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de; este valor es el asentamiento del hormigén (detalles del ensayo se deben consultar en la norma correspondiente). La prueba de asentamiento no mide exactamente la trabajabi- lidad del hormigén, pero si la resistencia al cortante cuan- do este fluye bajo_su_propio peso. Es Gtil para detectar variaciones en la uniformidad de una mezcla de proporcio~ nes definidas. Se ha encontrado, experimentalmente, que mezclas fabricadas con diferentes agregados que registran e1 mismo asentamiento, dan distintas trabajabilidades. Existe pues, un gran nGmero de dificultades asociadas con el ensayo de asentamiento, que sumadas a las anteriores, nos permite conciuir: 1) El ensayo es completamente empi- rico y no se relaciona con la definicién inicial de traba- jabilidad. 2) Para los casos précticos se pueden lograr algunas correlaciones del ensayo con la trabajabilidad del hormigén (ver Tabla 2). 3) Es muy til como control répi-~ do de la calidad del hormigén fresco en obra. : toc reneor ednico Vorite compecogore / Equipo para ensayo de asentamiento soem oie Figura No, 4 13 1.4.1.2 Ensayo de penetracién con la esfera de Kelly”? (Fig. 5) Esta prueba desarrollada en U.S.A. por el Ingeniero Joe Kelly, en la Universidad de California, en el afio 1955, ha logrado algunos progresos, para el control de la calidad del hormigén fresco en la obra, con resultados muy satis- factorios, Se encuentra normalizada desde el aio 1963 en el A.S.T.M, C-360. Es un ensayo sencillo, consistente en determinar la profundidad a que una semiesfera de metal de 152 mm de didmetro y 13,6 Kgf de peso se hunde, bajo su propio peso, en el hormigén fresco. Se puede efectuar so~ bre una carretilla de transporte del hormigén en obra o di- rectamente en la formaleta. Con el fin de evitar el efecto pared, la profundidad del hormigén que se prueba no debe ser menor de 20 cm., y la dimensién lateral no debe ser me- nor de 46 cm, No existe una correlacién f&cil entre esta prueba y el ensayo de asentamiento antes descrito ya que cada una mide propiedades distintas de la mezcla; pero pa- ra un hormigén en particular se puede encontrar una corre- lacién como la mostrada en la Fig. 6. En resumen el ensayo con la esfera de Kelly es una prueba sencilla de campo, répida de hacer y no requiere tomar mues~ tras de hormigén para su ejecucién ya que se puede realizar directamente en la formaleta. 14 Figura 5: Medidor de 1a penetracién Kelly® — | Eel ser ptitt| | a os rae Be r 4 + é t 7 i +055] (mm) (1-2) bo At 1 cect. corr= 400 20-3 iT 5s im . - ce = Lad "60. s: asentomiento(mm ) Figura 6: Relacién entre la penetracién y el asentamiento2® 1s 1.4.1.3 Medidor de asentamiento k29+30; (pig, 7) Entre los aiios 1969 a 1972, Nasser se ide un método para determinar la trabajabilidad y la compactacién del hormigén fresco; el K-SLUMP-TESTER. El dispositivo consiste en un tubo hueco de 19mm de didmetro y una longitud total de 34cm La parte inferior tiene una terminacién cénica, y sobre ella unos huecos que permiten la entrada de la parte fina del hor- migén dentro del tubo, £1 equipo es insertado verticalmen- te en el hormigén fresco compactado (por ejemplo en un ci- lindro de 15cm x30cm), hasta una profundidad especificada, luego es removido para leer la altura de 1a mezcla reteni- da en el medidor (o sea la que rellena los huecos del tubo). Esta altura es una medida de la trabajabilidad de la mezcla. Dice sbee eben Figura 7: Medidor K en funcionamiento29,30 16 so K=4,313+0,397S -Q0148"| Coot. corr.=0,998 : Indice de trabajabilidad en cm | | 3 6 cy 2 $ S: Asentamiento en em. Figura 8: Relacién entre el indice de trabajabilidad y el asentamiento del hormigén29 El tema de 1a trabajabilidad de los hormigénes es tan amplio que sin temor a equivocarnos, se podrian recopilar tantos ensayos experimentales que relacionados con esta propiedad bastarfan para escribir un libro sobre este tema. En aras de la simplicidad voy a resumir algunos métodos de ensayo en un cuadro sipnético para tratar de generalizar més so- bre esta propiedad del hormigén fresco. (ver pagina si- guiente). Cada uno de los ensayos anteriores mide el comportamiento del hormigén bajo diferentes condiciones, por lo que una 7 TABLA 1. Métodos de ensayo relacionados con la trabajabi- lidad del hormigén’. comparacién entre ellos no es fécilmente posible. Sin em- bargo se pueden detectar las siguientes conclusiones expe- rimentale. a. La prueba del factor de compactacién se relaciona es- trechamente con el inverso de la trabajabilidad. Las de remoldeo y vebe est&n en funcién directa con la tra~ bajabilidad. bd. La prueba de fluiéez es valiosa para evaluar la cohe- sividad de las mezclas en el laboratorio. c. Las pruebas de asentamiento y penetracién son compara~ tivas, la primera no es de confianza en mezclas pobres (bajos contenidos de cemento), para las cuales un con- trol riguroso es importante. En conclusién la prueba ideal de trabajabilidad esté ain por diseflarse. En este aspecto 1a inspeccién visual y 1a evaluacién pr&ctica son vitales, y una vez se adquiera des~ treza resultan répidas y de confianza. La Tabla 2 resume algunas relaciones existentes entre los diferentes métodos expuestos. 19 +ofesua Tap ugtsiadstp eT ap syu ope ‘eure et op euty arsed eT op eyryeWoTNUeIS eT ep ‘oquemas ap UgTDeoTITSOp eT ap ‘eTyIa -owoTnues3 eT ap weuetaocsd xeazesqo upspod as anb setouereztp se] ‘soTT? az3ue equowezoTsa -S8 asaeuopoetes anb equewesozs0y uaueya ou f sosoinBq1 wos ou SoOTEA SazUEZaTTP SOT +BI0N S> 09t - oot st < y0'T — st< epEnbyT g - ST OOT - O£ st - €L 70'T - LO'T == st - OL ePrta St ~ 0€ 04 - 0g wr - 2 60fT - OTT == 6-s epueta of - 09 os - 0€ 9-6 6I'T - 92'T e/s g- et BOTIShTd 09 - OL 7 s 9z'T ~ TE'T S/OT T eoestwes oz moame gy | TET Lett otsoz 0 eas “-- . | evtt - 9st oz/or o eoos Any v/a (s) (m9) mM sum QZ = Seprpnoes ep aazosex ep =z Te op vexed sadto8 ap esom oxe7073 osea To ua = agen sureaqy op oxompu gue -setd Te ve —ugpoezoedmoo © odmefy, © ould Te ua ugSymioy Top “s*a°o sofesug oquaturzmosq © equaToTJo09 ‘ap oper, oquaTueqUesy eTOUEISTsuOD ap odry, +1 eTqey eT Ue sorzr9sep ofesus op soporgM sounSTe es3Ue UgTOeTOEY *Z VIEVL 20 1.4.2 Resistencia: Desde el punto de vista estructural, ésta es la propiedad nés importante por la cual juzga el ingeniero 1a calidad del hormigén fabricado} Normalmente se especifica evaluar- la sobre probetas testigo tomadas en el momento de colocar el hormigén en la estructura (caso m4s general como control de aceptacién del hormigén vaciado. En plantas de mezclas se realiza adem&s de lo anterior un control de produccién del hormigén). Existen varias probetas para la evaluacién de la resisten- cia del hormigén: la cilindrica es la mis utilizada hoy en dfa en todo el mundo para determinar la resistencia a la compresién simple del hormigén y también para la resis- tencia a la traccién por compresién f'ct (ensayo brasilero); el cilindro més usado es e1 de dimensiones 6 = 15cm (6") y h 30cm (12") para hormigones con agregados hasta de 38mm (1!/2"); cuando e1 hormigén tiene tamaiios superiores se permite tamizar los agregados mayores de 38mm para fabri- car los cilindros de dimensiones normales. Actualmente esté en proceso de investigacién en los U.S.A. el uso de cilindros de $6 = 7,5cm (3") y h = 15cm (6") para agregados hasta 25mm (1") de tamafio (que hoy en dia son los m&s usua~ les en el hormigén armado y pretensado), cuyas ventajas con respecto a los cilindros de 15 x 10cm son amplias (Ref 15). 21 Algunos paises europeos (por ejemplo Alemania) utilizan pa- ra evaluar la resistencia a la compresién simple del hormi- gén (g'cu) una probeta cébica de arista a = 15cm. Aproxi- madamente se puede hallar una relacién entre f'c y o'cus en muchos casos se han encontrado valores de f'c = 0,85 o'cu. Para evaluar la resistencia a la traccién por flexién o mé- dulo de rotura del hormigén se fabrican vigas de seccién beh= e donde L = luz de la viga y para agregados hasta de 38mm (11/2") de tamafio se usa L = 45cm, La viga se en- saya con cargas concentradas en los tercios medios (A.S.T.M. -78) 0 con carga concentrada en la mitad de la luz (A.S.T. M, C-293). us Diferentes probetas para ensayo de resistencia del hormigén. 22 El uso de probetas de la forma y dimensiones mostradas fué uno de los primeros pasos utilizados por los cientificos para tratar de normalizar esta propiedad. Inicialmente se ensayaron muchas formas hasta hallar la que mejor comporta~ miento estad{stico presentaba. Pero como 1a resistencia del hormigén depende de muchas més variables, se hace in- dispensable hoy en dfa el uso de procedimientos normaliza- dos para evaluar la calidad del material. Estos procedi- mientos figuran en las normas A.S.T.M. (ver capitulo VI) y también en nuestras normas Icontec. A pesar de esto, la variacién en la resistencia de un mismo hormigén fabricado es casi inevitable, y se debe aceptar y manejar con las técnicas m&s modernas de control de calidad estadistico aplicado al hormigén. Sin embargo hace ya 70 afios Andrew Duff Abrams, después de un estudio experimental con hormigén, hecho en el Inctitu- to Lewis, Chicago!® » enuncié una regla importante para el control de la resistencia del hormigén: "para mezclas plas- ticas, con agregados limpios y bien gradados, la resisten- cia del hormigén es dependiente de la cantidad de agua por unidad de cemento", Esta regla fué tomada como ley en di- sefio de mezclas por muchos aiios; hoy en dia se puede utili- zar como referencia histérica ya que existen reglas m&s ge- nerales donde jintervienen otros factores no tenidos en cuenta por Abrams en esa época, (m4s adelante explicaremos 23 esto), como por ejemplo la calidad del cemento. La repre- sentacién matem&tica propuesta por abrans fué Ki fle = ye Pera 4 > 0,40 en volumen suelto 2 donde Ki y Kz son constantes experimentales obtenidas por minimos cuadrados al efectuar un ajuste regresivo a los re- sultados de los ensayos. K, y Kz varian con la edad y condi~ ciones de curado. Experimentalmente se ha comprobado que mezclas de hormigén con la misma A/C y los mismos materia- les producen resistencias con amplios intervalos de varia- cién dependiendo del control de fabricacién utilizado en la confeccién del material; por 1o que se hace indispensa- ble interpretar la resistencia del hormigén f£'c no como un valor absoluto, sino m4s bien como una variable estoc4sti- ca (Ref. 6) cuya funcién de densidad de probabilidades (F. D.P.) se puede conocer cuando se ejecuten proyectos contro- lados con respecto a la resistencia f'c. Para esto dltimo las normas recomiendan pautas a seguir en el control de ca- lidad, veamos: Sea f'c: Resistencia a la compresién del hormigén especi- cada en los célculos y planos estructurales del proyecto (es un valor caracteristico*) * Bl valor caracteristico de la resistencia de un material es aquel valor que deja un porcentaje muy bajo de valores inferiores a 61. 24 Desviacién tipica obtenida de pruebas de resistencia con cilindros fabricados en condiciones similares y con los mismos materiales. fler: Resistencia critica de disefio, que garantiza con cier- ta probabilidad, que se cumple f'c. El cédigo A.C.I. 318-83!7 + que es el utilizado por el inge- niero encargado de llevar este control recomienda: (1) La probabilidad de tener resultados de resistencia por debajo de £'c-35 Kgf/cm” debe ser menor del 1% (cuando el resulta~ do de resistencia es el promedio obtenido al fallar dos pro- betas de hormigén). (2) La probabilidad de tener resultados de resistencia por debajo de f'c debe ser menor del 12 (cuan- do el resultado es el promedio de tres ensayos de cilindros). Si aceptamos que 1a resistencia del hormigén (f£'c) se dis- tribuye aleatoriamente como una funcién normal (esto ya es- té demostrado experimentalmente) tenemos: (Ref. 6) ' 1 -(£'ci - Fle f(ftc) = —4+— x [ ci Se), ppp. con — P 2on 25 La probabilidad de tener resultados de resistencia desde - © hasta + © es iz van Pr(- © 350 7 f'cr = f'c + 100 ~ 28

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