Está en la página 1de 3

AMOR SIN FINGIMIENTO

Romanos 12:9

Introducción:
Dios nos ha mandado a que nos amemos los unos a los otros, por lo cual
todos sabemos que el amor entre hermanos es un tema muy serio, que
debemos aprender y practicar.
Dios es amor y su voluntad es que sus hijos aprendan amarse los unos a
los otros, que el amor a sus hermanos forme parte de su vida cristiana. 1
Juan 4:16
Dios ha demostrado su amor para con nosotros en que él nos amo
primero y al enseñarnos su amor, hemos aprendido amarlo. 1 Juan 4:19
Sin embargo aun entendiendo lo importante del amor entre los cristianos,
muchos fallamos en este mandamiento, y lo sabemos. El amor es un
mandamiento importantísimo en nuestra santidad y comunión con Dios, y
nunca debemos caer en la hipocresía de fingir nuestro amor por los
hermanos. Romanos 12:9
1. La importancia del amor para nuestra salvación.
Uno de los mandamientos que han recibido todos los cristianos, desde el
principio, es que nos amemos los unos a los otros. 1 Juan 3:11
Unos de los tantos mensajes que hemos oídos todos los cristianos, que
nos amemos los unos a los otros. El amor es una prioridad y debe serla
para todos. El que no ama aun esta muerto espiritualmente hablando. 1
Juan 3:14
Sabemos que hemos pasado de muerte espiritual a una relación cercana
con Dios, cuando obedecemos al evangelio. Pero a pesar de esto sino
aprendemos a amar a nuestros hermanos, seguimos mal ante Dios.
El mismo Jesús nos manda a amarnos, y no de cualquier manera, sino de
la misma forma como el nos amo. Juan 15:12 ¿Y cómo nos amo Jesús? Dio
su vida por nosotros y además nos da vida y en abundancia. 1 Juan 3:16
2. El amor fingido, es pecado.
Muchos podemos caer en este error, de fingir nuestro amor hacia los
hermanos o hacia algún hermano. Tratando de demostrar amor hacia el
hermano, pero en realidad lo estamos fingiendo. Romanos 12:9
La palabra fingimiento o fingir, se relaciona con simular, con tratar con
hipocresía, no ser sinceros. Esta palabra es un derivado de la misma
palabra usada como hipocresía.
Según el diccionario rae es: Fingimiento de cualidades o sentimientos
contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan.
El que finge está actuando, está tratando de demostrar conducta y
sentimientos que realmente no comparte ni siente.
Quienes fingen amar cometen triple pecado, caen en la hipocresía,
realmente no aman y mienten.
NVI Romanos 12:9 El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense
al bien.
Los hijos de Dios deben ser sinceros, en todo, y sobre todo en nuestro
amor por los hermanos. Debemos aprender a amar con sinceridad, sin
hipocresía, sin dobleces, sin fingimiento. Filipenses 1:9-11
Cuando amamos con sinceridad, estamos demostrando que la sabiduría
de lo alto esta en nosotros, la hemos desarrollado, la estamos
practicando. La sabiduría la adquirimos de la palabra de Dios y se
demuestra cuando vivimos de acuerdo a ella. Santiago 3:17
Cuando actuamos con la sabiduría de Dios, en ella no habrá hipocresía.
NVI Santiago 3:17 En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante
todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de
buenos frutos, imparcial y sincera.
Nuestro amor por los hermanos, por todos debe ser sincero, sin
hipocresía, ni fingimiento.
3. Nuestro amor fraternal, debe ser sincero.
Amar a nuestros hermanos con sinceridad, debe ser una meta que
debemos tener todos. Esforzarnos porque nuestro amor sea entrañable,
sin fingimiento.
Para esto es necesario limpiar nuestro corazón de malos sentimientos y
pensamientos, envidia, murmuración, soberbia, creernos mejores que
otros, etc. Todos estamos luchando, aquellos que andan
desordenadamente hay que corregirlos, exhortarlos y hasta reprenderlos,
pero nuestro amor para con los hermanos debe ser sincero. 1 Pedro 1:22
NVI 1 Pedro 1:22 Ahora que se han purificado obedeciendo a la verdad y
tienen un amor sincero por sus hermanos, ámense de todo corazón los
unos a los otros.
Amarse entrañablemente, de todo corazón, con todas sus fuerzas.
DHH 1 Pedro 1:22 Ahora ustedes, al obedecer al mensaje de la verdad, se
han purificado para amar sinceramente a los hermanos. Así que deben
amarse unos a otros con corazón puro y con todas sus fuerzas.
Conclusión:
Si nuestro amor por los hermanos es fingido, estamos en pecado, muertos
espiritualmente, separados de Dios.

¿Cómo podemos decir que amamos a Dios, sino somos capaces de amar a
nuestros hermanos? 1 Juan 4:20-21

También podría gustarte