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Santiago Hernández - Carol Mendoza

Forjando el éxito de sus tres pilares

Hace varias décadas en un pequeño corregimiento del departamento de Sucre llamado Don
Alonso nació el protagonista de esta hermosa historia, Roger Almanza Martínez, Salió de
su pueblo a los 10 años hacia Sincelejo, donde realizo toda su primaria y parte del
bachillerato en la institución educativa simón Araujo, sus padres decidieron radicarse en
Cartagena en el año 1965, sus sueños y anhelos estaban enfocados en convertirse en militar,
sus padres lo apoyaron y se fue para la escuela general Santander en Bogotá. En el
transcurrir del tiempo se le presentaron ciertos inconvenientes respecto a su peso y regreso
a la ciudad de Cartagena donde tiempo después comenzó a laborar en una empresa mixta,
en ese tiempo llamada planta colombiana de soda, recuerda con mucha nostalgia que inicio
oficialmente a trabajar ahí el 12 de junio del año 1967, fueron 27 años de servicio que
prestó a esta empresa de la cual con muchos años de esfuerzo y dedicación salió
pensionado.

Se siente muy complacido al contarnos su historia, fue buen hijo y en su época de niñez y
adolescencia recuerda que ayudaba mucho a sus papás, dice que lleva en sus genes el gusto
que tenia su padre con las corralejas y grupos de banda, como buen sucreño se disfrutaba
las fiestas de toros en Sampués y Sincelejo (Sucre), el reconoce que fue una de las épocas
mas bonitas de su infancia, aunque siente que cuando se fue a Cartagena dejo de disfrutar
de esas cosas que tanto le gustaban pero el prefería terminar sus estudios.

Fue muy unido con sus hermanos y recuerda que cuando se fue a Cartagena a terminar sus
estudios uno de sus hermanos que es licenciado en biología química lo ayudo y como su
papá no tenia para pagar su pensión él se comprometió a pagarle dos años de pensión y así
fue la forma en la que pudo finalizar sus estudios de bachillerato, lo lleva en el alma porque
sin el no hubiera sido posible terminar el bachillerato.

El señor Roger nos cuenta que tuvo el honor de conocer a la es actualmente su esposa Elena
Benito-Revollo quien actualmente es abogada, de ese lindo matrimonio nacieron 3 hijos los
cuales son profesionales, el mayor Fabian Almanza es abogado y tiene especialidades,
Erika Almanza psicóloga y especialista en recursos humanos actualmente trabaja en la
unidad de victimas y el menor Roger David Almanza medico retinólogo, para el es un
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orgullo y le da gracias a Dios por esto que sus hijos han logrado, lo considera una
bendición.

Con esfuerzo de su trabajo fue materializando sueños, se siente orgulloso de haber obtenido
con mucho sacrificio un edificio donde hoy sentado contándonos su historia de vida, por
mucho tiempo ayudo como secretario a su hijo Fabian en su oficina de abogado y eso lo
mantiene orgulloso porque siempre ha sido muy unido con su familia y hasta el día de hoy
siempre hay algo por lo cual celebrar y reunirse.

Con mucha ternura dice que tiene 6 nietos que quiere con toda el alma, fruto de las
relaciones de sus hijos y que se siente muy feliz de que todos son independientes y tienen
una familia.

Recuerda que al comenzar el proyecto de la construcción de su edificio todo fue con


sacrificio del trabajo de su esposa y de su pensión, aunque muchas veces tuvieron que hacer
prestamos en el banco, pero se logró.

Roger cuenta que la señora Elena fue parte fundamental en la construcción de sus proyectos
personales, la considera su brazo derecho, además de ser una excelente abogada fue juez de
familia, pero por problemas de salud tuvo que tomar la decisión de retirarse, ya que padecía
problemas de obesidad y artrosis, ella amaba su trabajo, es su vocación, pero los problemas
de salud no dejaron que continuara

Don Roger y su esposa Elena vivieron para ver a sus hijos convertirse en profesionales
exitosos. Si bien la vida les presentará desafíos, nunca perderán la esperanza y siempre se
apoyarán mutuamente. Su historia es un testimonio de amor, sacrificio y determinación.

En conclusión, la historia del señor Roger es un ejemplo inspirador de un padre que, a pesar
de las adversidades, nunca renunció a su sueño de brindar a sus hijos una educación y un
futuro mejor. Su dedicación y amor inquebrantable han dejado un legado que perdurará en
las generaciones venideras, recordándonos la importancia de la educación y el apoyo
familiar en la búsqueda del éxito. Roger “la unión hace la fuerza”

En un mundo lleno de desafíos y obstáculos, criar a los hijos puede ser una tarea
abrumadora, especialmente cuando se enfrenta a dificultades económicas, sociales o
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personales. Sin embargo, estos padres demuestran que el amor por sus hijos es un motor
poderoso que puede superar cualquier barrera,

La historia de los señores Roger y Elena que sacan a sus hijos adelante con un esfuerzo
inquebrantable es un testimonio de amor incondicional y sacrificio. Estos padres
representan un ejemplo admirable de determinación, resiliencia y dedicación, y su historia
merece ser reflexionada y valorada. En un mundo lleno de desafíos y obstáculos, criar a los
hijos puede ser una tarea abrumadora, especialmente cuando se enfrenta a dificultades
económicas, sociales o personales. Sin embargo, estos padres demuestran que el amor por
sus hijos es un motor poderoso que puede superar cualquier barrera y esto lo afirmo porque
al escuchar su historia en sus ojos se notaba la nostalgia y el orgullo que se siente por la
familia.

Uno de los sueños que le faltan por cumplir es ver a todos sus nietos realizados y hechos
profesionales, para esto le pide con fe a Dios que le regale muchos años mas de vida. La
historia de estos padres nos enseña que el sacrificio y el esfuerzo son ingredientes
esenciales para el éxito. A menudo, trabajaron largas horas, ahorraron meticulosamente e
hicieron sacrificios personales para proporcionar a sus hijos oportunidades que ellos
mismos quizás nunca tuvieron o que se les hicieron más difíciles.

Esta dedicación incansable a menudo inspira a los hijos a esforzarse al máximo y


aprovechar las oportunidades que se les presentan. Además, estos padres enseñan a sus
hijos valores fundamentales como la perseverancia, la humildad y la gratitud. Los hijos
criados en entornos de sacrificio aprenden a valorar lo que tienen, a esforzarse por sus
metas ya ser conscientes de las dificultades que sus padres han superado para brindarles una
mejor vida.
Santiago Hernández - Carol Mendoza
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