Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
036
036
({i
U'f I
Consejo de dirección:
Carlos Altamirano
Ricardo Piglia
Beatriz Sarlo
Diseño Gráfico:
Isabel Carballo
TINA
6
Apropiación del espacio urbano en el Gran
Buenos Aires. Historia y resultados
Composición tipográfica en frío por Dante Schu Iman
y armado original TYCOM .
Montevideo 581, 10 B, Bue-
12
nos Aires Rosario: un proceso de urbanización de-
pendiente
Impreso en INTEGRAL S.R.L. por Mario Corea
Ponsonby 966 - Buenos Aires
20
Tarifa de suscripción
vivienda
Contestan Carlos A. Borsani y Edgardo Cape-
Argentina ttini
12 números $ 60,00
Correo Certificado
12 números
América
12 números
$ 78,00
U$S 13
24 El problema urbano. Selección bibliográfica
26
Vía aérea USS 18
Europa El último Althusser
12 números U$S 15 por Carlos Altamirano
Vía aérea USS 21
Cheques y giros a la orden de LOS
LIBROS, Tucumán 1427, 20 piso.
of. 207. Buenos Aires.
32
Kiosco Martín Fierro, Caseros V Treja·
Córdoba Cortázar, Sabato, Puig: ¿parodia o reportaje?
Librerías: Tres Américas S.R.L. por Beatriz Sarlo
O~
..1
lila:
11:1-
II:Z
0111
CJCJ
Tarifa reducida
Cond. NO SK)()2
Franqu.o plIIado
Conc. NO 3638
35 Libros distribuidos en Buenos Aires
Urbanización:
teoría y práctica
Juan Carlos López
3
Las economías de escala -basa- taso La conquita del desierto, la fun- goza en una mlnlma medida de los
das en la búsqueda de la eficiencia dación de algunas ciudades como beneficios y servicios urbanos. Es
de la moderna tecnología- que de- Rosario, La Plata, Bahía Blanca no dramáticamente, una expresión ur-
ben conformarse multinacionalmente son sino ampliaciones que convergen bana del problema agrario.
para realizarse en plenitud, acentúan con la red primigenia, de acuerdo El prólogo de la cuestión urbana
- el fenómeno en los países imperialis- con el carácter dependiente de nues- está en el campo: la "originalidad"
tas. Algo similar sucede en la URSS, tra econom(a. de las villas de emergencia hay que
desde el momento en que su expan- Las relaciones de producción pre- buscarla en la "originalidad" de las
sión reside en el desarrollo de sus capital istas en el agro expulsaron relaciones de producción de nuestro
fuerzas productivas, también dimen- población campesina hacia ciudades agro y no en la peculiaridad del
sionadas a escala internacional con no industriales sino básicamente co- desarrollo urbano. Será necesario
acumulación centralizada. merciales y de servicios. En el perío- bucear históricamente en el desarro-
La planificación territorial y ur- do imperialista de exportación de llo de otros hechos urbanos y físi-
bana se enfoca as í sobre el encade- capitales se radicó la industria de- cos, que en primera instancia apare-
namiento centralizado de ciudades. pendiente en las aglomeraciones ur- cen subordinados: la fundación de
Los urbanistas proponen ideas como banas que proveían el doble merca- La Plata y su puerto como alternati-
la de la "ciudad-territorio" o de la do de mano de obra y de consumo va de los ganaderos bonaerenses al
"megalópol is", que expi ica y teoriza ya que trabajan para este último. puerto central, que finalmente es
el enlace dependiente de Nueva Una burguesía industrial y comer- absorbido por éste; las excensiones
York y de las ciudades americanas cial, de radicación preponderante- impositivas durante la segunda presi-
de la costa atlántica. La traspolación mente urbana, nace condicionada dencia de Perón que llevaron a Cór-
mecánica de tales formulaciones a por la articulación de intereses entre doba las radicaciones industriales au-
nuestro medio cree descubrir una in- oligarquía agraria e imperialismo. tomovil ísticas; la poi ítica de entrega
cipiente "megalópolis" que se exten- Un modo de producción capitalista de tierras fiscales a empresas' impe-
dería desde San Nicolás hasta La deformado anida en las ciudades im- rial istas, la más reciente construc-
Plata, con centro en Buenos Aires. potentes .para absorber establemente ción de presas energéticas en lugares
Estas teorías se fortalecieron des- la afluencia campesina. En una mis- alejados del litoral (El Chocón,
pués de comprobarse la inoperancia ma real idad dependiente, se verifi- Apipé-Yaciretá, etc.) que serán usu-
de las ciudades-satélites experimen- can rasgos de dos modos distintos fructuadas principalmente por el
tadas en la postguerra, desde Lon- de producción que articulados defi- Gran Buenos Aires.
dres a Moscú, pasando por Estocol- nen la contratlicción ciudad-campo, Por otra parte, ¿qué proyecto de
mo; invocando la teoría de la des- en forma diferente del caso europeo país encierran las actuales radicacio-
centralización se terminó reforzando o. norteamericano. nes industriales en el sur argentino?
la centralidad del núcleo urbano que El resultado a escala nacional es Podr ía descubri rse una gama de con-
'se afirmaba querer descentralizar. el de una aglomeración urbana en- tradicciones entre lo federal y lo
Los problemas del congestiona- ferma de gigantismo que, hacia afue- centralizante, entre regiones en cre-
miento del transporte, de la conta- ra, es puente hacia el mercado mun- cimiento demográfico y otras cuya
minación ambiental y de las aguas, dial controlado por los monopolios población disminuye; entre sectores
de la destrucción del equilibrio eco- y del cual depende, y hacia adentro de clases empobrecidos y otros enri-
lógico, etc., si bien son reales y pro- es el resultado último de una cadena quecidos que alumbrarían más la
ducto propio de la voracidad de ~a de vías de circulación y de ciudades complejidad real de las contradiccio-
acumulación capitalista e imperialis- de jerarquías descendientes cuyos es- nes sociales dominantes.
ta, que ha abordado desde un prin- labones últimos se encuentran en las
cipio la relación con la naturaleza explotaciones agrarias. Los pueblos La estructura interna de las ciudades
subordinándola irracionalmente a la de provincia, los pequeños munici-
explotación en beneficio de la pro- pios, las ciudades mismas ven circu~ También la estructura interna de
d u cc ión, aparecen incuestionable- lar por esas redes, hacia la región las ciudades pone en evidencia la
mente subordinados aunque constitu- metropolitana, su riqueza, sus pro- asociación entre imperialismo yan-
yan el repertorio básico de las cues- ductos y también Sus hijos, recibien- qui y oligarquía. El imperialismo
tiones y soluciones del limitado y do poco y nada en compensación yanqu i ha aportado sus pautas, sus
pragmático campo de los urbanistas. por lo que, en parte, la zona litoral modelos para una infraestructura de
usufructúa. transporte y ha exigido un esfuerzo
La realidad dependiente: Argentina Así lo urbano de nuestras ciuda- urbano para crearla a los efectos de
des y especialmente de Buenos Aires complementar el marco capaz de
La estructura urbana argentina se no surgió de la asimilación global de alentar el consumo de la industria
organiza sobre la trama concretada masas campesinas integradas a un automovil ística. En detrimento de
durante el período colonial y el pos- proceso capitalista de industrializa- las formas de transporte colectivo
terior de consolidación de la depen- ción. Una ancha fajJ de población incentivó el mito del transporte au-
dencia respecto del imperialismo; de la aglomeración urbana que ha- tomotor privado hasta constituirlo
tendió hacia una mejor organización bita en vill~s de emergencia no inte- en uno de los fetiches del confort
del territorio en función de la ex- gra ni participa de "10 urbano" sino urbano. La apertura de autopistas,
plotación de sus riquezas más inme- en medida superficial; sufre en cam- de carreteras, el ensanchamiento de
diatas y su exportación hacia los bio las peores consecuencias del fe- calles, la construcción de puentes y
centros metropolitanos e imperialís- nómeno de la aglomeración ya que túneles, de circuladores automovil ís-
4
ticos insumió las más grandes inver- sin la eliminación de la opresión na- urbanas la apariencia democrática de
siones del sector público en la últi- cional y la modificación de las rela- la gestión urbana, delegada a través
ma década. La conservación y am- ciones de producción dominantes. de representantes y concejales, en
pliación de esa red vial demanda Las poi íticas de vivienda, constitu- una real idad donde tiene tanta pree-
hoy enormes gastos por parte de yen otro de los elementos vitales minencia el efectivo núcleo de deci-
municipios y de entes nacionales. para "hacer ciudad". No es el caso siones compuesto por la dominación
Para esa poi ítica institucional el im- anal izar las poi íticas hoy vigentes, imperialista y la presencia del capi-
perial ismo es decisivo en la formula- pero sí afirmar que ellas confluyen tal inmobiliario y especulativo.
ción de objetivos para la inversión principalmente a sostener el merca- Estas cuestiones deberán analizar-
pública, que sustenta con magros do de oferta y demanda alentando se con el caudal fáctico que aportan
créditos. La apertura de la avenida 9 las iniciativas del capital privado, es- las nuevas realidades que se transfor-
de Julio para conectar dos termina- pecial mente el de las empresas cons- man en verdaderos movimientos so-
les ferroviarias y la autopista a La tructoras. Las exigencias se limitan a ciales de reivindicaciones urbanas,
Plata, por ejemplo, son parte de las ciertas normas de cal ¡dad pero dejan hasta las formas que rompen todos
condiciones impuestas por el capital operar en lo fundan-.rntat a la inicia- los cánones de la legalidad institu-
imperialista de enormes repercusio- tiva privada en lo que concierne a la cionalizada, en los cuales la ciudad
nes en la estructura urbana. localización y forma de los conjun- es a veces marco y a veces argumen-
El otro nivel operativo en la deci- tos de vivienda. Otres planes crediti- to. Habrá que ubicar y valorar desde
sión real de la poi ítica urbana reside cios (Eva Perón y sirnilares) comple- las luchas por la preservación de es-
en el manejo del mercado de tierras mentan la poi íticd del mercado de pacios verdes, por la señal ización de
y en el de la vivienda. La oligarquía tierras o del capital inmobil iario es- calles, por los servicios públicos, que
propietaria de numerosas tierras ur- peculativo al facilíta r préstamos para comprometen a amplias capas popu-
banizables hace grandes negociados completar el ciclo de compraventa lares hasta las que asumen nuevas
mayores y permite los negociados del mercado de la vivienda. Por últi- formas poi íticas como la organiza-
menores de la burguesía comercial mo los proyectos con mayor inci- ción de los villeros por la exigencia
inmobiliaria. Extensión de caminos y dencia oficial asumen el enfoque de la tierra y la vivienda urbana que
extensión de loteos se han combina- sectorial del problema operando con tiene su máxima expresión en las
do para provocar la explosión de las reformas all í donde el problema se ocupaciones y defensas masivas de
ciudades más importantes, para for- manifiesta (no donde se origina). Se- los conjuntos de viviendas semiter-
m a tizar las segregaciones sociales ñalemos que en el caso de planes minados del Gran Buenos Aires. Un
dentro de una misma ciudad, para oficiales de envergadura (caso de la sector de ciudad es ocupado, apro-
desautonomizar y englobar cualquier operación Villa Lugano en Buenos piado y defendido en un movimien-
intento de desarrollo urbano (o re- Aires) el imperialismo, con una muy to de exigencia de la vivienda y de
gional) autosuficiente. baja tasa de participación en la in- poder sobre ella que no queda ni en
Este proceso ha profundizado la versión, que apenas llegó a un la gestión legal, aunque tampoco la
funcional ización de la ciudad en'zo- 16 % del total a través del BID, elude, ni en las formas de delega-
nas de producción (para unos habi- impone sus criterios, normas V fines ción burguesa, sino que propone al
tantes) y zonas de consumo (para a una inversión públ ica cuantiosa. mismo tiempo nuevas formas de ges-
otros), zonas con equipamiento ur- El macrocefalitismo de Buenos tión.
bano sobredimensionado y zonas de- Aires sigue desarrollándose en aglo- Subrayemos finalmente que las
sequipadas y con escasa disponibili- meraciones urbanas que acentúan la luchas urbana" inaugurada's en el
dad de infraestructura y de apropia- segregación social y la impotencia Cordobazo, que se propagaron él
ci6n del espacio urbano. La amplia- para resolver ni los problemas de otras ciudades como Tucumán, Ge-
ción y reproducci 6n de estos fenó- ocupac'ión general del país de los neral Roca y Rosario, en las que la
menos perm ite constatar que no se que son tributarias, ni los propios. ocupación de la ciudad tenía signifi-
trata dE: un problema patológico si- Con estas realidades y con las caciones poi íticas profundas tam-
no de la verdadera y única fisiología particularidades descriptas cabría bién para el propio hecho urbano,
del desarrollo urbano en las condi- analizar el fenómeno superestructu- no pueden haber dejado de susci-
ciones de la dependencia. ral de "10 urbano", como un medio tar a algunas de las instituciones
El reformismo suele hablar de re- más del consenso social que opera pretorianas, o quizás a todas, las
traso e insuficiencia de desarrollo sobre la vida cotidiana de enormes preocupaciones que las rebeliones
como si se tratara de un problema masas, no exclusivamente proletarias, populares le suscitaron hace un siglo
meramente cuantitativo. En real idad en una de las formas más sutiles de a aquel clarividente prefecto de Pa-
aquí rozamos una concepción refor- dominio cultural contemporáneo, a rís, el Barón de Haussman, que en-
I'llista profundamente errónea en el través de los mitos de la adquisición cabezó las más enérgicas transforma-
debate actual acerca de la liberación de una casa propia, de un transporte ciones f(sicas de la ciudad abriendo
y la dependencia: la que define es- automotor propio, del acceso. al las calles de las zonas céntricas po-
tos problemas como insuficiencias consumo calificado, al ocio inerte, a pulares para que pudiera entrar el
de desarrollo motivadas por una tec- la disponibil idad de confort sofisti- ejército, trasladando los barrios po-
n~'ogía retrasada V supone que la cado, etc., todo ello propagado des- bres a las afueras de la ciudad, cons-
ehm· .,
. Inaclon de la dependencia con- de la escuela a los medios de difu- truyendo un centro protegido para
SI f (
s Ir a en el reemplazo de esa de- si6n masivos. Habría que analizar prevenir la inevitable insurrecci6n
pendencia Por otra que posibilitara también cómo opera en la concien- popular que ocurriera poco tiempo
una 'tecn o Iog (a más "desarrollante" cia de las diversas capas y clases más tarde.
6
la ciudad dos Iíneasopuestas de in- tradictorio, que su accionar tiene está determinada por la inexistencia
terpretación del fenómeno y del ac- una historia y que refleja con juste- de agua superficial en la llanura que
cionar sobre el mismo: por un lado, za las contradicciones del contexto permitiera los rudimentos de la agri-
y como expresión del idealismo, se social. cultura; ello también se expresa en
agrupan todas las propuestas de re- La afirmación de que la sociedad su vivienda, una tienda confecciona-
solución del espacio urbano en el dividida en clase sociales genera la da con cueros y cañas, que transpor-
marco de las actuales relaciones de ciudad y se apropia dé su espacio ta estacionalmente tras la caza. Estu-
producción: apelando y confiando urbano según el poder que cada una vieron en condiciones de asediar y
en el mero desarrol lo de las fuerzas detenta puede verificarse en el Gran destruir el primer asentamiento es-
productivas, propon~n un diseño Buenos Aires tal como hoy lo cono- pañol. Este asedio que continuará
que congela y además viene a conva- hasta las campañas al desierto, uni-
cemos y también, a partir de cómo
lidar la actual conformación de la do al hostigamiento de portugueses
es hoy, puede descJJbri rse de qué
sociedad dividida en clases; por el y corsarios desde el mar, le confiere
modo quienes detentaron el poder
otro lado se abre paso un grupo de a Buenos Aires carácter de fortaleza.
hegemónico en cada momento sobre
ideas en torno al materialismo como Del fuerte surgirá el trazado de la
el conjunto de la sociedad, incidie-
herramienta de conocimiento yac- Plaza Mayor y de toda la ciudad
ron decisivamente en su origen y
ción, que comienzan a vislumbrar hasta nuestros días, taxativamente
conformación hasta el presente. Al
alternativas posibles para conceptua- ordenado desde la metrópoli españo-
respecto, es imprescindible, antes de
lizar la expresión .en la ciudad del la a través de ·Ia Ley de Indias que
abordar la lectura actual del Gran
proceso de transformación social. Garay cumple rigurosamente. 1
Buenos Aires, apoyarse en la lectura
Para aportar a nuestra tarea, en Luego, en el curso del siglo
de su origen y desarrollo. De ello
tanto técnicos, y en el marco del XVIII, Buenos Aires se transforma
intentaremos realizar una síntesis
materialismo, hay una primera, pro- de fuerte en puerto. El paisaje urba-
apretada, señalando sólo algunos hi·
funda y necesaria decisión: esto es, no recorta los campanarios de la or-
tos significativos.
relativizar en nosotros mismos el den jesuita que acompaña a la con-
Surge, al comienzo, una primera quista. la actividad mercantil de los
concepto de omnipotencia del dise-
pregunta: a qué clases dominantes y comerciantes españoles compite con
ñador y del planificador como crea-
a qué intereses responde la ubica- ventaja sobre la desarrollada por sus
dor de la ciudad. Antes bien, apren-
ción geográfica de Buenos Aires: iguales de Lima y favorece el comer-
der que la ciudad ha sido y es ex-
tanto la primera como la segunda cio clandestino de manufacturas eu-
presión de la práctica social de quie-
fundación de Buenos Aires están de- ropeas que llegan a Lima desde Bue-
nes la habitan, de quienes se han
terminadas por los requeri mientos nos Aires con costos inferiores al
apropiado de ella a través de un
de la colonización española, ·enmar- acarreo por el Pacífico. Este tráfico
Poder ejercido en favor de sus inte-
cada en la lucha entre potencias co- defi ne incl uso nuestro propi o terri-
reses de clase; as í la ci udad expresa
lonialistas europeas en el siglo XV lo torio al ser implantada, para vigilar-
cuáles son las clases hegemónicas y
La apertura de rutas man'timas a las lo, una aduana, primero en Córdoba
al servicio de quiénes vienen operan-
Indias por parte de los españoles y y luego desplazada a Jujuy.
do los técn icos hasta el presente.
portugueses expresa su competencia Hacia fines del siglo XVIII Bue-
Reconocer que el criterio de verdad,
con los mercaderes venecianos y ge- nos Aires se extiende en un radio de
de lo que es justo, surge, antes que
noveses que controlaban las rutas te- un kilómetro desde la Plaza Mayor,
de la teoría expresada en diseño, de
rrestres a Bagdad, Calcuta y Pekín. sobre la cual se vuelca la actividad
la práctica social misma y de sus
En este marco la corriente coloniza: mercantil. Las mansiones de los co-
Contradicciones.
dora que llega a Cuzco y a la plata merciantes españoles están al sur de
Esto significa despojarse de la
de Potosí requiere ser consolidada la Plaza con un paseo costero pro-
formación que nos han conferido las
desde el Atlántico. Fue ésta una exi· pio, la Alameda, que domina la ba-
clases dominantes para resolver el
gencia militar: el único punto situa· rranca y el río. Los mercados al
habitat, según el punto de vista de sus
do lo más al norte posible sobre el norte, oeste y sur centralizan el in-
intereses impuesto a la totalidad de
Atlántico que permita un acceso te- tercambio en los puntos de los cua-
lo social; implica percibir que el es-
rrestre hacia el interior del territo- les parten los caminos hacia el inte-
Pacio urbano es escenario de la lu-
rio, sin que se interponga la enton· rior. Asa' como han llegado hasta el
cha de clases, y que es necesario
ces insalvable barrera natural de la presente restos de algunas de aque-
incorporar a nuestro bagaje las ense-
cuenca del Plata, definen el empla- llas mansiones han desaparecido las
~nzas extraídas de la práctica social
zamiento de Buenos Aires. rancher(as en las que habitaban 'os
y las tareas que señalan los intereses
El habitat preexistente a la llega- esclavos, cerca de los Corrales de
de· clase de los sectores explotados y
da de los españoles es producto de Miserere. El Matadero se establece so-
dominados de la sociedad.
la naturaleza nómade y agresiva de bre la Calla Larga, hoy Montes de
Esto permitirá comprender que
los pampas; su práctica de cazadores Oca.
estos sectores constituidos por el
proletariado industrial y capas po- 1 Leyes de Indias, Libro IV, Título VII, para las fiestas de a caballo y otras. . .
bres y medias del campesinado despla- Ley IX: "Que el sitio, tamaño y disposi- y cuando hagan la planta del lugar, re-
zadas a la ciudad, en el marco del ción de la plaza sea como se ordena: la p ártanlo por sus plazas, calles y solares
auge revolucionario de masas que plaza mayor donde se ha de comenzar la a cordel y regla, comenzando desde la
hoy vive la sociedad argentina, ya población. . . se debe hacer al puerto... plaza mayor y sacando desde ella las ca-
Su forma en cuadro prolongada que por lles. . . que aunque la población vaya en
están diseñando, conformando y lo menos tenga de largo una vez y media gran crecimiento, se puede proseguir y
concretando un espacio urbano con.. de su ancho, porque será más a propósito dilatar en la misma forma":
8
rante las etapas que suceden a 1955
tienen su expresión más alta durante
la dictadura que se instala a partir
del 66. Dura.' te este perfodo recien-
te se termina de conformar el espa-
cio urbano del Gran Buenos Aires
que hoy conocemos.
En estos últimos tramos de su
conformación se desata en Buenos
Aires el crecimiento en altura. La
producción de ascensores y los cos-
tos de la tierra introducen la casa de
renta pri mero V, ante el congela-
miento de los alquileres, la propie-
dad hOrizontal. A la especulación
con la tierra se suma así la especula-
ción con la mercancía arquitectura
que interactúan para un lucro ma-
yor.
La arquitectura para los escapa-
rates de la sociedad de consu mo, la
arquitectura para los bancos y su
omnipotencia financiera, insertas en
la remodelación vial puesta al servi-
cio de la industria monopólica ocu-
pan el centro de la producción del
habitat.
Simultáneamente la ciudad se ex-
tiende irracionalmente, como una
mancha de aceite. Las empresa~ 10-
teadoras de terrenos devoran el cin-
turón verde. Los nuevos barrios así
formados aspi ran a participar del
contexto urbano pero no participan
de ninguna de las prerrogativas de la
vida urbana: la "prefabricada", la ine-
xistencia de servicios y equipamien-
to, el aislamiento y la distancia se
conjugan para ello. M ientras tanto
los conventillo~ y pensiones se eter-
nizan en sus descendientes directos:
hoteles en los que hoy vive un mi-
llón de porteños en total contradic-
ción con normas mínimas de habita-
bilidad.
A través de un largo proceso, en
los espacios urbanos que la ciudad
fue desdeñando, en los terrenos fis-
cales, en las playas ferroviarias. en
la., vías de ramales abandonados, en
lo::> terrenos anegables, sobre los zan-
Durante la segunda posguerra la la imposibilidad de resolver el pro- jones a los que vuelcan sus residuos
Argentina pasa a ser uno de los pri- blema de la vivienda, que por el las industrias, se instalan y crecen
contrario, se agrava rápidamente; se las \,illas de emergencia. Crean for-
meros abastecedores de al ¡mentas
manifiesta la contradicción de cons- mas de ocupación del espacio urba-
del mercado mundial. El control del truir conjuntos habitacionales y al no que entran en abierta contradic-
comercio exteri or y la favorable ba- mismo tiempo levantar el muro de ción con la apropiación de ese espa-
lanza del mismo enmarcan el progra- la extendida villa que existe sobre el cio y con el derecho de propiedad
lTla .de reformas sociales del primer Riachuelo, a fin de impedir su visua- de la tierra tal como hasta hoy lo
gobierno peronista. El mismo con- lización desde el obligado camino a conciben las clases dominantes.
templa el incremento de presupues- Ezeiza.
to ?estinado a vivienda salud V edu- La concentración monopolista y Para la investigaciórt de este Gran
caciÓn S· ,
d i ' . In embargo, las limitaciones la agudización de la dependencia a Buenos Aires actual, nos propone-
e gobierno peronista se reflejan en manos del imperialismo yanqui dl.- mos como metodología la compara-
10
vienen resolviendo todas y cada una instalaciones de infraestructura y piedad horizontal" que a lo sumo
de las tareas que les impone enfren- equipamiento de cada barrio. proponen un lugar abierto (un bal-
tar al imperialismo yanqui, represen- A pa rt ir de estas realidades cón terraza o patio abierto a la vi-
tado por las exigencias del BI D, des- aprendidas en la práctica de la ac- vienda), con un nivel extremo de
de la organización de la autodefensa tual apropiación del espacio urbano economicidad en los materiales
ante las bandas armadas que preten- en el Gran Buenos Aires, pueden constructivos, de instalaciones y ter-
den intimidarlos o provocarlos para extraerse elementos para la concep- minación. Esta trasposición del dise-
crear una situación que justifique el tualización teórica de nuestra tarea ño no previó en su propuesta la
desalojo, hasta las tramitaciones ne- en tanto técnicos, para la actual eta- riqueza del uso social de los espa-
cesarias para obtener la adjudicación pa: reconociendo, en primer fugar cios comunes, limitándose a dispo-
definitiva mediante el pago de una las contradicciones que expresa el ner calles vehiculares interiores que
cuota proporcional al ingreso, sin ol- contexto urbano y sus rasgos pri nci- nada tienen que ver con la masiva
vidar las tareas de las comisiones de pales, a través de los que se verifica práctica peatonal.
madres que atienden a la salud y a que el proletariado y las capas po- La apropiación de la tierra y del
la organización de guarderías y es- bres y medias del campesinado des- espacio edificado en villas y ocupa-
cuelas para los chicos. Las ocupacio- plazadas hacia la ciudad enfrentan ciones aporta al diseño, en esta eta-
nes desde hace más de un año defi- hoy con sus luchas al enemigo prin- pa, la preocupación decisiva por lo-
nen así una forma superior de lucha cipal, encarnado, en el caso de las grar propuestas posibilitantes de de-
Por la vivienda y apropiación del ocupaciones, por el BID. Aportando sarrollo de formas propias de vida
espacio urbano, en tensa contradic- el esfuerzo técnico a la consolida- familiar y vecinal, en el camino ha-
ción con la impuesta por las clases ción y el logro de sus objetivos, cia transformaciones profundas de
dominantes. inscribimos nuestra tarea al servicio nuestra sociedad. Transformaciones
Estas formas organizativas, mode- de sus intereses y aprendimos cómo en las cuales nuestras ideas conflu-
los del accionar de las masas en un ponen en cris is con sus formas de yan con una práctica social con he-
frente único, se reflejan también en uso del espacio, el diseño que desde gemonía de los sectores hoy explo-
juntas interbarriales que hoy bregan algún tablero de trabajo les propuso tados. En última instaQcia, esa prác-
pOr la adjudicación defi nitiva y por el sistema. Los P.E.V.E. son, en de- tica social expresará la reforma ur-
la terminación de sus viviendas y las finitiva, células típicas de la "pro- bana en la apropiación del espacio.
12
pandida, dependiente de dicho cen- pliada, un ciclo dependiente de la pras y sus ventas fuera de la reglon,
tro. industria de medios de producción 01' ientándolas especialmente hacia
de los países que la poseen. las industrias de medios de consumo
Proceso de expansión urbana Debemos agregar también que es- localizadas en el Gran Buenos Aires:
ta etapa económica marca el fin del "De esto resulta que la integración
. Este proceso coincide con la eta- desarrollo del ferrocarril y el co- de los procesos productivos que se
pa económica de la llamada "susti- mienzo de la era del automotor. En efectúan en el área del Gran Rosario
tución de importaciones". Este se 1913 se instala la última empresa se realiza, no dentro de ésta, sino
centró, a partir de 1929, principal- ferroviaria en la zona y a fines de la predominantemente a escala nacio-
mente en la metalurgia liviana, dan- década del 20 se habilita el primer nal.',7
do lugar al surgimiento de un gran camino pavimentado de Rosario a Esta etapa de desarrollo económi-
número de pequeñas y medianas in- Casilda con el que se inicia el trans- co produjo en la trama urbana una
dustrias que, en lo fundamental, porte de carga por camiones. ó acentuación de las características an-
pertenecieron a capitales nacionales; Es en este período donde se teriores: se agudizó la expansión ho-
se caracterizaron por una máxima construye la red vial que acompaña rizontal de la ciudad que adquiere
utilización de los equipos existentes, la red ferroviaria, consolidando defi- ahora escala regional; se consolidÓ la
combinada con la extensión en el nitivamente la estructura semi-radial aglomeración urbana en el corredor
empleo de fuerza de trabaj 0 4. Crece monocéntrica. Conjuntamente con norte del área, sobre la Ruta Nacio-
el proletariado industrial y la bur- el desarrollo automotor para el nal NO 11, uniendo en un continuo
guesía industrial nacional. transporte de cargas se realizan im- urbano, Rosario con Puerto San
Desde el punto de vista espacial, portantes mejoras en el transporte Martín, e integrando as!. en una so-
aparecen un gran número de plantas de pasajeros. Este hecho estimula la la unidad, las comunas y municipali-
industriales que van desde el taller expansión urbana y el consiguiente dades ubicadas sobre dicha ruta
dentro de la vivienda del empresa- manejo especulativo del valor del (Granadero Baigorria, Capitán Ber-
rio, a establecimientos de regular ta- suelo que, en los años 1947-1950, múdez, Fray Luis Beltrán, San Lo-
maño que se ubican en la periferia acusa los índices más altos. renzo y Puerto San Martín). El pro-
que rodea el casco central. Al mis- Estos factores configuran la ca- ceso tiende a desbordar también en
mo tiempo se produce una expan- racterística morfológica dominante el cordón Sur sobre la Ruta Nacio-
sión horizontal y chata del tejido de Rosario: una muy extendida tra- nal NO 9, que une Rosario con Bue-
urbano. ma de viviendas de una planta que nos Aires, pero alll recién está en
Las industrias se asientan sobre al va desde el casco central hasta los sus inicios.
tejido urbano en forma espontánea, más alejados suburbios. Al mismo tiempo que se produce
de una manera descentralizada y ex- esta expansión regional, se desarrolla
pandida, creando serios inconvenien- una densificación y expansión del
El proceso de expansión regional
tes de orden f isico en la trama y área urbana propiamente dicha. Las
agudizando los problemas de servi- cifras estadísticas de los censos de
cios, tanto infraestructurales como La expansión regional coincide 1960/1970 lo indican con claridad:
Comunitarios (educación, sanidad, co- con el período de concentración V
municación y transporte) que no centralización monopólica que llega Gran Rosario Rosario Ciudad
acompañaron dicho crecimiento, dé- hasta nuestros días. Este proceso sig-
nifica también la consolidación del 1960 657.889 594.063
fiCit que continúa en la actualidad.
cambio de estera de influencia impe- 1970 800.097 697.257
"Todo proceso, más o menos au-
tónomo de industrializadión, de re- rialista, ya comenzado en la etapa
En el perIodo intercensal, 60/70,
producción de las condiciones mate- anterior: el pasaje de la dependencia
se produce un crecimiento neto para
riales de la producción en escala del capital inglés al yanqui.
la ciudad de Rosario de 103.194
Perfectamente ampliada, requiere, La caracterlstica de esta etapa es
habitantes, mientras que en el resto
fundamentalmente una expansión la radicación directa de plantas in-
de la aglomeración urbana (norte,
más rápida de la fabricación de me- dustriales extranjeras en el territorio
oeste y sur) se produce un incre-
dios de producción que de la pro- nacional, Que actúan en condiciones
monopólicas u oligopólicas, ejercien- mento neto de 39.014 habitantes.
ducción de medios o de artículos de Esta expansión, tanto dentro del
consumo (aún cuando crezca tam- do un alto control de las ramas de
la producción en las que se insertan, área urbana de Rosario, como en la
bién la producción de éstos, como región, se realizó sin la implantación
suele ocurrir)". Se trata de la "pro- incrementando en forma superlativa
sus ganancias, agudizando las condi- de los servicios infraestructurales y
ducción para la producción" funda- comunitarios que requerla. Esto
mentalmente de máquinas que per- ciones de explotación impuestas a la
clase obrera y expropiando a secto- marca una clara diferencia entre el
miten ampliar la base de la produc- proceso de urbanización de la etapa
ción."s La inexistencia de un pro- res de la pequeña burguesía y de la
burguesía nacional. agroexportadora, donde parte de la
ceso como el descripto, hizo que se acumulación de capitales privados y
agravara la dependencia con respecto Estas empresas realizan, por lo
general, la mayor parte de sus com- estatales quedó en el área. Durante
del exterior Fenómeno por el cual el perIodo de dependencia yanqui es
el conjunto de le' inddstria debe es- relativamente mínima la realización
tablecer, para su reproducción am-
5 Ferrer-Cristíá-Ciafardini: Obra citada.
4 Ferrer-Crístiá,Ciafardini: Obra citada. 6 Ver Osear Mongsfeld: Obra citada. 7 Ferrer-Cristiá-CiafardiOl; Obra citada.
14
dencia sufrida por los mismos, de-
muestra que en ellos el proceso de ur-
banización va muy por delante del de-
sarrollo de la producción industrial
interna. Por lo tanto la urbanización
antecede a la industrialización.
5. El proceso de urbanización de-
pendiente y las contradicciones ur-
banas por él generadas tienen su
raíz en la contradicción principal
que vive la Argentina en la presente
etapa: la que enfrenta al imperialis- r--~-
mo, los terratenientes y al gran capi· ,
tal a ellos asociado con la clase
obrera, los campesinos pobres y me-
~
,
~;-I
dios, la pequeña burguesía urbana y ,
los sectores patrióticos y democráti- ,,
,
Cos de la burguesía. \
~-\\
--~
Contradicciones urbanas y lucha de (
,
clases . \
\\
\,,,...
" .......
"
Las contradicciones de la socie- I
,
dad argentina tienen su expresión en ,,
el plano de lo urbano como contra- / ..............."""'\
dicciones urbanas, que pasan a for- v.... " ...
18
I
I
I
I
I
I
I
I
I
/
I
I
I
I
I
I
I
I
--
I
-----...., I
I
I
I
I
IL _
\
\
\
\
\
\
\
\
\
\_--,
\
~
\
GRAN BURGUESIA \
\
[" "].
.. : .::.: \
-,
.: PEQUEÑA BURGUESIA
\
f2m
\
.'
.... \
PEQ BURGUESIA CLASE OBRERA ....,
~
\
,,
- ,,
CLASE OBRERA
VILLAS MISERIA
\ \..r--"
SEGREGACION SQCIO-ECOLOGICA ff
17
LOS LIBROS, Julio-Agosto de 1974
tos valores de la tierra urbana Vos que cruzan la ciudad, V qUE: la transformación revolucionaria pre-
y la mejor "calidad" de cons- traen como consecuencias, el barro, senta una tarea central en el plano
trucción edilicia del área. la contaminación V estancamientos específico de lo urbano: la reforma
d. Resume en sí mismo a los de las aguas, etc., causantes de gra- urbana. Esta deberá articularse nece-
centros financiero, comercial, ves problemas de transporte y salud. sariamente con una reforma agraria
administrativo y poi ítico que A estas tres demandas más gene- que liquide el latifundio, recompo-
tienen alcance regional. ralizadas se suman una variedad de niendo la estructura social y produc-
Entre estos dos poi os se encuen- necesidades cuya carencia es más tiva en el campo, a fin de revertir su
tra la "ciudad de la pequeña burgue- sectorial: agua corriente, electricidad carácter de expulsora permanente de
sía" que actúa como área de transi- y alumbrado público, teléfonos pú- población.
ción. Como tal, su configuración es blicos, dentro de los requeri mientos En esta articulación de tareas re-
heterogénea: desde las característi- infraestructurales. Las demandas volucionarias ubicamos la implemen-
cas del área central, en la zona en también abordan el plano de los ser- tación de una reforma urbana que
que la rodea, hasta llegar a confun- vicios comunitarios: asistencia médi- expropie sin indemnización las pro-
dirse y mezclarse con los barrios ca, eliminación de basurales con sus piedades de la oligarquía terrate-
obreros; se genera así un cordón peligros de contaminación y su pro- niente y los monopolios extranjeros
mixto donde se entrelazan sectores ducción de olores, escuelas, guarde. y el gran capital a ellos asociados,
de pequeña burguesía con proleta- rías, transporte masivo, etc. elimine el carácter mercantil de la
riado. · vivienda y del suelo urbano, suprima
El segundo sector, el más sumer-
La segregación socio-ecológica no los alquileres especulativos que no
gido de todos, antepone al conjunto
supone solamente una diferenciación guardan proporción con el ingreso,
de reivindicaciones anteriores la de
funcional o territorial, sino que sig- cree las condiciones para la desapari-
la tierra que ocupan y la de una
nifica mucho más profundamente ción progresiva de la segregación
vivienda digna, que pasan a ser sus
una diferente apropiación social del ecológica-social, desarrolle planes de
contradicciones urbanas pri ncipales.
espacio urbano. vivienda populares, dando prioridad
A estas dos se les suma una variedad
La ausencia de servicios urbanos a los sin techo y reduciendo así la
de contradicciones urbanas secunda-
señala una carencia cuantitativa de crisis de la vivienda.
rias en relación a las primeras: desde
los mismos, y establece también una
el arreglo de los pasillos de las villas Esta reforma urbana deberá, en el
diferencia cualitativa en la forma de caso específico de Rosario, resolver
y su iluminación, la habilitación de
vida cotidiana, articulándose profun- el problema de vivienda de los
guarderías V dispensarios médicos, la
damente con la explotación a que 12.<J.000 habitantes de las "villas mi·-
están sometidas las clases populares. provisión de agua corriente, alcanta-
seria", dotar con servicios urbanos
De estos fenómenos emergen las rillado y desagües pluviales hasta pa-
el conjunto de los barrios obre-
contradicciones urbanas que se vimento, cloacas V transporte.
ros; teniendo principalmente en
transforman en reivindicaciones ur- Estos problemas constituyen el
cuenta el cíclico problema de las
banas, como parte del proceso de centro de la lucha reivindicativa de
inundaciones; al mismo tiempo que
lucha revolucionaria. las masas populares para resolver las
va implementando las medidas de
Si se considera el sector urbano contradicciones urbanas a que se
reestructuración urbana que trans-
donde se asienta, primordialmente, ven sometidas, articulándose con la
formen el monocentrismo, controlen
la clase obrera puede verse cómo el lucha política- (lucha de clases), en
la expansión y eliminen la segrega-
análisis, barrio por barrio, va deter- el camino de la toma del poder,
ción socio-ecológica. En este senti-
minando cuáles son las reivindicBcio- como expresión de ésta en el plano
do, la expropiación de las 30.000
n83 urbanas más sentidas. específico de "10 urbano".
unidades de vivienda vacías que
Para este análisis debemos consi- Esta articulación e interrelación
existen hoy en Rosario y su redistri-
derar separadamente al sector del entre lucha reivindicativa y lucha po-
bución democrática, la puesta en
proletariado que logró llegar a ser lítica lleva a un hecho fundamental:
marcha de planes populares de vivien-
propietario de su vivienda o que por la resolución de las contradicciones
da con la participación organizada V
su nivel de ingresos y estabilidad en urbanas sólo será posible a parti r de
democrática de sus futuros habitan-
el trabajo tiene la posibilidad de la resolución de las contradicciones
tes, un plan prioritario de obras y
afrontar un alquiler y el sector de estructurales que le dan origen. Es
servicios públicos, la construcción
clase obrera de más bajo nivel de decir que para que se resuelvan a
de los emisarios que resuelvan el
ingresos, los ocupados ocasionalmen- fondo las contradicciones urbanas se
problema de los desagües pluviales
te y' los desocupados que habitan I,as deberá romper con la dependencia.
dando término a las secuelas de
"villas miseria".
De la lucha reivindicativa a la las inundaciones# son algunas de las
Para el primer grupo las dos rei-
transformación revolucionaria 10 medidas concretas que se deberán
vindicaciones más constantes y sen-
llevar adelante.
tidas son· las de pavimento V cloa- El paso de lo reivindicativo al de
cas, sumándose a éstas, en medida tar de las clases dominantes V la poten-
un poco menor, las de desagües plu- 10 La transformación revolucionaria no cialidad ,del uso militar de la misma por
vaBes. Estas tres se aúnan creando puede ser pensada al margen de la lucha la clase obrera V el pueblo. Esta investiga-
serios problemas, como el de las armada; al respecto la ciudad es su esce- ción, en Rosario, tiene un centro princi-
nario material. Es en tal sentido que que- pal: se debe partir del análisis materialista
inundaciones cíclicas, que se produ- da planteada la necesidad de investigar la del rosariazo, como fenómeno específico
cen en las épocas de abundantes llu- relación específica de la forma urbana de la articulación de la lucha de clases
vias o por el desborde de los arro- con los planes de control policial V mili- expresada en el terreno de lo urbano.
18
Ediciones LA ROSA
BLINDADA
VIETNAM VIETNAM
Trang Cong Tuong /
ID P. Thanh Vinh
El Frente de Liberación
Nacional, símbolo de la
independencia, la democracia y
de la paz en Vietnam del Sur
Ho Vo Nguyen Giap /
Nguyen Chi Thanh /
Chi Troung Son / Cuu Lon /
Van Tien Dung / Chien Binh
Minh Selección de escritos militares
vietnamitas
Comisión de estudios de la
historia del Partido de los
SELECCION Trabajadores de Vietnam
Breve historia del Partido de los
Trabajadores de Vietnam
DE ESCRITOS Le Duan
POLITICOS Sobre la revolución socialista
en Vietnam
Pahm Van Dong
25 años de lucha y edificación
EDICIONES LA ROSA BUNDADA
socialista
••• Carlos A.
Borsani·
••• 1. SI bien la pregunta supone de
antemano una valoración impl ícita
"~I
de las condiciones estructurdles que
determinan la conformación del te-
rritorio nacional, no como hecho
,
~ ,,; particularizado, sino como constante
verificable en los territorios invadi-
",,~n l.
quier consideración, que las causas
que disponen el ordenamiento del
territorio son detectadas en toda
expresión, no ya del problema ur-
•
bano específico, sino de cualquier
otra manifestación del conjunto so-
cial que lo determina, ya en su ca-
rácter de protagonista o espectador
de su proceso histórico.
El proceso histórico de nuestro
país es contenedor expresivo de las
políticas que lo han modelado. En
su transcurso dos ideas pugnan per-
manentemente por determinar el es-
20
racteri~ación lo define como pafs to queda evidenciado en el aumento cial debe ser asumida más que como
agroexportador en relación depen- de las inversiones en el sector, y en una consigna como una práctica co-
diente con las necesidades estratégi- la preocupación sostenida expresada tidiana que transforma en irreversibles
cas de insumas y materias primas de en los objetivos del Plan Trienal. los hechos poi íticos producidos en
los centros de poder; el anacronismo La correcta estructuración de la favor de los sectores sociales que
del sistema de comunicaciones con- problemática apunta a resolver pro- han estado faltantes de ella.
figurado como infraestructura de ex- gresiva y simultáneamente un pro- Tanto la solución de los proble-
plotación y drenaje, no de desarro- blema social acuciante, como es el mas de desarrollo urbano como
llo integrado, son determinantes de de la vivienda, como así también los específicos de vivienda popular,
la estructura urbana nacional. incorporar al aparato productivo a deben implicitar en su práctica y
Esta forma de asentamiento ini- importantes sectores activos de la acción poi t'tica este objetivo. Se ha-
cial, en continuo proceso de defor- población, abriendo posibilidades de ce necesario por lo tanto, fortalecer
mación, queda aún más consolidada, trabajo estable que favorecen el des- con una legislación y acción conse-
.en tanto se le superponen las nuevas pegue económico que la etapa nece- cuente, el poder de decisión del Esta-
estrategias de la dependencia, donde sita. Se hace necesario reconocer do sobre el territorio urbano y ru-
las estructuras urbanas y su relación que la puesta en marcha de este ral, que como depositario de la vo-
Con la región en que se localizan se proyecto genera un proceso que re- luntad de transformación del Pueblo
redefinen como núcleos neurálgicos quiere ser apuntalado, desarrollado le pertenece. Una efectiva acción de
de producción y consumo. y consolidado pcr los agentes direc- los mismos permite implementar po-
Las reglas que ello impone la ale- tos que en él participan; que el mis- líticas de planificación, que hacen
jan de la lógica que deviene de una mo demandará reajustes permanen- de la organización espacial del terri-
planificación de uso social colectivo. tes que le son propios a la acción torio y de la ciudad una realidad
Este hecho no sólo es veri ficable en misma de mate:;alizaci:>n, ya que és- palpable, que hará del sujeto social
las áreas metropolitanas del territo- ta, por su carácter dinámico, pro- que en él habita, un activo partícipe
rio, sino que se hace extensivo a pondrá nuevas ~nst3ncias de acción en la gestión del mismo.
localizaciones urbanas de periferia, técnica y de gestión v control. La capacidad instalada con que
en donde adoptan para sí y como Reflexionando ~ob,~ este aspec- actualmente cuenta la industria de
un producto más de la colonización to, es dable ver hoy que en el inten- la construcción, es consecuencia de
económica y cultural de la depen- to de materialización de los objeti- una poi ítica a nivel nacional, que
dencia, el modelo degradado de la vos poi {ticos del plan de viviendas sólo estuvo dirigida a consolidar los
metrópoli. formulado en el Plan Trienal, apare- lazos de dependencia. Esta evidencia
En sfnte:)is, se hace posible visua- cen contradicciones propias de inte- una atrofia tecnológica, administra-
lizar que la poi ftica y estructuras de reses sectoriales, incompatibles con tiva y de producción que debe ser
la dependencia quedan reflejadas en el objetivo económico-social del superada a corto plazo, con la ayu-
el territorio en una ecuación incues- Gobierno Pop'Jlar. El desabasteci- da de una poi ítica crediticia, apoya-
tionable, explotación = drenaje = miento de insumas para la construc- da en una producción sostenida que
enajenación. A ello debemos agregar ción, con la consecuente creación permita el equipamiento y despegue
la existencia de una base jurídica del mercado paralelo, como la falta de la pequeña y mediana empresa.
que ayuda a su canonización, impo- de una legislación de uso y disponi- El Estado, en la perspectiva de
sibilitando ordenar el espacio urba- bilidad del suelo urbano, trasladan fortalecer su poder administrativo y
no y territorial como fuente de re- al usuario cargas económico-finan- de regulación económica, deberá
Cursos y patrimonio de la sociedad cieras que resquebrajan el equilibrio aplicar en la coyuntura mecanismos
que lo conforma. inestable pero necesario que exige la complementarios tales como empre-
El soporte ideológico impregna material ización de esta etapa. sas testigo, cupos de producción,
implícita y explícitamente los ins- El desarrollo de esta polftica en subsidios, etc.
trumentos y las instituciones que re- el sector, requiere a la fecha una No debe quedar ausente la consi-
Producen y consolidan en forma mayor ingerencia de los agentes del deración de la real y auténtica parti-
Permanente las causales de la depen- aparato del Estado y una efectiva cipación del sujeto social, ejecutor
dencia. El desmantelamiento de la participación hegemónica del sector directo y depositario de la política
universidad liberal, uno de sus ba- social a que está dirigida la resolu- que el Gobierno Popular encara en
luartes más representativos, debe ser ción del problema. Ambos son ga- el sector. La exigencia de su prota-
objetivo prioritario de los que en rantía de persuasión popular e insti- gonismo organizado debe ser el mo-
ella actuamos en la etapa ·quevivi- tucional para el logro de este objeti- tor fundamental en la conquista y
mas. vo. modelación de su propio entorno.
En tanto las consideraciones téc-
nicas explicitadas presuponen la to-
1 ma de posición ante el cuestiona-
2. Reconocer la vivienda popular 3. La implementación polftica en el miento planteado, éstas cobran su
corno una predominante preocupa- sector exige la puesta en marcha de sentido en el contexto del compro-
ción política del gobierno nacional, poi áticas específicas que deben arti- miso asumido como militante del
la descoloca del marco retórico y cularse estratégicamente, compatibi- Movimiento Peronis~a.
demagógico de gobiernos preceden· lizando la interacción de intereses
Carlos A. Borsani. docente en la Facultad
tes, para trasladarla al plano de los de los agentes en juego.
de Arquitectura de Rosario V directo.. de'
Objetivos nacionales de la etapa. Es- La predominancia de justicia so- I nst.de Planeamiento Territorial V Vivienda
Esta selección, organizada por el arquitecto Luis Strok, está dirigida a presentar una serie de materiales que contribuyen
a aportar a una polémica actual alrededor del problema urbano y el rol del profesional, insertados en el contexto
económico, político e ideológico que los condiciona.
A - SOCIOLOGIA URBANA clases y otros escritos, Barcelona, G us- de la política de vivienda en la Argen-
A. Korn, La historia construye la tavo Gilli. tina desde 1880, Buenos Aires, Cua-
ciudad, Buenos Aires, EUDEBA. Roberto Segre, Arquitectura, sub- derno Summa N° 72, febrero 1974.
G. Chabot, Las ciudades, Madrid, desarrollo y revolución, Buenos Aires, Planificación, organización del espa-
Labor. Cuadernos Summa-Nueva Visión. cio urbano, Buenos Aires, Cuaderno
Henri Lefebvre, La revolución urba- Summa N° 74/75-abril 1974.
L. Reissman, El proceso urbano, Bar-
celona, Gustavo Gilli. na, Madrid, Alianza Editorial. Evolución del gran Buenos Aires en el
Mario Corea, Hacia una dimensión espacio y en el tiempo, Buenos Aires,
Pierre George, Sociologfa y geogra- Revistas de la Sociedad Central de
fía, Barcelona, Península. socio-poll'tita de la arquitectura y el
urbanismo, Universidad Nacional de Arquitectos N° 375 y 376-77.
Jane Jacobs, La economía de las ciu- Córdoba.
dades, Barcelona, Península. Mario L. Corea y otros, Con1:ribución D - LA CIUDAD. PLANTEOS ES-
Jane Jacobs, Vida y muerte de las a un enfoque crítico del diseño, Bue- PECIFICOS
grandes ciudades, Barcelona, Penín- nos Aires, Librerr'a Técnica CP. 67.
sula. Juan Carlos López, El problema llr-
C - PLANI FICACION, OCUPACION bano, Transformaciones N° 19, Bue-
J. Páez, El conventillo, Buenos Aires, DEL ESPACIO URBANO Y DEPEN- nos Aires,'Centro Editor de Am~iica
Centro Editor de América Latina. DENCIA Latina.
Mario Gaviria, Campo, urbe y espa- L. Benevolo, Orígenes de la ur~anis
cio del ocio, Madrid, Siglo XXI, Es- Manuel Castells y otros, Imperialis- tica moderna, Buenos Aires, Edicio-
paña. mo y urbanización en 'América Lati- nes-Tekné.
Manuel Castells, Problemas de inves- na, Barcelona, Gustavo Gilli.
Le Corbusier, Los tres establecimien-
tigación en sociología urbana, Ma- Alberto Luis Cignoli, La organiza- tos humanos, Buenos Aires, Poseidón.
drid, Siglo XXI, España. ción del espacio nacional, Buenos Ai-
res, Revista Ciencia Nueva N° 18, Le Corbusier, La ciudad del futuro,
Henri Lefebvre, De lo rural a lo ur-
1972. Buenos Aires, EdicionE::s InHnito.
bano, Barcelona, Península.
Marta ,Schteingart, Urbanización y Scientific American, l.a ciudad, Ma-
Henri Lefebvre, El derecho a la ciu-
dependencia en América Latina, Bue- drid, Al ianza Editorial.
, dad, Barcelona, Península.
nos Aires, Ediciones SIAP. C. Aymonino, Or:genes y desarrollo
B - OCUPACION DEL ESPACIO E. Pradilla y C. Giménez, Arquitectu- de la ciudad moderna, Barcelona,
URBANO, ROL DEL PROFESIO- ra, urbanismo y dependencia neoco- Gustavo Gilli.
NAL E IDEOLOGIA lonial, Buenos Aires, Ediciones SIAP/ C. Aymonino, La vivienda racional,
Planteas. Barcelona, Gustavo Gilfi. .
Federico Engels, Contribución al pro-
Richard M. Morse, La investigación Fran~oise Choay, El urbanismo - uto·
blema de la vivienda, Buenos Aires
urbana latinoamericana, Tendencias pías y realidades, Barcelona, Luman.
Cartago.
y Planteos, Buenos Aires, Ediciones
Roberto Segre, Cuba, arquitectura de
Federico Engels, La situación de la SIAP.
la revolución, Barcelona, Gustavo Gi·
clase obrera en Inglaterra, Buenos Ai- Osear Yujnovsky, La estructura in- 1Ii.
res, Futuro.
terna de la ciudad, el caso latinoa-
Mario l. Corea, El diseño transfucio"
Fernando Ramón, Ideología urbanís- mericano. Buenos Aires, Ediciones
nal - La estructura posibilitante. No"
tica, Madrid, Comunicación-Serie B. SIAP.
tas para la discusión. Universidad Na"
H. Meyer, El arquitecto en la lucha de Osear Yujnovsky, Revisión histórica cional de Córdoba.
24
dos buenas calles para mirar
vidrieras:
revista de literatura
corrientes y santa fe. Año 11, na 6
y si quiere mirar José Miguel Oviedo, "Vallejo entre la Vanguardia y la Re·
LIBROS volución (Primera lectura de dos libros inéditos),"
Héctor Libertella. "Algo sobre la novísima literatura ar-
elija gentina."
Marlene GOlflieb. "Del antipoema al artefacto al. .. La
trayectoria poética de Nícancr Parra".
Serie "Los Marginados": IV: Haití
Jorge Rufjlnc/li. ".Iacques-Stephen Alexis: "Maravilla y te-
rror en Hait í".
Jacques-Suphen Alexis' "La !lor de Oro".
TESTIMONIOS: A CHILE
Juan Loveluck, "Setiembre once, 1973".
Fernando Quilodrán, "Oda a los médicos en huelga".
Victor Jara, "Estadio Chile-Somos cinco mil".
Atahualpa Yupanqui. "Canción para Pablo Nerllda".
ENTREVIST A:
Rubén Barreiro Saguier a Alfredo Bryce-Etchenique
tiene tres locales, en los tres es- TALLER:
tán todos los libros que importan Bernardo Verbitskv, "Ante mi obra".
recuerde: Poesía:
Poesía Chicana de Alllrísta. Tino VilIanueva. Frank Pino.
.Ir.. Juan Felipe Herrera.
MANUSCRITOS. liBROS. CORRESPONDENCIA A:
wrruntes 885 Saúl Sosnowski/4330 Hartwick Rd. Apt. 608/Collcge
Park. Md. 20740/U.S.A.
corrjente.~ 1311
Suscripciones en la Argentina: 3 números: S 60.00. Ch\..~
santa f¿ 1715 ques o giros a nombre de Saúl Sosl1owski/Cuenca 37191
2 - cm uenos Aires.
REVISTA
DE CIENCIAS
teoría y política
Número 12 Agosto-setiembre 1974
DELA Publicación del Comité Central del
Partido Comunista Revolucionario de
EDlJCACION la Argentina
Sumario
número 11
Editorial: No a otro 55. Unirse y armarse para de-
rrotar a yanquis y oligarcas.
Althusser, Para una crítica de la ciones) ideológica y poi {tica del dieron articularse la concepción eli-
práctYca teórica. Respuesta a John conjunto de la sociedad argentina a tista del "saber" con la actitud pa-
Lewis. Traducción de Santiago Fu- partir de la segunda mitad de la ternal ista respecto de la conciencia
nes. Siglo XXI Argentina, Buenos Ai- década del 60. poi {tica de las masas populares.
res, 103 pág. Creo que ello mostraría la fun- Pie nso que estas real izaciones
cionalidad . de algunas tesis centrales prácticas del althusserianismo son
del althusserianismo, su "conformi- útiles también para pensar su signifi-
El último libro de Althusser, un dad" con algunos componentes cación teórica. Por eso un análisis
texto muy breve que contiene la ideol6gicos típicos de las capas me- verdaderamente materialista de sus
respuesta a las críticas que le formu- dias intelectuales. Para dar un ejem- contenidos teóricos no podría pres-
lara John Lewis desde las páginas de plo, como hipótesis: la concepción cindir del examen del contexto que
Marxism Today. Su aparición podría althusseriana de la autonom ía y la lo hizo posible y aun necesario. No
convertirse en la ocasión para inten- especificidad irreductible de la me refiero tanto al contexto intelec-
tar un balance del althusserianismo, "práctica teórica" marxista, esto es tual y a la tradición filosófica a los
de su proyecto teórico y de sus sin referencias a sus condiciones, in- que generalmente ha sido asociado,
Ilrendimientos" efectivos, así como dispensables, de posibilidad, condi- la ideología estructuralista y el posi-
del sentido de sus periódicas auto- ciones sociales, ideológicas y po- tivismo francés. Aunque este marco
críticas. Pareciera evidente que, de Iíticas de clase, se anuda orgánica- de referencia es fundamental, resulta
intentarse entre nosotros y desde un mente con las aspiraciones hegemó- indispensable situar al pensamiento
punto de vista marxista, ese balance nicas del intelectual pequeño-bur- de Althusser respecto del campo al
no podría reducirse al solo examen gués que, al consagrar la autonomía que él se reclama permanentemente:
de la propuesta teórica de Althusser del "saber" no hace sino consagrar el comunismo, el movimiento obre-
y sus sucesivas transformaciones y su predominio. O, si no, podría exa- ro internacional y la lucha que all (
reajustes. La gran influencia del al- minarse cómo funcion6 la tesis so- tiene lugar entre marxismo y revisio-
thusserianismo dentro del campo bre la oposición entre ciencia e nismo. En relación a este campo y
que genéricamente podemos llamar . ideología (cualquier ciencia, cual- su contradicción, el discurso althus-
izquierda intelectual, obligaría a in- quier ideología) que proporcionó ra- seriano como variante racionalista-
terrogarse acerca de las condiciones zones "marxistas" para que algunos especulativa interna al campo del re-
sociales de esa influencia, es decir pudieran titularse marxistas "desde visionismo, cuyas posiciones poi {ti-
plantear{a la necesidad de un análi- el punto' de vista teórico" y practi- cas aceptó compitiendo por la hege-
sis de la estructura ideológica y po- car el más amplio oportunismo monía filósofica con la variante hu-
I{tica de dicho campo y su relación "desde el punto de vista ideológico" manista.
con la problemática (las contradic- (y poi (tico, por supuesto). Así pu- Pero, veamos el último escrito de
26
Althusser, donde si bien reivindica neo ... da vueltas, para concluir en que ver con el marxismo y sí con la
el sentido fundamental de sus inves- que su tesis en realidad depende de ideología estructuralista de donde
tigaciones, formula una autocrítica. otra: "la lucha de clases es el motor proviene. Más adelante volveremos
Para responder a J. Lewis, Althusser de la historia". Y cambia de tema, sobre el estructuralismo de Althus-
organiza una confrontación en que sin enterarnos mucho de qué es eso ser.
los papeles se distribuyen de este de que las masas hacen la historia.
modo: Lewis es un filósofo huma- Ahora bien, se trata de un viejo y 2. Una operaclon equivalente a la
nista y Althusser es un filósofo mar- conocido principio de la teoría mar- anterior la encontramos alrededor
xista-leninista; Lewis es revisionista xista, ¿por qué Althusser, que lo de otro principio también clásico
y Althusser es ortodoxo; Lewis, usa polémicamente, primero restrin- del marxismo-leninismo: la primacía
cuando habla de filosofía no habla ge su significado y luego diluye su de la práctica sobre la teoría. Véase
de poi ítica y Althusser sí habla de explicación? esta' formulación: "Gracias a laprác-
poi ítica, etc. Para entendernos: la proposición tica (cuya forma más elaborada es la
No conozco los trabajos de Le- "Ias masas hacen la historia" tiene práctica científica) se puede conocer
wis, pero para el objeto de esta nota un significado poi ítico directo, "son lo que es: primacía de la práctica
ello interesa poco y además es pro- las masas populares las que hacen la sobre la teoría" (p. 40). Bien, leída
bable que Althusser tenga razón. Só- revolución", y traza una clara línea rápidamente parece nada más que la
lo quisiéramos mostrar muy breve- de demarcación respecto de las di- reafirmación de una vieja posición
mente que la "ortodoxia" de Althu- versas concepciones elitistas (burgue- filosófica marxista. No obstante, si
sser es nada más que un alarde ver- sas o pequeño-burguesas) del proce- se atiende un poco a lo que va entre
bal, una manipulación de tesis mar- so revolucionario. Pero la significa- paréntesis es evidente que lo que se
xistas clásicas para dar status mar- ción de la tesis es más amplia y afirma all í invierte el sentido del
xista a tesis no marxistas, aquellas pre- compleja en tanto no reduce el IIha- enunciado global. Teniendo en cuen-
cisamente que le dieron su rasgo dis- cer" histórico de las clases explota- ta que para Althusser la "práctica
tintivo al althusserianismo. En cuan- das a su sola dimensión poi ítica, es científica" es la actividad teórica
to a hablar de poi ítica, habla sí pe- decir a la historia de sus protestas, por excelencia, de ah í resulta no
ro no dice lo esencial. sus luchas y sus revoluciones. Su sólo que esta última es una práctica
actividad productiva es también acti- entre otras (diluyéndose el sentido
1. A la tesis humanista "el hombre vidad histórica aunque no figure en de los términos teoría:práctica y su
hace la historia", afirmada por Le- ningún capítulo de tJistoria poi ítica, relación), sino que al ser la "más
wis, Althusser le opone la tesis mar- dado que para la concepción mate- elaborada" resulta inevitable confe-
xista-leninista clásica: "las masas ha- rialista de la historia, la historia es rirle el primer puesto en la jerarquía
cen la historia". Un enunciado "or- también la historia de los diversos de las prácticas, el papel dirigente.
todoxo", sin duda. Sin embargo, ya modos de apropiación del trabajo de O sea, la primacía de la teoría sobre
al definir el significado del término las masas explotadas por los dueños la práctica, vieja tesis althusseriana.
masas opera una doble restricción de las condiciones de producción. No es necesario contraponer a es-
de su tesis: "son las masas explota- Más aún: esa actividad productiva ta idea conocidos textos marxistas
das, es deci r las clases, capas y cate- constituye el presupuesto material sobre la relaci6n teoría-práctica.
gorías sociales explotadas, agrupadas de otras "h istorias". Ese es el senti- Piénsese solamente, dado que se tra-
alrededor de la clase explotada ca- do de la afirmación de Engels: "Sin ta de marxismo, en la relación entre
Paz de unirlas y ponerlas en movi- esclavitud no hay Estado griego, ni la teoría marxista de la lucha de
miento contra las clases dominantes arte griego, ni ciencia griega; sin es- clases y la práctica de la lucha de
que detentan el poder del Estado" clavitud no hay Imperio Romano"· clases. Los ejemplos son clásicos: las
(P. 30). Doble restricción: 1) restric- y la tesis tiene, por eso, una fun- tesis de Marx y Engels sobre la revo-
ción del campo de validez histórica ción crítica respecto de esa historio- lución proletaria y el Estado antes y
de la tesis, dado que sólo con el grafía para la cual la historia es la después de la Comuna de París, las
capitalismo surge una clase explota- historia de las clases dominantes y consideraciones teóricas de Engels
da, el proletariac..o, capaz de unir al sus estados, sus élites poi íticas y sobre la huelga general (dogmas de
Conjunto de las masas explotadas en militares, la historia de su cultura. la socialdemocracia) y la práctica de
la lucha contra las clases dominantes Es decir, la concepción idealista de la revoluci6n rusa de 1905. De cual-
y su Estado; 2) restricción de la te- la historia, esa historia sin presu- quier modo lo que interesa marcar es,
sis a su sentido político más inme- puestos. nuevamente, la manipulación para
diato, es decir la historia en que se Todo esto es viejo y conocido, darle la forma de la ortodoxia mar-
piensa es exclusivamente la histo- en efecto. Si Althusser desfigura o xista a una concepción no marxista.
ria de los movimientos y los conflic- se desentiende de los contenidos de
tos políticos. De ahí que según AI- la proposición que dice defender, es 3. "Porque la filosofía es, en última
thusser, en la Roma esclavista no porque sólo la agita para dar cober- instancia, lucha de clases en la teo-
hayan sido los esclavos, sino los ple- tura marxista a la tesis que defiende ría". He aquí una tesis que Althus-
beyos los que hicieron historia "en en realidad, "la historia es un proce- ser repite varias veces a lo largo de
sentido estricto". Pero, no todo ter- so sin sujeto", tesis que nada tiene su último escrito. Hay un eco leni-
mina aU í. Althusser, que reprocha a nista y maoísta en ella, tiene todas
LeWis no poder justificar su tesis las apariencias de la ortodoxia. Pero
desde el punto de vista marxista, 1 Engels, Anti-Dühring, México, Grijal- resulta que esta "Iucha de clases"
CUando debe expl icar la que sostie- bo, 1968, p. 174. tiene una particularidad singular:
28
Sobre la
Internacional Comunista
y las luchas
de liberación nacional
Santiago Mas
30
partir de 1951 L... l Por tratarse de del pensamiento de Lenin para ava- formas de esta unión estén en con-
obras aefinidas claramente como 'es- lar sus posiciones. Según R.S. Le- sonancia con los grados de desarro-
cogidas' no se puede reprochar a nían defendía "[... ] las ayudas llo del movimiento comunista en el
Mao que haya incluido materiales económicas como medio de transi- seno del proletariado de cada país o
concordantes con la I{nea del parti- ción económica [...]" (pág. 52). del movimiento democrático-burgués
do que regfa en el "momento de la Una afirmación de tal {ndole, que de liberación de los obreros y cam-
publicación; o que haya dejado de contradiría todo lo conocido has- pesinos en los países atrasados o en-
lado los confl ictos más ásperos con ta ahora de Lenin, requiere, como tre los nacionalidades atrasadas"}.
la dirección del partido y con la mínimo citar el texto al que se re- Como puede observarse, el planteo
Comintern" (págs. 15-16). Una afir- fiere. Pero el lector debe conformar- de Lenin no avala para nada la posi-
mación de esta índole hace pensar se con la palabra de R.S., pues una ción que actualmente sostiene el re-
que en algún momento el suspicaz afirmación de tal importancia no le visionismo.
autor nos mostrará algún documen- merece mayor atención. En el texto al
to de importancia que haya sido de- que se refiere Schlesinger no aparece
jado de lado por los editores. Si ninguna afirmación en tal sentido, Podrían multiplicarse las citas
revisamos el texto, no encontrare- por el contrario, en el punto en que mostrando la disposición de R.S. para
mos ninguna referenda a un texto Lenin se refiere a las relaciones en- justificar las tesis del revisionismo
de Mao que no figure en las Obras tre el movimiento de liberación na- contemporáneo. Es de lamentar que
Escogidas; con ello el mismo Schle- cinal y la U RSS dice: "[ ... ]" en la se desaproveche la oportunidad de
singer contribuye a demostrar lo vá- actualidad no hay que limitarse a editar un libro sobre una cuestión
lida que resulta esa selección. Por reconocer o proclamar simplemente de tanta importancia histórica y po-
último resulta pueril hablar de "ne- el acercamiento entre los trabajado- lítica, con un libro que ni siquiera
cesidades del momento" cuando se res de las disti ntas naci ones, sino intenta una fundamentación seria de
refiere a una selección de textos que que es precIso desarrollar una políti- las posiciones del revisionismo.
se viene publicando desde hace 23 ca que lleve a cabo la unión más
años. 1 Lenin., V.I., Primer esbozo de las te-
estrecha entre los movimientos de sis sobre los problemas nacional y colonial
R.S. se incorpora a la corriente liberación nacional y colonial con la (Ju nio de 1920) en: Obras completas,
de los que apelan a la falsificación Rusia soviética, haciendo que las Buenos Aires, Cartago, t. XXXI, p. 139.
DESARROLLO ECONOMICO
PEKIN INFORMA Revista de Ciencias Sociales
Publicación trimestral del
(EN IDIOMA ESPAÑOL) INSTITUTO DE DESARROLLO Director:
ECONOMICO V SOCIAL (lOES) Torcuato S. Di Tella
Vol. 14 Julio-Setiembre de 1974
• Revista semanal, publicada en China, de carác-
ter político. Artículos
FABIO WANDERLEY REIS: Solidaridad, intereses y de-
• Reportajes sobre la revolución V construcción
sarrollo político. Un marco teórico y el caso brasileño.
socialista en China.
• Puntos de vista de China sobre cuestiones in- DANIEL M. SCHYDLOWSKV: Influencia del mercado
ternacio na les. financiero sobre la uti lizaci6n de la capacidad instalada.
• Artículos teóricos; declaraciones; documentos RICARDO FRENCH DAVIS: Mecanismos y objetivos
diversos. de la redistribución del ingreso.
......
Maipú 231- Of. 19/20. Buenos Aires - Argentina. Crítica de libros - Informaciones - Reseñas bibliog"'fic•
Beatriz Sarlo
Es mi intención registrar, en un meno tiene liue ver con la desapa- bocas de narraciones posibles y no
primer nivel de análisis, los datos de rición de ciertos rasgos constitutivos escritas; en la práctica, la afirmación
un problema que -pese a la diver- . de lo genérico: la imposibilidad de de que eso -la resultante de una
sidad de rasgos con que se man i- construir una trama -característica actividad de composición y releva-
fiesta y a la disparidad literaria de de las formas consagradas de la lite- miento de piezas sueltas, objetos,
los textos en los que aparece- pue- ratura de ficción burguesa desde su ideas, imágenes encontradas a la ma-
de detectarse e incluso permitir la culminación realista en adelante- y nera surrealista, colocados en un
presentación de algunas hipótesis de crear en el texto un espacio cuya marco que subraya y no que disimu-
preliminares acerca de la relación cualidad sea la verosimilitud (un ti- la su heterogeneidad- reemplaza,
entre la ficción y lo narrativo, en po de verosimilitud) según los códi- tiende a ocupar el lugar de la fic-
algunas novelas publicadas en la Ar- gos de esa misma ficci ón (persona- ción. El carácter del proceso des-
gentina en el curso de 1973 y 1974. jes, cualidades y acciones que los cripto puede, sin duda, no ser uni-
constituyen, etc.). Estas ausencias direccional y está anunciado un nue-
La lectura de Abaddón el Exter-
dominan la novela de Sabato, quien vo libro de cuentos de Cortázar, Oc-
minador de Ernesto Sabato suscita
sin duda alguna no alcanza a contar taedro. Sin embargo, el conjunto de
una serie de interrogantes -más o
no sólo algo que interese sino a con- textos mencionados se caracterizan
menos independientes de la pésima
tar nada. Sabato no pudo escribir por definir un aspecto principal:
calidad de su escritura-, a partir del
una novela tal como se lo propuso, dan cuenta de la imposibilidad -su-
encuadramiento del texto en un
pese a que esta propuesta figura en perado un cierto estadio de la nove-
marco más anlpHo. En primer lugar,
el propio texto de Abadd6n como la burguesa- de relatar. Pretenden
se actual iza la posibil idad de plan-
declaración de intenciones y como cambiar de conversación: una cosa
tearse una pregunta sobre lo que
está sucediendo con lo que tradicio- proyecto. Tampoco pudo contar có- puede pasar por otra, la actividad de
mo se escribe una novela o cómo narrar -parece afirmarse- es reem-
nalmente se denomina literatura de
una novela no puede escribirse pues- plazada por la producción de una
ficción, en algunos de los textos pro-
to que Abadd6n fue escrita para significación no encuadrable genéri-
ducidos en la Argentina. Dejo delibe-
afirmar esa posibilidad (en rigor: camente. Podría discutirse si ésta es
radamente de lado precisiones que
que Sábato podía escribir una nueva una significación de nuevo tipo.
tienen que ver con la relación perso-
nal de Sabato con su literatura para
novela después de Sobre héroes y Sin embargo, en 1973, Libro de
tumbas). Esta última era, por otra Manuel de Cortázar se propuso co-
considerar a Abaddón como una de
parte, una pésima novela, pero era mo una novela -la peor de Cortázar
las novelas que pueden ser elegidas
una novela: más bien llenaba todas sin duda. Y all í aparecen varios ras-
para presentar la cuestión: es un re-
las variables del género, de manera gos curiosos que, en mi opinión, tie-
lato en el cual la ficción tiende a
heterogénea, exagerada, hipertrofia- nen que ver con las dificultades para
alcanzar un grado mínimo y que
da, con sobrantes y retazos, pero se la realización del género. Al temati-
propone, en cambio, el reportaje, las
constituía como ficción. zar, como uno de los centros funda-
cartas, la reconstrucción de diálogos
¿ Qué sucedió entre tanto? Al mentales del texto, a la poi ítica
sucedidos como materia.
parecer un proceso de agotamiento, Cortázar puso en juego dos recursos
Todo ello conduciría a repensar de vaciamiento, que Sábato no es el básicos: la exageración rocambolesca
lo que dio en llamarse "muerte del único en padecer. Después de Todos (vertiente por otra parte de una
género", es decir, la liquidación de los fuegos el fuego, Cortázar publica cierta ideología de la práctica poi íti-
un conjunto de procedimientos que La vuelta al dla en ochenta mundos ca) ~n cuyo interior lo poi ítico pue-
caracterizaron a la literatura de fic- y Ultimo round (título significativo de ser manejado como residuo de
ción también en sus especímenes del a no dudarlo): rompecabezas donde folletín, como espacio de manías y
siglo XX. Un aspecto de este fenó- aparecen esquicios, brazos, piernas y fantasías individuales de cada uno
32
de los personajes implicados; y el otras opciones fuera del espacio mis- rrado aparecía como "más impor-
texto period ístico que se incorpora mo del género señalan su desarticu- tante" que el procedimiento textual
a Libro de Manuel precisamente co- lación, como un golpe de estado (incluso en Rayuela, incluso en Bo-
mo "Iibro" (son los padres de Ma- puede señalar, en una crisis de la quitas). Esta hegemonía de lo narra-
nuel los que pegan recortes de dia- democracia burguesa, no la destruc- do sobre el procedimiento contribu-
rios a fin de atrapar la historia que ción de todas sus instituciones, sino yó, en parte, a hacer posible una
irremediablemente se les escapa). De más bien la anulación de algunas lectura ingenua de la obra y tam-
este modo, la impotencia para incor- para que otras, las esenciales, pue- bién dio cuenta, aunque sólo sea
porar lo poi ítico es encubierta me- dan seguir subsistiendo. Es decir: la parcialmente, de los fulminantes éxi-
diante la introducción de un discur- heterogeneidad -si no es atribuida tos de mercado de la década del 60
so ajeno, el del periodismo: ello sig- esencialmente a una imposibil idad (éxitos que hoy recoge una ficción
nifica que si lo poi ítico no puede subjetiva del escritor- tiende a seña- que mantiene su hegemonía sobre el
ser escrito bien puede ser citado, es lar cierta impotencia de la ficción procedimiento, como en el caso de
decir llamado como algo exterior y eludiendo al mismo tiempo -y ésta las nov.elas publicadas y traducidas
ajeno. es una imposibilidad cultural e ideo- por Emecé). ¿Qué se produce lue-
En resumen: el folletín de la po- lógica- volver a pensar las condicio- go? Una inversión de las relaciones
lítica (la parodia) o la poi ítica a nes de existencia de la novela mis- textuales descriptas: lo narrado se
través de un lenguaje que es distinto ma. convierte en instancia segunda res-
(léase: es distinto) al de la ficción Otrd vertiente del fenómeno, el pecto del procedimiento que se di-
narrativa tal como fue concebida revés de su trama: la superafirma- mensiona en dos niveles: el del pro-
tradicionalmente y tal como tam- ción de una variante genérica. Puede cedimiento propiamente dicho y el
bién la pensó Cortázar. El efecto es ejempl ificarse con Buenos Aires de la puesta en primer plano de un
la heterogeneidad; pero este 'conjun- affaire de Manuel Puig. Se produce, código genérico específico.
to heterogéneo no produce al go en este caso, la sobredimensión del Los rasgos registrados en las
nuevo: Libro de Manuel es la más procedimiento a partir de enunciarlo obras mencionadas señalan un pro-
década del 50 de las novelas de Cor- y subrayarlo desde el título. La nove- ceso de desarrollo incierto pero vin-
tázar; y sin embargo no es el Cortá- la de Puig no es una novela policial culado con la crisis de una cultura
Zar de la década del 50 donde su sino un texto que quiere reclamarse hegemónica, la de las clases domi-
ficción alcanzaba el momento de sa- novela poi icial. Sobre ell o se cons- nantes. El escritor pequeño burgués
turación de la narración. truye una parodia que, en lugar de no encuentra en los modelos tradi-
Libro de Manuel, conjunto hete- desconfirmar el género -abundan cionales propuestos una legitimidad
rogéneo pensado, como Abadd6n los ejemplos clásicos- lo confirma que asegure, por otra parte, la más
-que también tematiza la poi ítica- por ausencia, al fracasar. Puig inten- fluida circulación en un mercado
desde un sector -el intelectual, el tó escribir proponiéndose que un que se caracteriza por la tendencia a
artista tradicionales- que vive lo te- procedimiento, un artificio que fun- la ampliación del público y la nece-
matizada a través de mediaciones y cionara como evocación de algo que sidad de la novedad como incentivo
filtros, de su no inserción concreta el relato no es, se convirtiera en de la demanda. Ese mismo mercado
en las luchas -concreta lucha de primer plano de lectura de la nove- opera también en el desgaste de los
clases- que pretende incorporar co- la. Fracasado el artificio, desaparece procedimientos, en su envejecimien-
mo tema. Resultado: la imposibili- el relato, se revela la inutilidad y la to acelerado a través de la inciden-
dad de construir una trama (no se inconsistencia de lo narrado: la es- cia de fenómenos concurrentes
Puede hablar de la guerrilla en Boli- pecie se agota en su parodia y, al (montaje televisivo, técnicas publici-
via o de los fusilamientos de Tre- mismo tiempo, la parodia no logra tarias, cine, etc.). Reclama una no-
lew: Sabato y Cortázar los citan). y el reconocimiento del objeto paro- vedad legible. En el cruce determina-
de ello que esa heterogeneidad no diado. Nadie puede leer Buenos Ai- do por este compromiso, novedad y
resuelva el vacío que se crea en el res affaire como novela policial. El legilibilidad, la ficción tal como fue
texto: con una mirada que contem- género policial queda intacto -por tradicionalmente manipulada cumple
pla desde afuera, Cortázar y Sabato, otra parte, mal podría desconfirmar- ciertas operaciones de puesta al día:
desde un progresismo declarado o se a partir del texto de Puig que se una de ellas declarar abiertamente
desde la derecha, no logran resolver diluye en procedimiento. Volver a la que puede permitirse no ser del to-
los problemas de una narración, literatura desde lo no legitimado por do ficción, poner de manifiesto una
operan con modelos que, sin ser for- un cierto sistema de la literatura imposibilidad, la de narrar, para lo
Zados, acusan sus similitudes. Hay "culta" (el folletín, etc.) funciona cual subraya al mismo tiempo un
algo que se viene gastando en la como indicador de otra manifesta- recurso que, en otros momentos sir-
novela burguesa. ción del agotamiento de un verosí- vió incluso a la consolidación del
Los intentos de destruir el género mil tradicional y aceptado desde la género: mostrar su procedimiento,
o de confirmarlo no hacen sino po- novela burguesa del siglo XIX. parodiarlo; afirmar también que no
ner de manifiesto el desgaste, ya Cabe preguntarse qué sucede, en hay relato en el relato, por una par-
que sólo los recalcitrantes -léase Mu- el área demarcada por algunas nove- te; por la otra, contaminarse con
jica Láinez, Marta Lyn~h, Silvina las argentinas de la década del 70, otros textos -el discurso del perio-
Bu 11 r ich ...- siguen produciendo con este verosímil de la ficción. En dismo- que garantizarían una pre-
una ficción inalterable. Los otros, al general este verosímil se construía, sencia de lo que desea ser narrado
Poner (al experimentar) el género en respecto de lo narrado, como un (la política por ejemplo) y no alcan-
CUestión, sin alcanzar a producir nivel transparente, "sin peso"; lo na- za a serlo ti nal mente.
el bonapartismo
li esté'
t.ca V Ic:hd
u a e
~~ DAS: La zorra de ALBERTO SATO: Vivir en
arriba... JORGE RIVERA: Los Bolivia. PrOblemas cl_
NICOLAS ROSA: Nueva orlgenes de la litera· de la planifica<:ión aro
novela latino_ieana AMELlA HANNOIS: Ha· NUMERO 26
cia dónde va la literatura tura geuc:hesc:a quitect6ni<:a
lNueva critica? REPORTAJE: Augusto MAURICIO T. ARCAN·
OSCAR DEL BARCO: El infantil RICARDO POCHTAR:
P. WAJMAN-C. S. SASTRE: Roa Bastos Estructuralismo: la GELO V H. CARLOS
enigma Sede RICARDO GRIMMSON: OUAGLlO: El impe·
ERNESTO LACLAU Chl: Las revis" infantiles segunda generaci6n
HECTOR GRENNI: El Apuntes sobra la rialismo. 1. Definicio·
Los nacionalistas imperialiM'TlO locura NUMERO 20 nes econ6micas V poli·
MARIO LEVIN: Regreso JOSE SAZBON: Qué es er ISMAEL VllQAS: La historia ticas. 11. El caso ar-
a Freud Sobra el caso Padilla:
as<:tructuralismo sincl_ Puntos de pertida gentino
JOSE ARICO: Marxismo V OSCAR BRAUN: Critica a MICHAEL KLARE: Armese
capital monopolista NUMERO 7 pera una discusi6n
una estrategia de La carta de los 61 intelec· ahora. pegue después.
JUAN CARLOS TORRE: desarrollo tuales La venta de armas nor·
Estudiantes, nueva opo. NICOLAS ROSA: El rela·
to de la droga DOCUMENTOS: La tortura carta de Haidés Santa· teamericanas al Tercar
si<:ión en Brasil Mundo
IRIS LUDMER: Hero/na maria a Vargas Llosa
NUMERD2 o la pelabra psic:oan. NUMERO 13 FIDEL CASTRO: NICOLAS ROSA: Borgas V la
lítica Cultura/revoluci6n crítica
NICOLAS ROSA: La crl· PICHON RIVIERE: Psi·
tica como metéfora NUMERO S coanél isis de Lau· NUMERO 21 NUMERO 27
JAIME REST: Las inven· tréamont FRANCISCO DELlCH: BEATRIZ SARLO: Los
clones de Bioy JOSE NUN: Gino Germ. La crisis de la edueac:i6n
ni. :a sociologla de la Córdoba, la movilizaci6n nales del gran acuerdo.
Casares HECTOR SCHMUCLER: permanenta Diez d las de televisi6n
HECTOR SCHMUCLER: modern izacl6n Solzhanitsin. los
ERNESTO LACLAU Chl: RAMON CUEVAS Y CARLOS ALTAMIRANO:
Notas pera una lectu· premios de la bur· OSVALDO REICZ: El Gran Acuerdo Na-
ra de Cortézar El nacionalismo popo.
lar *,esla El movimiento es- cional
JOSE SAZBON: Estructura· tudiantil de la Reforma Polémica sobre psicoanálisis
Iismo e historia ISMAEL VIAAS: Socialismo NUMERO 14
sin Marx al Cordobazo en la Argentina
HECTOR LAHITTE: El BEATRIZ SARLO: Be. DOCUMENTOS: El peno
pensamiento m Itico NOAM CHOMSKY: Repor· triz Guido, el simu· semiento del SITRAC. NUMER02S
taje lacro de lo peligroso EI programa de
NUMERO 3 EDUARDO MENENDEZ: ANIBAL FORD, LUIS GRE·
TUI.IO FORNARI: lLa SITRAC-SITRAM GORICH, JOSEFINA
MARIO MARGULlS: La Los intelectuales V arquitec:tura al servicio de LUDMER, ANGEL NU·
cultura de la pobreza el poder la revoluci6n? NUMERO 22 AEZ. RICARDO PIGLlA:
ElISEO VE RON: ldeologla NUMERO S JUAN CARLOS TORRE: JAMES PETRAS Y RO· Hacia la critica
de Marcuse La ee:onom la del per- BERT LAPORT: JORGE B. RIVERA: Literatura
JOSE SAZBON: Marx y JUAN CARLOS TORRE: ronismo y la polltica Par6n, como nuevo mo· V peronismo
Sartre Autocrltica del sindi· de los sindicatos delo pera América Polémica sobre Borgas y la
JORGE RIVERA: Las re· calisrno peronista RICARDO POCHTAR: El Latina critica
vIstas literarias argen· JORGE E. NIOSI: Las <:1_ horizonta de la fana- JOSEFINA DELGADO:
tinas sociales V al Estado menologla La revoluci6n peru.
NUMERO 29
NUMERO 4 CEDOMIL GOIC: La anti· na a partir de sus in· BEATRIZ SARLO: Eleccio·
poesla de N. Parra NUMERO 15-16 telectuales nes, cuando la televisi6n
JULIO REENS: La mirada OSCAR DEL BARCO: El es escenario
ociosa silencio sobre Bataille AUGUSTO BOAL: El tea· Documento: La reforma
agraria CARLOS AlTAMIRANO:
JUAN MOlINA: La forma ELlSEO VERON: la moda trO de izquierda en el Acuerdo y elecciones, el
condicionada del estru<:turalismo Brasil NUMERD23 discurso del GAN
HECTOR SCHMUClER: CARLOS SASTRE: Nego· ARMANDMATTELART: HORACIO CIAFARDINI:
Los silencios signific:. cío editorial e ideola- Los medios de comu· La Al!' upaci6n 29 de Mayo
a los compelleros de Argentina, desarrollo capi·
tivos gla niC8<:i6n de m_ talista dependiente y dis·
JORGE ONETTI: Repor· GERMAN l. GARCIA: REPORTAJE: El campa- Filosofía y Letras
El autor como lector CARLOS AlTAMIRANO: curIO ideol6gico
taje mento de pobladores RICARDO PIGlIA: ROberto
TOMAS ElOY MARTI· "Che Guevara" Universidad, cultura y
NUMERO 10 dependencia Arlt, una critica de la
NEZ: Reportaje SOLON BARRAClUOGH: economía literaria
JOSE ARICO: El marximo OSCAR TRAVERSA: Cul· PrOblemas de la refor· FACULTAD DE AR·
turadem_ OUITECTURA DE CARLOS SASTRE: Servidum·
antihumanista me agraria en Ch ile bre de la psicologla
OSCAR TERAN: Limites de EDOARD MORIN: La gelaxia JAMES PETRAS: La <:1 ase CORDOBA: La expe·
un pensamiento McLuhan obrera en las elecciones riencia del Taller Total NUMERO 30
RAUl SCIARRETA: Leer CARLOS DROGUETT: chilenas NUMERO 24
Reportaje OCTAVE MANNONI: La ilu·
El CllPital NUMERD17 ALAIN LABROUSSE: si6n cómica o el teatro
JAY HAlEY: Reportaje
NUMERD 6 OSCAR MASOTTA: Tuparnaros. de la guerri· desde el punto de vista
OSCAR STEIMBERG: El lIa al partido de m_ de lo imaginario
OSCAR TERAN: El ro· Aclaraciones en torno lugar de Mafalda
a lacan DOCUMENTOS: Los MLN Tupamaros: Partido MANUEL CASTEllS y EMI·
billlOnimo de lo n. o foco, un falso dilema 1I0 DE IPOLA: Ideologlas
cional EMILIO TERZAOA: Ac· programas de asistencia
tualidad de H.I militar y policial de RICARDO POCHTAR: y ciencias sociales
EDUARDO MENENDEZ: Gramatologla, ciencia EUGENIO GASTIAZORO:
Fanon, situación del NUMERO 11 EE.UU. a Latino·
arnérica de la escritura Acumulaci6n y centrali·
intelectual zacl6n en la industria aro
lEANDRO GUTIERREZ: lEON GERCHUNOFF: M. CHORNE, l. KAU·
Cepel, la utopía de MANN, B. GREGO: NUMERO 2& gentina
El radicalismo JAIME ZAPATA: Maldonado,
JUAN CARLOS PORTAN· los funcionarios Acerca de la locura
GERMAN l. GARCIA: el diselto todopoderoso
TIERO: El peronimo NUMERO , . MIRIAM CHORNE y JUAN
OSCAR MASOTT~: Qué S. Bullrich, las opio CARLOS TORRE: El
es el pti<:oanálisis niones de una clase VIETMAN: La guerra quío porvenir de una ilu·
SARA PAIN: El pensamíen· RICARDO PIGlIA: Nueva mica. El efecto de la si6n
to de J. Piagat narrativa nortearne· defoliaci6n sobre la Declaraci6n del grupo PEDIDOS DE
ANA M. NETHDl: Lín· rlcana vide humana Plataforma COlECCION A:
gülsti<:a sincr6nica NICDLAS ROSA: la ne". GERMAN GARCIA: Mú· De<:laraci6n del grupo
ci6n de la historia sica beato los j6venes Documento
NUMERO S Tucumán 1427
-
EDUARDO MENENDEZ: en el espejo GERMAN GARCIA: Cual-
RICARDO PIGlIA: Una Rebeli6n en EE.UU, NUMERO 1S
tionamos, Las aventuras 20· Ot. 207
lectura de c:_ con· del bien social Buenos Aires
NUMERO 12 JAMES PETRAS: Boll· RICARDO PIGlIA: Meo
JOSE MARIA AROUE· DAVID VIAAS: Sábato v via entre revoluciones Tse·tung: práctica Argentina
36
reside en la conceptualización personaje Gabriel Andaral- burguesía nacional
de socialismo nacional que sobre la vida y la literatura: Apéndice documental con
hace su autor en la NARRATIVA fi/osof'8 k itsch y textos de Marx y Le Duan
introducción. EUROPEA Y reaccionaria. Buenos Aires, Ed iciones
NORTE Rancagua, 24 pág.
Raúl Pérez Torres
Eduardo V tctor Haedo
AMERICANA Pierre Broué
Manual para mover las
El Uruguay y la política fichas El partido bolchevique
internacional del Río de la ArielDenis Quito, Editorial Universitaria, Traducción de Ramón Garc{a
Plata 107 pág. Fernández
Libro
Buenos Aires, EU DEBA, Madrid, Ayuso, 850 pág.
Traducción de V {ctor
294 pág. Elena Portocarrero
Goldstein
Incluido en una nueva colección La multiplicación de las JoséMar{a Laso Prieto
Buenos Aires, Ediciones de la
de EUDEBA, "Cuestiones de viejas Introducción al pensamiento
Flor, 140 pág.
geopo/¡'tica", e/libro recopila Sudamericana, Buenos Aires, de Gramsci
debates parlamentarios 168 pág. Madrid, Ayuso, 104 pág.
Max Gallo
protagonizados por Haedo,
Un paso hacia el mar
caudillo de la fracción Le Duan
Traducción de Cara Belloni
nacionalista y defensor del Rubén Tizziani La clase obrera vietnamita y la
de Zald{var
neutralismo de su pa¡'s durante Los borrachos en el revolución
Buenos Aires, Emocé, 211 pág.
la segunda guerra mundial. cementerio Traducción de H ugo Acevedo
Buenos Aires, Siglo X XI, Buenos Aires, Ediciones La
I ngrid Greenburger
Tom Kemp Argenti na, 258 pág. Rosa BI indada, 75 pág.
Una traición íntima
La Revolución Industrial en la
Traducción de Horacio Laurors
Europa del siglo XI X Mao Tse Tung
Buenos Aires, Emecé, 284 pág.
Traducción de Ramón R ibé Sobre la literatura y el arte
Barcelona, Ed itorial Buenos Aires, Nativa Libros,
Lawrence Sanders
Fontanella, 300 pág. 184 pág.
Canciones de amor
Traducción de Floreal Mazía POESIA Ant%g/8 que reúne algunos
Boleslao Levvin de los textos capitales sobre
Buenos Aires, Sudamericana,
Quién fue el conquistador cultura, literatura y polltica
307 pág.
patagónico Ju lio Popper de Mao. Incluye: "Reformemos
Condenada al bestsellera to desde
Buenos Aires, Ed itorial Plus nuestro estudio ,"Contra el
desde antes de ser escrita,
Ultra, 448 pág. estilo de clisé en el Partido",
esta novela del autor de Los
tapes de A nderson, relata conclusiones en el Foro de
Osvaldo Balbi
Ricardo Mercado Luna Yenán, entre otros trabajos
con lujo de detalles la historia Buenos Aires querido
Los coroneles de Mitre de Bobbie Vander, quien vinculados con la problemática
Ediciones Cultura popular
Buenos Ai res, PI us Ultra, acostumbrb cantar en los de la relación entre los
165 pág. momfJntos más inesperados intelectuales y las masas, los
Orlando F lorencio Calgaro
de un relato que se intelectuales y el partido,
Pedro de Paoli La vida en general
caracteriza por su la educación de las masas y la
Facundo Buenos Aires, Rodolfo Alonso
redundancia. crltica.
Buenos Aires, Plus Editorial, 54 pág.
Ultra, 568 pág. Boris Nicolaievski y Otto
Roger Zelazny Alvaro Carrera
Una rosa para el Eclesiastés Maench en-Het fen
Hugh Thomas Viejo oficio
Traducción de Ariel La vida de Carlos Marx. El
Cuba, la lucha por la lihertad. Caracas, Ediciones del Taller
Bignami hombre y el luchador
1958-1970 de Arte Revolucionario, 94 pág.
Buenos Aires, Sudamericana, Traducción de Marcial Suárez
Traducción de Neri Daurel'a Madnd, Editorial Ayuso,
229 pág. Alvaro Carrera
Barcelona, Grijalbo, tres tomos 508 pág.
El primer tomo recorre la Tiempo de masacre l Los
historia cubana desde 1762 viejos comandantes
Milcl'ades Peña
a 1909; el segundo abarca el Separatas número 5 y 6 de la
NARRATIVA Industria, burguesía industrial
per¡'odo de la república, la revista Arsenal, Caracas
y liberación nacional
revolución de 1933, el LATINO- Buenos Aires, Ediciones
encumbramiento de Batista, Carlos Latorre Fichas, 191 pág.
AMERICANA Campo de operaciones
la lucha contra la dictadura,
desde 1952 hasta 1959; e/ Buenos Aires, Rodolfo Alonso Enrique Raab
tercer tomo brinda una visión Editor, 58 pág. Cuba: vida cotidiana y
de derecha de lo que el autor Pablo Barriga rfNo'ución
designa como un régimen Horacio Preler Buenos Aires, Edicionp.s de
Barriocito y otros cuentos
socialista. Lo abstracto y lo concreto La Flor, 84 pág.
Guito, Editorial Universitaria,
Buenos Aires, Dead Weight, Escritos, según manifiesta su
71 pág.
Estanislao S. Zeballos 61 pág. autor, en trance" y publicados
11
38
Critique de l'Economie Politique /
Temps Modernes / Communications /
La Pensée / Anthropos / Tel Quel /
Esprit / Théorie et politique / Le Pont /
Quaderni Piacentini / Aut Aut
Quaderni Rossi / Terzo Mondo /
Rinascita / 11 Manifesto / Critica
Marxista / Problemi del socialismo /
Praxis / Science and Society / New
Left Review / Marxrsm Today / Partisans
NOVEDADES DE AGOSTO
La "vía chilena": un balance necesario Investigaciones retóricas I
por Mario Toer por Roland Barthes
En septiembre de 1973 fracasó la "v{a padfica al so- El interés de la Retórica reside tanto en la utilidad de
cialismo": los actores del experimento ch ileno, los fac- muchos de sus conceptos para una descripción de cier-
tores poi {ticos de su derrota, son analizados exhaustiva- tos niveles de organización de los discursos sociales,
mente -mediante una minuciosa documentación- en cuanto por su carácter de sistema que manifiesta en el
el libro más completo aparecido sobre "el caso chile- nivel del lenguaje, un universo moral. jur{dico e ideoló-
no"~ gico, vale decir, histórico.
Teoría marxista de la violencia Trabajo psicológico y pedagógico con niños de
por Gilbert Mury clases populares
Como el Estado, la violencia es para el materialismo por Frank Riessman
histórico un fenómeno cuya existencia arraiga en la Este libro anal ila el carácter de clase de los mecanis-
explotación social, las clases y la lucha de clases. El mos habituales de evaluación de la capacidad intelec-
ensayo de Mury desarrolla esta tesis central del aná- tual en educación y psicolog{a; asimismo los problemas
lisis marxista a partir del arco teórico que va de Marx de conducta y aprendizaje en los niños de clases popu-
y Engels a Lenin y Mao Tse-tung. lares.