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¿Por qué tanta insistencia?

16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta
de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán
primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y
así estaremos siempre con el Señor. 18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con
estas palabras. 1 Tesalonicenses 4: 16-18
INTRODUCCIÓN

 Desde hace mucho tiempo se ha venido predicando este evangelio.


En las calles, en las casas, en los colegios, en diferentes lugares.
 Se suele escuchar mucho acerca de Jesús el salvador del mundo.
 Se ha escuchado de, Dios te ama y te quiere salvar.
 Pero surgen estas preguntas: ¿Por qué tanta insistencia?
¿No tienen algo más por hacer? ¿No tienen otro discurso? ¿Por qué lo
mismo? ¿Por qué siguen hablando de lo mismo?
DESARROLLO

 Sabemos que Cristo murió por amor a nosotros.


16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo

unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida
eterna. Juan 3:16
 También sabemos que Cristo antes de ascender al cielo dijo:
15 Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16 El que

creyere y fuere bautizado, será salvo; más el que no creyere, será


condenado. Marcos 16
1. Es así que, predicamos porque él lo ordenó. Con el objetivo de que seas
salvo.

2. Insistimos, pues la palabra es clara:


37
Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Hebreos 10

CONCLUSIÓN
 Hoy puedes creer que estamos perdiendo el tiempo
 Hoy te haces el sordo, pero él vendrá
 9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza,
sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca,
sino que todos procedan al arrepentimiento.
ESCUCHA 10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los
cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos,
y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. 2 Pedro 3: 9-10.
Por eso insistimos, por eso salimos a predicar, porque el Señor te quiere
salvar.

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