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El texto proporciona un análisis retrospectivo de las políticas regionales desde la Segunda Guerra

Mundial hasta la actualidad, con un enfoque en dos principales enfoques de política regional:
reducir las disparidades entre regiones y promover el desarrollo económico interno de cada
región.

Se identifican dos generaciones de políticas regionales. En las políticas anteriores a la década de


1970, se observó una intervención activa del Estado central, con un énfasis en reducir las
disparidades interregionales a través de incentivos fiscales, inversiones en infraestructura, polos de
crecimiento y otras estrategias. Estas políticas estaban influenciadas por teorías keynesianas y se
aplicaron en países como Francia, el Reino Unido, Italia, España, la Comunidad Económica Europea
y los Estados Unidos. Sin embargo, el éxito de estas políticas a menudo se atribuye al rápido
crecimiento económico general en lugar de a las medidas regionales específicas.

En contraste, a partir de los años setenta, surgió un enfoque neoclásico que se centró en la
convergencia de ingresos entre regiones a largo plazo debido a la movilidad de factores de
producción. Se redujo la importancia de las políticas activas de desarrollo regional. Esto marcó una
transición de las políticas regionales de arriba-abajo a políticas de abajo-arriba, con un enfoque
descentralizado en la productividad regional.

El texto también aborda la evolución de las políticas regionales desde la década de los ochenta
hasta el presente. Se menciona la caída de la productividad, el declive del sistema fordista de
producción y la adopción de la competitividad como estrategia para reposicionar la economía en
los mercados internacionales. Se señala que el optimismo económico que prevaleció a principios
de los años setenta en el mundo desarrollado resultó en una predicción errónea, con una
disminución de la productividad en los Estados Unidos a partir de 1973 y un crecimiento
económico más lento en las décadas siguientes. Se exploran diversas interpretaciones sobre las
causas de esta crisis, incluyendo la erosión de la rentabilidad, contradicciones en el modelo
keynesiano y el agotamiento del modelo fordista de producción.

Además, el texto analiza enfoques de crecimiento endógeno como respuesta a la desaceleración


de la productividad, lo que llevó a la búsqueda de modelos en los que la tecnología es endógena y
donde la acumulación de capital humano y conocimiento se considera fundamental para el
crecimiento económico a largo plazo.

En el contexto de América Latina, el texto se enfoca en las políticas y herramientas de desarrollo


regional en respuesta a cambios estructurales y tendencias globales. Se mencionan
transformaciones económicas y políticas en la región, como la globalización y la descentralización.
La importancia de promover el desarrollo regional como respuesta a la brecha entre las regiones
más y menos desarrolladas de América Latina se destaca, y se enumeran varios instrumentos
utilizados para lograrlo, incluyendo infraestructura, apoyo a las pymes, innovación tecnológica,
formación de recursos humanos y proyectos estratégicos. La coordinación y la eficiencia sistémica
se presentan como factores esenciales para el éxito de las políticas regionales, requiriendo la
colaboración entre el gobierno nacional y subnacional, así como entre las políticas sectoriales y
regionales.
Preguntas:

¿Cómo se han desarrollado los enfoques de crecimiento endógeno como respuesta a la


disminución de la productividad?

¿Cuál es el papel de la colaboración entre el gobierno nacional y subnacional en la implementación


de políticas regionales en América Latina?

¿Cómo pueden las políticas regionales contribuir a reducir las desigualdades socioeconómicas?

¿Cuál es el papel de la inversión en infraestructura en el desarrollo regional?

¿Cuáles son los desafíos comunes que enfrentan las regiones menos desarrolladas en todo el
mundo?

Intervenciones:

La inversión extranjera en América Latina conlleva numerosos beneficios, ya que impulsa el


crecimiento económico, fomenta la diversificación de la economía, aporta conocimientos técnicos
y mejores prácticas, promueve la creación de empleo, y conecta a las empresas locales con
mercados globales, entre otros. Esta inversión puede contribuir a la estabilidad financiera, mejorar
la infraestructura y el desarrollo social, y fomentar la competencia, lo que resulta en un impacto
positivo tanto a nivel económico como social en la región.

Yo estoy de acuerdo con que la inversión extranjera puede traer más beneficios que maleficios en
la economía de los países poco desarrollados, esta impulsa el crecimiento económico si tiene una
buena organización, diversifica la economía, aporta conocimientos técnicos y tecnológicos, crea
empleo e inserta de alguna manera a las empresas ubicadas en Colombia en el mercado global. Así
mejorar el desarrollo social y regional.

¿Cómo se equilibra la inversión extranjera con los intereses sociales en América latina?

Para encontrar ese equilibrio entre la inversión extranjera con los intereses sociales en América
Latina, es esencial implementar regulaciones adecuadas que protejan los derechos laborales,
ambientales y de la comunidad. Además, los gobiernos deben fomentar la transparencia en los
acuerdos de inversión y la distribución equitativa de beneficios. La inversión extranjera puede ser
una fuente importante de desarrollo, pero solo si se gestiona de manera responsable y se prioriza
el bienestar de la población local.

¿Cuál cree que es un ejemplo en el que se pueda implementar la inversión en América latina sin
que se afecte el medio ambiente?

La cultura, el deporte, etc. Menciona las energías fósiles. Capacitación.

Yo también lo pienso desde la perspectiva de las energías renovables, amigables con el medio
ambiente.
Intervención del profesor:

El punto central del texto y debió ser del debate es ese partimiento después de los años 70. Hay
dos instituciones principales en el capitalismo, el estado y el capital. El keynesianismo le da
importancia más al Estado que al capital, después de los años 70 se dio más importancia al capital
ya que consideraban que el keynesianismo había provocado estanflación. Después se pone en
duda de nuevo la autorregulación del mercado, lo que hace pensar en estados parecidos al
keynesianismo. El capitalismo casi que inherentemente ha traído desigualdad grande, aunque hay
ciertas excepciones. Las estrategias de la planeación se estrellaron con un muro, que no permitió la
eficacia en gran parte del mundo para resolver los problemas que hacían presencia. No es posible
a través de la planificación buscar desarrollo regional, ya que se encuentra con los problemas
propios del capitalismo que impiden hacerlo. El problema de América latina es la distribución del
ingreso y el atraso científico y tecnológico, y no un problema de demanda como en los países ricos,
por lo que las estrategias de esos países no son aplicables en este contexto. Aparece el concepto
de competitividad sistémica que reconoce que debe haber complementariedad entre estado y
capital, el estado debe ceder poder en favor de los empresarios, ONGs, entre otros, que en donde
se acepten regiones perdedoras y ganadoras (La igualdad no se piensa como tal). Las regiones
deben construir entornos competitivos, es la misma percepción neoclásica pero no centrada en el
individuo sino en la región. El estado se vuelve retributivo y deja atrás esa figura casi paternal,
keynesiana.

En resumen, antes de los años 70 se pensaba en un crecimiento económico igual a través de la


planeación, que luego de ese año cambia y aparecen conceptos como los de la centralización.
Michel Aglieta, muestra que la tasa de ganancia en los Estados Unidos había disminuido en eso
años, confirmando aquella tesis del marxismo sobre la crisis del capitalismo. En sentido estricto, la
gran idea de la convergencia económica cambia después de los años 70, y se acepta que lo mejor
que se puede hacer es permitir que haya regiones que se desarrollen más que otras. La tecnología
es endógena y no neutral, en donde el conocimiento es el gran factor de producción. El capital
como tal, tiene un gran reto de encontrar un gran mercado (el mundo) en donde el proceso de
acumulación se es mucho más equitativo, y los mercados se vuelven muy parecidos en todo el
mundo. Los ganadores se alían entre ellos para buscar fortalecerse aún más.

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