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Influencia Del Duelo en El Desarrollo de Un Problema Psicopatológico.
Influencia Del Duelo en El Desarrollo de Un Problema Psicopatológico.
Introducción.
“El duelo es la reacción normal a la pérdida; es una experiencia universal, parte natural de la
existencia. Ésta puede ser de dos clases: física (tangible) o simbólica (psicosocial).” (Peña y
Montaña, en Caballo y Simón, 2001).
El duelo, palabra que encierra emociones, sentimientos y actitudes como negación, rabia,
desconcierto, desadaptación, tristeza y depresión que, no se presenta únicamente cuando hay una
muerte, sino también en todas aquellas situaciones en las que se ha perdido algo: el trabajo, el
amigo, la pareja, la casa, la mascota, un objeto con un valor sentimental para la persona; en fin, en
todos aquellos acontecimientos en los que el individuo se tiene que desprender de algo valioso que
ha permanecido por un tiempo en su vida. (Peña y Montaña, en Caballo y Simón, 2001).
Los niños y jóvenes que experimentan un duelo complicado pueden tener dificultades
para aceptar la pérdida, experimentar síntomas de estrés postraumático, tener problemas en las
relaciones sociales y presentar comportamientos autodestructivos, algunos indicadores que
podrían indicar que el duelo en un niño se está volviendo patológico, como la persistencia
crónica del anhelo y la añoranza, los reproches hacia la persona perdida y la dedicación
compulsiva a cuidar objetos.
Uno de los trastornos más comunes asociados al duelo en la infancia es el trastorno de estrés
postraumático (TEPT). Cuando los niños o los adolescentes experimentan una pérdida traumática o
perturbadora, pueden desarrollar síntomas característicos del TEPT, como recuerdos intrusivos,
pesadillas, evitación de recordatorios del evento y cambios en la respuesta emocional. El duelo
complicado, que se manifiesta por una intensificación y prolongación de los síntomas normales de
duelo, también puede contribuir al desarrollo del TEPT en la infancia.
La ansiedad también puede estar presente en los niños o adolescentes que atraviesan el
duelo. La incertidumbre sobre el futuro, el miedo a la pérdida de otros seres queridos y la
preocupación por su propia seguridad pueden generar ansiedad en los niños en duelo. Esto puede
manifestarse en síntomas como nerviosismo, irritabilidad, dificultades para dormir y problemas de
concentración. Como puede afectar la concentración, la memoria y la capacidad de aprendizaje de
un niño o adolescente, lo que puede llevar a un bajo rendimiento académico.
Es importante destacar que el duelo en la infancia puede ser especialmente desafiante debido
a la falta de habilidades emocionales y cognitivas completamente desarrolladas. Los niños o los
adolescentes pueden tener dificultades para comprender y expresar sus emociones, lo que puede
dificultar aún más el proceso de duelo. Por lo tanto, es esencial proporcionar un entorno de apoyo
que les permita expresar sus sentimientos de manera adecuada y recibir la orientación y el apoyo
necesarios.
Hay una serie de conductas que nos deben alertar y pueden hacer necesario consultar con
un profesional, pero debemos evitar la etiqueta de “patológico”, hasta que no se cumplan
criterios diagnósticos estrictos, para no “patologizar” aquello que puede ser un proceso normal
de duelo y que se puede superar sin intervención especializada. También es importante siempre
observar la adaptación del niño y del adolescente después de la pérdida, como su capacidad para
acercarse a nuevas figuras de apego y aceptar las frustraciones.
A pesar de que el duelo tiene un carácter universal, pues se presenta en todas las culturas, es muy
importante tener en cuenta que estos patrones diferenciales incidirán en el manejo de la
situación, ya que las consecuencias de la pérdida dependerán de las atribuciones que el sujeto
haga y del grupo de apoyo que el contexto le brinde.
Conclusión.