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PHOWA

LA PRÁCTICA ESENCIAL DE PHOWA


Tomado del libro: “El libro tibetano de la vida y de la muerte”, de Sogyal Rimpoche. Ed . Urano
La más valiosa y poderosa de las prácticas que he encontrado en La asistencia a moribundos, y que he
visto emprender con entusiasmo a un número asombroso de personas, es una práctica de la tradición
tibetana llamada phowa (pronúnciese «po-ua»), que significa la transferencia de la conciencia.
La phowa para personas moribundas ha sido practicada por amigos, familiares y maestros de la
persona, de la manera más sencilla y natural, en todo el mundo moderno: en Australia, América y
Europa. Gracias a su poder, miles de personas han tenido la oportunidad de morir serenamente. Ahora
me alegra poner el corazón de la práctica de phowa a disposición de cualquiera que desee utilizarla.
Quiero subrayar que se trata de una práctica que cualquiera puede hacer. Es sencilla, pero no por eso
deja de ser el ejercicio más esencial que podemos practicar para prepararnos para nuestra propia
muerte, y es la práctica principal que enseño a mis alumnos para que ayuden a sus amigos y familiares
en trance de muerte, y a sus seres queridos que ya han muerto.
Práctica 1
Para empezar, póngase cómodo y adopte la postura de meditación. Si realiza esta práctica cuando se
halla próximo a morir, siéntese lo más cómodo que pueda, o bien practique acostado.
Luego lleve la mente a casa, suéltese y relájese por completo.
1. En el cielo que tiene ante usted, invoque la encarnación de cualquier verdad en la que crea, bajo la
forma de luz radiante.
Elija el ser divino o el santo al que más próximo se siente. Si es usted budista, invoque a un buda con el
que sienta una conexión íntima. Si es cristiano practicante, sienta con todo su Corazón la presencia viva
e inmediata de Dios, el Espíritu Santo, Jesucristo o la Virgen María. Si no se siente usted unido a
ninguna figura espiritual en especial, imagínese sencillamente una forma de luz pura y dorada en el cielo
ante usted. Lo Importante es que considere que el ser al que está visualizando o cuya presencia siente
es realmente la encarnación de la verdad, la sabiduría y la compasión de todos los budas, santos,
maestros y seres iluminados. No se preocupe si no consigue visualizarlos con mucha claridad; llénese el
corazón de su presencia y confíe
En que están ahí.
2. A continuación, concentre la mente, el corazón y el alma en la presencia que ha invocado y rece:
Por tu bendición, tu gracia y tu guía, por el poder de la luz Que brota de ti:
Que todo mi karma negativo, mis emociones destructivas, Mis oscurecimientos y bloqueos sean
purificados y
Eliminados, Que me sepa perdonado por todo el daño que pueda haber Pensado y hecho, Que cumpla
esta profunda práctica de phowa y tenga una Muerte buena y pacífica, Y por el triunfo de mi muerte, que
pueda beneficiar a todos Los demás seres, vivos o muertos.
3. Imagínese ahora que la presencia de luz que ha invocado queda tan conmovida por su sincera y
sentida oración que le responde con una sonrisa cariñosa y le envía amor y compasión en un torrente
de rayos de luz que emanan de su corazón.
Cuando estos rayos lo tocan y penetran en usted, lo limpian y purifican de todo su karma negativo, de
sus emociones destructivas y de sus oscurecimientos, que son las causas del sufrimiento. Vea y sienta
que está totalmente sumergido en la luz.
4. Ahora se halla completamente purificado y completamente curado por la luz que brota de esa
presencia. Piense que su mismo cuerpo, también creado por el karma, se disuelve completamente en la
luz.
5. El cuerpo de luz que es usted se eleva ahora hacia el cielo y se fusiona inseparablemente con la
dichosa presencia de la luz.
6. Permanezca en ese estado de unidad con la presencia tanto tiempo como pueda.
Práctica 2
1. Para realizar esta práctica de un modo aún más sencillo, empiece como antes reposando
calmadamente e invoque luego la presencia de la encarnación de la verdad.
2. Imagínese su conciencia como una esfera de luz situada en el corazón, que sale proyectada de usted
como una estrella fugaz y vuela hacia el corazón de la presencia que tiene delante.
3. Se disuelve y se fusiona con la presencia. Mediante esta práctica establece usted su mente en la
mente de sabiduría del Buda o ser iluminado, que es lo mismo que entregar el alma en la naturaleza de
Dios.
Dilgo Khyentse Rimpoché dice que es como tirar una piedra a un lago; piense que Cae a plomo en el
agua, y baja cada vez más hondo. Imagínese Que por la bendición su mente se transforma en la mente
de Sabiduría de esa presencia iluminada.
Práctica 3
El modo más esencial de hacer la práctica es éste: limítese a Fusionar su mente con la mente de
sabiduría de la presencia pura. Piense: «Mi mente y la mente del Buda son una».
De estas tres versiones de phowa, elija aquella con la que se sienta más cómodo o que le atraiga más
en un momento determinado.
A veces, las prácticas más poderosas son las más sencillas. Pero elija la que elija, recuerde que es
esencial dedicar ya un tiempo a familiarizarse con ella. De otro modo, ¿cómo podrá tener la confianza
necesaria para practicarla para usted mismo o los demás en el momento de la muerte? Mi maestro
Jamyang
Khyentse escribió: «Si meditas y prácticas de esta manera siempre, En el momento de la muerte te
resultará más fácil».'
De hecho, debería familiarizarse tanto con la práctica de Phowa que ésta se convirtiera en un reflejo
espontáneo, una Segunda naturaleza. Si ha visto la película Gandhi, sabrá que cuando dispararon
contra él, su reacción inmediata fue gritan « ¡Ram... Ram!», que en la tradición hindú es el nombre
sagrado de Dios.
Recuerde que no sabemos cómo moriremos, ni si Tendremos tiempo para recordar práctica alguna. ¿De
cuánto Tiempo dispondremos, por ejemplo, si estrellamos el coche contra un camión a 150 kilómetros
por hora en la autopista? Entonces No habrá ni un segundo para pensar en practicar phowa Ni consultar
las instrucciones de este libro. O estamos familiarizados Con phowa o no lo estamos. Y eso se puede
determinar
De un modo muy sencillo: observe sus reacciones en una situación crítica o en un momento de crisis, en
un terremoto, por Ejemplo, o en una pesadilla. ¿Responde usted con la práctica o No? Y si responde,
¿con qué estabilidad y confianza hace su práctica?
Recuerdo a una alumna mía de Estados Unidos que un día Salió a cabalgar. El caballo la derribó, le
quedó un pie trabado en el estribo y se vio arrastrada por el suelo. Le quedó la mente en blanco. Intentó
desesperadamente recordar alguna práctica, Pero fue en vano. Se sintió aterrorizada. Lo bueno de este
terror, empero, fue que le hizo darse cuenta de que la práctica tenía que convertirse en su segunda
naturaleza. Esa fue la lección que tuvo que aprender; de hecho, es la lección que todos debemos
aprender. Practique phowa tan intensamente como pueda, hasta tener la certeza de que reaccionará
con ella ante cualquier acontecimiento imprevisto. Esto le dará la seguridad de que, cuando llegue la
muerte, lo encontrará tan preparado como puede estarlo.

Alberto Jiménez G.

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