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APROVECHAMIENTO DE RESIDUOS ORGÁNICOS PARA LA

ELABORACIÓN DE ABONO EN LA VEREDA LLANO GRANDE DEL


CORREGIMIENTO
CAMPO DOS, TIBU

INFORME INVESTIGATIVO

POR:
MARLY YULIANA OSORIO NAVAS

A:
JESSICA ANDREA JÁUREGUI SILVA
INSTRUCTORA SENA

INSTITUCIÓN EDUCATIVA COLEGIO INTEGRADO CAMPO DOS

TÉCNICA
GRADO 10º
2023
ÍNDICE
1. GALLINAZA COMO ABONO

2. CANTIDAD Y CALIDAD

3. ES UN BUEN ABONO

4. INCONVENIENTES

5. ESTABILIZACIÓN

GALLINAZA COMO ABONO


La gallinaza es el estiércol de las gallinas ponedoras, es decir, los excrementos
de estos mezclados casi siempre con diferentes cantidades de material de
cama, restos de comida (desperdicio) y plumas.

El estiércol de los pollos de engorde no se denomina gallinaza, sino pollinaza,


y tiene unas características similares, pero también algunas diferentes.

CANTIDAD Y CALIDAD

La cantidad de gallinaza producida por un grupo de gallinas depende de varias


cosas. Entre ellas, la modalidad de cría, el manejo del estiércol, la edad del
ave, el tipo de alimento y de cama.

Las gallinas adultas producen más excrementos que las jóvenes.

Las aves que pueden salir al exterior durante gran parte del día, producen
menos gallinaza, ya que la mayoría de los excrementos los depositarán en el
corral o finca, recogiéndose en el gallinero solo los producidos durante la
noche y en momentos puntuales del día, cuando las gallinas acuden a los
nidos, comederos interiores, etc.
En los gallineros de suelo cubierto con material de cama (paja, aserrín,
cascarilla, etc), la producción de gallinaza es más elevada, pero esta suele ser
menos concentrada, ya que está formada en gran parte por restos del material
de cama.

El tipo de alimento y la forma de alimentar también tiene su influencia. Si se


produce mucho desperdicio de alimento, es decir, que el sistema de
alimentación permite que las gallinas derrochen el alimento por el suelo, este
pasará a formar parte de la gallinaza, enriqueciéndola en nitrógeno,
normalmente.

La manera en que se maneja la gallinaza también es importante a la hora de


evaluar la calidad de esta. Se sabe que la humedad favorece una rápida pérdida
de nutrientes por expulsión de gases, especialmente en lo referente al
nitrógeno. En cambio, la gallinaza desecada rápidamente, conserva una mayor
concentración de nutrientes.

ES UN BUEN ABONO

La gallinaza es un excelente abono, uno de los estiércoles más ricos, con


importantes concentraciones de nitrógeno, fósforo y potasio los tres
principales nutrientes que necesita toda planta pero eso sí, no llega al nivel de
un fertilizante de síntesis, en cuanto a los porcentajes de nutrientes.

Es también rica en calcio, pero además posee pequeñas cantidades de muchos


otros nutrientes y oligoelementos que las plantas necesitan en su desarrollo.

Aportada al suelo lo enriquece en materia orgánica, mejora la retención de


agua de este relacionado con lo anterior y aumenta su fertilidad, por la riqueza
en elementos nutritivos que posee, especialmente nitrógeno.
INCONVENIENTES

La gallinaza fresca es un material que, debido a su composición y


concentración, puede presentar fitotoxicidad, es decir, resultar tóxica para las
plantas si se aplica directamente al suelo en ciertas cantidades y entra en
contacto inmediato con las raíces.

Este abono contiene algunos microorganismos patógenos, y dependiendo de


su procedencia, diferentes concentraciones de metales pesados e incluso
medicamentos en gallinas de granja, por lo que puede ser una sustancia
peligrosa para el medio ambiente y para la salud humana y animal.

El mal olor que desprende es otro problema, aunque menor comparado con los
anteriores.

ESTABILIZACIÓN

El problema del mal olor, de la fitotoxicidad y de los microorganismos


patógenos, se puede solventar fácilmente mediante el compostaje de la
gallinaza.
El proceso consiste en apilar la gallinaza sola o mezclada con restos vegetales
o estiércoles en un lugar apropiado en el exterior, resguardado de la lluvia y a
la sombra, y controlar dos aspectos clave: la humedad y la aireación.

La pila ha de estar húmeda pero no tanto como para que se compacte, y todo
lo aireada que se pueda, para lo cual hay que voltearla con frecuencia. Los
microorganismos encargados de la transformación son aerobios necesitan
oxígeno, de ahí la importancia de este punto.

El compostaje pasa por varias fases, una de ellas a elevada temperatura,


después de las cuales se obtiene un material diferente del original una especie
de tierra negra, sin olor desagradable, no tóxico para las plantas, y sin
microorganismos patógenos. Es el compost de gallinaza, y es completamente
seguro para aportar como abono.

No obstante, el material resultante no es tan rico en nutrientes como el


original, ya que una fracción especialmente del nitrógeno se ha perdido
durante el proceso por la formación y escape de gases, aunque si todo ha ido
bien, será una parte muy pequeña, y realmente compensa.

Aunque el compostaje suele ser la mejor opción, lo cierto es que toma algo de
tiempo, especialmente durante los meses más fríos del año, por lo que si se
necesita un abono de forma inminente, se puede recurrir a otra solución no
ideal.

Con la gallinaza se puede elaborar purín, es decir, un caldo de gallinaza


mezclada con agua, y mantenida durante algunos días en un recipiente. Los
primeros días desprende un fuerte y desagradable olor, especialmente cuando
se remueve cosa que es necesario hacer a diario, pero poco a poco va
reduciéndose, hasta que pasadas unas dos semanas, prácticamente no huele.

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