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Giovanni Barone
Galatea Ediciones
El Casanova moderno. Domina la psicología de la seducción y conviértete en un
seductor experto, por Giovanni Barone.
¿Qué es la seducción?
Por supuesto que con el pasar de los años, la definición que más
relevancia fue tomando fue la que tenía connotaciones más
sexuales, siendo esta la que mayor valor fue adquiriendo en la
cultura popular.
Desde las pinturas clásicas, hasta las novelas
contemporáneas, la seducción comenzó a presentarse como el arte
y la virtud de generar deseo o excitación en las mujeres, o quien sea
que se busque como compañero sexual. Un concepto mucho más
alineado a la búsqueda de este libro.
Aclarada esta postura, no quedan dudas de que las
siguientes páginas están destinadas a que el lector sea capaz de
adquirir una serie de conocimientos y hábitos que le serán
funcionales para enviar un mensaje preciso y eficiente a sus
potenciales compañeras sexuales, para convertirse en el objeto de
deseo.
Para quienes logren valerse de todos los recursos que componen
este libro, no es de extrañar que además de obtener la aprobación
de las mujeres, logren monopolizar su mente y pensamientos
logrando propagarse por cada rincón de su imaginación. No solo
podrán alimentar sus deseos con su presencia, sino que tendrán la
habilidad de alimentar sus fantasías durante su ausencia. Pero
antes de llegar a eso, resulta necesario adquirir un sistema de
comunicación que sigue leyes específicas, en ocasiones muy
contradictorias y alejadas de la lógica que vivimos en el día a día.
Lo que hace que todo sea más complejo, es que la seducción
no se trata de un resultado lógico, sino que responde a un efecto
psicológico que se imprime mucho más profundo que un mensaje
cualquiera. Si una persona es seducida, es porque un mensaje fue
sembrado en su psiquis y desde entonces comienza a invadir cada
rincón de su mente, envenenando pensamientos, sueños y deseos
con tal eficiencia que se sigue propagando incluso si se aleja del
seductor.
A diferencia del amor romántico, donde la pasión te obliga a ir
de frente, revelar todas tus intenciones e idolatrar a la mujer amada
haciendo que ella se sienta completamente agobiada, aburrida y
saturada de información al poco tiempo de haberla conocido, el
seductor aprovecha el recurso del tiempo a su favor.
Por último y antes de comenzar con el contenido, aprovecho a dejar
en claro que, si bien la belleza exterior tiende a ser sobrevalorada a
la hora de hablar de seducción, esta es apenas una pequeña pieza
del rompecabezas. Sí es cierto que existen seductores que tendrán
el camino cuesta abajo, mientras que muchas otras personas
tendrán que esforzarse y trabajar un poco más antes de comenzar a
regar atracción a su paso. Eso es un aspecto que está más
determinado por la confianza en sí mismo y la actitud con la que se
maneja cada quien en la vida, y no tanto por un concepto estético.
Ya que para convertirse en un seductor, lo primero que hay que
lograr es creerse un seductor, y a medida que uno va cosechando
victorias a su paso, el camino comienza a hacerse más simple.
Por el contrario, una persona que ingresó a la adolescencia
cargando grandes inseguridades, lo más probable es que no se
considere para nada especial y mucho menos un seductor, lo que al
mismo tiempo lo hará ir cosechando fracasos que potenciarán esa
idea. Lo malo de esto es que quienes atraviesan por estas
situaciones de inseguridad se ven inmersos en un círculo vicioso del
que es muy difícil salir. Mientras que su parte positiva es que, si se
consigue frenar la rueda y cambiar la autopercepción o los
resultados, todo comenzará a fluir en sentido contrario.
De forma que, si estás interesado en revertir esta rueda, o si,
por el contrario, ya te consideras un ganador, pero quieres
apropiarte de nuevas herramientas que te permitan transformarte en
una versión renovada de Tom Cruise, no dudes en seguir adelante
en la lectura de las siguientes páginas.
El anti-seductor
Persona estándar
El Seductor
Por último, la mujer del pub se encuentra con una tercera opción, el
“seductor”. Un sujeto que fue capaz de manejar las riendas de la
conversación a su gusto y le hizo perder el foco de aquello que
realmente estaba buscando.
Para empezar, el seductor a diferencia de los demás, no la
invitó directamente una copa, sino que casualmente se sentó a su
lado, bromeó con el bar tender sentado en la barra, y saludó de
forma mucho más desinteresada, como si lo hubiera hecho por pura
cortesía. De esa manera, fue ella quien tuvo que dar el primer paso
y entablar conversación con él.
Ella nunca tuvo la oportunidad de preguntar sobre sus
estudios, ya que él se le adelantó y mantuvo la conversación
enfocada en sí misma. Incluso llegó a contarle que su objetivo era el
de terminar rápidamente sus estudios para poder trabajar e
independizarse.
Seductor: Parece que le das mucha importancia, ¿tanto
anhelas vivir sola, o es que no disfrutas donde estás ahora?
Candela: No es eso, es que ya estoy tan próxima de terminar
esta etapa, y siento un poco de ansiedad de saber que todo va a ser
diferente. Además, después de estudiar por tantos años ya quiero
ejercer mi profesión, ¿no crees que sea importante?
Despreocupado y comiendo maní, el seductor le da una
palmada en el hombro y le dice:
Seductor: Si es por eso descuida, todo llega a su tiempo y por
supuesto que valoro tu energía y entusiasmo. Recuerdo que desde
el día en que ingrese a la facultad soñaba con el día de poder
ejercer mi profesión. Estudiaba día y noche y me esforzaba por
ganar ese lugar que tanto soñaba. Finalmente, el día en que
conseguí mi lugar en un periódico local es algo que nunca voy a
olvidar. Ese día sentí que todo aquello por lo que había trabajado
finalmente se estaba materializando, un sentimiento que me
continúa emocionando hasta el día de hoy.
Así que, respondiendo a tu pregunta, sí, creo que es
importante que puedas ejercer tu profesión, porque es una
sensación única, y que persigas tu sueño con tantas energías, hace
de ti una persona muy especial.
Que ese sujeto le haya dado ese golpe de autoestima le
generó a Candela una sensación muy placentera y agradable.
Después de todo, cada uno de nosotros tenemos un lado narcisista
que necesita ser alimentado con frecuencia, y que ese sujeto del bar
le haya dado su aprobación fue algo que valoró mucho.
Además, estos no eran halagos cualquieras. A diferencia de las
cosas que le había dicho “anti-seductor” donde se daba a entender
que aquello que decía venía acompañado de intenciones, el
seductor lo dijo con tal desinterés que por un lado le dio mayor
credibilidad a lo dicho y por el otro, sembró la incertidumbre de no
saber si realmente él estaba interesado en ella. Para alimentar aún
más esa duda, el seductor también manejó las pausas, se tomó su
tiempo para ir al baño, para mantener conversaciones agradables
con el bar tender, incluso con la otra pareja con la que compartían la
barra.
Este tipo de actitudes, por un lado le hacía creer a la joven que se
trataba de un hombre con excelente educación y modales, pero al
mismo tiempo, la hacían sentir desplazada del centro de la escena,
al que ya estaba acostumbrada, y esa misma sensación le generaba
la necesidad de competir por esa atención que él ofrecía. No
sabemos si el seductor lo hacía adrede, o si es que había leído este
libro, pero lo que hacía causaba un impacto directo en el interés que
Candela ya comenzaba a sentir hacia él.
Por otra parte, lo que ocurría en Candela tampoco era algo
que ella hacía intencionalmente. Sino más bien era como que su
accionar activara un mecanismo psicológico muy similar a los celos,
donde la mente interpreta que podemos perder aquello que nos
produce placer o bienestar.
Finalmente, llegó el momento de irse, intercambian números
de teléfono y ella se da cuenta de que es realmente poco aquello
que sabe de este tercer sujeto. Pero al mismo tiempo asume que
fue con el único que pasó un momento agradable y que la hizo
sentir muy cómoda, aunque claro, seguía estando presente la
problemática de no saber exactamente si él querrá invitarla a salir
nuevamente.
Ya en su hogar, la amiga de Candela le pregunta qué tal le ha
ido. Candela le comenta que conoció a tres hombres prometedores,
el primero (el anti-seductor) que ya le había escrito para garantizar
que haya llegado bien y para asegurarse de que “también tenga su
número ante cualquier necesidad”. No había dudas de que se
trataba de un buen chico, “pero vive con sus padres y
probablemente no se va a recibir nunca”, por lo que no se mostraba
nada interesada en mantener el contacto con él, fue así como lo
puntuó con un cuatro.
El segundo parecía agradable y prometedor, tenía una
carrera en curso, la posibilidad de quedar en un trabajo importante,
y sin dudas alguien con quien se puede charlar de vez en cuando,
por lo que le puso un siete.
Por último, cuando quiso contarle sobre el tercer sujeto, se
dio cuenta de que apenas habían hablado sobre él, lo único que
recordaba es que había mencionado que escribía para un periódico.
Candela: Sin dudas debe ser periodista, y estimo que para
eso tiene que estar recibido. No es que esté segura, pero yo creo
que se trata de un profesional. Pero eso tampoco es lo importante,
ya que es con el único que sentí esa conexión, como que
estábamos conectados.
Amiga: - ¿Entonces ese es el indicado?
Candela: - Lamentablemente no se cuán interesado está en
mí, incluso de a momentos sentía que apenas se percataba de mi
presencia. Espero que me llame, porque en verdad creo que es el
hombre indicado.
Amiga: - ¿Entonces puntúa con un diez?
Candela: - Por supuesto que sí, un diez.
La seguridad en sí mismo
Nivel psicológico
Mentiras sinceras
Pero cuando llegue el momento de hacer algo que nos aterre, donde
nos sintamos inseguros o creamos que no estamos sintiendo la
confianza necesaria, es importante recordarnos algunas mentiras
sinceras que siempre son útiles para ejecutar la acción, sintiendo
una dosis extra de seguridad:
Nivel mental
Por su parte, cuando se habla del nivel mental no implica
únicamente estar preparado psicológicamente para afrontar sin
exceso de nerviosismo un obstáculo a resolver, sino que engloba
aquellos problemas y tácticas que podemos llegar a precisar al
momento de encarar un nuevo problema.
De poco sirve llegar completamente confiado a un parcial, si
no estudiamos nada al respecto. Eso mismo ocurre cuando vamos a
intentar seducir a alguien, ya que hay muchos factores a tener en
cuenta: teoría que debemos manejar y consejos que debemos
seguir.
Este punto lo dejaremos para más adelante, ya estás leyendo
este libro y eso es fantástico. Te garantizo que para cuando llegues
al final de estas páginas tendrás todo el conocimiento necesario
para considerarte un experto en el arte de la seducción. Lo mejor de
todo es que, al mismo tiempo, eso te dará una gran confianza
adicional a la hora de encarar tus próximas conquistas.
Nivel práctico
Ser Confiado
Sonreír
Contacto visual
- Sonreír
- Hacer contacto visual
- Hablar lento, fuerte y claro
- Iniciar todas las conversaciones
- Generar contacto físico
Para poder ser atrevidos y bromear con chistes más finos, dobles
sentidos y tocar temas sensibles, es necesario tener los dos
primeros rasgos bastante pulidos. Los chicos que se animan a tener
este trato tan cercano y despreocupado con las mujeres y en
especial con las más bellas, no son muchos y en general son
invitados a todas las fiestas, reuniones, encuentros y hasta les
cuentan los chismes más exclusivos.
Formar parte de ese selecto grupo no es poca cosa, y si se
logra entrar se comienzan a abrir una infinidad de puertas que
muchos otros chicos solo miran desde afuera deseando formar
parte. Por ejemplo, puedes comenzar a sembrar la idea de que
alguien te gusta cambiando la línea de tus bromas, pasando a incluir
a la chica que te gusta en un juego de rol donde son pareja.
Una misma historia contada por una persona divertida y por alguien
que no lo es, suele obtener respuestas muy diferentes en función de
cómo se lo dice. Un sujeto carismático y divertido tiene el potencial
de ornamentar cualquier anécdota y hacerla oír como si se tratara
de toda una odisea, captando la atención de los oyentes.
Por su parte, una persona con menos confianza y menos
práctica tiene todo el potencial para generar un momento incómodo.
Por eso, no se tiene que tener miedo de expresar emociones ni de
gestualizar. Es más, puedes aprovechar los cambios de ritmo y
hacer lo posible por sonar como realmente quieres sonar.
Incluso si quieres practicar frente al espejo, es un recurso
más que válido que puede llegar a servirte para conseguirlo.
Se dinámico
- Tu situación laboral
- Tu nivel de estudios
- Experiencias
- Reputación
- Los proyectos que tengas en mente o estés llevando adelante
- Tus sueños y objetivos
- Sentimientos
¿Cómo que cursi? Creo que se trata de uno de los sueños más
genuinos que escuché. Hoy está lleno de gente que no sabe lo que
busca, ni lo que desea y persiguen viajes y ostentaciones solo
porque es lo que la sociedad espera de ellos.
Caso contrario, tú si sabes lo que estás buscando, y eso es muy
lindo y valorable.
El lenguaje corporal
El lenguaje corporal es un código altamente encriptado que es
capaz de expresar todo lo que acontece en nuestro cuerpo y, por
consiguiente, en nuestra mente. Si bien antes de evolucionar en una
civilización capaz de comunicarnos por medio de un lenguaje
completamente convencional, se trataba de una habilidad de uso
generalizado, lo cierto es que hoy son muy pocas las personas que
logran interpretarlas correctamente. Sin embargo, eso no implica
que el lenguaje haya muerto ni mucho menos. Ya que los cuerpos
humanos siguen exteriorizando lo que sentimos y pensamos como
lo hicieron siempre.
Incluso, según lo postulado por los expertos, el 55 por ciento
de lo que transmitimos proviene del lenguaje corporal, mientras que
un 38 por ciento es propio del tono de la voz, y tan solo el 7 por
ciento del total de lo postulado corresponde a las palabras mismas
que salen de nuestras mentes racionales. Esto implica que por más
de que muchos de estos mensajes no son interpretados de forma
consciente, si tienen gran importancia y repercusión en nuestras
prácticas comunicativas de cada día.
Así que, si quieres convertirte en todo un seductor, resulta
necesario lograr desprenderse de ese 7 por ciento con el que tan
cómodos nos sentimos y empezar a usar movimientos, posturas,
miradas y gestos a nuestro favor. Con el fin de tener el conocimiento
necesario que nos permita mandar un mensaje altamente eficiente
cuyos efectos puedan ser regulados en función a nuestras
necesidades.
Si logramos recuperar algunos conceptos claves de este
sistema de comunicación, contaremos con un arma de doble filo,
que nos permitirá optimizar nuestras habilidades de seducción aún
más.
Tal como hablábamos hace un rato, los ojos son una de las partes
del cuerpo más expresivas y con mayor potencial comunicativo. Al
mismo tiempo también son una de las partes del cuerpo que se
tornan más evidentes a la hora de enviar un mensaje. Es por eso,
que interpretar las miradas, es una de las prácticas más importantes
si se busca potenciar las habilidades de seducción, y al mismo
tiempo una de las más fáciles de incorporar.
Mirada fija:
El punto al que se dirigen los ojos, suele ser un punto que logra
conquistar el Interés de una persona. Si una persona mira fijo a los
ojos de otro significa que está muy interesado en lo que cuenta, si
por el contrario la mirada se escapa hacia algún otro detalle es
porque hay algo más que le está llamando la atención.
Por ejemplo, si una persona no está interesada en la charla y
por el contrario solo está pensando en sexo, lo más probable es que
en momentos baje su mirada al cuerpo de la otra persona. Cuando
estar interesado en algo no es lo correcto, notaras como la vista se
corre violentamente, como escapando de la posibilidad de ser
descubierto.
De más está decir, que intentes cuidar estos detalles para no
incomodar ni espantar a la mujer que está frente a ti. Que si te habla
quiere que la mires con atención a los ojos, no a sus pechos. Si te
miran a los ojos, están interesados en ti, si miran tu cuerpo el interés
es más sexual. Si la mirada comienza a recorrer los lados no está
mostrando interés alguno, si la mirada queda fija en un punto lejano
del horizonte, es porque está imaginando con fuerza algo que en
verdad le apasiona, pero que puede no tratarse del tema en
cuestión y también puede quedar muy mal.
Por eso, intenta mirar a los ojos, hacer pausas cortas hacia
otros puntos no específicos y volver a los ojos de ella para
demostrar interés y escucha activa.
Mirada baja:
Si habla y no te mira:
Postura al caminar
Otra parte del cuerpo que se distingue por ser de gran importancia a
la hora de asistirnos para enviar o recibir un mensaje son los brazos
y las manos. Un claro ejemplo de esto son los raperos, que como
tienen la necesidad de comunicar tantas palabras de forma tan
rápida, se asisten con las manos para que ellas contribuyan a que el
mensaje se entienda con mayor facilidad.
Lo cierto es que no todos saben usar correctamente sus
manos, y como consecuencia dejan que las mismas expresen
inseguridades, o se muestren incoherentes con lo que se está
intentando comunicar. Es por eso que resulta de gran importancia
aprender por lo menos algunos conceptos básicos. Las formas en
las que podemos valernos de nuestras extremidades superiores
para entregar un mensaje coherente con nuestras intenciones,
pueden cambiarnos la vida.
Brazos cruzados
Temblor de piernas
Cara caída
Expresión de odio
Por otra parte, los músculos de la cara también tienen una posición
de ataque, cuyos rasgos suelen ir apareciendo en medida de que
una persona comienza a enojarse, perder la paciencia o sentirse
amenazado. Estos gestos suelen ser: tensar los labios dejando ver
los dientes, morder con fuerza, apretar las cejas, fruncir la nariz,
hinchar las fosas nasales y ver fijo a lo que le esté haciendo enojar.
Para identificar el enojo, como cualquier otra emoción, es
clave analizar el conjunto de lenguajes que se ponen en juego, y
como personas seguras que somos, no darnos por aludidos, ni
sentirnos involucrados de buenas a primeras en el motivo de ese
malestar. Inclusive, si sentimos que no tenemos nada que ver con
ese enojo, preguntar de qué se trata y enojarnos también es un
modo de mostrar complicidad y unión; la otra persona se sentirá
acompañada y comprendida.
Tocarse la oreja
Variedad vocal
Sonrisa genuina
Una de las maneras claves para demostrar que eres una persona
plena, y que no necesitas de nadie para estar bien y ser feliz, es
cultivar tu propio espacio independiente. Si demarcas eso desde el
inicio, lograrás mostrar una imagen de autosuficiencia e
independencia muy seductora. Además, tener un espacio propio te
ayuda a fortalecer tu autoestima y tu confianza, y es la única manera
en la que de verdad sentirás que eres feliz contigo mismo.
Aprovecha algunos momentos de tu día para practicar esa
actividad que te gusta o que soñaste hacer de niño. Descansa y
pasa tiempo contigo, leyendo un libro, tomando un café o
cocinándote alguna delicia saludable. Esos pequeños momentos
que te das a ti mismo son infinitamente poderosos a la hora de forjar
tu poder interior. No te los prohíbas. Aprovecha para estructurar tus
objetivos, replantearte tu vida y buscar estrategias claras para
obtener lo que deseas. Siembra intenciones.
Características de un líder:
- Genera empatía: Tanto para ser un gran líder como para usar
como herramienta directa de seducción, ponerte en el lugar del
otro siempre te ayudará a entender mejor las cosas.
Eres un ganador
Evitar ser explícito: Por otro lado, intenta no caer en los piropos de
siempre, mucho menos decir groserías. Puedes demostrar un estilo
elegante y refinado y a la vez ser sugerente con tus palabras.
Menos es más siempre y empezar de menos a más te ayudará a ir
aceitando el terreno para lograr tu objetivo.
Si empiezas con sutilezas y de a poco vas avanzando,
podrás ir corroborando que el terreno es fértil y que vas por buen
camino. En cambio, si te abalanzas de una, no conocerás sus
intereses ni sus gustos y es muy probable que rebotes, o que ella no
se sienta ni preparada, ni cómoda, ni satisfecha. Por eso, haz un
comentario, que sea un poco indirecto y que no termine de ser
sexual, que sea simplemente sugerente. Si hay una respuesta
positiva, ve despacio, pero hacia adelante.
Volviendo al ejemplo:
Como verás, hasta aquí no has sido explícito, pero has dejado
claras tus intenciones. Ahora bien, queda esperar la respuesta de
ella.
Sé sutil y elegante
Por supuesto no exijas que ella avance al mismo ritmo que tú.
Busca estimularla para que se aproxime a ti, te permita continuar y
ambos generen un vínculo de atracción sexual. Tú eres el
responsable de crear las condiciones para que la comunicación
sexual se dé, se respetuoso, paciente y amable, ella te demostrará
reciprocidad y es muy probable que le guste eso de ti.
Es clave que te pongas en su lugar en todo momento y que
tus frases sean cortas y terminen con una pregunta, de esta forma
garantizas su participación. Si ella participa, conecta y si conecta
significa que sentirá deseo al igual que tú.
La historia:
Para quienes nunca oyeron hablar de ella, Ninón de Lenclos fue una
de las mujeres más influyentes de Francia durante el siglo XVII. Este
honor, lo recibió por ser una de las mujeres más liberales,
hedonistas y seductoras de la época, cuyas estrategias de
seducción le permitieron ganarse el amor y reconocimiento de
algunos de los escritores, pensadores y políticos más importantes
de esos tiempos.
Si bien esta mujer tuvo un gran número de historias dignas de
recordar, la que a nosotros respecta le ocurrió a sus sesenta y dos
años, cuando conoció al Marqués de Sévigné. El Marqués era un
joven de veintidós años que, si bien era muy atractivo en aquella
época, como consecuencia de su inexperiencia y falta de
habilidades a la hora de la seducción sufría de grandes
complicaciones a la hora de conquistar a sus pares.
Siempre que se veían con Ninón, la señora escuchaba las
desventuras amorosas del marqués, lo que le resultaba muy
gracioso ya que todo el tiempo estaba metiendo la pata y perdiendo
sus posibilidades de encantar a una que otra doncella. Después de
un tiempo esto le agotó a Ninón, puesto a que la experimentada
mujer era incapaz de seguir tolerando la ineptitud amorosa del joven
aprendiz. Fue así como Ninón de Lenclos se dispuso a compartir
sus conocimientos de seducción con el Marqués de Sévigné, para
que pudiera ser capaz de ganarse el interés de una condesa que a
él le atraía en exceso, pero que hasta entonces el marqués
consideraba completamente inaccesible.
Lo primero que le explicó fue que la seducción era como una
guerra, y que conquistar a la condesa era exactamente igual a
conquistar una ciudad. Para hacerlo era necesario planificación y
estrategia y además de eso, una ejecución perfecta en la que había
que proceder con cuidado y precisión.
Por otra parte, otra cosa que tenía que hacer el Marqués, era
mantener en secreto sus intenciones; nadie que quiere conquistar
una ciudad anda revelando a los cuatro vientos que planea una
invasión. Eso solo haría que se fortificaran las murallas, cosa que
dificultaría en exceso el ingreso de los atacantes.
Pese al ejemplo del castillo, todo esto seguía siendo muy difícil de
comprender para el joven e inexperto Marqués, que finalmente
accedió a seguir cada una de las indicaciones que Ninón le
indicaba, confiando en que, si seguía lo que ella recomendaba, la
condesa se podría fijar en él. Fue así como ambos accedieron a
trabajar en equipo en un plan que consistía en diferentes fases, las
cuales el marqués debía seguir cuidadosamente.
Según el plan que trazó Ninón, una vez que estuviera sembrada la
idea de que el Marqués podía sentir algo por la Condesa, habría
llegado el momento de proceder a generarle celos. Para lograrlo, el
siguiente paso era presentarse a la próxima celebración en la que la
Condesa fuese a participar y al hacerlo, el joven Marqués debía
entrar de la mano de una joven y preciosa dama. Además de eso,
esa mujer tendría que estar acompañada de un grupo de amigas
igualmente bellas y distinguidas.
Ninón se encargaría de los detalles para que el Marqués se
presente a la fiesta como ella lo indicaba, de forma que siempre que
la Condesa mirara hacia donde se encontraba el joven, lo viera
rodeado de las mujeres más hermosas de París, quienes no
dejaban dudas de que se encontraban pasándola bien a su lado. A
pesar de que el plan iba sobre ruedas, para el Marqués todo se
trataba de un juego estéril y sin importancia. No entendía cómo es
que esto podía ayudarle a mejorar sus posibilidades de seducir a la
Condesa.
Finalmente, Ninón le explicó que si no lo entendía era porque
todavía era un joven transparente e inexperto, sin mínimo sentido de
la estrategia y le explico por qué era importante esta parte del plan.
En pocas palabras, le dejó en claro que una mujer de la categoría
de la Condesa no podía elegir un pretendiente así sin más.
Necesitaba saber que otras mujeres también estaban interesadas
por ese hombre para así estar segura de que se trataba de una
persona cuyo valor estaba demostrado.
“Si las mujeres se divierten a tu lado, eso significa que eres
importante para ellas, y por consiguiente para la Condesa también”,
le dijo. Además, conquistar al joven Marqués de momento no
parecía representar ningún desafío, lo que le restaba valor a la
conquista de la Condesa. Caso contrario, si sentía que se lo estaba
arrancando de las garras a otras mujeres igualmente bellas, el
Marqués sería considerado una conquista mucho más apetitosa,
eso sería un agasajo para su autoestima.
Es por eso que este movimiento era tan importante, no solo
haría que la Condesa sintiera celos, sino que haría ver al Marqués
como una persona deseable por las mujeres en general. Pese a que
seguía sin estar del todo de acuerdo, el Marqués aceptó concretar la
maniobra y efectuó su plan al pie de la letra, obrando con
muchísimo cuidado y precisión. Fue a la fiesta acompañado de una
hermosa mujer y siempre que la Condesa veía en su dirección, se lo
encontraba riendo y rodeado de mujeres preciosas que se le
pegaban, lo que la hizo sentir notorios celos.
El error
La moraleja de la historia
Adular en exceso
Otro error muy común a la hora de concretar una seducción
inteligente es que a veces se tiende a perder la capacidad crítica
con la mujer que nos interesa y comenzamos a darle el gusto y
aprobar todos sus comportamientos o comentarios. Esta necesidad
de hacer sentir bien y aprobar a la otra persona, suele ser
interpretado como temor a confrontar, lo que termina decantando en
un exceso de facilidades para la mujer seducida.
El exceso de facilidades no es para nada divertido y mucho
menos emocionante. Como bien dijo Ninón al Marqués: “ella iba a
sentir mucho más interés por él si sentía que se lo estaba
arrancando de las garras a otras mujeres igualmente bellas, ya que
eso sería un agasajo para su autoestima”. Así como arrancarlo de
las garras resultaba emocionante para ella, que no haya
complicaciones, que no haya contradicciones, que no haya conflicto,
hace que una relación resulte absurdamente aburrida y que haga
sentir que esa persona no tiene la capacidad de liderazgo ni
fortaleza suficiente para hacer valer sus decisiones.
Está muy bien mostrar algunas similitudes y crear lazos de
afecto, pero un exceso de adulaciones puede generar un violento
aburrimiento en las mujeres.
Ser parlanchín
Exceso de sensibilidad
Por más extraño que parezca, hay quienes cuando se acercan por
primera vez a una mujer terminan hablando sobre los rutinarios días
de oficina o la monotonía de sus días. Esta clase de charlas vacías
de sentido terminan repercutiendo de manera devastadora en
quienes persiguen un exitoso intento de seducción. Si queremos
convencer a alguien de que somos una excelente alternativa, lo
primero que tenemos que hacer es vernos a nosotros mismos como
personas geniales y divertidas.
Una conversación sin energía, sin sorpresa, sin variaciones
termina siendo un momento incómodo donde indagas a una mujer
como si estuviera rellenando una encuesta o un momento incómodo
donde revives la misma y aburrida rutina de todos los días. Esta
clase de conversaciones sin ninguna pizca de diversión,
inevitablemente conduce hacia el fracaso.
Exceso de confianza
Otro error muy común entre los anti seductores son aquellas
personas que se muestran muy lanzadas y buscan precipitar todos
los momentos, abusando de la poca confianza inicial que una mujer
puede ofrecerles. Entre las cosas que suelen hacer las personas
con exceso de confianza es el mostrarse cariñosos, abrazar, tocar el
brazo al hablar, encontrar excusas para hacer contacto de alguna
forma con la mujer a pesar de no haber recibido la señal
correspondiente.
Recuerden que el contacto es importante, pero siempre
midiendo su intensidad, momentos y situaciones, además, eviten
excederse porque eso les puede traer problemas más grandes que
no mostrarse seductores. Por otra parte, una persona de estas
características también en ocasiones puede pecar de un exceso de
contemplación. Cómo se desarrolló en el libro, existen momentos
donde una sutil señal donde se mira el cuerpo de la otra persona
rápidamente es una estrategia efectiva para dar un mensaje.
Ahora bien, si en el primer encuentro se recorre en varias
oportunidades el cuerpo de la mujer, ésta sentirá que se le está
desvistiendo con la mirada. Eso no tardará en hacer que se sienta
incómoda y elija retirarse. Eviten esta situación y sepan administrar
la confianza de las otras personas e interpretar las señales que les
ofrece.
Hazte respetar
Celos excesivos