Está en la página 1de 1

César Lozano

Amigo César....

Hace algunos años mi vida era muy diferente, yo pasaba momentos difíciles y en consecuencia
no tenía una buena estabilidad emocional, cuando te escuché por primera vez me gustó mucho,
poco después fui a verte en vivo y me encantó, fue como un milagro, reí como nunca, lloré sin
darme cuenta y sentí que era el momento de cambiar, de abrir los ojos y de ser feliz.

Tú, con esa energía, esa seguridad y tu inigualable manera de transmitir tus conocimientos,
tus consejos y tantos valores, llegaste a despertar a este Alejandro que tanto tiempo estuvo
callado, apagado, reprimiendo sentimientos y complaciendo a todos buscando aceptación.

Gracias a ti aprendí que a la vida no se viene a sufrir, que siempre se puede vivir mejor, que la
aceptación de las personas no es más importante que mi propia aceptación y que antes de
amar a los demás tenía que amarme y respetarme primero a mí.

Dices las cosas de una manera tan clara y tan fácil de entender, que no me quedó ninguna duda,
no debía seguir con esa actitud indiferente, sin hacer valer mis derechos y decisiones, gracias
a eso comencé a hacer cambios que, lejos de perjudicarme, solo han hecho que mi autoestima,
salud en general y la paz, que tanto me hacían falta, aumentaran considerablemente.

Ahora soy otro, otro que después de muchos años decidió cambiar y automáticamente
comenzó a ser mejor persona, padre, hijo, hermano y amigo; sí, otro que ahora vive sin miedos,
sin enojos, sin resentimiento y, sobre todo, sin culparse por un pasado difícil, tal vez por no
haber hecho las cosas de otra manera; otro que ahora entiende que el dolor fue un maestro y
que agradece por cada cosa que paso por difícil que fuera.

Este nuevo Alejandro es una persona feliz y en paz, que gracias a ti, al apoyo y amor de mi
familia, salió adelante, sanó por completo todo el dolor y el miedo que tanto daño hicieron por
creer equivocadamente que esa vida era lo que me había tocado vivir y que no tenía otra opción
que no fuera seguir igual hasta el final.

Gracias César, por ser mi maestro de vida, mi ejemplo de superación, mi más grande
motivador, mi doctor del corazón y mi hermano por elección.

Gracias amigo César, por ser mucho más.... De lo que tú crees que eres!!!

Con todo mi cariño y admiración, tu siempre amigo...

Alejandro Velasco Valdéz.

Julio/2020

También podría gustarte