Tema-5-Lirica-Narrativa-y-Drama.

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Pepelopezr04

Teoria de la Literatura

1º Grado en Filología Hispánica

Facultad de Filología
Universidad de Sevilla

Reservados todos los derechos.

No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
 Tema 5: Lírica, Narrativa y Drama

No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
1. Lírica
La lírica no representa el mundo exterior y objetivo no nace del ansia o de la necesidad de
describir lo real que se extiende ante el yo lírico. La lírica arraiga en la revelación y en la
profundización del propio yo, en la imposición del ritmo, de la tonalidad de las dimensiones,
en definitiva, en ese mismo yo, a todas las realidades. Al lírico le es imposible exiliarse de sí
mismo alejarse de su interioridad para crear seres y cosas que alcancen cierto grado de
distanciamiento con relación al sujeto individual.
El dato narrativo que puede formar parte de la estructura de un poema lírico tiene como
función única evocar una situación íntima, revelar al contenido de una subjetividad. Sirve
sólo como pretexto para la revelación del paisaje íntimo del poeta.
La poesía descriptiva sólo es líricamente válida cuando más allá del puro inventario de seres
y de cosas, cuando realiza la descripción como soporte del mundo simbólico del poema. Cada

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elemento descriptivo constituye un símbolo que desnuda un aspecto de la interioridad del
lírico.
En este aspecto fundamental de la poesía lírica está directamente relacionado con el carácter
estático natural de la poesía, como si el poeta se inmovilizara sobre una idea, una emoción,
una sensación, etc… Opuesto al carácter dinámico de la narrativa y del drama.
El carácter no narrativo ni discursivo de la poesía se acentuó sobre todo con el simbolismo
que abogó por una estética de la sugerencia. La sintaxis rigurosa se disuelve y la poesía
tiende asintóticamente hacia la música. En la lírica post-simbolista, el repudio de lo
discursivo constituye algo fundamental. El poeta se esfuerza por abolir el carácter analítico
que procede de la frase sintácticamente bien ordenada y el suprimir los eslabones que
conectan las palabras entre sí.
El concretismo exacerbó la tendencia anti-discursiva pretendiendo sustituir la sintaxis verbal
por una sintaxis virtual mediante la adopción del espacio de la página como elemento físico
de la estructura.
2. Narrativa
La narrativa se caracteriza esencialmente por representar, según Hegel, la totalidad de los
objetos, es decir, "por representar una esfera de la vida real como los aspectos, las
direcciones, los acontecimientos, los deberes, etc., que ella comporta" (Hegel).
El designio central por el que se rige la novela es la voluntad de objetivar un mundo que
posea clara independencia frente al novelista, entre los cuales además pueden establecerse
múltiples relaciones (odio, ternura, nostalgia…). El novelista tiende siempre a desligar de su
propio yo una humanidad con vida y características propias.
Es bastante frecuente, por ejemplo, que los novelistas se interesen por personajes que son
radicalmente opuesto.
Además el novelista no se interesa sólo por la psicología y las acciones de sus personajes sino
que dirige también su trabajo y su atención sobre el medio social, la localidad, la casa, las
costumbres, el vestuario, etc.
La novela se distancia del drama y de la poesía lírica al concederle lugar al tiempo real. Los
personajes objetivizados en una novela se sitúan siempre en acontecimientos en hechos que

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 se suceden o se interpretan, en una historia, etc., y de aquí surge necesariamente el carácter
dinámico de la novela.
3. Drama
Tanto la novela como el drama presentan personajes situados en un contexto determinado, en
cierto lugar y época, y se manifiestan a través de una serie de acontecimientos; sin embargo, a
pesar de esta semejanzas entre ambas formas de expresión literaria la novela y el drama
presentan caracteres que se distinguen muy profundamente.

No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
Hegel contrapone la totalidad de los objetos propia de la narrativa a la totalidad del
movimiento del drama. La narrativa representa la interacción del hombre y del medio
histórico y social que lo envuelve, asume valor relevante la representación del ambiente de
las cosas de las costumbres de los aspectos triviales de la existencia que explaya y/o retardan
la acción.

El drama procura representar también la totalidad de la vida pero a través de las acciones
humanas que se oponen, de suerte que aquella totalidad está en la colisión dramática.

En el drama todos se subordina a las exigencias de la dinámica del conflicto: las figuras
superfluas, las escenas triviales, son abolidas.

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Ya Aristóteles en la Poética diferenciaba el proceso narrativo en que se escriben los
personajes, y se cuentan los sucesos del proceso dramático en el que los personajes actúan
directamente. El drama exige la presencia física de la figura humana y aunque la trama pueda
situarse en el pasado o en el futuro la acción dramática se presenta siempre como actualidad
para el espectador. Existe una necesaria relación directa entre el drama y el público.

El teatro es arte de comunicación. La óptica teatral necesita un progreso de la acción muy

subrayado y ritmado de modo que la relación directa e inmediata con el público no sufra
perturbaciones.

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