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Jurisdicción Constitucional
Jurisdicción Constitucional
Si bien, por constitución se entiende que es una situación que prueba que las autoridades están
total y seriamente comprometidas con el logro de sus fines, objetivos y finalidades constitucionales
y su respectivo cumplimiento. Pues para ello, es absolutamente necesario complementarse con
numerosas leyes y otras normas de rango inferior que garanticen su usabilidad y funcionalidad,
entre otras tareas importantes.
Con la existencia de una Constitución morfológicamente rígida, que es una constitución que solo
puede cambiarse formalmente mediante un proceso de reforma especial. Así como lo explica
James Bryce (Constitución estricta y flexible. Madrid, 1952), por tanto, garantiza la superioridad
normativa del texto supra. La existencia de un órgano de control de la constitucionalidad dotado
de competencias resolutivas, que es el órgano que está encargado de la protección y control de la
Constitución el cual debe estar facultado para posibilitar la derogación o inaplicación de las
disposiciones inconstitucionales que violen los principios, valores y normas de dicha Constitución.
Por lo tanto, las notificaciones, sugerencias, opiniones o advertencias no son suficientes, por lo
que debe tener una calidad vinculante que no pueda competir intervenir en sus decisiones. La
acción u omisión de una agencia gubernamental o individuo sujeto a un acto constitucional
particular.
Los sistemas de gestión constitucional derivados parten de la matriz del modelo original y se
adaptan a necesidades o realidades políticas constitucionales específicas. Se insertan en estados
sin tradiciones jurídicas propias. De tal manera que son cuatro las adaptaciones conocidas al día
de hoy: el control sobrepuesto, el control mixto. El control dual y el sinérgico.
El control orgánico político, que viene a ser un modelo en la que encomienda la administración de
la Constitución al Parlamento como vocero integral de la soberanía popular, con la excepción de
que podrá encomendarse a un órgano temporal no judicial que está constituido sobre la base de
decisiones netamente políticas. Es por ello, que la base de su existencia es el principio general de
autonomía legislativa, que prohíbe el control judicial de la legislación parlamentaria. En este
sentido, se afirma que el poder judicial sólo puede participar en las leyes secundarias, no como
legislación. Esto sucede porque la jurisdicción surge de las decisiones de las entidades estatales,
no de la voluntad de los ciudadanos. Por ello, la ley, que es la máxima expresión de su soberanía,
no puede ser abolida.
El control orgánico mixto, surge a raíz del resultado de mezclar, fusionar o combinar dos o más
modelos originales para así poder formar el modelo sui géneris. Por lo tanto, este es diferente del
modelo que sirvió de base. Al respecto, Domingo García Belaunde señalaba que “cuando el
impacto es muy fuerte se adquiere una nueva fisonomía”. De hecho, surgen modelos relativamente
diferentes en función de sus efectos de absorción y recreación.
El control orgánico dual, es un modelo que resulta de aplicar dos modelos originales que conviven
de forma independiente o autónoma, en la que mantiene cada uno sus propias características. En
otras palabras, en este caso, tiene una aplicación paralela sin un proceso de mezcla o fusión entre
los modelos originales.
Y en cuanto al control orgánico sinérgico que es el modelo peruano, siendo que, en Perú, se le
reconoce la existencia del control político preventivo y el control de justicia restaurativa en dos
variables.