) Como Espíritu regenerador.

1. COMO ESPIRITU CREADOR: Participó:


En la Creación del Universo (Gen.1:2; Job 26:13;
Salmo 33:6; 104:30)
En la Creación del Hombre (Gén.2:7; Job 33:4)

2. COMO ESPIRITU CAPACITADOR:


Forma Obreros de Dios
Ejemplos:
José, como administrador.
Bazaleel, como artesano (Ex.31:1-5).
Moisés, como legislador, gran profeta y líder.
Josué como líder del pueblo (Núm.27:18-23).
Los jueces, como Gedeón (Jueces 6:34); Sansón
(Jueces 13:25; 14:6,19; 15:14).
David como rey ungido (1Sam.16:13)
Produce Portavoces de Dios:
Los Profetas y Maestros.

15
Dones y Ministerios

3. COMO PODER PARA REGENERAR: EL


ESPIRITU SANTO.
Despliega actividad, pero no se recalca.
Estaba presente en todo Israel.
David reconoce la bondad del Espíritu. “Tu buen
Espíritu me guíe” (Salmo 143:10). Después de su
pecado, oró que el Espíritu no fuera quitado de él
(Salmo 51:11)
Se destacan más sus operaciones capacitadoras, que
su influencia santificadora.
Su derramamiento general sería una bendición
futura.
Estaría en todos los hombres que creyesen (Joel 2:28)
No estaría limitado solo a Israel.
Moraría en los corazones de los hombres (Ezequiel
36:25-29; Jeremías 31:33-34)
Su relación con el Mesías:
Cristo sería el gran "dador" del Espíritu (Mateo 3:11;
Juan 7:39).
Este sería su mejor regalo (Lucas 11:13).

16
Dones y Ministerios

EL ESPIRITU SANTO EN LA VIDA


DE CRISTO
El Espíritu Santo desempeñó un papel muy importante en la
vida de Cristo.
Lo engendró en el vientre de María, la virgen.
“Un ángel del Señor... le dijo: José, hijo de David,
no temas recibir a María tu mujer, porque lo que
en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”
(Mateo1:20).
“El ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre
ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por lo cual también el Santo Ser que
nacerá, será llamado Hijo de Dios” (Lucas 1:35).
Lo sostuvo y fortaleció durante la tentación en el
desierto.
“... luego el Espíritu le impulsó al desierto. Y
estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era
tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los
ángeles le servían” (Marcos 1:12-13).
Le concedió poder y autoridad para el ejercicio
de su ministerio.
“Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea,
y se difundió su fama por toda la tierra de
alrededor” (Lucas 4:14).
Lo capacitó para enfrentar la muerte expiatoria.
“¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual
mediante el Espíritu eterno se ofreció a si mismo
sin mancha a Dios...” (Hebreos 9:14).

17
Dones y Ministerios

Lo resucitó de entre los muertos.


“(Cristo) fue declarado Hijo de Dios con poder,...
por la resurrección de entre los muertos” “Y si el
Espíritu que levantó de los muertos a Jesús mora
en vosotros... vivificará también vuestros cuerpos
mortales por su Espíritu que mora en vosotros”
(Romanos 1:4; 8:11).

Da testimonio de Cristo y le glorifica.


“Pero cuando venga el... Espíritu de verdad, el
cual procede del Padre, él dará testimonio acerca
de mi” “El (Espíritu Santo) me glorificará; porque
tomará de lo mío y os lo hará saber” (Juan 15:26;
16:14).

El Espíritu Santo proveyó al Hijo encarnado de


todo poder y autoridad que le eran necesario
durante su permanencia entre los hombres.
“Cómo Dios ungió con el espíritu Santo y con
poder a Jesús de Nazareth, y cómo este anduvo
haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos
por el diablo, porque Dios estuvo con él”
(Hch.10:38).

18
Dones y Ministerios

Capítulo Dos

El Espíritu Santo
En la vida del hombre
Un análisis gráfico de los siguientes
temas:
El Espíritu Santo en la vida del
creyente
“Llegasteis a ser participantes de la naturaleza
divina” (2Ped.1:4)

El Espíritu Santo nos ayuda.


“El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad”
(Romanos 8:26).

Hacia una vida con la llenura


Del Espíritu Santo
“... antes bien sed llenos del Espíritu” (Efesios
5:18)
El Fruto del Espíritu Santo
“Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza” (Gálatas 5:22)

19
Dones y Ministerios

“EL ESPIRITU SANTO EN LA VIDA DEL


CREYENTE”

20
Dones y Ministerios

El Espíritu Santo en la Vida del


Creyente
(Explicación del gráfico)

E l poder espiritual en el hombre deriva del Cristo


glorificado, nuestra roca. El origen del poder del Espíritu
Santo se encuentra en Cristo. El es la roca de la cual
salen tanto el agua como el fuego del Espíritu Santo. El
creyente tiene desde el Nuevo nacimiento a la persona del
Espíritu Santo, pero no todo su poder. La plenitud se recibe
en el bautismo del Espíritu Santo (visto en los Puntos 9 y 11).
1. La Muerte Espiritual. Esta se compara a un tren sin
poder (vapor) que baja por su propio peso. El hombre
natural es arrastrado por el pecado. No tiene ninguna
obra de justicia. Isaías dice: "Si bien todos nosotros
somos como suciedad, y todas nuestras justicias como
trapos de inmundicia".
2. La corriente de este mundo los lleva por el camino
espacioso mediante el espíritu de este siglo. Sea cerca o
lejos de la palabra la "corriente del mundo" lo arrastra al
abismo (Efesios 2:1b; Apocalipsis 3:1b; Romanos 8:6-8).
3. Sin frenos. Así corre el pecador, lo sepa o no. Existen
personas en el mundo que pueden ser catalogadas de
"honorables", pero están perdidos. Otros corren en una
vida desenfrenada. Pedro dice lo siguiente: "Baste ya el
tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los
gentiles, andando en lascivias, concupiscencias,
embriagueses, orgías, disipación y abominables
idolatrías. A estos les parece cosa extraña que vosotros
no corráis en el mismo desenfreno de disolución y os
ultrajan". (1Ped.4:3-5).

21
Dones y Ministerios

4. La eterna perdición. Ese es el destino del hombre sin


Cristo. La perdición espera al que rechaza la salvación
ofrecida por Cristo. En la muerte espiritual no hay
ninguna reacción frente a Dios. Pero, frente al pecado y a
la corriente de este mundo es que se acentúa la actividad
del espíritu caído. La eterna perdición es la ausencia de
todo lo que nos habla de Dios. "Los cuales sufrirán pena
de eterna perdición excluidos de la presencia del Señor y
de la gloria de su poder" (2Tes.1:9).
5. El poder satánico. Está presente en la lucha espiritual.
Mediante el poder satánico se sube para precipitarse al
abismo. (2Tes.2:9-12; Mateo 24:24).
6. Escuchar la Palabra invita al Espíritu (Jn.6:63). El
poder espiritual de Dios actúa en la persona que recibe
"la Palabra" del amor y de la gracia de Dios.
7. El arrepentimiento es el cambio de la placa giratoria
que da nuevo rumbo a la vida. Es un giro de 180 grados.
8. La conversión. Es la parte práctica del arrepentimiento.
La gracia del arrepentimiento interviene porque el
Espíritu convence de pecado. La gracia de la conversión
se manifiesta cuando el Espíritu Santo presenta la
justificación por la fe en Jesús.
9. El Nuevo Nacimiento. Es la nueva vida que imparte
Jesús. En la ilustración representa el poder para subir
(Agua y fuego, símbolos del Espíritu Santo, que
producen vapor). La gracia del Nuevo Nacimiento es la
obra por excelencia del Espíritu Santo cuando él entra en
el corazón para vivificar y vigorizar.
10. La Comunión del Espíritu Santo. Es ilustrado por el
andén. El Espíritu Santo forma el Cuerpo de Cristo,
tangible en la iglesia local. La comunión se representa

22
Dones y Ministerios

con varios rieles donde el "carro" tiene comunión con


otros carros. (2Cor.13:14).
11. El bautismo en el Espíritu Santo. Responde al anhelo
de su plenitud para poder servir mejor. La naturaleza del
bautismo del Espíritu es "Poder para servicio". No es
para salvación ni para santificación del creyente. Es una
experiencia de encuentro de poder y trae como
manifestación física e inicial el "hablar en nuevas
lenguas". (Hch.1:4-5; Mateo 3:11).
12. Los dones espirituales. Son representados como
"herramientas". Estas herramientas tienen el propósito de
edificar al cuerpo de creyentes. (1Cor.12:1, 7-11).
13. El extravío. Esto se refiere en la gráfica a sobre
dimensionar la experiencia espiritual y caer en el
"fanatismo". Generalmente una persona que cae en
fanatismo se guía por experiencias extra sensoriales
únicamente y descuida la Palabra de Dios.
14. La santificación. Los frutos del Espíritu, representados
por el racimo, son el resultado de la santificación.
Representa la madurez espiritual de la nueva naturaleza
divina (2Ped.1:3-4; Gálatas 5:22-23; Efesios 5:9).
15. La Obra Misionera. Un altoparlante que sirve para
testificar. El Espíritu Santo entrega unción espiritual para
que nuestro testimonio sea con poder. El apóstol Pablo
así lo presenta: "... ni mi palabra ni mi predicación fue
con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con
demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra
fe no esté fundada sobre las palabras de los hombres,
sino sobre el poder de Dios" (1Cor.2:4-5).
16. La apostasía. Esta la cometen aquellos que rehusan la
prueba y la persecución y sucumben de la fe. Existen dos

23
Dones y Ministerios

maneras de salir de la experiencia bíblica, ilustrado en el


gráfico: (1) Por fanatismo o extravío, en el Pto. 13, y (2)
por la apostasía, que es negar la fe que lleva a apartarse
del Señor.
17. La Victoria Espiritual. Representada por los túneles
que simbolizan las pruebas. Aquí cada uno tiene que
pasar la prueba por si mismo. La victoria espiritual no
debe conducir al menosprecio de los débiles en la fe o a
formar divisiones (Rom.8:13, 18; 35-39).
18. La Unidad Espiritual. Esta es vista cuando se sale del
túnel y las líneas se vuelven a juntar en una. El Espíritu
impulsa la unidad. Pablo exhorta a ser "solícitos en
guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz"
(Efesios 4:3; Jn.17:23).
19. La Espera del Retorno. Con el catalejo observamos las
señales del retorno de Cristo. Con esto aumenta la
esperanza (Apoc. 22:17; Filp.3:20).
20. La Glorificación. Esta representa el propósito del
retorno de Cristo. Será el Espíritu Santo quien glorificará
el cuerpo del creyente, a un cuerpo glorioso, como el de
Jesucristo en su resurrección. El arrebatamiento o rapto
de la iglesia reúne al Esposo (Cristo) con la esposa (la
iglesia) en las nubes y trae la entrada definitiva a la
gloria. (Flp. 3:21).

24
Dones y Ministerios

“EL ESPIRITU SANTO NOS AYUDA”

25
Dones y Ministerios

El Espíritu Santo nos ayuda


(Explicación del gráfico)

E l Espíritu Santo es descrito como el " Otro


Consolador" (gr.: Parakletos) que también se puede
traducir como ayudador. Así nos ayuda, sobre todo en
la santificación (1Ped.1:2), para que lleguemos a desarrollar
un carácter semejante al de Cristo (Juan 14:16).
Jesucristo, para el creyente es la fuente de vida y de
poder. En el gráfico, la vida está representada por la "Vid" y
el poder está representado por la "corona".
El Espíritu Santo es el continuador del ministerio de
Cristo, y nos entrega su vida y su autoridad. Después de la
resurrección, Jesús se convirtió en la fuente de vida para los
creyentes, quienes están conectados con él como el pámpano
con la vid. Después de la ascensión y exaltación, Cristo llegó
a ser el Rey de Reyes y Señor de Señores, con la prerrogativa
de impartir poder mediante su Espíritu lo que expresa el
símbolo de la corona y el fuego.
1. La Paloma. El símbolo de la paloma lo destaca como la
tercera persona divina enviada del Padre y del Hijo, para
cumplir la palabra de Dios en esta creación y en la nueva,
para todo aquel que la cree. El Espíritu Santo actúa como
el poder ejecutivo de Dios. Pero no ha de tratarse con él
como una mera fuerza impersonal, sino como Dios al cual
nos sometemos con sensibilidad.
2. La luz del Espíritu. Como luz alumbra sobre las
tinieblas del corazón del hombre. Así produce la triple
convicción. La convicción de pecado, de justicia y de
juicio (Jn.16:8-11). Convence del pecado de incredulidad
que esclaviza el corazón humano. Convence de la justicia
que Cristo adquirió en la cruz. Porque nuestras justicias o
26
Dones y Ministerios

buenas obras eran como "trapos de inmundicia" (Isaías


64:6). Y Convence de juicio contra Satanás. El diablo es
un enemigo derrotado (Ver Colosenses 2:13-15).
3. El poder del Espíritu de vida. La vida del Espíritu se
manifiesta de dos maneras. En la (3.a) liberación y en la
(3.b) renovación espiritual. En el gráfico, el corazón no
está dividido. Se representan así las dos maneras del obrar
del Espíritu Santo, tal como la paloma vuela con dos alas.
(3.a) Liberación: Ante la luz del Espíritu que entra al
corazón han de huir las tinieblas del pecado, señalado por
la cadena y el diablo que domina, desde las tinieblas,
sobre el mundo. El no aguanta la luz de la justicia de
Cristo.
(3.b) Renovación. Aquí opera la nueva creación o Nuevo
nacimiento en el hombre interior vista en el fuego en el
corazón del hombre.
Ahora el Espíritu Santo hace morada en el corazón y
opera en tres direcciones:
4. En la oración. Esta nos une a Dios (Jd.20). La flecha
señala hacia Dios, a quien han de llegar nuestras
oraciones mediante el Espíritu Santo, para que sean
contestadas.
5. En la comunión. La flecha horizontal indica que el
Espíritu Santo incentiva la comunión fraternal, vista entre
los racimos que se interrelacionan como miembros de la
iglesia, vista en la vid. Los racimos maduran en grupos,
no aisladamente. Esta comunión se ilustra en la "Santa
Cena" (1Cor.10:16-17).
6. En la evangelización. La flecha indica hacia abajo. El
Espíritu nos envía al mundo. Solamente los creyentes
poseen en sí la semilla de uva para sembrarla testificando

27
Dones y Ministerios

de Jesús. Estando nosotros espiritualmente sentados en


los lugares celestiales, nos referimos al mundo como
abajo. La semilla de la uva, la tienen, en lo espiritual,
solamente los creyentes. Por esto ellos han de ir a todo el
mundo para llevar fruto.
7. Permanecer en Cristo. Este es un misterio: el creyente
permanece unido a Cristo, la "Vid Verdadera". (Juan
15:4; 1Juan 2:28). De esta manera lleva Frutos
espirituales.
8. El Fruto del Espíritu. Este es resumido como "Amor"
(Rom.13:10; Gálatas 5:22-23). El distintivo del creyente
es el fruto del Espíritu como expresión de la santidad
(Mt.7:16; Heb.12:14).
(8.a) La Justicia. Esta deriva del amor, dando gozo y
paz. En la gráfica, la balanza pesa los corazones y los
encuentra aptos por la fe que justifica. Es el amor de Dios
que procura nuestra justicia.
(8.b) La bondad. Esta agrupa la paciencia y benignidad.
En la gráfica el estrechar las manos denota bondad y un
intercambio provechoso.
(8.c) La verdad. La verdad reúne la fe, la mansedumbre
y la templanza. En la gráfica la Biblia abierta presenta la
verdad de Jesucristo como Salvador y Señor.
9. El Bautismo en el Espíritu. El bautismo en el Espíritu
Santo y Fuego es la promesa del Padre. Cristo, como rey
excelso la aplica donde el creyente anhela la plenitud de
amor y poder para testificar (Hch.1:8). El bautismo en el
Espíritu Santo no es un mero medio para recibir dones
espirituales, sino una experiencia con el Espíritu para ser
controlado por él, como el fuego que calienta e ilumina
nuestro corazón. Después pueden manifestarse los dones

28
Dones y Ministerios

espirituales como llamas espontáneas. (Mateo 3:11;


Hch.1:4-5; 2:3). Este tiene como señal física inicial el
hablar en nuevas lenguas.
10. Los Dones espirituales. Estos son capacitaciones para el
servicio. Son manifestaciones sobrenaturales del Espíritu
Santo (1Cor.12:7-11). Se pueden agrupar en tres tipos.
Los dones para conocer sobrenaturalmente (P. de
Sabiduría, P. de Ciencia y Discernimiento de espíritus);
los dones para hablar (Profecía, géneros de lenguas e
interpretación de lenguas) y los dones para actuar (Fe,
sanidades y milagros). La relación entre el "Fruto" y los
"Dones" es que el fruto del Espíritu debe crecer
enteramente en cada creyente, mientras que los dones
espirituales los reparte el mismo Espíritu como el quiere
(1Cor.12:11).
11. La colaboración entre el fruto y los dones. Ilustrado en
la gráfica como una mano amorosa que usa la
herramienta eficientemente para edificar. Es la
disponibilidad para hacer bien y edificar la iglesia. Pero el
amor no es del todo eficaz, sin la herramienta.

29
Dones y Ministerios

“HACIA UNA VIDA LLENA DEL


ESPIRITU SANTO”

30
Dones y Ministerios

Hacia Una Vida llena del


Espíritu Santo
(Explicación del gráfico)

1. "El agua viva" del Espíritu Santo brota de la roca


golpeada, que es Cristo en su muerte expiatoria y
resurrección, a través del creyente. La plenitud del
Espíritu Santo es una orden de Dios. Solamente así es
glorificado Cristo en nosotros. El Cristo crucificado,
resucitado y glorificado es la fuente de vida eterna. El
agua viva de salvación fluye de la roca golpeada. La
figura empleada es la vara de Moisés que golpeó la roca y
de ella brotaron aguas abundantes. Así Cristo fue
golpeado en la Cruz, y por medio de su muerte puede dar
la plenitud del Espíritu Santo. (Juan 7:37-39; Exodo 17:6,
1Cor.10:4).
2. La plenitud del Espíritu. Esta procede del Cristo
exaltado como Rey. Por medio de la fe se debe hablar a la
roca pidiendo el bautismo en el Espíritu y buscar la
unción. Según el gráfico, la segunda vez que Moisés sacó
agua de la roca, él debía hablar a ella y no golpearla. Eso
aplicado a Cristo, significa que el Señor no ha de morir
dos veces para abrirnos la fuente de la salvación. Es decir,
el don del Espíritu se pide al Cristo exaltado. La unción
es la parte vigorosa de una nueva llenura con el Espíritu
Santo y destinada al servicio en el reino (Lc.24:49;
Hch.2:4; 4:31).
3. El viejo corazón. En la gráfica, el viejo corazón pierde
las aguas salutíferas. Con el cántaro del corazón se saca el
agua de vida. El cubo del viejo corazón no sirve.
(Mc.2:22; 1Cor.2:14).

31
Dones y Ministerios

4. El nuevo corazón. Es la obra regeneradora del Espíritu


Santo. Luego mora en el creyente y lo guía a subir a la
meta de la redención completa en la gloria. El nuevo
corazón es el resultado de la regeneración por el Espíritu
y la Palabra. Pero, necesita un nuevo contenido y este es
el Espíritu Santo; las "arras" de la redención final.
(Ez.36:25-27; Tito 3:4-7; Rom.8:11, 14).
5. Sin la plenitud del Espíritu. El resultado es un servicio
cristiano mezclado con sabiduría terrenal. En el gráfico
aparece el corazón con un "pedazo de mundo".
6. El Bautismo en el Espíritu satisface la sed de mucho
más amor y poder divino. El creyente se acerca del todo a
Cristo, al centro de la roca. Al ser sumergido por él, cede
el control de la alabanza al Espíritu hablando en nuevas
lenguas (Lc.24:52-53; Hch.10:46). El Bautismo en el
Espíritu es una experiencia espiritual impartida por
Cristo, a quien hay que acercarse entrando al río.
7. El fuego del poder sobrenatural de los dones
espirituales. Estos comienzan a manifestarse en la zarza
de lo natural, deshecho el viejo corazón. (2Tim.1:6;
Jue.6:21)
8. La investidura de poder se necesita al otro lado del río,
donde espera la abundancia, pero también la lucha contra
el enemigo: el diablo. En el gráfico, el diablo se compara
a un dragón (ataca desde las regiones celestes) con
muchos signos de poder. El soldado de Cristo lo ahuyenta
revestido por el Señor y el poder de su fuerza (Stg. 4:7;
Efesios 6:10-11; Apoc. 12:3,9).
9. Una nueva llenura. Esta recupera la plenitud del
Espíritu, cuando un mayor grado de crecimiento y de
dificultades demandan más amor y poder de Dios. En tal
caso nos valemos de cuatro pasos para entrar en el río: El
32
Dones y Ministerios

uso de la Palabra, de la alabanza, de la acción de


gracias y de la sumisión. (Hch. 4:27,31; Efesios 5:18).
La nueva llenura se busca y se consigue muy a menudo
en el valle de lágrimas (Salmo 84:6). Los 120 que fueron
bautizados en el Espíritu Santo en Pentecostés,
experimentaron nuevas llenuras ante las amenazas
crecientes (Ver Hch.4:31).
10. No basta imitar lo espiritual. Esto es sacar "espuma"
emocional. (2Cor.11:13-15, 3Jn.11; 2Cor.11:18). La
imitación emocional puede ser con gritos y saltos, sin el
toque interior.
11. El corazón lleno del Espíritu Santo, (en el gráfico)
reboza (Salmo 23:5; Hch.8:17). Este reboza y llena a
otros.

33
Dones y Ministerios

“EL FRUTO DEL ESPIRITU SANTO”

34
Dones y Ministerios

El Fruto del Espíritu Santo


(Explicación del gráfico)

E l fruto del Espíritu Santo es, en definitiva, lo más


importante en la vida cristiana. Jesús estableció que el
propósito de la redención es que los redimidos “lleven mucho
fruto y sean así sus discípulos” (Juan 15:8). ¿Cómo se logra
el fruto espiritual? Básicamente se alcanza, si permanecemos
unidos a Cristo, la vid verdadera. Jesús lo dijo: “Yo soy la
vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en
él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada
podéis hacer” (Juan 15:5).
Entonces, siguiendo la figura: Cristo es la vid y el
Espíritu Santo es la savia. El fruto se produce en forma
natural cuando se está unido a la vid. Este no es el resultado
del esfuerzo humano o de imitación.
Gálatas 5:22-23 describe el fruto del Espíritu como:
Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza.
Asimismo el racimo del amor se describe en el “Himno
al amor” en 1Corintios 13: 4-7: “El amor es sufrido” =
paciencia. “Es benigno” = benignidad. “No tiene envidia” =
paz. “No hace nada indebido” (se abstiene) = templanza.
“No busca lo suyo” (busca hacer el bien a otros) = bondad.
“No se irrita” = mansedumbre. “Se goza de la verdad” =
gozo. “Todo lo cree” = fe.
El fruto del Espíritu es el resultado de la santificación del
creyente. Jesús dijo: “Todo pámpano que en mí no lleva
fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará,
para que lleve más fruto” (Juan 15:2). Entonces la
santificación no es tan solo limpieza o purificación, sino
también llevar el fruto del Espíritu.

35
Dones y Ministerios

El Espíritu Santo es como la savia que forma el racimo


del amor en el corazón del hombre. Este racimo de amor
tiene ocho uvas. Mediante el fruto del Espíritu entra un
pedazo del Reino de los cielos en el corazón (como está en el
gráfico representado el fruto en el corazón). Este reino se
encuentra donde está su rey: Jesucristo. El Señor mora en el
corazón a través del Espíritu Santo. Aquí se trata del fruto de
la santificación, vista en el carácter cristiano y de la justicia
exigida por Dios.
De Jesucristo irradia la justicia, la paz y el gozo, que son
las características del Reino. “Porque el reino de Dios no es
comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu
Santo” (Romanos 14:17).
La Cruz vacía, en el dibujo, como símbolo del Cristo
glorificado, también es de madera igual que la vid, a la cual
está conectado el pámpano del creyente.
La clasificación del fruto del Espíritu tiene tres
direcciones: (1) Hacia dentro o uno mismo: gozo y paz. (2)
Hacia el prójimo: Paciencia, benignidad y bondad. (3)
Hacia Dios: Fe, mansedumbre y templanza.

1.- EL FRUTO HACIA DENTRO.


Hacia adentro llega el reino de Dios como el buen tesoro
de la nueva naturaleza divina.
(1.a) La balanza simboliza la justicia como el amor de
Dios. Es de justicia amarle a él, representado por el
triángulo de la Trinidad y por el ojo de la omnipresencia.
El amor a Dios tiene su contraparte en que procura con un
sentido de justicia el bien del hermano, del prójimo y del
alma propia. Este es el amor divino (2 Cor.13:14; Sal.
33:18). La gota de savia se refiere al Espíritu Santo quien

36
Dones y Ministerios

trae todo de Cristo, la vid y lo pone al alcance del


creyente, que es el pámpano.
(1.b) El gozo como amor triunfante se inspira en Dios
mismo y en la obra de Dios por, en y con nosotros
(creación, salvación, obra cristiana). En el dibujo, la niña
expresa un espíritu exaltado. La característica del gozo es
que se impone a las adversidades, pues no es de fuente
natural.
(1.c) La Paz como amor seguro proviene de la rendición y
justificación. La paloma de Noé simboliza la paz. Ella trae
la muestra de que el juicio pasó y hay paz. Pablo dice: “Si
es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz
con todos los hombres” (Rom.12:18). Cristo pagó el
precio de nuestra paz con su sangre.

2.- EL FRUTO HACIA EL PRÓJIMO.


En el gráfico, las flechas significan entrega al prójimo. Las
dos manos van a unirse. Estos frutos son tomados del buen
tesoro de dentro del corazón.
(2.a) La paciencia como amor sufrido soporta la cruz del
seguir diariamente al Señor Jesús. La paciencia tiene que
ver con el factor tiempo, con la tribulación. Los que nos
rodean pueden llegar a ser nuestra cruz.
(2.b) La benignidad como amor luminoso desarma,
irradiando luz mediante su gentileza.
(2.c) La bondad como amor activo abunda en buenas
obras, mayormente a los hermanos en la fe.

3.- EL FRUTO HACIA DIOS.


El fruto hacia Dios necesita de tiempo para madurar y
debe ser abundante para entregarlo a El. En el dibujo, Las
manos elevadas expresan la entrega a Dios. El nos amó
37
Dones y Ministerios

primero, así que a El le brindamos nuestro primer amor,


nuestra fidelidad y nuestra humildad. La Paloma del
Espíritu Santo nos guía hacia delante y hacia arriba. Esto
es suavemente, sin obligación, mas bien con invitación.
Así el fruto del Espíritu se desarrolla en el silencio, así
como crecen los árboles.
(3.a) La fe como amor fiel vence los obstáculos. En el
dibujo, los ojos de la fe miran a través de la Palabra de
Dios a Jesús, el Salvador y Rey, como autor y consumador
de nuestra fe.
(3.b) La mansedumbre como amor humilde recurre a la
justicia de Dios para la defensa propia. Esta se deriva de la
humildad delante de Dios para que el Señor nos defienda y
no nosotros mismos. En el gráfico, el cordero no se
defiende, es manso.
(3.c) La templanza como amor que triunfa se abstiene de
todo dominio de los apetitos de la carne para que seamos
guiados por el Espíritu. La templanza o dominio propio es
el control final. Si de veras nos guía el Espíritu Santo, se
demostrará por el fruto. El Espíritu nos concede el amor
de Dios, de manera que nos aleja de aquellas cosas que
pudieran eclipsar el primer amor a Dios. En el gráfico, hay
una tarima donde es coronado el vencedor: Jesucristo. El
solamente es digno de ocupar el primer lugar en nuestra
vida. Cristo nos entregará también una corona, si somos
vencedores mediante la abstinencia.

38
Dones y Ministerios

Capítulo Tres

Introducción a
Los Dones del Espíritu
Santo

E l ministerio del Espíritu Santo en la iglesia es de suma


importancia. El Espíritu Santo es el verdadero
representante de Cristo en la tierra. Gran parte del
éxito y desarrollo de las iglesias depende de la debida
importancia y relevancia que se le asigna a la presencia del
Espíritu Santo y a los dones en la vida de las congregaciones.
La experiencia nos enseña que cuando se comienzan a
manifestar el Espíritu y los dones, las iglesias han despertado
a una nueva realidad espiritual. Esto nos lleva a considerar
los dones del Espíritu Santo y sus manifestaciones en una
correcta dimensión bíblica. Para que se manifiesten entre los
creyentes; los dones deben ser conocidos, no solo en el plano
teórico, sino en la práctica diaria de la iglesia. Nuestro anhelo
es ver de continuo al interior de las iglesias las
manifestaciones de poder: sean estas sanidades, milagros,
palabra de ciencia, profecías y toda la multiplicidad de
gracias que entrega el Espíritu Santo a su iglesia.

39
Dones y Ministerios

I. EL EQUILIBRIO ENTRE LOS


DONES Y EL SERVICIO.
¿Cómo podemos servir más eficientemente por medio de
las manifestaciones de los dones espirituales? Esta pregunta
nos debe conducir a una mayor búsqueda de las dádivas
divinas disponibles para el cuerpo de Cristo.
Pablo dijo: “No quiero, hermanos, ignoréis acerca de los
dones espirituales” (1ªCorintios 12:1). Este versículo tiene
para hoy el mismo significado que tuvo en los tiempos
apostólicos. Al igual que entonces, hoy en día, muchos
miembros en las iglesias desconocen absolutamente los dones
y las manifestaciones del Espíritu Santo. Algunos grupos,
aceptan intelectualmente su existencia, pero en la práctica no
se manifiestan entre ellos. Desde el punto de vista bíblico, los
dones fueron entregados para que se manifiesten al interior
de las congregaciones, para la edificación de los creyentes en
la iglesia local (1ªCorintios 14:26). La importancia de la
manifestación de los dones en la iglesia local es que estos
traen la presencia de lo sobrenatural entre los creyentes.
El apóstol Pablo emplea, en 1ªCorintios 12:4-7, cuatro
palabras que ayudaran a comprender la naturaleza, la fuente y
los efectos de la capacitación espiritual para el servicio en el
reino de a Dios. Pablo dice:
Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el
mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es
el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios que
hace todas las cosas en todos es el mismo. Pero a cada
uno le es dada la manifestación del Espíritu para
provecho.
Las palabras son: dones, ministerios, operaciones y
manifestaciones.

40
Dones y Ministerios

Con relación al Espíritu son "dones" (dádivas de gracias o


capacitaciones). Los dones capacitan a los creyentes para que
realicen la obra de Dios y asuman su responsabilidad con
eficacia.
Con relación al Señor, son "ministerios" (“maneras de
servir” VP). Están destinados para la ayuda, fortaleza y
crecimiento de la iglesia. Esto significa que para el Señor
Jesucristo son áreas de servicio, entregadas a los creyentes
fieles para la edificación del cuerpo de Cristo. Capacitan al
creyente para ministrar a otros.
Con relación al Padre son "operaciones", u obras de poder
divino. Esto significa que es el funcionamiento sobrenatural de
Dios a través de una persona dotada.
Con relación al creyente son "manifestaciones". Con el
propósito que sean "para provecho" o “para común utilidad”
(NC). Se manifiestan para el beneficio y edificación de los
creyentes en el Señor. Es decir para la edificación de todos y no
para la gratificación de quienes han sido dotados.
¿Cómo alcanzar un mayor incremento de los dones
espirituales en la iglesia local? Consideremos cuatro
principios bíblicos para acrecentar la manifestación de los
dones por medio de la unción del Espíritu Santo.

1. Entender la necesidad de las diferentes


funciones del Espíritu Santo.
Los dones del Espíritu son una clara muestra de la
multiforme gracia de Dios. Aunque son tan amplios, todos
los dones proceden de una misma fuente. El Espíritu Santo
los reparte soberanamente a los miembros del cuerpo de
Cristo (1Corintios 12:11). Los dones espirituales son las
capacidades concedidas para servir al Señor, como cabeza de
la iglesia.

41
Dones y Ministerios

El Espíritu es uno, pero las manifestaciones son diversas.


De esta forma Jesucristo, como cabeza del cuerpo, dirige a
los miembros a través de las diferentes funciones de los
dones del Espíritu Santo. Estas operan mediante una amplia
variedad de gracias y talentos concedidos a los miembros del
cuerpo de Cristo.
El Espíritu Santo es soberano al conceder los dones.
Cada manifestación del Espíritu tiene como finalidad llegar a
ser de provecho común, o edificación de la Iglesia. (vea
Efesios 4:12; 1ªCorintios 12:7). Por ejemplo: el don de la
enseñanza es de suma importancia al interior de la iglesia.
Pero asimismo, la manifestación de los dones proféticos
también son muy importantes. Ambos entregan gran
edificación al cuerpo de creyentes. El Espíritu Santo juega un
rol protagónico al impartir las enseñanzas de Cristo y
transformarlas en vida espiritual. Jesús dijo:
“Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no
las podéis sobrellevar. Pero, cuando venga el Espíritu
de verdad, él os llevará a toda verdad, y os hará saber
las cosas que habrán de venir. El me glorificará, porque
tomará de lo mío y os lo hará saber. Todo lo que tiene
el Padre es mío, por eso dije que tomará de lo mío y os
lo hará saber” (Juan 16:12-15).
Lo que hace el Espíritu Santo es actualizar las
enseñanzas bíblicas y aplicarlas a la vida de los creyentes
para su nutrición y crecimiento espiritual.

2. Entender que la edificación de la iglesia se


realiza a través de los dones del Espíritu Santo.
Cuando se comprende esta verdad bíblica, las iglesias
obtienen un crecimiento en todo sentido: interior y numérico.
La razón es que somos incorporados al Cuerpo de Cristo por

42
Dones y Ministerios

la obra del Espíritu Santo. Pablo dice que “por un solo


Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo... y a todos se
nos dio a beber de un mismo Espíritu” (1ªCorintios 12:13).
Es decir, somos insertados en el cuerpo “místico” de Cristo,
para servir a la iglesia. Mediante las capacitaciones
espirituales cada creyente llega a ser un medio por el cual
fluye la gracia de Dios hacia otros miembros del cuerpo. El
apóstol Pablo dice: “...pues, que anheláis dones espirituales,
procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia”
(1ªCorintios 14:12).
Una vez que conocemos nuestro(s) don(es), debemos
desarrollarlo(s). Y en esto debemos ser celosos. La
exhortación de Pablo a Timoteo es pertinente para nosotros
también. El le dice a su discípulo:
“No descuides los dones que tienes y que Dios te
concedió cuando, por inspiración profética, los
ancianos de la iglesia te impusieron las manos. Pon tu
cuidado y tu atención en estas cosas, para que todos
puedan ver cómo adelantas (1ª Timoteo 4:14-15 VP).
En esta cita, Pablo le aclara a Timoteo, su hijo espiritual,
que el ocuparse en estas cosas lo ayudará a desarrollar el don
o los dones del ministerio que le habían sido concedidos. Por
lo tanto, ya sea usted pastor, administrador de la iglesia, líder
local o diácono, su don debe crecer y desarrollarse para un
mejor servicio a los demás miembros del Cuerpo de Cristo.

3. Entender el anhelo del Espíritu Santo de impartir


los dones a cada creyente.
Los dones del Espíritu Santo son parte del testimonio
milagroso y sobrenatural de Dios. Pablo dice: “Todas estas
cosas las hace uno, y el mismo Espíritu, repartiendo a cada
uno en particular como él quiere” (1ªCorintios 12:11). Los
dones espirituales son impartidos por la gracia de un Dios
43
Dones y Ministerios

amoroso, y son manifestados a través de creyentes llenos del


Espíritu. Y como dice Arnaldo Canclini: “los dones son
regalos de Dios, accesorios del gran regalo que fue su Hijo”.1
Existen tres ideas erróneas acerca de los dones
espirituales que debemos erradicar de nuestro pensamiento:
Algunos piensan que se trata del desarrollo especial de
algunas capacidades naturales. Es decir, el esfuerzo
humano, bendecido por Dios, puede producir esta
capacitación especial. Por ejemplo: Mediante una buena
educación, el doctor en filosofía tendría “la palabra de
sabiduría” o el médico tendría los “dones de sanidades”.
Otros creen que los dones son de carácter tan
espectacular y místico que llegan a ser inalcanzables para
el común de la congregación y representan una “rareza”
espiritual, y pocos podrían recibirlos.
Otros miran los dones del Espíritu Santo como “meros
adornos extras” para el embellecimiento de la iglesia,
pero que no son de una importancia básica. Y si los
dones no se manifiestan la iglesia, esta puede funcionar
perfectamente sin ellos.
Las ideas anteriores no son bíblicas. La enseñanza
paulina presenta lo concerniente a los dones (gr.: jarismas)
espirituales (gr.: neumatikoi) como “regalos” de la gracia de
Dios y “herramientas”, disponibles para todo creyente.
Cuando los discípulos nos disponemos a pedir y a recibir
dones del Espíritu, debemos hacerlo con fe, creyendo que el
Espíritu del Señor está buscando corazones dispuestos para
impartir sus gracias con el propósito de servir al cuerpo de
Cristo.

1
Arnaldo Canclini, Comentario Bíblico del Continente Nuevo “Primera
Corintios” (Miami: Editorial Unilit), Pág. 191.
44
Dones y Ministerios

El Espíritu Santo es soberano para repartir los dones,


pero no sólo lo que desea un creyente como un anhelo
personal, sino también lo que necesita para la edificación de
otros. En este sentido, la verdad bíblica tiene dos caras.
Por un lado, el Espíritu imparte los dones
soberanamente: “como él quiere” (1Cor.12:11).
Por otro lado, se nos anima a pedir los dones bajo una
ambición santa: “procurar los dones mejores”
(1ªCorintios 13:31; 14:1).
4. Entender la necesidad de los dones para una
ministración completa a los creyentes.
En la experiencia ministerial, observamos la necesidad
de dirección del Señor por medio de los Dones Espirituales.
La función de los dones cubren prácticamente todos los
ámbitos del servicio ministerial. Las dificultades se presentan
desde afuera y desde dentro. Por tanto, para cada necesidad
del creyente están disponibles los dones que le ayudarán en
su madurez espiritual. En palabras de Pablo, el propósito de
los dones ministeriales es: “Hasta que todos alcancemos la
unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, y
logremos la madurez, llegando a la medida completa de la
plenitud de Cristo” (Efesios 4:13 NVI).
Los dones espirituales son las herramientas por medio de
las cuales se manifiesta el poder de Dios. Por tanto, es una
necesidad primordial en la iglesia la presencia de los dones
del Espíritu Santo para un desarrollo integral de la vida
cristiana. Así la iglesia, debe funcionar para prosperar
cualitativa y cuantitativamente.

45
Dones y Ministerios

II. LOS FACTORES QUE IMPIDEN


LA MANIFESTACIÓN DE LOS
DONES DEL ESPÍRITU.
En la Biblia observamos claramente la intención del
Señor de manifestar su poder de manera milagrosa; ya sea
para sanar a los enfermos, para liberación de espíritus
malignos o para intervenir en la vida de las personas.
Entonces, ¿Por qué no vemos las manifestaciones del poder
de Dios con mayor frecuencia en las iglesias locales? Esta
pregunta ha estado en la mente de hombres de Dios, muy
sinceros. Permítanme compartir lo que considero que son los
factores que impiden ver el poder de Dios en acción:

1. La falta de conocimiento del poder de Cristo.


Para reclamar y ejercer una promesa por medio de la fe,
es necesario conocerla primero. La falta de conocimiento nos
puede conducir a la incredulidad. Sabemos que una actitud
incrédula, tanto de un ministro como de quienes nos rodean,
impide la manifestación del poder de Cristo. Esto ocurrió en
el propio ministerio de Jesús cuando estuvo en Nazareth.
Dice la Biblia que él: “no pudo hacer allí ningún milagro,
salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos
las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos”.
(Vea Marcos 6:5-6). El servicio cristiano es un ministerio de
poder. Pablo dijo que: “el reino de Dios no consiste en
palabras, sino en poder” (1ªCorintios 4:20).

2. El desconocimiento de las potencialidades que,


según la Biblia, cada creyente tiene en Cristo.
Cuando limitamos a Dios en sus capacidades, le
impedimos actuar milagrosamente en nuestras circunstancias
y las personas no reciben la ministración del Espíritu. De

46
Dones y Ministerios

alguna manera se cree que Dios sólo actuaba milagrosamente


en los tiempos bíblicos. Algunos grupos levantan voces y
argumentan:
“¡hoy no necesitamos de los milagros!”.
“Tenemos los avances y la tecnología a nuestro alcance”.
“Eso era bueno para el tiempo de los apóstoles, hoy no es
necesario”.
Esto no tiene base bíblica. Todo el argumento es histórico.
Las manifestaciones de poder y especialmente las sanidades,
fue lo último en extinguirse en la iglesia de los primeros
siglos. Fue Agustín de Hipona, en el siglo IV, quien dijo que
todo el factor milagroso había cesado con los apóstoles. Eso
llegó a ser la norma posterior, para el período medieval y
reformado. Pero, no es el argumento bíblico. El fundamento
apostólico no ha cambiado y no cambiará jamás: “Jesucristo
es el mismo ayer, y hoy y por los siglos” (Hebreos 13:8). Si
hacemos un estudio serio de estas ideas, llegaremos a la
conclusión que su fundamento no es sustentable. La
conclusión más natural es pensar que estas ideas nacen por
una falta de enseñanza del tema en cuestión y el
desconocimiento de los propósitos de Dios.
3. La creencia de que las señales se limitan a los
evangelistas famosos.
Si Dios ha otorgado señales milagrosas que siguen a los
grandes predicadores, como respaldo a sus ministerios, es
porque ellos han aceptado el desafío de creer. La Biblia dice
que el Señor no hace acepción de personas. Estamos en
igualdad de condiciones frente a Dios. Por tanto, se trata de
un asunto de fe. Soy un convencido que Dios quiere usar a
todos los creyentes en esta área, y no sólo a los ministros.
El apoyo bíblico es contundente. Las últimas palabras
del Señor a sus discípulos habla de las señales que seguirían a
todos los discípulos (los que creen en Él). El Señor dijo:
47
Dones y Ministerios

“Estas señales seguirán a los que creen: En mi


nombre echarán fuera demonios;... sobre los
enfermos pondrán sus manos y sanarán” (Marcos
16:17-18).

4. Un espíritu no perdonador.
En ocasiones he observado a personas que están atadas
por enfermedades, porque en su corazón anidan el rencor por
otra. Los males sin arreglar pueden impedir la sanidad
(Mateo 5:23-24). Y, como cosa paradojal, cuando se les lleva
a esas personas a perdonar a su ofensor, reciben la sanidad
física. En la práctica se produce un efecto sorprendente. Es
evidente que existe una clara conexión entre el perdón y la
sanidad física y emocional.
Un testimonio personal. Recuerdo el caso de una mujer
que llegó enferma a la iglesia. Sufría del mal de Parkinson.
Todo su cuerpo temblaba constantemente y sin control.
Mientras conversaba con ella, supe que estaba divorciada. Su
esposo le fue infiel en su matrimonio y se había ido con otra
persona. Ella aún guardaba resentimientos amargos contra su
esposo. Esa situación le ataba fuertemente. Le expliqué la
necesidad de perdonar para ser libre de esos sentimientos que
la ataban. Y con mucha firmeza me respondió: ¡Cómo puedo
perdonar a quien me ha causado tanto mal. No lo perdonaré
nunca! En definitiva, no quiso abrirse para perdonar, y no
pudo ser sanada, porque su corazón estaba atado al rencor.

III. LOS PASOS PARA RECUPERAR


LAS SEÑALES HOY EN DIA.
Todos los asuntos del Señor, como siempre, nacen de un
corazón con fe. Para que exista recuperación del factor
milagroso en la actualidad, debemos estar dispuestos a

48
Dones y Ministerios

conocer, creer y pedir la experiencia a Dios para beneficio de


los necesitados, dondequiera que esté la necesidad. La
intención es llegar a desarrollar un servicio cristiano que
afecte a nuestra generación. Entre los pasos que debemos
seguir encontramos los siguientes:
1. Hacer una investigación desprejuiciada del
factor milagroso presente en la Biblia.
El Dios que servimos es el mismo de las grandes proezas
de la antigüedad. La idea de que Dios no hace milagros en
estos tiempos es solo un prejuicio sin fundamento bíblico.
Esta es una forma oculta de disfrazar una actitud de
incredulidad. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento,
muestran abundantes ejemplos de intervenciones divinas,
tanto aplicable a la sanidad de los enfermos, como a la
solución de otras necesidades.
Un ejemplo que nos ilustra esta realidad es el clamor del
profeta Isaías a Jehová. El reclamaba la intervención del
Señor en sus circunstancias históricas. El desafió a Dios con
estas palabras:
“Despiértate, despiértate, vístete de poder, oh brazo
de Jehová; despiértate como en el tiempo antiguo, en
los siglos pasados... ¿No eres tú el que secó el mar,
las aguas del gran abismo; el que transformó en
camino las profundidades del mar para que pasaran
los redimidos?” (Isaías 51:9-10).

La figura del “brazo de Jehová” se refiere a la


manifestación de su poder. El profeta hace alusión a la
manifestación de los grandes milagros de la antigüedad. En
este caso específico alude el cruce del Mar Rojo cuando
fueron liberados los israelitas de la esclavitud egipcia. Este
fue el mayor evento milagroso de la historia de Israel. En este
sentido él pedía que Dios interviniera en las circunstancias
49
Dones y Ministerios

que afectaban a Judá. Dios mismo había declarado que “su


brazo no ha sido cortado” y agrega: “Jehová desnudó su
santo brazo ante los ojos de todas las naciones” (Isaías
52:10). Entonces, existe una relación entre el conocimiento
bíblico y la unción del Espíritu. Ambas operan de la mano.
La Biblia nos dice que: “la fe viene por el oír... la palabra de
Dios” (Romanos 10:17).

2. Pedir en fe los dones de poder y milagros que


Dios ha dispuesto.
La Biblia declara que: “sin fe es imposible agradar a
Dios” (Hebreos 11:6). La epístola de Santiago nos exhorta a
acercarnos a Dios con fe, “no dudando nada; porque el que
duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el
viento y echada de una parte a otra”. Y después añade esta
solemne declaración: “¡No piense, pues, quien tal haga, que
recibirá cosa alguna del Señor!” (Santiago 1:6-7). Los dones
son las dádivas de gracia que el Espíritu Santo está dispuesto
a entregar, según su voluntad. Pero, también debemos ejercer
la fe en las promesas bíblicas.
Pablo presenta más ampliamente la doctrina de los dones
en la primera carta a los Corintios Capítulo 12. El apóstol
presenta varios principios tocante a pedir los dones. Lo
primero es conocer lo que enseña la Biblia. Pablo dijo:
“No quiero hermanos que ignoréis acerca de los
dones espirituales” (12:1)
En segundo lugar, señala que Dios da:
“dones de sanidades por el mismo Espíritu. A
otro, el hacer milagros” (12:9-10).
Lo tercero es que el Espíritu del Señor es soberano para
entregar los dones:

50
Dones y Ministerios

“repartiendo a cada uno en particular como él


quiere” (12:11).

Por esta razón, un creyente no puede llegar a tener todos


los dones. Ese es el sentido de sus palabras cuando pregunta:
“¿hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones de
sanidades?” (12:29-30). La respuesta más
natural es que no es así.
Pero, en cuarto lugar, la otra cara de la moneda nos
indica la actitud correcta de tener una ambición santa, en la
búsqueda de los dones. El dice:
“... procurad, pues, los mejores
dones...espirituales...” (12:31).
Claramente da a entender que como creyentes debemos
pedir los mejores dones para servir en el reino de Dios.
En quinto lugar, el Espíritu desea entregarnos sus dones,
porque sus propósitos son nobles. Pablo termina diciendo:
“...pues que anheláis dones espirituales,
procurad abundar en ellos para la edificación de
la iglesia” (14:1, 12).
En el libro de los Hechos de los Apóstoles se dan
abundantes pruebas de las manifestaciones sobrenaturales.
¡Si funcionó con ellos, también funcionará con nosotros!.

Conclusión
A modo de conclusión de este capítulo, podemos decir
que estamos en los tiempos finales. El mundo de las tinieblas
está levantando toda su capacidad para demostrar que aún es
poderoso. La iglesia del primer siglo alcanzó a su generación,
no sólo con las hermosas enseñanzas de Jesús, sino con
señales de poder que acompañaban a la predicación
51
Dones y Ministerios

apostólica. Este mismo Espíritu de poder puede y debe


levantarse hoy entre nosotros. Es necesario que el ministerio
de señales sea activado en cada creyente. Esto es posible
alcanzarlo si creemos la verdad bíblica con la misma
sencillez de antaño. El mundo necesita ver que la iglesia de
Cristo manifiesta el poder de Dios.

52
Dones y Ministerios

CAPITULO CUATRO

Unción, Manifestación
de Dones y La Gloria de
Dios

L a Biblia enseña que la presencia del poder de Dios, no


es siempre señal de aprobación. Jesús dijo:

“Guardaos de los falsos profetas que... son lobos


rapaces. Por sus frutos los conoceréis... Muchos me
dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en
tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y
en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces
les declararé: Nunca os conocí, hacedores de
maldad.” (Mateo 7:15-23).
En la década de los cincuenta y sesenta hubo un
evangelista americano que tuvo miles de seguidores y en su
ministerio se vieron muchos milagros. Era obvio que tenía la
unción. Sin embargo, su vida personal no reflejaba las
virtudes santas que se esperan de un hombre de Dios. Este
hombre murió de alcoholismo. Esta situación tan penosa,
pero real, nos lleva a reflexionar en tres aspectos. Acerca de
la unción, la manifestación de los dones espirituales y la
gloria de Dios. En este capítulo, haremos un análisis de estas
ideas basado en cuatro principios bíblicos:

53
Dones y Ministerios

1. Si hay problemas, significa que no hemos


entendido correctamente la gracia de Dios.
El ejemplo del apóstol Pablo nos ilustra esta verdad.
Pablo se compara con los demás apóstoles y su trabajo
apostólico y dice de sí mismo:
“... yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no
soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a
la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo
que soy; y su gracia no ha sido en vano para
conmigo, antes he trabajado más que todos ellos;
pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo”
(1ªCorintios 15:9,10).

En la vida cristiana nos interrelacionamos entre personas


con diferentes niveles de espiritualidad. Y, equivocadamente
se piensa que mientras más alto se está, ya no se tiene
problemas con las tentaciones y el pecado. En la práctica, es
todo lo contrario; mientras más alto se está, más problemas y
luchas se tienen. La tentación es a otro nivel de sutileza.
Quiero ilustrarlo con un ejemplo. Dos alpinistas subían
una cumbre nevada. Cuando ya estaban a gran altura, el más
inexperto levantó sus brazos en actitud de relajamiento,
porque se había encumbrado bastante. El otro alpinista le dio
un gritó de advertencia: ¡Al suelo; debes tirarte al suelo! Con
ese grito le advertía de otros peligros propios de la altura.
Porque a mayor altura, los vientos son más fuertes, y pueden
deslizar a un alpinista descuidado.
La experiencia nos ha demostrado que muchos hombres
de Dios fracasan no durante su período de formación, sino
cuando han alcanzado un gran nivel de influencia ministerial.
El principio bíblico enseña: “A quien mucho se le da, mucho
se le demandará” (Lucas 12:48).
54
Dones y Ministerios

Veamos la gracia de esta manera: Si una persona recibe


como donativo una gran suma de dinero; eso nos habla bien
del que da, de su generosidad, pero, nada se nos dice del que
recibe. El hecho que Dios nos entrega dones espirituales,
habla bien de la gracia de Dios, pero no dice nada de nosotros
como receptores. En este sentido, los dones espirituales no
son una señal de aprobación de ningún ministerio.
En estos tiempos es fácil observar a predicadores que
manifiestan dones espirituales en sus ministerios, pero al
mismo tiempo manipulan al público. Especialmente aquellos
involucrados con doctrinas como la “teología de la
prosperidad”. Hacen uso de los dones espirituales con el fin
de buscar su propio provecho. El resultado es una gran
confusión de los oyentes inmaduros, que al ver el poder de
Dios que actúa, no saben cómo reaccionar.
En una oportunidad un predicador, entró en un supuesto
“trance profético”, hablando en lenguas y dijo: “El Señor me
dice que deben dar una ofrenda de US$ 500 dólares ahora”.
Luego para apurar el asunto, les dijo que debían hacerlo
enseguida, de lo contrario subiría a US$ 1.000 dólares. La
gente comenzó rápidamente a sacar sus chequeras. Eso fue
una situación de mal gusto y una abierta manipulación de la
buena fe del público. Llega a sorprender el manejo sicológico
y la forma en que envuelven con su carisma y sus
argumentaciones, que la gente da aún lo que no tiene con el
fin de obtener la supuesta “bendición de Dios”.
Los seres humanos tenemos virtudes y defectos. Por más
espiritual y dotado que sea un individuo; todos en algún
momento manifestamos ciertas actitudes carnales. Todos
cometemos errores, porque aún estamos en el proceso del
desarrollo cristiano. Para mejorar, en el día a día este tipo de
situaciones, debemos someternos constantemente al “espejo”
de la Palabra de Dios.

55
Dones y Ministerios

El propio apóstol Pablo se equivocó cuando reprendió a


Pedro en público. El pasaje dice:
“Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí
cara a cara, porque era de condenar... y en su
simulación participaban los otros judíos... (y) dije a
Pedro delante de todos...” (Gálatas 2:11-14).
A pesar que Pablo tenía razón para estar molesto, no
debía avergonzar a su colega en el apostolado, como lo hizo.
El Señor dijo que debía hacerlo en privado. La Biblia no
afirma: “por sus dones los conoceréis”; pero, sí dice que “el
hombre deslenguado no será firme en la tierra” (Salmo
140:11). El hecho que una persona exhibe milagros en su
ministerio no significa necesariamente una señal de
aprobación divina. Eso habla bien de la gracia de Dios, al
dotar a los predicadores.
En mis primeros años de ministerio, vi varios casos
anómalos. No podía concebir en mi mente el hecho de ver a
unos hombres usados en milagros y que no andaban con sus
respectivas esposas. No lo podía entender y resultaba una
situación muy confusa. Pero, la Biblia dice: “Por sus frutos
los conoceréis”, no por sus dones (Mateo 7:20).
El ejemplo de Sansón, nos ayuda a ilustrar más
ampliamente esta situación. Este hombre descendió a la
ciudad filistea de Gaza. Duerme con una prostituta (algo
contrario a la ley hebrea) y después fue capaz de levantar las
puertas de la ciudad, con sus pilares y cerrojos. ¡Una gran
hazaña! Esas puertas pesaban cerca de cinco toneladas
(Jueces 16:1-3). Por otro lado, sabemos que la fuerza de
Sansón era producto del Espíritu de Dios. Pero, su actuación
moral dejaba mucho que desear. En nuestros días, el
problema es similar. El enfoque está centrado más en la
personalidad de un individuo que en Cristo.

56
Dones y Ministerios

Otro ejemplo similar fue el caso de Saúl. Dios lo escogió


para ser rey sobre Israel. Era lo mejor que el Señor les pudo
dar. A poco andar, su corazón se confió en sí mismo y
finalmente desobedeció la voz de Dios, al no destruir
completamente a Amalec, y fue desechado por Dios. El
profeta Samuel lo reprendió, en el nombre del Señor:

“Aunque eras pequeño en tus propios ojos, ¿no haz


sido hecho jefe de las tribus de Israel, y Jehová te ha
ungido por rey sobre Israel?... Por cuanto tú
desechaste la Palabra de Jehová, él también te ha
desechado para que no seas rey” (1Samuel 15:17,
23).
¿Cuál fue su actitud? Sólo un reconocimiento de culpa.
Pero, estaba más preocupado de su imagen pública, por
encima de lo que Dios pensaba de él:

“Y él dijo: Yo he pecado; pero te ruego que me


honres delante de los ancianos de mi pueblo y
delante de Israel, y vuelvas conmigo para que adore
a Jehová tu Dios. Y volvió Samuel tras Saúl, y adoró
Saúl a Jehová” (15:30-31).

Así, un ministro del evangelio puede descender, y llegar


a la bancarrota espiritual, e importarle más la honra de la
iglesia y su propia imagen, por encima de cómo Dios le ve.
La Biblia declara que: “El Espíritu de Jehová se apartó
de Saúl” (1ªSamuel 16:14). Como resultado era atormentado
por espíritus malignos que lo hacían divariar. Llegó a sentir
celos amargos por David que lo llevaron a cometer grandes
locuras. Fue capaz de matar a 85 sacerdotes (pastores) de
Jehová por haber ayudado a David. Y, sin embargo, tuvo
algunas manifestaciones posteriores del Espíritu Santo.

57
Dones y Ministerios

Veamos este caso: David huyó frente al peligro mortal


que le asechaba y Saúl envió mensajeros para traerle. Los
enviados fueron detenidos por el propio Espíritu del Señor.
Finalmente, el propio Saúl fue a buscarlo y le ocurrió lo
mismo. El texto dice:
“Y fue a Naiot en Ramá; y también vino sobre él el
Espíritu de Dios, y siguió andando y profetizando
hasta que llegó a Naiot en Ramá” (1ªSamuel 19:23).

Algunos autores dudan que Saúl realmente profetizara.


Ese no es el punto. Lo concreto es que el rey volvió a tener
una manifestación del Espíritu de Jehová, sin tener en él la
gloria de Dios. Pablo Hoff comenta que el Espíritu vino sobre
el rey para darle la oportunidad de arrepentirse, y la poderosa
influencia del Espíritu lo dejó sin excusas. “Esta experiencia
debía haberle recordado la ocasión anterior, cuando el
Espíritu había entrado en él por primera vez, y cuánto había
degenerado desde aquel entonces.”2
La experiencia lamentable de Saúl, sirve como ejemplo
de lo que puede acontecer a un hombre que deja a Dios.
¡Podemos ser santos y volvernos demonios! Lo peor de todo
es cuando se representa algo sagrado, como es el ministerio
religioso, y la persona se acostumbra a las tinieblas. Puede
ocurrir que no se de cuenta cuando “le apagan la luz”. En el
caso de Saúl, este reconoció que Dios se había apartado de él,
y en su desesperación buscó en las arenas del ocultismo.
Guillermo Deane comenta: “¡A qué profundidad de
degradación moral debe haber descendido para pensar en
arrancar del infierno los informes que el cielo había rehusado
proporcionarle!”.3

2
Hoff, Pablo. Los Libros Históricos. (Miami: Editorial Vida) Pág. 111
3
Deane, Guillermo, citado por P. Hoff en Libros Históricos. Pág. 119.
58
Dones y Ministerios

2. El vaso no necesariamente tiene que estar


siempre limpio para ser usado por Dios.
Las motivaciones para actuar en la obra de Dios, no
siempre son las más nobles. Y a pesar de eso, Dios respalda a
esos predicadores, porque le interesa el avance de Su obra, a
pesar del vaso. Respecto a los motivos innobles el apóstol
Pablo, dice:
“Algunos, a la verdad, predican a Cristo por
envidia y contienda... algunos anuncian a Cristo por
contención, no sinceramente... pero otros por amor...
(y su opinión es que) no obstante, de todas maneras,
o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y
en esto me gozo y me gozaré aún” (Filipenses 1:15-
18).

Es triste pensar que esto en verdad pueda ocurrir. Nos


cuesta aceptarlo. Sin embargo, la experiencia demuestra, que
Dios actúa a pesar de nuestros sentimientos mezquinos y nos
puede usar como sus instrumentos. La verdad es que Dios
tolera hasta cierto punto nuestras extravagancias, tan propias
del “vaso de barro” que somos (2ªCorintios 4:7).

3. El ministerio no le pertenece a los ministros, sino


a Dios.
La enseñanza de la Biblia define a un ministro como un
siervo (gr.: doulos = un esclavo) al servicio de su amo
(Jesucristo). También le pone en posición de “colaborador”
de Dios y como un “mayordomo” o administrador de los
misterios de Dios. Por tanto, el ministro rinde cuentas,
principalmente al que le llamó a esa tarea.
Estos principios dan a entender que como siervos,
nuestros derechos personales han muerto con Cristo en la
cruz. Y que nuestro objetivo principal es usar todos los

59
Dones y Ministerios

recursos necesarios para dar a conocer “las virtudes de aquel


que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1Pedro
2:9). Entonces, podemos decir que el ejercicio del ministerio
espiritual debe llegar a ser un fluir de la gracia del Señor a
través de un vaso dispuesto para Dios.
Pero en la práctica, algunas veces, llegamos a pensar que
el ministerio nos pertenece. Que es nuestra propiedad y que
Dios debería estar muy honrado de que nosotros estemos
trabajando en el ministerio. Pues bien, tarde o temprano, un
concepto erróneo como éste puede llevarnos a tomar
actitudes incorrectas y finalmente desembocar en el colapso.
Lo que antes eran consideradas “bendiciones de Dios”, ahora
parece que han llegado a ser “un derecho adquirido”.
Frente a una tentación como ésta, debemos detenernos y
reflexionar sobre el hecho que no es “mi ministerio”, sino
que ha sido Dios quien, en su gracia, nos ha invitado a
participar con El en su equipo de colaboradores.

4. El juicio de Dios puede demorarse, pero es


seguro.
Jugar con las cosas del Espíritu puede llegar a ser fatal.
No hay nada oculto que no llegue a descubrirse. El principio
bíblico establece el juicio de Dios.
“No os engañéis, Dios no puede ser burlado. Todo
lo que el hombre sembrare, eso también segará”
(Gálatas 6:7).
La caída de hombres de Dios, en la actualidad, casi no
nos sorprende. Esta experiencia la hemos visto tantas veces a
lo largo de los años de ministerio. La Biblia enseña que
“antes de la caída (es) la altivez de espíritu” (Proverbios
16:18). Eso quiere decir que Dios no tiene hijos “regalones”.
Por esta razón, el Señor no encubrió el pecado de David.

60
Dones y Ministerios

Antes bien, lo sacó a la luz, después de un año de ocurridos


los acontecimientos.
Sansón es otro ejemplo bíblico del juicio de Dios. Este
hombre jugó con la gracia del Señor. Como resultado,
terminó derrotado, ciego y humillado por los enemigos de
Israel.
La copa de la ira tarda en llenarse. Eso significa que Dios
puede demorar su juicio, esperando el arrepentimiento, pero,
es seguro que vendrá. ¡Solamente Dios sabe quién es quién!.
La exhortación bíblica establece que debemos poner en orden
nuestras vidas, para obtener la victoria final. Proverbios dice:
“El que encubre su pecado, no prosperará” (Prov.28:13).
Hoy en día que se habla tanto de la unción y de las
manifestaciones del poder del Espíritu Santo, podemos caer
en la tentación de querer refugiarnos tras las manifestaciones
para encubrir cosas que desagradan a Dios. Pero, no nos
debemos engañar, el hecho de que se manifieste la unción de
Dios y los dones, no significa necesariamente gloria de Dios.

61
Dones y Ministerios

62
Dones y Ministerios

Capítulo Cinco

La Naturaleza de
Los Dones espirituales
Una explicación sintética

Los dones espirituales son habilidades especiales usadas para


propósitos espirituales (Mateo 25:14-28).
Los dones son dotaciones divinas.
Los dones permiten a los creyentes hacer contribuciones
únicas, que por las habilidades naturales no sería posible
hacerlo.
Los dones son dados por el Espíritu Santo, según su voluntad
(1 Corintios 12:11).
Los dones son dados por Dios.
Los dones espirituales son recibidos durante la vida
cristiana.
Los dones se descubren o se piden para luego ser
desarrollados por medio del ejercicio de estos.
Es necesario ejercer la fe para recibir los dones.

Los Dones son para todo creyente en el Cuerpo de Cristo (1ª


Corintios 12:8, 28; Efesios 4:7).
Cada cristiano posee por lo menos un don.
Cada cristiano tiene un ministerio ordenado por Dios.
Los Dones se dan según el diseño y la gracia de Dios
(1Corintios 12:8, 28; Ef.4:11; Romanos 12:6).
63
Dones y Ministerios

Dios distribuye los dones para realizar un servicio


significativo dentro del Cuerpo de Cristo.
Los dones capacitan a los creyentes para cumplir la
voluntad de Dios.
Los Dones son para ser usados principalmente dentro de la
iglesia (1 Corintios 12:27; 14:12; 1 Ped.4:10)
La primera responsabilidad del creyente es con la familia
de la fe.
Servir al pueblo de Dios agrada al Señor.
Los Dones se utilizan en base a determinados principios.
Con entendimiento respecto a los dones espirituales.
Con deseo de recibir y ejercer el ministerio del Espíritu.
Con disciplina espiritual.
Con una actitud de amor.
Con una actitud de fe (Romanos 12:36).
Con humildad (Romanos 12:3)

LA DIFERENCIA ENTRE "DONES ESPIRITUALES"


y "TALENTOS" NATURALES”
TALENTOS NATURALES V/S DONES ESPIRITUALES
Vienen por el nacimiento Vienen por el nacimiento
físico espiritual.
A menudo edifican al Edifican al Cuerpo de
individuo Cristo.
Son dados a todos Son dados a los
creyentes.
Ejemplos: Ejemplos:
Música/Humor Comunicación creativa.
Destrezas mecánicas Profecía
Cocina Sanidades y milagros.
64
Dones y Ministerios

Ambos: "talentos" naturales y "dones" espirituales:


Varían en grado y clase.
Pueden ser desarrollados.
Son dados por Dios y deben ser usados bajo el señorío de
Jesucristo (Col.3:17, 23-24; Santiago 1:17)
Los talentos naturales pueden ser transformados en Dones
Espirituales:

Talentos Dones
Habilidad para las ventas Evangelismo
Habilidades de administrar Administración
Capacidad para solución de Misericordia
problemas sociales.

DIFERENCIA ENTRE DONES y EL FRUTO DEL ESPIRITU

DONES FRUTO
Estos se imparten Estos se desarrollan
Estos involucran un poder Son el resultado de la
milagroso. santificación.
Estos se dan de acuerdo a Podemos (debemos)
la voluntad de Dios tenerlos todos en nuestra
(1Cor.12:11) vida.
Indican contribuciones Indica madurez espiritual
específicas.
Orientado hacia tareas. Orientado al carácter.
Son cualidades del Son cualidades del "ser".
"Hacer".

65
Dones y Ministerios

Ambos: El Fruto del Espíritu y los Dones Espirituales:


Han de ser manifestados en la vida de cada creyente
(Gálatas 5:22-23).
Son necesarios para un ministerio de servicio fructífero y
satisfactorio (1ª Corintios 13:1-3; Efesios 4:2, 15, 16;
Romanos 12:6).
Sin embargo, si bien todo creyente debe manifestar todo el
fruto del Espíritu, ningún creyente tiene todos los dones
espirituales.

DISCIPLINAS ESPIRITUALES Y DONES ESPIRITUALES

Disciplinas espirituales Dones Espirituales


Se necesitan para tener Se necesitan para tener
calidad en la relación con calidad en el servicio.
Dios.
Fortalece al individuo. Fortalece a la iglesia.
Práctica general Contribución específica
Ejemplo: Ejemplo:
Estudio Conocimiento
Testificar Evangelismo
Oración Fe
Ayuno Profecía
Diezmar Dar

66
Dones y Ministerios

POSICIONES CRISTIANAS y DONES ESPIRITUALES

Posiciones Cristianas Dones Espirituales


Descripciones de trabajo Funciones en el ministerio
Títulos Tareas
Ejemplos: Ejemplos:
Pastor Liderazgo
Maestro Enseñanza
Líder Pastorado

67
Dones y Ministerios

68
Dones y Ministerios

Capítulo 6
Estudio Sintético
1ª Corintios Capítulos 12 – 14
Capítulo 12 TEMA GENERAL: LOS DONES ESPIRITUALES
Ignorar los dones: Aunque habían muchas
v. 1 manifestaciones espirituales, también había mucha
confusión entre los miembros. (Algo similar ocurre en la
actualidad)
"Idolos mudos" (Trasfondo idolátrico de los corintios)
Prueba doctrinal: Maldecir a Jesús, no es de Dios.
vv. 2 - 3 El Espíritu reconoce a Jesús como Señor.
Los dones se describen de cuatro maneras:
1. DONES: en relación con el Espíritu.
vv. 4 - 7 2. MINISTERIOS: en relación con el Señor.
3. OPERACIONES: en relación con el Padre.
4. MANIFESTACIONES: En relación con el creyente.
Se presenta nueve dones, que se pueden clasificar en
tres categorías sobrenaturales. Estos son dones de
Manifestación:
vv. 8 - 10 De REVELACIÓN: Palabra de sabiduría, Palabra de
ciencia y Discernimiento de Espíritus.
De INSPIRACION: Profecía, Géneros de Lenguas e
Interpretación de Lenguas.
De ACCION (ACTUAR): Fe, Sanidades y Milagros.

El Espíritu ejerce su voluntad soberana al entregar los


v. 11 dones. Una cara de la moneda (cf. 12: 18, 28).
La otra cara: "Procurad los dones" (14:1).
69
Dones y Ministerios

vv. 12- 27 ILUSTRACION DEL CUERPO DE CRISTO (LA


IGLESIA) CON EL CUERPO HUMANO.
v. 13 El bautismo del Espíritu Santo en el cuerpo (la iglesia).
vv. 15-21 El cuerpo está compuesto de varios miembros.
El cuerpo tiene un equilibrio natural entre sus miembros:
vv. 22-24 Decoro y dignidad.
vv. 25-26 En el cuerpo todos reciben la influencia de todos.
vv. 28-31
CLASIFICACION DE LOS DONES POR IMPORTANCIA.
Categoría 1: Apóstoles, Profetas, Maestros.
Categoría 2: Los que hacen milagros.
Categoría 3: Los que sanan, los que ayudan, los que
administran, los que tienen don de lenguas.
Pregunta retórica: "¿Son todos apóstoles, profetas,
vv. 29-30
maestros, milagros, etcétera. . . .? ¡NO!
Exhortación: "Procurad los dones mejores"
v. 31
Recomendación: "Les muestro un camino aún más
excelente"
EL HIMNO O PREEMINENCIA DEL AMOR
Capítulo 13 La idea general: La superioridad del amor por sobre
los dones.
Análisis de los dones: Lenguas... profecía..., ciencia..., fe...
vv. 1 - 3 repartimiento, sacrificios... Sin amor el resultado es: "de
nada sirve".
vv. 4 – 8 Las visiones del amor: Positiva y negativa.
El amor es: Sufrido, benigno, se goza de la verdad, todo
lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, nunca deja de
ser.
El amor no es: Envidioso, jactancioso, indecoroso,
egoísta, irritable, rencoroso, injusto.
vv. 9 - 12 Conocimiento imperfecto: "En parte conocemos, en
parte profetizamos".

70
Dones y Ministerios

Los dones son solo ayudas mientras caminamos hacia


vv. 9 - 12 lo "perfecto".
Ilustración del Niño = Un bebé sin capacidades
desarrolladas.
Ilustración del Espejo: “Vemos oscuramente" (Los
espejos antiguos eran de bronce pulido. La imagen
reflejada era borrosa).
v. 13 Las tres virtudes teologales: Fe, Esperanza y amor.
"pero el mayor de ellos es el amor".

Capítulo 14 LAS LENGUAS Y LA PROFECÍA


Las lenguas = Edificación propia. "Hablar a Dios"
vv. 1 - 4 Las profecías = Edifican a la iglesia. "Hablan a la iglesia"
Propósito: Edificación, exhortación y consolación.
"Quisiera que todos hablaran en lenguas" (Esto es
v. 5
factible para todos).
El uso de las lenguas sin provecho común: Solo ruido
o sonido incierto.
vv. 6 - 11 Ilustración de instrumentos musicales: flauta, cítara y
trompeta. Nadie entiende un sonido incierto. Aplicado
a la glosolalia: Sin entendimiento, solo trae confusión.
Exhortación: "Procurad abundar en ellos (dones)"
vv. 12
Propósito: "para edificación de la iglesia".
v. 13 "El que habla en lenguas, debe pedir interpretación"
En la oración en lenguas, el entendimiento queda sin
vv. 14 -17 fruto. Se debe orar en el espíritu y con el entendimiento.
Pablo hablaba mucho en lenguas en sus oraciones
privadas.
En la iglesia prefería hablar con claridad las
vv.18-21 enseñanzas.
Exhortación a dejar las actitudes de niños.
Ilustración del A.T. Cita la invasión Asiria, pueblo que
tenía otra lengua. Isaías 28:11.

71
Dones y Ministerios

"Las lenguas y la profecía son por señal" ¿Cómo?


Las lenguas sin entendimiento: las visitas los
vv. 22-25 considerarán locos.
Las profecías descubren el corazón del incrédulo y
lo convence.

Las reuniones espirituales deben contener los


vv. 26 siguientes elementos: Salmos, enseñanza, mensaje
en lenguas, revelación, interpretación.
Todo esto debe ser hecho "para edificación".

Se establecen los principios de orden con los profetas:


El mensaje en lenguas debe ser solo por uno
interpretado (v.27).
Debe ser a lo más por tres personas dado (v.27).
Si no hay intérprete no se debe dar (v.28).
El mensaje dado debe ser analizado por los
vv. 27-33 profetas (v.29).
Si algo se le revela a otro profeta, debe esperar su
turno (v.30).
Hay espacio para que todos profeticen (v.31).
El profeta debe tener control de su espíritu, así no
trae confusión a los que reciben su mensaje (v.32).

La expresión: "... mujeres callen en la congregación".


vv. 34-35 ¿Se debe aplicar esto en la actualidad? Respuesta:
¡NO! Era algo local y cultural.

vv. 39-40 CONCLUSIONES FINALES DEL USO DE LOS DONES:

Debían procurar profetizar.


No debían impedir o acallar las lenguas.
Todo debía ser hecho "decentemente y en orden".

72
Dones y Ministerios

Tres Listas de Dones


En 1ª Corintios 12

Primero: Capítulo 12: 8-10.


1.- Palabra de Sabiduría. 2.- Palabra de Ciencia.
3.- Fe. 4. Dones de Sanidades.
5.- El hacer Milagros. 6.- Profecía.
7. Discernimiento de espíritus. 8.- Géneros de Lenguas.
9.- Interpretación de Lenguas.

Segundo: Capítulo 12:28


1.- Apóstoles. 2.- Profetas.
3.- Maestros. 4.- Hacedores de Milagros
5.- Los que sanan (Sanidades). 6.- Ayudadores
7.- Administradores. 8.- Los que tienen don de
Lenguas.

Tercero: Capítulo 12:29-30


1.- Apóstoles. 2.- Profetas.
3.- Maestros 4. Hacedores de Milagros
5.- Dones de sanidades 6.- Glosolalia (Lenguas)
7.- Interpretación de lenguas

73
Dones y Ministerios

LOS DONES ESPIRITUALES


Listado Completo

EL DON Romanos
12:3- 8
1Corintios
12:4-11; 28-30
Efesios
4:7-12
Palabra de Sabiduría ♥
Palabra de Ciencia ♥
Fe ♥
Sanidades. Hch. 4:30. ♥
Milagros ♥
Profecía. 1 Cor. 14:3, ♥ ♥ ♥
24
Discernimiento ♥
Espíritus.1Cor.14:29.
Géneros de lenguas. ♥
1 Cor.14:6ss
Interpretación ♥
lenguas. 1Cor.14:5.
Apostolado ♥ ♥
Enseñanza ♥ ♥ ♥
Ayuda ♥
Administración ♥
Servicio ♥
Exhortación ♥
Repartimiento ♥
Presidencia ♥
Misericordia ♥
Evangelización ♥
Pastorado ♥

74
Dones y Ministerios

Definición de Los Dones Espirituales

E l autor C. Peter Wagner en su Libro: "Sus Dones


espirituales, pueden ayudar a crecer a su iglesia”, ofrece
una definición de cada uno de los dones espirituales.
Desde la perspectiva nuestra, consideramos que 20 dones
espirituales son las gracias que Dios ha entregado para la
edificación del Cuerpo. Este autor reconoce un total de 27
dones, donde agrega los dones de “Celibato”, “Pobreza
voluntaria”, "Martirio", "Hospitalidad", “Misionero”,
"Intercesión" y “Exorcismo”.
Sin embargo, la "multiforme gracia de Dios" se observa en
las diversas variedades y combinaciones en las cuales se
manifiesta cada don espiritual. Como dice Harold Horton: “Los
dones en los hombres son facultades divinas del Señor.
Nosotros somos Sus miembros. Los dones son como sus ojos;
oídos, pies, labios, manos”.4 San Juan dice: “Como él es, así
somos nosotros en el mundo” (1Jn.4:17).
Por ejemplo: los dones de "sanidades" son muy amplios en
su campo de acción. De acuerdo a la observación, la
manifestación de estos dones actúan para sanar algunas
enfermedades más eficazmente que otras. Así en otro siervo de
Dios, estos dones pueden actuar con mayor fuerza sobre otras
enfermedades. Es como una especie de "especialidades
médicas" en el campo espiritual. Este ejemplo se aplica a los
otros dones en un amplio espectro. Esto es la “multiforme
gracia de Dios”. El apóstol Pedro dice:
“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a
los otros, como buenos administradores de la
multiforme gracia de Dios” (1Ped.4:10).

4
Harold Horton. Los Dones del Espíritu, Pág. 36.
75
Dones y Ministerios

Ha continuación presentamos una definición breve de cada


uno de los Dones Espirituales, para después explicar con
mayores detalles cada uno de estos, en la medida que avanza el
estudio.
Una buena porción de estas definiciones las hemos tomado
prestadas de la pluma del Dr. C. Peter Wagner, quien ha dado
un importante aporte en este campo, y que a su vez ha sido
utilizada por otros investigadores.

1.- Palabra de Ciencia, o de 2.- Palabra de Sabiduría.


Conocimiento. Es la habilidad Es la capacitación del
dada por el Espíritu para conocer Espíritu Santo, que entrega
sobrenaturalmente hechos del una revelación sobrenatural
pasado, presente de una persona del Espíritu de Dios
sin intervención de la mente concerniente al propósito
natural. Esta palabra de divino en la mente y
conocimiento sobrenatural trae a voluntad de Dios. Es una
luz, aparte de los medios revelación que siempre
humanos, situaciones escondidas habla del futuro.
de personas o asuntos. Puede
mostrar cosas del pasado de una
persona y situaciones de su
presente, que están en su
corazón.

3.- Fe. El don de la fe es la 4.- Sanidades. El (los)


especial capacidad que Dios da don(es) de sanidad(es) es
a algunos miembros del Cuerpo la habilidad dada por el
de Cristo de discernir con Espíritu Santo para sanar a
extraordinaria confianza la los enfermos, a través de la
voluntad y propósitos de Dios oración, aparte de los
para el futuro de su obra. medios naturales y de la
Es una fe para ver milagros. Es habilidad del hombre.
un don de manifestación.

76
Dones y Ministerios

5.- Milagros. El don de milagros 6.- Discernimiento de


es la capacidad especial que espíritus. El don de
Dios da a ciertos miembros del discernimiento de espíritus
Cuerpo de Cristo para servir es la capacidad que Dios
como intermediarios humanos a da que permite saber con
través de los cuales El se certeza si ciertas clases de
complace en ejecutar actos conductas que se dicen ser
poderosos, que son percibidos procedentes de Dios son en
por los observadores como realidad divinas, humanas o
alteraciones del curso ordinario satánicas.
de la naturaleza. También se
cree que el ministerio de
Liberación de demonios, está
dentro del don de milagros
(Hch.19:11-12).

7. Profecía. El don de profecía 8.- Géneros de lenguas. El


es la especial capacidad que don de lenguas es la
Dios da a ciertos miembros del capacidad espiritual para (1)
Cuerpo de Cristo, de recibir y hablar a Dios en un lenguaje
comunicar un mensaje que nunca han aprendido y/o
inmediato de Dios a su pueblo, (2) de recibir y comunicar un
por medio de una declaración mensaje inmediato de Dios a
divinamente ungida. su pueblo por medio de una
declaración divinamente
ungida en un lenguaje que
nunca han aprendido.
Cabe señalar que el
lenguaje devocional está
sujeto a la voluntad del
creyente que lo tiene, en
cambio el "dar mensajes" es
por directa intervención
divina como un don de
manifestación.

77
Dones y Ministerios

9.- Interpretación de 10.- Apóstol. El don de


lenguas. El don de apóstol es la capacidad
interpretación es la capacidad especial que Dios da a
espiritual para entender y dar ciertos miembros del Cuerpo
a conocer en lenguaje de Cristo que les permite
vernácula el mensaje de aquel asumir y ejercer liderazgo
que habla en lenguas. sobre un cierto número de
Destaquemos el hecho que es iglesias con una autoridad
"interpretación" y no extraordinaria en asuntos
"traducción" palabra por espirituales, la que es
palabra. Se entrega la reconocida y apreciada por
interpretación del sentido estas iglesias a un nivel de
general del significado del paternidad espiritual.
mensaje en otras lenguas.

11.- Evangelista. El don de 12.- Pastor. El don de pastor


evangelista es la capacidad es la habilidad especial de
especial para hacer partícipes Dios de asumir la
del evangelio a los no responsabilidad por el
creyentes, de tal forma que bienestar espiritual de un
hombres y mujeres se hacen grupo de creyentes, por un
discípulos de Jesús y período largo.
miembros responsables del
Cuerpo de Cristo.
13.- Maestro (enseñanza). El 14.- Administración. El don
don de enseñanza es la de administración es la
capacidad especial que Dios capacidad que permite
da a ciertos miembros del entender claramente los
Cuerpo de Cristo de objetivos inmediatos y a largo
comunicar las enseñanzas de plazo de una unidad
información significativa para particular del Cuerpo de
la salud y ministerio del Cristo y diseñar y ejecutar
Cuerpo y de sus miembros, de planes efectivos para la
tal manera que los otros consecución de estos
aprendan. objetivos.

78
Dones y Ministerios

15.- Ayuda. El don de ayuda 16.- Servicio. El don de


es la capacidad de Dios sobre servicio es la capacidad de
algunos creyentes para invertir identificar las necesidades no
los talentos que poseen en la satisfechas con respecto a
vida y ministerio de otros una tarea relacionada con la
miembros del cuerpo, obra de Dios, y hacer uso de
haciendo posible así que la los recursos disponibles para
persona ayudada incremente satisfacer aquellas
su eficacia en el uso de sus necesidades y ayudar a
propios dones. alcanzar los objetivos
deseados.
17.-Exhortación 18.-Repartimiento
(Predicación). El don de (Generosidad). El don de dar
exhortación es la capacidad es la capacidad de contribuir
especial para ministrar con sus recursos materiales a
palabras de confortación, la obra de Dios con
consuelo, ánimo y consejo a liberalidad y alegría.
otros miembros del Cuerpo de
Cristo de tal manera que estos
se sientan ayudados y
sanados. Este don funciona en
la predicación y en la consejería.

19.- Presidencia (liderazgo). 20.- Misericordia. El don de


El don de liderazgo es la misericordia es la capacidad
capacidad para establecer de sentir simpatía genuina y
objetivos de acuerdo con los compasión por los individuos,
propósitos de Dios para el cristianos o no cristianos, que
futuro, y comunicar estos sufren física, mental o
objetivos a otros, de tal forma emocionalmente y
que estos, de modo voluntario transforman esta compasión
y armonioso, trabajen juntos en actos, hechos con alegría,
para alcanzar aquellos que reflejan el amor de Cristo
objetivos, para la gloria de y alivian los sufrimientos.
Dios.

79
Dones y Ministerios

LA CLASIFICACION DE LOS DONES

¿C ómo se clasifican los Dones Espirituales? Podemos


decir que la Biblia no entrega una clasificación
definida y definitiva. Por tanto, esto depende de la
perspectiva y de los criterios que se emplean. Existen tres
criterios empleados en la clasificación los dones: Estos se
clasifican:
Por su importancia u orden bíblico.
Por orden de clases.
Por orden de oficios.
Pero, ningunos de estos criterios de clasificación son únicos
y definitivos. Son solo estructuras que nos ofrecen los
estudiosos del tema que nos permiten entender, con un criterio
más amplio estas gracias de Dios. En este libro será
considerado el orden por clases.

Criterio: El orden bíblico.


Esto se refiere a la clasificación por importancia que entrega
el apóstol Pablo en 1Corintios 12:28-31:
Categoría 1: Apóstoles, Profetas, Maestros.
Categoría 2: Los que hacen milagros.
Categoría 3: Los que sanan, los que ayudan, los que
administran, el don de lenguas.

Criterio: El orden por clases:


Los Dones del Ministerio Quíntuple: Apóstoles,
Profetas, Evangelistas, Pastores y Maestros (Efesios 4:11)
Los Dones del Espíritu, en 1Corintios 12:8-10.
Clasificados en (1) Dones de revelación (2) Dones para
hablar y (3) Dones para hacer. Estos dones son todos de
manifestación.

80
Dones y Ministerios

Los Dones de servicio dentro del Cuerpo: 1. Exhortador,


2.Administración, 3.Servicio, 4.Ayudas, 5.Repartimiento,
6.Presidir (liderazgo), 7. Beneficencia (misericordia).

Criterio: El orden por oficios.


Esta clasificación corresponde a los tres oficios que tuvo el
Señor Jesús de: Profeta, Sacerdote y Rey.
Así también los dones se pueden agrupar en estos tres oficios.
Como Profeta: para hablar. Como Sacerdote: para servir y
como Rey: para liderar. ¿Cómo se encasillan estos dones? Esta
sería su clasificación:

EL OFICIO de: EL OFICIO de: EL OFICIO de:


PROFETA SACERDOTE REY
Palabra de Ciencia Sanidades Palabra de Sabiduría

Profeta / Profecía Maestro / Enseñanza Fe

Discernimiento de espíritus Ayuda Milagros

Géneros de Lenguas Administración Apostolado

Interpretación de lenguas. Servicio Presidencia

Evangelista Repartimiento

Exhortación (predicación) Pastorado

Misericordia

81
Dones y Ministerios

82
Dones y Ministerios

Los Dones del Espíritu


(Un análisis del gráfico)

D efinición básica: "Los Dones Espirituales son


manifestaciones y capacitaciones sobrenaturales del
Espíritu en el Cuerpo de Cristo”. Agreguemos que los dones
no necesariamente expresan la vida de santidad. Los "Dones
del Espíritu" son dones de manifestación.

1. El cuadro del fuego. El fuego representa el hecho que los


dones del Espíritu se manifiestan en una vida llena del
Espíritu. En palabras de Pablo a Timoteo: Por lo cual, te
aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti"
(2Tim.1:5).
2. El cuadro de las piedras. Significa que los dones tienen el
propósito de "edificar" la iglesia. (Efesios 4:12; 1Cor.14:5,
26).
3. El cuadro de Herramientas. Significa que los dones del
Espíritu deben ser considerados como herramientas. Las
herramientas para edificar pueden combinarse. La mayor
necesidad de parte de Dios es la edificación de la iglesia
mediante el crecimiento exterior e interior. (1Cor. 14:12,
26). Los Dones Espirituales han de procurarse por su gran
utilidad. Pero, el Espíritu los reparte como él quiere, para
valorizar a cada miembro del Cuerpo de Cristo (1Cor.
12:11)
4. Los rayos que están sobre la cabeza, boca y mano.
Significan la manifestación del poder de Dios. El rayo en
la cabeza representa a los Dones de revelación que sirven
para conocer sobrenaturalmente. Estos dones distinguen al
profeta. El rayo en la boca representa a los Dones de
83
Dones y Ministerios

inspiración que son para hablar sobrenaturalmente. El rayo


en la mano representa a los Dones de Poder que capacitan
para actuar sobrenaturalmente. En los Puntos 5, 6 y 7 se
analizan los Dones de revelación: Palabra de Ciencia,
Palabra de sabiduría y discernimiento de espíritus.

LOS DONES DE REVELACION


5. (1) La Palabra de Ciencia: El primer cuadro representa el
"conocimiento oculto" de una persona. ¿Cómo se
manifiesta el don? Ejemplo: Tenemos frente a nosotros una
persona desconocida. Su pasado, presente (corazón) y
futuro cercano está encubierto por un velo. El Espíritu quita
el velo de cosas ocultas, y nos permite conocer algo del
corazón y la necesidad de éste. (1Sam.9:19-20; Juan 4:18-
19; Hechos 9:11).
6. (2) La Palabra de Sabiduría: El primer cuadro representa
un velo que cubre un indicador de camino. Nos
preguntamos; ¿Cuál de los tres caminos corresponde? El
Espíritu en lo espiritual quita ese velo y entrega claridad de
dirección. Superior al conocimiento es la sabiduría como
aplicación del conocimiento. Estas "Palabras de sabiduría"
no son repetibles, como sucede con la verdadera sabiduría
práctica. Recuerde que la "Palabra de sabiduría" es un don
de manifestación que habla de futuro (Hch.9:15; 15:19-28;
16:9-10; 23:11).
7. (3) El Discernimiento de espíritus: Funciona para brindar
apoyo y protección espiritual. El primer cuadro representa
tres manifestaciones en las cuáles se desconoce su origen.
El velo cubre el origen de algo sobrenatural. La pregunta
que se hace es: ¿De qué fuente procede esta poderosa
influencia espiritual, una predicación o una sanidad?
¿Proviene de Dios o del diablo? El Espíritu quita el velo y
se perciben espíritus buenos y malos. Un caso concreto
84
Dones y Ministerios

sería detectar demonios de enfermedad. El engaño del


corazón no requiere discernir espíritus, sino sentido común.
LOS DONES ORALES O DE HABLA
8. (1) La Profecía. Es un mensaje inspirado del Espíritu,
dicho en primera persona, y dirigido directamente al
corazón por labios humanos. Su propósito es edificar,
exhortar y consolar. En el gráfico, la edificación necesita de
la plomada de arriba. Aquel que ha dejado la cruz y no
persevera se le exhorta y anima. Y trae consolación a aquel
que está dispuesto pero agotado. (1Cor. 14:3, 5, 22)
9. (2) Géneros de lenguas, (3) La interpretación de
lenguas. Los ponemos juntos, como están en el gráfico. El
hablar en lenguas o "glosolalia" sirven para auto edificación
en la fe mediante la oración. La oración en otras lenguas
sirven para el uso privado. En la práctica se auto controlan
por el que ora. Y al orar en el Espíritu, la mente descansa y
trae fortaleza instantánea a nuestro espíritu. El otro uso de
las lenguas es para dar mensajes los cuales deben ser
interpretados por otro o por el mismo que habla. Como don
de manifestación, no se auto controla. La interpretación del
mensaje (no traducción) equivale a profecía. También las
lenguas son por señal del bautismo en el Espíritu
Santo.(1Cor.14:4, 13-15; Hch.10:45-46).

LOS DONES DE PODER O PARA ACTUAR


10. (1) El Don de fe. Esta es una fe para milagros o una fe
milagrosa. Se define como una confianza sobrenatural para
los milagros. Esto es cuando se requiere protección y poder
sobrenaturales para liberaciones y bendiciones milagrosas.
En el gráfico, son peligros de fuerzas naturales y humanas.
Su manifestación demuestra que se puede bendecir con las
manos. También el don de fe actúa por el habla con

85
Dones y Ministerios

autoridad. Por ejemplo echando fuera demonios y


moviendo montes de dificultades. (Dn.3:17; Hch.8:17;
16:18; 28:5; Dn.6:21-23; Lc.4:29-30)
11. (2) Los Dones de sanidades. Las masas de enfermos e
inválidos son un desafío enorme para la iglesia, sobre todo
los desahuciados por los médicos. La salud física viene por
medio de los dones de sanidades. En el gráfico se usa la
camilla para enfermos y lesionados. Los dones de
sanidades (plural) son una serie de posibles manifestaciones
espirituales que traen sanidad divina sobre determinadas
enfermedades solo por medio de la oración, sin la
intervención de medios naturales.
12. (3) El don de hacer milagros. Se necesita la intervención
sobrenatural como manifestación de señales milagrosas.
Las señales se necesitan como aprobación divina de la
predicación (Mc.16:20). Los milagros anulan las leyes
naturales. También se ubica la liberación de espíritus
malignos dentro del don de milagros.

Nota Final:
De los dones de poder (fe, sanidades y milagros), estos
en la práctica se mezclan unos con otros, tanto que a algunas
sanidades le podemos llamar milagros, y a un milagro como
una manifestación de fe, ya que este don produce milagros. Lo
importante, no es la clasificación, sino el resultado. Una
ilustración de esto lo podemos ver en Hechos 19:11-12: "Y
hacía Dios milagros extraordinarios por las manos de Pablo,
de tal manera que aun se llevaban a los enfermos (sanidades)
los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se
iban de ellos y los espíritus malos (liberación) salían"

86
Dones y Ministerios

Capítulo Siete

Los Dones del Ministerio


Quíntuple
Efesios 4:7-13

"7 Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme


a la medida del don de Cristo. 8 Por lo cual dice: Subiendo a
lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los
hombres. 9 Y eso de que subió, ¿qué, sino que también
había descendido primero a las partes más bajas de la
tierra? 10 El que descendió, es el mismo que también subió
por encima de todos los cielos para llenarlo todo. 11 Y él
mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros profetas; a
otros evangelistas; a otros pastores y maestros, 12 a fin
de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para
la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos
lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de
Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo"

os dones mencionados en Efesios 4:11, son denominados


L como los “Dones del Ministerio Quíntuple” y por sus
características propias, se consideran que están en una categoría
diferente con relación a los “Dones del Espíritu”, descritos en
1ª Corintios 12:7-11, de los cuales hablaremos en detalle en el
próximo capítulo.
En el presente capítulo, comentaremos este nuevo grupo
de gracias que se dan “conforme a la medida del don (gr.:
87
Dones y Ministerios

dorea) de Cristo” (v.7).5 Esta gracia ministerial es de larga


duración. Pues, quien posee un "Don" de esta naturaleza, se
considera a la persona misma como un "don a la Iglesia". Así
es que podemos hablar de "hombres-dones", los cuales son
levantados por medio de un llamamiento para servir
continuamente en el Cuerpo de Cristo y para la capacitación o
"perfeccionamiento de los santos para la obra del ministerio"
(Ef.4:12). Es decir estos dones especiales son para el
crecimiento del cuerpo.
El dador de estos dones es el propio Señor Jesucristo.
Como lo señala el apóstol Pablo en el texto bíblico: “él mismo
(Cristo) constituyó a unos” con estos dones (v.11). ¿Cuándo
fueron constituidos? El pasaje dice que fueron constituidos
después de la muerte, resurrección y glorificación de Cristo.
Pablo cita e interpreta el salmo 68:18, como una profecía de
que el Mesías, después de descender a la tierra en su
encarnación y al Hades, después de su muerte, ascendería al
cielo, vencería a sus enemigos, libraría a los cautivos de la
muerte, y como recompensa a Su victoria, y en su condición de
Señor glorificado daría “dones a los hombres” (v.8-10). Aquí
el vocablo “dones” (gr.: doma) destaca el carácter concreto del
don más que su naturaleza benéfica.
El pensamiento central de los versículos 8-10 es que el
Dador de los dones es el Cristo ascendido. Y el versículo 11
nos da los nombres de los dones establecidos por el Señor. Para
sorpresa nuestra, vemos que se trata de hombres, no de dotes ni
de talentos naturales. En otras palabras, podemos decir que
Cristo fue el gran "Don" de Dios al mundo. Y, después de su
ascensión al cielo, se subdividió en estas cinco funciones que el

5
El vocablo griego: “dorea” (don de Cristo) denota un don libre,
acentuando el carácter de gratuito. En el NT se usa siempre de un don
espiritual o sobrenatural. En Efesios 4:7 dice: “conforme a la medida del
don de Cristo”, aquí se refiere a Cristo mismo como el don, que se
subdivide en los cinco dones del ministerio Quíntuple.
88
Dones y Ministerios

mismo Señor cumplió durante su ministerio terrenal. Es decir


Jesucristo actuó como:
Apóstol: Porque fue el enviado de Dios a la tierra, con la
autoridad del Padre.
Profeta: Porque trajo la revelación del Reino y predijo el
futuro.
Evangelista: Porque trajo las Buenas Nuevas de la gracia.
Por ejemplo Evangelizó a la Mujer Samaritana. (Juan 4).
Pastor: Porque se auto denominó como "el Buen Pastor",
que se compadece y se sacrifica por sus ovejas.
Maestro: Porque fue reconocido como Rabí o Maestro.

Esta gracia que funcionó en Jesucristo, se subdividió en las


cinco grandes funciones ministeriales (ver gráfico) y que
fueron "constituidas" directamente por el Señor (v.11) y
cuyo fin u objetivo es la de: “perfeccionar a los santos para
la obra del ministerio” (v.12). Agreguemos que estos son
“Ministerios de la palabra”.

89
Dones y Ministerios

Características generales de los Dones


del Ministerio Quíntuple
Como hemos dicho, estos son “Hombres-dones” o
“Dones-Hombres”, dados a la iglesia. A su vez, cada uno puede
ser dotado con los diversos “Dones del Espíritu o de Servicio”,
lo que resulta en una amplia combinación y variedad de gracias
que Dios concede para la edificación de los creyentes. En este
sentido no existe un estereotipo único, ni rígido de clasificación
ni de manifestación.
Sin embargo, encontramos algunas características
generales en común que debemos grabar en nuestra mente,
antes de hacer el análisis de cada uno de los dones del
ministerio:
Los dones del Ministerio Quíntuple tienen que ver con
personas. Como lo dijimos, los dones del ministerio son
personas dotadas y dadas a la iglesia. Eso significa que
debemos aceptar a la persona, a fin de recibir el ministerio
que ejerce.
Los dones del Ministerio Quíntuple son permanentes.
Cuando un creyente recibe un don de esta naturaleza, su
propósito es equiparlo para ministrar en el cuerpo de Cristo.
Esta gracia llega a ser permanente en su vida espiritual.
Generalmente, los dones del Ministerio Quíntuple están
relacionados con las dotes naturales. Eso no quiere decir
que sean dotes naturales, pero sí que están en armonía con
las capacidades y los talentos naturales, que cada uno trae al
nacer.
Los dones del Ministerio Quíntuple deciden la posición
de una persona dentro del cuerpo de Cristo. Si esa
persona tiene el don de enseñanza, debe enseñar. Si tiene el
don de pastor, debe pastorear y así sucesivamente.

90
Dones y Ministerios

Cada creyente tiene la obligación espiritual de


identificar y desarrollar en fe los dones del ministerio. Eso
quiere decir, que cada uno debe aspirar a servir al Señor con las
capacidades que tiene, pero, a su vez debe proyectarse en la
presencia de Dios para dar el mayor aporte posible a la iglesia.
Esto significa que, todo creyente debe preguntarse: ¿quiero ser
un apóstol? ¿Quiero ser un profeta? ¿Quiero ser un
evangelista? ¿Quiero ser un pastor? ¿Quiero ser un maestro?
¿Quiero ser un adorador? ¿Quiero ser un intercesor? o ¿en qué
área deseo servir al Señor?
Estas gracias se activan en la presencia del Señor, cuando
tenemos hambre de Dios y deseos de afectar a nuestro entorno.
Esto es, cuando no queremos pasar inadvertidos frente al
mundo que nos rodea, sino que lo queremos afectar. Pues bien,
si ese es nuestro deseo: los dones de Dios son las gracias que el
Señor ha dispuesto para hacerlo efectivo. Como alguien dijo:
“Si en nosotros está el fuego de Dios; el llamado de Dios; la
unción de Dios y los dones de Dios, donde quiera que
vayamos, debemos afectar el entorno”.
La multiforme gracia de Dios es muy variada. Por
ejemplo: los dones de milagros, pueden estar presentes en el
apóstol, en el pastor y en el evangelista. Así también el don de
profecía se puede manifestar en el profeta como en el maestro.
Como se trata de cosas o asuntos espirituales, no debemos ser
rígidos en nuestras apreciaciones, porque de hecho, Dios es
más grande que nuestros propios criterios, y la experiencia así
lo demuestra.
Pero también, existe un lineamiento general, en que se
espera, sobre cada ministerio, la manifestación de algunos
dones más que en otros. Generalmente se pueden observar,
mayormente, las señales de milagros en los evangelistas que
realizan cruzadas de evangelización y fe. Veamos este
esquema:

91
Dones y Ministerios

LA NECESIDAD EL DON EL MINISTERIO


Dirección espiritual La Palabra de Presidencia, pastores, profetas
Sabiduría ministerios administrativos.
La revelación y la La Palabra de Maestros y profetas (1 Co. 12:29;
enseñanza Ciencia Ef. 4:11, Rom. 12:7).
Vencer obstáculos, No está bien definido, pero puede
liberar el poder de Dios, acompañar una variedad de
para hacer frente a las El don de fe ministerios. Probablemente está
situaciones difíciles. relacionado en especial con el
ministerio de intercesión.
El bienestar físico del El ministerio de sanidad física.
pueblo de Dios Dones de Puede acompañar a otros
Sanidades ministerios tales como el de
evangelistas y pastores
(Stg.5:15).
Grandes obras de poder Operaciones de milagros,
para convencer a los Operaciones de apóstoles y evangelistas. (Ver
incrédulos milagros Hechos 8:6,13; 19:11-12).
Protección a fin de no El don no está definitivamente
ser engañados y asignado, pero debe acompañar
capacidad para discernir Discernimiento lógicamente al pastor, liderazgo,
en el corazón del de espíritus evangelistas, aunque puede
hombre aquello que está presentarse en cualquier
oculto. creyente.
Exhortación y Profetas, predicadores,
consolación inspiradas. La profecía evangelistas y todos los que
participan de manifestaciones
verbales inspiradas.
Inspiración y ayuda Lenguas e Inspira y edifica la iglesia por la
espiritual en la adoración interpretación de manifestación de estos dones
e intercesión. lenguas. complementarios.
Ayudas (1Cor. 12:28); Servicio
Ministerios No está definido (Romanos 12:12:7); repartimiento
suplementarios y misericordia (Rom.12:8, 1Cor.
12:21-25)

92
Dones y Ministerios

Este es solo un lineamiento general, basado en un criterio


lógico de combinación de dones del Espíritu y de servicio, en
Dones del ministerio, basados en las necesidades. Aunque,
insisto que esto no es algo definitivo, porque la gracia de Dios
es multiforme en su manifestación (1Pedro 4:10).

El Resurgimiento del Ministerio Quíntuple


El Ministerio Quíntuple, siempre ha estado presente a lo
largo de la historia de la iglesia. Porque estos son los dones
de Cristo que Él ha dado para el crecimiento de la iglesia;
aunque estos han tomado otras formas y expresiones, a lo
largo del tiempo. Pero, si escarbamos en la historia y
desarrollo de la iglesia podremos encontrar manifestados
estos hombres-dones que aportaron al crecimiento y
desarrollo de ésta. Pero, si abordáramos este trabajo, también
podríamos caer en algunas especulaciones cuestionables, por
eso no entraremos en este campo. Algo de esto se deja
entrever en el Capítulo 11: “Grandes Experiencias
espirituales registradas por la historia”, pero dejamos al
criterio del lector la comprensión de este asunto histórico.
La historia del último siglo ha traído un mayor énfasis en
el desarrollo progresivo de los distintos dones del Ministerio
Quíntuple, así como un mayor reconocimiento de estos.
Si damos una mirada al pasado, los historiadores cristianos
estamos de acuerdo que a partir de la Reforma Protestante del
siglo XVI, progresivamente han sido restituidas algunas
verdades neotestamentarias. Asuntos doctrinales que habían
sido perdidos por el manejo e imposición de la tradición
Católica y la ignorancia del pueblo cristiano en general. A
partir de la Reforma Protestante, y sucesivamente en el
tiempo, se restablecieron los fundamentos teológicos de: La
autoridad de las Escrituras, la justificación por la fe y el
sacerdocio de todos los creyentes (Sola fe, Sola Gracia y Solo
Escritura). Después, el Movimiento Wesleyano introdujo el
93
Dones y Ministerios

concepto bíblico de la santificación personal y santificación


general del pueblo de Dios.
A comienzos del siglo XX, el Movimiento Pentecostal
desató la obra sobrenatural del Espíritu Santo en una variedad
de ministerios de poder. Esto ocurrió a principios del siglo
por medio de un hombre de raza negra: William J. Seymour,
a quien Dios usó en el poderoso Avivamiento de “La calle
Azusa”, en Los Ángeles, California, USA, que se propagó
por todo el mundo. Fue la restauración del Bautismo en el
Espíritu Santo y los diversos géneros de lenguas. Aunque
existían algunas pocas evidencias de la experiencia de la
glosolalia en siglos anteriores (Vea capítulo Once), no hay
duda que el Avivamiento de la “Calle Azusa” entre 1903 y
1906, masificó esta gracia del Bautismo en el Espíritu Santo
con la evidencia de hablar en otras lenguas y la manifestación
de los Dones del Espíritu Santo, descritos en 1Corintios 12.
Este ha sido el marco y fundamento teológico de las iglesias
pentecostales.
Si continuamos el recorrido histórico general, se aprecia
la restauración paulatina, en el tiempo, de los ministerios de
Efesios 4, durante el siglo XX. El Dr. C. Peter Wagner nos
habla de “oleadas del Espíritu Santo” que incluyen la
restauración de los ministerios con mayor eficacia. Veamos
el planteamiento de estas ideas:

En las décadas cuarenta y cincuenta fueron restaurados


en una gran medida los ministerios de sanidad y milagros
con el ministerio de los evangelistas.
En la década de los setenta se derramó una fresca unción
en el oficio de intercesor y el ministerio del maestro. El
mensaje de la fe, de la prosperidad, la identificación con
Cristo y la restauración de Sión fue proclamada y
enseñada por maestros.

94
Dones y Ministerios

Durante la década de los ochenta, Dios levantó el


ministerio de los profetas. Estos comenzaron
profetizando a individuos. Luego Dios levantó profetas a
las naciones.
La pieza final fue puesta en su lugar en la década de los
noventa con el reconocimiento del don y oficio del
apóstol.
De acuerdo al Dr. Wagner, alrededor del mundo están
surgiendo afiliaciones post denominacionales que están
entrelazándose, en lo que se ha denominado “La Nueva
Reforma Apostólica”. Esto, según el autor, “está generando
el cambio más radical en el gobierno de la iglesia desde el
siglo XVI durante la Reforma Protestante”. Su tesis es que
Dios estableció, para la edificación de la iglesia, que el
fundamento es dado a los apóstoles y a los profetas. Que
estos coordinan paternalmente el gobierno y la
administración de la iglesia para lo cual los profetas dan las
instrucciones que proceden de Dios y los apóstoles
administran su acarreo espiritual.
Antes de entrar al análisis particular de la función de
cada uno de los dones del Ministerio Quíntuple, corresponde
preguntarnos:
¿Cuál es el propósito final por el cual Dios ha
constituido a estos Hombres-Dones del Ministerio?
La respuesta la entrega el propio apóstol Pablo en el
versículo 12, que dice:
“A fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio”.
Aquí la palabra clave es “Perfeccionamiento” de los
santos. Este vocablo nos entrega en definitiva el sentido, los
alcances y la aplicación de la función general por la cual el
Señor constituyó “y dio dones a los hombres” (4:8,11).

95
Dones y Ministerios

La palabra perfeccionar (katartismós en griego) tiene un


amplio sentido de significado y se ha traducido de distintas
maneras. El verbo griego katartidzo significa: hacer apto,
preparar, constituir, organizar, habilitar, remendar, restaurar,
enderezar, equipar, entrenar, pertrechar, completar, luchar por
alcanzar la perfección. Este verbo y sus derivados aparecen
reiteradas veces en el Nuevo Testamento.
Este vocablo tiene varias aplicaciones en la Biblia, al
quehacer de la iglesia y la función de los dones del Ministerio
Quíntuple. Veamos algunos de los principales significados del
vocablo griego “katartidzo” traducido “Perfeccionar”
aplicados al ministerio:
Remendar.
En Mateo 4:21 dice: “Pasando por allí, vio a otros dos
hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo su padre, que remendaban
(gr.: katartízontas) sus redes; y los llamó”.
Estos pescadores estaban reparando sus redes para pescar. Eran
los instrumentos de su oficio. Esto tiene una aplicación al
ministerio del evangelismo. La iglesia es el instrumento
evangelístico de Dios en la tierra. Estos dones preparan a la
iglesia para cumplir su función evangelística.
Constituir (Organizar):
En hebreos 11:3 dice: “Por la fe entendemos haber sido
constituido (gr.: katertisthai) el universo por la Palabra de
Dios”. Otra traducción dice que fueron “dispuestos los
mundos”. La idea básica es la de organizar. Dios constituyó
(dispuso, organizó) el universo para que funcione de acuerdo
a las “leyes de la naturaleza”.
Así la iglesia debe estar organizada. Cada uno de sus
miembros debería saber cuál es su lugar y función dentro del
cuerpo de Cristo. La función de los Dones ministeriales es
ayudar a que cada uno de los miembros del cuerpo encuentre su
lugar.
96
Dones y Ministerios

Restauración.
En Gálatas 6:1 dice: “Hermanos, si alguno fuere
sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales
restauradle (gr.: katartízete) con espíritu de mansedumbre”.
Otras versiones traducen “corregidle”.
El pasaje se refiere a la responsabilidad de traer creyentes
descarriados de vuelta al rebaño. La restauración de vidas
forma parte de la función de los dones ministeriales. Así, la
naturaleza compasiva del don de pastor en la restauración de
las “ovejas perniquebradas” es esencial en una iglesia
saludable.
Hacer aptos.
En Hebreos 13:20-21 dice: “Y el Dios de paz que resucitó
de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las
ovejas... os haga aptos (gr.: katartízai) en toda obra buena...”.
Esta declaración determina que el propósito de Dios
tiene que ver con la preparación de su pueblo para que realice
la obra del ministerio. La prueba para medir el éxito en el
cumplimiento de la función ministerial es la eficacia de
aquellos a quienes se está preparando.

Perfeccionamiento (entrenamiento, maduración).


En Lucas 6:40 dice: “El discípulo no es superior a su
maestro; mas todo el que fuere perfeccionado (gr.:
katertismenos) será como su maestro”.
En 1 Pedro 5:10 dice: “Más el Dios de toda gracia, que nos
llamó a su gloria eterna... el mismo os perfeccione (gr.:
katartísei) afirme, fortalezca y establezca”.
La idea que da la palabra “perfeccionado” aquí es la de alguien
“totalmente entrenado”. Es la idea de la educación de un
estudiante. El entrenamiento de un alumno. Pero, el

97
Dones y Ministerios

perfeccionamiento o maduración de los santos lleva su tiempo,


así como un niño recién nacido necesita crecer.
Aplicado a la función ministerial, el entrenamiento es algo
esencial. Nadie puede servir con eficacia a la iglesia sin un
entrenamiento. Necesita desarrollar su ministerio. Necesita
trabajar fielmente bajo la autoridad de otros, antes de recibir
autoridad sobre si mismo. Los dones ministeriales son para el
entrenamiento de los santos. En consecuencia, la iglesia es un
campo donde se realiza el entrenamiento para el servicio del
ministerio del Señor.
De acuerdo a lo indicado, los Dones del Ministerio son
dados para el perfeccionamiento y capacitación de “los santos
(creyentes, discípulos) para la obra del ministerio”. Es decir,
los dones del ministerio quíntuple tienen como función
principal la de capacitar a los santos con el conocimiento y las
habilidades para que ellos puedan entrar en su ministerio, y de
esa manera hacer que todo el Cuerpo de Cristo madure. Aquí,
el vocablo “ministerio” significa servicio e incluye toda forma
de servicio espiritual.
En términos simples, podemos preguntarnos: ¿cuál es “la
obra del ministerio”? o ¿Cuál es la labor de la iglesia, en
general? La iglesia tiene como función la de ministrar a Dios,
ministrar a los santos y ministrar al mundo. La Iglesia es el
“Pueblo de Dios”. Un pueblo que forma una comunidad unida
con este triple propósito:

La iglesia es un pueblo unido que ama a Dios: Ministramos


a Dios en Adoración y alabanza.
La iglesia es un pueblo unido que manifiesta el amor mutuo:
Ministramos a los santos en la Comunión y por medio de la
enseñanza.
La iglesia es un pueblo unido que ama al mundo:
Ministramos al mundo en la Evangelización.

98
Dones y Ministerios

Como conclusión general: Los Dones del Ministerio


Quíntuple han sido levantados para el perfeccionamiento,
maduración y entrenamiento de los creyentes con el fin de que
cada uno pueda realizar una obra de ministerio o servicio
espiritual. Por tanto, la maduración de los creyentes es tan
importante como la multiplicación de los creyentes. Esta es la
esencia del trabajo de los Dones del Ministerio Quíntuple.
Los Dones Ministeriales, también necesitan de formación
y desarrollo. Un principio básico es que nadie nace sabiendo.
Esta es la otra idea importante que debemos destacar. ¡Eso es
muy obvio! Sabemos que “el mismo (Señor los) constituyó”
(Ef.4:11), pero ¿quién los forma? Esta es la dinámica del
liderazgo. Para desarrollar nuevos dones ministeriales, Dios usa
a otros “hermanos mayores”o “Dones mayores” para formar la
vida y el carácter espiritual de aquellos que tendrán el rol de
“perfeccionar a los santos para la obra del ministerio”.
El desarrollo del carácter y la función del ministerio es un
proceso largo. En la práctica, nunca se termina de aprender. Por
lo tanto, para desarrollarse ministerialmente se necesita de una
interrelación entre los ministros, o dones del ministerio, para
bendición mutua. Pues, siempre la gracia de hombres más
capacitados y experimentados está dispuesta para ayudar a
perfeccionar a otros hombres-dones del ministerio.
El apóstol Pedro presenta la idea del progreso en la vida
cristiana y esta tiene una aplicación lógica al ministerio. El
dice:
“Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria
eterna en Jesucristo,... el mismo os perfeccione,
afirme, fortalezca y establezca” (1Pedro 5:10).
Los vocablos de este pasaje demuestran que el desarrollo
de la fe, también se aplica al desarrollo de los Dones del
Ministerio. Un don ministerial debe ser perfeccionado
(madurado), afirmado (consolidado), fortalecido

99
Dones y Ministerios

(desarrollado) y establecido (en un servicio maduro para dar


cobertura a otros).
Esto significa que para alcanzar el desarrollo espiritual,
debemos sujetarnos unos a otros para bendecir y ser
bendecidos.

Este es el concepto del Cuerpo de Cristo.


Esta es la Unidad del Espíritu que se debe mantener en el
vínculo de la paz (Efesios 4:3).
Este es el propósito, para que en conjunto los creyentes de
la iglesia salgan del infantilismo espiritual (Efesios 4:14).
Este el plan del Señor para que los creyentes alcancen la
madurez y la unidad de la fe en el conocimiento de Cristo.
Así lo plantea el apóstol Pablo, con directa relación a los
Dones del ministerio quíntuple. Tomemos muy en cuenta el
contenido de sus palabras:
“... hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la
media de la estatura de la plenitud de Cristo; para que
ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquier de
todo viento de doctrina, por estratagema de hombres
que para engañar emplean con astucia las artimañas
del error, sino que siguiendo la verdad en amor,
crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es
Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido
entre sí por todas las coyunturas que se ayudan
mutuamente, según la actividad propia de cada
miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en
amor” (Efesios 4:13-15).
¿Podemos decir que estamos madurando, creciendo y
sujetándonos unos a otros?

100
Dones y Ministerios

A continuación consideraremos la definición y las


funciones características de cada uno de los Dones del
ministerio quíntuple.

1. LOS APOSTOLES
“y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente
apóstoles,...” (1Corintios 12:28).
“y el mismo constituyó a unos apóstoles,....” (Efesios
4:11).
Con los apóstoles, comenzamos con el ministerio más
polémico de todos. ¿Por qué? Porque esto es lo último en ser
restaurado, y como todas las cosas nuevas aún está en la etapa
entre la aceptación y el rechazo.
¿Cómo se define el don de apóstol y el apostolado? La
definición del ministerio apostólico, la entrega David
Cannistraci, quien define al apóstol como: “Uno llamado y
enviado por Cristo para tener la autoridad espiritual, carácter,
dones y capacidades para alcanzar con éxito y establecer a las
personas en la verdad y orden del Reino, especialmente
mediante la fundación y supervisión de iglesias locales”.6
La palabra "apóstol" significa "enviado" y se puede
encontrar este vocablo 79 veces en el Nuevo Testamento. Este
vocablo tiene tres aplicaciones en el Nuevo Testamento:

Designa un "enviado", "delegado" o "mensajero". En Juan


13:16 la palabra (gr. "apóstolos”) no se transcribe sino que
se traduce "enviado".
"El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado
(apóstol) es mayor que el que le envió".

6
David Cannistraci, citado por C. P. Wagner en el libro: Terremoto en la
iglesia, Pág.110.
101
Dones y Ministerios

En este sentido, Jesucristo fue un apóstol, enviado con la


autoridad del Padre (cf. Hebreos 3:1; Lucas 11:49).
Designa a un miembro del grupo de los doce que
Jesucristo seleccionó para ser de manera especial sus
compañeros constantes y los pregoneros iniciales del
mensaje del reino de Dios. Estos debían cumplir los
requisitos de haber sido: (1) compañeros de Jesús durante
su ministerio terrenal y (2) testigos de su resurrección
(Hechos 1:21-22).
Designa en sentido general a maestros y misioneros
destacados. En 1 Corintios 15:5-7 dice:
“y que apareció a Cefas, y después a los doce.
Después apareció a más de quinientos hermanos a la
vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya
duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos
los apóstoles”.
Pablo evidentemente distingue entre "los doce" (categoría
2) y "todos los apóstoles" (categoría 3).
Frente a la pregunta: ¿Hay apóstoles en la actualidad?, el
Diccionario Teológico señala lo siguiente:
Al ser un don ministerial, según leemos en Efesios
4:8,11, podemos afirmar con seguridad que los
apóstoles jamás estuvieron ausentes de la iglesia.
Aunque ya no reciban el título, siguen realizando el
mismo trabajo de aquellos campeones que difundieron,
desde Jerusalén, el mensaje de Cristo. ¿Cómo no
considerar apóstol a Guillermo Carey, o a Daniel Berg
y a Gunnar Vingren? Misioneros o apóstoles, estos

102
Dones y Ministerios

héroes de Dios siguen activos en la expansión del


reino. 7

Respecto a si hay apóstoles en el día de hoy, partamos de


la tesis que sí los hay y que están siendo levantados cada día
auténticos apóstoles de Cristo, con las señales y signos que
caracterizan su ministerio. El “Movimiento Apostólico” es algo
que está siendo restaurado nuevamente en la actualidad, y este
hecho no es plenamente aceptado por la mayoría de los
miembros del Cuerpo de Cristo. Sin embargo, estamos seguros
que sucesivamente en el tiempo lo será, cuando el fruto y las
evidencias así lo ameriten. Pues, nosotros mismos, que hemos
creído en esta gracia, tuvimos serios cuestionamientos, cuando
se comenzó a hablar del tema en círculos evangélicos en la
década pasada. ¡Gracias a Dios, esto está disminuyendo cada
día!
Frente al surgimiento de la “Reforma Apostólica”
encontramos cuatro posturas dentro de los círculos cristianos:

1. Está la postura “cesacionista”. Esta dice que los apóstoles


y los dones carismáticos se terminaron con el cierre de la
edad apostólica y el reconocimiento del canon de las
Escrituras del Nuevo Testamento. Por tanto, esta postura
no acepta la existencia del ministerio apostólico actual.
2. Está la postura que afirma que los apóstoles modernos son
los “misioneros” porque estos son enviados, y cuyo
ministerio no tendría sucesión.
3. Está la postura de los grupos que admiten que el ministerio
apostólico tiene su lugar hoy. Pero, que no se debe usar el
título de apóstol. La razón es que hoy el título de apóstol

7
Claudinor Correa de Andrade, Diccionario Teológico. Editorial Patmos,
Miami, 2002, Pág.48
103
Dones y Ministerios

parece tener un halo de gloria y autoridad, que los


verdaderos apóstoles jamás reclamarían para sí mismos.
4. La otra postura, es la que afirma que: Sí, ¡hay apóstoles en
la iglesia de hoy! Estos manifiestan extraordinario
liderazgo espiritual, y están ungidos con el poder del
Espíritu Santo para confrontar los poderes de Satanás, al
confirmar el evangelio mediante señales y milagros, y al
establecer iglesias según el modelo del Nuevo Testamento
y la doctrina de los apóstoles.

Despejemos algunas dudas y prejuicios


Hablar hoy en día de la “Restauración de lo apostólico”
crea conflicto en algunos creyentes y líderes de organizaciones
cristianas. Talvez, el problema se suscita de la forma errada en
que muchos manejaron el concepto de apóstol, usándolo como
una forma de sobreponerse sobre otros y subyugarlos bajo
control. Que con la presencia de apóstoles –dicen- se perdería
la autoridad administrativa y serían desplazados los obispos y
superintendentes de misiones u organizaciones religiosas. Este
concepto y temor, no puede estar más alejado de la realidad del
correcto espíritu apostólico.
Si bien es cierto, la marca distintiva de un apóstol es la
autoridad, ésta no tiene un carácter despótico, ni busca
enseñorearse del pueblo de Dios. Un apóstol es un padre
espiritual. ¿Cómo se manifiesta la verdadera autoridad de un
apóstol?
La autoridad apostólica opera en base a la sujeción.
“Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a
todos,... y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo
vuestros pies” (Rom.16:19-20).
“Someteos pues a Dios, resistid al diablo y huirá de
vosotros” (Santiago 4:7).

104
Dones y Ministerios

El ejemplo del Centurión Romano (Mateo 8: 5-13). Este


oficial del ejército romano reconoció en Jesucristo una
autoridad superior. El conocía de autoridad, porque para
ejercerla sobre sus subalternos, debía primero reconocer a
sus superiores. Esa disciplina lo capacitaba para ejercer
autoridad sobre los soldados y siervos, que estaban bajo su
mando.
“Aunque (Cristo) era hijo aprendió la obediencia”
(Heb.5:8)

La autoridad apostólica no ejerce señorío ni dominio sobre


otros:
Recordemos que la autoridad de Cristo es ilimitada. Pero,
la nuestra es limitada.
Pablo dice: “No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino
que colaboramos para vuestro gozo” (2Cor.1:24).
No le es concedido a los apóstoles enseñorearse de la grey.
El propio apóstol Pedro dijo: “Ruego a los ancianos que
están entre vosotros,... apacentad la grey de Dios...
cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente... no
como teniendo señorío... sino siendo ejemplos a la grey”
(1ªPed. 5:1-3).
La autoridad no es arbitraria. El que abusa de ella termina
perdiéndola (Lev. 25:43).
La autoridad apostólica no es impuesta, ni con argumentos
ni amenazas, sino que es reconocida.
Pablo dice: “Pablo, apóstol (no de hombres ni por
hombres, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo
resucitó de los muertos” (Gal.1:1).
La autoridad apostólica es suave.
Pablo dijo: “Antes fuimos tiernos entre vosotros, como la
nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos”
(1Tes.2:7)
105
Dones y Ministerios

Si queremos ver que se activen estos preciosos dones de


Dios, es importante que manejemos el concepto amplio del
Ministerio Quíntuple. Esto, porque la mayoría reconoce a los
líderes mediante los títulos. Se habla del: “Pastor Fulano de
Tal”, El “Evangelista Fulano de Tal”, y el “Maestro o profesor
Fulano de Tal”, pero no el “Profeta Fulano de Tal” o el
“Apóstol Fulano de Tal”. Y esto es prácticamente la norma, de
reconocer solo a evangelistas, pastores y maestros, pero no la
de reconocer apóstoles y profetas. No hay duda que esta visión,
no es el resultado de la exégesis bíblica, sino de nuestras
tradiciones eclesiásticas.
Como mencioné en la introducción a este capítulo, el
resurgimiento del Ministerio Quíntuple ha sido paulatino en el
tiempo. Quiero ilustrar esto con el caso del evangelista como
ministerio. El Dr. C. Peter Wagner dice lo siguiente:
El término “evangelista”, tan común hoy, no fue
aceptado en forma general en los Estados Unidos sino
en tiempos de Carlos Finney, quien ministró desde
1825 hasta 1875. Finney encendió buena cantidad de
controversia cuando aceptó el oficio de evangelista por
primera vez. Los teólogos de la época esforzadamente
discutieron contra lo que ellos llamaban “nuevas
medidas”.8
Otro prejuicio que debemos despejar es respecto a la vida
y personalidad del apóstol. Recordemos que los apóstoles son
seres humanos. Tienen sus días buenos y sus días malos. Basta
con leer la vida del apóstol Pablo en el libro de Los Hechos y
en las epístolas para darnos cuenta de esto. Pablo era humano y
estuvo afecto a errores y debilidades. Pero, algunas personas se
imaginan, erróneamente, que “los apóstoles brillan en la
oscuridad”. ¡Esto no es así!

8
C. Peter Wagner, Terremoto en la Iglesia. Pág. 112.
106
Dones y Ministerios

Otros piensan que el grado de apóstol constituye a la


persona en alguien perfecto e infalible. Esto, tampoco es así.
Recordemos que los dones ministeriales, son dones de gracia y
no ganados. Uno los tiene o no los tiene. El propio Pablo
reconoció que no era digno de ser llamado apóstol, y lo era solo
por la gracia de Dios. El mismo dice:
“... yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no
soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a
la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo
que soy; y su gracia no ha sido en vano para
conmigo, antes he trabajado más que todos ellos;
pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo” (1ªCo.
15:9-10).

Este libro reconoce la restauración de lo apostólico y lo


profético como algo que Dios y el Espíritu Santo están
levantando en la actualidad. Respecto a la restauración
apostólica, el Dr. Bill Hamon dice:
Cuando los apóstoles sean restaurados a plenitud, eso
activará muchas cosas. Hará que muchas profecías
tocantes al fin de los tiempos empiecen a sucederse a
un ritmo acelerado. El apóstol es el último Don del
ministerio quíntuple en ser restaurado. Es como una
gran máquina que necesita que ocurran cinco cosas en
secuencia antes de que funcione por completo. Se
pudiera comparar a un propulsor de proyectil con
cinco interruptores que deben encenderse para que
pueda lanzar el trasbordador espacial: la iglesia. Cada
interruptor o botón representa uno de los cinco
ministerios.9

9
Bill Hamon, citado por C. Peter Wagner en Terremoto en la iglesia,
Pág.115
107
Dones y Ministerios

Por muchos lados, prácticamente en los cinco


continentes, se oye acerca de este nuevo mover apostólico.
Eso significa que Dios está levantando grandes hombres y
mujeres con una unción diferente. Una unción apostólica para
cumplir Sus planes sobre la tierra. Estamos presenciando un
cambio relativamente rápido en la actitud de los líderes de la
iglesia en cuanto a aceptar el oficio contemporáneo del
apóstol. Aunque, algunos teólogos todavía discuten en contra,
así como discutieron en contra de llamar a Finney un
“evangelista” en una generación pasada.

La Autoridad del Apóstol


Debemos entender que “lo apostólico”, no es tan solo uno
de los cinco ministerios de Efesios 4:11, sino que es la máxima
expresión de gracia de Cristo sobre la tierra:
“y a unos puso Dios en la iglesia primeramente
apóstoles” (1Cor.12:28).
La marca distintiva de un apóstol es la autoridad espiritual
que representa. El ministerio apostólico difiere de los demás en
el grado de autoridad. Si esto es así, entonces debemos
establecer que el Señor constituyó a algunos el ser apóstoles,
con autoridad de embajadores de Cristo. Un apóstol es un
diplomático de rango mayor con autoridad divina. El apóstol
debe llegar a ser el representante apostólico que Jesús sería si
estuviera presente entre nosotros.
El apostolado no es un nombramiento de segunda mano o
heredado por la tradición. Para llegar a este nivel, uno tiene que
tener una experiencia personal con el Señor: algo muy
profundo y verdadero. Algo fuera de lo común.
La unción apostólica es la que permite ver y entender más
ampliamente el mundo espiritual. Además, esta unción entrega
la autoridad de modificar y de transformar el ámbito invisible,
sobre todo lo que nos rodea, para establecer visiblemente el
108
Dones y Ministerios

Reino de Dios. Digámoslo de esta manera; esto no es


solamente el hecho de que Dios levantará ministerios
apostólicos (que ciertamente lo hará), ni tampoco se trata de
cómo hacer una denominación o establecer una serie de reglas
para supervisar iglesias. Antes bien, el apostolado tiene que ver
con entender una nueva revelación de Cristo (que siempre ha
estado), con toda la gama de características que están envueltas
en ella y hacer que la vida del Espíritu sea asumida, acatada y
activada en la vida de los hombres que la reciben por la fe.
Antes de describir la unción y las funciones apostólicas
permítanme decir que, con respecto al mover apostólico, en la
actualidad, observamos tres cosas.
1. Están los que se dicen ser apóstoles, y no lo son.
2. Están los que son apóstoles y no lo saben.
3. Están los que son apóstoles y cumplen la función.
¿Cómo reconocer el don y el oficio del apóstol? El
apostolado tiene tres características que lo distinguen. Y de las
tres, se desprenden funciones derivadas. Primero: Un apóstol
tiene el poder y la habilidad para establecer y supervisar
iglesias. Segundo: Un apóstol brinda paternidad espiritual,
cobertura ministerial para otros ministerios y obra con dones
espirituales destacados. Tercero: Un apóstol entiende la
revelación concerniente a los planes y propósitos de Dios y
proveen de una adecuada dirección espiritual. Para eso debe
tener una experiencia profunda con el Señor. Veamos un
desglose de las principales funciones apostólicas y las
funciones derivadas.

1.- Los apóstoles establecen iglesias y las supervisan:


Funciones derivadas:
Los apóstoles son pioneros para abrir nuevas obras
Pablo no edificó sobre fundamento ajeno

109
Dones y Ministerios

Se esforzó en llevar el evangelio donde Cristo aún no


era conocido (Romanos 15:20).
Los apóstoles colocan el fundamento de la fe:
Pablo dice: “Yo como perito arquitecto puse el
fundamento” (1 Corintios 3:10)
Aquí el fundamento es la revelación bíblica (Efesios
2:20).
Predican el reino, el arrepentimiento y liberación
(Marcos 16:12-13).
Los apóstoles ordenan ancianos para la obra que han
establecido
En la iglesia primitiva un apóstol no podía ejercer
autoridad en iglesias no fundadas por ellos, a menos
que fuera invitado.
Pablo fue reconocido como apóstol por las iglesias
fundadas por su ministerio. El dice: “Aunque otros no
me reconozcan como apóstol, ¡para ustedes sí lo soy!
Porque ustedes son el sello de mi apostolado en el
Señor” (1Cor.9:1-2 NVI).
Ejemplo: Pablo y Bernabé “Constituyeron ancianos en
cada iglesia” de Asia Menor con oración y ayuno
(Hch. 14:23), y se instó a Tito a que hiciera lo mismo
en Creta (Tito 1:5).
Los apóstoles confirman y fortalecen iglesias locales.
2.- Los apóstoles brindan paternidad, cobertura ministerial
para otros ministerios y obra con dones espirituales
destacados.
Funciones derivadas:
Los apóstoles forman y establecen equipos.
Los apóstoles traen corrección espiritual.
Los apóstoles imparten gracias y dones espirituales.

110
Dones y Ministerios

Los apóstoles operan con las señales, prodigios y milagros.


Pablo dice: “Con todo, las señales de apóstol han sido
hechas entre vosotros en toda paciencia, por señales,
prodigios y milagros” (2 Cor.12:12).
No se puede ser apóstol sin manifestación de señales
sobrenaturales.
Los apóstoles envían y activan.
Los apóstoles liberan la plenitud del Espíritu Santo.
Los apóstoles bendicen a los pobres (misericordia).

3.- Los apóstoles entienden la revelación concerniente a los


planes y propósitos de Dios.
Funciones derivadas:
Los apóstoles reforman y traen cambios.
Los apóstoles enseñan, predican y establecen doctrinas.
Los apóstoles traen estrategias a la iglesia.
Los apóstoles declaran y decretan la voluntad de Dios.
Los apóstoles defienden la fe.

Establezcamos lo siguiente. El don de apóstol es la mayor


de las gracias del Espíritu Santo. Para llegar a él, se debe pasar
por otros dones primero. De este modo, se va ascendiendo de a
poco al apostolado, en base a revelaciones y experiencias con el
Señor. Por ejemplo, previamente al ejercicio de la función
apostólica:
El hará la obra de evangelista. Salvar y ganar almas.
El hará la obra de maestro: Enseñará y afirmará a las
almas.
El hará la obra de pastor: Pastoreará a las almas durante un
tiempo limitado (si es misionero), o puede ser pastor
permanente de una congregación que sirve de base a su
apostolado. Es decir una iglesia que le sustenta y le envía.

111
Dones y Ministerios

La vida del apóstol Pablo nos ejemplifica e ilustra el


desarrollo del don y las diversas funciones que cumplió.
Cuando ministró en la iglesia de Antioquia de Siria, fue pastor
y maestro. Luego, como misionero abrió obras en distintas
ciudades, y evangelizaba en lugares donde no habían iglesias.
El siempre se quedaba en un lugar entre seis meses hasta tres
años. Allí ganaba almas, pastoreaba y formaba obreros. Luego
instituía ancianos (pastores) a quienes animaba a evangelizar,
para luego comenzar en otro lugar. Su apostolado y el
desarrollo de éste lo comenzó en su primer viaje misionero y se
desarrolló durante el ejercicio de su ministerio. Formó iglesias,
las administró, las organizó y las supervisó a la distancia. Estas
iglesias fundadas por él reconocían su autoridad apostólica
sobre ellas.
Aplicación para nosotros: Si Dios le ha llamado para ser
un apóstol, eso es un llamado legítimo. Pero, recuerde que uno
no comienza como apóstol. Esto es algo progresivo en la vida
espiritual. Así como Pablo no fue un apóstol en sus comienzos.
Tampoco José (de sobrenombre: Bernabé) se inició como un
apóstol. El comenzó en la iglesia de Jerusalén con un
ministerio de consuelo a corazones tristes. El nombre:
“Bernabé” significa “Hijo de consolación”. Este apodo le fue
dado por los apóstoles, al ver la gracia que manifestaba (Hch.
4:36). Después desarrolló la gracia pastoral, en la iglesia de
Antioquia de Siria. Luego asumió en el ministerio de las
misiones y después, la Biblia le denomina como “apóstol”
(Hch. 14:4,14).
En conclusión: No debemos preocuparnos de nombres y
títulos. Esto no debe quitar el sueño a nadie. Si usted siente el
llamado de Dios dentro de sí, simplemente enseñe y predique y
deje que Dios y el tiempo le concedan la honra en el ministerio
que El tiene para usted.

112
Dones y Ministerios

Recuerde esto: Dios premia la fidelidad en el servicio a su


reino. Como Dios dijo a través del salmista: “Mis ojos pondré
en los fieles de la tierra, para que estén conmigo” (Salmo
101:6). Esto quiere decir que los ascensos espirituales se dan
en base a la fidelidad. El ejemplo de Jesús fue ilustrativo:
“Después de estar con El, los envía a predicar” (Mc.3:14). Dios
no premia el cargo o título, sino la fidelidad.

2. LOS PROFETAS
“y a unos puso Dio en la iglesia, primeramente apóstoles,
luego profetas...” (1Cor. 12:28).
“y el mismo constituyó a unos apóstoles, a otros
profetas...” (Efesios 4:11)
En el Nuevo Testamento se conoce y se tiene en alta estima
el don de profecía y la figura del profeta (1Cor.12:10; 14:37;
Hch.11:27). Cuando estudiamos los profetas y el don de
profecía en el Nuevo Testamento, observamos que se
entremezclan estos dos conceptos, que por cierto están muy
relacionados. Pero, si aplicamos los principios de la
introducción de este capítulo, estamos hablando del “Oficio
profético”. Es decir, en esta categoría, el poseedor del don llega
a ser un "hombre-don", con cualidades proféticas permanentes.
En cambio, cuando hablamos del don de profecía o "unción
profética" es un don de manifestación ocasional en la iglesia
local. Toda manifestación profética tiene como propósito la
"edificación, exhortación y consolación" (1Cor.14:3). Pero,
debemos hacer notar la diferencia entre la profecía como don y
el ministerio de un profeta. Pues, también un profeta de oficio
puede profetizar.
¿Cuál es la gran diferencia entre ambos? La diferencia está
en que el profeta de oficio tiene este ministerio. Llega a ser un

113
Dones y Ministerios

don del ministerio cuyo nivel de servicio es más alto que el don
de profecía. En Efesios 2:20, el apóstol Pablo dice:

"edificados sobre el fundamento de los apóstoles y


profetas, siendo la principal piedra del ángulo
Jesucristo mismo".
Este versículo es clave para determinar que se trata de la
presencia del Ministerio de profetas en la iglesia primitiva, con
cualidades de revelación en la Palabra, a la par del ministerio
del apóstol. Pues, está claro que, tanto apóstoles como profetas,
reciben revelaciones de los grandes planes divinos. Pablo
agrega a esto:
“el misterio que en otras generaciones no se dio a
conocer a los hijos de los hombres, como ahora es
revelado a sus santos apóstoles y profetas por el
Espíritu” (Efesios 3:5).
Por lo tanto, el profeta de oficio cuenta con un mensaje y
un llamamiento profético sobre su vida. En cambio, el don de
profecía es un don de manifestación ocasional para edificación
en la iglesia local. En este sentido, el apóstol Pablo animaba a
toda la iglesia de Corinto para que profetizaran (1 Cor.14:1).
Esto los convierte en profetas, pero solo hasta cierto nivel de
servicio.
El Doctor y reconocido profeta Bill Hamon dice acerca del
profeta de oficio:
“El profeta es uno a quien se le ha dado una habilidad
especial para activar a los santos en su ministerio de
membresía. Cristo le ha dado a los profetas la
habilidad de conocer dones de Dios y el llamado en la
vida de una persona”10

10
Bill Hamon, Profetas y profecía personal, Pág. 39-40.
114
Dones y Ministerios

Como el tema del campo de lo profético es muy amplio,


profundo y lleno de tantas interrogantes es que, en esta sección
trataremos con detalle el “Oficio del Profeta”, como persona y
ministerio. Y con respecto al don de profecía, como “don de
manifestación” hablaremos en detalle en el próximo capítulo,
en la sección: “Los dones de inspiración oral”.

¿Cuáles son las características del Oficio y la


unción del profeta en la actualidad?
En la actualidad un profeta está llamado a predicar a la
iglesia un mensaje de reconciliación y despertamiento
espiritual, y de sacarla de sus errores con una capacitación
sobrenatural. Incluso puede predecir acontecimientos futuros
(Amos 3:7; Hechos 11:27; Mateo 11:13; 1 Pedro 1:10).
La base la entrega Pablo en Efesios 2:20 que dice:
“Edificado sobre el fundamento de los apóstoles y
Profetas, siendo la principal piedra del ángulo
Jesucristo mismo”.
Naturaleza de la profecía
Los profetas son canales de comunicación de Dios.
Jesús era Dios, y expresó al Padre en forma humana.
Jesús fue más que un profeta; extendió y expresó a su
Padre celestial. Él fue la más completa revelación de la
gloria de Dios. San Juan dice:
“A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que
está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer”
(Juan 1:18).

Una de las funciones del profeta es traer la revelación de


los planes de Dios y de sus propósitos divinos. El Dr. Bill
Hamon agrega:
115
Dones y Ministerios

La percepción del profeta en esta área es más


profunda y es una gracia con más unción que el don
de palabra de ciencia operando en los santos... Las
habilidades divinas del profeta son más que los dones
del Espíritu Santo. ... Un miembro de la iglesia con
unción tiene la capacidad de discernir con una
palabra de ciencia que otro miembro tienen cierto
don o llamado, pero esto no lleva consigo el poder de
activar los dones, solo trae conocimiento
revelatorio.11
La Profecía es la voz del Espíritu Santo: (Hechos 2:17).
“En los postreros días, dice Dios, derramaré mi
Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y
vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán
visiones y vuestros ancianos soñaran sueños”.

El profeta habla cuando es impulsado con una


inspiración repentina, iluminado por una revelación
súbita y momentánea. Aquí es fundamental el hecho de
hablar lo que proviene de una espontánea revelación y
que está relacionado con hechos del futuro o con la
voluntad del Espíritu en general.
El profeta habla directamente inspirado por el Espíritu,
cuando profetiza. Es una revelación repentina. Es algo
que recibió de Dios sin pensarlo en un momento de
inspiración súbita.
El mensaje profético generalmente es dado oralmente.
También puede ser por escrito.
El profeta recibe visiones y revelaciones. Existen tres
tipos de revelaciones y visiones:

11
Bill Hamon, Profetas y profecía personal. Pág. 40.
116
Dones y Ministerios

Una visión espiritual. Esto es cuando una persona tiene


una visión en su espíritu o puede ver en su espíritu.
Un éxtasis. Cuando la persona cae en éxtasis, los
sentidos físicos quedan en suspenso durante el momento
del trance.
La visión conciente. Esta clase de visión es la mayor de
todas. Cuando esta ocurre, los sentidos físicos no están
en suspenso. La persona tiene los ojos abiertos. Posee
todas las capacidades físicas, pero puede ver en el mundo
del espíritu.
El don de profecía y el oficio profético siempre debe ser
para edificación, exhortación y consolación a la iglesia.

Requisitos de un Profeta de Oficio


Para llegar al ministerio de profeta de oficio, primero
tiene que ser un ministro del Evangelio, separado y
llamado al ministerio profético por Dios. Esto es similar
al apostolado. Antes de llegar a ese nivel, se debe pasar
por otros dones de servicio a Dios. En la Biblia tenemos
el ejemplo de Ezequiel, quien siendo un sacerdote, fue
llamado a desarrollar un ministerio profético entre los
judíos que estaban cautivos en Babilonia (Ezequiel 2-3).
Para tener un ministerio de profeta, uno debe tener una
manifestación más consistente de a lo menos dos de
los dones de revelación: La Palabra de sabiduría, la
Palabra de ciencia o el discernimiento de espíritu, más la
profecía. Sobre estos dones, daremos una detallada
explicación de cada uno en el próximo capítulo, en la
sección: “Los dones de revelación”. Vaya aquí solo una
breve definición.
La Palabra de sabiduría. Es una revelación
sobrenatural del Espíritu de Dios concerniente al

117
Dones y Ministerios

propósito divino en la mente y voluntad de Dios. Es


una revelación que siempre habla del futuro.
La Palabra de ciencia. Es una revelación sobrenatural
del Espíritu de Dios en relación a realidades o hechos
en la mente de Dios relacionados con personas,
lugares o cosas. Es una revelación siempre en tiempo
pasado y presente.
El discernimiento de espíritus. Es una percepción
profunda y clara dentro del mundo espiritual. Es ver
en el mundo de los espíritus.
Respecto a estos dones, cualquier creyente lleno del
Espíritu Santo puede tener manifestaciones de estos según
la voluntad del Espíritu y la necesidad. Pero, un profeta
tomará el lugar de predicador o maestro teniendo una
manifestación más consistente de los dones.
En el caso de los profetas, estos deben ser entrenados bajo
un profeta maduro, como Elíseo lo hizo bajo Elías durante
varios años. O recibir mucha instrucción y preparación
espiritual en este campo.
El desarrollo del ministerio profético debe estar fundado
en la Palabra de Dios. Por más dotado que sea un profeta y
por más espectaculares que sean las manifestaciones del
Espíritu, éste debe saber por experiencia que los dones no
son la base del ministerio, sino la revelación de Dios en su
Palabra. De hecho, ministerios dotados con dones
espectaculares han fracasado, por causa de este sutil
engaño.
La experiencia ha demostrado que, debido a la
“espectacularidad” que se produce con el ministerio
profético, es necesario que la persona del profeta, esté
sujeto a un apóstol o profeta mayor, que le dará cobertura
espiritual de padre, para desarrollar libremente su

118
Dones y Ministerios

ministerio, y ser amonestado cuando fuere necesario


hacerlo.
La profecía nunca debe venir a ser un substituto de la
responsabilidad. Recuerdo las palabras de un gran hombre
de Dios, quien me dijo, que en los profetas de oficio (y él
conocía a los más grandes) observaba una tendencia a
salirse de su centro, debido a esa “espectacularidad” y a
las “expectativas” que genera su ministerio, que los hace
propensos al orgullo. Llegan a pensar más allá de lo que
son realmente. Algunos profetas llamados por Dios,
ungidos y establecidos por El, cuando ocupan ciertos
ministerios piensan que “están obligados a actuar”.
Asimismo, cuando no se manifiesta el Espíritu de Dios,
ellos tratan de tener una manifestación de sí mismos. Esto
es muy peligroso. Por esta razón, él veía necesario que los
profetas deben desarrollar sus misterios bajo una cobertura
apostólica que los cuide y los guíe.
Recomendación práctica: ¡Si en usted opera lo profético,
y si hay alguna manifestación, está bien; pero si no la hay,
no trate de producir una usted mismo!
Ser profeta implica un gran privilegio, acompañado de una
gran responsabilidad. La profecía es el privilegio de un
individuo de poder oír la voz de Dios. Pero, esta nunca
debe tomar el lugar de nuestros deberes espirituales de
ayunar, orar y buscar de Dios hasta oír de los cielos la voz
de Dios que nos guía.

119
Dones y Ministerios

La actitud frente a lo profético


La profecía que es verdaderamente dirigida por el Espíritu
Santo es Dios hablando. Una de las grandes bendiciones
de la profecía personal es que hace a Dios más personal y
real para nosotros. Los profetas son los ojos del cuerpo de
Cristo.
La palabra profética se debe recibir por la fe. Toda palabra
profética se activa por medio de la fe al ser creída por
quien la recibe. Bill Hamon dice: “Si la persona no le
ministra a la palabra profética recibida, esta palabra se
desnutrirá y nunca alcanzará la vida y la madurez en el
individuo.”12
Muchos piensan que un profeta tiene que saber todos los
secretos de todas las personas y todo lo que ocurra
alrededor de él. Esto no en verdad. El Señor hace saber lo
que El desea revelar. Dios no lo dice todo. En los dones de
revelación de Palabra de Sabiduría y Palabra de Ciencia,
solo se revela una fracción del conocimiento. Lo necesario
para suplir una necesidad. Esto se ilustra con el ejemplo de
Eliseo. La Biblia dice:
“Cuando murió, el hijo de la mujer sunamita ella se
asió de los pies de Eliseo y éste dijo: “. . . Su alma
está en amargura, y Jehová me ha encubierto el
motivo, y no me lo ha revelado” (2Rey.4:27).
Las Escrituras completas son una revelación inspirada de
la mente y la voluntad de Dios. Por tanto, la Biblia es una
revelación profética.
“Porque nunca la profecía fue traída por voluntad
humana, sino que los santos hombres de Dios

12
Bill Hamon, Op. Cit., Pág.40
120
Dones y Ministerios

hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. (2


P.1:21).
El ministerio del profeta es para iluminación de la verdad
“ya revelada”, no para adición de nuevas revelaciones
extra bíblicas.
Si la Biblia es la revelación completa de Dios para el
hombre; no debe añadirse otra comunicación profética que
la ponga al mismo nivel de ésta.
Así como las profecías verdaderas traerán bendición,
prosperidad y milagros; de igual manera las profecías
inmaduras, presuntuosas y falsas traerán destrucción,
confusión y fracaso.
No se debe ir al profeta hasta que esté seguro de que el
Señor tiene el primer lugar en su vida. Como parte de la
disciplina espiritual debemos orar y escudriñar las
Sagradas Escrituras constantemente. En este caso, la
profecía traerá confirmaciones al corazón, en lugar de
nuevas revelaciones.
Dios nos exhorta a no menospreciar las profecías. Por el
contrario, nos manda a anhelar el don profético. Pablo
dice:
“No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las
profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno”
(1Tes. 5:19-21).
La Profecía cuando es genuina y se recibe por fe, produce
paz y gozo como fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:22).
Dios aún está hablando a través de profetas. Apocalipsis
18:20 dice:
“Alégrate sobre ella (Babilonia) cielo, y vosotros,
santos, apóstoles y profetas; porque Dios os ha
hecho justicia en ella” (Juicio y caída de Babilonia).

121
Dones y Ministerios

Los profetas y las profecías son mencionadas cinco veces


en el último capítulo. (Apocalipsis 22: 6, 9, 10, 18,19).
Este siglo ha traído bendiciones a la iglesia. Entre más
cerca está al Retorno del Señor, mas acelerada ha sido la
restauración del ministerio profético.
Por último, señalemos lo que dice el Diccionario
Teológico respecto al Ministerio del Profeta actual:

Los que hoy poseen el don profético, ya no tienen la


autoridad y las prerrogativas de los mensajeros
divinos de los tiempos bíblicos. En esta dispensación,
el don profético tiene como función exhortar y
consolar al pueblo de Dios; jamás modificar
artículos de fe, alterar doctrinas o traer nuevas
revelaciones 1Corintios14:26-40; Apocalipsis
13
22:18,19.

3. LOS EVANGELISTAS
“y él mismo constituyó a unos apóstoles; a otros, profetas;
a otros evangelistas; a otros, pastores y maestros”
(Ef.4:11).
Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente... luego los
que hacen milagros, después los que sanan...”
(1Cor.12:28).

El don de evangelista se define como la manifestación de


una capacitación especial que Dios concede a algunos
miembros del cuerpo de Cristo de pregonar las buenas
nuevas de salvación.

13
Diccionario Teológico, op. cit, Pág. 256.(Las negrillas son nuestras)
122
Dones y Ministerios

El don de evangelista guía a los incrédulos al


conocimiento del Señor, de tal forma que lleguen a ser
discípulos y miembros responsables del cuerpo de Cristo.
El don de evangelista perfecciona a los santos con su
espíritu evangelístico y además anuncian el evangelio a los
perdidos. Con su don, establecen nuevas congregaciones.
La palabra “evangelista” ocurre solo tres veces en el
Nuevo Testamento:
En Efesios 4:11, citado anteriormente.
En Hechos 21:8, la Biblia habla de “Felipe el evangelista”
En 2ª de Timoteo 4:5 Pablo le dijo a Timoteo (quien era
pastor de una iglesia), que hiciera “obra de evangelista”.
El Diccionario Teológico define el don de Evangelista
como:
Don ministerial conferido por el Espíritu Santo,
mediante el cual se estimula al obrero cristiano a
proclamar con singular eficiencia el mensaje del
evangelio.
En Efesios 4:11, se presenta el don de evangelista
como el tercer don ministerial en importancia. Felipe,
por ejemplo, poseía este don. Aunque fuera designado
para servir como diácono, su verdadera vocación era
el evangelismo.
Por lo general, todos tenemos la obligación de
predicar el evangelio. Pero entre los santos algunos
son escogidos para hacerlo de forma más dinámica y
eficiente. Es decir: de manera milagrosa.14

14
Diccionario Teológico, op. Cit., Pág. 151.
123
Dones y Ministerios

El Nuevo Testamento habla sobre el llamado a algunos


evangelistas.
Los apóstoles (Hch. 2 – 5);
Esteban y Felipe (Hch. 6 – 8).
Pablo (Hch. 9)
Los evangelistas que fueron a Antioquia de Siria
(Hch.11:20-21).
Bernabé y Pablo (Hch.13:1-3).
Timoteo (Hch. 16:1-3; 1Tim. 1:11).
“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don
de Dios que está en ti”
“pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones,
haz obra de evangelista, cumple tu ministerio”
(2Timoteo 1:6; 4:5).
¿Cuáles son las características de la función y la
unción del evangelista?
El evangelista siente un fuerte deseo de comunicar a Cristo
a los que no creen.
La urgencia del amor por los perdidos mueve al
evangelista. “Conociendo, pues, el temor del Señor,
persuadimos a los hombres” (2 Corintios 5:11). Para el
evangelista parece como algo de vida o muerte.
Ilustración con el ejemplo de Jeremías. El Señor le dijo a
Jeremías que profetizara contra Judá. También le dijo que
nadie escucharía su voz – nadie se convertiría. El lamento
de Jeremías creció al punto que dijo: “Ya no voy a
continuar haciendo esto. No hablaré más en el Nombre de
Dios” (Nosotros diríamos: “Ya no voy a predicar más”).
Pero luego dice: “No obstante, había en mi corazón como
un fuego ardiente metido en mis huesos...” (Jer. 20:9).

124
Dones y Ministerios

El evangelista puede escuchar y comprender lo que los no


creyentes piensan y sienten con relación al evangelio. Es
decir, tiene un agudo interés en la vida y necesidades del
no creyente.
El evangelista puede comunicarse con personas que no
creen en Cristo.
La unción del Espíritu Santo confirma al evangelista para
guiar a las personas a Cristo:
Ejemplo de evangelización de Antioquía: “Y la mano del
Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió
al Señor” (Hch.11:21).
La expresión “la mano del Señor” significa que había
señales milagrosas y que no dependían de técnicas ni
métodos humanos.
El evangelista tiene la capacidad dada por Dios de
llamar a las personas a que se decidan por Cristo (Hch.
2:37-38).
El amor del evangelista hace que sus métodos sean
flexibles. Pablo dice:

“Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho


siervo de todos para ganar a mayor número. Me he
hecho a los judíos como judío, para ganar a los
judíos... a los que están sin ley, como si yo estuviera
sin ley... para ganar a los que están sin ley. Me he
hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a
todos me he hecho de todo, para que de todos modos
salve a algunos” (1Cor.9:19-22).

La obediencia al llamado del Señor a la predicación


evangelística mueve al evangelista. Pablo dice:

125
Dones y Ministerios

“Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué


gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de
mí si no anunciare el evangelio! (1Cor.9:16).

¿Cuál es la tarea específica del evangelista?


El ministerio del evangelista incluye tanto la predicación
pública como la comunicación personal del evangelio.
Generalmente al evangelista le acompañan las señales de
milagros y sanidades. El ejemplo de Felipe en Hechos.
Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria,
les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba
atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo
las señales que hacía. Porque de muchos que tenían
espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y
muchos paralíticos y cojos eran sanados. Así que había
gran gozo en aquella ciudad. (Hch.8:5-8).
El ministerio de la evangelización está destinado a limitarse
a predicar lo elemental del evangelio a los no creyentes.
La predicación de lo básico o elemental significa dar a
conocer a Jesús a quienes no lo conocen y no creen en él. Es
decir, lo único que salvará a las personas es el evangelio de
Cristo crucificado y resucitado (Gálatas 1:6-10).
La tarea específica del evangelista es presentar a las
personas una clara invitación a cambiar el rumbo de su vida
y entregarse a Jesucristo como Señor y Salvador.
Dado que el evangelista tiene un llamado especial para la
tarea que realiza, no debe tratar de ocuparse de tareas y
responsabilidades que no corresponden a su llamado.
Si una persona tiene el don o la unción en su interior, dicha
persona no necesita rogar para ser un evangelista. Habrá un
impulso, una llama, que arde en su interior.
Si usted siente los deseos y la unción de evangelizar, uno no
nace como evangelista. Al igual que los dones anteriores, se
126
Dones y Ministerios

accede con el tiempo a ellos, pasando previamente por otras


áreas de servicio. Veamos dos ejemplos que ilustran esto:
Felipe fue primero un diácono o ayudante en la iglesia
(Hch.6:1-6). Fue ordenado como diácono, pero nadie le
dio la comisión de evangelizar. Con todo, lo vemos en
Samaria con el don divino que ardía en su espíritu,
ungiéndole para que predicara el Evangelio con
resultados gloriosos.
Pablo dijo: “¡Hay de mí si no anunciare el evangelio!”
(1Cor.9:16). Si una persona tiene verdaderamente el
llamado divino que arde dentro, no importa cuál sea su
función, también dirá, junto a Pablo: “¡Hay de mí si no
anunciare el evangelio!”

4. LOS PASTORES
“Y el mismo constituyó a... otros pastores” (Efesios
4:11)
La palabra “pastor” es usada unas quince veces en el
Nuevo Testamento.
El trabajo del pastor de almas es el más amplio y
reconocido de todos los ministerios en la actualidad.
Es característico de las iglesias evangélicas llamar
"pastores" a sus ministros. Dios proporciona a su pueblo
hombres con los dones necesarios para apacentar el rebaño
de sus hijos, según la promesa de Jeremías 3:15;
"Os daré pastores según mi corazón, que os
apacienten con sabiduría y con inteligencia".
En el Nuevo Testamento la palabra "pastor" se usa una sola
vez, para señalar al ministro de una congregación, pero la
palabra "apacentar" comunica el mismo concepto:
127
Dones y Ministerios

Jesús dijo a Pedro: “Apacienta mis corderos”... “Pastorea


mis ovejas” (Juan 21:15-17).
Pablo dijo a los ancianos de Efeso: “Por tanto, mirad por
vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os
a puesto por obispos, (gr.: episkopos, sobreveedor) para
apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su
propia sangre” (Hechos 20:28).
Pedro como anciano dice: “Apacentad la grey de Dios
que está entre vosotros, cuidando de ella... con ánimo
pronto... siendo ejemplo a la grey” (1 Pedro 5:2,4).
El mejor modelo de pastor nos lo entrega el propio Señor.
Esto nos permite entender la función pastoral. Jesucristo es
el príncipe de los pastores, el gran pastor de todas las
ovejas:
El mismo se auto denominó como: “El buen pastor...
(que) su vida da por las ovejas” (Juan 10:11).
“Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro
Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas”
(Heb.13:20).
“Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero
ahora habéis vuelto al pastor y obispo de vuestras almas”
(1 Pedro 2:5).
“Y cuando aparezca el príncipe de los pastores, vosotros
recibiréis la corona incorruptible de gloria” (1 Pedro 5:4).

¿Cuál es la función y unción de un pastor?


Un pastor es un hombre llamado para pastorear las ovejas
de Dios.
Para ejercer bien su función debe estar sujeto bajo la
autoridad del Príncipe de los pastores.

128
Dones y Ministerios

La principal característica de un corazón de pastor es la


compasión.
El corazón de un pastor es un don de Dios.
Jesús tenía compasión de la multitud “porque eran como
ovejas que no tenían pastor” (Marcos 6:34).
Las ovejas sin pastor se esparcen y se pierden.
La persona que haya recibido el llamado para pastorear un
rebaño, generalmente permanecerá en la localidad donde
tiene “su rebaño”.
La función del pastor es la de vigilar y alimentar el rebaño.
Se necesita un corazón de pastor para cuidar de los
cristianos que son como bebés, para amarlos, alimentarlos y
guiarlos cuando ellos empiezan a tratar de andar.
Las características que más se deben exhibir en la vida de un
pastor son:
Compasión por las ovejas: “Obedeced a vuestros
pastores... porque ellos velan por vuestras almas”
(Heb.13:17).
Preocupación y cuidado: “Sé diligente en conocer el
estado de tus ovejas y mira con cuidado por tus
rebaños” (Prov. 27:23).
Ejemplo digno de imitar: “Acordaos de vuestros
pastores... considerad... su conducta, e imitad su fe”
(Heb.13:7).
De acuerdo con el uso del Nuevo Testamento de pastor,
este tiene la misma función que el obispo o el anciano.
Las tres palabras se refieren a una misma función.
La palabra griega episkopos traducida como “Obispo” u
“obispado” significa “sobreveedor” y se refiere a un cargo
oficial de guía espiritual.
La palabra griega presbíteros traducida como “anciano”
está tomada del judaísmo, donde este término representaba
129
Dones y Ministerios

a un dirigente del pueblo caracterizado por la madurez y la


cordura. Así los líderes de la Iglesia primitiva, continuaron
usando este mismo concepto en el Nuevo Testamento, por
sus raíces judías.
En el libro de Los hechos observamos lo siguiente:
Pablo y Bernabé “constituyeron ancianos en cada iglesia
que fundaban.” (Hch. 14:23.
Pablo y Bernabé, en Jerusalén, “fueron recibidos por la
iglesia y... los ancianos” (Hch.15:4).
Pablo de paso por Mileto “hizo llamar a los ancianos de
la iglesia de Efeso” (Hch.20:17).
Frente a la enfermedad, Santiago recomienda que se
“llame a los ancianos de la iglesia y oren por él”
(Stg.5:14).
El apóstol Pedro se identifica a si mismo como uno de
ellos: “Ruego a los ancianos, yo anciano también con
ellos” (1 Ped. 5:1).
Pedro recomienda a los jóvenes el estar “sujetos a los
ancianos...” (1 Ped.5:5).
La importancia de la función pastoral.
La función y unción de pastor es una de las más
importantes y necesarias. La prueba de esto es que ha sido
el más grande de los dones de la gracia de Cristo
reconocidos en la historia. Siempre ha sido necesaria la
presencia de pastores para cuidar el rebaño de Dios.
Prácticamente, todos los dones del ministerio son vanos
sin la ayuda del pastor.
No importa cuán bueno sea un evangelista, ni cuántas
almas fueron salvas, si no hay alguien que las pastoree y la

130
Dones y Ministerios

guíe en el camino de Dios, esas almas caerán junto al


camino.
Jesús vio a las multitudes desorientadas como “ovejas que
no tenían pastor”.
Son los pastores (ancianos u obispos) los que más
instrucciones reciben en el Nuevo Testamento.
El pastorado es el cargo más abundante que existe. Es el
más respetado y el más necesario desde el punto de vista
funcional.
Podemos decir que es el más noble de todos. El apóstol
Pablo dice: “Si alguno anhela obispado (pastorado o
liderazgo espiritual), buena obra desea” (1 Timoteo 3:1).

Una advertencia: La obra pastoral es la más común y


reconocida función dentro del cristianismo. Sin embargo,
el nombramiento de un hombre sin el llamado de Dios, no
traerá buenos frutos. Porque no está llamado ni está ungido
por Dios.
Con cierta frecuencia observamos a personas denominadas
“pastores”, pero que no tienen un verdadero corazón
pastoral. Antes bien, actúan como asalariados frente al
rebaño, y uno dice: “¡Señor, estas almas necesitan un
pastor!”. “¡Estas ovejas solo son trasquiladas!”
El Espíritu Santo es el que moldea el corazón de los
hombres para impartir la gracia de llegar a ser pastores,
obispos o ancianos. ¡El hombre no puede hacerlo!
La parte del hombre es ayudar con las herramientas para la
capacitación al ministerio. Y esto se aplica a todos los
dones del Ministerio Quíntuple. Históricamente se han
levantado instituciones formativas para el desempeño
ministerial. Me refiero a los Seminarios e Institutos

131
Dones y Ministerios

Bíblicos como una preciosa herramienta de formación y


capacitación para el ejercicio de la función pastoral.
Sin embargo, tales instituciones no pueden formar pastores
si el hombre que se prepara en ellas no ha tenido un
llamado para el ministerio pastoral.
Recuerde esto. Jesús dijo: “El buen pastor su vida da por
las ovejas”.

5. LOS MAESTROS (ENSEÑANZA)


“y el mismo constituyó a unos.... pastores y maestros”
(Efesios 4:11).
“Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente
apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros... ¿Son
todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Todos maestros?”
(1Cor.12:28-29).
“De manera que, teniendo diferentes dones, según la
gracia que nos es dada, si el de... servicio en servir; o el
que enseña, en la enseñanza” (Rom.12:6-7).
Los maestros y la enseñanza tienen una función bien
definida e importante en el Nuevo Testamento. Este es un
título que generalmente indica a uno que enseña e instruye
en la Palabra de Dios.
Cristo constituyó a maestros para que edificaran al Cuerpo
de Cristo.
La importancia del Ministerio del Maestro o de la
enseñanza, es que éste aparece en las tres listas de los
Dones Espirituales. Tanto la profecía como la enseñanza
aparecen mayormente nombrados, lo que deja entrever es
que la iglesia necesita, fundamentalmente dos cosas:
Manifestaciones espirituales, donde el Espíritu
ministre con voz profética.

132
Dones y Ministerios

Enseñanza bíblica, para dar fundamento y consistencia


a la vida de los creyentes.
En la práctica uno puede obrar como pastor y maestro.
Como profeta y maestro. Como evangelista y maestro, y
así sucesivamente.
Desde nuestra perspectiva, queremos separar esta función
en si misma, para darle el realce que se merece. Si bien es
cierto, todos los ministerios de la Palabra deben enseñar,
hay ministros que tienen de manera destacada esta
admirable función.
El don de enseñanza es un don divino y es una de las
funciones más populares dentro de las iglesias. El ejemplo
básico es el “Maestro de Escuela Dominical”.
En esta sección estamos hablando del Don del Maestro.
Un hombre con un llamado ministerial, con un don y una
unción del Espíritu para impartir enseñanza que afecte a
quienes le escuchan.
Como este es un don de la gracia de Cristo, uno no es
“Maestro de la Palabra”, meramente en virtud a una
capacidad natural que tenga o una inclinación hacia la
enseñanza o un título de docente.
Por cierto, eso ayuda y Dios lo puede ungir para usarlo en
su reino. Como explicamos en la introducción general de
los Dones Ministeriales: “Generalmente, los dones del
Ministerio Quíntuple están relacionados con los dotes
naturales. Eso no quiere decir que sean dotes naturales,
pero sí que pueden ayudar a este don cuando está en
armonía con las capacidades y los talentos naturales.

La función del Maestro de la Palabra:


Los Maestros procuran la edificación de las almas de los
santos.

133
Dones y Ministerios

Los Maestros pueden ver la verdad desde varios puntos de


vistas, lo que les permite mirar más ampliamente un
asunto.
El que enseña dará el tiempo necesario para profundizar en
la Palabra, siendo capaz de una interpretación exacta y de
una clara definición de las doctrinas.

Las características de la unción del Maestro son:


El entendimiento de la revelación bíblica y el deseo de
comunicarla señala al ministerio del Maestro.
En el Maestro siempre está de manifiesto una actitud de
aprendizaje. Siempre está estudiando la Palabra de Dios, y
eso trae humildad de carácter. Un verdadero Maestro del
Ministerio Quíntuple no es un “sabelotodo”.
La enseñanza de un maestro imparte vida y no solo
información. Por medio de la enseñanza afecta el carácter
de quienes le escuchan.
En las enseñanzas del maestro se refleja la sabiduría de
Dios. Esta se expresa por el amor y respeto que siente por
la revelación de Dios.
Una ilustración: La enseñanza espiritual es como el buen
jardinero que sabe cuidar sus plantas y estas se dan bellas y
hermosas.
Cuando la enseñanza de la Palabra de Dios se hace a través
de un don espiritual para enseñar, esta deja a las almas
satisfechas y avivadas.
Las enseñanzas impartidas bajo un don de Maestro aviva a
las personas en el deseo de conocer más de Dios y de su
Palabra. Si esto no ocurre, es porque no enseña con el
poder del Espíritu.

134
Dones y Ministerios

Conclusión:
Los ministerios de Efesios 4:11 son dones definidos que
operan a través de personas que han sido llamadas.
Cada ministerio tiene un área de acción en que se
interrelacionan y complementan.
El ministerio apostólico difiere de los demás en el grado de
autoridad y en su relación con los otros ministerios.
Las palabras predominantes que los caracterizan son las
siguientes:

EL APÓSTOL La Autoridad (con apoyo a otros


ministerios).
EL PROFETA La Revelación y activación.
EL EVANGELISTA La Exposición del mensaje de salvación.
EL PASTOR La Compasión por las ovejas.
EL MAESTRO La Instrucción en la formación espiritual.

135
Dones y Ministerios

136
Dones y Ministerios

Capítulo Ocho

Los Dones de Manifestación


del Espíritu Santo
Un análisis más detallado

L a Biblia nos presenta en 1ªCorintios 12:4-11 un listado de


nueve dones espirituales, cuya característica principal es
que son dones de manifestación. Al momento de manifestarse
traen la presencia de lo sobrenatural a la iglesia. Es decir, Dios
se hace patente y visible a través de esas manifestaciones. Son
además manifestaciones mas bien ocasionales que
permanentes.
Estos dones no está agrupados, por el apóstol Pablo, de
acuerdo una clasificación establecida. Pero, para nuestra
comprensión, serán agrupados en clases similares.

I. Clasificación de los Dones del


Espíritu de 1ª Corintios 12: 4-11.
1) Los dones de revelación (Para saber sobrenaturalmente).
a. El don de palabra de sabiduría. Revelación sobrenatural
de los propósitos divinos.
b. El don de palabra de ciencia. Revelación sobrenatural de
hechos divinos o humanos en la mente.
c. El don de discernimiento de espíritus. Mirada
sobrenatural al interior de las realidades espirituales.

137
Dones y Ministerios

2) Los dones vocales u orales (Para hablar sobrenaturalmente).


a. El don de profecía. Mensaje sobrenatural en lengua
local.
b. El don de lenguas. Mensaje en un lenguaje desconocido
para el que habla.
c. El don de interpretación de lenguas. Declarar de manera
sobrenatural el significado del mensaje en otras
lenguas.
3) Los dones de poder (Para actuar sobrenaturalmente).
a. El don de fe. Confianza sobrenatural en Dios para
milagros.
b. El don(es) de sanidades. Poder sobrenatural para sanar
enfermedades físicas.
c. El don de milagros. Intervención sobrenatural en el
curso natural de las cosas.
Los dones de revelación dicen relación con recibir
información sobre personas o asuntos a través del Espíritu
Santo, a la mente o al espíritu de quien los ejerce o manifiesta.
Los dones de inspiración operan en el campo de lo profético.
Los dones de acción manifiestan el poder de Dios de una
manera milagrosa. Es a través de estos dones que las personas y
su ambiente quedan afectados por la presencia de Dios. Tanto
para recibir revelación, como para comunicar mensajes
oralmente o para ejercer poder espiritual, es necesario la
intervención creativa y sobrenatural del Espíritu Santo.
Destaquemos que estos dones se llaman "del Espíritu" (gr.:
neumatikoi) y son dones de "manifestación". Es decir,
requieren la intervención directa del Espíritu Santo para que el
poder de Dios pueda operar. Normalmente en una
manifestación operan dos o tres dones combinados que traen
bendición a quien recibe esa manifestación. En base a esto, no
siempre resulta fácil determinar, cuándo termina de obrar un
don y comienza el otro su manifestación. En este sentido, el
138
Dones y Ministerios

parámetro de medida son los resultados. La manifestación


combinada de los dones se da para ayudar al máximo a quien lo
necesita.
Para facilitar la comprensión de las manifestaciones
espirituales estudiaremos cada don por separado.

II. LOS DONES DE REVELACIÓN


1. El don de Palabra de Ciencia
"Porque a este es dada... palabra de ciencia según el
mismo Espíritu" (1 Cor.12:8).
La Biblia lo denomina "palabra de ciencia". (gr.: logos
gnoseos) y no "don de ciencia", como incorrectamente se le
llama en algunos círculos. También se puede traducir como
“Palabra de conocimiento”. Pues “gnosis” en griego significa
conocimiento. Así es traducida en otras versiones de la Biblia
como la Nueva Versión Internacional (NVI).
La Palabra de ciencia no se refiere al conocimiento que se
alcanza a través del estudio o el aprendizaje de alguna materia.
Es información revelada mediante el Espíritu Santo, a quien
posee este don, frente a una situación que requiere ser
descubierta para poder actuar.
El hecho de ser "una palabra" significa que es una fracción
del conocimiento divino. Dios lo sabe todo, pero El no revela al
hombre todo lo que sabe. A través de este don se manifiesta
solo una parte del conocimiento. Y es lo suficiente para el
momento, a fin de satisfacer una necesidad específica. Es decir,
opera en las áreas que Dios soberanamente ha decidido revelar.
Esta palabra de conocimiento sobrenatural trae a luz,
aparte de los medios humanos, situaciones escondidas de
personas o asuntos. Puede mostrar cosas del pasado de una
persona y situaciones de su presente, que está en su corazón, e
incluso puede internarse levemente en su futuro (Esta última

139
Dones y Ministerios

afirmación nace de la experiencia de lo observado). Pero,


mayormente revela asuntos del pasado y presente de ella.
El agente de la revelación es el Espíritu Santo, quien actúa
soberanamente, a través de los canales de revelación. Sean
estas visiones, sueños, voz audible, impresión a la mente, sentir
al corazón.
Ejemplos Bíblicos del don
El pecado de Acán (Josué Cap. 7).
En el capítulo 7 del libro de Josué, se narra la experiencia
de la primera derrota del ejército israelita. Después de
conquistar la ciudad amurallada de Jericó, el pueblo cayó en la
batalla frente a una ciudad más pequeña llamada Hai. El
desconcierto vino sobre Josué y los ancianos, quienes rasgaron
sus vestiduras y clamaron rostro en tierra por una respuesta.
Como consecuencia, la revelación de Dios llegó al caer la
tarde: ¡Había pecado en Israel! Un israelita había robado un
objeto, desafiando el mandato divino de entregar la ciudad a la
completa destrucción (anatema), y por eso Dios no estuvo con
ellos y fueron derrotados.
¿Cómo supo Josué el origen del problema? El recibió una
palabra de ciencia, en la cual se indicaba la razón de la derrota
sufrida. Más aún, el Espíritu Santo le mostró que el hombre que
había cometido el pecado era Acán, de la tribu de Judá.
Notemos que la información no la recibió a través de una
investigación humana, ni trasmitida en secreto de una persona a
otra. Todo lo guió Dios, hasta llegar finalmente al culpable,
quien fue conducido a confesar su pecado (Vea Josué 7:16-21).
Las asnas perdidas de Saúl (1 Samuel Cap.9).
Otro ejemplo similar ocurrió en el caso de Saúl cuando
salió, junto a un grupo, a buscar las asnas perdidas de su padre.
Al no poder hallarlas, se acercaron al vidente Samuel para
140
Dones y Ministerios

preguntarle. Cuando Samuel se encontró con Saúl, este le dijo:


"Y de las asnas que se te perdieron hace ya tres días, pierde
cuidado de ellas, porque se han hallado" (1 Samuel 9:20).
¿Cómo obtuvo Samuel esta información? Esta le vino
mediante el don de la palabra de ciencia. Aún antes de hablar
con Saúl, ya sabía que él buscaba las asnas, pero además sabía
que ya las habían encontrado.

La experiencia de Eliseo.
Eliseo, profeta del reino del norte, ayudó a su rey en la
defensa del territorio israelita. En 2ª Reyes 6:8-12, se lee lo
siguiente:
Tenía el rey de Siria guerra contra Israel, y consultando
con sus siervos, dijo: En tal y tal lugar estará mi
campamento. Y el varón de Dios envió a decir al rey de
Israel: Mira que no pases por tal lugar, porque los
sirios van allí. Entonces el rey de Israel envió a aquel
lugar que el varón de Dios había dicho; y así lo hizo
una y otra vez con el fin de cuidarse. Y el corazón del
rey de Siria se turbó por esto; y llamando a sus siervos,
les dijo: ¿No me declararéis vosotros quien de los
nuestros es del rey de Israel? Entonces uno de los
siervos dijo: No, rey señor mío, sino que el profeta
Eliseo está en Israel, el cual declara al rey de Israel las
palabras que tú hablas en tu cámara más secreta.

De acuerdo al texto es obvia que esta información con


respecto a las emboscadas de Siria no era obtenida gracias a
una red de inteligencia humana. Eliseo no podía haber sabido
los planes del enemigo. El no se encontraba en Siria. Era Dios
quien le revelaba a su siervo estos hechos mediante este don
del Espíritu Santo, para librar a Israel del peligro.

141
Dones y Ministerios

Se manifestó en la vida de Jesús.


Veamos el caso de la mujer samaritana (Juan Cap. 4). Por
la narración sabemos que se trataba de una mujer de baja
reputación. Debía ir al pozo al mediodía, a la hora de más calor,
cuando no estuviera allí ninguna otra persona. Jesús entabló un
diálogo para despertar su interés sobre el agua de vida. Dentro
de la conversación Jesús le dijo: "Ve, llama a tu marido, y ven
acá".
Con esto, el Señor estaba tocando la herida misma del
pecado. Acaso, ¿Era necesaria la presencia del marido para que
ella recibiera salvación? ¡Por supuesto que no! Se lo mencionó
para demostrarle que él era el Mesías. El diálogo continúa:
- "No tengo marido", -dice la mujer-
- (Jesús) "Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco
maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu
marido; esto has dicho con verdad".
- Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.
Es claro que esta información, le fue comunicada por el
Espíritu Santo, y no por el testimonio de personas externas.

El ejemplo de Natanael es aclarador (Juan 1:43-51)


Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo
de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay
engaño. Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces?
Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara,
cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Respondió
Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú
eres el rey de Israel. Respondió Jesús y le dijo:
¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees?
Cosas mayores que estas verás (Juan 1:47-50).

142
Dones y Ministerios

¿Qué causó tan grande impacto en este hombre que, sin


titubear, llamó a Jesús "Hijo de Dios y Rey de Israel"? Sin
duda que habló a su corazón, sacó a luz lo que había en él.
Por otro lado, Jesús hizo mención que le vio cuando estaba
debajo de la higuera. ¿Cómo le vio? Seguramente, a través de
una visión. El Espíritu Santo se lo mostró meditando en las
verdades mesiánicas.
Los evangelios añaden que Jesús no tenía necesidad de que
nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había
en el hombre (Juan 2:25).

Operó entre los cristianos de la iglesia primitiva.


En el libro de los Hechos de los Apóstoles se narra la
gloriosa conversión, de quien llegó a ser el gran apóstol Pablo.
El texto dice:
Había entonces en Damasco un discípulo llamado
Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él
respondió: Heme aquí, Señor. Y el Señor le dijo:
Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y
busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de
Tarso; porque he aquí él ora y ha visto en visión a un
varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos
encima para que recobre la vista (Hechos 9:10-12).

Ananías no hubiera podido saber, con su mente natural,


que en cierta casa, en cierta calle, estaba un hombre llamado
Saulo orando en ese mismo momento. La única forma que
pudo saberlo fue a través de una palabra de ciencia.
En Hechos Capítulo 5:1-11, se narra el caso de Ananías y
Safira. La tragedia ocurrida a este matrimonio, que trataron de
engañar a Dios, nos permite ejemplificar la combinación de
dones en una misma manifestación. Se manifestaron los dones

143
Dones y Ministerios

de revelación (Palabra de Ciencia y Discernimiento de


espíritus) y dones de poder. Aunque el resultado fue la trágica
muerte de este matrimonio, por mentir a Dios. El texto dice:

Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su


mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio,
sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una
parte, la puso a los pies de los apóstoles. Y dijo Pedro:
Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que
mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de
la heredad? ...No has mentido a los hombres sino a
Dios. (Hch.5:1-4).

En este caso, el apóstol Pedro no solo conoció el espíritu


que animó su acción, al decir: "por qué llenó Satanás tu
corazón...", sino que además, le mostró lo que había hecho,
cuando le dijo: "para que mintieses...y sustrajeses del precio de
la heredad". La combinación de los dones de revelación;
discernimiento de espíritus y palabra de ciencia, son seguidos
con una manifestación de poder, en este caso de juicio, pues
añade el relato: "Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró".
Tres horas después apareció en escena Safira, su mujer y ante
la persistencia en la mentira, le dijo Pedro: "¿Por qué
convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la
puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te
sacarán a ti" (Hechos 5:5-9).
Advirtamos de un peligro. El Don de Palabra de Ciencia,
también puede ser imitado por las tinieblas, a través de un
espíritu de adivinación. Eso significa que, al igual que la
profecía, esta debe ser juzgada. Para explicar esto, deseo
mencionar una experiencia personal narrada por el Rvdo.
Kenneth E. Hagin que nos ayudará a ilustrar la diferencia entre
lo verdadero de lo falso. El cuenta acerca de un hombre en el

144
Dones y Ministerios

cual operaba supuestamente la Palabra de ciencia, pero era un


charlatán. El dice:
Yo estaba predicando en una iglesia y el pastor le
invitó para que dijera algunas palabras. Mientras estaba
hablando una voz me decía al oído, “Espíritus de
adivinación.” Supe que lo que me decía el Señor era que
tenía espíritus de adivinación.
El tiempo pasó y cuando estaba en otra región del país,
un buen amigo me preguntó, “¿Conoces a fulano de tal?”
“Sí,” le contesté, “Sé quien es él, pero no le conozco
personalmente.” El continuó diciéndome, “Pensé que era
un verdadero hombre de Dios debido a ese algo
sobrenatural que obra en él. El me ha engañado. Tenía
una alhaja de mucho valor que había heredado y la tenía
escondida en un lugar seguro en mi casa. Dicho individuo
vino a mi oficina, describió el diamante exactamente
como era, me dijo el lugar donde yo lo tenía y me dijo que
el Señor le había dicho que se lo diera. Yo pensé que era
de Dios lo que me decía porque era sobrenatural y se lo
di”.
“Algunos días después, el mismo hombre estaba en mi
oficina, perdió el temperamento y maldijo a otro hombre.
Después, antes de irse del pueblo – y esto no es un chisme
– sino una realidad – dicho hombre se enredó con otro
individuo en homosexualidad, engañó a unos muchachos
y los metió en un problema grande.”
Entonces compartí con él lo que Dios me había
mostrado de él. Le dije: “Lo que él tiene son espíritus
de adivinación. Eso no es el Espíritu de Dios
obrando.”15

15
Kenneth E. Hagin, Los Dones del Ministerio. Pág. 31.
145
Dones y Ministerios

2. El don de Palabra de Sabiduría.


“Porque a este es dada por el Espíritu Palabra de
sabiduría” (1Cor.12:8).
El don de “Palabra de Sabiduría” es el primer don
mencionado en el lista de 1 Corintios 12. Pero, en este estudio
lo trataremos en segundo lugar dentro de los “Dones de
revelación”. La razón para eso es que este don está
íntimamente relacionado con la Palabra de Ciencia. Ambos
tienen la misma mecánica de funcionamiento. Si hemos
comprendido la forma en que opera la Palabra de Ciencia,
entenderemos la Palabra de sabiduría. La diferencia entre
ambas está en el ámbito que cubre.
El Don de “Palabra de sabiduría” se define como: Una
revelación sobrenatural dada por el Espíritu de Dios con
respecto a los propósitos divinos en la mente y voluntad de
Dios. La diferencia con la palabra de ciencia es que esta trae
revelación de cosas que han ocurrido en el pasado o de asuntos
que toman lugar en el presente de una persona. En cambio, la
Palabra de sabiduría siempre habla del futuro. Se da con
frecuencia que en una manifestación, ambos dones operan
juntos.
Debemos notar, al igual que el don anterior, que: La
“Palabra de Sabiduría” no es conocimiento, ni sabiduría
natural. Tampoco es la sabiduría práctica, que nos orienta en la
vida espiritual y que en general todo cristiano debe buscar.
Pero, esta no es el don de la Palabra de sabiduría: El apóstol
Santiago dice:
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría,
pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y
sin reproche, y le será dada” (Santiago 1:5).
Algunos piensan que la sabiduría de Salomón era una
manifestación de la Palabra de sabiduría sobrenatural, pero no

146
Dones y Ministerios

lo era. Esta gran sabiduría le fue otorgada por Dios a Salomón


para dirigir a Israel.
La manifestación del don es una fracción de revelación
sobrenatural que aclara qué acción seguir. La sabiduría aplica
los conocimientos. Dios revela lo suficiente para atender a una
necesidad específica. La Palabra de sabiduría activa lo
milagroso de la fe. Es una operación sobrenatural de las
capacidades de sabiduría de Dios, para cambiar una situación.
Cuando Dios decide soberanamente revelar Su propia
mente, propósito y plan al hombre de una manera sobrenatural,
lo hace a través de la manifestación sobrenatural de la palabra
de sabiduría.
La Palabra de Sabiduría se manifiesta para dar dirección
espiritual, tanto para el presente como acontecimientos futuros.
La Palabra de sabiduría puede ser manifestada a través de la
voz audible de Dios. Así como también puede ser manifestada
a través de los canales de revelación, por medio de visitaciones
angélicas, por sueños o visiones, e incluso a través de los dones
de profecía, lenguas e interpretación de lenguas. En este sentido
está ligada a la profecía cuando anuncia cosas futuras.
Ejemplos Bíblicos del Don
La resolución del Concilio de Jerusalén (Hch.15)
El Concilio de Jerusalén se realizó porque algunos judeo-
cristianos habían enseñado entre los gentiles que, para obtener
la salvación en Cristo, debían someterse primero a la
circuncisión y guardar los ritos de la ley Mosaica.
Si observamos con detención, este conflicto no se resolvió
por medio de un mensaje profético, de uno de los tantos
profetas presentes en esa reunión. Uno que pudiera decir: “Así
dice el Señor, el problema se resuelve así, y así...”. La solución
vino por el debate de ideas y argumentos de la fe. Varios
líderes de la iglesia intervinieron en el aporte de ideas. Lo más

147
Dones y Ministerios

importante fue la determinación final. Esta fue una palabra de


sabiduría por medio de Jacobo. La opinión de Jacobo activó la
Palabra de sabiduría que les señaló qué debían hacer y cómo
debían actuar.
Jacobo dijo: “Por lo cual yo juzgo que no se inquiere a los
gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se
aparten de las contaminaciones de los ídolo, de fornicación, de
ahogado y de sangre” (Hch.15:19-20).
¿Por qué esto es una palabra de sabiduría? Por la
convicción espiritual que esta palabra trajo como dirección del
Espíritu. En nombre de toda la iglesia se envió una carta para
anunciar la decisión final a la iglesia de Antioquia, donde
manifiesta esa convicción. La carta decía: “Porque ha
parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros
ninguna carga más que estas cosas necesarias: ....”
(Hch.15:28). La convicción fue que el Espíritu Santo había
guiado esa resolución doctrinal y que de no haberse resuelto
habría traído grandes conflictos al cristianismo.

Agabo y la hambruna en Palestina.


“En aquellos días unos profetas descendieron de
Jerusalén a Antioquia. Y levantándose uno de ellos,
llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que
vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la
cual sucedió en tiempo de Claudio. Entonces los
discípulos, cada uno conforme a lo que tenía,
determinaron enviar socorro a los hermanos que
habitaban en Judea” (Hch.11:27-29).

El profeta Agabo profetizó que vendría una sequía, con


resultado de hambre, y la gente le creyó porque era un hombre
íntegro que tenía un ministerio comprobado. De esa manera los
hermanos de Antioquia se prepararon para enviar ayuda a los
hermanos de Judea. Esta fue una Palabra de sabiduría, porque
148
Dones y Ministerios

hablaba del futuro. El pasaje dice: “daba a entender por el


Espíritu, que vendría una gran hambre”. Eso significa que era
una revelación, y no una súbita inspiración profética. Daba a
entender lo que Dios le había revelado. Recordemos que Agabo
era un profeta de oficio en el cual operaban otros dones, aparte
de la profecía.
En el libro de los Hechos volvemos a ver nuevamente en
acción al profeta Agabo:
“Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió
de Judea un profeta llamado Agabo, quien viniendo a
vernos, tomó el cinto de Pablo y atándose los pies y las
manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los
judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le
entregarán en manos de los gentiles” (Hch.21:10-11).

De esta narración debemos destacar lo siguiente: Cuando


llega cualquier revelación es siempre una palabra de sabiduría,
una palabra de ciencia o el discernimiento de espíritus, porque
estos son los tres únicos dones de revelación, que enseña la
Biblia.
La revelación con respecto a Pablo, donde Agabo dramatizó
la escena amarrándose con el cinto del apóstol, no fue una
palabra de ciencia, ya que trataba con el futuro. Como hemos
explicado, la palabra de conocimiento trae a luz hechos del
pasado y presente de una persona. Una palabra de “sabiduría”
es revelación del futuro que nos es dada a través del Espíritu
Santo.
Destaquemos otro asunto. Una palabra de sabiduría puede
ser usada para traer protección de Dios, para apartar a alguno
para un trabajo especial, y estará sujeta al arbitrio personal. En
el caso específico del apóstol Pablo, ¿cuál fue su reacción
después de escuchar esta palabra poco alentadora? Lucas sigue
diciendo:

149
Dones y Ministerios

“Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar,


que no subiese a Jerusalén. Entonces Pablo respondió:
¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón?
Porque yo estoy dispuesto no solo a ser atado, más aun
a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús”
(Hch.21:12-13).

Luego, Lucas añade: “y como no le pudimos persuadir,


desistimos. Diciendo: Hágase la voluntad del Señor.” Esta era
una revelación de hechos futuros que Dios permitiría que
ocurriesen en la vida de su siervo. Por tanto fue una palabra de
sabiduría, que llegó a suceder.

El apóstol Pablo y el naufragio del barco (Hch.27)


En ocasiones, la palabra de sabiduría viene para librar de
tiempos de calamidad. Ya lo vimos con la hambruna anunciada
por el profeta Agabo
Cuando Pablo estaba a bordo de un barco en ruta a Roma
para comparecer ante el César, la embarcación fue sacudida por
una violenta tormenta, que llevó la nave sin rumbo fijo, y sin
esperanza de salvarse con vida la tripulación. Pero, en medio de
esta tragedia, Pablo recibió una palabra de sabiduría del cielo.
Pablo dio esperanza a los tripulantes. El les dijo: “Esta noche
ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien
sirvo, diciendo: Pablo, no temas;... Dios te ha concedido todos
los que navegan contigo” (Hch.27:23-24). También añadió
que la nave se perdería, pero que todos debían permanecer a
bordo para ser salvos.
Josafat y la invasión de Moab (2 Crónicas 20)
Otro ejemplo resultó en la victoria del rey Josafat contra
los hijos de Amón y de Moab. La historia bíblica nos da a
entender que ésta fue la prueba de fe más grande para Josafat.
La victoria obtenida fue en respuesta a la fe y a una dirección
150
Dones y Ministerios

dada por el don de Palabra de sabiduría. Este no fue un


método determinado o estrategia humana. El pasaje nos dice
que Judá había sido invadida por un gran ejército formado
por las naciones vecinas, encabezadas por Moab y Amón. El
rey Josafat sintió temor, pero aún así no reunió a su ejército
para tomar las armas. Su actitud fue distinta: pregonó ayuno
y reunió al pueblo de Jerusalén en oración a Jehová. El
mismo lo dirigió en oración. Reconoció que los hebreos no
tenían la fuerza suficiente contra ese poderoso ejército
enemigo.
Su oración decía: “A ti volvemos nuestros ojos”. Tras la
oración, se levantó una palabra de sabiduría que les decía
cómo hacer frente a este problema. El Espíritu del Señor vino
sobre un levita, y éste profetizó que la batalla no sería de
Judá, sino de Dios. El Señor les decía: “Paraos, estad
quietos, y ved la salvación de Jehová”.
Consecuentemente, el rey y el pueblo creyeron la palabra
del Espíritu y marcharon hacia el sur, donde estaba el
enemigo. La victoria, curiosamente, fue obtenida por medio
de cánticos de alabanza que los levitas interpretaban cuando
precedían al ejército judío en la batalla. Dios confundió esta
alianza de los pueblos enemigos, y los volvió el uno contra el
otro y así fueron destruidos. Los habitantes de Judá
encontraron los campamentos enemigos cubiertos de
cadáveres, llenos de adornos de oro y ricas joyas. Pasaron
tres días recogiendo los despojos.
En este caso tenemos una mezcla de la profecía y de la
Palabra de sabiduría, porque en este caso señaló el camino a
seguir.
3. El don de discernimiento de espíritus.
"...a otro, discernimiento de espíritus" (1ªCo.12:10).
La palabra discernimiento es un juicio a través del cual se
percibe y se declara la diferencia entre las cosas. Es mirar más
151
Dones y Ministerios

allá de lo exterior hacia lo interno. Es ver a través de las cosas.


La antigua versión de la Biblia Reina-Valera (1909) la traduce
como "discreción de espíritus", es decir, juzgar los espíritus.
El don de discernimiento de espíritus es la habilidad especial
dada por el Espíritu Santo para percibir con claridad dentro del
mundo espiritual. Permite conocer con seguridad si algunas
manifestaciones atribuidas a Dios son realmente divinas,
humanas o satánicas. A través de él se descubre qué espíritu
está hablando o actuando.
Este don no se trata solamente de "discernimiento de
demonios" o de "espíritus inmundos", como generalmente se
piensa, sino que funciona dentro del ámbito de los espíritus
buenos y malos. Es decir, se puede discernir la presencia de
ángeles de Dios (2ª Reyes 6:17), como discernir a Satanás y sus
legiones. También se refiere al discernimiento del espíritu
humano, con sus tendencias buenas y malas.
Donde mayormente opera el "Don de discernimiento de
espíritus" es en la lucha espiritual. El propósito principal de
este don es doble:
La protección del cuerpo de Cristo de espíritus malignos.
Mediante este don se realiza una especie de "vigilancia
espiritual", para detectar espíritus contrarios que tratan de
estorbar el desarrollo de la iglesia y del evangelio.
Determinar qué clase de espíritus malignos están operando
en una manifestación, con el fin de ayudar a esa persona
para su liberación espiritual.

Existen solo tres clases de espíritus que pueden actuar. El


Espíritu de Dios, los espíritus malignos y el espíritu humano.
Frente a una manifestación en la que no es fácil reconocer su
origen, el discernimiento de espíritus traspasa el velo que lo
cubre y permite visualizar su procedencia. Por tanto, a través
del don, se reconoce la fuente.

152
Dones y Ministerios

El discernimiento de espíritus no es una especie de "lectura


mental espiritual". Como tampoco es una percepción
psicológica o la capacidad de discernir las faltas en otros; ya
que el encontrar faltas, lo pueden hacer también los incrédulos.
Ese supuesto "don de crítica" está prohibido en la Biblia: "No
juzguéis, para que no seáis juzgados" (Mateo 7:1). No es
discernimiento de personas; es el discernimiento de espíritus.
Los dones del Espíritu son dados para edificación del cuerpo de
creyentes y se deben emplear motivados por el amor.
Algunos casos de posesión demoniaca son evidentes, sin
necesidad de una capacitación de esta naturaleza. Pablo al
recordar el trasfondo idólatra de los Corintios, dijo:
"Ustedes saben que cuando eran paganos, de una
manera u otra se dejaban arrastrar hacia los ídolos
mudos. Por eso les digo que nadie que esté hablando
por el Espíritu de Dios puede decir: "Maldito sea
Jesús", ni nadie puede decir: "Jesús es el Señor" sino
por el Espíritu Santo" (1ª Corintios 12:2-3 NVI).

Una persona bajo la influencia de demonios no puede


confesar con libertad el señorío, ni el valor de la sangre de
Jesucristo.
La experiencia de los corintios venía de un trasfondo
idólatra. Esta gente anteriormente había adorado ídolos, y sus
vidas estaban influidas por espíritus erróneos. La historia de
la iglesia nos dice que algunos de ellos iban a una asamblea
cristiana, y cuando el Espíritu de Dios se manifestaba, decían
cosas bajo la influencia de un espíritu falso. Algunos de ellos
incluso se levantaban cuando los dones de inspiración
estaban en operación y decían que Jesús era anatema
(maldito), llevando a confusión a los creyentes. Eso ocurría
con ellos.
Por el contrario, cuando el Espíritu Santo se manifiesta,
siempre da la gloria al Señor Jesús. El Espíritu reconoce el
153
Dones y Ministerios

Señorío de Jesucristo. No da la gloria al hombre, ni hace al


hombre Señor. Frente a una manifestación dudosa, debemos
preguntarnos:

¿Esa manifestación da la gloria al Señor?


¿Bendice a las personas?
¿Acerca a las personas más al Señor?
¿Esta manifestación, exalta al hombre?
¿Atrae la atención hacia lo que es humano?
Como el discernimiento de espíritus es mayormente
empleado en la lucha espiritual; ¿Qué debe hacer un creyente
que desea servir en el campo de la liberación y no tiene el don
de discernimiento de espíritus? Debe asociarse con alguien que
sí lo tenga. Sin embargo, la Biblia nos ofrece algunos criterios
que podemos emplear. Si conocemos la Palabra de Dios y
estamos andando en comunión con el Espíritu, tendremos un
testimonio interior que nos guiará para distinguir lo verdadero
de lo falso. Existe una sensibilidad espiritual, común a todos
los cristianos maduros. Como dice la carta a los hebreos:
"Todo aquel que participa de la leche es inexperto en
la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento
sólido es para los que han alcanzado madurez, para
los que por el uso tienen los sentidos (gr.:
percepciones, criterio) ejercitados en el discernimiento
del bien y del mal" (Hebreos 5:13-14).

Ejemplos Bíblicos del Don


El mismo Señor Jesucristo, como hombre del Espíritu, lo
experimentó. El podía discernir, tanto los espíritus buenos
como los malignos. Discernió el buen espíritu de Natanael.
Antes de conocerlo, ya sabía que clase de espíritu tenía (Juan
1:47). Así como discernió el espíritu erróneo de Jacobo y Juan,

154
Dones y Ministerios

cuando querían hacer descender fuego del cielo para destruir


las ciudades que les habían rechazado. Les dijo: "Vosotros no
sabéis de qué espíritu sois" (Lucas 9:55).
Por otra parte, los espíritus malignos reconocían
inmediatamente la santidad del Hijo de Dios, ante lo cual no los
dejaba hablar (Lucas 4:33-35; 41).
Veamos un ejemplo de lucha espiritual, donde se manifiesta
el don de discernimiento de espíritus, en el ministerio del
apóstol Pablo:
Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió
al encuentro una muchacha que tenía espíritu de
adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos,
adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros,
daba voces diciendo: Estos hombres son siervos del
Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de
salvación. Y esto lo hacía por muchos días; más
desagradando a Pablo, este se volvió y dijo al espíritu:
Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de
ella. Y salió en aquella misma hora (Hechos 16:16-
18).

A través del don de discernimiento de espíritus, Pablo supo


que esta muchacha, que seguía al grupo en Filipos, tenía un
espíritu de adivinación. Cada vez que se dirigían al lugar de
reunión aparecía esta joven esclava, con un espíritu de
adivinación. Ella decía a viva voz de Pablo y de Silas: ¡Estos
son siervos del Dios altísimo y os anuncian el camino de
salvación! Eso lo hizo por varios días. La muchacha no
estaba mintiendo. Pero, esa publicidad o propaganda no venía
del cielo, sino de las tinieblas. Después de varios días de
ocurrir lo mismo, llegó a molestar a Pablo, y éste ejerció la
autoridad del Señor sobre ese espíritu, ordenándole salir de ella.
La Biblia dice que, volviéndose a la muchacha le dijo al
espíritu: ¡En el nombre de Jesucristo, te ordeno salir de ella!
155
Dones y Ministerios

El apóstol trató con el espíritu de adivinación, no con la


muchacha. Ya que posteriormente no pudo seguir adivinando.
Ese espíritu de adivinación había salido de ella (Hch.16:19). En
este caso hubo una manifestación donde actuaron dones de
revelación y poder, cuyo resultado fue la liberación de la joven
esclava.
La historia posterior de Pablo y Silas en Filipos, fue de una
confrontación espiritual. Después de enfrentar a este espíritu de
adivinación, el diablo reaccionó trayendo mal sobre los
apóstoles. En el mundo espiritual, el enemigo tomó a los
amos de la joven y ellos interpusieron una denuncia por
bullicios públicos (Hch.16:20). Era como si el diablo le
dijera a Pablo: “¡Así que te metiste con uno de los míos; mira
ahora lo que yo hago contigo!”. La Biblia nos dice que los
tomaron detenidos. Lo primero que hicieron fue rasgarles sus
vestidos. Luego fueron azotados brutalmente (Hch.16:22).
Con sus espaldas sangrantes, los tomaron y fueron puestos en
la cárcel, en el calabozo de más al fondo. Y para colmo,
pusieron sus pies en el cepo (16:23-24).
Nos preguntamos: ¿Cómo llegaron a esa condición de
humillación extrema? El motivo, en términos simples fue:
por haber expulsado un demonio de adivinación de una joven
esclava. ¡Solo eso! Esa fue la respuesta desde el mundo de las
tinieblas al ataque de Pablo contra ese demonio de
adivinación.
Al hacer un análisis de la situación vivida, quizás
muchos no estarían dispuestos a realizar un ataque tan directo
contra las huestes de maldad. Después de esta experiencia, lo
pensaríamos dos veces antes de hacerlo. Muchos dirán: “Es
mejor mantenerse en la línea del medio”, o mejor es hacer

El cepo era una pieza de madera con bisagras y agujeros donde eran
inmovilizados, ya sea de pies o manos. Era usado también para aplicar
tortura física.
156
Dones y Ministerios

“un pacto de no agresión mutua”. Algo así como un acuerdo:


“¡no te ataco; no me atacas!”.
Pero, ¿Cómo reaccionaron Pablo y Silas en la cárcel? Así
de humillados y mal heridos como estaban, vieron la
respuesta divina en medio de sus circunstancias. De la
experiencia de estos siervos de Dios desprendemos un
principio de lucha en la vida cristiana: ¡Aunque sea necesario
pasar por situaciones difíciles; Dios siempre será más
poderoso que las tinieblas!
Podemos formarnos un cuadro imaginario de lo ocurrido
con la humillación de Pablo y Silas en la cárcel. Con sus
espaldas ensangrentadas y adoloridas. La situación les
llevaría a un diálogo como éste:
PABLO: ¡Oh, Silas tienes muy sangrantes tus espaldas!
SILAS: “¡Tú también Pablo, tienes muy fea tu espalda!
Estos tipos, ni siquiera nos limpiaron con alcohol.
Me duele bastante. ¡Mira cómo quedaron nuestras
ropas, todas ajadas! “Y ahora, ¿qué hacemos?”
PABLO: ¡Qué te parece si cantamos un himno!
SILAS: “Me parece una buena idea” “¿tienes algo en
mente?”
PABLO: Sí, ¿qué te parece el himno: “Sublime gracia”?
SILAS: Es un hermoso himno. ¡Por favor, dame el tono!

Así con gran dificultad comenzaron a interpretar la letra


del himno. No asumieron una actitud quejumbrosa o
lastimera. Antes bien, se portaron como cristianos varoniles.
Cantaron al Señor hasta que Su dulce presencia, fue llenando
cada rincón de esa cárcel maloliente. Sus espíritus
comenzaron a ser fortalecidos y renovados. En medio de la
alabanza Dios intervino de manera inusual. Envió un
terremoto al lugar y las puertas de la cárcel se abrieron.

157
Dones y Ministerios

Luego llegó el carcelero responsable de la custodia y pensó


que los presos habían escapado. El carcelero, entonces, sacó
su espada para quitarse la vida. En ese momento Pablo le
gritó desde el fondo de la cárcel: ¡“No te hagas ningún mal,
pues todos estamos aquí.! El entonces, pidiendo luz, se
precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo
y de Silas; y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer
para ser salvo?” (Hch.16:28-30). ¡La respuesta de Dios fue
sorprendente!
Lo más interesante de esta historia es que el carcelero
recibió el mensaje de Dios en un lugar tan inusual. Respondió
al mensaje de Cristo, y se las jugó por esos hombres que
estaban bajo su custodia. Resulta sorprendente imaginar el
esfuerzo que hizo el carcelero por reparar en parte el daño
sufrido. Actualizando la escena, sería algo como esto:
“¡Señores, yo les llevaré a mi casa. Mi hija está estudiando
enfermería. Mi esposa es costurera. Ella podrá reparar y
lavar sus ropas!”.
Una vez en casa, les puso la mesa, se alimentaron y
recibieron atención médica a sus heridas. Por su lado, la
esposa del carcelero reparaba sus ropas. Lo destacable de esta
historia fue que la familia entera fue añadida a la fe y esa
misma noche fueron bautizados. Al día siguiente, cuando
fueron para examinar su causa, las autoridades al darse
cuenta que eran ciudadanos romanos, sintieron temor y
“viniendo, les rogaron; y sacándolos, les pidieron que
salieran de la ciudad” (16:38-39). Así quedaron libres. ¡Una
sorprendente actuación divina en medio de sus
circunstancias!
Por medio de la adversidad se llega a madurar y son
fortalecidas nuestras espaldas para ser capaces de soportar la
adversidad. Esa es la manera diseñada por Dios de formar a
sus siervos que llegarán a ser motivo de bendición para otros.

158
Dones y Ministerios

Esta experiencia demostró el respaldo divino a la fidelidad


por Cristo. Ese mismo respaldo también nos ayudará a
nosotros, si somos fieles. El resultado tras esta experiencia tan
amarga fue la salvación de una familia completa. La clave para
entender lo ocurrido es que ellos mantuvieron su consagración
a pesar de las adversidades. Este es el principio bíblico sobre el
cual debemos fundamentarnos: “Dios es más poderoso que las
tinieblas”.Esta es una verdad eterna: ¡“Dios puede sobrepasar
todo lo que el diablo haga”!. Aunque el diablo pretenda darnos
con todo, debemos seguir clamando al Señor y El tronará por
nosotros.

III. LOS DONES DE INSPIRACIÓN.


Los Dones de inspiración o de habla sobrenatural son: La
Profecía, Géneros de Lenguas (glosolalia) y la interpretación
de lenguas. La profecía es uno de los dones más importantes
y el que mayormente recomienda el apóstol Pablo. En los
capítulos 12 al 14 de 1ª Corintios se habla “acerca de los
dones espirituales”. El apóstol se aboca al desarrollo del tema
debido a las consultas que le hacen los mismos corintios, por
la falta de entendimiento y manejo del asunto. Así lo
demuestra en sus primeras palabras: “No quiero, hermanos,
que ignoréis acerca de los dones espirituales” (12:1). De ahí
que el propósito general de las manifestaciones de los dones
espirituales, sea la edificación de la iglesia (1Co.12:7; 14:26).
Pero, el don de profecía tiene como propósito específico la:
“Edificación, exhortación y consolación” (1Cor.14:3).
Ya se explicó anteriormente que los dones son gracias
divinas, variadas y diversas que el Espíritu Santo reparte a
cada uno de los miembros del cuerpo de Cristo, según su
voluntad (1Co.12:11). En la enseñanza general, Pablo dice
que deben ser procurados los mejores dones, pero

159
Dones y Ministerios

especialmente la profecía (1Cor.14:1). Tres actitudes se


deben manifestar para pedir dones espirituales:
Debe tener una ambición santa: Procurad, pues los
dones mejores” (12:31)
Deben ser utilizados en amor: “Seguid el amor; y
procurad los dones espirituales, pero sobre todo que
profeticéis” (14:1).
Deben ser para la edificación del cuerpo: “Hágase todo
para edificación” (14:26).
Antes de entrar al desarrollo mismo del tema, es
necesario distinguir los tres niveles en el campo profético:
El espíritu de la profecía o espíritu profético. En este
nivel es posible que “los hijos e hijas, siervos y siervas”
profeticen de acuerdo a la medida de fe de cada uno
(Rom.12:6, Hch.2:16-18). Esto significa que si los
creyentes actúan en fe cuando el espíritu de la profecía
está presente, todos pueden profetizar. Sin embargo, este
hecho no los convierte en profetas.
El don de profecía. La profecía como un don de
manifestación del Espíritu (1Co.12:10). En este caso, la
declaración del mensaje será más fuerte que hablar por el
espíritu de la profecía, porque la persona está hablando
desde un don. Quienes profetizan en este nivel hablarán
con mayor frecuencia a los hombres para edificación,
exhortación y consolación (1Cor.14:3).
El oficio del profeta. El nivel más alto en el campo
profético es el oficio del profeta (Ef.4:11; 1Co.12:28-29).
En el ministerio profético se manifiestan los dones de
revelación: Palabra de ciencia, de sabiduría y el don de
discernimiento de espíritus, como también la profecía. El
ministerio profético, tiene la gracia de Dios para ir más
allá de la edificación, exhortación y consolación. El
profeta de oficio profetiza con mayor autoridad. Sus
160
Dones y Ministerios

profecías traen revelación, dirección futura, corrección,


confirmación, impartición y activación de dones y
gracias divinas.
En el libro de Los Hechos 21:4-11, se ejemplifica la
diferencia entre los diferentes niveles proféticos. Lucas dice:

...y arribamos a Tiro, porque el barco había de


descargar allí. Y hallados los discípulos, nos
quedamos allí siete días; y ellos decían a Pablo por el
Espíritu, que no subiese a Jerusalén. ...Al otro día,
saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a
Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista,
que era uno de los siete, posamos con él. Este tenía
cuatro hijas doncellas que profetizaban. Y
permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió
de Judea un profeta llamado Agabo, quien viniendo a
vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y
las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán
los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto,
y le entregarán en manos de los gentiles. Al oír esto, le
rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese
a Jerusalén. (Hch.21:4-12).

El espíritu de la profecía o espíritu profético. Los


discípulos en Tiro le decían a Pablo por el Espíritu que no
subiera a Jerusalén. Era una profecía que traía mucho
sentimiento cuando era expresada. Los hermanos en Tiro
sentían que era peligroso ir a Jerusalén.
El don de profecía. En este caso se dice que Felipe tenía
cuatro hijas que profetizaban. Esto significa que estaban
obrando en el don de profecía. Lucas menciona que
“profetizaban”, pero nada se dice del contenido de sus
profecías. Es decir, cuando profetizaban hablaban “a los
hombres para edificación, exhortación y consolación”
161
Dones y Ministerios

(1Cor.14:3). La profecía como un don de manifestación del


Espíritu (1Co.12:10).
El oficio del profeta. En el caso de Agabo, Lucas lo
describe como “un profeta”, con un ministerio u oficio
profético. Agabo empleó una forma llamativa para
representar su mensaje profético. Con el cinto de Pablo se ató
los pies y las manos. De esta manera predijo a Pablo lo que le
iba a suceder en Jerusalén. En él operaban los dones de
revelación, así como el don de profecía. En sus palabras,
Agabo no dijo lo que tenía que hacer Pablo, solo dijo lo que
le iba a suceder en Jerusalén. Esta profecía de Agabo (que
también es una Palabra de sabiduría) confirmó que era de
Dios lo que sentía el apóstol.
En el análisis, que haremos en este capítulo, nos
remitiremos a presentar la “profecía” como un don de
manifestación y el orden en el uso en la iglesia local. Ya
tratamos ampliamente el "Ministerio u oficio del profeta" en
los "Dones del Ministerio Quíntuple".

1. El Don de profecía
“a este profecía” (1Co.12:10).
“... si el de profecía, úsese conforme a la medida de la
fe” (Rom.12:6).
El capítulo 14 de la primera carta a los Corintios presenta
una disertación comparativa de contraste entre el don de
lenguas y el don de profecía. Pablo destaca en este pasaje la
superioridad de la profecía por sobre las lenguas sin
interpretación. Él dice:
“porque mayor es el que profetiza que el que
habla en lenguas” (14:5).
Al igual que en los demás dones espirituales, el don de
profecía es dado para exaltar a Cristo y para edificar la

162
Dones y Ministerios

iglesia; de ninguna manera se lo puede considerar como dado


para cumplir deseos personales, o como un medio para
distinción
La manifestación del don de profecía se define como una
súbita inspiración espiritual para comunicar un mensaje
inmediato del Espíritu Santo ante un grupo de creyentes en
lengua local, y cuyo propósito es la edificación, la
exhortación y consuelo espiritual. Este don se puede
manifestar en un creyente de manera regular o esporádica.
¿Una profecía, en la actualidad, puede predecir cosas
futuras o señalar qué acciones tomar? La Biblia da a entender
que las manifestaciones proféticas dadas bajo la
manifestación del Espíritu Santo no son para predecir el
futuro, ni para decirle a nadie con quien tiene que casarse, o
si tiene que dejar el trabajo actual y tomar otro, o si debe
cambiarse de iglesia o irse a otro país a trabajar. Ese no es el
propósito del don de profecía. Esto entra en el plano de los
dones de revelación, ya explicados anteriormente. Este es el
principio general. Pero, ¿cómo se debería actuar si se recibe
una dirección futura? Dennis Bennett, responde claramente
en su libro “El Espíritu Santo y Tú”. Frente a una palabra
profética que habla del futuro, Bennett dice lo siguiente:
“... tiene que haber un testimonio del Espíritu de parte
de la persona destinataria de esas palabras, y habrá
que extremar las precauciones al recibir cualquier
supuesta directiva... que predice el futuro. En ningún
caso debemos tomar determinaciones basadas
únicamente en el hecho de que alguien emitió una
supuesta declaración profética... Nunca hagamos algo
por el mero hecho de que un amigo se nos acerca y
nos dice: „El Señor me dijo que te dijera que hicieras
tal o cual cosa‟. Si el Señor en realidad tiene
instrucciones para darnos, nos proveerá de un testigo
en nuestros propios corazones, en cuyo caso las
163
Dones y Ministerios

palabras por el amigo, o por intermedio de los dones


del Espíritu Santo en una reunión, serán la
confirmación de lo que Dios ya nos ha estado
indicando.”16

Esta explicación del Rvdo. Bennett, debe ser tomada


como un modelo a seguir tocante a la profecía personal.
Porque, en esta dispensación de la gracia, el Espíritu de Dios
mora en el corazón del creyente y le guía (vea Romanos
8:14). En consecuencia, un verdadero creyente sabe en su
espíritu que Dios le está guiando, y la palabra profética que
anuncia cosas futuras, debe ser una confirmación de lo que
ya siente en su propio espíritu. Si no ocurre así, es mejor
desechar esa profecía o mantenerla en reserva hasta que
venga otra confirmación de lo mismo. En este caso, debemos
seguir el principio que dice: “por boca de dos o tres testigos
conste toda palabra” (Mateo 18:16). Es decir, si eso que se
nos dijo es de Dios, vendrán otras profecías que hablarán de
lo mismo. De este modo, podemos considerar que Dios
verdaderamente nos está hablando.
Si el rol de la profecía es la edificación, la exhortación y
la consolación, esto significa que una profecía válida no
tendría que ser duramente condenatoria para los creyentes,
pero sí un consejo dado en tonos firmes e inequívocos. En
otras palabras, la manifestación profética estará sujeta al
ordenamiento bíblico. Es como lo dijo Isaías: “¡A la ley y al
testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha
amanecido” (Isaías 8:20).
Algunos historiadores señalan que los carismas
espirituales siguieron funcionando normalmente en las
comunidades cristianas durante los tres primeros siglos.
Tanto en Oriente como en Occidente. Los testimonios más
16
Dennis y Rita Bennett. El Espíritu Santo y Tú. (Miami: Editorial
Logoi,) Pág.115
164
Dones y Ministerios

elocuentes son de Orígenes, Irineo, Tertuliano y Cipriano.


Son conocidos explícita o implícitamente todos los carismas.
El menos mencionado es la glosolalia y el más citado es la
profecía.

Acerca de su uso en la congregación.


En el mismo capítulo 14 de la primera carta a los
corintios, Pablo ofrece a la iglesia las reglas en las cuales se
debe enmarcar esta singular, y tan edificante manifestación
del Espíritu. Tales recomendaciones, las hace porque veía la
necesidad de instrucción al interior de la iglesia local. Las
instrucciones apostólicas se enmarcan en dos aspectos:
En primer lugar están las explicaciones para comprender
la naturaleza de la manifestación del don de profecía como
fenómeno espiritual
En segundo lugar está el establecimiento de los principios
de orden que deben regir durante las manifestaciones en la
iglesia local.

En la iglesia de Corinto existían continuas


manifestaciones de los dones del Espíritu. La glosolalia era lo
que más se manifestaba, pero adolecían de una correcta
comprensión y de un orden en el manejo de las lenguas del
Espíritu. El tema del desconocimiento general acerca de los
dones, que declara Pablo (12:1), también es aplicable a
nuestra realidad actual. De los consejos paulinos se extraen
los principios prácticos en el uso y manejo del don de
profecía.

La Naturaleza de la profecía y su análisis.


Una experiencia personal: La primera vez que fui testigo
de una manifestación profética, durante un culto, quedé
impresionado, pero al mismo tiempo confundido. Mientras se
165
Dones y Ministerios

desarrollaba el servicio, un hermano líder de la congregación


comenzó a profetizar, con claras evidencias de ser utilizado
por Dios. Sus palabras, habladas por el Espíritu, fueron
expresadas en primera persona. Esto me causó una gran
impresión. Pero, inmediatamente después, otro hermano se
levantó y continuó profetizando, asunto que mantuvo
capturada mi atención e interés. En esos momentos, cuando
el segundo hermano profetizaba, el predicador decía con
fuerza: “¡Confirma, Espíritu Santo; confirma, Espíritu
Santo!”. Como oyente nuevo no entendía lo qué pasaba. –
Pensaba – “¿Por qué le impedían a Dios seguir hablando?”
Luego tomaron al hermano y lo llevaron a un salón adjunto.
Como yo no comprendía qué pasaba con el hermano, hice las
consultas a unos líderes, y me explicaron que "la primera
manifestación profética fue del Señor, pero que la segunda,
había sido en la carne". Como en esa época era un creyente
nuevo, ¿qué capacidad tendría para discriminar entre lo
verdadero y lo falso? Actualmente ocurre algo similar y el
resultado es confusión para algunos creyentes inmaduros.
Dentro de los dones espirituales, la profecía es uno de
los principales. El propio Pablo dice que la profecía está por
encima de todos los otros dones:
“Procurad los dones espirituales, pero sobre todo
que profeticéis” (1Co.14:1).
¿Por qué dice esto el apóstol? La respuesta está en el
contexto del pasaje, entre el don de lenguas sin
interpretación, que nadie entiende, y la profecía que está
dirigida a los hombres para edificación, exhortación y
consolación (1Co.14:3).
Los dichos que se emiten por una manifestación de
inspiración profética exigen el análisis espiritual. Pablo dice:
“Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los
demás juzguen” (1Co.14:29).
166
Dones y Ministerios

Es decir, los mensajes proféticos deben ser juzgados o


evaluados por otros profetas. La manifestación de profecía no
debe ser aceptada ciegamente, sino recibida con
discernimiento y el testimonio interior del Espíritu al corazón
de quien la recibe. Pablo añade en la epístola a los
Tesalonicenses:
“No menospreciéis las profecías. Examinadlo
todo y retened lo bueno” (1Tes.5:20-21).
Normalmente, cuando es una genuina manifestación
profética, el testimonio y la convicción de su veracidad se
hace muy evidente, y no genera dudas.
Con relación al análisis de las profecías, debemos marcar
un principio normativo: ¡Todo genuino profeta debe estar
dispuesto a ser examinado, por otros profetas espirituales!
¿Por qué? Porque este don, mal usado, puede prestarse para
confusión, carnalidad y manipulación diabólica. Por ejemplo,
se ha sabido de casos donde, en base a una declaración
profética, se ha acusado a miembros de la iglesia de haber
cometido pecado, y se los ha expulsado de la iglesia. El
resultado puede ser algo muy dañino para quien sufre una
afrenta como esta.
Frente a una situación profética cuestionable, el afectado
deberá hablar con las autoridades de la iglesia sobre la
“supuesta” profecía y el contenido de ésta, para que sea
analizada por creyentes maduros y competentes en el área
profética. Todo creyente que ha recibido una profecía de
dudosa procedencia, tiene el derecho (y el deber) de
manifestar sin temor sus dudas. Porque, de hecho se ha
creado confusión en la mente de algunos al aceptar la voz de
la profecía como infalible. Incluso, por temor a Dios y
desconocimiento bíblico, se considera que “sería un pecado”
poner en tela de juicio lo que consideran ser la voz del
Espíritu Santo que les ha hablado.

167
Dones y Ministerios

El apóstol Juan también nos ayuda en este sentido.


Frente a una profecía que nos causa duda y que carece de un
testimonio interior en nuestro corazón, el apóstol dice:
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad
los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos
profetas han salido por el mundo” (1Juan 4:1).
En consecuencia, ninguno que profetiza debería
molestarse porque otros juzgan sus profecías. Y aquellos que
se molestan cuando se le juzgan sus revelaciones o profecías
están equivocados. Posiblemente tienen orgullo espiritual. Si
la “profecía” que emite un profeta es totalmente del Señor, no
tendrá ningún cuestionamiento durante las manifestaciones
proféticas, por parte de quienes las reciben, porque “el
Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu...” (Romanos
8:16).
Quizá alguien dirá: “¡Pero, el Señor no se equivoca!”. Y
es cierto:¡Dios no se equivoca! Pero, estos dones espirituales
son manifestados por medio de seres humanos imperfectos y
falibles. La palabra profética fluye a través de un canal
humano, y podría perfectamente darse tres tipos de profecías:

Una profecía que es totalmente del Espíritu de Dios. El


impacto de la voz de Dios es recibida porque viene
avalada por la unción y el testimonio del Espíritu al alma
de quien la recibe.
Una profecía totalmente dicha en la carne; no inspirada
por Dios. Esto no activa nada en la esfera espiritual y deja
una sensación de vacío en el corazón. No trasciende
después que es dicha. Y si es analizada, no es considerada
como Palabras del Espíritu.
Una profecía de Dios, mezclada con algunas expresiones
humanas. Este tipo de profecías, se reciben como de Dios,
porque dice cosas que solo el que lo recibe sabe que es
168
Dones y Ministerios

verdad. Pero, deja un poco de duda, especialmente cuando


la profecía “exige hacer alguna acción” que nos causa
duda. En este caso, debemos “examinarlo todo y retener lo
bueno” (1Tes.5:20-21)

Por lo tanto, la razón para que sean juzgadas las profecías


obedece a ese factor humano. Y dentro del Cuerpo de Cristo,
otras personas también tienen el Espíritu de Dios,
especialmente aquellos que tienen el ministerio profético, y
por eso la Escritura dice: “y los demás juzguen.”
Dentro del análisis de las profecías, es necesario estar en
alerta frente a algunas situaciones particulares: Se da el caso
que Dios puede usar a alguien en ciertas ocasiones para llevar
un mensaje a una persona. Después, puede ocurrir que dichos
individuos crean que pueden (y deben) ir dando mensajes a
todas las personas. ¡Cuidado! ¡Aquellos que siempre están
dando mensajes y profecías personales a toda persona que se
les cruza por delante, y que no gozan de un buen testimonio
de otros hombres de Dios, generalmente están equivocados;
por regla general son personas fanáticas y peligrosas!
Satanás puede guiarlos y ciertamente lo hace. El resultado de
esto es confusión y daño espiritual.

Los principios de orden que deben regir las profecías.


El impacto entre la manifestación de lenguas (sin
interpretación) y la profecía es diferente. Las lenguas – dice
Pablo - son por señal a los incrédulos y la profecía es para los
creyentes y de sorpresa para los incrédulos. El apóstol
describe claramente la diferencia entre ambas
manifestaciones:
“De modo que el hablar en lenguas es una señal...
para los incrédulos; en cambio, la profecía... para los
creyentes. Así que si toda la iglesia se reúne y todos

169
Dones y Ministerios

hablan en lenguas, y entran algunos que no entienden


o algunos incrédulos, ¿no dirán que ustedes están
locos? Pero si un incrédulo o uno que no entiende
entra cuando todos están profetizando, se sentirá
convencido por todos de que es pecador y será
juzgado por todos; y los secretos de su corazón
quedarán al descubierto. Así que se postrará ante
Dios y lo adorará, exclamando: „¡Dios está realmente
entre ustedes!‟ (1Co.14:22-25 NVI).
En la actualidad es más frecuente observar el don de
lenguas con interpretación que la profecía misma. Parece que
se necesita mayor fe para hablar proféticamente (Rom.12:6),
que la necesaria para hablar en lenguas y que otro interprete.
El hablar en lenguas es un don más fácil de manifestar,
que el de profecía. Porque un mensaje en otras lenguas,
normalmente, es desconocido al orador y así no siente temor
si se equivoca, porque la interpretación (que equivale a
profecía) la realiza, por lo general otra persona. Pero el que
profetiza asume todo el peso de la responsabilidad de sus
palabras.
Debe existir un orden y un respeto al momento de
profetizar. Asuntos como hablar mientras otro habla es
desorden. Por el contexto del pasaje se da a entender que los
corintios tenían una idea engañosa respecto al dominio
propio. Pensaban que cuánto más un hombre era tomado por
el Espíritu de Dios, era llevado a un estado de éxtasis y a una
casi pérdida completa de la conciencia y control de si mismo.
Pablo es tajante en esto. Dentro del ordenamiento paulino, se
deja establecido el hecho de que “los espíritus de los profetas
están sujetos a los profetas” (1Co.14:32). Esto quiere decir,
que nadie puede ser llevado aparte de su consentimiento ni en
contra de su voluntad.
Esto lo dirá, probablemente, por el hecho de que los
corintios, antes de su conversión, debido a su trasfondo
170
Dones y Ministerios

idólatra y pagano “eran llevados a los ídolos mudos”


(1Co.12:2). En tales manifestaciones demoníacas perdían por
momentos la conciencia de si mismos.
Tal situación ha ocurrido con los espiritistas o "médium"
que son utilizados como instrumentos de los demonios, y
después que estos se manifiestan en las sesiones, el
“médium” no recuerda nada de lo que ha dicho. Pero, eso no
ocurre en las manifestaciones espirituales, dentro del
evangelio. El que profetiza, puede esperar para dar su
mensaje, respetando incluso las jerarquías. Si alguien
interrumpe una predicación bajo una supuesta "manifestación
profética", eso no se ve bien. El predicador está como
“profeta mayor”. Como esto sucedía en la iglesia de Corinto,
el resultado era un desorden sospechoso para algunos
hermanos.
Los dos últimos consejos que da son relacionados con el
hecho de lo saludable que eran las manifestaciones
espirituales al interior de la iglesia. De su edificación y
estímulo en la fe. Y por otro lado, del manejo y el empleo
ordenado y decente de tales manifestaciones. Sus palabras
finales y concluyentes son: “Así que hermanos míos, anhelen
profetizar, y no prohíban que se hable en lenguas. Pero todo
debe hacerse de una manera apropiada y con orden”
(1Co.14:39,40 NVI).

2.- El Don de Lenguas


“... a otro, diversos géneros de lenguas” (1Corintios
12:10).
“Porque el que habla en lenguas, no habla a los
hombres, sino a Dios”. “Así que quisiera que todos
vosotros hablaseis en lenguas,...” (1Corintios 14:2,5).
Nadie duda de la enseñanza de la Biblia sobre el don de
"hablar en otras lenguas" (gr.: glosolalia). Durante la iglesia

171
Dones y Ministerios

primitiva esta práctica era una realidad arraigada entre todos los
creyentes del período apostólico.
Sin embargo, estas manifestaciones de hablar en otras
lenguas por el Espíritu, comenzaron paulatinamente a disminuir
durante los primeros siglos. De acuerdo a los antecedentes
históricos encontramos varias referencias a la glosolalia,
aunque no es el don más aludido. Mayormente son
mencionados los dones de sanidades y el don de profecía.
Encontramos algunas evidencias de su manifestación
durante el período de la Edad Media, al interior de los
Monasterios. También la encontramos manifestada durante el
siglo XVII en algunos grupos de cristianos post-reforma.
Algunos autores creen que Martín Lutero hablaba en lenguas
del Espíritu. Sin embargo, esta idea es poco probable.
Este fenómeno carismático ha resurgido con fuerza
desde inicios del siglo XX, en varios países del mundo y
especialmente en Chile a partir del avivamiento de 1909, con
sucesivas oleadas durante algunas décadas. Sin embargo, no
ha sido un tema de aceptación común por todo el mundo
cristiano. Por ser un asunto controversial, ha sido objeto de
indiferencia, recelo, rechazo o de abierta aceptación por los
distintos grupos evangélicos. Las actitudes, antes
mencionadas obedecen al desconocimiento o conocimiento
del don; como así mismo, en base al testimonio personal del
"glosólalo".
A fin de obtener una información más acabada, hemos
realizado una investigación de campo a través de una encuesta
a pastores pentecostales, para conocer el pensamiento respecto
a este don.
El “Don de hablar en otras lenguas” o “glosolalia” lo
abordaremos desde tres puntos de vista.
Las enseñanzas del Nuevo Testamento.
Testimonios de la historia del avivamiento de 1909 en
Valparaíso, Chile.
172
Dones y Ministerios

Una encuesta de opinión realizada a pastores pentecostales.


En base a estos tres aspectos arribaremos a algunas
conclusiones.
I.- El origen bíblico de la Glosolalia.
El Nuevo Testamento considera "el hablar en lenguas" o
glosolalia como una señal que da Dios a la evidencia del
Bautismo en el Espíritu Santo (Hch. 2:4; 10:45-47; 19:6).
Este don tiene tres propósitos principales:
Como una señal del Bautismo en el Espíritu Santo, que
debe ser común a todo cristiano al momento de ser
bautizado con el Espíritu: “y estas señales seguirán a los
que creen:... hablarán nuevas lenguas” (Marcos 16:17).
El don dirigido a Dios en un lenguaje devocional y
personal que edifica la vida del creyente (1Corintios
14:4). Esto es lo que mayormente se expresa, por encima
del mensaje profético. La capacidad de poder hablar en
otras lenguas está disponible siempre a voluntad del
glosólalo para que lo use libremente en sus devocionales.
La manifestación del don, acompañado de la
interpretación, equivalente a profecía dirigida por el
Espíritu (1Corintios14:13-14, 27). A diferencia del
lenguaje devocional de las lenguas, que se puede emplear a
voluntad, la emisión de un mensaje en otras lenguas, que
debe ser interpretado, requiere la manifestación e
intervención directa del Espíritu Santo. Y cuando se
manifiesta la unción para dar un mensaje profético, es muy
notorio para aquel a quien Dios usa. Esto es así, porque
viene una súbita inspiración y la unción del Espíritu para
darlo en medio de la congregación, al igual que la profecía.
Y la interpretación del mensaje equivale a profecía, con las

173
Dones y Ministerios

mismas características de esta. Es decir, para: “edificación,


exhortación y consolación”.

Al hablar en lenguas, el espíritu humano y el Espíritu de


Dios se encuentran, de modo que el creyente se comunica
directamente con Dios, expresándose con el espíritu y no con la
mente (1ªCorintios 14:2, 14). Esta oración es a favor de sí
mismo o por los demás.
En este punto debemos explicar la diferencia que existe
entre la “señal de lenguas” y el “don (o géneros) de lenguas”.
Digamos que: ¡No todo el que habla en lenguas tiene el don de
lenguas! Esta declaración puede parecer absurda, pero no es
así. La diferencia radica en las explicaciones de Pablo y lo que
enseña Marcos. El evangelio de Marcos dice que todos los que
creen, “hablarán en nuevas lenguas” (Marcos16:17).
También, Pablo dice: “Así que, quisiera que todos vosotros
hablaseis en lenguas...” (1Corintios 14:5). La Biblia de
Jerusalén traduce: “deseo”. El verbo traducido “quisiera” o
“deseo” en el griego es “Thelo”. Este verbo está en presente
indicativo y no en condicional. Por tanto se debería traducir
“Quiero”.
Esto se ejemplifica en la sanidad del leproso. La Biblia dice:
“Vino a él (Jesús) un leproso, rogándole... y le dijo: “Si
quieres (gr.: ean theles) puedes limpiarme. Y Jesús,... le tocó, y
le dijo: Quiero (gr.: Thelo), sé limpio” (Marcos 1:40-41). En
este caso sería incorrecto traducir condicionalmente la frase:
“Quisiera que seas limpio”, por causa del contexto de Jesús y
del leproso.
La traducción de nuestra versión Reina-Valera, de manera
condicional: “quisiera”, se explica por el contexto donde
compara las “lenguas” con la “profecía”. Este pasaje podría ser
traducido así: “Así que quiero que todos vosotros hablen en
lenguas, pero mayormente que profeticen”. Esto quiere decir
que la “señal de las lenguas” es posible que todos la puedan

174
Dones y Ministerios

manifestar como una señal abierta (Mc.16:17). Pero, el don de


“géneros de lenguas” en el que fluyen varios idiomas y se
pueden dar mensajes para ser interpretados como profecías, no
es para todos (Ver 1Cor.12:11). Pablo establece claramente la
diferencia. El hace una pregunta retórica (aquellas que llevan
implícita una respuesta). El apóstol pregunta a los corintios:
“¿Hablan Todos lenguas? ¿Interpretan todos?”. Obviamente,
la respuesta es ¡No! (1Cor.12:30).
La manifestación pública en la congregación, debe ir
acompañada de una interpretación dada por el mismo Espíritu
que aclare el significado del mensaje en el idioma local, lo que
equivale a profecía.

“Pero el que profetiza (o interpreta un mensaje en


lenguas) habla a los hombres para edificación,
exhortación y consolación”... “Por lo cual, el que habla
en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla.
Porque si yo oro en lengua desconocida mi espíritu ora,
pero mi entendimiento queda sin fruto” ... “Si habla
alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más
tres, y por turno; y uno interprete”(1Cor.14:3; 13-14;
27-28).

Las reglas de orden en su uso, también son enseñadas en el


capítulo 14 de la primera carta a los Corintios. Esta debe
regularse dentro de la congregación. El que habla en lenguas,
no debe perder el control de sí mismo. Pablo dice: “Y los
espíritus de los profetas (también se aplica al glosólalo) están
sujetos a los profetas” (1Cor. 14:32). De este modo la
manifestación resultará en la edificación del cuerpo de
creyentes locales. En palabras de Harold Horton: "el don de
lenguas cava una fuente en las mayores profundidades del

175
Dones y Ministerios

espíritu regocijado, que libera un chorro de éxtasis, retenido por


mucho tiempo, que alegra el corazón de Dios y del hombre".17

II.- El resurgimiento de la Glosolalia en el


Movimiento Pentecostal Chileno.
Este fenómeno también reapareció en el avivamiento de
1909, en la ciudad de Valparaíso, Chile. De esto dan
abundantes testimonios los relatos históricos de la época. El
pastor Willis C. Hoover, misionero norteamericano de la iglesia
Metodista, fue el hombre que Dios usó para conducir este
conocido despertamiento espiritual.
El pastor Hoover, en su libro: "Historia del Avivamiento
Pentecostal en Chile" menciona varias manifestaciones
sobrenaturales, tales como: llantos, risas, éxtasis, visiones,
caídas y por supuesto, la manifestación de la glosolalia. Dentro
de su testimonio el Rvdo. Hoover dice: "Tal vez la ofensa
principal en estos casos ha sido la manifestación de lenguas
extrañas y el hecho de que acompañaba y evidenciaba el
bautismo con el Espíritu Santo".18
También el pastor Hoover relata en su libro la experiencia
de una niña de 12 años quien, bajo el poder del Espíritu Santo,
habló en lengua inglesa, siendo entendida por otra persona que
conocía el idioma. Era un mensaje para su padre quien se
resistía en darle permiso para ir a la iglesia. 19
En una investigación histórica sobre el movimiento
pentecostal, realizada por Dean Helland y Alice Rasmussen en
el libro Raíces Pentecostales de Chile, se cita el caso de la
primera joven que habló en lenguas:

17
H. Horton, Los Dones del Espíritu, Editorial Vida. Pág.115.
18
W. C. Hoover, Historia del Avivamiento Pentecostal en Chile, Pág. 34.
19
W. C. Hoover, op. cit., Pág. 46,47.
176
Dones y Ministerios

Estaba sentada en una banca inclinándose hacia Mr.


Hoover quien le sostenía de la espalda. Rosa Pino,
Natalia de Arancibia y otros hermanos y hermanas
ancianos de la iglesia le rodearon con admiración. Esta
niña estaba hablando en lenguas y nadie entendía.
Entonces le preguntaron a Mr. Hoover en qué idioma
estaba hablando. 'Parece' -- dijo Mr. Hoover-- ser
griego o hebreo'.20

El resultado de esta experiencia fue que una señora muy


elegante, como la define la relatora, sintió que alguien la
llamaba por su nombre. Después de esta experiencia, muchos
comenzaron a hablar en lenguas.

III.- Opiniones actuales de pastores


pentecostales respecto a la Glosolalia.
Esta manifestación aún sigue vigente en las iglesias
pentecostales y aún en las no pentecostales. Sin embargo, no
existe una clara definición doctrinal y de práctica en los
distintos grupos cristianos. De acuerdo a una investigación de
campo, a 30 ministros pentecostales, obtuvimos las siguientes
conclusiones:

1. El hablar en lenguas es reconocido abiertamente como un


don del Espíritu Santo.
2. Un alto porcentaje de los pastores encuestados ha tenido la
experiencia de hablar en otras lenguas por el Espíritu Santo.
3. Sin embargo, un gran número cree que no son
fundamentales para el crecimiento espiritual y que no
incide en la salvación, no asignándole utilidad práctica.

20
Dean M. Helland y Alice Rasmussen, Raíces Pentecostales de Chile,
Pág.56
177
Dones y Ministerios

4. Un alto porcentaje ve una relación directa entre el


“Bautismo en el Espíritu” y el “Hablar en lenguas”. Pero,
no existe una claridad absoluta sobre el tema.
5. Tampoco se establece una relación entre el hablar en
lenguas y la santidad personal, y que la práctica devocional
de la glosolalia no otorga un mayor grado de espiritualidad
sobre aquel que manifiesta el don.
6. Como "Don Espiritual", muchos cristianos piensan que no
se puede manejar a voluntad, sino que actúa solamente por
intervención directa del Espíritu Santo. O sea, en términos
populares: "¡Cuando el Espíritu lo visita!" o “¡El Espíritu lo
toma!”.
7. En general, los miembros de las congregaciones no son
incentivados por sus líderes a la búsqueda y uso del don.
8. Se estima que este don opera por el Espíritu Santo, sin
intervención humana. Es decir, no es necesario tener
reuniones especiales para buscar la llenura del Espíritu y
hablar en otras lenguas por primera vez.
9. La mayoría de los pentecostales piensa que esto es
exclusivo para la iglesia evangélica y niegan que esta
manifestación entre los católicos sea de Dios. Respecto a
esto se levantan grandes barreras de prejuicio.
10. La gran mayoría considera que este don es dado solo a
algunos creyentes. Esto es en la práctica. Pero, se piensa
que debería ser para todos.
11. Debido al desconocimiento bíblico tocante a este don del
Espíritu, no se lo considera relevante para la iglesia de hoy.
Es decir, existen otras manifestaciones a las cuales les
asignan mayor valor espiritual.

Conclusión sobre la glosolalia.


El hablar en lenguas o glosolalia, desde el punto de vista
bíblico y práctico, nos permite llegar a las siguientes
conclusiones:
178
Dones y Ministerios

1. El hablar en lenguas es de Dios.


2. Se conserva el modelo original en la historia, de acuerdo a
los propósitos bíblicos. Sea esto, lenguaje devocional o
mensaje profético.
3. Existe desconocimiento bíblico tocante al tema. Por regla
general, toda opinión se basa en la experiencia y en los
testimonios.
4. Como resultado de la falta de conocimiento, no se le ha
asignado el justo valor, llevando a la iglesia a perder una
bendición dada para todos "los que están lejos, para
cuantos el Señor nuestro Dios llamare" (Hch. 2:39).
¡Permitamos al Señor enseñarle a la iglesia de hoy, el valor
que corresponde a este don para la bendición y edificación del
Cuerpo de Cristo!

3.- El Don de interpretación de lenguas.


“... y a otro interpretación de lenguas” (1Corintios
12:10).
“Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en
oración poder interpretarla” (1Corintios 14:13).
“Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a
lo más tres,... y uno interprete” (1Corintios 14:27).
El Don de interpretación de lenguas es el único don del
Espíritu Santo que depende de otro para operar cuando se
manifiesta. Cuando un mensaje en otras lenguas, es emitido
nadie lo entiende, pero se hace entendible mediante el don de
interpretación de lenguas. Entonces podemos decir, como su
nombre lo indica, que la interpretación de lenguas es el
complemento del don de lenguas.
La manifestación del don de interpretación de lenguas, la
podemos definir como la demostración sobrenatural por el
Espíritu Santo del significado de un mensaje en otras lenguas.
179
Dones y Ministerios

En otras palabras, la interpretación de lenguas hace inteligible a


los oyentes el significado del mensaje emitido en otras lenguas.
El resultado equivale a una profecía, que “edifica, exhorta y
consuela” (1Cor.14:3). Y Pablo así lo expresa:
“porque mayor es el que profetiza que el que habla
en lenguas, a no ser que las interprete para que la
iglesia reciba edificación” (1Cor.14:5)

Dejemos en claro que este don no es “traducción” de


lenguas, sino “interpretación” de lenguas. Es decir capta el
sentido general de lo que el Espíritu está diciendo, y no es una
traducción palabra por palabra. Esto se aprecia cuando alguien
emite una declaración profética en otras lenguas. Al momento
de hacer la interpretación, esta puede ser más larga o más corta
de lo dicho en lenguas. Como es interpretación por el Espíritu,
el mismo Espíritu guiará al intérprete para decir el significado
de las lenguas. Y a veces, suele suceder que la interpretación
del mensaje es más larga o más breve, según sea el caso. Por
tanto, no debemos extrañarnos o dudar de que si esto es
correcto o no lo es. Lo más importante es el contenido del
mensaje que sea del Espíritu, y que traiga claridad del
significado de éste.
Existe una interrelación entre los tres dones de inspiración
profética, lenguas e interpretación de lenguas. Puede suceder,
durante una manifestación, que si una persona interpreta
lenguas, también el Señor la use en profecía, y de hecho se
puede dar el caso que termine la interpretación y siga en
profecía. Aquellos que tienen la sutileza pueden captar la
diferencia, entre la interpretación de lenguas y la profecía. Al
momento de profetizar las palabras adquieren mayor autoridad
y más unción del Espíritu.
Algunos autores creen que al momento de interpretar ni
siquiera es necesario atenerse al mensaje en lenguas cuando se
éste se está emitiendo. Que estos dones funcionan de manera
180
Dones y Ministerios

independiente el uno del otro. A mi juicio, eso es una


exageración que no tiene sustento bíblico ni práctico.
Como hemos explicado anteriormente, para profetizar se
necesita mayor fe que para dar un mensaje en lenguas. Porque
la persona con el don de lenguas puede apoyarse en el que
interpreta y viceversa. Pero, la persona que tiene el don de
profecía tiene que tener la suficiente fe sólo para empezar a
hablar lo que ha recibido.
Entonces, dejemos establecido el hecho de que los géneros
de lenguas y la interpretación operan juntos y su resultado es
una profecía. En consecuencia, los tres dones de inspiración
estarán sujetos, durante su manifestación pública, al orden que
establece Pablo en el capítulo 14 de 1ª Corintios. En síntesis,
los principios de orden y uso de los dones orales son los
siguientes:
Si uno habla en lenguas, debe pedir en oración el don de
interpretación de lenguas (14:13).
Se pueden dar como máximo tres mensajes en lenguas,
pero una misma persona debe ser intérprete de ellos
(14:27).
Si no hay intérprete en la iglesia, no se debe insistir en
darlo, pues, nadie sería edificado (14:28).
Todo mensaje, sea profecía o interpretación de lenguas
debe ser juzgado por otros profetas (14:29).
En un culto público, si se manifiesta el espíritu profético,
todos aquellos en los que se manifiesta pueden profetizar o
dar mensajes en lenguas ordenadamente y por turno
(14:31).
Los que hablan inspiradamente, profecías o en lenguas,
deben tener el control de su espíritu, para no traer
confusión a los que reciben su mensaje (14:32-33).

181
Dones y Ministerios

Es bueno y saludable para una iglesia manifestar


constantemente los dones de inspiración profética, pero,
todo debe ser hecho decentemente y en orden (14:39-40).

La interpretación de lenguas en la vida privada y en el


ministerio público
Los dones de Lenguas e interpretación operan tanto en la
vida devocional privada, como en el ministerio público. Traen
gran edificación personal y por cierto, bendicen a la
congregación cuando se manifiestan. Estas ideas, del empleo
privado y público, las explicaremos y aplicaremos en ambos
aspectos. En relación a esto el apóstol entrega la siguiente
instrucción:
“Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida
en oración poder interpretarla” (1Cor. 14:13).
De acuerdo con este versículo, aquellos que hablan en otras
lenguas del Espíritu, son instruidos para orar por el don de
interpretación. La razón para hacerlo es doble:
En primer lugar, si uno manifiesta continuamente el don de
lenguas, puede ayudarse más ampliamente en su vida
devocional si entiende las cosas que ora en otras lenguas, que
pueden ser “misterios de Dios” (1Cor.14:2). Es decir, la
glosolalia y la interpretación traen “revelación espiritual”. Pero,
si no es así, Pablo dice que: “el entendimiento queda sin fruto”
(1Cor.14:14). He conversado con hermanos que me han dicho
que les llama la atención cuando se dice que “uno no entiende
las lenguas”, porque nunca ha sido su caso. Es decir, estos
hermanos, cuando fueron bautizados en el Espíritu Santo,
recibieron juntamente la capacidad para entender las lenguas.
Sin embargo, eso es la excepción y no es la experiencia común
de todos los glosólalos.

182
Dones y Ministerios

En segundo lugar, podrá interpretar los mensajes que se dan


durante una reunión de ministerio público, para edificar a la
iglesia. Pues, como dijimos, la interpretación de lenguas
equivale a profecía.
Por regla general, cuando alguien ha desarrollado
ampliamente el don de interpretación, es capaz de entender la
mayoría de las lenguas, aunque no todas deben ser
interpretadas. En este sentido existen dos razones: Primero,
para que una emisión en lenguas deba ser interpretada, el
intérprete debe recibir el impulso del Espíritu para hacerlo y
segundo, la mayoría de las veces, el glosólalo emplea un
lenguaje devocional hacia Dios, que es personal. Pablo dijo:
“Porque el que habla en lenguas (devocionales) no habla a los
hombres, sino a Dios” (1Cor.14:2). Pero, también un intérprete
a veces no entiende todas las lenguas del Espíritu que escucha,
y como nos ocurre a la mayoría de los que hablamos en
lenguas, “nuestro espíritu ora, pero nuestro entendimiento
queda sin fruto”, porque nuestra mente no lo entiende
(1Cor.14:14).
Una experiencia personal. Me encontraba junto a un grupo
de estudiantes del seminario durante una clase de finalización
de año. Iniciamos la clase con una oración. Yo comencé a orar
en lenguas, y otro hermano comenzó a interpretar mi oración.
Esta era una oración devocional y no un mensaje en lenguas.
Mi esposa, estaba fuera de la sala, y escuchaba que yo oraba en
lenguas, pero le llamaba la atención que otro hermano, oraba de
la misma manera en que yo lo hacía en castellano. Decía: “sé
que es mi esposo que ora en lenguas, pero el otro hermano ora
igual que él”. Al terminar la oración, le pregunté al hermano si
me estaba interpretando la oración, y me informó que
efectivamente lo había hecho.
Cuando finalizó la clase y con ello el término de la
materia, correspondían las palabras de despedida del curso.
Hicimos oración y nuevamente se manifestó el Espíritu Santo,
183
Dones y Ministerios

usando a varios estudiantes para dar mensajes en lenguas, y el


mismo hermano interpretaba. En un momento ocurrió un hecho
muy curioso. Uno de los estudiantes, en medio de este
ambiente espiritual, pidió la palabra. Cuando se le concedió, se
dirigió hacia mí y me dijo: “¡Profesor, quiero decirle algo!”.
Tras decir estas palabras, comenzó a hablarme en lenguas y el
otro hermano procedió a interpretarlas. Pero, lo que más llamó
mi atención fue que, no era el Espíritu quien me hablaba, sino
que el propio hermano me hablaba desde su corazón, pero en
otras lenguas. Y lo que me decía era: “¡Estoy agradecido por
las clases que he recibido, y de la bendición que ha sido tenerlo
como maestro!, y agregó otras palabras de elogio a mi persona
y a la materia enseñada. Y cuando me dijo eso, el Espíritu
continuó hablando, y me entregó un mensaje del Señor para mi
vida. Esta experiencia me ha hecho entender que esta
manifestación inspirada puede tener varias aristas de
edificación y por cierto, esta vivencia espiritual ha quedado
gratamente guardada en el “baúl” de los recuerdos del corazón.
El segundo principio de orden, habla acerca de la cantidad
de mensajes y de la forma de hacerlo. El apóstol dice:
“Si alguno habla en lengua extraña, sea esto por
dos, o a lo más tres y por turno; y uno interprete”
(14:27).
Este versículo establece tres cosas: (1) La cantidad de
mensajes en lenguas durante un culto público. (2) La manera
de hacerlo, que sea “por turno” y (3) que uno solo sea el
intérprete de los que emiten los mensajes en lenguas.
La razón para hacerlo “por turno” era que si todos
hablaban simultáneamente, produciría confusión. Lo mismo
cuando dice que “uno interprete”, esto podría traer
desorden. Con estas palabras, el apóstol advierte a los
corintios (y a nosotros) para que no haya interpretaciones
competitivas. Aparentemente ese era uno de los problemas al

184
Dones y Ministerios

interior de la iglesia de Corinto. Luego afirma: “pues Dios no


es Dios de confusión, sino de paz” (14:33).
La cantidad limitada de mensajes es algo prudente,
porque el abuso de la profecía, las lenguas e interpretación a
veces traen mucha confusión. ¿Por qué dice que un mensaje
debe ser dado por “dos, o a lo más tres”? Al limitar a un
máximo de tres, demuestra que estas manifestaciones, por
más edificantes se sean, formaban solo parte del culto, y no
eran lo central del culto. Pablo ya lo ha mencionado
previamente:
“¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís,
cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina,
tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación.
Hágase todo para edificación” (14:26).
Si interpretamos y aplicamos las palabras de Pablo, el
culto público debe contener los siguientes elementos para
alcanzar la edificación de los creyentes:
Alabanzas (Salmos. La palabra griega“salmoi” significa
“Cántico acompañado de un instrumento musical”).
Enseñanza o predicación (doctrina).
Revelaciones (a través de los dones de revelación).
Mensajes de profecía y lenguas con su interpretación.

Por la experiencia observada, cuando se dan varios


mensajes en lenguas durante un culto, estos no se
contradicen, sino que se complementan y relacionan en lo
que dicen. Además, recordemos que un mensaje en otras
lenguas puede ser auto interpretado o interpretado por otra
persona independiente.
El último principio demuestra cuán bueno y saludable es
para una iglesia gozar constantemente de las manifestaciones
de inspiración profética, pero también recalca que todo debe ser
hecho decentemente y en orden.
185
Dones y Ministerios

“Así que hermanos, procurad profetizar, y no


impidáis el hablar en lenguas; pero hágase todo
decentemente y en orden” (14:39-40)
Un asunto es claro: las profecías, las lenguas y toda
manifestación del Espíritu Santo en nuestras congregaciones
son saludables y edificantes. Pero, también conlleva
responsabilidad, fe y buena administración en el uso. El apóstol
Pablo le dijo a los Efesios: “Y no contristéis al Espíritu Santo
de Dios...” (Efesios 4:30). ¿Qué cosas podrían entristecer a la
persona del Espíritu Santo? Esta respuesta es muy amplia.
Pero, existen tres áreas que le ofenden. Estas son el pecado, la
desobediencia y la negligencia espiritual. Pero, como estamos
hablando de los dones de inspiración, enfatizaremos la
negligencia espiritual. Si Pablo incentiva en el capítulo 14 a
buscar los dones espirituales, especialmente la profecía (14:1,
5,12), el hecho de “impedir las lenguas” y el que se “apague al
Espíritu y se menosprecien las profecías” (1Tes.5:19-20) se
comete un pecado de negligencia, que contrista al Espíritu
Santo.
También está el hecho de no actuar en fe en el momento
oportuno, cuando se emite un mensaje en lenguas. Si una
persona está dando un mensaje en lenguas, y otra a quien Dios
usa en el don de interpretación, este debe inmediatamente
empezar a “sintonizarse” con el Espíritu, si aún no lo está,
porque el Señor podría querer usarle a él en la operación de ese
don. El no hacerlo, es negligencia espiritual, y eso “contrista al
Espíritu”.
Una experiencia personal: Fui invitado para ministrar en
una vigilia durante toda la noche. Había unas dos mil personas
reunidas en esa ocasión. En un momento, el Espíritu me usó
para dar un mensaje en lenguas. Después de emitirlo, pregunté
si había alguien, entre los asistentes, que pudiera dar la
interpretación al mensaje. Penosamente, nadie se paró para dar
186
Dones y Ministerios

la interpretación. Si el Espíritu habló era evidente que había


más de alguno que fuera capaz de interpretar el mensaje.
Entonces, aquí hubo tres cosas: Hubo desconocimiento del
tema, hubo falta de fe y hubo negligencia espiritual. ¡Si no nos
sintonizamos y disponemos al Espíritu para ser usados, nada se
activará en nosotros!

IV. LOS DONES DE PODER


Al igual que en los dones de revelación, observamos en las
manifestaciones de poder una combinación de dones que
resulta difícil determinar con claridad. Pero, el denominador
común es un poder manifiesto. El don de fe es el mayor de los
dones de poder. Es un don del Espíritu que produce milagros.
Así como para hacer milagros se necesita la fe. Lo mismo
sucede entre los dones de sanidades y el don de milagros.
¿Cuándo es una sanidad y cuándo es un milagro? ¿Qué rol
juega la fe para que esa manifestación sobrenatural se haga
evidente? Resulta obvio que no debemos ser dogmáticos en
nuestras afirmaciones. Por ejemplo: se ora por un muchacho
que tiene los pies deformes. Como resultado Dios le sana y
restaura sus pies a la normalidad. ¿Qué es eso? ¿Una sanidad o
un milagro?. La respuesta es que no importa qué sea. Lo
importante son los resultados obtenidos que ayudarán y
edificarán la iglesia.
No obstante, para nuestro análisis, seguiremos el mismo
esquema anterior en la explicación de cada don por separado.

1. El don de fe.
"A otro fe por el mismo Espíritu..." (1ªCorintios 12:9).
El don de fe no se refiere a la fe para salvación, ni al fruto de
la fe, que está relacionado con la fidelidad, sino que es un don

187
Dones y Ministerios

de manifestación. Es decir, es una fe especial que va más allá


de la medida de fe común que todos los creyentes poseen.
El don de fe se define como una manifestación, que imparte
la convicción sobrenatural, y en contra de todas las
imposibilidades, de creer que Dios hará un milagro. En otras
palabras, el don de fe nos ayuda a creer, aquello que en forma
natural no creeríamos.
Un ejemplo bíblico, es el caso del paralítico que era puesto a
mendigar en la puerta del templo, llamada La Hermosa en
Jerusalén (Hechos 3:1-11). En este relato vemos que existe una
condición imposible (un cojo de nacimiento). Es manifestado el
don de fe, y se ofrece una solución al cojo: "...en el nombre de
Jesucristo de Nazaret, levántate y anda" (Hch.3:6). El
resultado fue muy evidente y sobrenatural. El cojo entro con
los apóstoles “en el templo, andando y saltando y alabando a
Dios” (Hch.3:8).
Algunos dirán que fue un milagro, y otros que fue una
sanidad. Algo es cierto; actuó una fe sobrenatural para que
ocurriera.. Lo más probable que este cojo estaba allí hacía
mucho tiempo, y no era desconocido para los apóstoles, ni para
el mismo Señor. Se dice que tenía más de 40 años (Hechos
4:22). ¿Por qué no fue sanado bajo el ministerio del Señor o
por los apóstoles antes de este momento histórico? No tenemos
respuesta para esta pregunta. Solo podemos decir que fue
realizado bajo la soberanía de Dios y por medio de la
manifestación del don de fe.

Dos experiencias personales


Primera:
"Me encontraba dictando una clase. Al momento de
terminar, solicité a un estudiante que la despidiera. Mientras el
alumno oraba con una oración muy formal, sentí en mi espíritu
que había una necesidad que suplir. Una vez finalizada su
oración, hice mención de esto al grupo, e inmediatamente una
188
Dones y Ministerios

hermana, con sus ojos llenos de preocupación me señaló su


necesidad. Algo brotó dentro de mi que me animó a asegurarle
que pasara adelante, porque Dios le supliría su necesidad en
esos momentos. A continuación otro hermano dijo: "Pastor, yo
necesito un trabajo". Nuevamente, brotó ese impulso interno
dentro de mí: "¡Pase, el Señor en esta noche le da un trabajo!".
No era solo un buen deseo, era una afirmación con seguridad.
Otro hermano dijo: "Mi hijo está enfermo". La misma
convicción brotó: "¡Ven, el Señor lo sana ahora!". Así
sucesivamente cada uno de los hermanos manifestó sus
necesidades.
Cuando oramos descendió sobre los que allí estábamos esa
convicción que ya había sido hecho lo que pedimos. Todos
podíamos creerlo, sin ninguna duda. Lo mas curioso fue que,
una vez terminada la oración, experimenté una sensación
similar cuando a una pelota se le quita el aire. A los pocos
minutos, de estar encendido en fe, volví a mi "estado natural".

Segunda:
Estábamos reunidos en la iglesia. El pastor estaba
ministrando la Palabra con gran autoridad. Hablaba acerca de la
fe. La misma predicación aumentaba la fe de los creyentes.
Pero ese día ocurrió algo especial. Espiritualmente los cielos
fueron abiertos, y todos podíamos creer en el poder de Dios
para suplir cualquier necesidad presente. Fue un culto especial.
En aquellos días apareció una noticia en los medios de
comunicación que daba cuenta de la presencia de un enorme
cardumen de peces en la zona norte de nuestro país. Las
noticias informaban que las pesqueras se dirigían con sus
embarcaciones directamente al cardumen. La pesca era directa,
sin utilizar las redes para pescar. Los barcos pesqueros tiraban
directamente las mangas que succionaban los peces que
llegaban a las bodegas de las embarcaciones. Fue un momento
especial para la industria pesquera nacional.
189
Dones y Ministerios

Durante el desarrollo del culto, la Palabra había penetrado


en lo más profundo de nuestro ser. Mi espíritu había captado
que estábamos siendo testigos de la manifestación de un don de
fe, que necesitaba ser expresado. El pastor terminó de predicar
y me traspasó el servicio. Me dijo: ¡Pastor Eugenio, ore usted!.
El nivel de espiritualidad estaba muy alto. Dios estaba presente
en esa reunión, de manera manifiesta. Antes de orar, expliqué a
la congregación lo que estaba ocurriendo en esos momentos.
Para ello utilicé el ejemplo del gran cardumen de peces, cuya
cosecha estaba abierta a todo barco que se pusiera encima de él
y podía succionar por las mangas los peces. Así lo apliqué a la
iglesia. Era el momento de pedir al Señor, en santidad,
cualquier petición porque Dios la respondería. Desafié a los
hermanos a creer y a pedir. Esa noche, la gente pedía casas,
automóviles, finanzas, dones espirituales, consolidaciones de
matrimonios y de familias. Era "una gran oportunidad de ver a
Dios en acción". Luego oramos, y todos tuvimos lo que
deseaba nuestro corazón. Los testimonios posteriores fueron
realmente muy elocuentes.
Lo sobrenatural fue el hecho, que aunque siempre pedimos
estas necesidades, esa noche había convicción de que todo lo
que dijéramos o pidiéramos en el nombre del Señor, sería
cumplido. ¡A Dios sea la Gloria!

2. El don de milagros.
"A otro, el hacer milagros" (1ªCorintios 12:10).
El término griego traducido milagro es "dynameis". En el
Nuevo Testamento (VRV), esta palabra es traducida además
como: Poder, Potencia, Potestad, Poderosamente, Virtud,
Maravilla, Fuerza, Facultad, Esfuerzo, Eficacia, y Valor.
Todos estos términos están asociados a la idea de acción y
autoridad. En ellos se aprecia el poder divino, que es superior al
orden natural y a las fuerzas humanas.
190
Dones y Ministerios

El hacer milagros se define como la suspensión temporal


de las leyes naturales, mediante la intervención de un poder
sobrenatural y divino.
Los milagros más conocidos del Antiguo Testamento son:
La abertura del Mar Rojo (Éxodo 14:21-28).
Moisés sacó agua de la peña (Éxodo 17:1-6)
El sol que se detiene a la orden de Josué (Josué 10:12-13).
Elías hizo descender fuego del cielo (1ª Reyes 18:37-38).
Eliseo hizo flotar el hierro de un hacha. (2ª Reyes 6:1-7).

Los milagros del Nuevo Testamento, realizados por Cristo y


por la iglesia primitiva son:
El agua se convierte en vino (Juan 2:1-11).
La tempestad calmada (Mateo 8:23-26).
Jesús y Pedro caminan sobre el agua (Mateo 14:22-31).
La multiplicación de los panes (Juan 6:5-14).
Los apóstoles fueron liberados de la cárcel (Hechos 5:17-
20; 12:5-17).
Pablo decretó ceguera sobre un enemigo del evangelio
(Hechos 13:6-11).
Pablo fue salvado de morir por la picadura de una
serpiente (Hechos 28:1-6).
Ya hemos mencionado que a veces se mezcla la idea de
milagros con grandes sanidades y expulsión de demonios. De
ahí que algunos autores, afirman que el echar fuera demonios
está incluido dentro del don de hacer milagros. En Hechos
19:11-12, leemos lo siguiente: “Y hacía Dios milagros
extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que...las
enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían”.

191
Dones y Ministerios

La conclusión a que podemos llegar sobre los dones de


poder es que no debemos ser dogmáticos en nuestras
afirmaciones. Estos dones se entrelazan en su manifestación.
Para todo aquel que sirve en el Reino de Dios, lo más
importante es saber que Dios le respaldará, ante cualquier
necesidad o poder enemigo, con una manifestación mayor de
su gracia.

2. Los Dones de Sanidad Divina.


"a otro... dones de sanidades por el mismo Espíritu"
(1Corintios 12:9).
Los "Dones de sanidades" son una de las
manifestaciones más vistosas y necesarias, debido a la gran
cantidad de enfermos y enfermedades con las cuales nos
enfrentamos continuamente. Por esta razón, me extenderé un
poco más en el desarrollo del ministerio y los Dones de
sanidades.
El ministerio de la sanidad divina.
Jesús prometió, antes de su ascensión, que a sus
discípulos los acompañarían, la manifestación de señales
milagrosas en la predicación del Evangelio (Marcos 16:18-
18). Hoy en día, tales señales no las vemos operando en la
medida que nos enseña la Biblia. ¿Cuál es el rol de sanidad
divina en la iglesia actual? ¿Qué podemos esperar tocante a
los milagros? Las señales, ¿están limitadas sólo a los
ministros ungidos? Estas son preguntas importantes, que
debemos responder cuando hablamos de los dones de
sanidades.

El problema de la salud.
El problema de la salud humana ha existido desde el
principio del tiempo. Esto ha sido un flagelo que ha azotado a
192
Dones y Ministerios

todas las civilizaciones. La historia contiene muchas


referencias a la práctica de la medicina para aliviar las
enfermedades. En la antigüedad los dioses paganos eran
invocados en demanda de salud. El dolor era considerado
como la obra de espíritus malignos. Por tanto, tal o cual
encantamiento era la cura prescrita. El paganismo tiene sus
encantamientos, el hinduismo sus yoguis, y el satanismo sus
brujerías.
Por otro lado, de acuerdo a las investigaciones, tanto
científicas como bíblicas, se sabe que el origen de las
enfermedades varía dependiendo de múltiples factores. No
sólo obedece a factores espirituales; también los hay físicos,
hereditarios y psíquicos. La ciencia médica es amplia en
algunas áreas del conocimiento, pero también es limitada en
otros aspectos. Muchos médicos reconocen que ellos no
sanan, antes bien ayudan al paciente para que alcance la
salud, ya sea por tratamientos o medicinas prescritas. Mucho
en la práctica de la medicina dependerá del trato del médico
con su paciente, que le ayuda a cambiar de actitud frente a la
enfermedad.

La Sanidad Divina.
Algunos creen que toda sanidad es divina. En un sentido
esta afirmación es verdadera. A menudo la salud es obtenida
mediante el uso de medios naturales como el descanso, el
sueño y la alimentación. Dios ha puesto en el cuerpo humano
maravillosas capacidades de recuperación. Aunque son los
médicos que vendan las heridas o prescriben medicinas, al
final es Dios quien sana. Desde esta perspectiva, valoramos
el aporte científico, el desarrollo tecnológico y farmacológico
que ha alcanzado la medicina tradicional.
El concepto de “Sanidad Divina”, se refiere a la
habilidad dada por el Espíritu Santo para sanar a los
enfermos, a través de la oración, aparte de los medios
193
Dones y Ministerios

naturales y de la habilidad del hombre. En otras palabras, la


sanidad divina es la continuación del ministerio ejercido por
el Señor Jesucristo, el ungido por excelencia, cuando estuvo
en la tierra. El apóstol Pedro anunció esta verdad: “Cómo
Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de
Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a
todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con
él” (Hechos 10:38). Es la manifestación del poder de Jesús
para sanar. Las sanidades obradas por Jesucristo en los
evangelios dan testimonio de su realidad.
El ministerio de la sanidad divina opera básicamente a
través de la unción y los dones espirituales descritos en la
Biblia. El Espíritu Santo capacita a algunos miembros del
cuerpo de Cristo con estos dones a fin de extender la
naturaleza misericordiosa de Dios hacia los enfermos. Así
como ocurrió en la época de Jesús, así también muchos
enfermos acuden hoy a la iglesia para la sanidad física. Al
igual que entonces, los dones de sanidades son los primeros
dones de poder que han sido ejercidos en los albores del
Movimiento Pentecostal. Y según la historia, fue el último de
los dones que desapareció en la iglesia durante los primeros
siglos.
El factor milagroso es destacado en el libro de Los
Hechos de los Apóstoles. En el Capítulo 5:12-16 dice:
“Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas
señales y prodigios en el pueblo... y los que creían en el
Señor aumentaban más, gran número así de hombres
como de mujeres; tanto que sacaban los enfermos a las
calles, y los ponían en camas y lechos, para que al
pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre
alguno de ellos. Y aún de las ciudades vecinas muchos
venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados
de espíritus inmundos; y todos eran sanados”.

194
Dones y Ministerios

El pasaje anterior nos habla de una gran cantidad de


personas enfermas dispuestas en las calles. Veían en la iglesia
su esperanza de ser sanada. El ministerio o servicio espiritual,
hacia los necesitados, era de sanidad de las enfermedades y
liberación de espíritus malignos. El ministerio y los dones de
poder para sanar las enfermedades era la principal medicina
de la iglesia cristiana, hasta que llegó paulatinamente a
desaparecer en los siglos posteriores debido, principalmente a
la incredulidad humana.
En el libro de Santiago, su autor instruye a los ancianos,
tocante al tema. El apóstol dice: “¿Está alguno enfermo entre
vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia y oren por él,
ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración
de fe salvará al enfermo y el Señor lo levantará...” (Santiago
5:15). De acuerdo al pasaje, el apóstol entrega una forma para
ser practicada permanentemente al interior de la iglesia. Por
lo tanto, corresponde a la iglesia seguir administrando la
sanidad sobre los enfermos de acuerdo a los dones e
instrucciones entregados para beneficio de los enfermos.
La base bíblica para esperar que ocurran
milagros.
Las evidencias bíblicas sobre la sanidad divina son
múltiples. Un estudio desprejuiciado de la enseñanza de la
Biblia sobre el tema de la sanidad, nos permitirá establecer la
base de conocimiento. El conocimiento bien fundado,
producirá la fe para creer y la creencia correcta traerá la
unción del Espíritu Santo con resultado sobre los enfermos:
¡Ellos serán sanados! Consideremos la base general sobre la
que se funda esta doctrina.

195
Dones y Ministerios

1. Jesús cargó en la cruz con nuestras


enfermedades y dolencias.
El profeta Isaías lo predice claramente. En la conocida
porción del cántico del Siervo sufriente de Jehová, el profeta
declara: “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y
sufrió nuestros dolores... y por su llaga fuimos nosotros
curados” (Isaías 53:4-5). Isaías al usar el pronombre
“nosotros” y “nuestros” se identifica con el Mesías que sufre
vicariamente, y se ve a sí mismo como un hijo de su pueblo.
La aplicación que hace el Nuevo Testamento a este
pasaje está referido a la obra sanadora de Jesucristo, como el
cumplimiento profético, y al “nosotros” como a la iglesia. El
evangelista Mateo en su evangelio dice: “Y cuando llegó la
noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra
echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para
que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:
„El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras
dolencias” (Mateo 8:16-17).
Asimismo, el apóstol Pedro visualiza esta profecía
mesiánica con aplicación a los dos aspectos principales de la
obra de Cristo: perdón de pecados y sanidad física; ambos
como resultado de la obra expiatoria. El dice en su carta: “...
quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el
madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados,
vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”
(1ªPedro 2:24).
Todo beneficio o bendición espiritual de Dios; ya sea
perdón, fortaleza, llenura del Espíritu, sanidad, esperanza,
dones, crecimiento, provisión, visión espiritual, y
conocimiento, están canalizados por medio de la obra
expiatoria de Cristo. Todo lo podemos recibir a través de la
fe.

196
Dones y Ministerios

2.- Jesús prometió a sus discípulos que estas


señales les seguirían como manifestación de la
verdad que predicarían.
“...y estas señales seguirán a los que creen: En mi
nombre echarán fuera demonios... sobre los
enfermos pondrán sus manos y sanarán” (Marcos
16:17-18).
La gran comisión de llevar el mensaje del evangelio a
todas las naciones (gr. etnias) sería respaldado por evidentes
señales milagrosas. Las señales han sido denominadas como
“las campanas que Dios usa para llamar a los hombres al
evangelio”.
Los testimonios de cientos de miles de personas que
aseguran haber sido sanadas por medio de la oración, son el
más efectivo argumento que prueba esta verdad evangélica.
De acuerdo a las estadísticas, un porcentaje considerable ha
llegado a Cristo, por motivo de alguna sanidad obtenida en
un culto cristiano.

3. Jesús dejó abierta la posibilidad para un


despliegue aún mayor de su propio poder.
Ante la incredulidad de sus discípulos, Jesús respondió
con palabras de estímulo. Les dijo: “De cierto,...os digo: El
que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y
aún mayores hará, porque yo voy al Padre” (Juan 14:12).
Las obras mayores se refieren a sus milagros de sanidad,
liberación, resurrección de muertos, multiplicación de
alimentos, entre otras más.
Este versículo nos demuestra hasta qué punto, el Señor
se compadecía de sus discípulos a causa de sus debilidades.
Jesús percibió que ellos estaban afligidos y tristes frente a la
perspectiva de quedar solos en el mundo, sin la compañía del

197
Dones y Ministerios

Maestro. Ellos fueron fortalecidos con esta promesa. Los


discípulos la creyeron y fueron usados por Dios con gran
poder en su propia generación.
El hecho significativo es que este poder está disponible
para todo aquel que cree en sus palabras. Esto demuestra el
espíritu de generosidad de Jesús. El interés del Espíritu Santo
en continuar la obra, por medio de hombres que aceptan el
desafío de creer que sus afirmaciones son ciertas. Cuando usa
la expresión: “...y aún mayores (obras) hará”, se refiere a
una mayor cantidad que calidad de obras. Por ejemplo, en el
libro de los Hechos de los Apóstoles, nada se nos dice de la
resurrección de un muerto de cuatro días de fallecido, como
lo hizo Jesús en el caso de Lázaro. Por otro lado, ninguno de
los sermones que Jesucristo predicó convirtió a tres mil
personas en un solo día, como sucedió en Pentecostés
(Hechos 2). Hoy la gracia del Señor sigue activa a través del
ministerio y los dones de sanidad divina.
Es muy frecuente observar durante los cultos, una gran
variedad de modos y formas en que el Espíritu Santo obra en
sanidades. Por ejemplo: Cuando oramos por una persona
enferma, constatamos de inmediato su testimonio de sanidad.
Cuando se llama a la siguiente persona que espera por
oración, ella ya ha sido sanada, sin siquiera orar. En
ocasiones, el Espíritu toca más lentamente a la persona
enferma. Aveces tarda algunos minutos. De ahí que se hace
necesario esperar y no interrumpir al Espíritu. En cierta
oportunidad, oré por una persona en una iglesia. Cuando
terminé de orar le pregunté: ¡¿Cómo se siente?! Y la voz del
Espíritu me dijo con autoridad: “¡No me interrumpas, aún no
he terminado!” Es necesario respetar la acción del Espíritu
del Señor. En definitiva es el Espíritu quien dispone y es el
soberano de la Iglesia. En otra ocasión, estaba orando por el
mensaje, después de predicar, y el Espíritu me dice: “¡Los he
sanado a todos!”. No habíamos orado por sanidad. Ni
198
Dones y Ministerios

siquiera lo había mencionado. Pedí que pasaran a dar


testimonio de sanidad, y 22 personas testificaron que fueron
sanadas, sin orar por los enfermos. Los testimonios recibidos
fueron muy variados y algunos casos fueron sanidades
destacadas. ¡Cuando permitimos que el Espíritu Santo nos
use, el despliegue en sanidades es mucho mayor!

4. Jesús, por su naturaleza divina y glorificada,


no cambiará nunca.
El autor de la Epístola a los Hebreos es categórico
cuando anuncia: “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy y por los
siglos” (Hebreos 13:8). La verdad de que Jesucristo no
cambia, es el ancla segura de la fe en el ejercicio del
ministerio de sanidad divina. Durante su ministerio terrenal,
el Hijo de Dios siempre “sanaba a todos”, “sanaba a cada uno
de ellos” y agrega: “cuantos le tocaron quedaron sanos”. Esto
significa, para todo buscador de la verdad, que nadie puede
sentirse satisfecho hasta alcanzar, por medio de la unción de
Dios, los mismos beneficios ofrecidos por Jesucristo. Es
decir, ser hechos participantes de “los poderes del siglo
venidero”, inaugurados con la venida de Cristo al mundo
(Hebreos 6:4-5).
El problema de por qué no sanan todos los enfermos.
¿Es la enfermedad la voluntad de Dios? ¡No!. La Biblia
dice que todo don perfecto viene de Dios (Santiago 1:17), y
lo malo del maligno. Satanás usa el mal para controlar y
destruir al hombre. Desde el punto de vista bíblico las causas
de la enfermedad, básicamente son tres:

Satanás puede causar enfermedades mediante el


poder de los demonios.
Reconocemos que no toda enfermedad es atribuible
directamente a los demonios. Pero, sin duda también los
199
Dones y Ministerios

espíritus malignos son causantes de enfermedades. Me


recuerdo el caso de una joven que tenía un serio problema en
su estómago. Su rostro estaba pálido y demacrado. Mientras
oraba por ella en la iglesia, la joven se puso a llorar, y me
dijo: ¡Pastor, siento una voz que me dice: “por qué me echas
de ti, si tú misma me invitaste a estar contigo”! Con eso
entendí que era un espíritu maligno de enfermedad, y le
ordené salir de ella. A los pocos minutos se puso en pié
completamente sana, con un rostro rozagante. El causante de
su enfermedad era el poder demoníaco.
Existen causas que son el resultado de la caída.
La caída del hombre comportó alteraciones en todo
orden. De alguna manera, el ser humano quedó más propenso
a las enfermedades. El cuerpo humano se enferma más que el
de los animales. Las causas naturales afectan en distintos
grados los cuerpos de las personas. Incluso, se enferman
hasta siervos de Dios de cáncer, y otras enfermedades
catastróficas. Y eso no significa que sea necesariamente una
señal del castigo divino.

El pecado puede provocar la enfermedad como


castigo o consecuencia.
En este sentido, también es real. Dios puede castigar con
juicio de enfermedad como lo hizo en ocasiones con los
israelitas y con María, la hermana de Moisés, al herirla con
lepra (Números 16:46,49).
Elimás, el mago, fue herido con ceguera como castigo de
Dios (Hechos 13:8,11). También, algunos hermanos en la
iglesia de Corinto fueron afectados como castigo de Dios por
su indignidad en la Cena del Señor. Pablo dice: “Por eso hay
entre ustedes muchos débiles y enfermos, e incluso varios
han muerto” (1ªCorintios 11:30 NVI).

200
Dones y Ministerios

La enfermedad trae como resultado: dolor, sufrimiento y


muerte. Ninguno de estos efectos son resultados de la gracia.
Sin embargo, Dios puede ocupar la enfermedad para producir
beneficios. No todo creyente enfermo necesariamente está en
pecado. Si alguno está en pecado, Dios permite que esta
situación le ayude para corregirlo en alguna área de su vida
espiritual. La realidad es que las enfermedades estarán con
nosotros hasta que Jesús venga!.

201
Dones y Ministerios

202
Dones y Ministerios

Capitulo Nueve

Los Dones del Ministerio


Dentro del Cuerpo
(Romanos 12:6-8)
"De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia
que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la
medida de la fe; o se de servicio en servir; el que enseña, en
la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que
reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que
hace misericordia, con alegría.
"... después los que sanan, los que ayudan, los que
administran, los que tienen don de lenguas" 1Corintios
12:28.

E n este pasaje encontramos una variedad de dones que


reflejan una amplia gama caracterizada por el servicio,
conducción y edificación de la gente. En esta sección haremos
el comentario de aquellos dones que no hemos mencionados
anteriormente.
Estos Dones Espirituales, no se caracterizan por la
espectacularidad, por el contrario, son dones de servicio, pero
igualmente preciosos y útiles dentro del cuerpo de Cristo.
Consideremos estos dones, entremezclados en la lista de
Romanos 12 y 1 Corintios 12:28.

203
Dones y Ministerios

ADMINISTRACIÓN (GOBIERNO).
"Los que administran..." (1Corintios 12:28).
El don de Administración es una capacitación especial que
Dios concede a algunos miembros del Cuerpo de Cristo de
entender claramente las metas a corto y largo alcance de
una parte del Cuerpo de Cristo y de encontrar y poner en
práctica planes de acción para alcanzar esas metas.
Stanley Horton en su libro El Espíritu Santo revelado en la
Biblia, comenta respecto a este don de administración:

Probablemente éste era el don del Espíritu concedido


especialmente al jefe administrativo, llamado anciano o
presbítero por comparación con los gobernantes de las
sinagogas, y denominado obispo o sobreveedor
(superintendente) en la lengua griega. Este era un
oficial elegido. Pero había de ser elegido, no mediante
política o juego de poderes, sino mediante la sabiduría
concedida por el Espíritu al cuerpo. Luego él estaría
equipado con los dones del Espíritu y dependiendo de
ellos, y no en su propia habilidad de dirigente21.

SERVICIO, DIACONADO.
Es la capacitación para entender las necesidades no
cumplidas en alguna tarea de la obra de Dios, y de
promover los recursos para cubrirlas y ayudar en alcanzar
las metas deseadas.
El sentido de servicio (diaconado) no debe limitarse a los
cuidados materiales y financieros de una congregación,
pues esta palabra se aplica a muy variados ministerios en
el Nuevo Testamento. Sin duda abarca el servicio material,

21
Stanley Horton, El Espíritu Santo revelado en la Biblia., Pág. 212.
204
Dones y Ministerios

pero puede incluir también los más elevados ejercicios del


ministerio espiritual.

AYUDAS, ACCIONES DE AYUDAS.


"Los que ayudan..." (1Corintios 12:28).
El don de "ayuda" es la manifestación de una capacitación
que Dios concede a algunos miembros del cuerpo de
Cristo de contribuir con los talentos que tienen, en la vida
y ministerio de otros miembros del cuerpo, para que la
persona ayudada pueda ser más efectiva en el uso de sus
dones espirituales.
S. Horton comenta: "El plural indica una variedad de
acciones de ayuda que pueden estar inspiradas por este
don. El verbo correspondiente significa tomar la parte de
alguien, o acudir en ayuda de alguien. Se usa respecto de
ayudar a los débiles (Hechos 20:35), y de dedicarnos a la
bondad (1ª Timoteo 6:2)".22

EXHORTACIÓN (PREDICACIÓN).
"el que exhorta, en la exhortación..." (Romanos 12:8).
El don de "Exhortación" incluye las ideas de apremiar,
desafiar, o hacer una apelación. Es posible que el verbo
tenga la idea de conciliar, estimular, conseguir la unidad
del Espíritu.
Entonces el "don de exhortador" es el don de la
"Predicación". Se refiere a un predicador con gracia para
comunicar la verdad de Dios con aplicación práctica al
momento que se está viviendo.
El exhortador es llamado a aplicar los principios de la
Palabra a las necesidades de los creyentes en las

22
Stanley Horton, op. cit., Pág. 212
205
Dones y Ministerios

circunstancias de su día, para animarlos, ya sea a través de


la predicación o de la consejería.
El ejercicio del don requiere simpatía, firmeza, corazón y
claridad de expresión.

REPARTIMIENTO (GENEROSIDAD).
"El que reparte, con liberalidad” (Rom. 12:8).
La iglesia local tiene responsabilidades de orden material
frente a casos de pobreza y de necesidad, de modo que el
"repartir" constituye un don tanto como los demás.
Esto implica dar una parte de lo que usted tiene,
compartirlo con otros, se trata especialmente de dar a los
necesitados.

PRESIDIR, DIRIGIR, LIDERAZGO.


“El que preside, con solicitud...”
Es el ejercicio espiritual para proponer metas de acuerdo a
los planes de Dios para el futuro y de compartir esas metas
con otros en forma tal que ellos, voluntariamente y con
armonía, trabajen juntos para alcanzar las metas para la
gloria de Dios.
El ejercicio de autoridad y de presidencia en la iglesia local
requieren una dosis especialmente fuerte de la gracia y de
humildad, pues al "yo carnal" le gusta destacarse y
mandar. Aquí se trata de un verdadero don del Espíritu,
que debe ser reconocido porque se hace con "solicitud".
Horton añade: "... el dirigente no debe ser quien domine a
los demás ni haga el papel de tirano, sino alguien que
preste servicio".

BENEFICIENCIA, MISERICORDIA.
"El que hace misericordia, con alegría”.
206
Dones y Ministerios

El apóstol hace una distinción entre el que reparte ayuda


material y el que hace "misericordia", don que requiere
"alegría". Es de suponer que con este último don de la
serie llegamos a las mismas entrañas de una verdadera
labor pastoral: “Bienaventurados los misericordiosos
porque ellos alcanzarán misericordia” (Mateo 5:7).
Esta verdad se ilustra en Gálatas 6:1-3 que dice:
"Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta,
vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de
mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tu
también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de
los otros y cumplid así la ley de Cristo. Porque el que se
cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña".
No se trata de "cerrar" los ojos" en las cosas que requieren
disciplina, pero sí un espíritu que refleje el amor y la
comprensión del Maestro.

207
Dones y Ministerios

208
Dones y Ministerios

Capítulo Diez

¿Cómo descubrir
LOS DONES
ESPIRITUALES
En nuestra vida?

Muchos creyentes se preguntan hoy día: ¿Cómo puedo


descubrir el (los) don(es) que Dios me ha dado? He aquí
algunas sugerencias que pueden ayudarle a descubrir su(s)
don(es):
1. En primer lugar debemos aprender lo que la Biblia nos
enseña sobre los dones espirituales. Debemos
familiarizarnos con estos y aprender lo que es cada don,
para qué es dado y cómo funciona. Si no conocemos lo que
son los dones y no somos capaces de identificarlos,
resultará muy difícil que lleguemos a conocer los dones con
los cual hemos sido capacitados.
2. Luego pídale al Señor en oración que le ayude a reconocer
el don que usted posee. La Biblia nos dice en Santiago 1:5:
"y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a
Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y
le será dada". Estamos seguros que el Señor contestará su
oración y le guiará a usted a descubrir el don que El le ha
otorgado.

209
Dones y Ministerios

3. Explore las posibilidades. ¿Cuál o cuáles dones cree usted


poseer? Haga una lista de estos. Analice si alguno de estos
dones que cree poseer le parece que está relacionado o se
asemeja a algún talento o habilidad personal que usted
posee. Medite si usted se siente atraído, cautivado o
motivado al servicio o ministerio particular que
corresponde a alguno de los dones espirituales. Si es así, es
posible que haya descubierto su don o se esté acercando al
descubrimiento de éste.
4. Experimente. Muchos dones espirituales se descubren de la
misma manera en que se descubren los talentos naturales; o
sea, experimentando con ellos. Por eso, muchas personas
aconsejan que se experimente con ellos siempre y cuando
sea posible. Por ejemplo: Si usted cree que tiene el don de
enseñanza, hable con su pastor, cuéntele su inquietud y
ofrézcase a enseñar dentro de la iglesia o congregación a la
cual usted pertenece. Pida que le den una oportunidad para
enseñar en las clases de la Escuela Bíblica Dominical. Si
después de recibir la oportunidad, usted ve que el gozo y la
satisfacción han inundado su corazón en el desempeño de
esta importantísima labor y que Dios le ha usado trayendo
bendiciones a los oyentes por medio suyo, es casi seguro,
entonces, que usted ha descubierto su don. Si por el
contrario, después de varios intentos le parece que la labor
que usted está realizando es como una gran carga en la cual
no hay gozo y satisfacción, y ve además que sus oyentes no
han recibido edificación espiritual, lo más probable es que
usted no posee ese don y debe seguir orando y tratando de
descubrir cuál es su don realmente.
5. Examine sus sentimientos. ¿Siente usted gozo cuando
pone en práctica o ejerce alguna tarea o labor que
corresponde a algún don en particular? ¿Se deleita usted en
el Señor mientras cumple algún ministerio o servicio

210
Dones y Ministerios

específico? Si sus respuestas son negativas, lo más


conveniente es que continúe evaluando ese don en
particular y a la vez examine otras posibilidades.
6. Evalúe su efectividad. El Espíritu Santo capacita a los
creyentes con ciertos dones espirituales para llevar a cabo
ciertos propósitos específicos. Por ejemplo: Si una persona
tiene el don de "evangelista", aquellos que no conocen a
Cristo serán conducidos a los pies del Maestro cuando esta
persona ejercite su don, o sea a través del ministerio de esta
persona. Por el contrario, si no posee este don no verá
ningún resultado positivo ya que está ejerciendo una labor
para la cual no ha sido capacitado por el Espíritu Santo. Por
lo tanto, si usted experimenta algún don y ve que aquello
que debe suceder no sucede, si ve que no hay resultados
positivos, lo más seguro es que usted no posee dicho don.
7. Espere que la iglesia confirme el don que usted posee. O
sea, si usted es la única persona en la congregación que
piensa o cree que tiene cierto don, lo más seguro es que
usted no lo posee. Pidamos siempre el consejo y la
orientación del pastor o de algún creyente que realmente
haya madurado espiritualmente ya que muchas veces el
pastor o los creyentes pueden ser el medio o el canal por el
cual Dios nos confirma si realmente poseemos cierto don.

211
Dones y Ministerios

DESCUBRA LOS DONES


ESPIRITUALES
EN SU VIDA
Instrucciones:

A continuación encontrará un cuestionario con 100


preguntas antecedido por una hoja de respuestas. Usted deberá
contestar cada pregunta, en la hoja de respuesta (use lápiz
grafito o fotocópiela). Escriba el valor de su respuesta en cada
cuadro con el número de la pregunta.

Sus respuestas estarán sujetas al valor que se indica:

Mucho =3
Algo =2
Poco =1
Nada =0

Su respuesta a cada pregunta debe ser lo más objetiva


posible, de acuerdo al valor indicado. Si no entiende alguna
pregunta o no está relacionada con su personalidad, o interés su
respuesta debe ser nada = 0.
Una vez contestado el cuestionario, sume las cinco
columnas horizontalmente y escriba la suma total en el
espacio asignado. El puntaje más aproximado a 15 le indicará
sus dones más desarrollados.

¡Adelante y bendiciones!

212
Dones y Ministerios

Hoja de Respuestas Total DONES


Línea A 01 21 41 61 81
Profecía
Línea B 02 22 42 62 82
Pastor
Línea C 03 23 43 63 83
Enseñanza
Línea D 04 24 44 64 84 Palabra de sabiduría
Línea E 05 25 45 65 85 Palabra de Ciencia
Línea F 06 26 46 66 86
Exhortación
Línea G 07 27 47 67 87 Discernimiento de
espíritus
Línea H 08 28 48 68 88
Repartimiento
Línea I 09 29 49 69 89
Ayudas
Línea J 10 30 50 70 90
Misericordia
Línea K 11 31 51 71 91
Evangelista
Línea L 12 32 52 72 92
Fe
Línea M 13 33 53 73 93
Liderazgo
Línea N 14 34 54 74 94
Administración
Línea O 15 35 55 75 95
Milagros
Línea P 16 36 56 76 96
Sanidades
Línea Q 17 37 57 77 97
Lenguas
Línea R 18 38 58 78 98 Interpretación de lenguas
Línea S 19 39 59 79 99
Apostolado
Línea T 20 40 60 80 100
Servicio

213
Dones y Ministerios

Cuestionario:
“Descubra sus Dones Espirituales”

1. He proclamado la verdad de Dios de una manera que a


veces irrita a las personas que me escuchan.
2. He gozado con la responsabilidad del crecimiento
espiritual de un grupo de creyentes.
3. Siento que puedo ayudar a otros a comprender verdades
bíblicas.
4. He aplicado las verdades efectivamente en mi propia
vida.
5. Tengo la habilidad de descubrir el corazón de otras
personas, acerca de sus pensamientos y vivencias.
6. He estimulado verbalmente al vacilante, preocupado o
desalentado.
7. He distinguido claramente entre la verdad y lo
equivocado.
8. Deseo manejar bien el dinero para poder dar en
abundancia a la obra de Dios.
9. He ayudado a los líderes principales, relevándolos para
que pudieran hacer el trabajo esencial de ellos.
10. Tengo el deseo de trabajar con personas que padecen
problemas físicos o mentales para aliviar sus penurias.
11. He guiado a otros a tomar una decisión para salvación a
través de la fe en Cristo.
12. He tenido confianza en que Dios cumple sus promesas a
pesar de evidencias circunstanciales.
13. Tengo el deseo de poder persuadir a otros a tratar de
alcanzar objetivos bíblicos.
14. He tenido capacidad para discernir sobre cuándo delegar
importantes responsabilidades y a quien delegarlas.

214
Dones y Ministerios

15. En el nombre del Señor he sido usado para cambiar


circunstancias milagrosamente, a través de lo cual El ha
sido glorificado.
16. He sido instrumento del poder de Dios para curar
enfermedades.
17. He hablado en lenguas.
18. He interpretado mensajes dados en lenguas.
19. He tenido un sentido de autoridad sobre otros creyentes.
20. Me he gozado al ser llamado para hacer trabajos
especiales en la iglesia.
21. Con la ayuda de Dios puedo revelar lo que pasará en el
futuro.
22. Me he gozado con la tarea de estar relacionado con los
triunfos y fracasos de un mismo grupo durante un largo
período de tiempo.
23. Siento que podría explicar claramente las enseñanzas
relevantes del Nuevo Testamento sobre la salud y
ministerio del Cuerpo de Cristo.
24. Puedo intuitivamente encontrar soluciones a problemas
complicados.
25. He tenido sueños, visiones, voz al corazón y a la mente
respecto a información de otras personas.
26. Siento que puedo ser instrumento para despertar al
apático y guiarle de modo que enfrente la realidad
espiritual.
27. He podido juzgar bien entre lo que es de Dios y lo que es
del diablo.
28. He dado cosas o dinero liberalmente para la obra del
Señor.
29. He sentido la necesidad de ayudar a otros para hacer más
efectivos sus ministerios.
30. He sentido una compasión fuera de lo común por
aquellos con necesidades físicas o espirituales.

215
Dones y Ministerios

31. He compartido con gozo cómo Cristo me encontró, en


una manera interesante al no creyente.
32. He recibido de Dios una confianza fuera de lo común, de
que El hará lo imposible para cumplir una tarea especial.
33. Se a dónde voy y he visto a otros creyentes seguirme.
34. Puedo organizar ideas, personas, recursos y tiempo para
un ministerio más efectivo.
35. En el nombre de Jesús he expulsado demonios, liberando
personas.
36. En el nombre del Señor he sanado al que está
mentalmente perturbado.
37. He comunicado un mensaje urgente de Dios a su gente
en un idioma que nunca antes había aprendido.
38. He interpretado lenguas de una manera que resultó en la
edificación, exhortación y bienestar del Cuerpo de
Cristo.
39. Siento que podría proclamar el evangelio en nuevos
lugares y ver nuevos grupos de creyentes formarse.
40. Me ha sido posible proveer efectivamente a las
necesidades diarias del Cuerpo de Cristo.
41. He comunicado a otros mensajes a tiempo y urgentes,
cosas que he sentido que vienen directamente de Dios.
42. Tengo la tendencia de conocer íntimamente a aquellos a
quienes sirvo y guío y de ser conocido íntimamente por
ellos.
43. Puedo dedicar una gran cantidad de tiempo para estudiar
nuevas verdades bíblicas para comunicarlas a otros.
44. He escogido de entre varias alternativas bíblicas una
opción que generalmente resulta.
45. He tenido revelaciones sobrenaturales de hechos
pasados, presentes o futuros sin intervención de la mente
natural.
46. He instado a otros a buscar soluciones bíblicas a sus
aflicciones o problemas.

216
Dones y Ministerios

47. Tengo la tendencia de mirar más allá de la superficie y


examinar los motivos de las personas.
48. Me siento profundamente tocado ante necesidades
urgentes en la obra de Dios.
49. Me he gozado al realizar tareas rutinarias que ayudaron a
un ministerio más efectivo de parte de otros.
50. Me regocijaría y creo que sería un buen ministerio para
mí el visitar hospitales y/o asilos de ancianos.
51. He explicado claramente que Jesús es el Salvador y he
podido ver resultados positivos en los que me escuchan.
52. Puedo confiar en la presencia y el poder de Dios para lo
imposible.
53. Me gozaría guiando, inspirando y motivando a otros para
involucrarlos en el trabajo del Señor.
54. He sido capaz de hacer planes efectivos y eficientes para
alcanzar las metas de un grupo.
55. Dios ha intervenido muchas veces para hacer cosas
imposibles en mi vida.
56. En el nombre del Señor, he ayudado a dar satisfacción a
aquellos que estaban espiritualmente enfermos.
57. Puedo hablar con Dios en un lenguaje que nunca antes
había aprendido.
58. He orado para poder interpretar si alguien comienza a
hablar en lenguas.
59. Otros creyentes han estado dispuestos lo que les he
pedido sin hacer muchas preguntas.
60. Siento satisfacción en hacer tareas rutinarias para la
gloria de Dios.
61. Tengo el deseo e comunicar mensajes directos de Dios
que edifican, exhortan y benefician a otros.
62. He ayudado a creyentes necesitados guiándoles a
importantes porciones bíblicas y orando con ellos.

217
Dones y Ministerios

63. Siento que puedo comunicar verdades bíblicas a otros,


las cuales producirán cambios en conocimiento,
actitudes, valores y conductas.
64. He sido capaz de percibir y aplicar verdades bíblicas a
necesidades específicas del Cuerpo de Cristo.
65. He tenido visiones con frecuencia.
66. Tengo el deseo de aconsejar efectivamente al que está
perplejo, adicto o se siente culpable.
67. He podido reconocer acertadamente si una enseñanza es
de origen divino, satánico o humano.
68. Tengo tanta confianza de que Dios proveerá mis
necesidades que doy a su obra consistentemente y
sacrificadamente.
69. He distribuido literatura evangélica en mi comunidad.
70. Me gozaría en llevar a personas ancianas a paseos y
ayudarles en cualquier modo.
71. Tengo el deseo de comunicar mensajes que son
primordialmente el Evangelio de Salvación.
72. He sentido la seguridad de conocer la voluntad específica
de Dios para el futuro crecimiento de su obra, aún
cuando otros no lo han estado.
73. He influido a otros para llevar a cabo una tarea específica
o propósito bíblico.
74. Tengo la capacidad de dar instrucciones a otros y tomar
decisiones por ellos, en vez de tratar de persuadirles a
que actúen como yo.
75. He sido un instrumento en las manos de Dios para el
cambio sobrenatural en vidas y acontecimientos.
76. He orado con otros para que ocurra la sanidad.
77. Cuando doy un mensaje en lenguas en público, espero
que sea interpretado.
78. He interpretado lenguas de una manera que parece
bendecir a otros.

218
Dones y Ministerios

79. Tengo el deseo de ser enviado por la iglesia para


comenzar nuevas congregaciones.
80. He sido capaz de identificar y satisfacer las necesidades
involucradas en la tarea de la obra del Señor.
81. He comunicado mensajes de prevención, juicio o
directivas que vienen de Dios.
82. Siento que puedo ayudar en la restauración de personas
que se han desviado de su comunidad cristiana.
83. He enseñado a creyentes a ser más obedientes discípulos
de Cristo.
84. He sentido la presencia de Dios en una manera muy
especial y una dirección personal cuando debo tomar
decisiones.
85. He sido capaz de conocer cosas de otras personas por
medio de revelaciones, sin que nadie me dijera nada.
86. He confortado a creyentes en sus aflicciones o
sufrimientos de una manera que se han sentido ayudados
o sanados.
87. Puedo distinguir a una persona falsa antes que su
falsedad sea claramente evidente a otros.
88. He estado dispuesto a vivir modestamente para poder
beneficiar la obra de Dios.
89. Me sentiría feliz de poder ser ayudante del maestro en la
clase bíblica.
90. Me gozaría en ofrecer una conversación que dé ánimo a
personas solitarias en asilos o prisiones.
91. Siento una pasión por las almas perdidas de buscarlas y
ganarlos parta Cristo.
92. Puedo confiar en la dependencia de Dios cuando todo se
ve oscuro.

219
Dones y Ministerios

93. Otros me han seguido porque tengo un buen


conocimiento de cosas que ayudan al adelanto de la
iglesia.
94. Me he gozado con la responsabilidad del éxito de un
grupo u organización.
95. En el nombre del Señor he podido restituir la vista al
ciego.
96. He orado por otros recibiendo resultados para la
restauración de su salud, aparte de los medios naturales.
97. Cuando hablo en lenguas creo que es para la edificación
del Cuerpo de Cristo.
98. He interpretado lenguas de tal manera que el mensaje
parece venir directamente de Dios.
99. He recibido el mandato de los creyentes para ejercitar la
autoridad dada por Dios entre creyentes y no-creyentes.
100. He sido capaz de usar los recursos disponibles para
llevar a cabo la meta deseada.

220
Dones y Ministerios

Capítulo Once

Grandes Experiencias
Espirituales Registradas
por la Historia
C uando pensamos en la historia del cristianismo,
tenemos la sensación de que Dios ha visitado de
manera muy esporádica a la iglesia con manifestaciones
espirituales. Generalmente se cree que esto ocurrió durante
los primeros siglos y ahora en el presente. Y pensamos que
los períodos intermedios estuvieron caracterizados por la
ignorancia y el desconocimiento. Eso es incorrecto. La
historia de la iglesia, especialmente de los avivamientos,
tiene formidables relatos documentados que afirman la
presencia de manifestaciones de los dones carismáticos y de
manifestaciones físicas, muy similares a las que ocurren en la
actualidad. En este capítulo me propongo demostrar,
mediante un recorrido histórico, que las actuales
manifestaciones de la unción del Espíritu, estuvieron
presentes en los siglos anteriores. Que no son cosas nuevas o
desconocidas, como para que sean rechazadas, como lo hacen
los críticos y aquellos que no las aceptan.
Por otro lado, debemos reconocer que tales
manifestaciones no han sido la característica principal, pero
sin duda han tenido su existencia en algunos grupos
cristianos. Dentro de las manifestaciones tanto físicas como
espirituales podemos reconocer las siguientes: llantos, risas,

221
Dones y Ministerios

gritos, cánticos espirituales, lenguas o glosolalia, caídas al


suelo bajo el poder de Dios, temblores en el cuerpo, brincos.
Hermanos que reciben sanidades físicas, milagros, visiones,
sueños o profecías donde Dios muestra su voluntad para la
iglesia o para sí mismos.
Lo ocurrido en el día de Pentecostés, con la venida del
Espíritu Santo sobre los congregados en el Aposento Alto,
marcó el inicio de una etapa de gran cosecha espiritual.
Lucas, como historiador lo describe así en su libro: “... y
hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban
confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua”
(Hechos 2:6). El bullicio fue tal que estos ciento veinte
reunidos lograron conmover a toda la ciudad de Jerusalén. En
esa ocasión, como tres mil judíos helenistas, venidos a la
fiesta de Pentecostés, recibieron el mensaje de Cristo.
En el resto del libro de Los Hechos de los Apóstoles y en
las epístolas, encontramos claras evidencias de la
manifestación del Espíritu Santo, tanto en las iglesias judías
como iglesias gentiles. Pero ahora, nos interesa examinar las
manifestaciones del Espíritu Santo consignadas por la
historia de los siglos pasados y que avalan la experiencia
actual.

I. LA IGLESIA DE LOS SIGLOS


SEGUNDO Y TERCERO.
La unción o ungimiento con aceite, luego del bautismo
era algo normal dentro de la iglesia de los primeros siglos. Se
oraba por los recién bautizados para que recibieran la unción
del Espíritu Santo. Según el testimonio de Ireneo, en el año
150 d.C., la unción era algo más que una mera formalidad. El
señala: “Si Dios lo consideraba necesario, y si la iglesia oraba
y ayunaba mucho, se realizaban maravillas, aún hasta de
volver el espíritu a alguno que había muerto”.

222
Dones y Ministerios

Teófilo de Antioquía escribió en el año 170 d.C., que el


nombre de cristiano se deriva de la palabra griega Chrisma o
Crisma que significa ungido, refiriéndose al hecho de que
los seguidores de Cristo eran ungidos por el Espíritu Santo y
por lo tanto tenían una fortaleza espiritual que los hacía
diferentes al resto.
Otro testimonio lo entrega la Didajé. Este es una especie
de manual de enseñanza y práctica, muy utilizado en el siglo
II. Este documento cristiano, del año 100 d.C., entre sus
tópicos nos informa acerca de la manera de reconocer la
autenticidad de los profetas. Su autor dice: A los profetas
permitidles dar gracias cuanto quieran”, y más adelante
agrega: “Y a todo profeta que habla en espíritu, no lo
examinaréis ni lo criticaréis,... Pero no todo el que habla en
espíritu es profeta, a menos que tenga las costumbres del
Señor..” También señala la manera en que ellos podrían
reconocer a un genuino profeta del falso, por la siguiente
señal: “Si alguien dice en espíritu: dame plata u otra cosa, no
lo escuchéis; pero si respecto de otros indigentes dice de dar,
ninguno lo juzgue”.23 Este documento prueba la existencia
de profetas verdaderos y de profetas falsos. Si estaba presente
lo falso, significa que también se manifestaba el verdadero
espíritu profético. En este caso, se reconoce la presencia de
los dones de profecía funcionando en las iglesias.
El movimiento Montanista, encabezado por Montano
(130 - 175 d.C.), en el área de Asia Menor, marcó dos énfasis
en la época: La manifestación de la profecía por inspiración
del Espíritu y el pronto regreso de Cristo. Fue un movimiento
disciplinado por la práctica del celibato, el ayuno y la
abstinencia de la carne en reacción al espíritu mundano, que
estaba entrando en la iglesia.24

23
Didajé 10: 4-7; citado por Alberto Ibáñez, Pág. 128.
24
Willinston Walker, Historia de la Iglesia Cristiana. (Kansas: Casa
Nazarena de Publicaciones), pp. 58-59
223
Dones y Ministerios

Latourette dice que: “En su bautismo, Montano „habló en


lenguas‟ y empezó a profetizar, declarando que el Paracleto,
el Espíritu Santo prometido en El Evangelio según Juan,
estaba hallando expresión por medio de él”. Luego agrega
que: “... el Espíritu Santo continuaba hablando por medio de
profetas, y entre estos incluía mujeres”.25 Contaba dentro de
sus líderes a dos profetizas; Prisca y Maximilla, quienes
llegaron a formar un equipo con énfasis profético.
Por los antecedentes históricos, no podemos caracterizar
al Montanismo, como una secta herética, como lo fueron los
movimientos contemporáneos del Gnosticismo y el
Marcionismo. Aunque, las enseñanzas del montanismo
fueron posteriormente condenadas por la iglesia oficial.26 No
obstante, podemos definir al Montanismo como un
movimiento carismático y puritano, con algunos énfasis
propios, como que: “reclamaban volver a la sencillez de los
cristianos primitivos. Creían en el sacerdocio de todos los
verdaderos creyentes... observaban una disciplina estricta en
la iglesia; consideraban los dones de profecía como el
privilegio de los discípulos, y tenían muchos profetas y
profetisas entre sus miembros”.27 Dentro de sus máximos
exponentes estuvo Tertuliano, de Cartago (155-228), quien
fue un brillante escritor que expuso y defendió el
pensamiento cristiano, y contribuyó a la formación del
lenguaje teológico en temas como Trinidad y Cristología.28

25
Kenneth S. Latourette, Historia del Cristianismo. Tomo 1. (El Paso:
C.B.P.) pp.173 -174.
26
En el caso del Montanismo, no existen sus propios escritos, y sabemos
de estos por aquellos que escribieron en su contra, que probablemente
estaban motivados por prejuicios.
27
Hurlbut, Narro y Flower. La Historia de la Iglesia Cristiana. (Miami:
Editorial Vida, 13va. Ed., 1980), Pág. 59.
28
Agustín Churruca. Historia Mínima de la iglesia. (Santiago: s/e. 1994),
pág. 21.
224
Dones y Ministerios

Latourette agrega que: El movimiento montanista se extendió


ampliamente. Era especialmente popular en Asia Menor y
persistió allí y en Cartago hasta ya entrado el siglo quinto”.29
Ireneo (año 170 d.C.). El testimonio de Ireneo,
conservado por Eusebio de Cesarea en su historia
eclesiástica, “Contra las herejías” libro quinto, comenta: “El
apóstol dice: Nosotros hablamos sabiduría entre los perfectos.
Bajo este nombre de perfectos él designa los que han recibido
el Espíritu de Dios y que hablan todas las lenguas gracias a
este Espíritu, como él mismo las hablaba, y como nosotros
oímos a muchos hermanos en la iglesia, dotados de carismas
proféticos y hablando por el Espíritu toda clase de lenguas y
manifestando los secretos de los hombres para su provecho y
exponiendo los misterios de Dios. A estos hombres el apóstol
los llama también espirituales: espirituales son por una
participación del Espíritu, pero no por una evacuación o
supresión de la carne” (las cursivas son nuestras).30
Novaciano, a comienzos del siglo III, escribe acerca de
los dones del Espíritu, y de su presencia entre ellos. El dice:
“El Espíritu Santo es quien coloca profetas en la iglesia,
instruye a los maestros, dirige las lenguas, da poderes y
sanidades, obra cosas admirables, ofrece discernimiento de
espíritus, da poderes de gobierno, sugiere consejos, órdenes,
y da otros regalos -carismas- y entonces en cada uno y en
todos la iglesia del Señor se perfecciona y completa”.31
Gregorio, en el año 240 d.C. inicia su ministerio en la
Región del Ponto. Fue conocido en la historia como el
“Taumaturgo (con dones sobrenaturales de sanidades), u
Obrador de Maravillas,..” Durante su fructífero ministerio, se

29
Kenneth S. Latourette: Historia del Cristianismo, Tomo 1. (El Paso:
C.B.P.), Pág. 173.
30
Irineo: Contra las herejías, citado por Alberto Ibáñez en Lenguas II, Su
historia. (Ed. Lumen, Bs. Aires), p. 130.
31
Irineo, Op.cit, Pág. 133.
225
Dones y Ministerios

dice de él que “cuando fue hecho obispo, halló sólo diez y


siete cristianos en su sede y que a su muerte sólo quedaron
diez y siete paganos”.32
Cuando se mencionan los motivos del asombroso
desarrollo que hizo a los no cristianos abrazar la fe, las
razones eran muchas y variadas. Entre estas se mencionan:
(1) El cambio en la conducta moral. (2) Las iglesias eran
inclusivas y sólidas en sus fundamentos sociales. El
desmoronamiento de la sociedad llevó a millones a buscar la
seguridad en la fe. (3) En tiempos de calamidad las iglesias se
ayudaban mutuamente con dinero o víveres. (4) El
cristianismo era abierto a todo tipo de personas, y no sólo a
un determinado segmento poblacional. Pero, la principal
razón, fue el poder milagroso de Dios. Latourette dice:

Sabemos de una familia entera, encabezada por el


abuelo, que se hizo cristiana, porque oyeron de un caso
de posesión demoníaca que fue sanado por haber
invocado el nombre de Cristo. En el quinto siglo en
una parte de Galia unos cuantos paganos se
convirtieron porque cuando una peste atacó los
rebaños, los de los cristianos no contrajeron la
enfermedad o sanaron habiendo sido atacados, lo cual
se debió a un milagro obrado por su fe.
No fue sólo a los milagros del renacimiento moral
hacia los cuales los cristianos podían dirigir la
atención; pues los paganos fueron atraídos también por
los milagros de curación obrados en el nombre de
Cristo.33

32
Kenneth S. Latourette: op. cit., pp. 113-114.
33
K. Latourette, op. cit., pp. 146, 149.
226
Dones y Ministerios

Respecto a los tres primeros siglos, Doménico Grasso


asegura que los carismas o dones del Espíritu siguieron
funcionando. Sus conclusiones son las siguientes:
Después del Nuevo Testamento, los carismas persisten
en las diversas comunidades de que tenemos noticia,
tanto en Oriente como en Occidente. Quienes más hablan
del tema son Orígenes, Ireneo, Tertuliano y Cipriano.
Son conocidas explícita o implícitamente todos los
carismas. El menos mencionado es la glosolalia y el más
citado es la profecía.34

II. LA IGLESIA DURANTE EL


PERIODO MEDIEVAL
Una de las expresiones más interesantes, y ampliamente
citadas por los escritores antiguos, es el denominado canto
de “Júbilo” (Latín: iúbilus). Se desarrolló principalmente
dentro de los monasterios. Debemos recordar que el
movimiento monacal, fue la reacción natural de algunos
cristianos al espíritu mundano que entró a la iglesia. El
historiador J. L. Hurlbut comenta: “Muchos que anhelaban
una vida más elevada estaban descontentos con la vida que
les rodeaba y se retiraban del mundo. Ya fuese solos o en
grupos, habitaban en retiro, procurando cultivar la vida
espiritual por medio de la meditación, la oración y los
hábitos ascéticos. Este espíritu monástico empezó en Egipto,
donde fue fomentado por el clima cálido y las escasas
necesidades de la vida”.35
La vida piadosa se trasladó principalmente a los
monasterios, donde las tareas principales eran la oración, la
34
Doménico Grasso: “Los carismas en la Iglesia”, citado por A. Ibañez,
op. cit., Pág. 133.
35
Hurlbut, Narro y Flower. op. cit., Pág. 79.
227
Dones y Ministerios

copia de las escrituras, y el trabajo agrícola. Su lema era:


“Ora y trabaja” (Latín: “Ora et labora”). El júbilo era la
expresión de canto y oración en voz alta sin palabras
reconocibles.
Los escritores y pensadores de la época le dan mucha
importancia a este tipo de manifestaciones jubilosas. Entre
ellos, el gran pensador Agustín de Hipona (345-430),
menciona por lo menos 20 veces esta forma de canto en sus
escritos. Entre sus afirmaciones, Agustín dijo: “Cuando el
corazón está lleno de gozo, la persona prorrumpe en sonidos
de exultación sin palabras...; llena de excesiva alegría, no
puede expresar en palabras la razón de su gozo”. En su
comentario al Salmo 32, Agustín dice que el júbilo es el
medio con el que Dios ora a través nuestro, cuando nosotros
no sabemos qué orar. “Fíjate: El mismo propone la melodía
para ti”. En otro lugar Agustín denominó al canto de júbilo
como un “milagro”.
Juan Crisóstomo (345-407), el gran predicador de
Constantinopla escribe: “Donde se canta canto espiritual,
hacia allí desciende la gracia del Espíritu Santo”. Jerónimo
(342-420) que tradujo la Biblia al latín dice: “Por el término
„júbilus‟ entendemos que... ni en palabras, ni sílabas, ni
letras, ni discursos, es posible expresar o comprender todo lo
que el hombre debe alabar a Dios”.
Existen algunos indicios en los “Padres del desierto”,36
en Egipto, que puede interpretarse como el “don de lenguas”.
Se cuenta que se “oyó hablar a Efraín (siglo V), como en un
murmullo incoherente, y quien le escuchó comprendió que lo
que salía de sus labios venía del Espíritu Santo”.
Juan Casiano (360-435), quien jugó un papel
importante en el desarrollo del movimiento monacal en

36
Los “Padres de la Iglesia” son los grandes pensadores cristianos de los
siglos posteriores a los apóstoles del siglo primero. A esta época se le
denomina el período “patrístico”
228
Dones y Ministerios

Europa, describe a los monjes irrumpiendo en “fuertes gritos


de gozo”.
En el siglo IV, en Jerusalén cuando se leía el Evangelio,
toda la congregación parecía responder “rugiendo y
aullando”.37
Casiodoro, monje y maestro del siglo sexto, dice:
“Ahora júbilo es la alegría expresada con el fervor de la
mente y un grito sin palabras”. Para Casiodoro era una
expresión de gozo espiritual en el Señor. Decía: “El júbilo
brinca con gran deleite en la voz, lo que un difuso discurso y
las palabras no pueden expresar, es expresado por la devota
explosión del júbilo”. En otro lugar, también nos ofrece una
descripción de cómo se manifestaba en los cultos: “La
lengua del cantor se alegra en este júbilo; gozosamente la
comunidad lo repite. Es un ornamento de la lengua de los
cantores, como algo bueno de lo cual uno no puede tener
nunca bastante. Se improvisa en toda clase de variadas
jubilaciones”.
Isidro (570-636), monje y luego obispo de Sevilla
(España), expresa su alegría hablando del júbilo: “El
lenguaje no se puede expresar..., las palabras no pueden
explicar; hay una efusión del alma, cuando la felicidad
irrumpe por medio de la voz. Esto es lo que entendemos
cuando hablamos del júbilo”. De un modo similar se
expresan Ambrosio de Milán, Cirilo de Alejandría e Hilario
de Poitiers. Esta forma de canto y oración sin palabras
jugaba un rol importante en la vida piadosa de la comunidad
cristiana y en la oración individual. En el culto público
ocupó un lugar peculiar, porque “incluía implicaciones de
catarsis, una depuración del alma”. Tales expresiones llegan
a ser muy similares a las actuales manifestaciones del
Espíritu. Por ejemplo, cuando se cantaba el Aleluya, se
37
Todas las citas del período medieval, están tomadas del libro de Alberto
Ibáñez: Lenguas II, Su historia. quien a su vez lo cita de otros autores.
229
Dones y Ministerios

prolongaba la última sílaba de la alabanza “en largos y


fluidos cantos, que podían durar más de cinco minutos.
Inexpresables jubilaciones eran improvisadas por los fieles y
el coro bajo la inspiración del momento”, según
L‟Encyclopédie de la Musique.

III. LA IGLESIA DE LOS SIGLOS


XII y XIII
Las vivencias espirituales alcanzadas en estos siglos está
reservada a los así llamados “místicos”, por la iglesia
Católica. Sus escritos corroboran una genuina experiencia
espiritual. Los “místicos”, han sido envueltos en un manto y
halo de santidad, y han sido reconocidos (canonizados) por
su vida como “santos intercesores”. La concepción católica
los ubica en una posición de privilegio ante Dios en favor de
los hombres. Desde nuestra perspectiva protestante, esto no
tiene valor alguno. Sin embargo, al examinar sus
experiencias, no las podemos descalificar o desechar. Ellos
alcanzaron profundas experiencias con el Espíritu Santo,
siglos antes de la Reforma de Lutero ocurrida en el siglo
XVI.
Son numerosos los ejemplos narrados. Algunos
estudiosos de la historia han encontrado este tipo de
vivencias, que al leerlas a la luz de la experiencia actual, no
encuentran muchas diferencias. Un estudioso francés asegura
lo siguiente: “Esta locura evoca la embriaguez de
Pentecostés y el don de lenguas, más atestiguado por la
tradición cristiana de lo que se cree generalmente. Santo
Domingo parece haber sido agraciado por el don de lenguas:
el franciscano Enrique de Erp hacía oír „suspiros‟... palabras
inhabituales y frases incoherentes”38
38
M.J. Le Guillou: Les térmoins sont parmi nous. citado por Alberto
Ibañez, op. cit., pp. 148-149.
230
Dones y Ministerios

Domingo de Guzmán (1170-1221) escribió una especie


de reglamento de “oración en nueve formas” y entre ellas
menciona la oración en lenguas. Existen indicios que sus
compañeros recuerdan haberlo oído hablar en lenguas,
cuando le oyeron orar en voz alta y todos vieron en qué
forma oraba y la respuesta a su oración (la resurrección de
un joven), aunque curiosamente, nadie pudo recordar qué fue
lo que oraba.
Similares descripciones de júbilo grupal pueden
encontrarse en la literatura monástica del siglo XIII, en los
cisterciences, en los escritos de Tomás Becket (1118-1170) y
en otras fuentes. De hecho, se encuentra evidencia de que
existían grupos que “cantaban sin palabras hasta el siglo
XVI”.
El investigador Alberto Ibañez dice: “El júbilo
experimentado por los místicos, que podía ser
particularmente fuerte y vigoroso, era conocido como júbilo
místico”. Dentro de los místicos menciona a San Francisco
de Asís (1182-1226), a Felipe Nery (1515-1595) entre otros.
De la expresión jubilosa de ellos, nos dice: “se mostraba por
sí mismo exteriormente en las acciones que asombraban e
incluso escandalizaban al débil e ignorante. Tales eran sus
suspiros, gritos ardientes, súbitas exclamaciones, abundantes
lágrimas, y también risa, cantos, himnos improvisados...,
brincos, movimientos impetuosos, violenta expresión de
entusiasmo y amor..., en una palabra, un verdadero delirio de
alegría y felicidad”.
Otros ejemplos destacados de estas experiencias se
encuentran en la vida de muchos cristianos más. Ricardo
Rolle (1300-1349), un inglés, menciona una cantidad de
veces el júbilo o el don de cantar, que jugaba un rol central
en su enseñanza de la oración. Para él era una manera de
cantar con los ángeles. Decía: “Elevando mis labios a la más
grata alabanza de Él, saboreo el canto de gloria que los

231
Dones y Ministerios

ángeles admiran”. Jan Ruisbroek (1293-1381), flamenco,


describe el júbilo que él y sus amigos han experimentado:
“Algunos lagrimean copiosamente, otros están o son
agitados en todos sus miembros, de tal manera que tienen
que saltar, correr o bailar. Algunos baten palmas, otros gritan
fuerte, otros están silenciosos y no pueden hablar”.39

IV. LA IGLESIA DEL SIGLO XV.


El siglo XV vio el ministerio de uno de los hombres más
influyentes de la sociedad florentina de la época: Jerónimo
Savonarola (1452-1498). Es reconocido en la historia como
uno de los más notables reformadores, predicadores, profetas
y filósofos que el mundo haya conocido. Su ministerio
público en Italia, como predicador se inicia el año en que
Lutero vino al mundo en Alemania. Años después, el propio
Lutero reconoció en Savonarola un gran legado y se refirió a
él como “el mártir protestante”. Principalmente, Gerónimo
fue un reformador de la iglesia. Esta había caído en el
abismo de la corrupción y la incredulidad del mundo por la
situación de relajamiento moral.
Según los anales históricos, nunca antes la Iglesia
Católica Romana fue tan vil y corrompida como en el siglo
quince, cuando los Borgias, reinaron como papas y
cardenales en Roma. Pero, por su fiel y poderosa
predicación, Savonarola convenció a las masas de que la
religión no era del todo falsa e hipócrita.
En su biografía se le describe como un hombre ungido
por el Espíritu Santo. Su vida experimentó la diferencia entre
predicar movido sólo por el celo de Dios y el predicar bajo la
unción del Espíritu. Savonarola era una persona culta, le
gustaba estudiar a los clásicos y a Tomás de Aquino. Al
observar la sociedad en que vivía se dio cuenta de que la
39
A. Ibáñez, op. cit., pp. 150-151.
232
Dones y Ministerios

gente educada, detrás del barniz cultural, era corrupta,


disoluta, egoísta, amadora de los placeres mundanos, y poco
o nada le importaban las cosas espirituales. Frente a esta
realidad de su medio ambiente social, predicó sus
aprensiones y enrostraba a la gente sus pecados. Pero, sus
sermones no hicieron mucho efecto. El impacto que deseaba
producir no fue tal, así que decidió dejar el púlpito y
dedicarse a la instrucción de los aspirantes al ministerio.
Posteriormente, Jerónimo se entregó por entero a la vida
de oración y ayuno. Con esa actitud esperaba en Dios.
Anhelaba una directa revelación del Señor, para llevar una
palabra efectiva a su generación. Esa revelación llegó, junto
a una nueva unción en su ministerio. J.G. Lawson nos dice:

“Un día, mientras hablaba con una monja, vio


repentinamente en una visión los cielos abiertos, y en el
porvenir las calamidades de la iglesia, las cuales
desfilaron ante sus ojos; y le pareció oír una voz que le
mandaba dar la voz de alarma a los oyentes. Desde
aquel momento quedó convencido de su divina misión,
y fue lleno de una nueva unción y de poder”. Sus
efectos no se dejaron esperar, porque a partir de ese
momento predicaba: „con voz de trueno‟, y su denuncia
del pecado era tan terrible que las gentes que le
escuchaban iban por las calles estupefactos,
maravillados y mudos. Sus oyentes lloraban, y a veces
no se oían en el vasto recinto sino sollozos y gemidos
de lamento”.40

Las experiencias espirituales que tenía fueron profundas,


y se dejaban ver por sus efectos en la gente. Uno de sus

40
James Gilchrist Lawson, Las Experiencias Más profundas de
Cristianos Famosos”. (Casa evangélica de Publicaciones, Texas,
1911). pp. 90-91
233
Dones y Ministerios

biógrafos relata que en las vísperas de Navidad en 1486,


ocurrió que “Savonarola, mientras permanecía sentado junto
al púlpito, se quedó inmóvil por cinco horas, en un éxtasis o
trance, y que todos los que se hallaban en la iglesia veían su
rostro bañado en luz, y que esto se repitió después por varias
ocasiones”. La impresión sobre la gente, no dejaba a nadie
indiferente. Agrega Lawson:

“La voz de Savonarola tenía al parecer un efecto


sobrehumano, y los miles de oyentes se elevaban en un
éxtasis o transporte que dejaba sus almas en suspenso.
Después del culto toda la ciudad de Florencia hablaba
de Gerónimo y hasta los más instruidos acudían a
oírle... Era tal el deseo de oírle que sentía la gente, que
se levantaban a la medianoche, se estacionaban junto a
las puertas de la catedral y esperaban por varias horas
hasta que se abriesen. Venían por las calles cantando y
regocijándose, y oían el sermón con tanto interés que al
acabarse la predicación pensaban que era demasiado
corto, y les parecía como si apenas hubiese comenzado.
Parecía que el monje caminaba en su carrera no de sí
mismo, sino impulsado por una fuerza que no era suya,
y llevaba a sus innumerables oyentes tras él”41

Las evidencias históricas, demuestran que Savonarola


debe ser considerado como un genuino profeta de Dios. En
la historia secular, se registran tres profecías que se
cumplieron en su tiempo y ante la vista de toda la ciudad.
Una de esas profecías se cumplió cuando Lorenzo de
Médicis, el dueño de Florencia, se levantó contra
Savonarola. El valiente monje predijo que Lorenzo, el Papa
y el rey de Nápoles iban a morir antes de terminar el año, y
así sucedió efectivamente. El propio Lorenzo, en su lecho de
41
Lawson, op. cit., pp. 92-93.
234
Dones y Ministerios

muerte mandó a buscar a Savonarola para dejar este mundo


en paz.
Otra de sus profecías tuvo su cumplimiento un año y
medio después de la muerte de Lorenzo. Savonarola había
predicho hacía mucho tiempo que Dios iba a mandar “un
nuevo Ciro, del otro lado de los Alpes,” para castigar a la
gente por sus culpas. El rey de Francia, Carlos VIII, invadió
Italia, saqueó a Nápoles, y avanzó hacia Florencia. A la hora
de peligro, la gente acudió en gran número a Savonarola para
oír lo que tenía que decirles.
El efecto sobre los habitantes de la ciudad se dejaba
sentir. “Los florentinos abandonaron sus libros viles y
mundanos, y leían los sermones de Savonarola. Todos
oraban, asistían a las iglesias, y los ricos ayudaban a los
pobres en sus necesidades. Los comerciantes devolvían las
ganancias deshonestas. Bajó la delincuencia. Todos se
alejaron de los carnavales y las vanidades. Se realizaron
grandes fogatas para quemar máscaras, libros, cuadros y
cosas de vanidad. Los niños iban por las calles en marcha,
cantando himnos, y recogiendo lo que llamaban las
vanidades.
El propio Savonarola predijo que su ministerio sólo
duraría ocho años y anunció su muerte por martirio. Aunque
tuvo gran éxito e influencia, la curia romana, comenzando
por el Papa Alejandro VI, uno de los papas más viles, junto a
sus cardenales y sacerdotes corruptos, lo amenazaron, lo
excomulgaron, lo persiguieron; y al fin, en 1498, a los
cuarenta y seis años, fue ahorcado y su cuerpo quemado en
la plaza pública de Florencia. Sus últimas palabras fueron:
“El Señor sufrió mucho más por mí”.

235
Dones y Ministerios

V. LA IGLESIA DEL SIGLO XVII


Dentro de los grupos que luego de la Reforma inician
una búsqueda para vivir la vida llena del Espíritu, podemos
destacar a los pietistas representados por Madame Guyón y
los denominados Cuáqueros o “Sociedad de los Amigos”.
Estos últimos, dirigidos por el inglés Jorge Fox (1624-1691),
estuvieron a la vanguardia en la búsqueda de la plenitud del
Espíritu Santo dentro de la iglesia evangélica de Inglaterra.
Al momento de iniciar su ministerio, las iglesias eran muertas
y formales. El biógrafo de Fox dice: “El movimiento
cuáquero parece haber sido levantado por Dios en el
momento exacto y propio para librar a la iglesia del
formalismo y al mundo de la impiedad. Jorge Fox, como los
profetas de la antigüedad, fue enviado de Dios para llamar a
la iglesia a volver al camino del culto espiritual”.42
El término “Cuáqueros”, significa “tembladores”. Del
verbo inglés to quake (temblar). Se les aplicó este apodo,
despectivamente por su manera de actuar al orar. El mismo
Fox describe estas escenas en que el Espíritu del Señor se
manifestaba vivamente: “El poder de Dios los hacía temblar,
y empezamos a tener grandes reuniones, y el gran poder y
obras de Dios se hicieron manifiestas entre el pueblo, con
admiración de la gente y de los clérigos.” Y sigue diciendo:
“Más tarde fui a Mansfield, donde hallé un numeroso grupo
de profesos y del pueblo; aquí me sentí impelido a orar, y el
poder de Dios fue tan grande que la casa parecía moverse”.43
Después de una extraordinaria experiencia con el
Espíritu Santo, Jorge Fox experimentó una revolución en su
ministerio. Esa experiencia le afirmó en los momentos más
difíciles, ya que fue ridiculizado, perseguido, golpeado,
lapidado, arrestado y encarcelado, más veces quizás que
42
Lawson, op. cit., Pág. 141.
43
Lawson, op. cit., pág. 150.
236
Dones y Ministerios

ningún otro hombre, y aún así el Señor respaldaba


notoriamente su ministerio. A modo de ilustración, él
describe un servicio en Ticnell, Inglaterra: “El cura se
mofaba de nosotros y nos llamaba „cuáqueros‟ (tembladores),
pero el poder del Señor estaba sobre nosotros y la Palabra de
vida fue declarada con tanta autoridad y les llenó de tal
espanto, que el cura mismo comenzó a temblar; y uno de
entre el pueblo exclamó: „¡Mirad como el cura tiembla y se
estremece, ya vino él también a hacerse cuáquero!‟”.44
Una vez que predicó en Carlisle, Fox describe la reunión
así: “el poder del Señor era tan grande y causaba tanto miedo
entre los que se hallaban en la casa-con-torre que la gente se
movía y temblaba, y muchos temían que el techo y las
paredes les iban a aplastar”.45 En medio de estas
manifestaciones también se producían grandes conversiones a
Cristo, según el relato del mismo Fox.
Después de la Reforma, el don de hablar en otras lenguas
(glosolalia) comenzó a aparecer cada vez con mayor
frecuencia. Los testimonios más claros son los siguientes:
Los Hugonotes franceses la practicaron alrededor del
año 1700. La mayor parte de los que hablaban en lenguas
eran niños, llamados “los pequeños profetas de
Cevenas”.
Agustín Báker, monje benedictino del siglo XVII
describe en sus „Confesiones‟ cómo recibió el don de
lenguas (no porque supiera lo que era, pero
efectivamente lo recibió).
Los Jansenistas, que se rebelaron contra la estéril y laxa
moralidad de la Iglesia Católica de mediados del siglo
XVIII, también hablaban en lenguas.

44
Lawson, op. cit., pág. 152.
45
Lawson, op. cit., Pág. 153.
237
Dones y Ministerios

Los Irvingitas, fundados por Edward Irving, pastor de


una Iglesia presbiteriana de Londres a comienzos del
siglo XIX. Así también, se encuentran evidencias de
glosolalia en Suecia, Noruega, Rusia y los Estados
Unidos durante el siglo XIX.

VI. EL GRAN AVIVAMIENTO DEL


SIGLO XVIII
En el siglo XVIII, tanto Inglaterra como la naciente
nación de los Estados Unidos, recibieron la visitación del
Espíritu Santo. Esta dejó una profunda huella en la sociedad
de aquel entonces, que vivía en una notable decadencia moral
y espiritual. Dios usó a varios siervos de su viña para
encender el fuego, destacándose entre ellos al norteamericano
Jonathan Edwards, los ingleses Juan y Carlos Wesley,
además de Jorge Whitefield, que representaban el naciente
metodismo. Estos y otros ministros, encendieron un
avivamiento que cambió el curso de la historia.
Juan Wesley (1703-1791), notable evangelista, escritor y
erudito bíblico, nos cuenta su experiencia cristiana en su
diario personal. Los historiadores reconocen que el secreto
del éxito se debía en parte a la postura respecto a la
salvación, alejándose de la vieja escuela calvinista, tan
extendida en otras denominaciones. No obstante, lo principal
se debía a sus profundas experiencias espirituales. Wesley y
otros predicadores metodistas de su tiempo, experimentaban
gran poder al predicar bajo la unción del Espíritu Santo y
alcanzaron a multitudes con el evangelio de Jesucristo.
Lawson comenta: “Las gentes se estremecían y temblaban, o
caían por el suelo, en las reuniones, abrumados por el peso de

238
Dones y Ministerios

sus culpas que sentían a lo vivo bajo las prédicas de estos


hombres de Dios”.46
La experiencia religiosa de Wesley era de tradición
cristiana. Su padre, su abuelo, y el propio Wesley fueron
ordenados al ministerio en la Iglesia de Inglaterra. Sin
embargo, el mismo narra en su diario que, aún siendo
ministro, no había experimentado el gozo de la salvación.
Durante un viaje a América, fue sorprendido por una severa
tormenta en el trayecto del barco, y entró en pánico. En ese
viaje había conocido a unos hermanos moravos, (alemanes)
quienes, en medio de la tormenta, reaccionaron alabando al
Señor. Eso causó una gran impresión en la vida de Wesley.
Se daba cuenta que en estos hermanos había una experiencia
espiritual que él mismo no había experimentado aún. Este
“viaje misionero” no tuvo éxito, y luego escribió en su diario:
“Fui a América a convertir a los indios; ¿y quién me
convertirá a mí?”.
Ya en 1738 comenzó una búsqueda del Señor y de la
seguridad de su salvación. Después de visitar Alemania,
donde estuvo con los hermanos moravos del conde
Zinzendorf, fue robustecido en su fe. Pero no fue sino hasta
enero de 1739, cuando experimentó una poderosa
manifestación divina que cambiaría su vida y ministerio para
siempre. El lo describe en su diario:
...estábamos presentes en un ágape en Fetterstone, con
sesenta hermanos. Habíamos estado constantes en la
oración hasta cerca de las tres de la mañana, y el poder
de Dios vino manifiestamente sobre nosotros, y algunos
gritaban de gozo, y muchos cayeron por el suelo. Así
que nos recobramos de un poco de la maravilla y el
espanto de la presencia de Su divina majestad,

46
Lawson, op. cit., Pág. 179.
239
Dones y Ministerios

prorrumpimos en una sola voz: “te alabamos Señor


Dios, y reconocemos que Tú eres el Señor”.47
Después de esta experiencia, Wesley debe haber recibido
una poderosa unción del Espíritu Santo, que queda
evidenciada por su éxito posterior, ya que a partir de esa
fecha predicó con más unción y poder. De hecho las
“Sociedades Metodistas” comenzaron a multiplicarse y
muchos se convertían a Dios.
Tras esta experiencia, todos los fracasos anteriores sólo
fueron recuerdos. Dios le abrió una nueva estrategia. Escuchó
a su amigo y consiervo Jorge Whitefield, y comenzó a
predicar al aire libre, algo inédito para la iglesia de aquel
entonces. Multitudes comenzaron a escuchar a este varón de
Dios y a sus otros compañeros de milicia espiritual. Junto con
el impacto de la Palabra, señales y manifestaciones
extraordinarias se produjeron en los servicios. Era frecuente
ver a las gentes gritar con ansiedad o caer por tierra en los
servicios. Tanto cristianos como inconversos caían bajo el
poder de Dios, a unos capacitándoles para algún servicio, y a
otros para redargüirles de pecado.
Las convicciones respecto a lo sobrenatural cambiaron
radicalmente. Donald W. Dayton dice que: “Wesley parece
haber estado convencido...de que la „frialdad espiritual‟ era la
causa de que después de Constantino hubieran declinado los
dones y milagros. Negaba que la causa fuera „porque ya no
había necesidad de ellos, ya que todo el mundo era cristiano‟
Wesley insistía más bien en que el amor de los cristianos se
había enfriado, „se había vuelto pagano y sólo les quedaba
una formalidad sin vida‟”. Y agrega que a los metodistas: “se
les acusaba a menudo de „pretender para sí casi todos los
dones apostólicos, de manera plena y general, tal como se los
poseía en la antigüedad‟. Wesley negaba que esto fuera así,

47
Lawson, op. cit., Pág. 186.
240
Dones y Ministerios

pero dejaba lugar para una continuidad de lo milagroso en el


sentido de que „Dios oye y responde a nuestras oraciones aun
más allá del curso común de la naturaleza”.48
Wesley registró en su Diario algunos de estos
acontecimientos. El 21 de Abril de 1739 en Bristol escribe:
“... un joven comenzó a temblar repentinamente, y enseguida
se aumentaron en él las angustias y penas del corazón; se
dobló y cayó por tierra”. El 25 del mismo mes anota: “... uno,
luego otro, y otros, cayeron por tierra, como derribados por
un rayo”. Hasta sus opositores caían bajo el poder de Dios.
Así lo describe en otra historia de su diario. Wesley dice: “Un
tal J-H, celoso anglicano, opuesto a todas luces contra el
metodismo, y quien iba a sus amigos para decirles que los
que caían a tierra lo hacían por „engaños del diablo‟ estaba
una tarde a la mesa y demudado del semblante, cayó de su
silla, y comenzó a gritar de un modo terrible, y a azotarse
contra el suelo.”
En otro pasaje, Lawson describe el ministerio de Wesley
con las siguientes características: “Por donde quiera que iba
Wesley la gente caía por los suelos en sus reuniones... Otros
gritaban cortados en el corazón y exclamando con ansiedad
„¿qué haremos para ser salvos?‟. Y agrega lo siguiente: “Al
volver a Londres, predicó en Wapping y veintiséis personas
cayeron bajo convicción del pecado. Algunos cayeron y no
quedó fuerza en ellos... y otros temblaban y se estremecían, y
algunos tenían convulsiones en varias partes del cuerpo”.49
Jorge Whitefield (1714-1770). Las manifestaciones
también seguían a los compañeros de Wesley. Uno de sus
más cercanos fue Jorge Whitefield conocido como “el
príncipe de los predicadores al aire libre”. Se dice que, en una
de sus reuniones en Moorfields, recibió más de mil peticiones
48
Donald W. Dayton, Raíces Teológicas del Pentecostalismo. (Bs. Aires,
Ed. Nueva Creación, 1991), Pág. 26.
49
Lawson, op. cit., pp. 190-191.
241
Dones y Ministerios

escritas para oración. Y se cuenta que “los cantos de la vasta


multitud podían oírse a dos millas (más de tres kilómetros) de
distancia”. En cierta ocasión, cuando comunicó a la gente que
se iba para América, se dice que: “hicieron tales lamentos
que el llanto de los oyentes ahogaba la voz del predicador”.50
Otro historiador dice de Whitefield que: “durante sus
sermones se producían desmayos (caídas) y clamorosos
estallidos. Centenares de personas experimentaron cambios
permanentes y las condiciones espirituales de muchas
comunidades fueron transformadas”. 51
Jonathan Edwards (1703-1758). Un notable evangelista
norteamericano, quien llegó a ser presidente de la
Universidad de Princeton. Se le recuerda por su famoso
sermón titulado: “Pecadores en las manos de un Dios
airado”. Inició un mover espiritual que envolvió a la naciente
colonia norteamericana. La gente se aferraba a las bancas y a
los pilares de la iglesia. Desgarradores gritos de angustia
acallaban la voz del predicador, quien a pesar de siete días de
ayuno no mostraba signos de agotamiento físico. Por el
contrario, la presencia del Espíritu Santo era tan fuerte en él
que sus oyentes no le escuchaban a él, sino que parecían
escuchar la misma voz de Dios.

VII. EL AVIVAMIENTO DE LA IGLESIA


DEL SIGLO XIX.
Al comenzar el siglo XIX, parecía que el fuego del siglo
anterior se había extinguido. Pero, había hombres de Dios
que buscaban la presencia y la realidad del Espíritu Santo en
sus vidas. Dios levantó a varios testigos de su nombre. Entre

50
Lawson, op. cit., Pág. 209.
51
Willinston Walker, Historia de la Iglesia Cristiana. (Kansas, Casa
Nazarena de Publicaciones), Pág. 571.
242
Dones y Ministerios

los hombres de Dios que encendieron el fuego a principios


del siglo XIX podemos destacar a Lorenzo Dow, Pedro
Cartwright, Carlos G. Finney, Jacobo Knapp entre otros.
El avivamiento del siglo XIX, tuvo seis principios
fundamentales. El bautista Henry C. Fish escribió un ensayo
titulado “La piedad primitiva revitalizada”. En él entregó
seis principios sobre los cuales se debe sustentar un
avivamiento. Estos fueron: (1) Sencillez de intención. (2)
Consagración a Dios. (3) Una fe bíblica. (4) La negación de
uno mismo. (5) Sinceridad y (6) responsabilidad individual.
Este ensayo ayudó a abrir el camino para el avivamiento de
1858 y le valió a su autor un doctorado honoris causa de la
Universidad de Rochester.52
Veamos los personajes usados por Dios, en el siglo XIX,
en cuyos ministerios se observaron las manifestaciones del
Espíritu Santo.
Lorenzo Dow (1777-1834). Este varón y ministro
metodista desarrolló su ministerio en los Estados Unidos y
Europa, destacándose las notables manifestaciones del
Espíritu que le acompañaron.
Todo comenzó cuando conoció a un santo varón llamado
Calvino Wooster. Lorenzo Dow compartió un tiempo con él.
Cuando el hermano Wooster partió de este mundo, Lorenzo
tuvo una extraordinaria experiencia que cambió su vida. El
describe la muerte del hermano en su diario. Nos dice:
El padecía de tisis y a las pocas semanas pasó a mejor
vida, y me dicen que sus últimas palabras fueron:
„¡Debéis santificaros, o si no, seréis condenados!‟, y
mirando arriba, se fue, como el humo de una vela que
se apaga, sin ningún extremo ni terror. Y mientras sus
labios pronunciaron esta exhortación, casi en secreto,
52
Donald W. Dayton, Raíces Teológicas del Pentecostalismo, (Bs. Aires.
Ed. Nueva Creación), Pág. 47.
243
Dones y Ministerios

el poder de sus palabras cayó en los corazones de los


que oían; y los que estaban sentados como los que se
hallaban de pie, cayeron al suelo como hombres que
son heridos en el campo de batalla. Yo mismo, sentí
un sacudimiento extraño en mi alma, mis venas
vibraron, se me acabaron las fuerzas, y caí al suelo y
por la fe tuve la bendición más grande de mi vida... 53

Durante las reuniones dirigidas por Dow, se observaron


manifestaciones espirituales como en los otros avivamientos
de comienzo y mediados del siglo. Dentro de las
manifestaciones más notables estaban las llamadas
“sacudidas” o “zangoloteos”. Lawson dice que: “Gentes de
todas las denominaciones, y muchos otros que ni siquiera
profesaban ser cristianos, se veían acometidos por esas
„sacudidas‟. Pero mayormente los que perseguían, los
burladores y los tibios entre los que pensaban ser cristianos y
no lo eran caía esa extraña „visitación de Dios‟ como algunos
la llamaban”. Lorenzo decía que “el temblor se apoderaba de
los hipócritas”. Y refiriéndose al zangoloteo, añade: “Los
impíos le temen más que a las viruelas o la fiebre amarilla...
los más propensos a sentirlo son los perseguidores... mientras
se hallan en medio del tironeo que no pueden evitar. Las
sacudidas no van acompañadas de dolor, sino cuando las
resisten; y en tal caso los que se ven sujetos „a la visitación‟
se cansan más en una hora que en el trabajo de un día
entero”.54
Se cuenta que en una de sus reuniones, realizada en
1804, “había como unos treinta que tenían sacudidas, y que
no podían quedarse quietos aunque lo intentaban mucho”. En
otro servicio similar, dice: “muy pronto vi a nueve que se
arrastraban por el suelo y otros que yacían como muertos.
53
Lawson, op. cit., pp. 254-255.
54
Lawson, op .cit., Pág. 257-258.
244
Dones y Ministerios

Los doctores creyendo que eran simples desmayos, pedían


agua y abanicos para volver a los sujetos en sí”... “Algunos
creyeron que iban a morirse los desmayados y otros
aseguraban que era cosa del diablo. Yo les dije: „Si es del
diablo hablarán las lenguas del infierno al volver en sí.‟
Varias personas notaron mis palabras, y las pesaron con
gravedad. Luego uno, y después otro, recobraron el sentido, y
se sentían felices. Y todo esto en el curso de una sola
noche”.55
Con estos testimonios, era evidente que el hermano
Lorenzo Dow estaba revestido de una poderosa unción del
Espíritu Santo.
Pedro Cartwright (1785-1872), fue otro notable siervo
ungido que Dios usó notoriamente en el Oeste de Estados
Unidos. Su ministerio comenzó luego de una experiencia
personal con el Espíritu Santo en un culto de avivamiento. El
hermano Cartwright no tuvo estudios escolares. El dice:
“Aprendí a leer, a escribir y algo de los números, pero todo
muy imperfectamente”. Y a pesar de esa limitación, Dios usó
a este siervo para llevar un gran despertamiento espiritual.
Las experiencias narradas demuestran que sobre él se
manifestaba una poderosa unción del Espíritu. Ministraba en
campañas al aire libre entre los campesinos y mineros
norteamericanos. Cartwright predicaba con tal poder que
frecuentemente las gentes caían a tierra en los servicios.
El propio Cartwright se convirtió como resultado de un
avivamiento que comenzó en las montañas de Kentucky entre
los años 1800 y 1801. Cuando él tenía sólo quince años, se
juntaron varios pastores presbiterianos para un retiro
espiritual, y ocurrió algo que ni los propios ministros, ni
menos el pueblo esperaba. “Se manifestó el poder de Dios
extraordinariamente y muchas personas lloraban y gritaban

55
Lawson, op. cit., Pág. 258.
245
Dones y Ministerios

con ansiedad, pidiendo misericordia.” Este fue el principio de


uno de los avivamientos más gloriosos que registra la historia
de la iglesia. El propio Cartwright dice: “La reunión se
prolongó por semanas, muchos ministros de casi todas las
denominaciones vinieron de lejos y de cerca... Llegaron a
juntarse en las reuniones desde doce hasta veinticinco mil
personas. Centenares, bajo la mano poderosa de Dios, caían
por tierra como hombres que son muertos en el combate.”
Este tipo de reuniones campestres se realizaron en otros
lugares. Una reunión de estas se organizó en el sector donde
vivía Cartwright, y fue convencido de pecado y se convirtió
al Señor con el corazón. El ambiente de poder que había,
atraía gentes de todas partes, y se producían salvaciones
admirables y manifestaciones del Espíritu Santo. El mismo
hermano Cartwright nos entrega algunos detalles de lo que
sucedía en las reuniones de avivamiento: “El poder de Dios
se manifestó de un modo maravilloso... y veintenas de
hombres caían al suelo al oír el mensaje de los ministros,
como heridos en batalla, y los cristianos daban voces de
júbilo”.
Desde sus primeros años de convertido demostró una
auténtica fidelidad al evangelio. A los 19 años predicó su
primer sermón con gran éxito. Continuó predicando con
mucha unción y poder y ganó multitudes de almas para el
Señor. Uno de sus biógrafos dice que: “Frecuentemente las
gentes caían por tierra en los servicios bajo la poderosa
convicción del pecado que había en ellos”. Sin embargo,
también dice que “le repugnaba que hubiese manifestaciones
de excitación carnal en los cultos, y las detenía con rigor;
pero en cambio se cuidaba de no entristecer el Espíritu de
Dios deteniendo o apagando cualquiera obra genuina de la
manifestación del Espíritu Santo.”56

56
Lawson, op. cit., Pág. 260.
246
Dones y Ministerios

A menudo describe los servicios con palabras como


estas: “De repente cayó un poder extraño sobre la
congregación, y caían muchos a diestra y a siniestra, y otros
clamaban pidiendo misericordia”. En otra ocasión relata:
“Tomé por texto: „Las puertas del infierno no prevalecerán‟.
Pasados unos 30 minutos cayó el poder de Dios sobre la
congregación de un modo tal que yo no lo había visto jamás.
Las gentes por toda la extensión del campamento eran
derribados por tierra. Como 300 cayeron igual que los
heridos en la guerra; y no había que llamar a los plañideros
(diáconos), porque estaban esparcidos por el campo. Fuertes
alaridos subían al cielo, de los pecadores que pedían
misericordia; y a la vez se oía el grito general de gozo de
todos los cristianos, de modo que el ruido podía oírse a larga
distancia.”57
Charles G. Finney (1792-1875), fue un destacado
evangelista, maestro y abogado. Su ministerio directa o
indirectamente llevó a más de medio millón de almas a
Cristo. La unción recibida fue tan grande, que se calcula que
el 85 por ciento de los convertidos durante su ministerio
permanecieron fieles al Señor. El impacto de sus campañas
era tan enorme que en los pueblos donde predicó, en muchas
ocasiones la venta de alcohol cesó por varios años. La
autobiografía de Carlos G. Finney es quizás el registro más
notable de las manifestaciones del poder del Espíritu Santo
desde los días de los apóstoles. El tuvo una experiencia de
encuentro personal con Jesucristo. En su diario cuenta que
permaneció no sabe por cuánto tiempo en la presencia del
Señor. Una vez que se calmó su mente vivió inmediatamente
una experiencia agónica con el Espíritu Santo. El mismo nos
dice:

57
Lawson, op. cit., Pág. 271.
247
Dones y Ministerios

Me acomodé en mi sillón... y vino sobre mí... un


bautismo poderoso del Espíritu Santo. Sin siquiera
esperarlo, ni saber que pudiera haber tal cosa para
mi... el Espíritu Santo de un modo que parecía
llenarlo todo vino sobre mi, y penetró en mi cuerpo y
en mi alma. Sentía como si estuviera recibiendo una
fuerte corriente eléctrica... como ondas de amor
líquido que pasaban sobre mí... Lloré a gritos con
amor y con júbilo. Y no sé si debiera decirlo, pero
literalmente gemí o casi bramé las pocas voces que
salían de mi corazón, sin poder articularlas. Las olas
seguían pasando sobre mí sin cesar, una y otra vez, y
me acuerdo haber gritado: „¡Señor, voy a morir si
esto sigue, ya no puedo aguantar más, me siento
morir!‟ y así y todo no tenía ni el más pequeño temor
de la muerte”.58

Para Finney continuaron por un tiempo estas


manifestaciones del Espíritu. Esa misma noche, llegaron a su
casa dos hermanos a verle, quienes se gozaron de ver a
Finney bajo el poder del Espíritu. Después llegó otro joven,
amigo de Finney, quien escuchaba atentamente el relato de su
experiencia con Dios, cuando de repente el joven “cayó al
suelo gritando en medio de la mayor agonía: „¡Oren por mi,
oren por mi!”.59
Pasada la noche, al día siguiente, casi todas las personas
que estuvieron en contacto con él eran convencidas de
pecado y se reconciliaban con Dios. Luego de esto comenzó
a predicar y notables manifestaciones físicas acompañaron su
mensaje. Parecía tan lleno de la unción divina que mucha
gente con sólo mirarle caían bajo convicción de pecado.

58
Lawson, op. cit., pp.287-288
59
Lawson. Op. cit, pp. 287-288.
248
Dones y Ministerios

Finney predicó un sermón en Nueva York acerca de


Sodoma. “No había hablado ni un cuarto de hora -dice
Finney- cuando una gravedad se notó entre todos, y a poco
comenzaron a caer de sus asientos en todo el vasto local, y a
clamar la misericordia de Dios... Casi toda la congregación
estaba de rodillas, o postrados por tierra, uno o dos minutos
después que la primera sensación cayó sobre ellos”60.
Escenas como estas se repetían en todas partes donde él iba.
Jacobo Knapp (1779-1863). Evangelista que fue dotado
de tal poder de lo alto que su nombre llegó a ser por un
tiempo sinónimo de poder espiritual. Fueron tantos los que
hicieron profesión de fe bajo su ministerio, que él mismo ya
había perdido la cuenta cuando pasó los cien mil convertidos.
Tan grande era el poder que tenía al predicar que se decía que
donde quiera que iba “los descreídos palidecían, y el
Universalista desaparecía como por encanto.” Lawson agrega
que: “En muchos lugares donde él predicaba se cerraba el
comercio y los servicios se repetían por tres veces durante el
día y toda la noche sin cansarse... Eran tales las concurrencias
que los cristianos se quedaban fuera del Templo para dar
lugar a los inconversos y mejor oraban en sus hogares para el
éxito de la campaña”. En varias oportunidades, Knapp dice
que llegaban perturbadores y caían bajo el poder de la
Palabra y “tuvieron que ser conducidos a sus casas”.
En 1841, durante una serie de cultos en Boston, Knapp
dice que: “el Espíritu de Dios cayó sobre la ciudad y todos
parecían estar bajo la presencia de Dios”. Como resultado se
cuenta que “una de las fábricas algodoneras tuvo que cerrar
por sentir los trabajadores escrúpulos de seguir trabajando
durante la campaña, por el remordimiento de sus
conciencias”. En 1860, Knapp volvió a Boston, donde se oró
mucho por el resultado y “el aire pareció estar saturado del

60
Lawson, op. cit., Pág. 294.
249
Dones y Ministerios

Espíritu de poder. Nadie podía entrar en el cuarto donde


estábamos sin sentir la presencia de ese divino poder”.61

VIII. EL AVIVAMIENTO EN CHILE,


1909.
El Espíritu Santo también visitó Chile a principios del
siglo XX. Su visita levantó una iglesia pujante en la
predicación y extensión del evangelio. Las manifestaciones
del Espíritu que acompañaron este avivamiento son narradas
por el Rvdo. W.C. Hoover, quien fuera la primera cabeza
visible de este movimiento. En su libro Historia del
Avivamiento Pentecostal en Chile, cuenta de las experiencias
que vivieron los primeros pentecostales criollos. Los
antecedentes previos al avivamiento nacen en 1907 cuando
llegó a las manos del pastor Hoover un folleto que describía
la historia de una obra del Espíritu Santo, en la India. El
folleto había sido escrito por la señorita Minnie Abrams,
quien fuera condiscípula de la Sra. Hoover. De ese modo,
establecieron correspondencia y recibieron mayores
informaciones. Esto despertó el apetito espiritual en los
hermanos Hoover, quienes iniciaron fervientes cultos de
oración en la iglesia. Además, por ese tiempo habían
estudiado el libro de Los Hechos de los Apóstoles, en la
Escuela Dominical. Durante ese período, “Hubo varios casos
-dice Hoover- de conversión y santificación tan notables que
faltaban pocos para igualar a los de 1909”. 62
Los primeros resultados del avivamiento se reflejaban,
especialmente en vidas transformadas. Los hermanos hacían
vigilias, buscaban a Dios y se producían asombrosos cambios

61
Lawson, op. cit., p. 322.
62
Willy C. Hoover, Historia del Avivamiento Pentecostal en Chile,
(Valparaíso, 1948), Pág. 12.
250
Dones y Ministerios

en la conducta. El pastor Hoover cuenta el caso de una


persona que fue impelida por el Señor a devolver unos
objetos por los cuales no había respondido a su dueño. El
dice: “En la semana siguiente ese hermano halló la dulzura
que acompaña la obediencia, porque en la oración fue tomado
de una risa dulce, como de comunión agradable con un
amigo, que le duró largo rato. Era una cosa que en ese tiempo
era tan extraño que llamó la atención de una hermana que
dejó de orar para observar el fenómeno, dudando que no
fuera fingido, pero, observándolo con atención se convenció
que era obra del Espíritu de Dios” Y al día siguiente, el
domingo 11 de abril: “En la oración de la mañana una
hermana fue tomada de risa, y por una hora se rió sin poder
cesar, retirándose a otra parte de la iglesia para no
interrumpir la reunión. En la tarde le volvió la risa por una
media hora.63
Dentro de las manifestaciones que se vivieron estuvo la
experiencia de caer al suelo por el Espíritu. Eso nunca lo
habían experimentado antes. Comenzó con un hermano
antiguo, pero muy frío en su vida espiritual. Deseaba orar, y
le dijo a su esposa, que no podía hacerlo porque se sentía
muy seco. Se puso en pie para pedir a los hermanos que
oraran por él. Dice Hoover: “Medio alcanzó a dar expresión a
su deseo, cuando cayó como herido de un balazo y
revolcándose en el suelo, le vino un torrente de oración cual
nunca en su vida le había venido”
El sábado 3 de Julio de 1909, en la Iglesia Metodista de
la ciudad de Quillota, hubo una vigilia de amanecer. Una
carta de aquellos días dice: “Asistieron como cien personas.
Una de nuestras niñas del coro buscando la santificación,
cayó al suelo y quedó tendida por varias horas, fuera de sí, a
ratos orando, cantando, riendo, llorando, gritando,
poniéndose en pie y orando”. Más tarde, tres más de las niñas
63
Hoover, op. cit., Pag. 20.
251
Dones y Ministerios

del coro cayeron al suelo y las oraciones de arrepentimiento,


maravillosas, conmovedoras, asombraron a los que las
escuchaban. “Desde entonces -escribe Hoover- muchos han
caído al suelo, y después de estar allí por algún tiempo
orando, callando o cantando a ratos, se levantan
transformados”.64
Experiencias como estas comenzaron a ocurrir cada vez
con mayor frecuencia. Hoover nos cuenta otro caso ocurrido
en su propio hogar: “El lunes, leyendo la Palabra antes de
acostarme en mi estudio, el hermano C. prorrumpió en gritos
de alabanzas, cayó al suelo y por dos horas alabanzas
incontenibles salían de su boca. Le hicimos cama allí mismo,
y en la noche por dos horas más inundó la casa con cánticos
de „¡Gloria al Cordero!‟ „¡Gloria a la sangre!‟”.65
Pero, dentro del avivamiento en Valparaíso no faltaron
los contratiempos. El Rvdo Hoover narra el siguiente caso:
Un joven al parecer de buena clase, entró una noche y,
viendo dos señoritas tendidas en el suelo, se me acercó
y en tono amenazante dijo, “¿Llama Ud. eso
humano?” Con calma le contesté, “No”. Mi respuesta
le turbó un poco, pero dijo, “¿Qué es entonces?”
“Divino”, le respondí. Eso le turbó más, pero siempre
quería convencerme. Le dije que era innecesario,
porque el Señor ya me había convencido. Caballeros
entran, miran, preguntan asombrados y salen pidiendo
que oremos por ellos. Toda la ciudad está conmovida
acerca de nosotros y viene una muchedumbre
continuamente a mirar. Sólo queremos quedar muy
abajo donde el Señor pueda seguir obrando.66

64
Hoover, op. cit., Pág. 28.
65
Hoover, Ibid, Pág. 29.
66
Hoover, Ibid, Pág. 30.
252
Dones y Ministerios

Otro aspecto novedoso que se observó en este


avivamiento, fue la variedad de las manifestaciones
producidas en aquellos que las experimentaron. Es decir, los
hermanos no siempre tenían una misma manifestación que se
repetía con igualdad. Hoover menciona el caso de algunos
hermanos que caían al suelo, pero que ahora ya no caían, sino
que eran tomados por el Espíritu, y hacían gestos como
combatir al diablo o realizaban otras cosas. También
experimentaban situaciones como verse en el cielo o en el
paraíso o hacer gestos como los de “comer frutas exquisitas”.
En su libro, el pastor Hoover, tiene un capítulo dedicado
a las manifestaciones que ocurrieron, aparte de lo ya
mencionado. El capítulo incluye los ataques que les hicieron
y la forma de cómo se defendían. Es interesante considerar
que las críticas fueron las mismas que siempre se han dado,
hasta el día de hoy. Eran catalogadas como obras de la carne,
o de las emociones, la utilización de hipnosis colectiva o
definitivamente la obra del diablo. Del mismo modo, la base
de defensa ha sido la misma: la experiencia histórica, los
testimonios de vidas transformadas y el fruto que esto
producía. Si nos damos cuenta, es el mismo patrón de
siempre. Esto demuestra que el Señor es el Dios de la
historia. Es decir, la historia avala las manifestaciones del
Espíritu Santo que vienen acompañadas de abundante fruto,
de una renovación espiritual, de un nuevo compromiso con
Cristo, y de vidas transformadas por el poder de Dios.
Las manifestaciones del Espíritu son básicamente iguales
en sus expresiones. Encontramos explosiones de risas, lloros,
gritos, cantos, lenguas extrañas, temblores en el cuerpo,
visiones, éxtasis en que las personas caían al suelo y se
sentían trasladadas a otra parte, al cielo, al paraíso, a campos
hermosos, con experiencias variadas, hablaban con el Señor,
con ángeles, o con el diablo. Como ya he mencionado, los
que pasaban por estas manifestaciones espirituales,

253
Dones y Ministerios

experimentaban un renovado gozo y generalmente eran


cambiados y llenos de alabanzas, de un espíritu de oración y
de mayor amor.
En un comienzo, debido a todas estas manifestaciones
nuevas y extrañas, como es lógico, sintieron la necesidad de
estudiarlas, y para eso fue necesario dejar cierta libertad. El
factor principal de evaluación fueron los resultados tan
positivos que se producían. Frente a las objeciones que
recibían, muchas veces su respuesta era: “Hemos pedido a
Dios que nos bautizara con el Espíritu Santo, y esto es lo que
ha venido. El Señor dijo: ¿Qué hombre hay de vosotros, a
quien si su hijo, pidiere pan, le dará una piedra? ¿Puedo creer
que Dios nos ha dado una piedra cuando le pedimos pan?”67.
Pero, las críticas y acusaciones llegaban a extremos
absurdos. Un periódico de la época publicaba en su portada:
“El Nuevo Escobar. La obra de un embaucador, o de un
loco. Gritos, desmayos y bofetadas. Escenas trágico-cómicas.
Detalles completos”. En su interior, entre otras cosas, se
acusaba al pastor de dar “a la gente un „brebaje‟ que se
llamaba „La sangre del Cordero‟ lo que les ponía en un
letargo y les hacía caer al suelo”.68 Por este motivo, el pastor
Hoover fue citado varias veces a la justicia.
Quedan otros innumerables testimonios como estos en la
historia del avivamiento en Chile. Entre las cosas que
sucedieron, podemos mencionar de personas que caían o eran
tocados con manifestaciones del Espíritu, sin siquiera estar en
la iglesia. Esto les ocurría tanto a jóvenes como a personas
mayores, y en distintos lugares; ya fuera en las casas, los
trabajos o los colegios. La mayoría de las veces, en tales
manifestaciones se quebraba toda compostura de tal manera
que estas no pasaban inadvertidas.

67
Hoover, op. cit., Pág. 46.
68
Hoover, op. cit., Pág. 39.
254
Dones y Ministerios

Conclusión
En el desarrollo de la historia del cristianismo hemos
podido constatar que, junto al crecimiento espiritual de la
iglesia y a la gran cosecha de almas que se produce con los
avivamientos, también se producen manifestaciones del
Espíritu Santo que obedecen a un poder sobrenatural, tales
como las caídas, los llantos, las profecías, visiones y sueños,
lenguas o glosolalia, gritos, temblores en el cuerpo, cantos
espirituales, risas y borrachera espiritual, entre otras. Estas
manifestaciones demuestran una notable armonía a pesar de
acontecer en personas de diferentes épocas, naciones,
denominaciones, y tradiciones religiosas. También, la
educación secular o la falta de esta, no ha sido factor
importante para que Dios escogiera y usara a sus siervos con
poder. Casos como el de Pedro Cartwright y de Carlos
Finney, contrastan por su nivel educacional. Sin embargo,
ambos siervos contemporáneos fueron usados ampliamente
por Dios.
Podemos concluir que, toda época tuvo sus hombres
encendidos por el fuego de Dios. Como también, tiempos de
apagones espirituales. Las generaciones siguientes a los
avivamientos olvidaron con el tiempo la herencia y el fuego
espiritual que habían vivido sus antepasados al estructurar o
sistematizar humanamente el movimiento que había nacido
del Espíritu.
Asimismo, las críticas a las manifestaciones han sido las
mismas, como también las respuestas obedecen a patrones
similares.
También se reconoce que, en medio del ambiente
espiritual, han existido actitudes carnales, sin que eso
descalificara el principio sobrenatural que operaba en las
manifestaciones del Espíritu. Los hombres a quienes Dios
usó actuaron bajo el celo divino al predicar el evangelio.

255
Dones y Ministerios

Muchas veces debieron tomar decisiones firmes con el


propósito de no deshonrar el sagrado ministerio. Por ejemplo,
de Wesley se decía que “era un gran organizador y un
disciplinario muy estricto. Echaba fuera de la Sociedades
Metodistas a todo el que fuera frívolo o descuidado. Los
expulsaba por docenas”.69
Otra característica importante fue la oración. Los
hombres usados por Dios, tenían la oración como una de las
prácticas piadosas más preciadas.
En los siguientes capítulos abordaremos nuestra
experiencia actual, como una visitación especial de Dios,
probablemente a la última generación que será testigo del
retorno de Cristo.

69
Lawson, op. cit., Pág. 192.
256
Dones y Ministerios

Capítulo Doce

Lo que se debiera
esperar de un
Avivamiento del
Espíritu Santo

L a historia de los avivamientos nos ha entregado varios


ejemplos de hombres ungidos a través de los cuales
Dios intervino en la historia de la iglesia. Cada avivamiento
tuvo sus protagonistas. Es característico del actuar divino que
cuando el Señor quiere intervenir, lo primero que hace es
llamar a un hombre para esa misión. Esto se ejemplifica con
Abraham y la fundación de la raza escogida; con Moisés y la
liberación del pueblo de la esclavitud egipcia; con Gedeón y
la opresión madianita. Este patrón se ha mantenido siempre:
Dios usa a los hombres llamados por El para cumplir una
misión. El principio fundamental es que Dios es el que visita
a los hombres.
Los avivamientos en la historia de la iglesia siguen este
mismo patrón; Dios prepara y capacita a sus siervos. De
acuerdo al diccionario de Historia de la iglesia un:
“avivamiento es un espontáneo despertamiento espiritual
producido por el Espíritu Santo entre cristianos profesos en
las iglesias, cuyo fruto es una más profunda experiencia
religiosa, vida santa, evangelismo y misiones, la fundación de
257
Dones y Ministerios

instituciones educativas y filantrópicas, y reforma social. El


avivamiento no debe confundirse con el evangelismo, el cual
es resultado de aquel”.70 En otras palabras, un avivamiento es
una verdadera visitación de Dios, cuyos efectos se pueden
evaluar objetivamente por medio de sus resultados.
¿Cómo podemos estar seguros de que estamos
preparados para experimentar hoy una efectiva y auténtica
visitación de Dios? Si hacemos un análisis de estos tiempos
finales, previos al retorno del Hijo de Dios, observamos dos
grandes corrientes en el mundo moderno. Por un lado, se
aprecia una notoria inclinación consumista, dominada por
valores materialistas, que prescinde de Dios en la vida de una
sociedad secularizada. Por otro lado, observamos en las
personas un vacío interior acompañado de una gran necesidad
espiritual. Este vacío no se razona, pero se siente. Es una
insatisfacción que el consumismo no logra llenar. Esta
situación ha llegado a ser un verdadero caldo de cultivo para
el surgimiento, en todos los niveles de una variada gama de
grupos pseudo-espirituales, con énfasis en lo esotérico. La
mayoría de estos grupos están liderados bajo el concepto
moderno de “La Nueva Era”.71

70
Nelson, Wilton y otros, Diccionario de Historia de la Iglesia, (Miami,
Ed. Caribe, 1989), p. 109.
71
Nueva Era: Movimiento filosófico, cultural y de aspiraciones
religiosas. Esta corriente agrupa a una amplia variedad de sociedades y
organismos de sensibilidades parecidas (Partido Ecológico, humanistas,
ciudadanos planetarios, Buena voluntad mundial) y que se nutre de
elementos religiosos hinduístas, judeo cristianos y budistas, entre otro,
constituyendo un credo espiritual sincrético y ecléctico. Además del
seguimiento de las principales filosofías orientales, la Nueva Era incluye
esoterismo, ocultismo, la preocupación por la naturaleza (ecología)
costumbres vegetarianas y el uso de las drogas. Es una nueva forma de
espiritualidad, cuya búsqueda de lo sagrado excluye cualquier mediación
institucional y ritual, por el convencimiento que eso desvirtúa la relación
directa y personal de la filosofía Nueva Era. Cristo es considerado un
258
Dones y Ministerios

Pero, también estos tiempos son propicios para una


genuina obra del Espíritu Santo, para la restauración y
formación de una iglesia victoriosa. Este análisis nos lleva a
la conclusión de que la iglesia está preparada para
experimentar una verdadera visitación divina. De hecho,
existen ejemplos actuales de visitaciones divinas a ciudades
(Cali, Colombia; Almolonga, Guatemala; Pensacola, USA;
Toronto, Canadá) y que seguirá alcanzando progresivamente
a muchos otros países, como una gigantesca ola que cubrirá
la tierra.
Consecuentemente con lo anterior, debemos sumar las
profecías bíblicas que anuncian que en el tiempo previo a la
segunda venida de Cristo, “Dios derramaría de su Espíritu
sobre toda carne” (Hechos 2:17). Y, que paralelamente,
estaría acompañado por el levantamiento de “muchos falsos
profetas que engañarán a muchos” (Mateo 24:11). Estas
situaciones son prácticamente la realidad actual en los cinco
continentes. Asimismo, el Espíritu Santo está hablando en
muchos lugares sobre despertamientos espirituales para estos
tiempos finales.
Nos preguntamos: ¿Qué debiéramos esperar hoy de la
presencia manifiesta del Espíritu Santo? La respuesta a esta
pregunta la desprenderemos a la luz de la enseñanza general
de la Biblia.
El principio bíblico establece que el Señor se complace
en visitar a Su pueblo. Las palabras “visitación” y “visitar”
en sus variadas formas aparecen aproximadamente ochenta y
cinco veces en la Biblia, y más de la mitad se refiere a
visitaciones de Dios. Esta idea corresponde a algo más que
Su Omnipresencia. Se refiere a cuando El viene de una
manera patente; tanto para bendecir como para juzgar la
maldad. Por ejemplo: El Señor visitó a Sara y le dio un hijo;

espíritu elevado como Buda, Mahoma o Zoroastro y que el ángel Gabriel


es un extra terrestre.
259
Dones y Ministerios

visitó a Su pueblo en Egipto y lo liberó de la esclavitud; Dios


visitó a Ana, y le dio a Samuel como hijo; Dios visitó a
Jerusalén en los días de Jesús, y así por el estilo.
Podemos decir que una visitación de Dios es la
participación de un tiempo especial de lo divino con
resultados beneficiosos. Frente a este renovado ambiente
espiritual que se está viviendo deberíamos esperar los
siguientes resultados:

1. Será un tiempo de refrigerio en su presencia.

En el libro de Los Hechos, Capítulo 3, debido al milagro


de sanidad del cojo, el apóstol Pedro hizo un llamado al
arrepentimiento a la multitud congregada en el templo de
Jerusalén. En su llamado presentó, además, los resultados de
obedecer a Dios: “Así que, arrepentios y convertios, para que
sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la
presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a
Jesucristo, que os fue antes anunciado;...” (Hch.3:19-20).
“tiempos de descanso...” (NVI)
Podemos esperar que éste sea un tiempo especial de
refrigerio espiritual. Se podrá sentir la frescura del Espíritu
acompañado de un reverdecimiento en nuestra experiencia
cristiana. Aunque, en el contexto, se refiere a Israel y a las
bendiciones del reinado del Mesías, podemos desprender un
principio general aplicado a la iglesia. Así lo consideran
algunos comentaristas.
A lo largo de la época actual y hasta el regreso de
Cristo, Dios enviará “tiempos de descanso” (el
derramamiento del Espíritu Santo) a todos los que se
arrepienten y se convierten. Aunque “en los últimos
días vendrán tiempos difíciles” y muchos se apartarán
de la fe..., aún así Dios promete enviar avivamiento y
tiempos de descanso para los fieles. La presencia de
260
Dones y Ministerios

Cristo, las bendiciones espirituales, los milagros y los


derramamientos del Espíritu vendrán sobre el
remanente fiel que busca a Cristo y vence al mundo,..
72

Actualmente Dios está visitando a Su pueblo de una


manera fresca. Hemos visto a cristianos cansados, secos,
desanimados que están siendo levantados, restaurados y
llenados de gozo. Está sucediendo alrededor de todo el
mundo.

2. Será un tiempo de restauración, alabanzas


y maravillas.
El profeta Joel nos presenta en su libro un cuadro terrible
de juicio, simbolizado por la plaga de langostas que
devoraron el país completo. En vista de esta imagen tan
devastadora, el profeta proclama el mensaje de Dios con un
llamado al arrepentimiento, acompañado de promesas. Dios
promete por boca del profeta Joel:
“Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón,
el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié
contra vosotros. Comeréis hasta saciaros, y alabaréis
el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo
maravillas con vosotros, y nunca jamás será mi pueblo
avergonzado” (Joel 2:25-26).
Los vocablos “restituir”, “Alabar” y “maravillas”
reflejan el sentimiento propio de Dios y su intención de
devolver a su pueblo lo perdido y manifestar estas gracias
como resultado de un genuino arrepentimiento. En el sentido
espiritual, se puede apreciar un mayor desborde de vida en la

72
Donald C. Stamp, Biblia de Estudio Pentecostal, N. Testamento, Nota a
Hechos 3:20, Pág. 247.
261
Dones y Ministerios

iglesia cristiana que percibe que estos son tiempos de


cambios espirituales de parte de Dios.

3. Será un tiempo de liberación.


El concepto de liberación en los profetas era la obtención
de la libertad después de un período de cautividad. Esos son
los términos que emplearon los profetas para describir la
visitación que Dios haría después de la disciplina. El profeta
Sofonías dijo:
“Porque Jehová su Dios los visitará, y levantará su
cautiverio” (Sofonías 2:7).
Jeremías declaró de Judá:
“A Babilonia serán transportados, y allí estarán
hasta el día en que yo los visite, dice Jehová, y
después los traeré y los restauraré a este lugar”
(Jeremías 27:22).
¿Por qué decimos que este será un tiempo de liberación?
Porque los principios de liberación y restauración están en el
corazón de Dios. Forman parte de la naturaleza
misericordiosa del Señor. Así se dio a conocer en la teología
del Antiguo Testamento; no sólo como el Dios que castiga y
disciplina por el pecado, sino también como el Dios que
restaura y corta las ligaduras de opresión.
Este sentimiento de liberación está expresado en las
palabras del Salmo 126, que cantan las expectativas que
tendrían los retornados del cautiverio babilónico:
“Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sión,
seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca
se llenará de risa, y nuestra lengua de alabanza;
entonces dirán entre las naciones: „Grandes cosas ha
hecho Jehová con estos‟. „Grandes cosas ha hecho

262
Dones y Ministerios

Jehová con nosotros‟; estaremos alegres” (Salmo


126:1-3).

La actitud de gozo por la intervención divina será uno de


los grandes valores de la liberación del cautiverio. Es la
misma actitud que presenta Isaías de los que regresan de la
cautividad. El profeta dice: “En aquel día dirás: Cantaré a ti,
oh Jehová; pues aunque te enojaste contra mí, tu indignación
se apartó, y me has consolado... Cantad salmos a Jehová,
porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la
tierra. Regocíjate y canta, oh moradora de Sión; porque
grande es en medio de ti el Santo de Israel” (Isaías 12:1-6).
Lo más significativo es que el gozo espiritual y el
disfrutar de la libertad en Cristo son verdades bíblicas
aplicables en todo tiempo. La diferencia es que en este
tiempo de tanta opresión y esclavitud espiritual serán
acentuadas, a través del Espíritu Santo.

4. Será un tiempo de renovación y fortaleza


espiritual.

Igual que lo anterior, se experimentará un tiempo en que


serán acentuadas estas verdades bíblicas como son la
renovación de nuestro entendimiento por medio de la
consagración (Romanos 12:1-2), y el participar de la
fortaleza espiritual: “el gozo del señor es nuestra fortaleza”.
Una de las situaciones más sorprendentes que se puede
observar es a miles de líderes cristianos agotados que han
recibido nuevo ánimo para continuar en el ministerio, y lo
que es más, experimentan un nuevo poder para llevar a sus
congregaciones hacia adelante. Es como si el ministro vuelve
a enamorarse de su ministerio. Encuentra nuevo encanto en
servir al Señor.

263
Dones y Ministerios

5. Será un tiempo donde veremos


reacciones extrañamente clasificadas.
La presencia del Señor es una marca de esta visitación
espiritual. Dios es Omnipresente; está en todas partes. Pero,
con la llegada de su presencia manifiesta, esta afecta nuestros
sentidos y nuestras emociones de un modo especial. Como
ha sido mencionado en la historia de los avivamientos,
ninguna de estas manifestaciones en sí nos entrega una
definición propia de lo que es la unción. Por ejemplo: No es
danza, pero nos hace danzar. No es grito; pero nos hace gritar
(de júbilo). No es salto, pero nos hace saltar. No es hablar en
lenguas, pero nos hace hablar en lenguas. No es caer al piso,
pero nos tumba al suelo. No es risa, pero nos hace reír. Todas
estas manifestaciones forman parte de la presencia manifiesta
de Dios en la iglesia. No las podemos caracterizar como de
una “moda temporal”. Nunca podremos enmarcar en nuestros
moldes humanos al Dios infinito. Esto es la presencia divina
que nos visita
En una visitación como esta, El hace que Su presencia
sea tan patente de tal modo que muchos ven, oyen, sienten o
reaccionan a Su gloriosa presencia. Según los historiadores,
siempre ha habido algo de carnalidad, excesos y extremismos
en los grandes avivamientos, y esta visitación no es la
excepción. Salvaguardando las excentricidades humanas
(propias del vaso de barro), estas “manifestaciones extrañas”
son beneficiosas y resultan válidas desde el punto de vista
teológico y vivencial.

6. Será un tiempo que traerá mucho fruto


espiritual.
Lo más importante de todo, en definitiva, es el fruto que
resulta de todo esto. Las manifestaciones de Su presencia no
son el fruto; el fruto viene después y es muy bueno. Por
264
Dones y Ministerios

simple temperamento, no todas las personas experimentarán


una manifestación externa. Pero, por medio de su sinceridad,
sentirá y experimentará un nuevo fruto en su vida. Son tantos
(miles) que han sido conducidos a un cristianismo gozoso y
vibrante. Pastores han sido restaurados a un ministerio
fructífero y poderoso. Enfermos han sido sanados, jóvenes se
han encendido con el amor de Cristo y están testificando de
Él como nunca antes. El evangelismo ha sido restaurado al
corazón de muchos. Y, lo mejor de todo es que esto seguirá
avanzando.

7. Será un tiempo de mayor responsabilidad


y compromiso.
No solo fruto, este mover del Espíritu Santo implica gran
responsabilidad. Debe tener raíces profundas en la Palabra de
Dios, pues trae aparejado un serio llamado a la santidad y a la
consagración. Dios seguirá actuando sobre sus principios
esenciales de santidad. “¡Sed santos, porque yo soy santo!
(1Pedro 1:16) Veo la santidad como la adecuada respuesta a
la exigencia de Dios. Y con relación a esto, existen dos
actitudes que debemos evitar: el desprecio y la liviandad.
El desprecio se observa por las actitudes de indiferencia,
la crítica ciega y mal intencionada. También, por una falta de
sensibilidad espiritual para entender la auténtica visitación de
Dios; muy similar al llanto de Jesús sobre Jerusalén. Los
judíos de su época no pudieron reconocer la visitación de
Dios en la persona del Mesías esperado.
“Y cuando (Jesús) llegó cerca de la ciudad, al verla,
lloró sobre ella diciendo: ¡Oh, si también tú
conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para
tu paz! Más ahora está encubierto de tus ojos.
Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te
rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes
265
Dones y Ministerios

te estrecharán, y te derribarán a tierra, y a tus hijos,


dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra,
por cuando no conocisteis el tiempo de tu visitación”
(Lucas 19:41-44).

El otro aspecto es la actitud de liviandad. Una actitud


liviana es peligrosa. Dios nos quiere visitar, y esto debe
causarnos temor reverente. La naturaleza humana tiene la
inclinación a mecanizarse. Puede darse un acostumbramiento
de las manifestaciones del Espíritu y podemos caer en
consideraciones impropias.
El ejemplo de Ananías y Safira refleja esa actitud liviana
(Hechos 5:1-11). Si analizamos la experiencia fatal de este
matrimonio, nuestro ser se conmueve. La muerte de esta
pareja, como resultado del juicio de Dios, llegó a estremecer
a la iglesia de Jerusalén. Los involucrados no fueron
obligados a vender su propiedad. No podrían ser acusados de
que robaron, ni tampoco pueden ser acusados de mezquindad
(5:4). Su actitud fue liviana y de irreverencia a la presencia
del Santo Espíritu que moraba entre ellos. Debido a la
generosidad de los hermanos en desprenderse, y en especial
la generosidad de Bernabé, consideraron para sí la
oportunidad de elevar su imagen ante la comunidad y se
aprovecharon de la situación con total falta de temor. Este
juicio de Dios sobre el pecado de Ananías y Safira causó gran
conmoción a la Iglesia de Jerusalén. Y como resultado: “vino
gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron
estas cosas” (5:11). ¡Si Dios fue capaz de hacerlo antes, ¿no
lo podría repetir hoy entre nosotros, frente a una actitud de
liviandad que no respeta su especial presencia que nos está
visitando?!

266
Dones y Ministerios

Capítulo Trece

La transmisión de la
Unción del Espíritu
Santo
¿C omo se trasmite la unción del Espíritu Santo? Esta
pregunta tiene varios aspectos a considerar. La
experiencia del profeta Elías y la formación de Eliseo como
sucesor, nos entregan los grandes principios involucrados en
la trasmisión de la autoridad espiritual. En este capítulo
abordaremos estos principios de poder.
El profeta Elías fue el mayor representante del ministerio
profético de su generación. Aunque no dejó nada escrito para
la posteridad, sí dejó impresa una marca indeleble entre sus
contemporáneos.
En tiempos de crisis, Dios levanta a sus mejores
hombres. La Biblia describe en el primer libro de Reyes,
Capítulo 17; la situación caótica que se vivía al momento de
la aparición de Elías en la escena. El rey Acab, se había
casado con Jezabel, una princesa fenicia. Esta mujer tenía un
carácter perverso y maligno. Ella se había propuesto
desarraigar, de los labios de los israelitas, el nombre de
Jehová, introduciendo el aberrante y grosero culto a los
dioses paganos. Quería instalar oficialmente en Israel la
adoración a Baal y Astarté (Asera), los principales dioses del
panteón cananeo. Baal era considerado el dios de la lluvia y
Astarté la diosa de la fertilidad. Esto conducía a la
267
Dones y Ministerios

imposición de la violencia por parte de la autoridad sobre los


más débiles.
Bajo este trasfondo de crisis religiosa y social, Dios
levantó al profeta Elías como su representante. Este poderoso
varón de Dios anunció al rey Acab, por palabra de Jehová, el
juicio por medio de una gran sequía sobre todo Israel. Se
suponía que Baal era el dios de la lluvia. Pero, en este caso, el
“Dios más fuerte” intervino y dijo, por boca de Elías: “no
habrá lluvia ni rocío, sino por mi palabra” (1Reyes 17:1).
Después de este anuncio profético, pasaron tres años y
medio de sequía y leemos acerca de la gran confrontación
espiritual entre Elías y los cuatrocientos cincuenta falsos
profetas de Baal (1ªReyes 18:16-40). Como resultado, los
falsos profetas fueron humillados y posteriormente muertos
por orden de Elías. Aunque este acto parece brutal, la ley
mosaica demandaba la muerte de los falsos profetas en Israel
(Deuteronomio 13:1-10).73
Pero, el fuego que cayó del cielo y la lluvia que vino por
la oración de Elías, no convencieron a Acab ni a Jezabel con
respecto a la verdad. El profeta se vio en la obligación de huir
para salvar su vida. Esto nos enseña que estamos frente a un
hombre “sujeto a pasiones semejantes a las nuestras”
(Santiago 5:17). Después de vivir una experiencia
sorprendente como esa, entró en el valle del desánimo y de la
desesperación. Todas sus luchas no lograron tener un
significado permanente. La reina Jezabel se mantenía en el
poder y, sin duda, el pueblo se volvería nuevamente a la
idolatría.
73
La orden de Jehová era destruir a los falsos profetas: “Cuando se
levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños... diciendo: Vamos
en pos de dioses ajenos,... y sirvámosles... tal profeta o soñador de sueños
ha de ser muerto... no consentirás con él, ni le prestarás oído... le
apedrearás hasta que muera, por cuanto procuró apartarte de Jehová tu
Dios...” Elías procedió de acuerdo de la ordenanza de la Ley Mosaica,
que era la regla de conducta para Israel.
268
Dones y Ministerios

El trato que el Señor tuvo con el profeta desanimado fue


cuidadoso. Dios procedió sin apresuramientos en este difícil
trance de Elías. Jehová lo llevó a descansar, lo alimentó y lo
confrontó con la realidad espiritual. En el monte Horeb, el
Señor le entregó una nueva visión de servicio y le proyectó
en el trabajo a realizar. La obra que Elías había comenzado,
continuaría, por medio de las denominadas “Escuelas de
profetas”. El no estaba solo como pensaba. Dios le dijo: “Hay
siete mil hombres que no han doblado sus rodillas ante Baal,
ni le han besado” (1ªReyes 19:18; Romanos 11:4).
La lección para nosotros es que, a pesar del desánimo y
la adversidad, Dios no termina tan rápido con la vida de los
hombres que El ha llamado. El siempre tiene altos propósitos
con nuestras vidas. Dios lo hizo con Elías y ese hombre sirvió
a su generación hasta el momento en que fue arrebatado al
cielo en un torbellino de fuego. El trabajo continuó, y de ese
modo formó las escuelas de profetas en distintos lugares de
Israel.
¿Qué son las “Escuelas de Profetas”? Eran agrupaciones
de hombres que vivían en comunidad en torno al ministerio
de un profeta mayor. En las ciudades de Gilgal, Bet-el y
Jericó se establecieron dichas comunidades. A los que
participaban en ellas se les denominaba: “Los hijos de los
profetas”. En ellas se formaban los hombres de Dios en un
ambiente profético. Se les enseñaba la vida espiritual, la Ley
de Moisés, a oír la voz de Jehová, a comunicarse con Dios y
eran inspirados a servir a su generación mediante cultos
donde el nombre de Jehová, era exaltado en Israel. Este fue el
efecto de “silbo apacible y delicado” (1Rey.19:12-18) por
medio del cual Dios obraría para la restauración de Israel. Ya
no sería con el fuego o de una manera espectacular, sino
suavemente. Dios estaba formando una nueva generación
profética, para llevar adelante su obra.

269
Dones y Ministerios

Este principio de acción, forma parte de la manera en


que el Espíritu Santo está obrando hoy. Lo hace a través de la
preparación de hombres de Dios, verdaderamente ungidos a
quienes usará para afectar a la generación en la cual les ha
tocado vivir.
El profeta Elías tuvo el privilegio de ser honrado por
Dios de no ver muerte. En el Antiguo Testamento sólo dos
personajes tuvieron ese privilegio: Uno fue Enoc y el otro el
profeta Elías. Dios tuvo sus buenas razones para hacerlo.
Pudo ver en estos hombres cualidades excepcionales. De
Enoc se dice: “Caminó,.. Enoc con Dios, y desapareció,
porque le llevó Dios” (Génesis 5:23-24). Este hombre sirvió
a su generación fielmente y Dios le honró sin pasar por la
muerte. En el caso de Elías fue similar.
Sabemos que todas las partidas son tristes. El capítulo 2
del libro 2ªReyes, nos señala el momento de la partida de este
insigne hombre de Dios del escenario terrenal. Su tarea
estaba completa. Había formado discípulos para continuar su
obra, y preparado a alguien para que le sucediera en su lugar:
este fue el profeta Eliseo. Este pasaje nos habla del momento
cuando ambos fueron separados sobrenaturalmente.
En toda la extensión del capítulo 2 del libro de 2ª Reyes
encontramos las verdades que se desprenden acerca de la
trasmisión de la unción del Espíritu Santo y del empleo de
autoridad espiritual.
Como este es un tema extenso, lo dividiremos en dos
capítulos. En este hablaremos sobre los principios de cómo se
recibe la unción y la autoridad espiritual. Y en el siguiente
capítulo: “Cómo se emplea la unción y sus alcances”.

270
Dones y Ministerios

I. Los Pasos preliminares para


recibir la Autoridad Espiritual
En el contexto del pasaje, Elías estaba visitando y
despidiéndose de cada una de las comunidades proféticas. En
estas visitas observamos varios detalles importantes.

1.- Obediencia a lo ordenado.


La primera parada es en Gilgal. Una vez visitada y
entregada las últimas instrucciones, Elías le dice a su
discípulo: “Eliseo, quédate aquí, porque Jehová me ha
enviado a Bet-el”. Un buen discípulo diría: “Como usted lo
mande, pastor”. Pero este hombre entendía en su fuero
interno que el profeta Elías está probando su actitud. Eliseo le
respondió: “Vive Jehová y vive tu alma que no te dejaré”
(2:2). Estaba dispuesto a seguir hasta el final junto a Elías.

2.- Entendimiento espiritual.


La siguiente parada fue en Bet-el. En este lugar, los
“hijos de los profetas” le hablaron a Eliseo. Esos discípulos
habían recibido por el Espíritu que Dios iba a quitar de en
medio de ellos a Elías. Le dijeron: “¿Sabes que Jehová
quitará hoy a tu Señor de sobre ti?”, y Eliseo respondió: “Sí,
yo lo sé callad” (2:3). Esto nos enseña que el Espíritu
profético debe estar en el pueblo y no solo en los líderes del
pueblo. Dios puede y quiere traer revelación de sus planes al
todo el pueblo. Esta verdad está acentuada en el Nuevo Pacto
(Ver Jeremías 32:33-34; 2 Ped. 1:4).
Eliseo se daba cuenta que Elías seguía probando su
actitud. Sabía por qué Elías le volvió a decir: “quédate aquí”
y también sabía por qué le debía responder que iba a seguir
con él. Posteriormente fueron a visitar la escuela en la ciudad
de Jericó. En Jericó, después de dar instrucciones a los “hijos
271
Dones y Ministerios

de los profetas” ocurrió lo mismo. Otra vez las palabras de


prueba: “Eliseo quédate aquí”. Su respuesta fue la misma:
“Yo te sigo hasta el final”.
Los discípulos de la Escuela en Jericó ya sabían, por el
Espíritu, lo mismo que en la Escuela en Betel: “¿Sabes que
Jehová quitará hoy a tu Señor de sobre ti?”, y la misma
respuesta de Eliseo: “Sí, yo lo se, callad” (2:5). Después de
partir de Jericó, ambos se dirigieron hacia el río Jordán. Les
siguieron “cincuenta varones de los hijos de los profetas”
(2:7).

3.- Perseverancia en un propósito.


¿Por qué Elías seguía probando a Eliseo, pidiéndole que
no le acompañara? Porque Elías deseaba conocer el corazón
de Eliseo respecto a cuáles eran sus verdaderos motivos para
continuar con El. Este hecho nos enseña lo siguiente: ¡Antes
de recibir unción espiritual, Dios pondrá a prueba nuestros
motivos y nuestra actitud frente a las cosas espirituales!. El
profeta Isaías dijo: “Los muchachos se fatigan y se cansan,
los jóvenes flaquean y caen” (Isaías 40:30).
Este asunto de la autoridad espiritual no funciona sobre
la base del esfuerzo humano, ni tampoco está basado en el
dinamismo de la juventud. Dios necesita probar nuestra
intención y sinceridad. Porque cuando él deposita su
autoridad y su gloria, busca vasos limpios y dispuestos para
recibirla. Dios nunca depositará su gloria sobre vasos
irresponsables o inconstantes. La unción del Espíritu trae
renovación y respaldo sobrenatural. Y, a diferencia de los
jóvenes, Isaías dijo: “Pero los que esperan en Jehová,
tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas;
correrán y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”
(Isaías 40:31).
Aunque este no es un asunto de juventud, tampoco niega
el hecho de que Dios pudiera poner su toque especial sobre
272
Dones y Ministerios

los jóvenes. El Espíritu del Señor también puede usarlos,


aunque no lo sepan todo y sean asaltados por tantas dudas.
¿Cuál es una de las principales necesidades espirituales de la
gente? Lo que se necesita en este mundo es demostrar la
realidad de Dios. La unción del Espíritu trae la realidad de
Dios. La gente quiere ver lo auténtico de Dios en las vidas de
otros. Eso es en esencia el anhelo consciente o inconsciente
de las personas: demostrar la realidad de lo divino. ¡Esto es
autoridad espiritual!

4.- Sinceridad de intención.


Elías y Eliseo llegaron al río Jordán y lo cruzaron de una
manera sorprendente. El pasaje nos dice:
“Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y
golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a
otro lado, y pasaron ambos por lo seco” (2:8).
El proceso de cruzar el río fue espectacular. Elías tomó
su manto, golpeó las aguas y estas se abrieron ante la mirada
asombrada de Eliseo. Así pasaron los dos en seco.
Cuando cruzaron al otro lado del río, Elías le hizo la
pregunta: ¿Qué es lo que deseas?: “Pide lo que quieras que
haga por ti, antes que yo sea quitado de ti”. Y como muy
bien reza el dicho popular que: “en el pedir no hay engaño”;
Eliseo pidió todo aquello que anhelaba su corazón. Dijo:
“Quiero que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí”
(2:9)
En la actualidad se emplea con frecuencia la expresión:
“la doble unción” o de la “doble porción”. Nos podemos
preguntar, ¿qué es lo que significa esta expresión de la “doble
porción”? Tengamos un supuesto. Si yo tengo diez manzanas
en mi poder, ¿puedo dar veinte a quien me pida?
Naturalmente que no. Entonces, ¿qué era lo que le solicitaba

273
Dones y Ministerios

exactamente Elíseo a Elías? ¿Qué significaba en el mundo


hebreo esta expresión?
La doble porción significaba la porción del primogénito,
el derecho legal de primogenitura. En los tiempos bíblicos,
cuando un padre fallecía, la herencia se repartía entre los
hijos, no en partes iguales. Por ejemplo, si un padre tenía
cuatro hijos, la herencia se repartía en cinco partes y el hijo
mayor, el primogénito recibía una doble porción de la
herencia.(cf. Deuteronomio 21:17).
Hoy en día, en nuestra cultura latina, si un padre muere,
la herencia queda repartida; la mitad para la viuda y la otra
mitad en proporciones iguales entre los hijos. Eso lo
establece nuestra legislación que regula la repartición de las
herencias. En cambio, en la cultura hebrea el primogénito no
sólo recibía una doble porción sino que, además, asumía el
liderazgo de la familia.
Entonces, ¿qué es lo que estaba pidiendo Eliseo para sí?
Antes de responder a esta pregunta consideremos lo
siguiente. Elías era un hombre sin posesiones materiales. Por
otra parte, Eliseo era rico. Esto se evidencia por el hecho de
que eran pocos los que tenían doce yuntas de bueyes arando
delante de él. Es decir, en términos actuales, Eliseo era un
empresario agrícola. Tenía animales, tierras y empleados a su
cargo, a quienes debía pagar sueldos. Era un agricultor de la
época. Un hombre de recursos (1ªReyes 19:19-21). En
cambio, Elías era un hombre común y sin recursos
materiales. Tenía un aspecto campesino y rudimentario. Su
vestimenta era de piel de camello, usaba el pelo largo y una
barba frondosa. Y sin embargo, tenía dentro de sí algo muy
valioso para entregar.
Y un hombre tan distinto a él le pedía: “Te ruego que
una doble porción de tu espíritu sea sobre mí”. Recordemos
que Elías tenía “otros hijos”, como los denomina el texto:
“los hijos de los profetas”, que eran los discípulos de las

274
Dones y Ministerios

Comunidades proféticas. Con estas palabras, Eliseo le estaba


diciendo: “Yo quiero ser tu principal heredero. Quiero ser el
continuador de la obra que Dios te ha dado a realizar a ti”.
Eliseo quería ser el principal heredero de este legado
espiritual para Israel. Este discípulo entendía y valoraba el
trabajo de influencia espiritual que se había desarrollado en
Israel. Y él postulaba a ser el heredero espiritual del profeta y
continuador de esta empresa de fe. Debemos mencionar que
Eliseo, hasta entonces, había sido un sirviente de Elías. Es
decir, un aprendiz, uno más de los discípulos. Ahora, quiere
ser el continuador de esta obra. Recordemos que aún estaba
presente el problema del baalismo, que fue eliminado
definitivamente de Israel en tiempos de Jehú. Aún quedaba
mucho trabajo por hacer.

II. El Costo de la Unción


La unción del Espíritu tiene un alto costo para aquellos
que desean servir en esta capacidad. La respuesta del profeta
Elías fue:
“Cosa difícil has pedido” (2:10).
Eso significa que todo aquel que desea servir a Dios en
el poder de la unción del Espíritu deberá pagar el precio de su
servicio leal. ¿Cuál es el costo de la unción?

1.- Una vida dispuesta al sacrificio.


De un modo figurado, significa un “sacrificio
expiatorio”, semejante al de Cristo por su iglesia. El apóstol
Pablo lo ilustra con este ejemplo: El habló de ser “derramado
en libación sobre el sacrificio y servicio”, por causa de
Cristo. La aceptación del principio de muerte, sepultura y
resurrección es nuestro modelo. Todo verdadero buscador de
Dios, que se involucra en una relación de pacto con Dios,
275
Dones y Ministerios

deberá aceptar, por así decirlo, “la letra chica” del contrato.
Pablo dijo:
“Llevando en el cuerpo siempre por todas partes la
muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús
se manifieste en nuestros cuerpos... Siempre estamos
entregados a muerte” (2ªCorintios 4:10-11).

Esta es la “marca del quebranto” que debe exhibir todo


verdadero hombre que ha sido ungido por Dios. ¿Cómo se
manifiesta el costo en el servicio? Jesús dijo:
“Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda
solo; pero si muere lleva mucho fruto” (Juan12:24).

Siguiendo este principio de entrega y renuncia personal,


el costo está asociado con varios aspectos:
En muchas ocasiones se estará expuesto a la crítica de
los de afuera y también de los propios creyentes.
Involucra, la lucha en el plano del conflicto personal en
la superación de la fatiga.
Incluye, el tiempo dedicado para pensar, meditar, orar,
planificar, que siempre cuesta.
Muchas veces será la soledad, los momentos de angustia,
cuando al igual que Elías se piensa que los demás lo han
abandonado.
Otras veces será el momento de tomar decisiones que no
son gratas, especialmente con algunos que persisten en
resistir el llamamiento de Cristo.
Además, del precio de la competencia y la ansiedad
donde reside el temor al fracaso.
También está la tentación de hacer abuso de autoridad y
de poder.

276
Dones y Ministerios

Los sentimientos de envidia porque otros están haciendo


una obra mejor que la nuestra, o el orgullo propio al
sentir que lo hemos hecho bien, entre otras cosas.

El asunto es: ¿estamos dispuestos a ser derramados como


una ofrenda en sacrificio vivo?, o ¿estamos dispuestos a ser
colocados sobre el altar y pasar por el fuego purificador que
elimina todo deseo y afecto personalista?

2.- Una vida con respaldo divino.

El hecho de que la unción sea algo difícil y costoso, no


significa que sea inalcanzable. Pero, no es el resultado del
esfuerzo humano. Recuerde las palabras de Isaías: “Los
muchachos se fatigan y se cansan”. Eso significa que el
entusiasmo juvenil, sólo es algo pasajero. Esto no asegura la
mantención perseverante de una obra expuesta a la prueba.
La perseverancia es una señal de que la tarea ha sido dada por
Dios, y que el alma que arde con fuego celestial alimenta sus
fuerzas de los recursos divinos.
La misión que tiene el respaldo de Dios perdurará hasta
el final. Moisés nos ilustra esta verdad. El tuvo dos etapas en
su vida como libertador. Uno cuando era príncipe en Egipto y
fracasó y el otro cuando Dios lo envió de vuelta a Egipto.
En la primera etapa, cuando Moisés era príncipe de
Egipto, sintió el deseo de visitar a sus hermanos y observó
cómo un egipcio azotaba a un hebreo. Con eso sintió un celo
por los de su raza e hizo un primer intento libertario al
castigar la injusticia, dejando a un egipcio muerto en la
arena; pero pronto se agotó, y se vio obligado a retirarse sin
valor y amedrentado (Ex.2:11-15).
En la segunda etapa, debieron pasar 40 años para que
esos anhelos se cumplieran. Después del llamamiento del
Señor en el desierto, Moisés llegó a ser el gran libertador de
277
Dones y Ministerios

Israel. El gran respaldo del Señor hizo la diferencia. Y el


autor de hebreos agrega que Moisés: “se sostuvo como
viendo al invisible” (Heb.11:27). Dios es fiel para sostener a
sus siervos que desean perseverar fieles a su llamado. En
otras palabras, el hombre que anhela la unción divina se
mantendrá sin fluctuar en la misión, pues encuentra su fuente
de poder en aquél que le ha comisionado.
Frente a la consideración del costo de la unción de Dios,
siempre habrá gente que desiste, se retira, se cansa y se agota.
Los que alcanzan a llegar son los mejores. Los que han sido
aprobados. Y son a ellos a quienes Dios honra dándoles
autoridad espiritual. Son los que están dispuestos a pagar el
precio por la unción.

3.- Una vida de negación al “yo”


La unción en sí es gratis. Porque proviene de la gracia de
Dios. Pero, recibirla y mantenerla, eso sí tiene un costo. Un
costo de sacrificio, un costo de abnegación, un costo de
muerte a sí mismo. Para eso, el corazón debe vaciarse del YO
para ser llenado de EL. ¡Que su “tesoro” sea puesto en
nuestro “vaso de barro”!. Esto significa un costo de pureza
espiritual, para así recibir mayor autoridad del Espíritu. Es
gratis en un sentido, pero muy costosa en otra.
Dios entregará la unción del Espíritu, ni Su autoridad a
cualquiera, como si estuviera en una “liquidación de
temporada” a bajo costo. La unción es el gran legado de
Dios para los siervos de Dios. Como dijo el salmista, la
unción del Espíritu es la porción de su herencia.
“Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa; tú
sustentas mi suerte. Las cuerdas me cayeron en
lugares deleitosos y es hermosa la heredad que me ha
tocado” (Salmo 16:5-6).

278
Dones y Ministerios

¡Esta es nuestra herencia espiritual: La unción del


Espíritu!
Si uno requiere la unción con anhelo, deberá levantar la
mano y mantenerla levantada sin claudicar. Siempre deberá
responder que aún quiere la unción divina, bajo cualquier
circunstancia. Es decir, frente a los innumerables obstáculos,
se nos seguirá preguntando: ¿aún quieres la unción? Nuestra
respuesta debe ser siempre la misma. Ahí, y sólo ahí se nos
va a conceder la unción, e incluso aumentar en grado.
Es necesario, estar dispuesto a pagar un precio de
renuncia al yo, de renuncia a nuestras propias motivaciones.
Jesús dijo:
“Busca primeramente el reino de Dios y su justicia”
(Mateo 6:33).
Si uno aprende a renunciar a sí mismo y el reino de Dios
se transforma en nuestra prioridad, Dios nos va a dar la
unción. Y, junto con ello, nuestros propios anhelos, nos serán
añadidos.
En el caso de Eliseo, la exigencia que le hizo Elías, para
abrir la puerta a la sucesión profética fue:
“Si me vieres cuando sea quitado de sobre ti, te será
hecho, más si no, no” (2:10).

¿Qué le quiso decir, con estas palabras? La señal por la


que Eliseo sabría que su petición había sido concedida, era
“si Eliseo tenía el valor de presenciar el arrebatamiento de
Elías, y la comprensión espiritual para apreciar el significado
de la partida del profeta mayor, sería él entonces su
sucesor”.74 En otras palabras, debía estar muy atento a los
acontecimientos que sucederían. No debía estar distraído,

74
Charles F. Pfeiffer, Comentario Bíblico Moody, “Antiguo Testamento”
(G. Rapid, Ed. Portavoz, 1993), Pág.342
279
Dones y Ministerios

sino permanecer constantemente al lado del profeta. Porque,


en un momento, no sabía cuándo, ni dónde, algo sobrenatural
iba a ocurrir. Y ocurrió.
Para Eliseo, el cambio de escenario fue de gran impacto.
La Biblia dice:

“Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un


carro de fuego, con caballos de fuego apartó a los
dos; y Elías subió al cielo en un torbellino” (2:11).

Eliseo pudo ver esa visión Ambos fueron separados


dramáticamente. En ese momento entendió que era necesaria
la separación, el distanciamiento de ambos, para que existiera
sucesión profética. Para él fue como si su maestro hubiera
muerto. Tuvo la sensación de sentirse solo y abandonado.
Similar a cuando una persona asume un nuevo cargo o una
nueva responsabilidad para la cual no se siente preparado,
hasta que después de un tiempo se acostumbra a sus nuevas
funciones.

III. La transferencia de la
unción
La unción del Espíritu es transferible cuando existe una
actitud de fe. Y cuando esta se transfiere suceden varias cosas
destacables:

1.- La unción es un poder que afecta desde


el mundo espiritual.
La Biblia dice que Eliseo, al verlo partir, clamaba a gran
voz: “¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a
caballo! (2:12).

280
Dones y Ministerios

Esta expresión es algo extraña para nosotros. La misma


exclamación la empleó posteriormente el rey Joáz, en el
lecho de muerte del propio Eliseo (ver 2ªReyes 13:14). ¿Qué
quisieron decir Eliseo y el rey Joáz al usar esta expresión tan
particular? El comentarista Charles F. Pfeiffer dice:
El carro era el arma más formidable conocido
entonces, símbolo del poder supremo de Dios. Eliseo
estaba hablando de Elías como el instrumento
profético mediante el cual el poder de Dios estaba
operando en favor de la verdad en Israel. Porque la
defensa de Israel recaía solamente en Dios, y su
idolatría era el rechazo de esta defensa. Este poder
divino podía ayudar al pueblo a mantener el pacto.75

Es decir, lo que estos dos profetas representaban era más


poderoso que el ejército de Israel, con todo su armamento. La
autoridad de que estaban investidos esos hombres
desaparecía en esos momentos.
Veamos un ejemplo de la autoridad espiritual que Elías
representaba. En 2ª Reyes capítulo 1, leemos el caso cuando
Elías anunció la muerte del rey Ocozías. El orgulloso
monarca envió a un destacamento de soldados para arrestar al
profeta de Dios. En esos momentos, Elías se encontraba solo,
sentado en la cima del monte. Un capitán con cincuenta
soldados, llegó hasta él con un mensaje arrogante de parte del
rey que le decía: “Varón de Dios, el rey ha dicho que
desciendas” (1:9). Y Elías, sin tener ninguna arma consigo le
respondió: “Si soy varón de Dios, descienda fuego del cielo,
y te consuma con tus cincuenta”. Y la Biblia dice: “Y

75
Charles F. Pfeiffer, Comentario Bíblico Moody, “Antiguo Testamento”
(G. Rapid, Ed. Portavoz, 1993), Pág.342

281
Dones y Ministerios

descendió fuego del cielo, que lo consumió a él y a sus


cincuenta”. ¡Esto fue una verdadera tragedia!
Murieron calcinados cincuenta y una personas por la
palabra del profeta. Luego, el rey volvió a enviar a otro
capitán con un grupo similar, para proceder a arrestar a Elías.
El capitán le volvió a dar al profeta nuevamente la orden que
descendiera. Y otra vez la misma respuesta y la misma
palabra de juicio: “Si soy hombre de Dios, entonces que
descienda fuego del cielo, te consuma a ti y a tus cincuenta”.
Con esta nueva palabra, ya iban más de cien muertos en un
mismo día.
Posteriormente llegó un tercer grupo de soldados. Pero
esta vez, el capitán a cargo, se daba cuenta que Elías tenía un
poder mayor que todos ellos juntos. El capitán no utilizó un
lenguaje insultante. Por el contrario, en actitud humilde rogó
por su vida: “... sea de valor delante de tus ojos mi vida, y la
vida de estos tus cincuenta siervos”(v.13). En otras palabras,
el capitán del ejército le decía: “Tan solo soy siervo del rey,
cumpliendo con mi deber; así que, por favor venga conmigo
ante el rey”.
Estas circunstancias probaron que Elías no estaba tan
indefenso como aparentemente parecía. Tras el profeta de
Dios había un enorme respaldo espiritual incuestionable. Este
tipo de respaldo estaba solicitando Eliseo para sí. ¡Eso es
autoridad espiritual!
Aún queda en mi memoria la visita de un hombre de
Dios a nuestro país, para un evento en el principal Coliseo
Nacional. El estadio estaba lleno. Y en un momento del
sermón, inspirado por el Señor, señaló con su dedo a un
grupo de pastores que estaban ubicados en la plataforma y
declaró solemnemente: “¡Sobre los hombros de estos
hombres depende el destino de esta nación!”. En ese
momento no comprendí, exactamente el alcance de sus
palabras. Pero, a la verdad me causó mucha impresión,

282
Dones y Ministerios

porque sabía que era una declaración importante. Con el


tiempo comprendí el significado. No eran las personas, sino
la autoridad espiritual que estaba depositada sobre ellos, lo
que hace que las cosas sucedan en la esfera espiritual, para
que se hagan efectivas en el mundo natural. ¡Eso es autoridad
espiritual!
La autoridad espiritual, no sólo debe estar en los
ministros del Señor, sino en todo el cuerpo de Cristo. Cuando
el creyente es portador de la autoridad espiritual, este poder
va a transformar su entorno.

2.- La unción de Dios implica comprensión


de la verdad bíblica y de la realidad
espiritual.
Como miembros del Cuerpo de Cristo, hemos sido
llamados para afectar favorablemente nuestra sociedad.
Porque la luz siempre resplandece y aleja las tinieblas
espirituales. La luz de Cristo en los creyentes, será un polo de
atracción. La unción del Espíritu irradia algo sobrenatural,
que no es humano y que procede de arriba.
La partida del profeta Elías fue especialmente dolorosa
para Eliseo. Una vez que se dio cuenta de lo ocurrido, “tomó
sus vestidos y los rompió en dos partes” (2:12). Esa era la
forma hebrea para expresar el dolor o luto en tiempos
bíblicos. Así demostró su sincero dolor ante la partida de
Elías. Aunque nada podía hacer, entiende que era necesaria la
separación de ambos para el traspaso de la autoridad.

3.- La autoridad espiritual no se impone; se


reconoce.
Cuando la unción del Espíritu es traspasada, esta es
notoria en la vida del creyente. En el caso de Eliseo, una vez
que terminó de llorar, limpió sus lágrimas, y vio que junto a

283
Dones y Ministerios

él estaba tirado el manto de Elías. Lo tomó y se volvió con él


a la orilla del Jordán y preguntó: ¿Dónde está Jehová, el Dios
de Elías? (2:14). El manto sería una confirmación adicional
de la transmisión de la unción. Con él golpeó las aguas y
estas se abrieron, y Eliseo cruzó como lo hizo junto a Elías. Y
la Biblia dice:

“viéndole los hijos de los profetas que estaban en


Jericó al otro lado, dijeron: El espíritu de Elías
reposó sobre Eliseo. Y vinieron a recibirle, y se
postraron delante de él” (2:15).

Esto nos demuestra que la autoridad espiritual no se


impone, sino que se reconoce. Eso es lo precioso que tiene la
unción: que las personas la reconocen. No se necesita cargar
un cartel sobre el pecho que diga: “¡Soy el ungido de
Jehová!”. La misma unción del Espíritu de Dios sobre la vida
de un hombre se hace notar.
En una ocasión fui invitado a predicar a una convención.
Después de predicar, ministré sobre los enfermos. Esa noche
hubo un despliegue del poder milagroso de Dios. Al final de
la ministración, dije: “Yo no entiendo porqué Dios me ha
dotado de estos dones de sanidades, yo soy principalmente un
maestro de la Palabra. Por regla general estos dones Dios los
entrega a los evangelistas, que necesitan predicar el evangelio
con las señales de poder”. Se encontraba presente en la
convención un evangelista. Al escuchar esas palabras, pensó
para sí: “¡Yo soy evangelista, y no tengo esas señales!” El
hermano se fue muy triste a su casa esa noche. Permaneció
por varias horas en oración. Después de derramar su alma en
la presencia del Señor, el Espíritu Santo le dijo: “¡Mañana te
hablaré por mi siervo!”. En la siguiente reunión, él estaba a
cargo en la coordinación del culto. Mientras adorábamos al
Señor, el Espíritu me habló y me dijo: “¡Le vas a entregar
284
Dones y Ministerios

todo lo que tienes a él!”. En ese momento no comprendí a


cabalidad la magnitud de las palabras del Espíritu. Cuando
me entregó el púlpito para predicar, le comenté brevemente:
“El Señor tiene algo para ti, pero no sé en qué momento te lo
va a dar”.
Esa noche, después de predicar, hice un llamado para
orar por los enfermos. Pasó un buen número de personas con
necesidad. En ese momento el Espíritu me dijo: “¡Llámalo,
ahora!”. Cuando le llamé, pude ver su corazón. El Señor me
mostraba todo lo que había pasado la noche anterior. Le dije:
“El Espíritu me muestra que tú has pedido al Señor algunos
dones que El me ha dado. Tú anhelas tener lo que yo tengo,
porque eres evangelista, y piensas que no estás
suficientemente dotado”. A lo cual respondía “¡Sí, Señor!”,
con vehemencia. Fue en ese momento que comprendí lo que
el Señor me había dicho: “¡Entrégale todo lo que tienes!”. El
hermano levantó sus manos y uno por uno comenzó el
traspaso de los dones que Dios me había dado. El hermano
quedó “embriagado en el Espíritu” al momento de recibir los
dones. Inmediatamente, llamé a un enfermo, y le digo al
evangelista que le ponga las manos encima. Para sorpresa de
todos, el enfermo sanó instantáneamente. Luego vino otro
enfermo, con su columna vertebral desviada; le impuso las
manos y dijo: “¡Oh, puedo ver cómo la columna se endereza.
Sí, se está enderezando!”

Durante esa reunión hubo todo tipo de milagros. Pero


para el evangelista, eso no terminó ahí. A las pocas semanas
viajó para predicar una cruzada al extranjero, y me enteré que
tuvo gran éxito orando por los enfermos. Le acompañaron
abundantes señales. Y esas manifestaciones le siguen
actualmente en su ministerio.

285
Dones y Ministerios

Conclusión:
Entonces, la autoridad espiritual es algo real que el
Espíritu del Señor quiere compartir con nosotros. Para
recibirla, debe haber una actitud de interés y de búsqueda
intensa. La unción se demanda en oración y se mantiene con
la Palabra. La palabra para nosotros sigue siendo la misma:
“¡Cosa difícil has pedido!”. Es necesario estar dispuesto a
pagar el precio que sea, si con ello podemos entregar un
servicio más efectivo en la gracia y el poder del Señor a
nuestra generación. La autoridad espiritual que traspasa la
unción se percibe espiritualmente. Es decir, aquel que tiene
la unción de Dios, se le hará manifiesta, aún sin abrir su boca.
Con estas palabras deseo animar tu espíritu a buscar la unción
del Espíritu Santo.

286
Dones y Ministerios

Capitulo Catorce

El empleo de la Unción
del Espíritu Santo
C uando un creyente o un ministro entra a conocer y a
experimentar la unción del Espíritu Santo, se le ha
entregado un arma poderosa en el mundo espiritual. Como
arma de Dios, también implica una responsabilidad
delegada para hacer un uso correcto, de acuerdo a la
voluntad de Dios. En este capítulo desarrollaremos el tema:
“El empleo de la unción del Espíritu Santo”.
¿Para qué sirve la unción del Espíritu? ¿Cómo se debe
emplear la autoridad espiritual? La autoridad de Cristo opera
en dos direcciones: para bendición de otros y para juicio y
castigo del mal.
Dios unge a sus siervos para que a través de ellos fluya
una palabra de autoridad y poder que cambie las
circunstancias externas. Esta experiencia se observa en la
vida de Eliseo, una vez que le fue transferida la unción como
heredero espiritual de Elías (2ª Reyes 2:16-25). Los hechos
que sucedieron, posteriormente a la transmisión de la unción
de Dios, en el capítulo anterior, nos ayudarán a entender las
direcciones en que opera la unción del Espíritu.

287
Dones y Ministerios

I. La unción trae una nueva


realidad espiritual
La unción cambia las circunstancias absolutamente.
Entran a operar nuevas realidades que son reconocidas por
sus efectos en el plano natural. Pero, la clave está en recibir el
toque de Dios, para luego hacerlo manifiesto en nuestro
entorno. Esta nueva realidad queda ilustrada en el caso de la
unción de David por Samuel. A todas luces, Samuel ungió a
David en lugar de Saúl para que sea rey sobre Israel. De
hecho, después de ser ungido por el profeta, la Biblia declara
que: “Entonces el Espíritu del Señor vino con poder sobre
David, y desde ese día estuvo con él” (1Sam.16:13 NVI).
¿Comenzó a reinar David inmediatamente una vez que
fue ungido? De acuerdo al relato posterior, observamos que
esto no fue así. Aunque fue ungido para ser rey en lugar de
Saúl, las circunstancias no se dieron en el corto plazo. Saúl
siguió siendo el rey por muchos años más.
¿Cuáles fueron los efectos progresivos que trajo la
unción sobre David? Y ¿qué aplicación tiene para nosotros en
el día de hoy? Consideremos estos efectos progresivos, en la
vida de David, como resultado de la unción del Espíritu.
1.- La unción trajo un efecto liberador. David, después
de ser ungido, vino a ser tocador de arpa al servicio del rey
Saúl, para calmar las locuras que un espíritu maligno
causaba en contra del rey (1Sam.16:19-23). Pero, la
música que interpretaba David, ungida por el Espíritu de
Dios, traía alivio espiritual sobre Saúl. Esa liberación
espiritual que producía, era el resultado directo de la unción
que había recibido David.
2.- La unción trajo victoria sobre la nación. Bajo esta
misma unción, fue capaz de enfrentar y derrotar a Goliat. El

288
Dones y Ministerios

resultado, fue una gran victoria sobre el ejército filisteo, los


perpetuos enemigos de Israel.
3.- La unción también le trajo honores y ascensos. La
hazaña con Goliat, le ligó a la familia del rey Saúl y éste lo
puso como jefe militar del ejército. Esto fue el resultado
directo del respaldo divino de la unción de Dios sobre David.
4.- La unción le trajo para él un costo de envidia,
rechazo y persecución. La influencia alcanzada a causa de la
unción provocó una reacción recelosa de parte de Saúl.
Aunque el pueblo nada sabía de la unción de David, muy
pronto reconoció que el Espíritu de Jehová reposaba sobre él.
Llegó el día en que a David le concedieron mayores honores
que a Saúl. El rítmico compás de los tamboriles y el cántico
de las mujeres que decían: “Saúl hirió a sus miles, y David a
sus diez miles”, deben haber resonado en los oídos de Saúl
como un susurro que le decía: “Jehová te ha rechazado”
(1Sam.18:6-8). Unos celos amargos y violentos tomaron
posesión de su alma. Varias veces intentó quitarle
violentamente la vida a David, pero este siempre escapaba.
Debido al rechazo, David debió escapar por su vida y
vivir como fugitivo. Este período de tiempo como proscrito
duró entre cinco a ocho años. Ese tiempo fue una verdadera
escuela de padecimientos. En esta época compuso muchos de
sus salmos que celebran su escape de las manos de los
enemigos. No hay duda que la misma unción le hizo
desarrollar su confianza en Dios.
5.- La unción actuó también para producir una vida con
propósito y liderazgo en gente con problemas. ¿Qué ocurrió
con la unción es esta área? David llegó hasta la cueva de
Adulam, cerca de la frontera filistea. Sus parientes, al saber
donde estaba, se refugiaron con él para escapar de la ira del
rey. También se encontró al frente de 400 hombres que
fueron a él y lo tomaron como su líder. Este grupo pronto

289
Dones y Ministerios

aumentó a 600. La Biblia los describe como “endeudados,


desterrados y afligidos”. Muchos de ellos eran personas sin
carácter, sin reputación y sin esperanza (22:1-2). Mediante la
unción, David pasó por alto su bajeza, los guió, los contuvo
cuando era necesario; y los elevó a una relación
extraordinaria con él y con Dios. Mediante la relación con
David y bajo la unción del Espíritu, estos hombres afligidos
se hicieron prudentes; los descontentos se convirtieron en
personas adaptadas, leales y valientes. De esta compañía
surgieron muchos de los hombres destacados del reinado de
David. De este grupo salieron los denominados “valientes de
David”.
6.- La unción le llevó a ser reconocido como Rey de
Judá, y posteriormente sobre todo Israel. Tras la muerte de
Saúl, a David se le allanó el camino para ser entronizado
como rey sobre Judá. Siete años después, vino a él una
delegación oficial que representaba a todo Israel para pedirle
que reinara sobre la nación entera. Ellos reconocían que
David era un verdadero hebreo entre los hebreos, que había
demostrado su capacidad militar, y que Dios mismo lo había
ungido para ser rey (2Samuel 5:1-5).
Samuel había ungido a David muchos años antes. Ahora
el pueblo lo ungió por segunda vez, confirmando lo que Dios
había hecho ya. Se celebró la coronación del rey con una gran
fiesta (1Crónicas 12:38-40).
La misma unción le ayudó durante su gobierno para
conquistar territorios, de otras naciones, llegando a construir
un imperio que pasó de 10.000 a 100.000 kilómetros
cuadrados, durante su reinado.
Una de las claves en el secreto de su éxito militar y de su
reino, fue su consagración como adorador y salmista. El
mismo compuso la mitad del salterio que se cantaba en Israel.
Construyó para Dios un tabernáculo, donde dispuso que se le

290
Dones y Ministerios

ofreciera continuamente sacrificios de alabanzas a Jehová,


por turnos, durante las 24 horas del día.
Terminó sus días con éxito. El autor sagrado dice de él
que: “murió en buena vejez, lleno de días, de riquezas y de
gloria; y reinó en su lugar Salomón su hijo” (1Cron.29:28).
El rey David nos entrega un ejemplo para las siguientes
generaciones de lo que significa vivir y actuar bajo la unción
del Espíritu Santo. Esto lo ejemplifica el profeta Isaías, quien
profetizó 300 años después de David. El dice lo siguiente:

Inclinad vuestro oído, y venid a mí; OÍD, y vivirá


vuestra alma y haré con vosotros pacto eterno, las
misericordias firmes a David. He aquí que yo lo di
por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las
naciones. He aquí, llamarás a gente que no conociste,
y gentes que no te conocieron correrán a ti, a causa de
Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha
honrado” (Isaías 55:3-5).

De este pasaje desprendemos cuatro cosas que ocurren


cuando escuchamos la voz de Dios:
Dios nos imparte vida espiritual: “vivirá vuestra alma”
Dios se involucra con nosotros en una relación de “pacto
eterno”
Dios derrama sobre nosotros un manto de misericordia.
Dios nos honra y eso nos permite afectar la vida de
muchos otros: “Llamarás a gente… y gentes que no te
conocieron correrán a ti, a causa… del Santo de Israel
que te ha honrado”.

El rey David recibió todo lo anterior: Vida espiritual, un


pacto eterno, experimentó la misericordia y fue honrado por
Dios delante de las otras naciones. Pero, de él, también se
dicen tres cosas; que es un testigo a los pueblos, es un jefe y
291
Dones y Ministerios

un maestro a las naciones. Esto significa que David es un


modelo en estas tres áreas:
David como testigo: Es un modelo a IMITAR. Es alguien
que tiene un testimonio de vida.
David como Jefe: Es un líder a quién debemos SEGUIR.
David como maestro: Es alguien de quien debemos
APRENDER.
Para ir cerrando la idea del cambio de la nueva realidad
que trae la unción, preguntémonos: ¿Es posible alcanzar tales
logros sin la unción? La respuesta es muy obvia. ¡NO! Por
eso, debemos buscar la unción del Espíritu para afectar con
eficacia nuestro entorno, e implantar las virtudes del Reino de
Dios.
Pero, volvamos a Eliseo, después que recibió la herencia
espiritual legada por el profeta Elías. En la esfera espiritual se
produjo un gran cambio. Pero, al igual que David, también
debió consolidarse en la esfera natural. Los hijos de los
profetas le dijeron a Eliseo:

“He aquí hay con tus siervos cincuenta varones


fuertes; vayan ahora y busquen a tu señor; quizá lo ha
levantado el Espíritu de Jehová, y lo ha echado en
algún monte o en algún valle. Y él les dijo: No enviéis.
Más ellos le importunaron, hasta que avergonzándose
dijo: Enviad. Entonces ellos enviaron cincuenta
hombres, los cuales lo buscaron tres días, más no lo
hallaron. Y cuando volvieron a Eliseo, que se había
quedado en Jericó, él les dijo: ¿No os dije yo que no
fueseis?”(2:16-18).

Los hijos de los profetas no querían aceptar, en primera


instancia, que la partida de Elías era permanente. Su
insistencia en enviar a un grupo de búsqueda consiguió una
autorización de mala gana. Cuando su búsqueda probó ser
292
Dones y Ministerios

infructuosa, tuvieron que aceptar el hecho de que Eliseo era


ahora el nuevo líder del movimiento en Las Escuelas
Proféticas.

II. La Unción es para Beneficio de


los Hombres.
Cuando las fuerzas y las capacidades humanas son
limitadas, la unción divina es la respuesta frente a las
necesidades de los hombres. Una vez que los hijos de los
profetas reconocieron la nueva autoridad de que estaba
investido Eliseo, los hombres de la ciudad le plantearon un
problema al profeta:

“He aquí, el lugar en donde está colocada esta


ciudad es bueno, como mi señor ve; más las aguas son
malas, y la tierra es estéril” (2ª Reyes 2:19).
¿Qué tipo de problema tenían? Un problema geológico.
No se producían alimentos El lugar era bonito y con un buen
clima, pero las capacidades productivas no eran buenas.
Había malas aguas y esterilidad de la tierra. La placentera
situación de Jericó estaba dañada por el hecho de que el agua
era mala. Esta expresión también se puede traducir: “...
pero el agua es mala... provocando abortos”. Ellos
consideraban que las aguas que bebían eran responsables
de la causa de los abortos.
¿Qué tenía que ver Eliseo con este problema? Para
nosotros, la respuesta vendría por el trabajo de un ingeniero
agrónomo para la solución del problema. Sin embargo, Eliseo
pudo ofrecer una solución por medio de la unción que había
recibido como herencia del Espíritu Santo. La Biblia dice:
“Entonces él dijo; traedme una vasija nueva y poned
en ella sal. Y se la trajeron. Y saliendo él a los
293
Dones y Ministerios

manantiales de las aguas, echó dentro la sal, y dijo:


Así ha dicho Jehová: Yo sané estas aguas, y no habrá
más en ellas muerte ni enfermedad. Y fueron sanas las
aguas hasta hoy, conforme a la palabra que habló
Eliseo” (2ª Reyes 2:20-22).
¿Acaso Eliseo conocía algún “secreto de naturaleza”
de que la sal poseía alguna propiedad capaz de alterar la
constitución de las aguas? Es evidente que el autor bíblico no
pretende demostrar eso. La sal no tenía ninguna propiedad
química capaz de modificar las aguas. En este caso, fue usada
como un símbolo del poder purificador y preservador de
Dios. No fue la sal en sí misma la que produjo el cambio,
sino la unción que había recibido Eliseo. En este acto, el
profeta empleó la autoridad espiritual para cambiar las
circunstancias negativas y con eso cambió el futuro para esa
ciudad. El poder milagroso de Dios intervino en las
circunstancias humanas, y revirtió para bien en la vida de los
hombres de la ciudad de Jericó.
Eliseo es uno de los personajes más atractivos de la
Biblia. Es alguien con quien resulta fácil identificarse. Una
de las cosas que más llama la atención de Eliseo es el hecho
que donde quiera que este hombre estaba había cambios
significativos a su alrededor en la vida de otros.
Consideremos algunos ejemplos de los milagros de
Eliseo que ilustran los efectos positivos de la unción del
Espíritu sobre la vida de otros. Ya hemos considerado la
sanidad de las aguas de Jericó. Pero, su vida ungida por el
Espíritu Santo contiene gran riqueza que nos incentiva a
buscar de este glorioso poder espiritual.
Un ejemplo destacable fue el caso de la viuda de uno de
“los hijos de los profetas” a quien le fue multiplicado el
aceite. Esta historia se narra en 2 Reyes 4:1-7. La Biblia
declara que el marido de esa mujer había muerto y la había
dejado con deudas impagas. Sus acreedores habían venido

294
Dones y Ministerios

para llevarse a sus hijos como esclavos. Ya no era sólo el


dolor de la partida del esposo, sino la aflicción por las
deudas. La situación para esta mujer era muy grave. Con esta
carga, ella vino al profeta Eliseo, le planteó su problema y le
añade: “...y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová”.
Eliseo le dijo: “¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes
en casa.” (4:2). Esta mujer, lo único que tenía era un poco de
aceite. No tenía verduras, ni carne, ni otros alimentos. ¿Cómo
actúa la unción de Dios para cambiar las circunstancias? En
este caso el profeta le dijo: “Ve pues ahora y pide prestados
a tus vecinos algunos jarros, ¡todos los jarros vacíos que
puedas conseguir! Luego métete en tu casa con tus hijos,
cierra la puerta y ve llenando de aceite todos los jarros y
poniendo aparte los llenos” (2ª Reyes 4:3,4 VP).
El resultado fue sorprendente. Por un acto milagroso,
comenzaron a llenarse las vasijas, de ese poco de aceite. Y el
aceite cesó solo cuando se acabaron de llenar todas las
vasijas. Este milagro cambió las circunstancias negativas de
la mujer y de sus hijos. Cuando le cuenta al profeta Eliseo lo
sucedido, el profeta dice: “Ve, vende el aceite y paga a tus
acreedores, tú y tus hijos vivid de lo que quede” (4:7).
Con la venta del aceite pudo pagar a todos sus
acreedores, rescatar el gravamen que pesaba sobre sus hijos y
con el resto pudo vivir sin sobresaltos. No tuvo necesidad de
endeudarse en un préstamo. Fue Dios quien intervino en las
circunstancias por medio de la unción que cambió las cosas
para esta mujer. ¡Esa unción está disponible para nosotros en
la actualidad!
Otro ejemplo, tan sorprendente como el anterior, fue el
caso de la mujer sunamita (2ª Reyes 4:8-37). Una mujer
importante de Sunem entendía que Eliseo era un hombre de
Dios. Cada vez que el profeta pasaba por Sunem, ésta mujer
lo invitaba a su casa. Motivada por amor y respeto a Eliseo le
hizo construir una habitación especial para que pudiera

295
Dones y Ministerios

alojarse cada vez que anduviera por allí. Todo esto lo hizo
con una actitud desinteresada. Eliseo preguntó a su siervo
Giezi: ¿Qué haremos por ella? y Giezi respondió: “He aquí
que ella no tiene hijos, y su marido es viejo” (4:14). Bajo
estas circunstancias, en que la naturaleza les impedía tener
familia, la palabra ungida del profeta fue: “El año que viene,
por este tiempo, abrazarás un hijo...” y ocurrió tal cual le fue
anunciado: “la mujer concibió, y dio a luz un hijo al año
siguiente, en el tiempo que Eliseo le había dicho”.
La historia no termina allí. Pasando el tiempo, el niño
creció y en un momento fue afectado por fuertes dolores de
cabeza, que le provocaron la muerte. Esto fue un golpe muy
duro para esa mujer, madre de un solo hijo. En su angustia la
mujer recurrió al profeta Eliseo. De algún modo, le reclamó
el hecho de que ella no había pedido ser madre, y ahora su
único hijo estaba muerto. Cuando Eliseo llegó al lugar, se
encontró con el triste cuadro del muchacho muerto y de unos
padres muy apenados. ¿Qué haríamos nosotros? Lo más
probable es que presentaríamos nuestras condolencias. Quizá
daríamos algo de dinero para ayudar a los gastos de
sepultación. Pero, ¿Cómo operó la unción del Espíritu de
Dios? Intervino y devolvió la vida al hijo de la mujer
sunamita. ¡Qué asombrosa es la unción del Espíritu Santo!
Otro caso grave, ocurrido en tiempos de Eliseo, fue la
invasión de Siria sobre Samaria. (2ª Reyes 6:24-7:20). La
situación llegó a ser insostenible. La ciudad fue sitiada y se
produjo una hambruna muy severa. A tal punto que la propia
cabeza de Eliseo corría peligro. En medio de una situación
tan desastrosa, Eliseo les profetizó a los ancianos de la ciudad
y a un representante del rey. La profecía decía: “Mañana a
estas horas, a la entrada de Samaria se podrán comprar siete
litros de harina por una sola moneda de plata, y también por
una moneda de plata se podrán comprar quince litros de
cebada” (2ª Reyes 7:1VP).

296
Dones y Ministerios

Esto no parecía lógico. Debido a las circunstancias que


se vivían en aquellos días esta profecía parecía algo tan
irracional. Nadie lo podía creer. El propio príncipe asesor del
rey respondió a Eliseo: “Aún si el Señor abriera ventanas en
el cielo, no podría suceder lo que has dicho.” Pero Eliseo
contestó: “Pues tú lo verás con tus propios ojos, pero no
comerás de ello” (7:3). El caso fue que esto se cumplió de
una manera asombrosa. La palabra profética y ungida con la
autoridad espiritual, cambió esas circunstancias tan negativas.
Hubo alimentos en abundancia. Por lo que relata la Biblia, los
hechos acaecidos no son atribuibles a circunstancias
humanas, sino a la intervención de Dios que cambió esta
situación tan adversa. ¡Esta fue la manifestación de la unción
del Espíritu!

Estos ejemplos citados nos ilustran una gran verdad


bíblica: “¡sobre quienes reposa la unción de Dios van a
suceder milagros sorprendentes!” En mi propia familia
hemos visto el milagro de multiplicación del gas. Un cilindro
nos duraba cuatro meses, y somos cinco personas en mi
hogar. En el caso de mis padres que eran dos personas solas,
un cilindro de igual volumen les duraba un mes y hasta
menos de un mes. Eso no parece lógico, pero nos ocurrió
durante varios años. También, supimos el testimonio de una
persona que recibió una caja con unas pocas cebollas y
estuvo sacando cebollas durante un mes. La unción de Dios
interviene y nuestras circunstancias son cambiadas. ¡Eso es
lo real de la unción! No está sujeta u obligada a seguir la
lógica de las circunstancias naturales. La unción milagrosa
de Dios es el poder que actúa de una manera sobrenatural en
beneficio de las vidas humanas.

297
Dones y Ministerios

III. La unción es para juicio y


castigo del mal
Por otro lado, la unción de Dios sirve para atacar y
contrarrestar la maldad. El enfoque es defensivo y protector.
Observamos en el pasaje bíblico de 2 Reyes 2:23-25 que,
inmediatamente después de la sanidad de las aguas, Eliseo:

“subió de allí a Bet-el; y subiendo por el camino


salieron unos muchachos de la ciudad, y se burlaban
de él, diciendo: ¡Calvo, sube! ¡Calvo, sube!”

Parece que Eliseo ya estaba quedando calvo de su


cabello. Estos muchachos se burlaron de él y de la
experiencia sobrenatural de Elías al subir en un carro de
fuego. Y así como había dado una palabra de bendición sobre
las aguas de Jericó y fueron sanadas, ahora, les dio una
palabra de maldición.

“Y mirando él atrás, los vio y los maldijo en el nombre


de Jehová. Y salieron dos osos del monte, y
despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos”
(2:23-24).

Con una sola palabra de maldición se defendió del


ataque de estos muchachos burladores. Sin embargo,
debemos dejar en claro que, por regla general, la unción de
Dios no es para maldición. Pero, habrá ocasiones en que
deberemos defendernos, en el nombre del Señor, para
contrarrestar el ataque enemigo.
Veamos un ejemplo bíblico. En el Nuevo Testamento se
narra el enfrentamiento de Pablo contra un falso profeta,
llamado “Barjesús”. Pablo y Bernabé estaban predicando en

298
Dones y Ministerios

la isla de Chipre. Al llegar a Pafos, la capital política de la


isla se enfrentó con este hombre. Lucas denomina a este
enemigo de la fe como “mago y falso profeta” (Hechos 13:7-
12).
De acuerdo a las circunstancias históricas, la capital de
Chipre era famosa por el culto a Venus, la diosa del amor. Su
culto era sinónimo de inmoralidad y lujuria. Además, se
invocaban las fuerzas del ocultismo, por medio de la magia y
la superstición. El mismo gobernador de la Isla, Sergio Paulo,
tenía su propio mago dentro de sus asesores políticos. El
procónsul es denominado por Lucas como un “varón
prudente” quien deseaba escuchar el mensaje del evangelio.
El mago, por su parte, hacía intentos para impedir a
Pablo y a Bernabé que le predicaran al gobernador de la isla.
Al darse cuenta de que el gobernador, Sergio Paulo, era un
genuino buscador de la verdad, y el mago era un enemigo de
la fe, Pablo lo reprendió en términos fuertes. Hizo uso de la
autoridad espiritual contra este enemigo del evangelio. Lucas
dice que Pablo: “lleno del Espíritu Santo, fijando en él los
ojos, dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo
del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de
trastornar los caminos rectos del Señor? Ahora, pues, he
aquí la mano del señor es contra ti, y serás ciego, y no verás
el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él
oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien
le condujese de la mano”. Ese es el poder de la unción
empleado para castigar a un opositor.
Sin embargo, el efecto del evangelio siempre es positivo.
En el caso del gobernador se dice que: “el procónsul, viendo
lo que había sucedido, creyó, maravillado de la doctrina del
Señor” (Hechos 13:12)
Veamos un ejemplo actual. En el año 1952 vino desde
los Estados Unidos a Chile el evangelista Clifton Erickson.
Durante las reuniones masivas que se realizaron en varias
299
Dones y Ministerios

ciudades comenzaron a ocurrir grandes milagros. Esto causó


un gran impacto y mucha publicidad para ese tiempo. Fue así
que, entre otras cosas, trajo la reacción negativa de los
dignatarios católicos de la época. Con el propósito de
descalificar este mover del Espíritu Santo, la jerarquía
católica envió a un representante para probar la “falsedad de
los milagros”. Esta persona vino falseando una condición,
haciéndose pasar por un paralítico. Su intención era que el
evangelista hiciera una oración por él, y después declarar que
todo era un “fraude montado”. El hombre se presentó con sus
muletas, se paró delante del evangelista y éste discernió su
intención y le dijo: “¡Así como has venido, así te vas!”. Ese
hombre bajó paralítico para el resto de su vida. Este es un
ejemplo actual del empleo de la autoridad espiritual que nos
entrega la unción para decretar maldición a opositores al
evangelio.
Como creyentes de esta generación, necesitamos de la
unción para ver la intervención de Dios sobre nuestras
realidades humanas. Solo a través del poder del Espíritu
Santo veremos las circunstancias cambiadas a nuestro
alrededor y los países estarán siendo alcanzados con el
mensaje del evangelio. Así, una nube de unción de vida
cubrirá los cielos de cada nación, y con ello habrá una gran
cosecha de hombres que responderán al evangelio de la
gracia. Para que esto sea una realidad, necesitamos buscar la
unción del Espíritu Santo.
La unción opera a través del empleo de las armas
espirituales, que son poderosas en Dios para la destrucción de
fortalezas, y que sirven para derribar todo argumento y toda
altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y para
llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo
(2ªCorintios 10:4-5).
Un misionero que trabajó por años en el Ecuador, en la
fundación de iglesias, me participó de experiencias en el

300
Dones y Ministerios

empleo de armas espirituales. En Quito, la capital del


Ecuador, había sido por años el lugar de fracaso para muchos
misioneros. El ambiente espiritual era denso, y el evangelio
llegaba a ser casi impenetrable. El equipo a cargo del
misionero realizó un estudio del entorno local de la realidad
espiritual y determinaron que el problema era la presencia de
brujos y encantadores que tenían a la ciudad dominada y en
ceguera espiritual. La estrategia que siguieron fue que en
cada barrio, donde se proponían abrir iglesias, hacían oración
de intercesión, y ataban los espíritus malignos que operaban
en el área. Ellos hacían oración de guerra, oración de
intercesión por las vidas, atando el poder de los demonios en
los brujos. El efecto de la intercesión no se dejó esperar.
Curiosamente llegaban a la carpa muchos brujos a
conversar con él, y a preguntar el porqué no funcionaban
en ellos los poderes de los demonios. La lucha se ganaba en
los aires, y el resultado se dejaba ver en la salvación de
hombres y mujeres, que obedecían al evangelio de Cristo.

301
Dones y Ministerios

302
Dones y Ministerios

BIBLIOGRAFÍA COMPENDIADA

A. Comentarios bíblicos. Antiguo y Nuevo


Testamento.
Libros
Barclay, William, El Nuevo Testamento Comentado (17
volúmenes). Buenos Aires: Editorial Aurora, 1974.
Hammor, Paul A. La primera Epístola a los Corintios. Miami:
Editorial Vida, 1980.
Hovey, Alvah. Comentario Expositivo sobre el Nuevo
Testamento, (1ª Corintios a 2ªTesalonicenses) Casa
Bautista de Publicaciones, 1973.
Trenchard, Ernesto. 1 Epístola a los Corintios. Grand Rapid:
Editorial Portavoz. 1980.
Biblia Comentada, VII Volúmenes. Madrid: Ed. Biblioteca de
Autores Cristianos, (BAC), 1965.
Nuevo Comentario Bíblico.(Varios autores). Texas: Casa
Bautista de Publicaciones.
Erdman, Carlos R. El Nuevo Testamento Comentado (17
volúmenes) Philadelphia: Editorial TELL. 1976.
Harrison, Everett F., Redactor: Comentario Bíblico Moody:
”Nuevo Testamento” Grand Rapid. Editorial Portavoz,
Edición 24 de 1995.
Pfeiffer, Charles F., Redactor: Comentario Bíblico Moody:
“Antiguo Testamento”. Grand Rapid. Editorial
Portavoz, Edición 5 de 1995.
MacDonald, William Comentario al Nuevo Testamento.
Terrassa: Editorial CLIE, 1995.
Hoff, Pablo. El Pentateuco. Miami: Editorial Vida. 1978.
Hoff, Pablo. Los Libros Históricos. Miami: Editorial Vida. 1983.

303
Dones y Ministerios

“Comentario Bíblico del Continente Nuevo”, escrito por


varios autores. Miami: Editorial Unilit. 1992.
Stamp, Donald C. Notas a la “Biblia de Estudio Pentecostal”.
Deerfield: Editorial Vida. 1991.

B. Sobre los Dones Espirituales y temas


relacionados
Bennett, Denis y Rita. El Espíritu Santo y Tú. Nueva Jersey:
Editorial Logos Internacional, 1971.
Brandt, Robert L. Los Dones Espirituales. Bélgica: Editado por
Instituto Internacional por Correspondencia (IIC), 1980.
Cho, Paul Yonggi. Mi compañero El Espíritu Santo. Florida:
Editorial Vida, 1993.
Grams, M. David. Poder Divino para servir” en “Curso Bíblico
Elemental, Tomo II”. Miami: Editorial Vida, 1974.
Hagin, Kenneth E. Tocante a Los Dones Espirituales. Tulsa,
OK: RHEMA Bibles Church, 1990.
Hagin, Kenneth E. Los Dones del Ministerio. Tulsa, OK:
RHEMA Bibles Church, 1983.
Hamon, Bill. Profetas y profecía personal. La voz profética de
Dios hoy. New Kensington, PA: Whitaker House, 2001.
Hodges, Melvin. Los Ministerios y Dones Espirituales. Miami,
FL: Editorial Vida, 1974.
Horton, Stanley M. El Espíritu Santo revelado en la Biblia.
Miami, FL: Editorial Vida, 1980.
Horton, Harold. Los Dones del Espíritu. Miami, Editorial Vida,
1960.
Méndez Ferrell, Ana. Sentados en lugares celestiales. Miami,
FL., Editorial GM International, 2ª edición, 2003.
Riggs, Ralph M. El Espíritu mismo. Miami: Editorial Vida, 1956

304
Dones y Ministerios

Underwood, B.E. Los Dones Espirituales: Ministerios y


Manifestaciones. Monterrey, N.L., México: Impresos y
Tesis, S.A., 1986.
Wagner, C. Peter. Sus Dones Espirituales pueden ayudar a
crecer a su iglesia. Terrassa, Editorial CLIE, 1980.
Wagner, C. Peter. Terremoto en la Iglesia. Nashville, TN:
Editorial Betania, 2000.

C. Historia de la Iglesia

Churruca Peláez, Agustín. Historia Mínima de la Iglesia.


Santiago, Chile, s/e. 1994.
Dayton, Donald W. Raíces Teológicas del Pentecostalismo.
Buenos Aires: Editorial Nueva Creación. 1991.
Ibáñez, P. Alberto. Lenguas II, Su historia. Buenos Aires:
Editorial Lumen. 1991.
Helland, Dean M. y Alice Rasmussen, Raíces Pentecostales
de Chile. Santiago: Editado por Plan Mundial de
Asistencia Misionera en Chile. 1987.
Hoover, William C. Historia del Avivamiento Pentecostal en
Chile. Valparaíso: Ediciones Pacífico. 1948.
Hurlbut, Narro y Flower. La Historia de la Iglesia Cristiana.
Miami: Editorial Vida. 13ra. Edición. 1980.
Latourette, Kenneth Scott. Historia del cristianismo. Tomos 1
y 2. El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1959.
Lawson, James Gilchrist. Las Experiencias más profundas
de cristianos Famosos. San Antonio, Texas: Editorial:
Casa Evangélica de Publicaciones. 1911.
Nelson, Wilton y otros. Diccionario de Historia de la Iglesia.
Miami: Editorial Caribe. 1989.

305
Dones y Ministerios

Von Campenhausen, Hans. Los Padres de la Iglesia. Vol. I.


“Los Padres Griegos”. Madrid: Ediciones Cristiandad.
1974.
Walker, Williston. Historia de la Iglesia Cristiana. Kansas
City: Casa Nazarena de Publicaciones. s/f.

D. Historia secular
Grimberg, Carl. Historia Universal. (26 volúmenes). Santiago
- Chile: Editorial Ercilla, 1985.
Historia del hombre (3 volúmenes). Colección Mampato.
Nicolás Velasco y Alberto Ruiz, redactores. Santiago:
Editorial Lord Cochrane, 1974.

E. Compendios, Diccionarios y Enciclopedias Bíblicas.

Diccionario ilustrado de la Biblia. Nelson, Wilton M.


(redactor). Miami, Florida: Editorial Caribe. 1978.
Diccionario Teológico. Correa de Andrade, Claudinor. Miami:
Editorial Patmos, 2002.
Manual bíblico ilustrado. Alexander, David; Alexander, Pat
(redactores). Miami, Florida: Editorial Caribe. 1976.
Unger, Merril F. El mensaje de la Biblia, Chicago: Editorial
Moody. 1976.
Unger, Merril F. Nuevo Manual Bíblico de Unger. Grand
Rapid: Editorial Portavoz, 1987.
Vine, W. E. Diccionario Expositivo de Palabras del N.T. (4
volúmenes). Tarrassa: Editorial CLIE, 1984.
F. Versiones de la Biblia
Versión Reina-Valera. Sociedades Bíblicas Unidas, revisión
1960. Sin indicación.
Versión “Dios Habla Hoy”. Sociedades Bíblicas Unidas, Así
indicada: (DHH)
Nueva Versión Internacional, así indicada: (NVI).
Versión Nacar-Colunga. Editorial Católica, BAC, Así indicada
(NC)
306
Dones y Ministerios

OTROS LIBROS DEL Dr. EUGENIO RAMIREZ M.

Temas sobre: Guerra Espiritual y


Liberación

“CONTRA HUESTES DE MALDAD”. Manual de


Instrucción práctica para el ministerio de
liberación.
Este libro es sin duda un gran aporte a los llamados a
capacitarse en este ministerio. Detrás de la autoridad
delegada por Jesucristo, existe un poder mayor que
el de Satanás. Este estudio enseña como emplear
esa autoridad en Cristo contra las “huestes de
maldad, en las regiones celestes” (158 páginas).

“VERDADES Y MENTIRAS SOBRE LA


GUERRA ESPIRITUAL”. Una perspectiva
Bíblica, Histórica y Práctica.
La perspectiva de este libro apunta a demostrar que
las “huestes espirituales de maldad” o demonios no
son influencias ni poderes abstractos; sino que son
personalidades con voluntad, conocimiento y
sentimientos. Por tanto, solo la autoridad delegada
por Jesucristo será la única arma efectiva contra los
poderes de las tinieblas. En este libro se quiere demostrar que: “Las
actuales prácticas de la Guerra Espiritual corresponden a un genuino
movimiento del Espíritu Santo. Esto está respaldado por la Biblia y
apoyado por la historia de la iglesia. (214 páginas).

307
Dones y Ministerios

Temas sobre: El Espíritu Santo


LA UNCIÓN QUE QUIEBRA LOS YUGOS. Estudios acerca de
las Manifestaciones de la Unción.
Este libro, abarca un tema de actualidad: Las
manifestaciones espirituales, como las caídas, la
“risa santa”, la borrachera espiritual, entre otras.
Este libro aborda con seriedad el tema, desde una
perspectiva de alguien que acepta como de Dios
este movimiento. Su autor entrega una buena base
bíblica, histórica y vivencial. Contesta los argumentos
más ácidos de los críticos del movimiento y entrega
sólidos fundamentos que avalan estas experiencias
espirituales. (233 páginas).

ACADEMIA PROFÉTICA. Formando una Generación Profética.


Este libro está orientado a levantar el quehacer
profético en la iglesia local, así como el formar e
instruir maestros proféticos. Cuenta con sólido
fundamento doctrinal, como también el aspecto
práctico. Una Escuela Profética persigue tres
objetivos: (1) Brindar enseñanza acerca de lo
profético. (2) Producir convicción y confrontación de
las motivaciones personales (3) Entregar impartición
y activación profética. Este libro se enmarca dentro
de los conceptos de la actual “Reforma Apostólica”.
(272 páginas).

308
Dones y Ministerios

Comentarios Bíblicos
DE TODO LO MEJOR. Una exposición
exegética de la Epístola a los Hebreos.
Cuando pensamos en la Epístola a los Hebreos,
pensamos en una gran aventura. Y la verdad es que
resulta ser una fascinante aventura el estudio de esta
carta bíblica. El libro explica con detalles acerca del
sistema de sacrificios levíticos, para aplicarlo a la
obra de Jesucristo, como suprema y definitiva
revelación divina. Este libro es ideal para la preparación de sermones, así
como también, para la enseñanza en la iglesia local. (213 páginas)
EL EVANGELIO DE MARCOS. Un Estudio
para discipulado.
Este libro explora la fascinante vida de Jesucristo
basado en el evangelio de Marcos. Dividido en 16
lecciones. El énfasis está para la formación de
discípulos, para servir a un mundo necesitado, de
acuerdo al patrón que el mismo Hijo de Dios empleó
con sus propios discípulos. (160 páginas)

DE LA ESCLAVITUD DEL PECADO A LA


PLENITUD CRISTIANA. Un Estudio de la
Epístola a los Romanos. (Material para
discipulado)
Un curso de ocho lecciones basadas en la Epístola a
los Romanos. Sus verdades profundas ayudarán al
creyente a comprender las grandes doctrinas de la
salvación y de la vida cristiana. (157 páginas)

309
Dones y Ministerios

LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES. Un


Estudio para Discipulado.
La experiencia de la iglesia primitiva, nos ayudará a
comprender las estrategias que deben emplear las
iglesias modernas. Este estudio presenta en 16
lecciones los grandes principios del evangelismo,
con énfasis en misiones. (245 páginas).

Sermones de edificación

“PALABRAS DE VIDA” Sermones de


edificación y crecimiento espiritual.
Sermones del Antiguo Testamento. Vol. 1.
Sermones del Nuevo Testamento. Vol. 2.
Estas obras son el resultado de años de la
reflexión propia en la Palabra de Dios y de
predicación en el púlpito. Ambos volúmenes
constan de 47 sermones, cada uno que han sido
adaptados para usarlos desde cualquier púlpito y
son un verdadero manantial de “Aguas de Vida” que refrescarán el alma
de los oyentes y les edificarán en la fe. (250 páginas)

AVIVAMIENTO, DISCIPULADO,
CONSAGRACION y temas sobre LIDERAZGO
CRISTIANO.
Este libro presenta el desarrollo de siete sermones
sobre temas de avivamiento, de discipulado y de
Consagración. También incluye 15 artículos breves
sobre el tema de liderazgo, que fueron escritos y
publicados en varios periódicos cristianos. (180
páginas).

310
Dones y Ministerios

Para solicitar estos materiales, puede visitar su


librería preferida o visite nuestro sitio web:
www.eugenioramirez.com
Para solicitar conferencias o visitas a las
congregaciones, puede hacerlo a Rvdo. Eugenio
Ramírez M. Por los siguientes medios:
Fono: (56-2) 7275950
Fono celular: (56-09) 79452540
E-mail: eugenioramirez@yahoo.com
www.cfcvidanueva.com

311

También podría gustarte