HISTORIA DEDEVOCIÓN AL SEÑOR DE LOS MILAGROS

La festividad del Señor de los Milagros. Es una de las tradiciones más importantes de
pueblo peruano y forma parte de la religiosidad popular.
En el siglo XVII en la capital de Perú, habitaban personas de todas las razas, muchas
procedentes de las costas africanas, “quienes se instalaron en Pachacamilla (llamado así
porque allí habían vivido indios de Pachamac). Entre ellas había cofradías que
veneraban diferentes santos. Uno de los angoleños pinto en la pared la preciosa imagen
de Cristo Crucificado como lo apreciamos hasta ahora.
En 1655 un fuerte terremoto sacudió a Lima y Callao haciendo caer edificios y
causando miles de muertos. Todas las paredes de las cofradías se cayeron, pero en
medio de las aquellas aparece el gran milagro: el muro de adobe con la imagen de
Cristo permaneció en pie. Ante el desastre los limeños hicieron muchas peticiones al
señor. Había una profunda conciencia que habían pecado y muchos pedían perdón. Más
tarde Antonio León de la Parroquia San Sebastián encontró la magia en la pared
abandonada y comenzó a venerarla, cuento que fue sanado de un mal cancerígeno aquel
milagro le fortaleció en su fe y se propago por todas partes aquel don divino. Pronto
muchas personas acudían al Cristo milagroso. La mayoría de ellos eran negros y pobres,
aquellas reuniones atraían a toda clase de personas no todas venían con buenas
intenciones. Por lo que las autoridades prohibieron las reuniones y mandaron a destruir
la imagen de Cristo, pero a pesar de muchos intentos no lograron destruirla. El pueblo
comenzó a protestar porque el virrey comenzó a revocar la orden y darle culto a la
imagen. En octubre de 1687 un maremoto arraso con Callao y parte de Lima, derribo la
capilla edificada en honor a Santo Cristo ¡solo quedo en pie la imagen milagrosa! Ante
aquel hecho decidieron confeccionar una copia al olio de la imagen y que por primera
vez salieran en procesión en andas por las calles.