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¿De qué habla Isaías 60:1 y 2? ¿Qué principio ves que obra allí que se manifiesta en toda la Biblia?

¿Qué
esperanza ofrece?

Se nos brinda una imagen de la liberación del pueblo de Dios, después del exilio, expresada con la descripción de
Dios que crea luz de la oscuridad y apunta hacia el cumplimiento final de la salvación por medio de Cristo.

Los pueblos de la Tierra, que están cubiertos de tinieblas, vendrán a Sion. Serán atraídos por la luz de la gloria de
Dios que ha surgido sobre ella (Isa. 60:2).

La religión de Cristo significa más que el perdón del pecado; significa la extirpación de nuestros pecados y el
henchimiento del vacío con las gracias del Espíritu Santo. Significa iluminación divina, regocijo en Dios.

La aceptación del Salvador produce un resplandor de perfecta paz, y amor perfecto, de perfecta seguridad. Dios ha
enviado ciertamente a su Hijo al mundo, para ser su Salvador.

Cristo no pide que sus seguidores luchen por brillar. Él dice: Dejad que brille vuestra luz. Si habéis recibido la gracia
de Dios, la luz está en vosotros.

Su mensaje a su iglesia en este tiempo es: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová
ha nacido sobre ti”.

LEVANTATE Y RESPLANDECE (IS. 60, 1)

La llegada de la crisis a nuestra vida es el momento que Dios utiliza para que demostremos todo lo que hemos
aprendido. Es allí donde se pone a prueba nuestra fe y donde se abre la oportunidad de demostrar a Dios y al
mundo de que estamos hechos. Es el testimonio mas eficaz de la llenura del Espíritu Santo de Dios en nuestra vida
resistiendo la tentación de fracasar o quitarnos. Poniendo en nosotros un solo propósito; el proseguir, mirar la
meta y anhelar el galardón.

Puede haber tiempo de tristeza, cansancio y desanimo, su estadía tiene que ser temporera.

Isaías 60:1 dice: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Yahvé ha nacido sobre ti.”

Es tiempo de sacudirte y eliminar todo aquello que te estanca.

Tu luz ha venido; está en ti. Déjala brillar y permite que otros se contagien. Primer paso levántate; segundo paso
resplandece."

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LEVANTATE Y RESPLANDECE [Isaías 60:1-2]

Son palabras dirigidas al pueblo de Israel, un pueblo en estado de postración y oscuridad. Eran circunstancias.

Es precisamente en la oscuridad más densa donde más resplandece la Gloria del plan que Dios.

También está dirigido a nosotras como pueblo de Dios, levantémonos y resplandezcamos en medio de este tiempo
difícil que nos toca vivir.

Es posible que nos sintamos sin fuerza, con poca luz espiritual, abatidos, cansados, ansiosos por cómo será nuestro
futuro. Tomemos esta palabra y al ponerla por obra tendrá el poder de renovarnos y activarnos.

Muchas veces, caemos en un estado de abatimiento, de tibieza espiritual, perdemos el primer amor, olvidamos
descansar en el Señor, creemos que nuestros problemas son más grandes que nuestro Dios, etc.

Hoy más que nunca es importante que la luz de Dios resplandezca sobre nosotros, la luz no es para jactarnos, no es
nuestra obra. Tiene como finalidad iluminar a otros, que muchos viendo en nosotros el esplendor de Su Gloria
sean atraídos a Él.

Resplandecer significa llevar luz donde hay oscuridad. Llevar luz a todos los que nos rodean. La gloria de Dios está
sobre nuestras vidas para traer luz en medio de tantas tinieblas.

ES GLORIOSA PORQUE LEVANTA AUN A LOS MÁS PERDIDOS.

“Levántate, resplandece…”

Invitación para todas aquellas almas que se encuentren perdidas en sus pecados, aquellos que aun la misma
religión repudia y da por perdidos; pero para Dios no es así, aún existe esperanza y pueden ser restaurados aunque
se encuentren complemente perdidos. (1 Samuel 2:8). Cuantas miles de personas han sido perdonadas por esta
gracia gloriosa que escapa de toda comprensión, cuantos adúlteros, borrachos, maledicentes, hechiceros,
blasfemos, fornicadores, ladrones, avaros, idolatras, asesinos y otros tanto pecadores que la sociedad califica de
terribles han encontrado su perdón en la sangre de Cristo, y así se han levantado para resplandecer en la gloria del
evangelio.

II. ES GLORIOSA PORQUE NACE DE LA MISMA GLORIA DE DIOS.

“… porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti…”

De la misma gloria de Dios. “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia
nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos para una herencia
incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros”, (1 Pedro 1:3-4). Él quiere
transformar nuestra triste vida.

III. ES GLORIOSA PORQUE LA MALDAD DE ESTE MUNDO NO PUEDE OPACARLA.

“Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; más sobre ti amanecerá Yahvé, y sobre ti.
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¿Qué enseñanza nos deja Isaías 60?

¿Qué significa en la Biblia levántate y resplandece?


Es la consecuencia de dar el paso de levantarte: Comienzas a Resplandecer por encima de toda la oscuridad que te
rodeaba. Comienzas a vencer lo que antes te vencía. ASI QUE LEVÁNTATE Y RESPLANDECE QUE CRISTO ESTA CON
NOSOTROS.

“ Tanto amo Dios al mundo que envio a su Hijo muy amado para que todo aquel que crea en El tenga vida
eterna..” Jn 16 ,3
Isaías 9, 1-3, 5-6 “El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz”
Salmo 95: “Hoy nos ha nacido el Salvador”
Tito 2, 11-14: “La gracia de Dios se ha manifestado a todos los hombres”
Lucas 2, 1-14: “Hoy nos ha nacido el Salvador”

¡Cómo quisiéramos hoy poder decir que la corrupción, la discriminación, la pobreza, la miseria y las guerras han
concluido! Nos gustaría afirmar que no hay más yugos opresores, y que tenemos la sana alegría de sabernos todos
hermanos. Pero no; no han concluido, ni mucho menos, todas estas desgracias que sufre nuestro pueblo. En
cambio, podemos afirmar que hay hombres y mujeres que, llenos de esperanza, continúan luchando por un
mundo nuevo, y que hoy se ven fortalecidos por las palabras del Señor, que a través de Isaías nos dice: “No temas,
que yo estoy contigo; no te angusties, que yo soy tu Dios: te fortalezco y te auxilio y te sostengo con mi diestra
victoriosa... No temas, gusanito de Jacob, oruga de Israel; yo mismo te auxilio” (Is 41,10.14).

“Porque un niño nos ha nacido” (Is 9,5).

Al igual que los pastores, hoy nosotros nos vemos sorprendidos y “la gloria de Dios nos envuelve con su Luz”. Y a la
luz de este Niño, todo cambia. Las tinieblas no pueden vencer a la luz. El egoísmo, la ambición, la corrupción, por
grandes que sean, no lograrán vencer a la luz. ¡Esta es la razón de nuestra esperanza! Nuestros pobres esfuerzos
están unidos a la debilidad y pequeñez del Niño que se acurruca en los brazos amorosos de María. Pero con este
Niño, “Consejero admirable”, “Dios poderoso”, no tendremos miedo. Él hace nacer en nosotros la verdadera
esperanza. Por eso hoy nos unimos a todos los hombres en la esperanza. ¡Ha nacido un Niño, que es nuestra
esperanza!

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