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'"
Michel Manciaux La resiliencia: resistir y rehacerse
(comp.)
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Los padres
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ya el fin de mi carrera profesional, me dedico desde el Gobierno Au
tónomo al diseño y puesta en marcha de programas de formación
para familias adoptantes y acogedoras, planes de postadopción, co
operación internacional y temas adyacentes.
Carmen tiene también una coherente línea profesional; siempre
dedicada a la docencia e investigación, primero como maestra, tuvo
su primer destino como tal a los 18 años, y posteriormente como
docente universitaria, siempre en la Universidad de Zaragoza de
Nuestro hijo
cuya Facultad de Educación es hoy profesora. Está desde siempre
muy involucrada en el diseño y puesta en marcha de programas so
ciales, de voluntariado y cooperación internacional, especialmente
con universidades e instituciones latinoamericanas. Su línea de in Toni había nacido en el seno de una familia marcada por el conflic
vestigación y trabajo se ha centrado fundamentalmente en la Peda to. Su madre nunca pudo atenderle ni hacerse cargo de él. Ni siquie
gogía Social y ha sido impulsora de múltiples proyectos docentes en ra era capaz de atenderse a sí misma ... Jamás llegó a saber quién era
esa línea. su padre y solo tiene recuerdos imprecisos de los sucesivos compa
Pero ante todo somos una familia que ha tenido la inesperada e ñeros que entraban y salían en la vida de su madre.
inmensa fortuna de vivir una experiencia de desarrollo y construc Creció entre malos tratos, de mano en mano, sin referencias esta
ción familiares dentro de la adopción, que dejó de ser un tema pro bles y sin permanecer en un mismo domicilio más allá de unas sema
fesional en nuestros «curricula», para convertirse en nuestra propia nas. Recibió palizas y agresiones de todo tipo. Vagaba por la calle
vida. Esta parte y no la anterior, es la que justifica este libro, como ya con un perrillo como único compañero y a los 4 años había experi
he dicho, escrito desde el corazón y la vivencia cotidiana de nuestra mentado ya la dureza de la vida, el desamor, el abandono, la enfer
paternidad. medad y varios accidentes, entre ellos un grave atropello cuando an
Ha supuesto para mí un auténtico placer el sentirme liberado de daba solo y perdido en medio del tráfico con una vieja bicicleta.
tener que elaborar un manual o un escrito científico para aventurar Nadie se hizo cargo de él, nadie le regaló una palabra amable,
me por las vivencias y experiencias ancladas en zonas pocas veces nadie fue capaz de comprender su soledad y su miedo que se com
antes exploradas en mi vida profesional y que resultan increíble
pensaban con un cQ!!}.Eºx!ª_m!o~to ar.[Qgante y agresivo como único
mente ricas y también profundas. Después de escribir tantas cosas mecanismo de defensa. Eso le creaba todavía más problemas en sus
«serias» he llegado a la conclusión que la historia de Toni es lo más relaciones con las personas que lo cuidaban, con otros niños, con los
serio que he hecho en mi vida, a pesar de que ha sido elaborada sin adultos de su entorno y por supuesto en el ámbito escolar donde era
tener la mesa llena de documentos, referencias bibliográficas, citas, considerado «un niño imposible». Su expediente académico refleja
fichas, Google y buscadores ni nada por el estilo, como siempre era ba múltiples cambios de colegio en poco tiempo y era otra muestra
habitual... Un portátil, unas breves notas, escritas a vuelapluma du
más de su trágica infancia que nadie fue cap~z de. abordar a esar de r
rante los últimos años, mis recuerdos y yo ... en cualquier momento
y lugar. ¡Parece increíble la riqueza de datos que contiene el «archi
su abundante sintomatología... J /\
f.;.> f.l{{.(f.lJ',o\{ ~ :;o,((\.. O¡', \ •
Por no tener algo propio no tenía ni datos personales. Estaba re
,vo interno» de cada ser humano!...
gistrado fuera de plazo en el Registro Civil, es decir, nadie se ocupó
de fijar por escrito su nacimiento y su identi~ad hasta que se encar
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gó de ello alguna instancia oficial dentro de la rutina administrati
va. Pero los datos que allí se reflejan son imprecisos y poco consis
tentes para servirle como constatación de su identidad. Todavía hoy
no hemos logrado encontrar su partida de bautismo (había algún
indicio de que había sido bautizado) ni ning~_otr9 ~O~~!!!~!lto que
rud~!.ª,,ªport'!mº~_ªlg:unªP!sta :.~~~e su _~iogra#a.:_
No había informes médicos, ni constancia de atención sanitaria, El inicio de nuestra convivencia
ni certificados de vacunaciones... No tenemos historia fotográfica de
su primera infancia. Nada de nada. ~"yida rota, indocumentaº-ª.,
-----_
sin consistencia, sin cariño,
..-
sin afectos, sin datos, sin
..,---- .. !dentidad de.fi
nida, sin un origen claro, sin una referencia mínimamente coherente
; d;~~ familia. Solamente ~P!ºches.a sU~~,ºrp.l2-9~t'!rnie.nÍO, a su agre Sería difícil señalar en qué momento comenzamos a ser conscien
sividad, a sus pésimos modales y a su lamentable rendimiento esco tes de las consecuencias que iban a tener las dificultades que nues
lar... ¡qué ironía! tro hijo arrastraba con él. Pero lo cierto es que Toni quiso dejar
Dentro de todo este caos había una pequeña lucecita, un recl!.er muy claro, desde el principio de nuestra vida en común, que no
~o amable queJ;l!a~9.SLsomo ~ tesor~~.ª~i~n~e -tó-;;i~_S1! viqa: una nos lo iba a poner fácil. Su relación inicial con nosotros fue muy
~ermana aJgQ_mayor.qu~_~I le Jii0l.. en algún momento, muesq~ conflictiva, podríamos llamarla de amor y odio, una dualidad que
c~riño Y- ~!~~~jón. Fue su Qnica referencia afectiva de la infancia y ~l si a nosotros nos sorprendía, a él le provocaba un sufrimiento per
~Q.I~cl!erdQ.. qu~._!!!~f!~.!,o vivo Y__f!Ítido .~ur~~!~~~_ mal~ manente. Nosotros al menos podíamos atisbar las razones de su
v~IDJillltil. Ha sido la única persona de su familia biológica a la comportamiento, pero _él no alcanzaba, a entenderse a sí mismo:
que ha querido buscar, a la que encontró con nuestra ayuda algunos por una parte deseaba querernos, complacernos y convivir en paz,
años después y con la que todavía hoy mantiene una buena rela pero por otro lado sentía la permanente necesidad de destruir la
ción. convivencia con enfrentamientos muy duros, una intransigencia
Su caso acabó siendo denunciado ante las autoridades. Fue pro que le provocaba mucha ansiedad y unas tremendas crisis de agre
tegido y tutelado por el Servicio de Protección de Menores e inter sividad que, en un principio no supimos interpretar adecuada
nado en una residencia infantil en 1985 cuando ya tenía 7 años. Des mente.
de ese momento perdió todo contacto con su familia biológica y no Aceptaba de salida las normas, aunque inmediatamente comen
ha vuelto nunca a ver a su madre. zaba a criticarlas e incumplirlas. Era inteligente y rápido en sus ra
zonamientos. No resultaba nada fácil tratar de convencerle de cual
quier cosa. Por otra parte tampoco era esa la cuestión. Él no estaba
dispuesto a aceptar sin más nuestro modo de vida y lo manifestaba
muy claramente, indicándonos que tenía unas costumbres muy
arraigadas que no iban a resultar fáciles de modificar. Naturalmente
nos estamos refiriendo a cuestiones que le suponían un esfuerzo,
porque en aquellos otros campos en los que su vida cambiaba a me
jor, sin exigencias, no se planteaba la mínima dificultad. Es más, nos
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sorprendía la rapidez con que se acomodaba a lo que dimos en lla tumbres y sus hábitos. Teníamos que ayudarle y orientarle en esos
mar «los --valores
~ .. ,"".-
~"
de la clase
.....
'~''''''-- .. media».
... ,,,, -,. ~"_.,-,,,,,,,,,,, ,-
momentos de confusión y desconcierto en los que, no lo vamos a
Por lo general Toni se mostraba abierto, comunicativo, decidido, negar, también nos encontrábamos involucrados. Pero nosotros éra
alegre y emprendedor, mientras no se produjera ninguna situación mos los adultos y él demandaba desesperadamente nuestra ayuda y
que le contrariara mínimamente. En décimas de segundo se con nuestra comprensión. No podíamos fallarle. j Demasiados rechazos
vertía en un ser egoísta, violento, agresivo y descontrolado, capaz había sufrido ya en su vida!
de cualquier cosa. Estas transformaciones nos asustaban. Era una Entendimos que había que ponerle desde el primer momento
especie de Doctor Jekill y Mister Hyde, que presentaba, sin transi unos límites claros y bien definidos. Y mantenemos firmes en ellos.
ción y sin motivación aparentes, comportamientos totalmente con Además tenía todo nuestro afecto y respondíamos sin dudarlo a sus
trarios. Podía pasar de ser encantador, razonable, divertido y cari necesidades de atención, de mimos y de ternura... Pero los límites
ñoso a convertirse en una mezcla, como decíamos nosotros, «entre eran intoca~es. Sin dramatismo, sin dudas, con absoluta firmez~
el muñeco diabólico y la niña del exorcista»: cambiaba su expre con ~entido del humor, q1!~I}-º!1ca estuvo ausente en nuestra rel~.:
sión, su mirada se llenaba de odio, comenzaba a balbucear insultos ción y con la suficiente flexi~ilida~,Eara ~'? caer en una actitud rígi
y disparates mil. Era como si perdiese la razón y se llevaba por de da ~e, a}~ lar.ga, hubiera resultado ins_g?!~nible.
lante todo lo que encontraba a su paso. Había, sencillamente, que Desde ese encuadre decidimos abordar la educación de nuestro
reducirlo con fuerza porque su descontrol en esos momentos no hijo, siendo muy conscientes de que arrastraba una mochila dema
tenía medida. siado grande y pesada para cargarla él solo. Su inestable vida ante
Esto, que con el paso de los años se fue extinguiendo lentamente, rior no le había permitido elaborar más que mecanismos de subsis
duró demasiado tiempo y pertenece a los recuerdos más duros que tencia inmediata. Carecía de toda visión de futuro, era incapaz de
tenemos de nuestra convivencia, porque era expresión palpable y pensar en nada que pudiera ocurrir más allá de los próximos cinco
cotidiana del terrible sufrimiento que nuestro hijo arrastraba con él minutos y necesitaba imperiosamente satisfacer sus deseos con in
desde sus primeros años de existencia. mediatez. Cualquier negativa o contrariedad, por pequeñas que
Pero lo tuvimos muy claro desde el primer momento: no podía fueran, eran interpretadas como un rechazo y desencadenaban,
mos cruzarnos de brazos. Algo teníamos que hacer y lo prioritario como ya hemos dicho, una desmedida reacción de violencia: ame
no podía ser otra cosa que encauzar aquel torrente desbordado que nazas, insultos, gritos, agresiones, destrucción de objetos yescánda
era nuestro hijo. En su vida anterior había carecido de toda conten lo permanente. _~!! ,Jºl~r_ªncia a la frustración era, sencillamente,
ción. Él era el director y ejecutor de su propio destino y como es na ~~ lo lllismo q~e ~~, ~ªp~~iºª~L4~ autocontrol.
tural, su voluntad trataba de imponerse ante cualquier circunstan r~!ls~b_~_g!!e los mec~ni_~~os c!e la violencia e intimidaciól)
cia. Se defendía literalmente con uñas y dientes para salirse siempre iba a"poder con n<?~gtro,~: .. Y se equivocó, como más tarde hubo de
con la suya. Pero tampoco podíamos olvidar que era un niño y ade reconocer.
más un niño herido, profundamente infeliz, desorientado, ávido de Tenía también un Qespiste monumental ~º-l?re !~ que significaba
cariño y atención, que empezaba a tener sensaciones nuevas, a ini :p~rtenecer a llI!.~J.!!~1ia~,Su deseo de t~~~~!,~,padres, largamente
ciar una vida distinta en la que se sentía muy inseguro. Los mecanis manifestado por él, ~ra l.!:P- deseo, idgªU~,ª~g9 y con pº~,a c,?nsistencia.
mos de relación las habilidades había desarrollado hasta en En su fantasía de familia ideal, aparecían los padres como unos «Re
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t~r:!~~~ p_Gl.[~ no servían nada. Tenía.~ue encontrar y~Mª..gºs?~J?-~rmanentes, como aquellas personas iban a,E!~
nuevas referencia~, nuevos c0J!l.Rº!"~mientos, debía variar sus cos ~~~r todº-f? sl:lª-_~aptishº.~, iban a estar pendIeñtes· de él en todo mo
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mento para responder inmediatamente a cualquier d~.~da por quier alimento que se ponía delante de él, comía con la boca abierta
~rbitrariaJl!!.e_~e~a fue:r:_ª: Su idea de «ser hijo», por tanto, era la de y haciendo mucho ruido, no sabía limpiarse después de utilizar el
convertirse en un «tiranuelo» que, con un simple gesto iba a poner baño, por supuesto nunca tiraba de la cadena en el WC, no se cepi
en marcha todos los mecanismos necesarios para la inmediata satis llaba jamás los dientes, no se bañaba ni se duchaba, no tenía ningún
facción de sus más insospechadas ocurrencias. Era evidente que, si hábito de orden ni organización, al quitarse la ropa la tiraba al suelo,
nosotros teníamos que aprender a ser padres de un niño con un his no acababa de distinguir conceptos básicos como hoy y mañana, ho
torial tan complicado, él iba a tener que aprender a ser hijo en un ras del día, semanas y meses.
entorno familiar en el que el trabajo, el esfuerzo, la constancia yel lloraba nunca. Era duro como_~~_Ri~9.ra. En las circunstan
establecimiento de objetivos a corto, medio y largo plazo, eran el cias en las que cualquier niño hubiera derramado unas lágrimas,
pan de cada día. La batalla estaba servida... y en ella Toni partía con Toni apretaba los dientes y ponía una cara capaz de intimidar al más
un serio hándicap que había que tener muy en cuenta, ya que su valiente. Parecía que f!º-~~ntía el dolor físico. Volvía del colegio lle
adaptación a esta nueva realidad se antojaba demasiado complica no de magulladuras y heridci;C:ontinuamente sufría pequeños acci
da para una psicología como la que él había desarrollado a lo largo dentes, se daba golpes, iba siempre lleno de moraduras y nunc~._~e
de su corta, pero intensa vida. quejaba de nada, lo cual nO~~~l!':braba Ynos aSl.!~!~l?~"ªJa _y-~~. Pa
Otro tema que ocupaba nuestra atención era su~ón escolar. recía' que SJLº-l!lQ~a) º~_Jºl~!_ancia al qolo.r estab~ muy por encima
Toni era un niño prácticamente analfabeto a sus 10 años cumplidos. ft~l ~e cualquier ser humano.
Leía con muchas dificultades pero no entendía nada. Escribía fatal, ~lorab.a nada las cosas que tenía o se le regqlaban. Las desea
con una caligrafía prácticamente ilegible y peor aún cuando tenía ba SQ!l.Y.eh.emenciª y cuando l~~ conseguía¡ la~ destr~íac la.s.escon
que expresarse por sí mismo. Su lenguaje era también muy pobre, día..Q.S.encillal!l~~!e.~e ~lvidaba de ellas. Destrozaba la ropa, el mate
incorrecto gramaticalmente, utilizando una jerga capaz de sacar los rial escolar, los objetos de uso cotidiano, los muebles y no digamos
colores a cualquiera, en cuanto abría la boca. Qué decir de las mate los objetos ornamentales de casa que en unos meses o desaparecie
rias que componían el «curriculum escolar» ... Su esc~!!za9ón es ron o se destruyeron en su mayoría. Desaparecían también de modo
!ª\JaJº!~~~des~Q.~trol~~ y_S!:L~p!lJ.P9rtamiento en ese ámbito sorprendente los alimentos del frigorífico que guardaba en los ar
era lamentable e inadaptado por compJeto. Había vj.e!tado multitud marios y cajones de su habitación y cualquier moneda o billete que
~é~~o~egios y su Iibro~~~~i~r;r~ t;~!!s'? ~u~o de un vergonz~ hubiera asequible en cualquier parte de la casa. A su vez aparecían
y venir, suponemos que dependiendo de las veleidades de vida de objetos desconocidos provenientes del colegio, de otros niños y de
su madre que, como ya hemos señalado, nunca se ocupó de él y lo cualquier lugar que visitásemos con él, cuando no de la calle. Se en
iba dejando de mano en mano, lo que también suponía, parece ser, contraba continuamente monedas, en cuanto nos descuidábamos
ir de colegio en colegio, atendiendo l~ necesidad~s de los adultos revisaba los cubos de basura propios y ajenos. Tenía una especial
q~e 12..9!!dé!bans_~~.~~.~~s verd_~deras necesida~e~Ld~_~~ percepción para detectar cosas abandonadas, tiradas en la calle o en
~~tªgQ._ cualquier lugar, cosas que siempre recogía y traía a casa. Llegamos a
Eran tales y tan profundos los déficits que aportaba, que abarcar tener un pequeño y horrible museo kítch con los objetos más vario
los todos a la vez se presumía una tarea imposible de acometer. Por pintos e insospechados que, en su momento, hubo que tirar, con la
citar algunos: no sabía dormir en una cama normal y aparecía todas absoluta resistencia de nuestro hijo.
las mañanas en suelo, no tenía hábitos de higiene, no sabía comer Tenía una sorprendente habilidad para acomod,!r las circunstan
con cubiertos, utilizaba las manos y devoraba con ansiedad cual ,cias a sus intereses, no dudando en defender las cosas más inverosÍ
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miles para prevenir cualquier problema. Al principio nos sorpren había nada que reprocharle ya que ~!Jº hª~~_4e l~_~ica}orma que
~
dió el descaro con el que mentía y defendía sus afirmaciones aunque sabía, si bien teníamos muy claro que eran conductas a modifiCar
tuviéramos la certeza y las pruebas de lo contrario... Luego descu con inmediatez.
brimos que él mi§.~o se creía sus propi~s ~~ntiras y que era su fan También llamaba la atención !~re~Q~!~~d de que hacía gala en
~~~!a desp()rq,ada la .9ue le llevaba a hacer interpretaciones de cada algunos momentos la absoluta e inocencia que mostra
situación y a at~r~rse a ellas, ba en otros. ~ra ll1}_p~rmanente contraste de actitudes contrarias,
~~~...!!).entiras eran una expresión más de su intento desesperado tan exagerado, q?e nos desconc.erta1?.?l_'".
de acomodarse a una forma de normalidad y de sentirse adaptado. ~~L~~~!.~~...!:!!~~~~·_L!!.:~~C~~o:.s:~,:a~",s. que no menciono por no aburrir al
Con ellas trataba de tapar su realidad y era su manera de no sentir lector, h-ªpJªSl!!~_atª~J!rJ-ª~, pero nopC?díamos hacerl~..~5?!l.. !gºª.ª a la
se demasiado desplazado de la nueva situación en que se encon y:g.?:.. Hubiera sido una misión imposible y probablemente infruc- .
traba. tuosa. Eran_l}ábi!9~.!!'uy arr~!gacl9s, fruto de ®ª.. d.~§-ªJ,ª-!!~i9np~r- ~
~~~conocía totalmente los códigos del respe.!o a l~s demás, a los m~neI1:te, adquiridos a lo largo de diez años de n~gVg~:n~ia-}cfAlta ~
adultos y muy especialmente a los padres, cosa lógica por otra par -.de aprendizajes de .tod() tipo. Así que hubo que el~gtr. hacerlo de. -
te, porque no los había tenido nunca. Utilizaba para relacionarse !lna .en una, máximo de dos en dos y s~empre "l!nªf?- detrás delJogro
con nosotros el sistema comunicativo que había aprendido en la ca ~_~Jas anterior_~s, planteando un programa ~Ja!go plazo, para in
lle para estar en contacto con sus «amiguetes», que eran sus perso tentar un P!Oc~SO reeducatlvo que no estoy seguro haya finalizado
nas más queridas. Consecuentemente nos trataba como «colegui todavía...
Has», intentando hacernos cómplices de sus pillerías e insinuaciones, Frente a todo este cúmulo de necesidades abiertas, aportaba un
siempre picantes y subidas de tono", No era raro al principio que a encanto personal innegable. Era un seductor nato. Ade~ásdeser
Carmen le diera palmadas en el trasero o a mí me tirase la mano al muy guapo y bien plantado, era un niño muy atractivo físicamente,
«paquete» como forma espontánea de saludo y de contacto. Cuando tenía una especial habilidª~tpar.~J~~~~el~~i0!1:es humanas. Encandi
nos cruzábamos por la calle con alguna chica que a él le llamaba la laba a cuantos lo conocían. Sabía utilizar la palabra adecuada con
atención, empezaba a darme golpes en el brazo, a mirarme movien cada persona. Era simpático, agradable, dicharachero ... un auténti
do las cejas, gesto que dominaba completamente y a decirme al co encantador de serpientes. Con su medio e incorrecto lenguaje
oído: «Mira papá que tía, ¡qué tetas tiene!», o cosas por el estilo, in sabía hacerse entender y tenía detalles con la gente que a nosotros
tentando que Carmen no se enterase, porque aquello eran «cosas de nos asombraban. Todo lo contrario que en casa, donde era hosco,
hombres», como él decía. antipático, gruñón, a menudo desagradable cuando no violento y
~día co~sciente y permanentemente nº,estra intimidac.:L ju agresivo.
gando a espiamos, haciendo comentarios, preguntas e insinua Pero eso no se lo creía nadie. El a~!ge deJ'~~ursos..Eerso!!.é!!~~ que
ciones siempre con segundas, terceras y cuartas intenciones ... No desplegaba en cualquier situación en la que había presencia de ex
admitía ningún tipo de actitud cariñosa entre nosotros y nos repro traños hacía increíble, por principio, cualquiera de nuestros relatos
chaba airadamente cualquier gesto espontáneo que tuviéramos ante de la vida cotidiana con Nadie nos creía y todos apostaban por
él en este sentido. Sus expresiones eran desaforadamente machistas, Toni... ¡Éramos los malos de la película! Eso que en aquellos mo
ordinarias y muy poco apropiadas en su manifestación y en sus for mentos llegó a preocupamos, perdió toda su fuerza, a pesar de que
mas para un niño de 10 años, aunque coherentes, suponíamos, con la situación se repetía continuamente. Tuv~!!!-~~__9.ue_!!~c~~~!1:_~pr.en-
el modo de vida que había llevado hasta ese momento. Por tanto no _ ......::-....d___e_ indif~re~ªª_l?ºEql!~_~!. n~ h~P!ér.ª!!}º_~_!!e2iad~ª._.Q_~~~~sp~-
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r~s__~_.~~~!!~~?,os ~0m.:<? pªci~~~y~_ed~.lcadores de. ~~estro .pe sie~pre d~spo_~~J~s.Y hacer ver a nuestros hijos que, pase lo que
queño y q.1..l~rido «monstruo». pase, cuando nos necesiten, ahí nos van a encontrar. Para los adop
Ha sido un recorrido muy largo, lleno de sorpresas y dificulta tados este es un mensaje vital ya que sus vidas se mueven en la in
des, pero día a día i!Jan crecie~~o la complicidad, el afecto y el cari certidumbre, la duda, la inseguridad y el eterno temor a ser abando
(, ~~'- creándose entre nosotros una vinculación que hacía más sólida nados de nuevo.
nuestra unión y nos empujaba a continuar con una tarea de cons
trucción familiar que, como hemos podido comentar años después
con nuestro hijo, no flaqueó en ningún momento. Quiero decir con
esto que nosotros no tuvimos jamás la tentación de pensar que nos
habíamos equivocado, que no íbamos a poder sacar adelante una em
presa tan complicada y, por supuesto, jamás pasó por nuestra cabe
za la idea de abandonar. Este es uno de los pilares fundamentales
que consideramos se deben tener muy claros al iniciar una convi
vencia de este tipo: pase lo que pase, suceda lo que suceda, salgan
las cosas como salgan, vamos a ir hacia delante. Aquí ni se tira la
toalla, ni se mira nunca para atrás. Es una decisión irreversible.~~
pat~rnid~4. es un cªminº~sjnJ·!~lºrnQ:.
Nuestro hijo Toni nos ha repetido muchas veces, ahora que ya es
adulto, que la clave de ~~~~~:e~!Q~_diªcil está en la resis
te~~!~~!:}os_pa~~~~y así lo expresa a cuantos le preguntan sobre las
circunstancias de su adopción, en las jornadas o reuniones sobre el
tema en las que ha participado. Insiste asimismo en que su .l!!ªyQr
temor fue siempre que, en una de sus múltiples salidas d~ .tºD-º_P:tl
di~ramos rendirnos y 4ecir aquellocie j hasta aquí hemo§ llt}gªdQ/. Él
era consciente de las dificultades que estaba creando y que alguna
de ellas, desde su punto de vista, era de tal calibre que hubiera justi
ficado un abandono. Ahora, con la perspectiva del tiempo, nos co
menta cómo él mismo se sorprendía de nuestro aguante y que eso
era lo que le animaba a seguir adelante tras sus momentos de caos y
confusión. La resistenc!ª-.~.e susp~dres significaba para él la Illayor
.ID!.!~s~a de ªmor y aceptación.
Esto nos ha hecho reflexionar mucho y nos ha ayudado a com
prender alguno de los misterios de la adopción, especialmente so
bre las formas tan peculiares que tienen nuestros hijos de entender y
recibir el cariño.
Todo esto quiere decir, en definitiva, que los padres debemos es
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~
La llegada a casa
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Pero estábamos fuertes y no teníamos miedo. Era un reto que afron anterior acogimiento y nos habíamos visto un par de veces a lo largo
tábamos con decisión y entusiasmo, si bien es cierto que luego la del proceso. Para él yo era una persona amiga, con la que ya había
realidad superó ampliamente las expectativas ... tenido relación, había compartido confidencias y conocía algo de su
Toni llegó a casa a última hora de una cálida tarde de agosto de historia. Ese fue un elemento que ayudó a que el primer encuentro
1988. Estábamos esperándolo y habíamos decidido que la trabaja se relajase un poquito y le permitiera estar más tranquilo. Al menos
dora social lo trajera a esa hora porque así podía despedirse de to llegaba a una casa donde no todos eran desconocidos. Había un
dos sus compañeros de residencia, algunos de los cuales regresaban principio de ~omplicidad que nos vino muy bien para que el aterri
esa tarde de un campamento de verano. Además al día siguiente se zaje en su nueva familia fuera suave y agradable. Habíamos conse
incorporaban los educadores sustitutos de la residencia y era im guido superar razonablemente bien la primera prueba.
portante que la despedida la hicieran los que él consideraba sus
educadores de referencia, Manolo e Isabel, que dejarían en Toni una
En reflexiones posteriores no está de más imaginar lo que supone
para un niño un momento como ese. Qué impresiones y sentimien
,
profunda huella de por vida. Todavía hoy los recuerda con cariño y tos ~ebe provocar a un ser humano, indefenso, sin mucha capaci
admiración, no habiendo llegado nunca a perder el contacto con dad para asumir y entender lo que está pasando en su vida. De re
ellos. pente, te llevan a una casa y te dicen: «A partir de hoy vas a vivir con
Nunca olvidaré la primera impresión al abrir la puerta: unos ojos estas personas y este va a ser tu hogar». Por mucho que él haya soli
grandes, negros, llenos de tristeza y miedo que asomaban detrás de citado una familia y por muchas sesiones de preparación que sesu
un en0fl!l~~l~~he marrón al que se agarraba con todas sus fuerzas. dos profesionales hayan tenido con él, debe ser un momento terrible
Era en aquel momento su seguro, su escondite y su baluarte. Era su en el que se agolpan en tu mente un montón de preguntas, sobre
forma de hacer frente a una situación tan embarazosa para todos. todo cuando tu vida hasta ese momento ha sido un ir y venir de
Era un niño muy guapo, algo bajito para la edad que tenía y muy casa en casa, de residencia en residencia, de psicólogo en psicólogo,
expresivo en sus gestos y actitudes. Nos miraba con curiosidad y ~~~ nadie te haya explicado con claridad el Eorqué de tu itine
reserva, tratando de aparentar normalidad, pero se le veía nervioso .
rancia, por qué-ñaalet~-Uev~ con hJf~-mili~;-porqi{~ ~!'.~iP~iadp
y alterado. En aquel momento se ponía en nuestras manos una vida ~~~.elf~·y-~por 9ué-~~ra'-te -yás-~ vi~ir-~~;unos desc~!l0ci~<?~ con_la
que se resumía en un niño muy asustado, agarrado desesperada pretensió~".~~.~~ se conviertan en unps nuevos padre~: '
- -
mente a un peluche de tamaño natural que le había regalado un fut Aparentemente a Toni se le habían explicado las cosas y parecía
bolista del Real Zaragoza, en una visita de Navidades a la residencia haberlas asumido en su cabeza, pero la realidad nos hizo ir descu
infantil en que vivía, una pequeña bolsa con algo de ropa y un par briendo que el proceso de adaptación al acogimiento iba a ser mu
de juguetes. Eso era todo lo que tenía y allí estaba ante nosotros. cho más largo de lo que habíamos imaginado, porque Toni era un
Pero sobre todo nos impresionó ~.?'E~~iº~,.4~ tri§..t~~_a. Parecía un niño excesivamente maltratado por las situaciones anteriores que
niño atemorizado, como si hubiera venido forzado a algo que él no había vivido. En realidad descubrimos que, aunque se le había pre
deseaba, cuando la realidad era todo lo contrario. De repente su cara parado para dar el paso, no entendía nada de nada y que el verda
cambió y pasó a una expresión de asombro, acompañada de su pri dero aprendizaje de lo que estaba sucediendo en su vida lo tenía
mera sonrisa: ¡yo a ti te conozco .. .!, dijo mirándome a la cara... Esa que hacer con nosotros, enterito, de principio a fin. Y también des
era la sorpresa que durante todo el día le habían prometido. Iba a ir cubrimos que eso es lo que debe suceder. Que un niño, solo puede
a una casa en la que esperaba algo que no se podía ni imaginar. tener una comprensión razonable de lo que le está pasando en un
Toni me conocía, naturalmente, porque yo había gestionado su ent~~D ~l q~e se encuentre ~~e~!~y' en el que, aparte de buena
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información, h~yª_~~lim~ afectivo de cariño y comp!:~~ión que le perspectiva del tiempo, nos reímos de aquello y nos asombramos de
permita tener confianza para ir expresando y preguntando. Yeso lo «pardillos» que éramos. ¡Cómo podíamos querer en cinco minutos
necesita mucho, mucho tiempo. No se puede acelerar un proceso de a alguien a quien acabábamos de conocerLo El cariño nace del cono
ese tipo. cimiento profundo, del contacto, de la interc~l!l!?J...Q
Pero no todo el peso de la dificultad había que ponerlo en el niño. y e~ cl.!~~!j.2.~_9-~~~rlli?0' No sepu:.~~~~e!~~yis~r. y 1!ay ql!~ aceptar
También nosotros necesitábamos un tiempo para acomodarnos a la los sentimientos ~q~e .u!}QJi~!1:gfº1}!9:er~<:~pi~p.~E.~._~!?:l'p:~~r a cam
nueva situación. Yo tuve conciencia real de ese hecho a la media biarlos.
hora de tener a Toni con nosotros. Una vez superado el momento de La realidad nos hizo ver que fue necesario_.que . pasara <:llgún
la llegada, hechas las presentaciones y ya solos en casa, constaté con tiempo para que empezáramos a q~~t:erle q.~ ver9.';ld, >~, sentiI'1!0s sus
horror que todas las segutidades que tenía sobre el acogimiento se padres 'y a estar totalmente involucrados en una vida que, de mo
derrumbaban como un castillo de naipes. No me hizo falta más que mento, nos era completamente ajena. Pero a él le pasó lo mismo, por
el tiempo que tardó Toni en empezar a correr por la casa, a meterse los mismos motivos. Hoy sabemos que no hay que asustarse de que
por todas las habitaciones, empezar a preguntar una y otra cosa, to eso ocurra, que es lo normal y que ~~~¿:EQ!!!~J]~ar la c:;.ºEY1Y~n.:E~~
mando posesión del espacio con una naturalidad que me aterrorizó. ~_i!:!_e~p~~!a.~.~~~~ ~~~~9-.iatª-~, d~L~JQ.?iq!}_~~J~~gos _~~E!iciales, es
De repente tuve la sensación de que había metido en mi casa a un trellitas refulgentes y música de violines de fondo... La realidad de
extraño, un desconocido, por el que no tenía ningún sentimiento ni la vida es muy diferente. To~~ ".~~~~2.!~~!~, pº~º.ª P9co, paso a paso,
apego y que invadía mi intimidad sin ningún tipo de consideración. y de repente, un día te encuentras en una nube sin saber cómo ni por
Me di cuenta también de que no le quería y que como esto no cam qué. Y es que, sencillamente, los seres humanos, funcionamos así...
biase, no iba a poder quererlo. Lo malo era que yo no tenía ni idea en Puedo asegurar que esa vivencia que acabo de relatar pertenece a
ese momento de qué es lo que tenía que cambiar y en qué dirección uno de los momentos más angustiosos y difíciles que Carmen y yo
debería hacerlo ... Con lo cual el futuro inmediato que se presentaba hemos pasado en nuestras vidas. Todavía resuena en mí de forma
era más que comprometido. nítida, pero también he de decir que es un flash, un momento, pero
Esta sensación se reforzó cuando, ya solos Carmen y yo, una vez de tal intensidad que se hace inolvidable. Y además creo que debe
que habíamos cenado y dejado al niño en su cama, constatamos que ser así. He podido constatar a lo largo de los años, en mis conversa
los sentimientos que teníamos eran semejantes, que a los dos nos ciones con familias adoptivas y acogedoras, que casi todas han pa
pasaba lo mismo y que casi, casi estábamos en situación de pánico... sado por momentos semejantes, en lo que parece ser un «noviciado»
¡Socorro!... Pero sabíamos que nadie iba a escuchar ese grito deses inevitable del acogimiento y la adopción.
perado. Y además nos hubiera dado mucha vergüenza el que al
guien lo hubiera oído en ese momento que, aparentemente debía ser
de tanta felicidad ...
_-___.. _..._a...~_s~r humano no es E.u_eda impTovisa!.:. Los
sentimientos son descamados, reales y contradicen en muchas oca
siones lo que la buena racionalidad, la lógica y lo políticamente co
rrecto exigirían de un ciudadano de bien. Carmen y yo constatamos
que, tras dos horas de convivencia con Toni, no le queríamos ni te
níamos ningún sentimiento hacia él. Yeso nos asustó. Ahora, con la
46 47
Primer día, primer susto ...
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para los próximos días, planes, por cierto, alucinantes en los que no meter en la cama. Misión imposible. Toni no sabía, no quería o no po
sotros solo contábamos como financiadores de un montón de activi día dormir en una cama normal y optaba decididamente, de modo
dades propias del hijo de «Rockefeller», se acostó y se durmió en inconsciente, por dormir cada noche en el suelo. Él mismo no sabía
cinco minutos. Los nervios y las emociones del día acabaron por explicar por qué pasaba aquello, pero el comportamiento se repetía
rendirle en cuanto apagamos la luz de su habitación. Todo lo con sistemáticamente y además no afectaba a su descanso porque dor
trario que nosotrOs. Estábamos aturdidos, asustados y expectantes mía como un lirón. De hecho cada mañana era incapaz de recordar
sobre cómo iba a afectar a nuestra vida cotidiana la presencia de las tres o cuatro veces que lo habíamos vuelto a meter en la cama a lo
aquel torbellino, de aquel pequeñajo que, en solo un par de horas, largo de la noche. Esfuerzo inútil. Aquel comportamiento no se co
ya había desplegado ante nuestros ojos un catálogo de intenciones rregía y no parecía, como creímos en un principio, ser fruto exclusi
realmente sorprendente. Nosotros, por el contrario, estábamos su vamente de la circunstancia del cambio de casa. Así que habría que
midos en un pequeño caos, preguntándonos qué pasaría mañana, tomar alguna medida para proteger su descanso y también el nues
primer día en que nuestra familia pasaba de dos a tres miembros. tro porque pasábamos las noches en vela, yendo y viniendo a su
A las diez de la mañana pensamos que ya era hora de levantar a habitación.
Tom para comenzar el nuevo día. Abrimos la puerta de la habita Optamos por aceptar el hecho consumado. Toni iba a necesitar
ción y nos llevamos la primera sorpresa yel primer susto. ¡Toni no un tiempo para acostumbrarse a dormir en la cama. Como por otra
estaba allí! La cama estaba vacía y el niño había desaparecido. Inme parte su sueño era profundo y descansaba adecuadamente, lo que
diatamente comprobamos que tampoco estaba en el baño ni en nin teníamos que hacer era reestructurar la organización del dormitorio
guna de las demás habitaciones de la casa. Constatamos que no ha para acomodarlo a las peculiares necesidades que el niño presenta
bía salido por la puerta porque estaba cerrada con llave y el pestillo ba. En este sentido nos vino bien el haber dejado la habitación sin
echado por dentro. Tampoco podía haber salido por las ventanas ya terminar de organizar, esperando que Toni diera los últimos toques
que al ser una planta baja con jardín, estaban provistas de rejas como de acuerdo a sus gustos. Pero el toque que había que dar en este
elemento de seguridad. Volvimos a mirar en su cuarto y a revisar la caso era de otra índole y muy probablemente poco ortodoxo respec
casa... nada de nada, no estaba. Comenzábamos la primera jornada to a lo que la normalidad vigente exigía, aunque teníamos que acos
con un gran susto en el cuerpo, posiblemente como antecedente de tumbrarnos pues circunstancias como esa iban a presentarse fre
lo que se nos avecinaba en un futuro próximo ... cuentemente a partir de ahora en nuestra casa y no podíamos
Después de dar vueltas y vueltas, de mirar una y otra vez por to andarnos con remilgos a la hora de buscar soluciones. Comenzaba
dos los rincones de la casa y de habemos tragado un susto impor pues una emocionante época en la que lo imprevisible, lo hetero
tante, Tom apareció debajo de la cama de su habitación, que estaba doxo y lo sorprendente iba a formar parte consustancial de nuestra
colocada contra la pared, hecho un ovillo en el rincón más inaccesi vida, hasta ahora tan organizada y tan previsible. La cosa prome
ble. Poco menos que invisible... ¡No se nos había ocurrido mirar allí! tía... y ahora desde la perspectiva del tiempo puedo decir que pro
Lo sacamos como pudimos entre los dos y se despertó sobresaltado, metió abundantemente...
desorientado y desconcertado. Había dormido prácticamente toda Una vez tomada la decisión, en dos días nos pusimos manos a la
la noche en el suelo. obra y quedó todo terminado: desapareció la cama normal. Apare
El hecho se repitió durante los siguientes días, pero ahora ya no ció una nueva cama que era un somier sobre el suelo y un colchón
pasaba toda la noche en el suelo porque nosotros, aproximadamen sobre él. El suelo fue cubierto en su totalidad con una gruesa mo
te cada hora, dábamos una vuelta por la habitación y lo volvíamos a queta de lana que resultaba acogedora y cálida si se quería dormir
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sobre ella y añadimos a todo esto un saco-pijama de dormir del que plantearse cada momento un montón de cosas y a sustitUIr la certe
el interesado no se podía escabullir fácilmente. Extendimos por el za por una actitud expectante y abierta. La adopción es una aventura
suelo varios cojines de colores y de distintos tamaños, mullidos y para aventureros. Aquellos que busquen seguridades, estrategias u
texturas. Mesa y sillón de estudio adquirieron formas redondeadas, organización y mantengan expectativas cerradas o limitadas, que se
sin esquinas para evitar golpes que pudieran tener consecuencias. abstengan. Van a entrar en un terreno que no es para ellos y van a
Con esta equipación convivió Toni hasta que poco a poco y con el sufrir y hacer sufrir mucho.
paso de los años se acostumbró a dormir en una cama normal. ¿Lo Toni nos confrontaba cada día con nuestra realidad y nos ofrecía
consiguió? Aparentemente sí, aunque hace unos días, su compañera puntos de vista que no hubiéramos podido ni sospechar. Las evi
nos confesaba que pasa las noches moviéndose como una lagartija, dencias de nuestra cultura burguesa de clase media eran puestas en
siempre al borde de la cama y a punto de caerse de ella... ¿Habrá cuestión cada vez que nuestro hijo sometía a crítica, muchas veces
aprendido realmente a dormir en una cama normal o volvería con perfectamente razonada, nuestras opiniones o costumbres. Él pro
sumo gusto a dormir en el suelo? ha reeducado o solamente lo venía de otra cultura, con otros valores que estaban perfectamente
he~.9J? .ºQIne§ikado? No estoy seguro ... intemalizados y que, con sus virtudes y defectos, eran los que le ha
Pero nos hubiéramos dado con un canto en los dientes si su pecu bían servido para sobrevivir en un mundo en el que nosotros hubié
liar forma de dormir hubiera sido el único comportamiento distinto semos durado dos días ...
que nos obligó a plantearnos y replanteamos las, hasta entonces, in y sin embargo él estaba allí, vivo, observador, receptivo como
tocables certezas y evidencias de nuestra vida. una esponja, retador y dispuesto a adaptarse a nuestra vida, pero
La llegada de Toni supuso una revolución porque nos hizo,~ vendiendo muy caros cada una de las actitudes y valores a los que
tionar el sen_~_qS>_E~__~~,~has de J!!!g~~rutinª§: Todo lo que consi hubiera de renunciar. Además también tuvimos muy claro que!1~
deramos _~viq~.llJe y que, como tal, e~.!~_ mecanizª-q,(), no ~s_g~n~l'al podíamos exigirle a él (l1.~e llevase todo el peso del cambio y la adap
mente QbjetQ_ de_r~fl~)(lº:n!"Realizamos al cabo del día cantidad de tación. Fuimos conscientes de que nosotros teníamos también mu
acciones de forma mecánica e inconsciente que no se cuestionan y chas cosas que modificar, con lo cual se iba a establecer en nuestra
son resultado de años y años de repetitivas costumbres. Toni nos casa un pro~~so c!~_~!.~nC!~aje mu~o~xkg.º-b..~~ V'lª_en el que las
obligó a realizar una minuciosa y constante revisión de nuestra rea dos partes debíamos prepararnos para entrar en una fase desconoci
lidad cotidiana, que acabó siendo una revisión en profqndidad d_~ da de inesperadas consecuencias. ¿Se puede tener en la vida una
nuestro Il,!ggO de _yiYlr.y de algunos de ios-Y~~01::~~ que hasta ese mo oportunidad más interesante que esta? Tomamos rápidamente con
tilentohabían orientado nües'tra vida. ciencia de que, frente al miedo que produce lo desconocido, se abría
La adopción va mucho más allá de educar y criar a un hijo. Las cir para nosotros la expectativa de iniciar nuevas vías de experiencia y
cunstancias que la rodean suponen un cambio radical de vida y una conocimiento que, además, íbamos a construir junto a nuestro hijo,
nueva orientación que pasa por encima de certidumbres y creen y él iba a ser parte fundamental de este nuevo futuro. Y también tu
':
cias. ~E~~_~~~~~~j~!~~~~.1.t4_ª9., la comodidad, las expectativas, yes vimos muy claro desde ese momento que se trataba de nuestra pro
,"
-~ capaz de sacar lo mejor y lo peor que hay en cada uno de nosotros. pia vida y no de algo ajeno, sobrevenido o circunstancial.
."
Por eso creo que sería un error plantearse la adopción como un fin o
un objetivo en sí misma. Una actitud así conduciría a una inevitable
frustración. La adopción es una aventura en la que la incertidum
bre, la sorpresa y lo imprevisto están a la orden del día. Obliga a re
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Psicólogo y pedagoga, ¿pareja ideal
para adoptar?
y resistir ..., la lista podría ser interminable. Todo esto depende más
de actitudes y sensibilidades personales que de teorías escritas en
libros. Naturalmente que la profesión puede ayudar en la medida
en que uno intemaliza algunos de sus contenidos, los personaliza y
los incorpora a su bagaje personal. También nos pudo ayudar algo a
la hora de elaborar estrategias o aplicar alguna técnica ... poco más
Tont consciente de la profesión de sus padres, utilizaba esta con
55
frecuencia para reprochamos talo cual acción. Ante cualquier cosa
que no era de su agrado solía decirme airado y retador: «¿Y tú eres
psicólogo? ¡Vaya psicólogo de m... !». Yo sistemáticamente siempre
le respondía: «¡No soy tu psicólogo, soy tu padre! ¡No lo olvides
nunca!». Quizás ahí se resume de manera clara y contundente la res
puesta a la pregunta que planteábamos al principio. Una cosa es ser
psicólogo o pedagogo y otra muy distinta ser padre o madre... Relaciones con el entorno: familia
Nuestras carreras y profesiones no nos libraron de ninguno de
los momentos de zozobra, duda o temor que puede tener cualquier extensa y amigos
padre o madre y, desde luego, tuvimos que agudizar mucho nuestro
ingenio para dar respuesta a las sorprendentes situaciones en que
nos colocaba nuestro hijo. Tantas y tantas noches, al quedamos so Una familia es mucho más que un padre y una madre. Una familia
los, nos planteábamos Carmen y yo cómo podíamos hacer frente a incluye hermanos, abuelos, tíos, sobrinos, parientes más o menos
talo cual comportamiento, a esta o aquella demanda y tomábamos cercanos y lejanos, incluye también un círculo amplio de relacio
decisiones con el porcentaje de duda e inseguridad sobre su oportu nes: amigos, conocidos, compañeros de trabajo, círculos del tiem
nidad, como podría hacer cualquier padre y madre. Fuimos apren po libre, relaciones formales, relaciones esporádicas de tipo profe
diendo de nuestra propia experiencia y de la interacción diaria con sional, vacacional, etc. Una familia comprende también un espacio
nuestro hijo. Aprendimos con errores y aciertos. Probablemente la geográfico, un entorno ciudadano urbano o rural. Incluye también
psicología y la pedagogía andaban jugando algún papel en el tras costumbres, expectativas, valores, conductas, aceptaciones y re
fondo de nuestra cotidianeidad y en nuestras actitudes inconscien chazos, filias y fobias, aficiones, pasado y futuro, temores, respe
tes, pero por sí solas no hicieron milagros, lo puedo asegurar. tos e irreverencias, certezas, dudas, afirmaciones y negaciones,
cauces y caminos, orientaciones, rechazos, secretos, códigos, com
promisos, fidelidades, miedos, temores, puntos de vista... ¡Casi
nada!
En ese conglomerado social recibimos a nuestros hijos adoptivos.
Les abrimos la puerta de nuestra vida y sin darnos cuenta los agita
mos desde el primer día en la coctelera de nuestra realidad y de re- '.
pente nos sorprende que se mareen...
Los estudios e investigaciones realizados sobre la adopción seña
lan que los adoptantes en general se encuentran en las clases medias
de los distintos países. Ese sector, mayoritario en la sociedad, tiene
unos valores muy definidos que son los que, en definitiva, van a
compartir con los nuevos hijos que se incorporan a las familias por
vía de la adopción. Estos valores incluyen expectativas que de modo
inconsciente, en la mayoría de los casos, se van a trasladar a los
adoptados con el legítimo convencimiento de que, dando una res
56 57
-.
puesta adf'C'uada a las mismas, se conseguirán los objetivos sociali a entender esta interpretación tan violenta y tan ofensiva para nues
/.ddore:-'t' Integradores que deseamos para nuestra familia. Este dis tras .buenas intenciones.
CUf"O tIene una lógica aplastante, es convincente y bastante fácil de Nuestra realidad cotidiana no ofrece a nuestros hijos adoptados,
comprender si estuviésemos planteando situaciones de plena nor en primera instancia, la cercanía que necesitan. Entre ellos y noso
malidad... tros hay dema~i~5!() !ll.!dQs demasiados elen::Lelltos.-que.~djstraen
Pero en el caso de la adopción, quienes se van a incorporar a La y ~os separan. Ellos v~~en de la nada, de la carencia, deJ anhelo, del
familia son, por lo general, niños muy dañados, con graves heridas caos, del descontrol y nosotros les ofrecemC?,s abundan~ia, orden,
afectivas, con múltiples síndromes producidos por el abandono y clarividencia, organizac:;ión, conocimientos, seguridad y control...
provenientes de clases sociales no solamente desfavorecidas, sino Ellos buscan desde el desconcierto y nosotros les brindamos nuestro
profundamente marginales. Esto es algo que ningún adoptante de concierto. Necesitamos tiempo para armonizar nuestras sintonías y
bería perder de vista en su horizonte cotidiano. Nuestros hijos tam hacerlas vibrar en la misma onda sin olvidar que nuestra afinación,
bién a~~stran_.~u hist~ia y s~~~~<;lón sociológic-ª.:. Por pura lógi de momento, no es música adecuada a su sensibilidad. ¿Solo ellQs
-_.-
ca, de salida, no pueden compartir nuestros valores, no los aceptan, deben cambiar de illlda1
no les gustan, probablemente los rechazan y les va a costar mucho Nuestra orquesta es muy amplia y está muy bien entrenada. Lle
impregnarse de la nueva realidad que aparece ante sus ojos. Como vamos muchos años de experiencia, tocando juntos y nos suena
no lo pueden expresar clara y racionalmente, como nosotros sabe muy bien. Es fácil que, en principio, no veamos ninguna necesidad
mos hacerlo, lo harán a través de sus comportamientos. de cambiar ni una sola nota ...
Nuestro orden, pulcritud, respeto por las normas, limpieza, pre Este símil que acabo de dibujar refleja de un modo más o menos
visión y seguridad provocan en ellos un rechazo frontal que se va a fidedigno lo que pasa con la llegada de un hijo adoptivo a nuestro
manifestar de una u otra forma. Estemos atentos. Toni nos decía en hogar. Sus impresiones y reacciones no dependen de nuestras inten
una ocasión algo parecido a: «Cuando empecé a conocer a la fami ciones que damos por hecho son siempre buenas. Tampoco depen
lia y a vuestros amigos, todos tan estupendos, tan elegantes, tan den de lo que nosotros, padres y por tanto elementos primarios de
intelectuales, tan guapos y tan pijos, por una parte me quedaba ob la relación queremos ofrecerles. Todo nuestro entorno juega un pa
nubilado y por otra me entraban ganas de salir corriendo y no pa pel importantísimo y todos los mensajes que este entorno emite lle
rar hasta llegar a Madrid ... ». Esa es la primera impresión que les gan a nuestros hijos brutal y directamente, queramos o no. La adap
causamos: algo parecido a una pandilla de exhibicionistas, pavo tación que les proponemos no es solamente una relación directa y
neándose sin recato delante de un pobrecito y exótico niño al que cerrada connp~Q!ros,"~ino que les imponeDlos un estilo de vida pri
vamos a introducir en nuestra sociedad por las buenas o por las vada y social, un conjunto armónico o no de relaciones familiares,
malas. modelos de aprendizaje, parentescos que ~!los no pueden elegir,
Nosotros, ciertamente, no queríamos transmitirle esa imagen a amigos, conocidos ..., cientos de caras nuevas que los observan e inte
nuestro hijo y siempre tratamos de aparecer sencillos, próximos, rrogan con curiosidad, que les hablan, les dicen, les ofrecen, les pro
asequibLes y abiertos a sus necesidades pero la E!!mera pe!,cepci§n
I vocan, les invitan a entrar en su mundo, ,!!liles de estím~los de todo
que é1 obtuvo fue la de unos narci~q~ pJ;:epotentes, exhi!Jie!!9-0 orgu tipo reclaman su atención... ¡una locura!
llosos su felicidad y su bienestar, ~arcando las distflnciª,s_y.J;,eñalan Sin quererlo nos convertimos en protagonistas excesivos de la
do descaradamente las fronteras entre una y otra clase. Pongámo tuación y ~~!l.!2- !l1ás ofrec~mº§' a ._n~~s~tt..o.fLhüºsJ mª!3 lQs asusta
nos en su lugar porque solo desde esa posición puede que lleguemos
1 mos. Saturamos ~n un momento sus capacidades de asimilación.
58 59
Todo esto lo hacemos sin damos cuenta, sin hacer nada extraordina para que pudiéramos saber qué necesitaba y esperaba de nosotros.
rio, sin ser conscientes de Lo que cada día se mueve a nuestro alrede También nos ayudó a regular las relaciones con el contexto familiar
dor, porque estamos acostumbrados a ello. Es nuestra vida. y social. Nos fue dando respuestas de distinto tipo con las que nos
Nuestros hijos J2rovienen de entornos marginalc::s donde, a la po indicaba cuándo nos estábamos acelerando demasiado y de qué
breza material y falta de recursos, se añade la carencia de estímulos manera le iban impactando los distintos escenarios en que se iba
sensoriales y psicológicos. No han tenido nunca nada, pero sobre realizando nuestra convivencia diaria. Porque no deberíamos olvi
todo han carecido de proximidad, afe(;w, lazos sólid~s, co!!l~ dar que todo lo que para nosotros es evidente y cotidiano, para ellos
ción, cercanía ~e ~~~;~ hUIl1;an~s, y de r~pente se le~_vigngJodo enci es extraordinario y novedoso.
ma .y se asu~~é!ll. No están entJ~aqQs. Necesitan tiempo y una Aún no se había apegado a sus nuevos padres, cuando ya empe
aproximación tranquila, reposada y paulatina a nuestro mundo. zamos a presentarle a la familia, amigos, vecinos y conocidos. Noso
N osotros como padres somos los que debemos ofrecer y dirigir este tros solo temamos que acostumbramos a una nueva persona en
aterrizaje, aclarando, explicando, disculpando y admitiendo que no nuestra vida, pero él tenía que aguantar cada día la presencia de un
todas las reacciones de nuestros hijos serán como a nosotros nos sinnúmero de nuevas caras que, por unas u otras circunstancias, te
gustaría. Necesitan tener un campo de acción que no ~,chace de pl~ nían algo que ver con nosotros y a los que nos veíamos obligados a
no todas sus costumbres, hábitos, valores y conductas. Su autoesti
~ ... ",.~-.-.- . ' ~ ""-.. "" ..... -"+ ..... _ -
dar explicaciones de su presencia en nuestra casa. Otras veces era él
~~ se s~stenta sobr.eJg élq~ptació.D__de su &iw,!ción ~al como es y ~e el que debía presentarse y no sabía muy bien cómo hacerlo: quería a
~~de de que ellos sientan que los queremos c.~~~9~~ la vez mantener su dignidad y no meter la pata ante sus nuevos pa
solamente como proyecto de fu~u!o asimiladq a.. nues,yo? .v~ dres... ¡Difícil papeleta en una situación como la suya!
circunstancias,-Aquí los padres adoptivos hemos de hacer una pro La primera dificultad para Toni fue poner nombre a cada una de
funda reflexión porque en ello va nuestra paternidad y nuestra cre las partes del grupo social ante el que se encontraba y luego dotar
dibilidad. ¿Los aceptamos a ellos aquí y ahora, confirmando su vida de significado a cada uno de los nombres que iba aprendiendo. Era
y su realidad? ¿O solamente estamos dispuestos a quererlos cuando como reconstruir una familia en la ficción e ir haciéndola realidad
se acomoden a nosotros y hayamos completado nuestra buena obra poco a poco, en la medida en que iba estableciendo y reforzando re
de misioneros de la clase media? La respuesta racional a esta pre laciones. Este es un proceso lento y nada fácil, sobre todo si se tienen
gunta es obvia, pero ellos percibirán ajustadamente nuestras verda en cuenta las analogías que se establecían en la mente de Toni con su
deras reacciones y sentimientos y se vincularán a nosotros en la me pasado. Cada peón que situaba en el tablero del nuevo ajedrez, tenía
dida que se sientan interpretados y queridos como ellos necesitan su correspondencia en el viejo juego de su vida anterior, pero carga
para sacar adelante sus vidas y sus expectativas. Su propia capaci do de afectos de uno u otro tipo, por lo que los nuevos poseedores
dad de resiliencia les indicará, cómo, cuándo y de quién pueden de los roles nacían con una carga afectiva de la que no eran respon
fiarse. sables. Comprender eso no fue fácil para todos, especialmente para
Toni nos fue orientando, casi sin que nos diésemos cuenta, sobre aquellos cuya ubicación afectiva en el corazón de Toni no se corres
la forma en que él quería incorporarse a nuestra vida. Lo hizo deli pondía con lo que le estaban ofreciendo en la actualidad, sino que
cadamente unas veces y violentamente cuando no nos enterábamos tenía relación con las vivencias anteriores del muchacho.
o no aceptábamos sus propuestas. Echando una mirada retrospecti Asimilar el significado de palabras cotidianas de denominación
va al pasado uno va descubriendo la cantidad de indicaciones que habitual de parentesco tenía siempre el peligro de su corresponden
nuestro hijo nos iba dejando y las pistas tan útiles que nos ofrecía cia anterior: «papá» era una nueva experiencia, inexistente antes;
60 61
«mamá» era la señora maltratadora que le abandonó; ~<abuelo, abue dencia, como se puede observar. Nosotros nos quedamos helados.
la» eran los que se lavaron las manos cuando fue retirado de su fa A partir de aquel día, cada vez que veía a la hija de los vecinos, se
milia y no hicieron nada por él; «tío y tía» tenían connotaciones muy sonreía pícaramente, nos guiñaba el ojo, seguía con su repertorio de
negativas, asociadas a comportamientos socialmente rechazables, gestos y nos daba codazos... ¡Eso para empezar a llevarse bien con
«primo y prima» eran aquellos afortunados que se habían librado los vecinos del piso de alIado!...
de la quema y observaban desde un lugar privilegiado, sin hacer Todas sus observaciones sobre las personas que iba conociendo
nada, cómo la vida de Toni se convertía en una pesadilla. Solamente eran del calibre de lo que acabo de mencionar, por tanto, cada vez
«hermana» tenía una acepción marcadamente positiva porque tenía que entrábamos en relación con alguien estábamos al acecho espe
relación con la única persona que a lo largo de su vida le brindó rando la ocurrencia que, con toda seguridad, le iba a pasar por la
afecto, cariño y protección. Curiosamente la única figura que no iba cabeza a nuestro hijo. Le observábamos atentamente y en cuanto la
a tener una correspondencia en su vida actual... A partir de ahí «co sonrisa picarona aparecía en su cara nos poníamos a temblar ... ¡Bo
legio» significaba lugar de tortura e incomprensión, «casa» era un chorno seguro! ¡Él no se cortaba nunca!
lugar inexistente, vaCÍo de contenido y consistencia, «padres» ¿qué Tampoco eran mejores las intervenciones que tenía cuando que
es eso?, «vida familiar» se asemeja a foro de lucha y conflictos, «con ría hacer gala ante alguien de sus conocimientos y competencias,
vivencia» significa pelea a muerte, «día» es un indeterminado tiem cosa por otra parte muy normal si tenemos en cuenta que en las reu
po de carencia, hambre y sufrimiento, «amigos» son compañeros de niones tanto de amigos como de familiares, no era difícil que mu
callejeo, robos y gamberradas, «entorno» es ámbito de delincuencia chas conversaciones derivaran hacia temas profesionales o acadé
y corrupción, «personas», posibles víctimas ... No voy a seguir. Des micos, estudios de los hijos, etc. Él estaba siempre muy atento y en
de aquí seguro que es fácil para cada uno elaborar su propio mapa cuanto tenía la menor ocasión nos ofrecía perlas como la siguiente.
de correspondencias... Pasado el primer verano y antes de iniciar el curso escolar, cuando
ya llevaba un par de meses con nosotros decidimos hacer una pe
queña fiesta con familiares y amigos Íntimos a modo de presenta
¿Qué reacciones se pueden esperar de una persona que observa la ción en sociedad de nuestro hijo. A todos ellos los había ido cono
vida desde semejante perspectiva? Es fácil imaginárselo. Si además ciendo individualmente durante ese tiempo, en el que habíamos
esta persona es un niño, espontáneo y carente de la olínima censura intentado no atosigarle con la presentación de mucha gente. Fuimos
expresiva, los resultados son espectaculares. Unas de las primeras haciéndolo poco a poco, favoreciendo fundamentalmente su vincu
personas a las que lo presentamos fue a nuestros vecinos del piso de lación con nosotros en primer lugar.
al lado con los que nos unía una buena relación. Le saludaron ama Creímos que ya era el momento oportuno de incluirlo en una
blemente y le dijeron que le presentarían a su hija Sabrina, una niña reunión familiar de las que solíamos hacer varias al año. Él estaba
de su edad, en ese momento ausente. En cuanto oyó el nombre co muy excitado y expectante por tener la ocasión de tener a toda la
menzó a reírse y a hacer gestos inadecuados, diciendo: «¡Jo, Sabrina, familia junta, siendo muy consciente de que iba a ser objeto de
la de las tetas gordas!», haciendo relación a una cantante italiana del atención principaL Todo fue muy bien y transcurrió con absoluta
mismo nombre, que en aquella época revolucionaba a los españoles normalidad. N os sentamos a comer y al final las conversaciones se
con su físico exuberante ... Nuestros vecinos no pudieron evitar es centraron en temas ante los que él se debía sentir incómodo, cuan
bozar una forzada sonrisa que mostraba educadamente su desagra do se vio en la obligación de intervenir ante todos demostrando
do ante la ocurrencia de nuestro querido hijo, carente de toda pru sus conocimientos y lo hizo lanzándome la siguiente pregunta:
62 63
«Papá, ¿tú sabes hacerle el puente a un coche?». «¡Tierra, trága des tuvieran nada de especial. En todo caso, como él percibía que
me!», me dije para mis adentros ... Se produjo un silencio expectante provocaba sonrisas, cuando no carcajadas, le servían de refuerzo
y le contesté: «Alguna idea tengo, pero nunca lo he hecho ... ». En para crecerse y conseguir que la siguiente fuese todavía más sona
tonces Toni nos explicó a todos con gran precisión y maestría cómo da...
se ejecutaba esa operación, haciendo diferenciaciones por tipos y Pero la presión del entorno era muy fuerte, o al menos él lo perci
modelos de coches, indicando cómo resolver los problemas que se bía así. Detrás de sus ocurrencias, de su deseo de llamar la atención
podían presentar, etc., etc. Yo le dije, intentando cerrar la conversa y de sus puestas en escena había un terrible miedo a no ser aceptado
ción: «Ciertamente Toni, es una información muy útil por si algún o a ser despreciado por el hecho de ser distinto. Elaboraba con preci
día perdemos La llave del coche ... ». Pero en vez de callarse me re sión cada situación, cada frase y cada actitud que observaba en los
plicó diciendo: «Sí, pero para eso hay que abrir antes la puerta y si demás y sacaba sus consecuencias, muchas veces equivocadas pe
no tenemos llave ...», y siguió explicando con todo Lujo de detalles ro de una lógica aplastante. Aprendimos en aquellos momentos a no
cómo se abre una puerta de coche, qué herramientas son necesa despreciar ninguna de sus observaciones, por muy disparatadas
rias para hacerlo, qué marcas de vehículos presentan mayores difi que nos parecieran, ya que eran expresión de sus sentimientos y sus
cultades y qué posturas y actitudes hay que tomar para que nadie temores más profundos. Era algo incontrolable por lo que iba a te
se dé cuenta de que estamos intentando reventar un coche... Una ner que pasar y a lo que se tendría que acostumbrar. En ese terreno
lección magistral, propia del mejor experto en robo de automóvi solo podíamos ayudarle reforzando su capacidad de comprensión y
Les. Nos dejó a todos atónitos y no pude evitar ver la cara de «ca su autoestima. Mucho de lo que le sucedía por influencia del entor
chondeo» que pusieron algunos de nuestros invitados junto a la no estaba casi siempre fuera de nuestro control.
cara de susto que tenían otros ... ¿Ya sabes lo que te has metido en Un día nos preguntó a bocajarro: «Yo soy la oveja negra de la fa
casa?, preguntaron después unos y otros ... Naturalmente que sa milia, ¿verdad?». Nosotros le respondimos: «¡Cómo se te ocurre de
bíamos quién era Toni, posiblemente no con la precisión que sus cir eso! ¿No has visto cómo te quieren todos y cómo te tratan? Eres
actuaciones nos iban enseñando, pero lo teníamos muy claro: era uno más». «Ya -respondió él-, pero todos tenéis títulos universita
ante todo un niño, profundamente herido" que necesitaba imperio rios, los primos están en la universidad y pronto los tendrán. Yo soy
samente el cariño y el afecto de una familia y que iba a necesitar el único de la familia que no tiene estudios ...»
mucho tiempo antes de tener comportamientos compatibles con Esto es un ejemplo claro de la presión que el entorno familiar, sin
«nuestra» normalidad. Lo que Toni hizo aquel día fue sencilla pretenderlo, ejercía sobre Toni y cómo se veía incapaz de alcanzar el
mente reivindicar su competencia ante nosotros" intentar demos nivel que él consideraba necesario para ser miembro de pleno dere
tramos que é1 también tenía conocimientos y que servía para algo. cho de esta familia. De poco sirvieron las explicaciones y ánimos
En definitiva hizo lo mismo que nosotros hicimos ante él, sin dar que te dimos en aquel momento. Estábamos ante un hecho estadísti
nos cuenta ... co incontrovertible que pesó y sigue pesando todavía hoy en su áni
Cuando luego, en privado, intentábamos hacerle ver que, a ve mo, porque la realidad confirmó que, con el tiempo, la «brecha cul
ces, no era prudente contar determinadas cosas, que podían herir o tural» se fue haciendo más grande y sus pronósticos se cumplieron
chocar a la gente y que hay ocasiones en las que es mejor callarse que inexorablemente. Hoy su relación con toda la familia es excelente,
hablar demasiado, no entendía nada de nada y nos miraba asom pero realmente el nivel de vida y los horizontes profesionales suyos
brado como diciendo ¡qué gente tan rara! Naturalmente nunca tuvo y de sus primos son radicalmente distintos.
conciencia de que las situaciones que provocaba con sus genialida Hemos de señalar que en lo fundamental, tanto nuestra familia
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como nuestros círculos próximo y extenso de relaciones recibieron y tener la sensación de disponer de un nuevo ámbito familiar, perfec
aceptaron muy bien a nuestro hijo. No hubo reticencias ni rechazos tamente estructurado, con tíos, primos, abuelos por ambas partes e
y Toni fue muy bien acogido a pesar de las dificultades evidentes incluso bisabuelos en el pueblo. Esta nueva situación le hacía muy
que sus comportamientos y actuaciones provocaban. No obstante él feliz porque por primera vez en su vida se sentía miembro de una
siempre trató de adaptarse lo más posible a las expectativas sociales familia. Le hacía mucha gracia e incluso disfrutaba haciéndonos
y como era muy abierto, comunicativo y expresivo solía caer bien, lo preguntas y tratando de establecer el parentesco con cada nueva
cual fue una ventaja para su adaptación. Hemos de reconocer que, persona a la que conocía. Quería ser primo y sobrino de todo el
con contadas excepciones, sus comportamientos conflictivos y vio mundo y cuando la cosa se complicaba un poco decía: «Bueno, yo te
lentos se provocaban en casa, con nosotros y en lugares de convi llamaré tío, ¿te parece bien?». Y ¿a quién no iba a parecerle bien una
vencia habitual como el colegio o los grupos de tiempo libre a los propuesta tan espontánea y simpática? De esta manera se sintió
que pertenecía. En otros lugares se cuidaba muy bien de que su ima familiar no solo de nuestros parientes, sino de todos los amigos y
gen externa quedase al margen de toda sospecha y solamente nues conocidos, a muchos de los cuales todavía hoy sigue considerando
tros círculos íntimos de relación fueron ocasionalmente testigos de parte de su familia...
las dificultades que presentaba Toni en los ámbitos de vida cotidia Sería una temeridad acceder a la adopción sin considerar todo
na. En las relaciones sociales esporádicas era un auténtico triunfa el peso y la influencia que van a tener en su desarrollo los sistemas
dor. sociales que nos rodean, para bien y para mal. Nuestros hijos
Poco a poco fue asimilando las características de nuestra fami adoptados se incorporan a un conjunto social muy estructurado
lia en la que tuvo un amplio círculo de referencias. Por mi parte que, caso de no ser acogedor, podría dificultar mucho incluso la
somos ocho hermanos con todas sus extensiones y repartidos por realización de nuestra propia paternidad. Es como hemos dicho,
toda la península. Por parte de Carmen tuvimos la inmensa suerte algo inevitable y que se escapa a nuestro control. No podemos va
de contar con un entorno familiar rural que ayudó a Toni por en cunar ni aislar a nuestros hijos frente a las reacciones del entorno.
cima de 10 que hubiéramos podido imaginar. Las relaciones en un Conocerlas y contar con ellas es una buena manera de promover
pueblo son mucho más cercanas y espontáneas, contando ade su adaptación y su independencia. Deben incorporarse poco a
más, con la ventaja de que por la proximidad de la convivencia, poco, fijando aprendizajes y conocimientos hasta que sean capaces
los lazos familiares son muy estrechos y se amplían hasta térmi de desarrollar afectos. Es entonces cuando su sensación de bienes
nos inimaginables para los que procedemos del ámbito urbano. A tar alcanza sus mayores límites: se sienten normales, queridos, va
mí, por ejemplo, me viene justito para conocer a algunos primos lorados y sobre todo, defendidos dentro del parapeto familiar.
hermanos y basta. N o tengo relación ni conozco a ningún primo Algo verdaderamente insólito para estos niños procedentes de
segundo, ni a parientes más o menos cercanos de mis padres. Sin ambientes poco estructurados en los que nunca se sintieron sufi
embargo por parte de Carmen, además de] núcleo familiar prima cientemente integrados, aceptados y protegidos. Aprenden tam
rio: padres, abuelos y hermano, existía y existe una magnífica bién a identificarse con un grupo, sentirse miembros de una co
proximidad con todo tipo de parientes, cercanos y lejanos. Las re lectividad y a comprender las inmensas ventajas que tiene la
laciones son cotidianas, familiares y entrañables con todos ellos. convivencia entre personas que se entienden y se quieren. Apren
Es una amplísima red muy asequible y alcanzable pero, sobre den a distinguir entre «amigos y enemigos», a establecer distintos
todo, muy acogedora. tipos de proximidad con distintas personas. Su aprendizaje se ex
Todo este entorno recibió muy bien a Toni y pronto comenzó a tiende a algo tan fundamental como dar, recibir y compartír, no
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solamente objetos materiales, sino afectos y sentimientos, apren
den a confiar, a prestar y solicitar ayuda y también, por último,
aprenden algo tan fundamental como es resistir las presiones so
ciales y a mantener su independencia dentro de un colectivo hu
mano con el que se sienten identificados.
La extrema violencia
y agresividad de Toni
Estábamos avisados ... ¡Aquel niño era una bomba de relojería! Era
muy violento y agresivo. Vale, nos damos por enterados. Pero en el
fondo nos pasó como a todos los padres adoptivos. Pensamos que,
bien, de acuerdo, el niño será así como dicen, pero seguro que con
nosotros se porta de otra manera. Seguro que el cambio de hogar,
etc., etc., actúa de manera beneficiosa para él y no va a manifestar
esa violencia en nuestra casa. Lo vamos a tratar muy bien yeso se
tendrá que notar de alguna manera. Además, ¡qué caramba! ahí es
tamos nosotros para neutralizar inmediatamente cualquier compor
tamiento inadecuado. Por otra parte tampoco parece que un chiqui
llo tan pequeñico y aparentemente majete, pueda ser tan violento
como nos han dicho. En definitiva se trata de un niño... Seguro que
han exagerado para curarse en salud.
y de esta manera la primera crisis nos pilló en la luna. Todo lo
que nos habían dicho se quedaba corto ante la demostración de po
derío que hizo Toni, supongo que para avisarnos y dejar clara cons
tancia de lo que se nos venía encima.
Unos padres nunca esperan que su hijo sea violento. Todo lo más
que piensas es que puede tener carácter irascible, pero ya se sabe
cómo son los niños ... Bueno, pues Toni superaba todo lo que la ima
ginación más desbordada pudiera imaginar. Sus ataques de ira eran
impresionantes y desencadenaban una violencia desmedida. Se
transformaba su cara, cambiaba su mirada y se daba una increíble
mutación de su actitud física y corporal. Parecía que dejaba de ser
niño y se convertía en una especie de ser distinto, que no tenía nada
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