Está en la página 1de 3

DEPARTAMIENTO DE ADMINISTRACIÓN

Módulo: FOL Curso: 1 de teleco GM

CALIFICACIÓN

ITINERARIOS PROFESIONALES

Diego Blázquez Largo


Curso:2023-2024

(Nota: perdón profe no me dejo editar en el word de tu portada


entonces le medio cree yo para que te pueda servir es que no me deja
editar sobre él)
Este es el texto :
Un cuento oriental describía la historia de un pez que buscaba insistentemente el Océano. Su
sorpresa fue mayúscula cuando constató que siempre había estado inmerso en él. No es muy
distinta nuestra experiencia cuando descubrimos la importancia de los grupos en nuestra
existencia.
El ser humano es el producto final de aquellas interacciones sociales, vivencias de grupo
en su mayoría, por las que haya pasado. Para poder nacer dependemos de la relación de dos
seres y nada más que nos asomamos a la vida, necesitamos los procesos de socialización para
llegar a ser personas. ¿Podríamos lograr un desarrollo cognitivo, una maduración afectiva, la
expresión de emociones, el lenguaje, la posición bípeda, etc., sin un adecuado aprendizaje
social? Los pocos casos de “niños salvajes” descritos están más cerca de “ciertos monstruos
de la naturaleza” que del personaje literario de Tarzán.
Estamos tan inmersos en esta realidad grupal que no le damos importancia. Si
realizáramos una descripción diaria de nuestras actividades, no es raro que nos
sorprendiésemos de que la mayoría, si no la totalidad de nuestras tareas, son interacciones en
grupo: familia, trabajo, amigos, asociaciones, etc. Sin embargo, ¿cómo nos han preparado
para trabajar en grupo? ¿Cuántas asignaturas en nuestros planes formativos se han dedicado a
sensibilizarnos para colaborar con otros? La experiencia nos demuestra que nos jactamos de
hablar del trabajo en equipo, cuando en la práctica, más bien, éste brilla por su ausencia. Lo
poco que vamos asimilando de las dinámicas grupales es a través del aprendizaje por “ensayo
y error”, sobre las experiencias negativas o positivas que hemos tenido en nuestra relación
con los demás.
Trabajar en equipo no es la mera suma de las aportaciones individuales. Dos más dos no
son necesariamente cuatro; quizá sean más diez o menos veinte. Si se conectan bien las
diversas interacciones o “sinergias” de sus miembros el resultado final será muy
enriquecedor. Si hay rechazo y bloqueo, esas fuerzas pueden volverse contra todos y anular el
proyecto del grupo. De ahí que trabajar en equipo no sea sólo un estar juntos y que cada uno
haga lo suyo. Es un cuidado determinado para realizar una actividad laboral y asumir un
conjunto de valores. Es un espíritu que anima un modo de ser entre las personas que lo
constituyen. Es un estilo, que está basado en la confianza, la comunicación, la sinceridad. Es
asumir la actividad del equipo como propias. Es planificar y realizar conjuntamente las
tareas. Es solucionar los conflictos como una oportunidad de enriquecimiento mutuo que
conlleva una actitud de aprendizaje permanente. Es un “talento” y sobre todo un “talante”.
Tenemos que ser conscientes que no sólo hay que tener buena voluntad, sino que hay que
saber hacer bien las cosas. Por muy buena persona que sea un amigo, ¿dejaríamos que nos
operara si no es cirujano? Hay que cuestionarse la falta de sensibilización y formación sobre
la realidad del trabajo en equipo. Por un lado, debemos adquirir conocimientos y por otro,
desarrollar destrezas y habilidades para poner en práctica esos principios. Si de algo podemos
estar seguros es de que tenemos que convivir con otros y nos guste o no, es una evidencia de
la cual no podemos escapar. Incluso el aislamiento más absoluto se percibe como tal por la
experiencia de soledad y ausencia de los otros.
No decimos nada nuevo si afirmamos que hoy en día, las aplicaciones psicológicas a las
diversas áreas de la existencia humana se han puesto de moda. De ahí que las organizaciones
no puedan pasar por alto esta realidad. Como ejemplo, uno de los que ha sido distinguido
como premio Nobel de Economía en el año 2002, D. Kahneman, es un catedrático de
Psicología cuyas investigaciones han girado en torno a la toma de decisiones en situaciones
de inseguridad e incertidumbre.
Algunos alegarán que quizá esta nueva orientación en el mundo empresarial no se deba a
un planteamiento de principios, sino a un mero pragmatismo. Sin embargo, aunque sólo sea
por la evaluación positiva de las consecuencias, -un aumento de la satisfacción personal y una
mayor eficacia productiva- es aconsejable potenciar el trabajo en equipo en las
organizaciones.
Esperemos que esta inquietud actual de sensibilización por las relaciones sociales y por
tener en cuenta a los sujetos que las hacen posible, no se quede sólo en una estrategia
comercial. Queramos o no, las organizaciones funcionan gracias a las personas y es nuestra
responsabilidad crear entornos de trabajo más humanos y con una alta calidad de vida

Mis tres profundizaciones sobre las ideas claras del texto son las
siguientes;
 La importancia de la socialización en la formación humana: El
texto argumenta que la interacción social y la socialización son
fundamentales para el desarrollo humano. Opino que esta
afirmación es acertada, ya que las relaciones con los demás nos
ayudan a aprender, crecer emocionalmente y adquirir habilidades
sociales indispensables.
 La necesidad de un aprendizaje efectivo sobre trabajo en equipo:
El texto destaca la falta de preparación formal en cuanto al trabajo
en equipo en la educación. Coincido en que, aunque se hable
mucho de trabajo en equipo, a menudo no se enseñan las
habilidades necesarias para colaborar eficazmente. Esto puede
llevar a malentendidos y conflictos en entornos laborales.

 El valor del trabajo en equipo en las organizaciones: El texto


sugiere que el trabajo en equipo no es solo una moda, sino una
necesidad en el mundo empresarial, ya que conduce a una mayor
satisfacción y eficacia. Estoy de acuerdo en que el trabajo en equipo
bien gestionado puede ser beneficioso tanto para los individuos
como para las organizaciones y sobre todo para aprendizaje
individual que te llevas con esa colectivización

También podría gustarte