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CARMEN MENA JÓDAR 1ºEEAASS 18/05/21

 ¿QUÉ ES SER UN BUEN PROFESOR DE MÚSICA?


 RESUMEN DE TODO LO APRENDIDO DURANTE EL CURSO
 CÓMO ENFOCO LA ASIGNATURA A MI FUTURO COMO DOCENTE

En las enseñanzas artísticas, el proceso de transmisión de conocimientos y de


aprendizaje es mucho más diferente que en el resto de docencias educativas. En este
tipo de ámbito, además de que es mucho más reducido, hay una relación más directa
entre el profesorado y el alumnado. No es lo mismo dar clase de matemáticas a treinta
alumnos a la vez, que enseñar a tocar un determinado instrumento de forma
individual. En este último caso, hay que tener en cuenta tanto el plano personal como
profesional del alumno.

La música, al estar de la mano de la expresión de sentimientos y emociones, requiere


que el profesorado adquiera una conexión mental con el alumno. No sólo consiste en
explicarle que dos más dos son cuatro o cómo se conjugan las formas verbales. En este
caso, el alumno debe transmitir una serie de emociones determinadas a la audiencia
en función de la obra que esté interpretando. Todo ello hay que relacionarlo con las
vivencias que haya tenido el estudiante, con el estado emocional por el que esté
pasando, por sus experiencias… Es decir, hay que ir mucho más allá que en tocar las
notas.

Por todo ello, pienso que un buen profesor de música no sólo debe limitarse a enseñar
los contenidos de forma objetiva, estricta y exacta; sino que para que el alumno
exprima todo su potencial, es necesario que cree un vínculo con el docente y que
pueda disponer de libertad para contarle cómo se siente, qué quiere expresar en un
determinado pasaje, hacia dónde quiere llegar con ese gesto… Es decir, es muy
importante el diálogo y la retroalimentación, ya que debe ser una cooperación, y que
cada día el alumno aprenda de su mentor, y que él mismo también se lleve algo de
aprendizaje con cada uno de los alumnos a los que les aporta conocimientos.

A lo largo de mi carrera musical, he aprendido que al no ser unas enseñanzas


obligatorias, todos los que entremos en ella, debemos sentir que verdaderamente
amamos lo que hacemos, que estamos ahí porque la música es un factor indispensable
en nuestra vida y que por encima de todo, como docentes debemos trasmitir esa
pasión a las futuras generaciones. De cada uno de los profesores que me han
impartido clase me he llevado un aprendizaje, algunos han dejado más huella que
otros, pero de TODOS he conseguido llevarme un granito de arena, y eso es lo
importante, porque al fin y al cabo nuestra formación es el resultado de la suma de
pequeños avances que hemos ido consiguiendo en nuestra carrera musical gracias al
apoyo de cada una de las personas que han estado ahí para nutrir nuestro progreso.
En este primer año de superior, puedo decir que verdaderamente ha sido uno de esos
cursos en los que más he disfrutado de toda mi formación artística. El hecho de que
esté centrada solamente en ello, y no en otro tipo de enseñanzas como el bachillerato,
ha producido que haya podido sacar todo el rendimiento y que haya dedicado todo mi
tiempo a eso. Por tanto, he visto que el progreso ha sido agigantado en comparación
con los cursos de enseñanzas inferiores.

Me ha encantado la sensación de poder relacionar todas las asignaturas entre sí, de


ver cómo van de la mano todos los contenidos, y que todos esos lazos, forman al fin y
al cabo lo que es nuestra verdadera formación. En especial, la asignatura de Bases
Psicopedagógicas ha sido un descubrimiento continuo. Recuerdo como si fuera ayer
esas primeras clases en las que salía con toda mi cabeza llena de ideas y me hacía
desmontar y desgranar todos aquellos pensamientos que abundaban en mi
subconsciente. Realmente, si pudiera decir lo que más me ha marcado de la
asignatura, ha sido el hecho de aprender a PENSAR y RAZONAR todas y cada una de las
palabras que digo. Muchas veces hablamos sin fundamento ninguno, y la mayoría de
los términos que utilizamos no sabemos qué significan en realidad. Por ello, es tan
importante saber medir todo lo que decimos y ser consciente de lo que queremos
transmitir y cómo queremos transmitirlo, lo cual es un factor fundamental para los que
queramos ser futuros docentes, ya que para enseñar hay que ser muy preciso y exacto
a la hora de saber cómo, qué y de qué manera traspasar un determinado conocimiento
al alumnado.

Además, es una asignatura que desde que la vi al hacer la matrícula sabía que me iba a
encantar, desde siempre me ha gustado muchísimo la docencia, y el hecho de poder
tener una materia que me permita obtener conocimientos sobre todas aquellas formas
de enseñar, todos los factores que influyen en el aprendizaje, las metodologías
adecuadas... Realmente, todos y cada uno de los que estamos en este tipo de
enseñanzas, deberíamos recibir este tipo de conocimientos, porque al fin y al cabo el
noventa por ciento de los que estudiamos música, terminamos trabajando como
docente, ya sea durante toda nuestra vida, o de forma temporal. Por ello, resulta
verdaderamente interesante disponer de todo ese bagaje educativo.

En realidad, todas y cada una de las asignaturas pueden convertirse en divertidas y


funcionales, o en aburridas e improductivas, en función del docente que la imparta. En
este caso, Bases Psicopedagógicas ha sido un gran descubrimiento para todos porque
al fin y al cabo hemos tenido a un profesor que nos he enseñado muchísimo sobre los
aspectos teóricos, y lo más importante, nos ha explicado cuál es la realidad musical
fuera del conservatorio y nos ha abierto la mente a la hora de conocer otras formas de
enseñanzas que se pueden emplear, que es lo más nos interesa como futuros
profesores. En cada una de las clases salía con las fuerzas renovadas para lo que
quedaba de semana, porque al fin y al cabo, el conocer la realidad de nuestro
panorama musical actualmente me motivaba a investigar sobre algunos temas y a
formarme más.

En conclusión, ha sido un curso magnífico en el que he aprendido muchísimo y en el


que siento que me he esforzado al máximo y he intentado dar lo mejor de mí. De cara
al próximo curso a parte de segundo de superior, estoy barajando la idea de empezar
la carrera de musicología o de pedagogía por la UGR. El meterme ya más a fondo en el
mundo de la música, me ha incitado a ampliar mi formación con otro grado
universitario para poder aportar cuantas más enseñanzas a mi currículum mejor.

Quisiera acabar este escrito de final de curso, con mi máximo agradecimiento a ti. Has
sido de esos profesores que han dejado huella y que siempre recordaremos con
alegría, motivación y positividad. Realmente ha sido un placer haber formado parte de
tu alumnado, no todos tienen el privilegio de tener a profesores que se impliquen
tantísimo con su trabajo y que den todo de sí. No sólo nos has hecho crecer como
músicos, sino también como personas. Así que no puedo terminar de otra forma que
no sea diciendo GRACIAS Y GRACIAS.

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