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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE JUNÍN

JUZGADO CONSTITUCIONAL PERMANENTE DE HUANCAYO


Jr. Nemesio Raez N° 510 El Tambo - Huancayo

Expediente : 00178-2023-0-1501-JR-DC-01
Materia : Hábeas Corpus
Juez : Doris Cajincho Yañez
Especialista : Naddia Jennifer Trujillo Silva
Favorecido : Vladimir Roy Cerrón Rojas
Demandado : Jueces Superiores integrantes del Colegiado de la Sala
Penal de Apelaciones Transitoria Especializada en
Delitos de Corrupción de Funcionarios de Huancayo
Dr. Walter Chipana Guillen
Dr. Carlos Richar Carhuancho Mucha
Dr. Roberto John Meza Reyes
Juzgado : Constitucional Permanente de Huancayo

SUMILLA: PRINCIPIO DE ELASTICIDAD1


En materia constitucional el deber del operador
jurisdiccional es de acondicionar y adoptar las
formalidades previstas en el proceso a la consecución de
los fines del mismo, y si bien las formalidades procesales
son imperativas y vinculativas in genere; siempre dentro
del marco de defensa de la Constitución y la protección
de los derechos fundamentales de la persona.

SENTENCIA N° 85- 2023 - JCP - HYO

RESOLUCION N° 02.-

Huancayo, veintidós de octubre del año dos mil veintitrés -

AUTOS Y VISTOS: La demanda constitucional de Hábeas


Corpus, promovida a favor de Vladimir Roy Cerrón Rojas, contra los Jueces
Superiores Walter Chipana Guillen, Carlos Richar Carhuancho Mucha y Roberto
John Meza Reyes integrantes del Colegiado de la Sala Penal de Apelaciones
Transitoria Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Huancayo
de la Corte Superior de Justicia de Junín, por presunta vulneración del derecho al
debido proceso (defensa, pluralidad instancia, debida motivación de resoluciones
judiciales y plazo razonable), en conexidad al derecho a la libertad personal; y,

1
García Toma Víctor y García Belaunde Domingo. “Código Procesal Constitucional Comentado Ley N° 31307”,
Perú: Instituto Pacífico S.A.C. Pág. 58-59
I. ANTECEDENTES

1.1 PLANTEAMIENTO DEL CASO.-

a. Del petitorio de la demanda: Con escrito de fecha 09 de octubre de 2023, se


interpone demanda constitucional de Hábeas Corpus a favor de Vladimir Roy
Cerrón Rojas, solicitando:

i) Se declare la nulidad de la Sentencia de Vista N° 045-2023-


SPTEDCF/CSJJU/PJ contenida en la Resolución N° 91 de fecha 06 de octubre
de 2023, en el extremo incidental que declara: “3. Infundada la excepción de
prescripción de la acción penal deducida durante los alegatos de clausura por
la defensa técnica del acusado Vladimir Roy Cerrón Rojas, por la comisión del
delito contra la Administración Pública, en la modalidad de Colusión, en
agravio del Estado - Gobierno Regional de Junín”.

ii) Se ordene la emisión de una nueva resolución por otra Sala Penal Superior
que brinde garantías judiciales de una decisión congruente con lo peticionado y
debidamente motivado, y por ende, penalmente justa.

b. De los fundamentos de hecho y derecho expuestos en la demanda: Se precisa


en la misma que:

i) La Sentencia de Vista en el extremo cuestionado posee la calidad de firme, por


cuanto, la prescripción de la acción penal fue deducida como una incidencia y
no como una excepción, mecanismo procesal que, como se sabe, no es
procedente durante el juicio oral, pese a lo cual, la Sala Superior emplazada
postergó su decisión hasta la emisión de la Sentencia, resolviendo
indebidamente como una excepción, la cual no procede durante el desarrollo de
la apelación de Sentencia

ii) La emplazada con su proceder ha limitado el derecho de defensa, pues al


resolver la incidencia procesal no ha permitido la posibilidad de accionar y
postular de inmediato el presente proceso constitucional (con anterioridad).
Una incidencia en el marco de apelación de Sentencia, una vez resuelta, es
procesalmente inimpugnable, conforme al artículo 362° del Código Procesal
Penal, por ello que, adquiere firmeza con la sola resolución de lo peticionado;
habiéndose vulnerado el debido proceso legal y principio de legalidad procesal,
al resolverse la petición incidental de prescripción como excepción y no de
manera inmediata, desnaturalizándose su trámite regular previsto en el citado
artículo 362° del Código Procesal Penal; así el extremo cuestionado de la
Sentencia de Vista, vulnera el trámite regular de la incidencia de prescripción,
de connotación o relevancia constitucional, dado que no ha permitido al
favorecido ejercer un control constitucional de la decisión desestimatoria de la
Sala Penal emplazada, decisión que fue postergada indebidamente, con la
emisión de la Sentencia de Vista. En ese sentido, la resolución cuestionada
adolece de una motivación aparente y deficiente, respecto a la prescripción
penal alegada por el favorecido, tal como se desprende del mismo texto del
extremo cuestionado de la Sentencia; en virtud de lo cual, se viene vulnerando
el derecho al debido proceso (plazo razonable de la persecución penal), debida
motivación de las resoluciones judiciales y su conexo derecho a la libertad
personal.

iii) El Colegiado Superior señala que la comisión del delito de Colusión se puede
cometer en cualquier etapa de todo contrato administrativo o civil que tenga
naturaleza económica, con intervención estatal, lo que naturalmente no está en
discusión, y también señala que el acuerdo es clandestino; entendiendo que el
delito de Colusión es de naturaleza instantánea que se consuma con la
concertación, respecto a lo cual la Sala emplazada no formula objeción
doctrinal ni de alcance jurisprudencial, solo enuncia, en su motivación
aparente, tales elementos del tipo penal mencionado. La Sala Superior hace
referencia a la Casación N° 1648-2019/Moquegua en la que desarrolla los
lineamientos y presiones del momento de concretización del delito de
Colusión, quedando enunciada la naturaleza instantánea del delito de Colusión,
cuya consumación se verifica a partir del acuerdo colusorio, es decir, resultaría
absolutamente arbitrario establecer que el delito mencionado se pueda
configurar en distintas oportunidades, sino antes bien en un solo acto y a partir
de ello es que se darían los denominados actos de agotamiento o de ejecución
ulterior de ese acuerdo. Es por ello que el Recurso de Nulidad N° 2299-
2017/Ancash establece que “la Colusión Simple se consuma con la sola
concertación”; incluso se ha declarado fundada la excepción de prescripción de
la acción penal a favor de Nataly Yanina De La Vega Estrada (extraneus)
tomando como inicio de cómputo de plazo prescriptorio, el día 26 de julio de
2023, el cual según la Fiscalía es el inicio del acto colusorio.
Consecuentemente, se evidencia la transgresión al debido proceso, tutela
jurisdiccional efectiva, legalidad y derecho de defensa.

iv) En el numeral 16.3 de la Sentencia cuestionada la Sala emplazada señala que


la fecha correcta es el 26 de julio de 2013 y no el 2014, siendo lo relevante que
se remite al requerimiento de acusación fiscal que fija el objeto del proceso
penal. Es decir, en el proceso penal subyacente existe una fecha “cierta y
concreta” para el cómputo de la consumación del delito de Colusión Simple
imputado al favorecido, a partir de la cual se puede y debe computar el plazo
de prescripción de la persecución penal. Sin embargo, los demandados de
manera arbitraria sostienen que al favorecido no solo se le ha imputado tal
hecho, cuando es justamente el que marca el inicio, según la propia tesis fiscal,
del delito de Colusión en relación al favorecido, siendo, en rigor, los restantes
“actos” que simplemente “glosa y enumera” la Sala Superior, en el numeral
16.3, los actos subsecuentes de “ejecución” de la Colusión supuestamente
convenida entre el favorecido y Natali Yanina De La Vega Estrada, que no se
refieren, en modo alguno, a la consumación de la Colusión que data del 26 de
julio del año 2013, sino a “actos de ejecución”, posteriores al pacto colusorio,
según “la propia tesis fiscal”. Es así como la Sala Superior en el numeral 16.4
dilucida impropiamente, bajo una motivación totalmente aparente, la
prescripción alegada.

v) El medio técnico de defensa fue inconstitucionalmente desestimado, cuando se


trataba de una incidencia procesal; y en merito al escrito fiscal de acusación
formaliza la pretensión penal del Ministerio Público y a ese marco fáctico se
debe ceñir el órgano jurisdiccional, lo que no ha ocurrido en el caso penal
subyacente. En suma, la Sala Superior emplazada no podía desvincularse de los
hechos señalados por la Fiscalía como imputación fáctica específica de cargo,
cuando el órgano persecutor señaló literalmente que la Colusión se inició
(consumó) con la concertación del 26 de julio del año 2013, siendo los demás
actos imputados de ejecución, respecto a los cuales ni la propia Fiscalía ha
señalado que sean actos de consumación, resultando arbitrario y jurídicamente
errado entonces dejar entrever, sin motivación doctrinal o jurisprudencial, que
estos últimos actos (de fecha posteriores) son de connotación consumatoria
respecto del delito de Colusión imputado, dado que, se trata de un delito
instantáneo, tal como se reconoce pacíficamente en la doctrina y en la
jurisprudencia; incluso durante el juicio oral la Procuraduría enfatizó ese
aspecto que hoy la Sala emplazada desconoce con una motivación simplemente
aparente, carente de sustento jurídico alguno. Por lo que, siendo la fecha de
consumación del delito de Colusión, el 26 de julio de 2013, este delito
prescribió el 25 de julio de 2023.

vi) Aplicando la Ley N° 31571 que modifica el Código Penal y Procesal Penal en
materia de prescripción, si se incurre en la presunta comisión de un delito cuya
pena máxima es de 04 años, la prescripción extraordinaria de la acción penal
ocurrirá a los 06 años, sin embargo, si durante dicho periodo de tiempo se
produce la formalización de la investigación preparatoria, este acto generará
que el plazo de prescripción de la acción penal se suspenda hasta por el plazo
máximo de 01 año; entonces, con la nueva normativa, la Fiscalía tiene hasta 07
años para perseguir la comisión de un delito con una pena de 04 años de
privación de libertad. Por tanto, en el caso del favorecido el delito de Colusión
Simple tiene una pena conminada máxima de 06 años, por lo que la
prescripción extraordinaria ocurrirá a los 09 años, plazo al que debe agregarse
01 año adicional, como período de suspensión máxima, sin que pueda aplicarse
una “suspensión sui géneris” o, peor aún, una “suspensión con efectos
interruptivos”, razón por la cual, el delito de Colusión Simple prescribió el 25
de julio del 2023; situación que ameritaba ser amparada, lo que no ocurrió
siendo denegada la prescripción inconstitucionalmente bajo una motivación
aparente y lesiva al sistema jurídico.

1.2 DE LA ACTIVIDAD PROCESAL.-

a. Con Resolución N° 01 de fecha 10 de octubre de 2023, se admitió a trámite la


demanda constitucional de Hábeas Corpus interpuesta a favor de Vladimir Roy
Cerrón Rojas, disponiendo notificar con la demanda y anexos a los magistrados
demandados, al Procurador Público en Asuntos Constitucionales del Poder
Judicial, se recaben las piezas procesales pertinentes, y la realización de las
diligencias urgentes y necesarias conforme a Ley.

b. Con Oficio N° 0496-2023-SPATEDCF-CSJJU/PJ de fecha de recepción 12 de


octubre de 2023, la Sala Penal de Apelaciones Transitoria Especializada en
Delitos de Corrupción de Funcionarios cumple con remitir copias certificadas de
la Resolución N° 39 de fecha 07 de febrero de 2023, Resolución N° 91 de fecha
06 de octubre de 2023, y las actas de audiencia expedidas en el Expediente N°
01978-2016-63-1501-JR-PE-01 en folios 423.

c. Con escrito de fecha 16 de octubre de 2023 el Procurador Público Adjunto a cargo


de los asuntos judiciales del Poder Judicial se apersona al proceso y contesta la
demanda solicitando se declare improcedente de conformidad con el artículo 7°
inciso 1) del Código Procesal Constitucional vigente, precisando que: i) en el
fundamento XVI de la Sentencia de Vista cuestionada se emitió pronunciamiento
dentro del debido proceso y con debida motivación sobre la excepción de la
prescripción de la acción penal propuesto por la defensa técnica del favorecido; ii)
los actos lesivos invocados en la demanda de Hábeas Corpus no se condicen a la
verdad de los hechos que obra en la decisión judicial cuestionada, pretendiendo el
recurrente sorprender a la judicatura constitucional, que el Ministerio Público en
la acusación fiscal solo habría atribuido al favorecido el hecho suscitado el 26 de
julio de 2013, cuando de la resolución judicial cuestionada se desprende que el
último hecho atribuido en la acusación fiscal al favorecido data del 04 de junio de
2014; iii) en la vía ordinaria no se evidencia fecha cierta que haya determinado el
inicio o cese de la comisión del pacto colusorio determinado por el Juez Penal, por
tanto, el Juez Constitucional no tiene competencia para tutelar la pretensión del
recurrente, máxime si existe interrupción de la prescripción de la acción penal; y,
iv) la prescripción de la acción penal en contra del favorecido no ha prescrito,
emitiéndose la Sentencia de Vista mucho antes del plazo de vencimiento de la
prescripción de la acción penal. Por lo expuesto, señala considerar que los actos
lesivos invocados en la demanda de Hábeas Corpus corresponden dilucidarse en la
vía ordinaria y no en la vía constitucional.

II.- FUNDAMENTOS JURÍDICOS

2.1 CONSIDERACIONES GENERALES.-


a. Conforme a lo dispuesto en el inciso 1) del artículo 25° de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos: “Toda persona tiene derecho a un recurso
sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la Constitución, la ley y la Convención, aun cuando tal violación
sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales”.

b. En ese mismo sentido, el artículo 1° del Código Procesal Constitucional vigente,


respecto a las disposiciones generales que regulan los procesos de Hábeas Corpus,
Amparo, Hábeas Data y Cumplimiento, ha instituido que: “Los procesos a los que
se refiere el presente título tienen por finalidad proteger los derechos
constitucionales, ya sean de naturaleza individual o colectiva, reponiendo las
cosas al estado anterior a la violación o amenaza de violación de un derecho
constitucional, o disponiendo el cumplimiento de un mandato legal o de un acto
administrativo”.

2.2 NORMAS APLICABLES AL CASO.-

a. En el presente caso, es de considerar que la libertad personal de cualquier


ciudadano es un derecho subjetivo, reconocido taxativamente en el inciso 24), del
artículo 2° de la Constitución Política del Estado, el inciso 1) del artículo 9° del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el inciso 2) del artículo 7°
de la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos, al mismo tiempo de
derecho subjetivo, constituye uno de los valores fundamentales del Estado
Constitucional de Derecho2, por cuando fundamenta diversos derechos
constitucionales, a la vez que la justifica la propia organización constitucional.

b. El Hábeas Corpus es un proceso constitucional autónomo, en el cual el Juez


Constitucional asume una función tutelar del derecho fundamental a la libertad
individual y de los derechos conexos a él, conforme a lo prescrito por el artículo
200º inciso 1) de la Constitución Política del Estado, el cual establece: “Son
garantías constitucionales. 1.- La acción de Habeas Corpus, que procede ante el
hecho u omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que
vulnera o amenaza la libertad individual o los derechos constitucionales
conexos”. Encontrándose el Hábeas Corpus habilitada frente a resoluciones
judiciales que tengan conexión directa con la libertad individual y la tutela
procesal efectiva, es por ello, el artículo 9° del Código Procesal Constitucional
vigente, en su segundo párrafo establece: “(…) El Hábeas Corpus procede
cuando una resolución judicial firme vulnera en forma manifiesta la libertad

2
En el Estado Constitucional de Derecho se eleva la Constitución desde el plano programático al mundo de las
normas jurídicas vinculatorias y, por consiguiente, no sólo acoge el principio de la primacía de la ley in suo ordine
sino que lo complementa con el principio de la supremacía de la Constitución sobre la ley y, por tanto, sobre todo el
ordenamiento jurídico, con la consiguiente anulación (por su inconstitucionalidad) en la medida que en su conjunto
o en alguno de sus preceptos no se adecue a la norma Constitucional. García Pelayo, Manuel. «Estado legal y
Estado Constitucional de Derecho, El Tribunal Constitucional Español». En revista: ILANUD, Año 9-10, N° 23-24.
p. 9.
individual y la tutela procesal efectiva”. Cabe precisar que, la tutela procesal
efectiva importa el respeto de los derechos de libre acceso al Órgano
Jurisdiccional, a probar, de defensa, al contradictorio e igualdad sustancial en el
proceso, a no ser desviado de la jurisdicción predeterminada ni sometido a
procedimientos distintos de los previstos por la ley, a la obtención de una
resolución fundada en derecho, a acceder a los medios impugnatorios regulados, a
la imposibilidad de revivir procesos fenecidos, a la actuación adecuada y
temporalmente oportuna de las resoluciones judiciales y a la observancia del
principio de legalidad procesal penal. En tal sentido, significa que solo si se
vulnera alguno de los derechos que forman parte de la tutela procesal efectiva, de
forma patente, clara, visible o perceptible y necesariamente conduce a la privación
de la libertad individual; es posible analizar el asunto controvertido para llegar a
un pronunciamiento válido.

c. De conformidad con lo prescrito por el segundo párrafo del artículo 9° del Código
Procesal Constitucional vigente, debe entenderse que uno de los presupuestos para
que se habilite la procedencia de un proceso constitucional donde se cuestione una
resolución judicial es que se cumpla el requisito de firmeza. Al respecto, este
Tribunal Constitucional en la Sentencia N° 04107-2004-HC/TC ha manifestado
que una resolución judicial firme es aquella contra la cual se han agotado los
recursos previstos por la ley procesal de la materia, lo que implica el agotamiento
de los recursos antes de la interposición de la demanda. Así también, en la
Sentencia N° 1912-2014-PHC/TC el máximo intérprete de la Constitución
Política del Estado precisa, que:

“El Hábeas Corpus precede cuando una resolución judicial firme vulnera en
forma manifiesta la libertad individual y la tutela procesal efectiva. En ese
sentido, debe entenderse que el proceso de Hábeas Corpus no tiene por objeto
proteger en abstracto el derecho al debido proceso como manifestación de la
tutela procesal efectiva, sino que la “supuesta” violación de este derecho
tiene que producir efectos lesivos en la libertad personal para que se pueda
aplicar lo establecido en este proceso normativo. Este supuesto de hecho
constituye una alternativa excepcional a la que solo es posible recurrir
cuando se trata de un caso manifiestamente inconstitucional, ya que de lo
contrario se estaría convirtiendo al Habeas Corpus, en una supra instancia
jurisdiccional”.

d. Derecho al debido proceso. El artículo 139°, inciso 3) de la Constitución Política


del Estado establece que son principios y derechos de la función jurisdiccional:
“la observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”; en consecuencia,
cuando el Órgano Jurisdiccional imparte justicia, está obligado a observar los
principios, derechos y garantías que la Constitución establece como límites del
ejercicio de las funciones asignadas. El derecho al debido proceso, como ha
señalado la jurisprudencia constitucional, admite dos dimensiones: i) formal, las
cual está asociada al respeto por las garantías esenciales, formales o de trámite
dentro del proceso (sea este judicial, administrativo, corporativo particular o de
cualquier otra índole), que comprende dentro de su contenido constitucionalmente
protegido, entre ellos, el derecho de defensa, a una debida motivación de las
resoluciones, a la pluralidad de instancias, al procedimiento preestablecido, a los
medios de prueba, a un proceso sin dilaciones indebidas -cuya afectación se alega
en el caso de autos, cabe precisar que la sola inobservancia de cualquiera de
estas reglas, como de otras que forman parte del citado contenido, convierte al
proceso en irregular, legitimando con ello la necesidad de ejercer labores de
control constitucional-; y, ii) sustantiva, la cual se vincula a la observancia de
preceptos de justicia y razonabilidad a través de juicios de proporcionalidad,
interdicción de la arbitrariedad, entre otros.

e. Como se explicó en fundamentos precedentes el contenido constitucionalmente


protegido del derecho fundamental al debido proceso comprende una serie de
garantías, formales y materiales, de distinta naturaleza, que en conjunto garantizan
que el procedimiento o proceso en el cual se encuentre inmersa una persona, se
realice y concluya con el necesario respeto y protección de todos los derechos que
en él puedan encontrarse comprendidos3. Es así, que uno de los contenidos del
derecho al debido proceso es el derecho de obtener de los órganos judiciales una
respuesta razonada, motivada y congruente con las pretensiones oportunamente
deducidas por las partes en cualquier clase de procesos; importando el derecho a
la debida motivación de las resoluciones, que los Jueces, a resolver las causas,
expresen las razones o justificaciones objetivas que los lleven a tomar una
determinada decisión; razones que deben provenir no sólo del ordenamiento
jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los propios hechos debidamente
acreditados en el trámite del proceso. En esta línea, el Tribunal Constitucional en
la Sentencia N° 01230-2002-HC/TC, establece:

“La Constitución no garantiza una determinada extensión de la motivación,


por lo que su contenido esencial se respeta siempre que exista
fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto y, por sí
misma, exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada, (…). En
materia penal, el derecho en referencia garantiza que la decisión expresada en
el fallo sea consecuencia de una deducción razonable de los hechos del caso,
las pruebas aportadas y la valoración jurídica de ellas en la resolución de la
controversia. En suma, garantiza que el razonamiento empleado guarde
relación y sea proporcionado y congruente con el problema que al juez penal
corresponde resolver”.

f. Debe considerarse que la tutela del derecho a la motivación de las resoluciones


judiciales no debe ni puede servir de pretexto para someter a un nuevo examen las

3
STC Expediente N° 07289-2005-PA/TC.
cuestiones de fondo ya decididas por los jueces ordinarios4. Habiendo precisado el
Tribunal Constitucional los supuestos del contenido constitucionalmente
garantizado del derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales5.

III.- ANÁLISIS Y VALORACIÓN DEL TEMA EN DECISIÓN

Primero.- Delimitación de la Controversia.- De acuerdo con los hechos que han


quedado expuestos en los antecedentes, en el presente caso la controversia se centra en
determinar si la decisión de los Jueces Superiores integrantes de la Sala Penal de
Apelaciones Transitoria Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios,
consistente en declarar: infundada la excepción de prescripción de la acción penal
deducida durante los alegatos de clausura por la defensa técnica del acusado Vladimir
Roy Cerrón Rojas, por la comisión del delito contra la Administración Pública, en la
modalidad de Colusión, en agravio del Estado – Gobierno Regional de Junín; vulnera o
no, el derecho del favorecido al debido proceso, en su manifestación del derecho a la
4
STC Expediente N° 1480-2006-AA/TC.
5
Así, en el Expediente Nº 3943-2006-PA/TC y antes en el voto singular de los magistrados Gonzales Ojeda y Alva
Orlandini (Exp. Nº 1744-2005-PA/TC), se ha precisado que el contenido constitucionalmente garantizado de este
derecho queda delimitado, entre otros, en los siguientes supuestos: a. Inexistencia de motivación o motivación
aparente. Está fuera de toda duda que se viola el derecho a una decisión debidamente motivada cuando la
motivación es inexistente o cuando la misma es solo aparente, en el sentido de que no da cuenta de las razones
mínimas que sustentan la decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes del proceso, o porque solo
intenta dar un cumplimiento formal al mandato, amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o jurídico. b.
Falta de motivación interna del razonamiento. La falta de motivación interna del razonamiento [defectos internos
de la motivación] se presenta en una doble dimensión; por un lado, cuando existe invalidez de una inferencia a
partir de las premisas que establece previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe
incoherencia narrativa, que a la postre se presenta como un discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir,
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión. Se trata, en ambos casos, de identificar el ámbito
constitucional de la debida motivación mediante el control de los argumentos utilizados en la decisión asumida por
el Juez o Tribunal; sea desde la perspectiva de su corrección lógica o desde su coherencia narrativa. c.
Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas. El control de la motivación también puede
autorizar la actuación del juez constitucional cuando las premisas de las que parte el Juez no han sido
confrontadas o analizadas respecto de su validez fáctica o jurídica. Esto ocurre por lo general en los casos
difíciles, como los identifica Dworkin, es decir, en aquellos casos donde suele presentarse problemas de pruebas o
de interpretación de disposiciones normativas. La motivación se presenta en este caso como una garantía para
validar las premisas de las que parte el Juez o el Tribunal en sus decisiones. Si un Juez, al fundamentar su
decisión: 1) ha establecido la existencia de un daño; 2) luego, ha llegado a la conclusión de que el daño ha sido
causado por equis, pero no ha dado razones sobre la vinculación del hecho con la participación de equis en tal
supuesto, entonces estaremos ante una carencia de justificación de la premisa fáctica y, en consecuencia, la
aparente corrección formal del razonamiento y de la decisión podrá ser enjuiciada por el juez [constitucional] por
una deficiencia en la justificación externa del razonamiento del juez. (…). d. La motivación insuficiente. Se
refiere, básicamente, al mínimo de motivación exigible atendiendo a las razones de hecho o de derecho
indispensables para asumir que la decisión está debidamente motivada. Si bien, como ha establecido este Tribunal
en reiterada jurisprudencia, no se trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia, vista aquí en términos generales, sólo resultará relevante desde una perspectiva constitucional si es
que la ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que en
sustancia se está decidiendo. e. La motivación sustancialmente incongruente. El derecho a la debida motivación
de las resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes de manera congruente
con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviaciones que supongan modificación o
alteración del debate procesal (incongruencia activa). Desde luego, no cualquier nivel en que se produzca tal
incumplimiento genera de inmediato la posibilidad de su control. El incumplimiento total de dicha obligación, es
decir, el dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate judicial generando
indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y también del derecho a la motivación de la
sentencia (incongruencia omisiva). (…). f. Motivaciones cualificadas. Conforme lo ha destacado este Tribunal,
resulta indispensable una especial justificación para el caso de decisiones de rechazo de la demanda, o cuando,
como producto de la decisión jurisdiccional, se afecta un derecho fundamental como el de la libertad. En estos
casos, la motivación de la sentencia opera como un doble mandato, referido tanto al propio derecho a la
justificación de la decisión como también al derecho que está siendo objeto de restricción por parte del Juez o
Tribunal.
defensa, pluralidad instancia, debida motivación de resoluciones judiciales y plazo
razonable. Ello debido a que en la demanda se alega que la prescripción de la acción
penal a favor de Vladimir Roy Cerrón Rojas fue deducida como incidencia y no como
una excepción, y que los magistrados demandados habrían vulnerado el trámite regular
de dicha incidencia al darle el trámite propio de la postulación de una excepción.

Segundo.- De lo postulado por la defensa del beneficiario Vladimir Roy Cerron Rojas
esta judicatura constitucional en merito al principio iura novit curia de aplicación en
los procesos constitucionales por estar destinados al afianzamiento de los derechos
fundamentales, así como asegurar la plena vigencia de los principios de
constitucionalidad y legalidad; cuyo significado vislumbra que “el Juez conoce el
derecho” y se encuentra referido a que el Juez debe aplicar el derecho que corresponda
al proceso, aunque no haya sido invocado por las partes o lo haya sido erróneamente
postulado, debido a que se entiende que el Juez es quien conoce el derecho y debe
aplicar la norma que corresponde en determinado caso; aunado al principio de
elasticidad6 que plantea el deber del operador jurisdiccional de acondicionar y adoptar
las formalidades previstas en el proceso a la consecución de los fines del mismo, y si
bien las formalidades procesales son imperativas y vinculativas in genere, cabe que, en
una determinada circunstancia, el operador jurisdiccional se vea en la necesidad de
flexibilizar su aplicación, en aras de solucionar el conflicto de intereses, la eliminación
de la incertidumbre jurídica y la consecución de la paz social en justicia, dentro del
marco de defensa de la Constitución y la protección de los derechos fundamentales de
la persona; por los fundamentos expuestos sobre este extremo se estima que en el caso
de autos, de los argumentos esgrimidos por la parte accionante los derechos
constitucionales que delimitaremos para ser analizados dentro de la tramitación del
proceso penal ordinario materia de cuestionamiento serían el derecho al debido
proceso y el principio de legalidad procesal penal; procediendo por tanto a realizar el
análisis correspondiente sobre cada uno de ellos; para arribar a una determinada
conclusión.

Tercero.- En el caso sub judice, como es de verse de los actuados se tiene: i)


postulación del Habeas Corpus: el beneficiario mediante el proceso constitucional
pretende tutelar la afectación al derecho al debido proceso y principio de legalidad
procesal penal, en conexidad al derecho a la libertad personal y por tanto se declare la
nulidad de la Sentencia de Vista N° 045-2023-SPTEDCF/CSJJU/PJ contenida en la
Resolución N° 91 de fecha 06 de octubre de 2023, en el extremo que declara: “3.
Infundada la excepción de prescripción de la acción penal deducida durante los alegatos
de clausura por la defensa técnica del acusado Vladimir Roy Cerrón Rojas, en su
condición de autor de la comisión del delito contra la Administración Pública, en la
modalidad de Colusión, en agravio del Estado – Gobierno Regional de Junín; y, se
ordene la emisión de una nueva resolución; ii) Contestación del Habeas Corpus: el
Procurador Público Adjunto a cargo de los Asuntos Judiciales del Poder Judicial solicita
6
García Toma Víctor y García Belaunde Domingo. “Código Procesal Constitucional Comentado Ley N° 31307”,
Perú: Instituto Pacífico S.A.C. Pág. 58-59
se declare improcedente la demanda de conformidad con el artículo 7° inciso 1) del
Código Procesal Constitucional vigente, precisando que el extremo cuestionado de la
Sentencia de Vista se encuentra dentro del debido proceso y con una debida motivación
sobre la excepción de la prescripción de la acción penal propuesto por la defensa técnica
del favorecido, que los actos lesivos invocados no se condicen a la verdad de los hechos
que obra en la decisión judicial cuestionada, que en la vía ordinaria no se evidencia
fecha cierta sobre el inicio o cese de la comisión del pacto colusorio determinado por el
Juez Penal, por tanto, el Juez Constitucional no tiene competencia para tutelar la
pretensión del recurrente, máxime si existe interrupción de la prescripción de la acción
penal, y que la prescripción de la acción penal en contra del favorecido no ha prescrito;
por ello que, señala considerar que los actos lesivos invocados en la demanda de Hábeas
Corpus corresponden ser dilucidados en la vía ordinaria.

Cuarto.-Ahora bien del cuestionamiento de la tramitación otorgada por la Sala Penal de


Apelaciones Transitoria Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios en
cuanto al pedido de prescripción de la acción penal, indicando el demandante que la
misma fue deducida como una “incidencia” y no como una “excepción”, y la Sala
Superior emplazada habría postergado su decisión hasta la emisión de la Sentencia y
habría resuelto indebidamente como una “excepción”, desnaturalizando su trámite
regular previsto en el artículo 362° del Código Procesal Penal, vulnerando el derecho al
debido proceso en su manifestación del derecho de defensa, plazo razonable y debida
motivación de resoluciones judiciales, así como el principio de legalidad procesal (ítem
i) y ii) de los fundamentos de hecho y derecho expuestos en la demanda delimitados en
el literal b) de los antecedentes de la presente resolución). Y en merito al Análisis y
Valoración del tema en decisión – punto segundo de la presente sentencia; esta
judicatura ha delimitado el cuestionamiento del principio de legalidad procesal penal;
y el debido proceso al respecto, es de atender:

4.1. Del análisis del proceso ordinario penal sobre el extremo de la tramitación de la
postulación de excepción de prescripción de la acción penal si se tramito como
“incidente” o excepción” estos cuestionamientos están referidos a la tramitación del
proceso que tienen incidencia en el derecho a la libertad individual del favorecido,
conforme lo exigen los presupuestos para la procedencia del proceso constitucional
de Hábeas Corpus; sin embargo y con el único objeto de evidenciar la vulneración o
no de los derechos alegados por el demandante se advierte que si bien la norma
procesal citada por el accionante describe que los incidentes serán tratados en un
solo acto; sin embargo también esta misma norma procesal prevé que las
resoluciones que recaen sobre estos incidentes son recurribles solo en los casos
expresamente previstos en la norma Procesal Penal; ahora bien de la tramitación del
proceso penal que ha originado la presente causa no se evidencia ningún tipo de
afectación a la pluralidad de instancia que es parte de la legalidad procesal penal
por cuanto en el fuero ordinario penal está latente todavía la posibilidad de que el
accionante pueda hacer valer su derecho en vía de casación dentro del proceso
ordinario penal.
4.2. De la audiencia de apelación de fecha 08 de setiembre de 2023 llevada ante la Sala
Penal de Apelaciones Transitoria Especializada en Delitos de Corrupción de
Funcionarios de Huancayo, se tiene que a horas 2:08:10 horas, al dar cuenta el
Secretario Judicial del escrito presentado por la defensa técnica del favorecido, el
Juez Superior Walter Chipana Guillen en su calidad de Director de Debates indica
que encontrándose el proceso en etapa de alegatos de clausura, se admite y ordena
se ponga de conocimiento a las demás partes procesales; haciendo la atingencia a la
defensa técnica del favorecido que su excepción de prescripción de la acción penal
será oralizada en la siguiente sesión como parte de sus alegatos finales, lo cual es
plenamente asentido por el propio abogado defensor del favorecido, es por ello, que
en audiencia de fecha 15 de setiembre de 2023, a las 1:32:35 horas, la defensa
técnica sustenta su pedido de excepción de prescripción de la acción penal.

4.3. Conforme a lo que se puede apreciar de la tramitación desarrollada en la vía


ordinaria penal, la solicitud de la defensa técnica del favorecido fue tramitada
conforme a ley emitiéndose la decisión conjuntamente con la Sentencia al haber
sido postulada por la defensa técnica tal excepción; junto con sus alegatos finales
en audiencia de apelación. Que si bien de la tramitación que le haya otorgado a
dicha postulación de excepción de prescripción de la acción penal el órgano
jurisdiccional – Jueces Superiores integrantes de la Sala Superior hoy demandada;
no se evidencia que al beneficiario le haya generado indefensión por cuanto la
pluralidad de instancia se encuentra latente para hacer valer sus derechos en el
instante y plazo que la ley le confiere; por tanto no se evidencia afectación de la
legalidad procesal penal, derecho a defensa y pluralidad de instancia.

4.4. En el caso de autos, del Sistema de Expedientes Judiciales SIJ se tiene que el
escrito de pedido de prescripción de la acción penal, fue presentada con fecha 07 de
setiembre de 2023 por mesa de partes electrónica por la defensa técnica del
favorecido en el proceso ordinario, bajo la sumilla “interpongo excepción de
prescripción de la acción penal”, como es de apreciar de la siguiente gráfica:
4.5. En ese mismo sentido, es de ver de la propia sumilla del escrito: “interpongo
excepción de prescripción de la acción penal” en estricta aplicación de la Ley N°
31715”, conforme a la siguiente gráfica:

Denotándose que, en fecha 07 de setiembre de 2023 la defensa técnica del


favorecido postuló ante la Sala Penal de Apelaciones Transitoria Especializada en
Delitos de Corrupción de Funcionarios de Huancayo una excepción de prescripción
de la acción penal.

Quinto.- En suma, de las actuaciones y documentos obrante en autos se descarta la


alegada vulneración del principio de legalidad, al encontrarse la actuación de los Jueces
Superiores integrantes de la Sala Penal de Apelaciones Transitoria Especializada en
Delitos de Corrupción de Funcionarios de Huancayo acorde a los preceptos legales en
respeto irrestricto de los derechos constitucionales del favorecido; correspondiendo
declararse infundada en este extremo la acción constitucional de Hábeas Corpus
interpuesta.

Sexto.- Ahora bien de los argumentos del beneficiario dirigidos a cuestionar la decisión
de la Sala Penal de Apelaciones Transitoria Especializada en Delitos de Corrupción de
Funcionarios de declarar infundada la excepción de prescripción de la acción penal
deducida a favor de Vladimir Roy Cerrón Rojas, es de atender:

6.1. El artículo 9° segundo párrafo del Código Procesal Constitucional vigente,


claramente establece que el proceso constitucional de Hábeas Corpus procede
cuando una resolución judicial firme vulnera en forma manifiesta la libertad
individual y la tutela procesal efectiva. En tal sentido, se tiene que los
presupuestos para que se habilite la procedencia del proceso de Hábeas Corpus
donde se cuestione una resolución judicial, son: i) debe cumplirse el requisito de
firmeza de la resolución judicial que se pretende cuestionar; ii) debe existir
vulneración manifiesta; y, iii) dicha vulneración debe agraviar la libertad individual
y la tutela procesal efectiva.
6.2. De ahí que, no todas las resoluciones judiciales pueden ser objeto de control por el
proceso constitucional de Hábeas Corpus, sino que, en principio debe verificarse el
presupuesto de firmeza que faculta la procedencia del Hábeas Corpus, conforme a
la norma constitucional precitada. Al respecto, el Tribunal Constitucional en la
Sentencia 04107-2004-HC/TC ha manifestado que una resolución judicial firme es
aquella contra la cual se han agotado los recursos previstos por la Ley procesal de
la materia, lo que implica el agotamiento de los recursos antes de la interposición
de la demanda, esto es, que el actor, frente al acto procesal alegado de lesivo
previamente haya hecho uso de los recursos necesarios que le otorga la Ley;
resultando improcedente las demandas, en tanto, aún se encuentre pendiente de
resolver un medio impugnatorio interpuesto en la vía ordinaria o se encuentre
latente el plazo para interponer recurso frente a la resolución que se pretende
cuestionar vía Hábeas Corpus.

6.3. En cuanto a ello, a efectos de verificar si este requisito de procedencia ha sido


cumplido o no por el demandante a fin de garantizar el debido análisis formal de la
controversia, se aprecia del caso de autos, que la resolución judicial que
supuestamente causa agravio al favorecido es la Sentencia de Vista N° 045-2023-
SPTEDCF/CSJJU/PJ contenida en la Resolución N° 91 de fecha 06 de octubre de
2023, en el extremo que declara: “3. (…) Infundada la excepción de prescripción
de la acción penal deducida durante los alegatos de clausura por la defensa
técnica del acusado Vladimir Roy Cerrón Rojas, en su condición de autor de la
comisión del delito contra la Administración Pública, en la modalidad de Colusión,
en agravio del Estado - Gobierno Regional de Junín”. Sin embargo, de la revisión
del Sistema de Expedientes Judiciales SIJ se verifica que dicha Sentencia fue
notificada en su integridad a las Casillas Electrónicas de las partes procesales en la
vía ordinaria el día 06 de octubre de 2023; y, en atención al Auto del Tribunal
Constitucional en el Expediente N° 03180-2021-AA/TC7 respecto al inicio de
cómputo del plazo en la notificación electrónica, a la fecha se encuentra latente un
plazo pendiente de cumplimiento para interponer recurso de Casación conforme al
artículo 414° inciso 1) del Código Procesal Penal, teniendo el favorecido a salvo su

7
Auto del Tribunal Constitucional en el Expediente N° 03180-2021-AA/TC: “16. El artículo 155-C de la Ley
Orgánica del Poder Judicial establece que “[l]a resolución judicial surte efectos desde el segundo día siguiente en
que se ingresa su notificación a la casilla electrónica”. Dicha norma es similar a la establecida en el artículo 155
del Código Procesal Civil que establece “El acto de la notificación tiene por objeto poner en conocimiento de los
interesados el contenido de las resoluciones judiciales. (…). Las resoluciones judiciales sólo producen efectos en
virtud de notificación hecha con arreglo a lo dispuesto en este Código, salvo los casos expresamente exceptuados”.
(resaltado nuestro). Se advierte, entonces, que las resoluciones judiciales surten efecto cuando son debidamente
notificadas; de tal manera que cuando se trate de una notificación por cédula, la resolución judicial surtirá efecto el
día del diligenciamiento de esta y a partir del día hábil siguiente se iniciará el cómputo de los plazos establecidos en
la norma. De la misma manera, cuando se trate de una notificación electrónica, la resolución judicial surtirá efecto
al segundo día hábil siguiente en que se ingresa la notificación a la casilla electrónica y a partir del día hábil
siguiente comenzará a contabilizarse los plazos legales. 17. En tal sentido, cualquier plazo referido al proceso debe
computarse desde el día hábil siguiente en que la resolución surtió efecto, es decir, si la notificación electrónica
surte efecto a los dos días hábiles siguientes al ingreso de su notificación a la casilla electrónica, entonces, el plazo
debe computarse desde el día hábil siguiente de haberse cumplido esos dos primeros días hábiles. Este Colegiado
considera que dicha interpretación resulta acorde con el principio pro actione, es decir, en sentido favorable para
posibilitar el acceso a la tutela jurisdiccional y con exclusión de toda opción interpretativa que sea contraria a ese
propósito”.
derecho de poder impugnar y cuestionar los fundamentos por los cuales la
Sentencia de Vista N° 045-2023-SPTEDCF/CSJJU/PJ resuelve declarar infundada
la excepción de prescripción de la acción penal deducida durante los alegatos de
clausura, lo cual refleja que a la fecha no existe resolución judicial firme que
configure el presupuesto para su procedibilidad.

Séptimo.- En cuanto a la afectación de la motivación el accionante postula que al no


haberse otorgado un trámite regular de la incidencia de prescripción; se habría generado
dentro de la decisión una motivación aparente y deficiente; de ello esta judicatura
considera que el cuestionamiento del apelante no tiene sustento ya que la Constitución,
artículo 139° inciso 5) señala como principio y derecho de la función jurisdiccional “la
motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto las de
mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos en que se
sustentan”, concordante con el artículo 12° de la LOPJ; y conforme el artículo 7° de la
citada norma toda persona goza de la tutela jurisdiccional efectiva en el ejercicio y
defensa de sus derechos e intereses con las garantías de un debido proceso. La debida
motivación debe estar presente en toda resolución que se emita en un proceso; este
derecho implica que cualquier decisión cuente con un razonamiento que no sea aparente
o defectuoso, sino que exponga de manera clara, lógica y jurídica los fundamentos de
hecho y de derecho que la justifican, de manera tal que los destinatarios, a partir de
conocer las razones por las cuales se decidió en un sentido o en otro, estén en la aptitud
de realizar los actos necesarios para la defensa de su derecho; por tanto de la revisión de
la sentencia materia de cuestionamiento; solo con fines estrictamente de evidenciar
algún derecho constitucional afectado; se advierte que contiene una debida
fundamentación; por tanto este extremo de la apelada debe ser declarada infundada.
Ahora bien respecto al fundamento factico – punto 6.7. hasta el punto 6.12.; en cuanto
al análisis de la comisión “cierta y concreta” del hecho incriminado en contra del
beneficiario; esta judicatura establece que ese pronunciamiento es un extremo propio
del fuero penal ordinario; y, no es materia de análisis en este fuero constitucional;
además estos extremos cuestionados a través del Habeas Corpus sobre el proceso penal
en estricto; no estarían inmersos dentro de la afectación de la motivación.

Octavo.-Finalmente, atendiendo que el proceso constitucional se caracteriza por ser un


proceso de tutela urgente con fines de garantizar la vigencia efectiva de los derechos
constitucionales; en aplicación de lo dispuesto por el artículo 11°8 del Código Procesal
Constitucional vigente, todas las resoluciones judiciales, incluida la sentencia, serán
notificadas a las Casillas electrónicas que fijen las partes. Y el plazo se inicia a partir de
los dos días posteriores a la notificación en la casilla electrónica.

8
Artículo 11° del Código Procesal Constitucional.- Notificaciones:
Todas las resoluciones se notifican a la casilla electrónica. Si por alguna circunstancia razonable, al demandante no le
es posible fijar la casilla electrónica, podrá optar por otros medios telemáticos o si prefiere se le notificará a su
dirección domiciliaria.
El plazo se inicia a partir de los dos días posteriores a la notificación en la casilla electrónica o medio telemático por
el que se optó; o desde el día siguiente de su notificación en la dirección domiciliaria.
Por estos fundamentos, el Juzgado Constitucional de Huancayo con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Estado y administrando Justicia a nombre de la
Nación.

RESUELVE:

Primero.- DECLARAR INFUNDADA la acción constitucional de Hábeas Corpus,


interpuesta a favor de Vladimir Roy Cerrón Rojas, contra Walter Chipana Guillen,
Carlos Richar Carhuancho Mucha y Roberto John Meza Reyes - Jueces
Superiores integrantes de la Sala Penal de Apelaciones Transitoria Especializada en
delitos de Corrupción de Funcionarios de Huancayo de la Corte Superior de
Justicia de Junín.

Segundo.-En consecuencia, CONSENTIDA Y/O EJECUTORIADA sea la presente


sentencia ARCHÍVESE los de la materia. En aplicación de la tercera disposición
complementaria final del Código Procesal Constitucional vigente REMÍTASE al
Diario Oficial “El Peruano” para su publicación conforme a ley.

Tercero.-NOTIFÍQUESE conforme a lo dispuesto en el artículo 11° del Código


Procesal Constitucional vigente.-

S.s.
Expediente N° 00178-2023-0-1501-JR-DC-01
Hábeas Corpus Infundado

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