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Incendio

Un incendio es una ocurrencia de fuego no controlada que puede afectar o abrasar algo que no está
destinado a quemarse. Puede afectar a estructuras y a seres vivos.
La exposición de los seres vivos a un incendio puede producir daños muy graves hasta la muerte,
generalmente por inhalación de humo o por desvanecimiento producido por la intoxicación y
posteriormente quemaduras graves.
Para que se inicie un fuego es necesario que se den conjuntamente tres componentes: combustible,
oxígeno y calor o energía de activación, lo que se llama triángulo del fuego.
Qué hacer en caso de incendio
Este artículo trata sobre la salida de personas y la extinción del fuego en los incendios ya iniciados.
Para la planificación de sistemas preventivos de seguridad antes de un incendio, véase Protección
contra incendios.
Los accidentes con fuego son una de las calamidades más destructivas y peligrosas. Por ello, es
importante saber reaccionar rápido y correctamente cuando aparecen.
En caso de incendio:

• Llamar por teléfono a los servicios de emergencia o bomberos (es posible consultar una lista
de números de teléfonos de emergencia de diversos países donde hablan el español aquí).
• Avisar al resto de personas: habitantes de la casa, vecinos del edificio, o gente en una zona
natural. Los discapacitados pueden requerir algún tipo de ayuda para escapar.
• Si el fuego es incontenible, hay que utilizar alguna vía de escape para salir por ahí de la zona
de incendio. Las vías de escape incluyen a: puertas, ventanas muy bajas, escaleras, pasillos,
zonas de campo sin llamas, etc. Estando en el campo, y en caso de duda de hacia dónde ir,
avanzar hacia abajo y en contra de la dirección del viento (que es visible en el humo).
Algunos edificios tienen vías de escape para incendios que están señalizadas con carteles, y
escaleras de incendios en alguna fachada exterior. Hay que escapar pronto, pero hay tiempo
para ello antes de que el fuego inunde la última las vías de escape disponibles, o corte el
acceso a ella. Durante la huida, conviene mantenerse alejado de donde haya gasolina, gas u
otras sustancias inflamables (como una cocina o los coches en un garage), por el riesgo de
que puedan explotar. Abrir las puertas con cuidado por si hay fuego detrás (y, si el asa de
una puerta está muy caliente, es probable que sí). Está recomendado utilizar las escaleras en
vez del ascensor, pues el fuego podría cortar la corriente eléctrica y dejar a sus ocupantes
atrapados dentro y envueltos en humo. Después de escapar de un incendio, conviene no
regresar a él, aunque uno se haya dejado algo olvidado allí (obviamente, porque intentar
regresar sería peligroso).
• Si el humo es excesivo, agacharse y avanzar gateando, puesto que el humo tiende a ir hacia
arriba. Además, el cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo o un trozo de ropa húmedo
puede servir de barrera contra el humo.
• Evitar inhalar vapores tóxicos, alejándose de ellos y bloqueando su entrada, y también,
como en el caso del humo, agachándose y avanzando gateando por el suelo, y cubriéndose
la nariz y la boca con un pañuelo o un trozo de ropa húmedo que sirva de barrera. Diversos
productos sintéticos de la actualidad desprenden gases tóxicos cuando arden (como muchas
pinturas).
En caso de quedar rodeado por el fuego:
Dentro de una casa:

• Conviene avisar por teléfono a los servicios de emergencia o los bomberos (es posible
consultar una lista de números de teléfonos de emergencia de diversos países donde hablan
el español aquí). Además de avisar a cualquiera con gritos y señales lumínicas.
• Es posible obstruir el avance de las llamas cerrando las puertas por donde vayan a pasar.
• Estando en una habitación, puede ser conveniente tapar sus aperturas y rendijas externas
con ropa húmeda y otros objetos, para así obstaculizar la entrada de fuego y humo hacia el
interior. Y, si entra humo, permanecer cerca del suelo para evitar inhalarlo.
• Si al lado hay espacios abiertos o habitaciones (por ejemplo, en edificios de vecinos), y no
están ardiendo, la única manera de escapar vivo de allí puede ser que alguien (uno mismo, o
la gente que haya fuera) use un objeto contundente para romper alguna pared, suelo o
techo, y salir a través del agujero hacia un espacio sin llamas.2
• Es posible salir al balcón y esperar a ser rescatado por los bomberos mediante un brazo
mecánico de auto escala o una lona elástica. Aunque, en situaciones desesperadas, algunos
han logrado escapar descendiendo desde su balcón o ventana por una cuerda o sábana, o
saltando desde allí hacia alguna base mullida (por ejemplo: de colchones) que ellos mismos
han preparado tirando cosas desde allí o que ha sido colocada por sus vecinos.
En la naturaleza:

• Avisar por teléfono a los servicios de emergencia o los bomberos (es posible consultar una
lista de números de teléfonos de emergencia de diversos países donde hablan el español
aquí). Además de avisar a cualquier otra persona con gritos y señales lumínicas.
• Es posible meterse en un hueco, o cavar uno mismo una zanja, o hacer un parapeto, para
que le sirva a uno de refugio. Pero cualquier refugio o parapeto tiene que estar hecho o
rodeado de materiales no-inflamables, como la piedra, la tierra sin vegetación, etc.
• Si no quedan sitios seguros y el fuego se aproxima, es posible intentar escapar atravesándolo
por arriba, como un recurso desesperado. Empapar la ropa en agua dificulta que arda.
• En caso de ser alcanzado por las llamas, intentar apagarlas mediante agua (incluso
sumergiéndose), azotándolas (por ejemplo: con mantas), rodando por el suelo3 o
directamente con un extintor. La humedad en la ropa dificulta que arda.
• Si hay algún aparato eléctrico que arde o puede arder, desenchufarlo (si es que uno puede
hacer eso con seguridad). Y, siempre que el origen del fuego sea el sistema eléctrico, ir al
panel eléctrico (caja de fusibles) de la casa y desactivar la corriente eléctrica de esa zona
dañada, si es posible. A continuación, pasar a apagar el fuego (también si es que uno puede
hacer eso con seguridad) tal como aparece descrito más abajo.
• Si hay alguna sustancia inflamable que arde o puede arder, cortar el vertido de esa sustancia
o el posible acceso que haya entre esa sustancia y las llamas (si es que es posible hacer eso
con una seguridad suficiente). A continuación, pasar a apagar el fuego (también si es posible
hacer eso con una seguridad suficiente) tal como aparece descrito más abajo.
• Si el fuego es manejable, es posible intentar apagarlo. Hay tiempo para quedarse a
intentarlo antes de que vaya a cerrar o inundar todas las vías de escape que queden, pues
alguna de éstas debe ser utilizada para salir por allí a tiempo. Existen varias maneras de
apagar un fuego:
1. El mejor método es utilizar un extintor (extinguidor o matafuego) que contenga
dióxido de carbono (CO2) y/o algún polvo químico seco, pues vale para distintos tipos
de fuego (un extintor así, normalmente, sería de color rojo, y estaría clasificado con
cualquier combinación de letras que no sea sólo "A"). Antes de usarlo, hay que
retirarle un seguro (normalmente una varilla con anilla y una cinta, insertada en la
zona de las palancas con forma de pinza que tiene el extintor). Para apagar el fuego,
apuntar con su manguera a la base de las llamas y apretar las palancas.
2. El arrojar agua a las llamas es efectivo. Sin embargo, en zonas en las que la
electricidad circula, o podría estar circulando, el utilizar mucha agua, o extintores de
agua simple (clasificados como sólo "A", y normalmente plateados), puede provocar
riesgo de electrocutarse, pues el agua transmite la corriente eléctrica. Por ello, es
conveniente apagar antes los aparatos eléctricos que haya allí, o incluso
desenchufarlos, o directamente ir al panel eléctrico (caja de fusibles) de la casa y
desactivar la corriente eléctrica de la zona del incendio. Además, cuando hay algún
tipo de aceite incendiado, el agua puede provocar que salte en todas direcciones y
chisporrotee.
3. También es posible sofocar las llamas con una manta, azotándolas o cubriéndolas
con ella (no simplemente tirando la manta a las llamas). Una manta eliminará parte
del oxígeno que el fuego necesita para mantenerse encendido. La manta debería ser
ignífuga (especialmente resistente al fuego), o, si no, muy gruesa. Si hay riesgo de
electrocutarse, desenchufar los aparatos eléctricos que haya allí, o ir al panel
eléctrico (caja de fusibles) de la casa y desactivar la corriente eléctrica de la zona del
incendio.
4. De manera similar, es posible sofocar llamas pequeñas mediante pisotones con la
suela de los zapatos (con el cuidado suficiente como para no arder uno mismo),
antes de que crezcan y provoquen un incendio mayor. En el raro caso de que,
pisando una llama pequeña, ésta suba por la ropa y la incendie, la ropa podría ser
apagada azotándola (por ejemplo: con mantas), o con agua, o rodando por el suelo, o
directamente con un extintor.
5. Los incendios pequeños pueden ser apagados con bicarbonato de sodio, en una
cantidad proporcional.

Como se originan los incendios.


Estos pueden empezar por causas muy variadas: fallos en las instalaciones eléctricas o de
combustión, como las calderas, escapes de combustible, accidentes en la cocina, niños jugando con
mecheros o fósforos, o accidentes que implican otras fuentes de fuego, como velas y cigarrillos. El
fuego puede propagarse rápidamente a otras estructuras, especialmente en aquellas que no
cumplen las normas básicas de seguridad haciendo que por ello pase a etapa de incendio.
Clase A son fuegos de material combustible como madera, cartón, papel, tejidos, neumáticos…
Clase B son fuegos de líquidos inflamables como combustible, gasolina, queroseno, aguarrás…
Clase B son fuegos de gases inflamables como etanol, propano, butano, acetileno, hidrógeno,
metano.
Clase C son los fuegos eléctricos
Clase D son fuegos de metales inflamables como aluminio en polvo, lana de acero, magnesio…
Clase F son los fuegos de aceites de cocina.
Las consecuencias de un incendio se resumen en una sola palabra: pérdidas. Siempre habrá
pérdidas materiales de bienes familiares, sociales o empresariales. Con frecuencia también habrá
derivaciones en carencia de servicios. Sin embargo, lo más grave y doloroso por lo irreparable son
las pérdidas de vidas humanas. En este caso tenemos equipos para la extinción de estos incendios.

• EXT I NCI Ó N DE I NCENDI O S PO R A G UA

El sistema de extinción por agua es el más utilizado por su bajo coste y su alta efectividad a la hora de
controlar y suprimir los fuegos. Sus características convierten a este sistema en el más exitoso. El agua es
fácil de transportar y bombear pudiéndose obtener de acueductos públicos, pozos, largos, ríos o piscinas,
entre otros. La facilidad que aporta para su uso en la extinción de incendios lo convierte en el método más
elegido, siendo estable, poco corrosivo y no tóxico.

Los principales mecanismos del agua para control o extinción del fuego son:

• Sofocación.
• Emulsificación.
• Dilución.

• EXT I NCI Ó N DE I NCENDI O S M EDI A NT E ESPUM A

Este sistema de extinción de incendios por espuma se usa principal y eficazmente para extinguir
fuegos en líquidos inflamables y combustibles debido a que flotan sobre ellos formando una capa
continua de material acuoso que desplaza el aire, enfría e impide el escape de vapores.
En lo que se refiere a tipos de espumógeno, principalmente contamos con dos tipos:

• Químicos: su funcionamiento se basa en la reacción química entre el agua y el espumógeno el


cual produce la espuma.
• Mecánicos: su funcionamiento se basa en la mezcla primera del agua y el espumógeno y la
mezcla posterior con aire para que produzca la espuma.

Los más utilizados actualmente son los mecánicos, que a su vez se dividen en dos grupos, los de
base proteínica y los de base sintética.

• Espumas de baja expansión


• Espuma de media expansión
• Espuma de alta expansión
• EXT I NCI Ó N DE I NCENDI O S M A NUA L( EXT I NTO RES)

Existen varios tipos de extintores y cada extintor está identificado para el tipo de fuego que puede apagar, en
este post te detallamos todo sobre extintores, sus formas, colores y tipos. Pero antes de ver como se
clasifican los extintores comenzaremos dando una definición de extintor.

Un extintor es un elemento portátil destinado a la lucha contra fuegos incipientes, o principios de incendios,
los cuales pueden ser dominados y extinguidos de forma breve en primera intervención. Los extintores son
una herramienta ideal para poder combatir un fuego en su inicio, con ellos podemos evitar que un fuego se
propague y se transforme en un incendio. Los extintores han evolucionado mucho desde sus inicios y la
aparición del primer extintor de la historia en el siglo XIX.

Tipos de extintores

Extintores de Espuma: Ideales para fuegos de tipo A y B, todos hemos visto alguna vez a los
bomberos en algún simulacro rociar con espuma. Al igual que el anterior es peligroso en presencia
de electricidad.

Extintores de Polvo ABC: Es el tipo de extintor más común y usado en cualquier edificio. Es indicado
para fuegos de tipo A, B y C y al ser de polvo evita el riesgo eléctrico. Es el más recomendable para
casas, oficinas o cualquier edificio.

Extintores de CO2: El CO2 es un gas y por tanto no conduce la electricidad. Este tipo de extintores
son aptos para fuegos de tipo A, B y C. Suelen ser usados donde existen elementos donde el extintor
puede causar más daño que el fuego. Por ejemplo, si usamos un extintor standar en un lugar donde
el valor de los materiales es muy alto (un laboratorio por ejemplo con máquinas muy caras) podríamos
estropear con la espuma o el polvo máquinas muy valiosas, eso lo evitamos con este tipo de
extintores ya que al ser un gas no daña los equipos.
Extintores de Agua: Son ideales para apagar fuegos de tipo A, actualmente los extintores de agua
llevan incorporados aditivos que aportan eficacia tipo F por lo que también se pueden utilizar en este
tipo de fuego. No deben usarse nunca en presencia de corriente eléctrica pues el agua podría
provocar una electrocución. Este tipo de extintores es bueno fuera de las casas donde no existe
riesgo eléctrico, por ejemplo, jardines, barbacoas, etc.
Extintores en Aerosol: En Profuego diseñamos en el año 2015 el primer aerosol con capacidades
apagafuegos con certificación Europea CE para fuegos clase A, B y C. Este tipo de equipo de
protección es sin duda el extintor del futuro ideal para actuar en ambientes domésticos y en nuestro
vehículo. No requiere mantenimiento y es impulsado por un agente extintor espumogeno de baja
presión. Su eficacia equivale a la de un extintor de 1kg de polvo.

Prevención y Recomendaciones para evitar incendios


• Tener en cuenta que la sección de los cables se adapte a la potencia instalada de los
artefactos eléctricos a conectar, a fin de evitar cortocircuitos, líneas recargadas, etc.
• Apagar correctamente colillas de cigarrillos y fósforos.
• Almacenar los productos inflamables en lugares ventilados, rotulados y ubicarlos lejos de
fuentes de calor.
• Evitar acumulación de residuos en áreas de trabajos para disminuir la carga de fuego.
• Capacitar para el buen manejo de equipos industriales que producen calor y quemadores
portátiles.
• En trabajos de corte y soldadura mantener los locales ventilados.
• En operaciones que generen electricidad estática mantener la humedad elevada para
evitarla.
• Aplicar productos químicos ignifugantes, a la madera sus productos o derivados.
• Evitar la quema de residuos en la planta. Cuando la quema de residuos (costaneros y/o
aserrín) no pueda evitarse y sea admitida por el Organismo de control, es necesario:
• Limitar el lugar.
• Tener en cuenta el momento y las condiciones climáticas para hacerlo, y apagarlo cuando
cambien las mismas, en especial, respecto al viento.
• No hacer esta quema con poco personal.
• Preferiblemente, contar con líneas de agua para incendio. Otra posibilidad para hacer frente
a un fuego no desarrollado es contar con un tanque móvil, montado sobre acoplado con una
motobomba, además de los extintores.

¿Qué es un plan de actuación ante emergencias?

El plan de actuación ante emergencias es el compendio, en un documento, de todas las acciones que
deben efectuar, de manera inmediata, todas las personas de la organización ante la ocurrencia de un hecho
que lastime a uno o varios trabajadores.
Así, es lógico pensar que el plan de actuación ante emergencias debe considerar muchos
escenarios. El propósito principal es hacer que trabajadores, ejecutivos, empleados de oficina o del
área de producción, miembros de la Alta Dirección, contratistas, pasantes, proveedores de
servicios, sepan qué hacer, con la debida celeridad, en un momento crítico.
Es importante entender que de la pertinencia y eficacia con la que se actúe en los primeros
minutos, tras un hecho que lesiona a las personas, depende la vida de esas personas y la seguridad de las
que no fueron afectadas en un primer momento.
El plan de acción ante emergencias es un documento escrito, que debe ser puesto en práctica
utilizando simulacros, y debe ser comunicado y compartido a todos los empleados, en todos los niveles
de la organización. Es, además, un requisito para muchas organizaciones que han
adoptado estándares internacionales de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo, o porque les
aplique alguna obligación regulatoria.
¿Qué elementos considerar en la elaboración de un plan de actuación ante emergencias?
El plan de actuación ante emergencias es un documento único para cada organización. El contexto,
interno y externo, es factor determinante para su elaboración. Sin embargo, en cualquier
documento con este propósito es preciso incluir:

1. La evacuación

Ante una emergencia, es preciso asegurar la integridad de las personas que están ilesas. Y esta es una
tarea prioritaria. La evacuación es un procedimiento que, aún bajo las circunstancias dramáticas en
las que se producirá, necesita planificación, precisión y orden. Entre otros aspectos, es preciso definir:
• Rutas de evacuación principales y alternativas.
• Punto de reunión exterior para todos los trabajadores (pueden ser varios).
• Asignación de responsabilidad para dirigir la evacuación.
• Prioridades para personas con discapacidad, de avanzada edad o que no pertenezcan a la
organización, como visitantes o proveedores.
• Sistemas de comunicación alternativos, en caso de que fallen los primarios.
• Simulacro para probar la viabilidad y efectividad del plan de evacuación.
2. Procedimientos durante la evacuación

Definir las rutas de evacuación es importante. Pero, para que la tarea se desarrolle con seguridad y
la debida celeridad, es necesario que los empleados se familiaricen con antelación con:

• Mapas y planos de las instalaciones de la organización, y de los alrededores.


• Rutas asignadas a cada área o departamentos, entendiendo que estas han sido diseñadas para
evitar la aglomeración de personas en un punto determinado.
• Las personas que tendrán responsabilidades y funciones críticas, cuidando a personas vulnerables,
impartiendo instrucciones, u otras tareas esenciales.
• Procedimientos especiales, para personas con dificultades de movilidad o con requisitos
especiales por causa de su edad u otro factor que amerite especial consideración.
• Procedimientos reales de escape, mediante simulacros regulares.
Es importante que todos estos elementos se revisen de forma regular, se comuniquen a los empleados y
se pongan en práctica de forma simulada para asegurar su fluidez en el momento crítico.

3. Responsabilidades durante la evacuación

La evacuación ordenada, segura y planificada, en un plan de actuación ante emergencias, es la


clave para evitar que el número de lesionados sea mayor y las consecuencias asociadas. Un
elemento esencial para lograr el objetivo es asignar las responsabilidades adecuadas a las
personas indicadas:

• Vigilantes de la evacuación, que por regla general serán uno por cada veinte personas.
• Asistentes de personas vulnerables, que tomarán a su cargo a los empleados que cumplen con las
condiciones de discapacidad o edad.
• Monitores y vigilantes alternativos, en caso de que los designados principales sean afectados por
la emergencia o el día de los hechos no asistiesen a su trabajo.
• Comprobar la evacuación total, revisando todas las dependencias, baños, bodegas, oficinas, para
evitar la permanencia de personas dentro de las instalaciones de la organización.
• Encargados de informar a las autoridades de rescate o al puesto de comando exterior, que puede
pertenecer a la organización o a un organismo estatal.
• Encargados de suministrar implementos, o suministros, como herramientas, agua,
medicamentos, equipos de protección individual.

4. Conteo de los empleados

No es posible prever el número de personas que serán afectadas por un accidente o un desastre
natural, en el momento mismo de la ocurrencia del hecho. En este punto, el conteo de personas en el
punto de encuentro es el primer registro de control. Para que resulte efectivo, será necesario:
• Asegurar informes de número de personas, en cada uno de los puntos de reunión definidos.
• Listados de trabajadores completos, actualizados, suministrados por el área de recursos humanos,
para establecer diferencias.
• Informes de visitantes, pasantes, u otros vinculados externos que pudiesen encontrarse dentro
de las instalaciones de la organización en el momento.
• Informes constantes sobre empleados desaparecidos, que deben ser confrontados con los reportes
de lesionados o personas afectadas que deben permanecer inmovilizadas dentro de las
instalaciones, a la espera de asistencia médica.
5. Asistencia médica y rescate

La atención médica y la asistencia de rescate son los dos elementos que, posteriores a la
evacuación, contribuyen a minimizar el impacto negativo de una emergencia.

Algunas de las acciones necesarias para garantizar la asistencia médica y la asistencia pronta de
los cuerpos de rescate son:

• Identificar los proveedores de asistencia médica, públicos o privados, con sus números de contacto,
ubicación y especialidad de atención.
• Asegurar la disponibilidad de elementos como camillas, medicamentos urgentes, botiquines,
mascarillas de oxígeno y otros implementos que pudiesen requerir en número superior a sus
capacidades, los equipos de asistencia médica.
• Contactar equipos de rescate, como cuerpos de bomberos, Cruz Roja, Protección Civil, entre
otros. Es importante establecer contacto previo, recibir instrucciones de parte de estas
entidades y, de ser posible, capacitaciones e instrucciones útiles en caso de emergencia.
• Prever diferentes canales de contacto, con los cuerpos de asistencia médica y los de rescate, en
caso de que uno de ellos falle.
• Comunicar la lista de entidades de socorro y atención que es preciso contactar a todos los
empleados, incluyendo el nombre de la persona encargada en cada una de ellas, así como su
ubicación y sus números de contacto.

6. Alarmas

Ante una emergencia, es poco probable y práctico pensar en enviar un correo electrónico o llamar
uno por uno a todos los empleados para notificarlos sobre la situación y advertirlos sobre sus
responsabilidades. Lo procedente es implementar un sistema de alarma que alerte de inmediato a todos
los empleados, en todas las dependencias de la organización. Para ello, es necesario:
• Definir el tipo de alarma, que puede ser del tipo sirena, campana o un mensaje de voz que
transmita lo urgente de la situación.
• Diseñar señales dentro de la alarma que indiquen el tipo de emergencia. Esto ayudará a los
empleados a prepararse para un incendio, un derrame químico, el derrumbe de una estructura
o cualquiera de las diferentes posibilidades.
• Conectar la alarma de forma automática, para que alerte a los organismos de socorro y rescate, lo
cual no elimina la necesidad de seguir las recomendaciones anteriores al respecto.
• Entrenar a los empleados, sobre la forma de proceder ante el sonido de alarma, los diferentes
tipos de mensaje y la necesidad de seguir los protocolos establecidos en el plan de actuación
ante emergencias.
• Implementar un sistema de comunicación, que puede ser a través de megáfonos, para dirigir las
acciones previstas en el plan de actuación ante emergencias.

7. Comunicación durante la emergencia

El plan de actuación ante emergencias también necesita una sección dedicada a la comunicación y
coordinación durante la emergencia, en el fragor de la tarea. Es importante planificar, establecer y
probar la efectividad de diferentes líneas de comunicación, particularmente entre los empleados
que asumen responsabilidades críticas durante la emergencia.
La comunicación debe diseñarse para:

• Coordinadores y empleados con responsabilidades, principales o alternativos.


• Empleados y líderes de equipos de socorro y atención médica.
• Personal externo, como familiares, socios comerciales, policía o miembros de la comunidad que,
eventualmente, pueden ser afectados.
• Personas atrapadas o en condición de inmovilidad debido a una lesión, un derrumbe o la presencia
de objetos pesados insalvables.

8. Capacitación y entrenamiento

El plan de actuación ante emergencias necesita abordar la capacitación sobre todos los aspectos
que se han tratado hasta el momento, y otros que entran en acción superada la emergencia, o por
lo menos la parte más problemática.

Los puntos clave de la capacitación y el entrenamiento son:

• Refuerzo de las responsabilidades y tareas que se asumen dentro de la emergencia.


• Necesidad de realizar simulacros, para afinar las competencias de los empleados, pero también
para identificar posibles fallos.
• Capacitación de personas con funciones críticas.
• Establecer ajustes al plan de actuación ante emergencias.
• Actualizar el conocimiento de los empleados.
• Dar a conocer el plan a nuevos empleados.

9. Revisión y actualización

El plan de actuación ante emergencias incorpora una sección que asegura su actualidad y
efectividad constantes. Esto implica que, dentro del documento, se hable de:

• Revisar el plan dentro de un periodo de tiempo determinado, el cual se establece de acuerdo con el
dinamismo del contexto de la organización.
• La rotación media de los empleados.
• La innovación tecnológica que puede implicar capacitación o cambios de rutina, especialmente si
alguno de estos elementos es considerado dentro de los protocolos a seguir en el plan de
actuación ante emergencias.
• Cambios en la información de los organismos de socorro y asistencia.
• Retroalimentación tras los simulacros u otras formas de comunicar el plan.
• Requisitos del Sistema de Gestión o de organismos reguladores.

10. Información de contacto y obligación de comunicarla

En varias secciones del plan de actuación ante emergencias se habla de la importancia de conocer
y comunicar la información de contacto de personas y entidades clave, dentro y fuera de la
organización.

Pues, finalmente, el plan de actuación de emergencias incorpora una sección específica dedicada a
publicar la información actualizada sobre:

• Personas con responsabilidades clave en la ejecución del plan de actuación ante emergencias.
• Servicios de asistencia médica y socorro.
• Organismos de rescate.
• Empresas de servicios públicos.
• Medios de comunicación.
• Autoridades civiles y militares.
• Familiares y socios comerciales y de negocios.
• Miembros relevantes de la comunidad.
• Compañías de seguros.

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