Está en la página 1de 3

JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL

Autor: Fernando Josué Mena Arroyo

La jurisdicción constitucional viene a ser el instrumento institucionalizado, que presupone la


supremacía jerárquica de la Constitución sobre cualquier otra norma del orden jurídico y la
necesidad de someter a ejercer el poder del Estado conforme a la racionalidad de la ley, por lo que
esta tiene la responsabilidad y el deber de velar por el pleno respeto a los principios, valores y
estándares establecidos en el documento base. Es así que, su existencia ratifica y mantiene la
vigencia normativa de la Constitución. Po ende, las actividades de jurisdicción constitucional se
realizan dentro de la Justicia Constitucional. Por lo tanto, posibilita la utilización de una serie de
procedimientos que permitirán asegurar la plena vigencia y respeto del orden constitucional. Lo
cual se aplican todas las normas emanadas del poder constitucional y de las acciones funcionales
de sus respectivos representantes políticos.

Cabe mencionar que la jurisdicción constitucional es enteramente importante y fundamental solo


dentro de un estado constitucional, ya que este tiene como objetivo primordial el considerar la
consagración de la seguridad jurídica en cuanto a la relación entre los gobernantes. Es por ello que,
elimina todo rastro de arbitrariedad en el funcionamiento del Estado; velando por su obediencia a
la Constitución y al ordenamiento jurídico que de ella se derive, también garantizando la
confirmación de los derechos personales.

Si bien, por constitución se entiende que es una situación que prueba que las autoridades están
total y seriamente comprometidas con el logro de sus fines, objetivos y finalidades constitucionales
y su respectivo cumplimiento. Pues para ello, es absolutamente necesario complementarse con
numerosas leyes y otras normas de rango inferior que garanticen su usabilidad y funcionalidad,
entre otras tareas importantes.

Con la existencia de una Constitución morfológicamente rígida, que es una constitución que solo
puede cambiarse formalmente mediante un proceso de reforma especial. Así como lo explica
James Bryce (Constitución estricta y flexible. Madrid, 1952), por tanto, garantiza la superioridad
normativa del texto supra. La existencia de un órgano de control de la constitucionalidad dotado
de competencias resolutivas, que es el órgano que está encargado de la protección y control de la
Constitución el cual debe estar facultado para posibilitar la derogación o inaplicación de las
disposiciones inconstitucionales que violen los principios, valores y normas de dicha Constitución.
Por lo tanto, las notificaciones, sugerencias, opiniones o advertencias no son suficientes, por lo
que debe tener una calidad vinculante que no pueda competir intervenir en sus decisiones. La
acción u omisión de una agencia gubernamental o individuo sujeto a un acto constitucional
particular.

Los sistemas de gestión constitucional derivados parten de la matriz del modelo original y se
adaptan a necesidades o realidades políticas constitucionales específicas. Se insertan en estados
sin tradiciones jurídicas propias. De tal manera que son cuatro las adaptaciones conocidas al día
de hoy: el control sobrepuesto, el control mixto. El control dual y el sinérgico.

El control orgánico político, que viene a ser un modelo en la que encomienda la administración de
la Constitución al Parlamento como vocero integral de la soberanía popular, con la excepción de
que podrá encomendarse a un órgano temporal no judicial que está constituido sobre la base de
decisiones netamente políticas. Es por ello, que la base de su existencia es el principio general de
autonomía legislativa, que prohíbe el control judicial de la legislación parlamentaria. En este
sentido, se afirma que el poder judicial sólo puede participar en las leyes secundarias, no como
legislación. Esto sucede porque la jurisdicción surge de las decisiones de las entidades estatales,
no de la voluntad de los ciudadanos. Por ello, la ley, que es la máxima expresión de su soberanía,
no puede ser abolida.

El control orgánico, que viene a ser un modelo que encomienda la gestión de la


inconstitucionalidad directa o indirectamente a una sociedad anónima. Este modelo se puede
dividir en americano o jurisdicción de difusión y europeo o jurisdicción centralizada. Por lo que el
modelo americano jurisdicción difusa, es responsabilidad del revisor judicial ordinario defender la
Constitución. Por lo tanto, múltiples jueces ordinarios tienen la facultad de declarar la
inconstitucionalidad de normas en el contexto de una determinada controversia jurídica. Esto
quiere decir que, este alcance inconstitucional se aplica única y exclusivamente a las partes
involucradas en este proceso. Por otro lado, el modelo tiene el deber de defender la Constitución
en la que es responsabilidad de un poder judicial especial (llamado ad hoc o de contralor
concentrado) al que se le ha encomendado el escrutinio de la Constitución por un organismo
autónomo designado por otra jurisdicción, un órgano de poder estatal.
Por consiguiente, el control sobrepuesto, que se debe a la intensa delegación de control
constitucional a la sala de reuniones de la Corte Suprema de Justicia del estado. Es por ello que,
en este modelo, la autoridad de control está adscrita al poder judicial y tiene la única función
principal de expulsar del sistema judicial las leyes que contradigan los principios, valores o normas
constitucionales.

El control orgánico mixto, surge a raíz del resultado de mezclar, fusionar o combinar dos o más
modelos originales para así poder formar el modelo sui géneris. Por lo tanto, este es diferente del
modelo que sirvió de base. Al respecto, Domingo García Belaunde señalaba que “cuando el
impacto es muy fuerte se adquiere una nueva fisonomía”. De hecho, surgen modelos relativamente
diferentes en función de sus efectos de absorción y recreación.

El control orgánico dual, es un modelo que resulta de aplicar dos modelos originales que conviven
de forma independiente o autónoma, en la que mantiene cada uno sus propias características. En
otras palabras, en este caso, tiene una aplicación paralela sin un proceso de mezcla o fusión entre
los modelos originales.

Y en cuanto al control orgánico sinérgico que es el modelo peruano, siendo que, en Perú, se le
reconoce la existencia del control político preventivo y el control de justicia restaurativa en dos
variables.

El nombre denominado proviene de la asimilación de una serie de modelos originales. Esta


variable exige acciones de convivencia de varias entidades tendientes a lograr un único efecto:
ante la actividad legislativa incompatible con la Constitución, o de forma irregular y/o arbitraria
por parte de los gobernantes o ciudadanos. Siempre se debe preservar ante todo los principios,
valores y normas constitucionales ante la expresión de la conducta.

En conclusión, la jurisdicción constitucional se fundamenta en la confirmación de los principios


de soberanía constitucional, la racionalización del ejercicio del poder, la plena aplicación de los
derechos fundamentales de la persona y la actuación interpretativa e integral de la Constitución. A
su vez, que los controles previstos en el marco de la Justicia Constitucional significan asegurar la
regularidad del ordenamiento jurídico y su integración a través de la interpretación dinámica de la
Constitución.

También podría gustarte