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Reflexiones sobre los textos “No es la

comunicación, es la política” y “Medios de


comunicación”.
José Inofuentes - 20183497
Jhery Torres - 20200921
Arturo Mayor - 20204097
Hugo Moscoso - 20204159
Edson Prado - 20223456
Diego Baldeón - 20232383
Marco Castañeda - 20213562

A través del tiempo los medios de comunicación han evolucionado teniendo como
base la velocidad en la cual la información era transmitida de manera efectiva
respondiendo así a intereses sociales, políticos, culturales, etc.
Gran evidencia de esto fue la masiva comunicación que se dió en redes sociales
con motivo de las marchas en noviembre del 2020. De acuerdo al texto “No es la
comunicación, es la política”, los jóvenes fueron los principales protagonistas bajo el
lema “se metieron con la generación equivocada”, dejando en evidencia la pobre
utilización de la comunicación actual por parte de los políticos que, dicho sea de
paso, ni siquiera entendían de qué manera se daba esta información. La política
peruana fracasó en utilizar los medios para la compartición de sus ideas desde que
empezó una desconfianza en el consumo de noticieros y periódicos por culpa de los
llamados “vladivideos”, habiendo perdido ese poder.

La inmediatización de los medios, como se menciona en el texto “Medios de


comunicación”, hace que la acumulación de información provoque una pérdida de
hechos, lo que desvaloriza la preservación de una idea o tendencia. En el segundo
texto se habla sobre la presión que las marchas provocaron para terminar vacando
a Merino, pero tras cumplida esta meta, la discusión sobre la situación política del
tema empezó a difuminarse y perdió el enfoque. Con esto podríamos concluir que la
lucha social se basó en un gran momento en el cual los jóvenes alzaron su voz, sin
embargo no respondiendo a una agenda política como tal, sino más bien como una
respuesta inmediata a la situación. Parte del problema de la gran difusión de
información es el poco tiempo que nos queda para poder reflexionar sobre lo que
estamos adaptando a nuestro propio discurso.

Finalmente podemos decir que la falta de entendimiento por parte del poder y de los
jóvenes nos lleva a que cada lucha social o agenda política solo afirme más la idea
de un país fragmentado. Concebir que las marchas se dieron por una “conclusión” a
la cuál los jóvenes llegaron por la carga histórica que la sociedad Peruana lleva
consigo puede no ser la verdad como tal. Como bien se menciona en el texto
“somos una generación que carga con las frustraciones de una generación pasada”,
por lo que las conclusiones a las cuales jóvenes y adultos están llegando pueden
ser extremos completamente diferentes.
Si bien las redes sociales agilizaron el proceso comunicativo por parte de personas
con mismas ideologías, posiciones e intereses, aún no logra la unión esperada por
parte de la sociedad peruana.

PUCP - 2023

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